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lunes, 3 de enero de 2011

El Infinito y lo circundante


Antes de su desaparición, el Maguid escribió una carta a su hijo, Rabí Abraham, donde le pide que escuche sólo a Rebe Zusha y el Alter Rebe. Debía escuchar al Alter Rebe porque su sabiduría, su entendimiento y su comprensión son infinitos y su evaluación primera de una situación o idea es como una profecía menor. Pero, le dijo que Rebe Zusha se había elevado por sobre esto, y es como la sefirá de la corona, es la luz circundante. Comprendamos mejor estas descripciones.
La mitzvá de la circuncisión tiene dos etapas: circuncisión y revelación (milá vepriá) cortar la piel gruesa o prepucio y desgarrar la membrana delgada que cubre la corona del brit . Es bien conocido que por más que los no judíos circunciden a sus hijos, tanto por razones médicas o tradicionales, no se los considera circuncisos de acuerdo a la porque no realizan la segunda etapa. Espiritualmente, la primera parte representa la apertura de un canal al infinito, tal como se abre al profeta y corresponde a la infinita percepción del Alter Rebe.
Pero existe un nivel superior de revelación representado por la segunda parte de la circuncisión. La raíz de tres letras de “revelado”, es también de Faraón, Paró, y la contrapartida del Faraón en el lado de lo sagrado representa la revelación repentina de la esencia misma de Dios. Esta revelación es tan tremenda y poderosa que incluso el mayor de los profetas, Moshé Rabeinu, responde a ella con miedo y trepidación. Las luces reveladas en esta etapa son tan enormes que simplemente no pueden ser contenidas por los recipientes. Es como si la fuente de la luz ocupara el lugar de la luz que emite. No existe un orden y todo parece confundido pero es infinitamente poderoso. Esta segunda etapa y la revelación de la esencia de Dios corresponden al nivel de servicio y experiencia Divina de Rebe Zusha.
Centro de difusión de Cabalá y Jasidísmo del Rabino Itzjak Guinsburgh
Importado de. www.dimensiones.org

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