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lunes, 10 de noviembre de 2014


La Perashá de la Semana

Libro Bereshit - Génesis

Vaierá

EL SACRIFICIO DE ITZJAK Y EL ENTRELAZAMIENTO CUÁNTICODe la clase del rabino Ginsburgh en el número 137 y el amor y el temor, Toronto, Av. 5770

El sacrificio de Itzjak y el Entrelazamiento Cuántico


En la Cabalá, cada cualidad central de la psique está representada por un alma judía arquetípica. Abraham, el primero de los patriarcas, es el alma arquetípica del amor, y su hijo Itzjak es el alma arquetípica del temor. Dios mismo alude a Abraham como "Abraham Mi amante",1 y para Itzjak hay una frase en la que Dios es aludido como "el temor de Itzjak".2 Así, las dos primeras generaciones de judíos, padre y hijo, representan las dos primeras emociones de la psique - el amor y el temor.
Complementariedad y Entrelazamiento

La complementariedad de la función de onda-partícula en las partículas elementales determina cuando se observa una de las funciones, la otra función colapsa. Del mismo modo, la regla general es que nunca podremos experimentar el amor y el miedo al mismo tiempo. Sin embargo, los sabios nos enseñan que en relación con Dios, podemos experimentar los dos al mismo tiempo. Este logro paradójico se realizó mediante la unión de estas dos almas arquetípicas en la última de las diez pruebas que pasó Abraham, el Sacrificio de Itzjak, literalmente el “amarre de Itzjak”.
Aunque el significado literal de la unión de Itzjak es que Abraham de amarra físicamente a Itzjak al altar para sacrificarlo como Dios le ordenó, el ​​significado simbólico es la unión de estos dos atributos espirituales del amor y el temor.
En el momento del acto, el amor y temor a Dios que tenía uno y otro se integraron e inter incluyeron totalmente  dentro del alma del otro. Dios probó a Abraham, cuya conciencia natural estaba llena de amor, a fin de evaluar su temor a Dios, y de hecho, cuando el ángel vino a decirle a Abraham en nombre de Dios, que no debía matar a Itzjak , él dijo: "Ahora sé que eres temeroso de Dios".3
Itzjak, cuya experiencia primaria era el temor puro -estaba dispuesto a convertirse en un sacrificio y dar su vida por Dios por el más alto nivel de amor y devoción pura, como se nos enseña: "Amarás a Havaiá, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma' –incluso si Él toma tu alma".4 En el clímax del Amarre de Itzjak, las almas de Abraham e Itzjak se volvieron cósmicamente "entrelazadas", como un par de partículas elementales.

Experimentar amor y temor

El entrelazamiento de las almas de Abraham e Itzjak en este evento monumental efectuó una unión similar de los dos atributos de amor y temor en cada una de sus almas. A partir de entonces se hizo posible para todos los descendientes de Abraham e Itzjak experimentar los dos sentimientos aparentemente opuestos de amor y temor a Dios al mismo tiempo, sin un "colapso" de la función contraria. Este es el secreto de la verdadera paz, como hemos estudiado,  que Dios hace la paz en el mundo uniendo los opuestos.5 De hecho, la frase final de la bendición sacerdotal, "y [Él] te conceda paz" (וְיָשֵׂם לְךָ שָׁלוֹם , veiasem leja shalom),6 tiene un valor numérico de 782, que es también el valor de la frase, "El Sacrificio de Itzjak" (עֲקֵדַת יִצְחָק , akedat Itzjak)!
Para un vídeo de introducción al grupo de las clases 137, por favor ver: "Cabalá y la constante de estructura fina".


1 Ishaiahu 41:8.

2 Génesis 31:42.

3 Ibid 22:12.

4 Rashi, Deuteronomio 06:05.

5 Zohar 12b Vaikrá, ver Likutei Moharán 80 

6 Números 06:26.
La Perashá de la Semana

Libro Bereshit - Génesis

Vaierá
INCLUYENDO LA IZQUIERDA EN LA DERECHA
De un shiur del rabino Itzjak Ginsburgh, 20 Jeshvan 5773

El Judio Errante

Parashat Vaierá es la segunda parashá que se ocupa de toda la vida de Abraham (la parashá siguiente se centra en Isaac, a pesar de que Abraham estaba aún con vida). La parashá termina con la culminación del servicio de Abraham en la tierra, el sacrificio de Isaac, el décimo y último juicio que soportó.
Tal como Abraham comenzó su camino en la parashá anterior, caminando hacia una tierra desconocida, "Ve por ti mismo de tu tierra... a la tierra que yo te mostraré", así el mandamiento de Dios a Abraham que sacrificara a Isaac usa un lenguaje similar: "Toma a tu hijo... y ve a por ti a la tierra de Moriá y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”. De hecho, Abraham pasó su vida entera en una excursión sin fin, desde la primera vez que salió hacia un destino desconocido, hasta "Abraham viajó de ida y vuelta hacia el sur", entonces Dios le ordenó: "Levántate y viaja a lo largo y ancho de la tierra", seguido de "anda delante de Mí y sé sincero", hasta su última expedición al monte Moriá. Los sabios describen los “pasos de Abraham” como pasos gigantescos que cubrían enormes distancias sin cansarse.
Obviamente, el caminar de Abraham no es simplemente un acto superficial, sino también un símbolo de un avance espiritual profundo hacia un objetivo específico. ¿A dónde estaba yendo Abraham realmente? ¿No podía tener un momento de respiro de estar constantemente en movimiento?

La bondad y la fe 
La clave de esta pregunta se encuentra en el versículo: "Abram viajó ida y vuelta hacia el sur." Según la Cabalá, el sur, la dirección más luminosa, siempre bañada por la luz del sol, representa el atributo de bondad, mientras que al norte es oscuro y representa el atributo del poder, el miedo y la contracción. Por lo tanto, Abraham estaba desarrollado continuamente su atributo de "bondad" y su amor por la gente y por su Creador evolucionado permanentemente.
En nuestro artículo anterior mencionamos la transición de Abraham desde la verdad a la bondad amorosa y ahora vemos que a lo largo de su vida, su amor se desarrolla continuamente y cada día se revela de nuevo que es posible ser aún más "sur", más caritativo y menos contraído.


La fe correcta


En la Torá, el sur está a la derecha, opuesto al norte que está a la izquierda. Sin embargo, la raíz de "derecha" (ימין , iemín) está relacionada con la palabra "fe" (אמונה , emuná) al punto de que a veces son intercambiados en la Biblia. Así, además de la mejora constante de Abraham de su bondad amorosa, ir hacia el sur también representa el desarrollo de su fe.
De hecho, Abraham se destacó por su fe, como se destacó por su misericordia, como está escrito: "[Abraham] tuvo fe en Dios y Él [Dios] se lo consideró caridad". Abraham es considerado como la cabeza "de todos los creyentes", estableció la verdadera fe en un sólo Dios y lo enseñó a toda la humanidad. Caminar representa un vector de fuerza de avance hacia la fe. Obviamente, sólo alguien con mucha fe puede caminar hacia lo desconocido y salir a sacrificar a su hijo por decreto divino. La fe de Abraham no estaba estancada sino en avance, creciendo y floreciendo desde su surgimiento. Abraham reveló el secreto de la fe infinita.
Estas dos connotaciones de ir hacia el sur -hacia la bondad y hacia la fe- están obviamente conectadas entre sí. Un ejemplo de cómo las dos están conectadas se demuestra con Hilel el Anciano, el hombre de ilimitada bondad amorosa, uno de los "discípulos de Aarón, [que] ama a las personas", que no sólo era una persona tan humilde y paciente que nadie nunca le molesto, sino también era un hombre de gran fe en que Dios le enviara su sustento diario, "Bendito sea Dios, día a día".

El Judío se Pregunta

Así como los efectos limitantes del juicio son relativamente "izquierda", mientras que la bondad amorosa fluye libremente de la "derecha", así el poder penetrante de la fe en la "derecha" se equilibra con los límites y fronteras de la inteligencia en la “izquierda” (la "izquierda" se refiere aquí a la parte izquierda de la santidad y no a la “izquierda” negativa).
En este contexto, Hilel, el hombre de la bondad y la fe, tiene su socio “izquierdista” en Shamai, que es más crítico y también tiene una mente aguda, como dice el Talmud que los discípulos de Shamai eran "más agudos" que los de Hilel (no obstante la ley se determina de acuerdo a Beit Hilel porque era "indulgente y modesto"). Hilel a la derecha y Shamai a la izquierda.
Con esta nueva percepción, ahora nos encontramos con que desde un punto de vista espiritual Abraham constantemente estaba yendo y viniendo entre su "intelecto" y su "fe". Obviamente, Abraham actuó sobre la base de un gran intelecto, comenzando su servicio de Dios con una curiosidad intelectual que le llevó a darse cuenta de que hay un Creador del mundo, como dice Maimónides muy claramente: "empezó a preguntar ya desde joven acerca del día y la noche... y su mente cuestionaba y razonaba hasta llegar al camino de la verdad y comprender la línea de justicia por sí mismo. Hasta darse cuenta de que hay un solo Dios”.
El intelecto de Abraham le llevó a alcanzar la fe, un estado de conciencia que ya no se rige solamente por el intelecto. A pesar de la profundidad de la inteligencia humana y su gran capacidad de expansión sigue siendo limitada, mientras que la fe en Dios no conoce límites. La fe toca la esencia, la esencia misma de la materia que está por encima de la mente. Como vemos en la Cábala, que la corona súper-consciente (la fuente de la fe en el alma) está por encima de todos los poderes concientes incluido el intelecto. Abraham dejó a un lado todos los conocimientos que había adquirido a través de su intelecto en la comprensión de que a pesar de todo lo que sabemos, en realidad no sabemos nada. Por encima de mi conocimiento está mi fe simple y sincera.
Esto no fue un acto aislado por parte de Abraham, sino un proceso constante de avance desde la inteligencia hacia la fe. Abraham no permaneció inactivo ni un momento y dedicó permanentemente su mente y conocimiento al entendimiento de la Divinidad, tanto es así que se abrían ante él nuevos horizontes de conocimiento cada día. Lo que sabe de Dios hoy es más de lo que sabía ayer, trayendo consigo una nueva "izquierda" que le obliga a moverse aún más hacia la "derecha", elevándose de lo que a él le parece que hoy es la fe que está por encima de su intelecto, hasta que eso también es entendido dando lugar al nacimiento de un nuevo nivel de fe. Abraham viajó "atrás y adelante" del intelecto hacia la fe, a un nuevo intelecto y una más nueva fe.


El último viaje


Último viaje de Abraham al monte Moriá fue el mayor pináculo de fe que tomó su “derecha” hasta el extremo más alejado. En jasidut se explica que cada prueba que soportó Abraham era una prueba de la fe, siendo el más grande la prueba de la atadura de Isaac, que puso a prueba su fe hasta el límite extremo. El intelecto humano es incapaz de percibir la paradoja del momento: Dios mandó a Abraham que tomara a su tan amado y largamente esperado hijo -la materialización de la fe de Abraham de la promesa de Dios de que convertirse en "una gran nación" y la personificación de toda su esperanza en el futuro todo- para ofrendarlo en un sacrificio de fuego! ¿Cómo no pensar que esta orden se opone directamente a la promesa Divina de que "de Isaac será llamada tu descendencia"? ¿Cómo no está en contradicción con las políticas educativas que Abraham ha enseñado a la humanidad? No se puede ofrecer una explicación lógica. Pero donde termina la luz de la lógica comienza a brillar el resplandor de la fe.


Inter-incluyendo a la izquierda dentro de la derecha

Mientras que Abraham representa la derecha, la bondad amorosa, su hijo Isaac representa la línea izquierda, correspondiente al temor y el juicio. Al unirse a Isaac en el altar y prepararse para ofrecerlo como sacrificio, parece que Abraham finalmente sale victorioso sobre la izquierda y alcanza la derecha definitivo, subiendo hasta la cima de la fe pura y descartando su intelecto por completo. Sin embargo, en la Cabalá, el sacrificio de Isaac no está representado en absoluto como una expresión de la victoria de la derecha sobre la izquierda, sino más bien como la "inclusión de la izquierda en la derecha". Después de todo, Abraham no masacró a Isaac, Dios no lo quiera, " No envíes tu mano hacia el muchacho”, sólo lo puso encima de las maderas y lo ató allí. Por lo tanto, el sacrificio de Isaac por Abraham simboliza la unión de la derecha y la izquierda juntas.
Al explicar la unión de Isaac de esta manera, infundimos una nueva significancia al acto de Abraham. Nuestra percepción habitual es que para crear una nueva identidad, debemos alejarnos de nuestra identidad anterior. Así fue que cada vez que Abraham iba "hacia el sur", a la "derecha", se trasladaba más lejos de la "izquierda". En cada paso adicional que tomó en la dirección de la "fe", necesariamente tenía que dejar su intelecto detrás en una u otra medida. Sin embargo, en este nivel superior, el sacrificio de Isaac nos enseña que hay una manera de avanzar hacia nuestra meta sin abandonar nuestro pasado. Cuando damos un paso adelante hacia un nuevo destino, traemos con nosotros el pasado, la fusionando a los dos en una unión complementaria.
Abraham alcanzó el momento culminante cuando ató a su hijo que representaba a la izquierda "en el altar, sobre la leña", pero entonces Dios revela que el fin último no es que la derecha debe masacrar a la izquierda y superarla, sino que deben unirse con la izquierda hasta que lleguen juntos su destino común.
Ahora podemos entender que la forma más elevada de la fe es que nuestro intelecto analítico y limitante de alguna manera está incluido dentro de la fe, jugando con la fe como una ballena en el océano y profundizando más y más en sus profundidades.

¿Quién conduce?


Al final de este proceso revelamos eventualmente que Isaac, la "izquierda", es superior que Abraham, la "derecha". De hecho, Abraham elevó a Isaac sobre el altar, pero no hay ningún versículo que diga que Isaac descendió desde allí. Los sabios afirman que Isaac se convirtió en un "holocausto" sin haber sido sacrificado.
En otras palabras, a través del acto de atar a Isaac en el altar, Abraham reveló que la raíz del alma de su hijo es más elevada que la suyo. A Dios se le conoce como "el temor de Isaac" (פחד יצחק , pajad Itzjak), pero esta frase también significa, "El miedo se reirá". La revelación de que la izquierda está incluida dentro de la derecha es una completa innovación que trae una indescriptible alegría y risa al mundo. A pesar de que Isaac representa el atributo del juicio y el miedo, sin embargo, es por esto de él emanan una alegría tan grande y tanta diversión.
De hecho, en la Cábala se explica que Isaac es una figura mesiánico-futurista: Isaac (יצחק ) se ríe (צוחק , tzojek) y el Mashíaj (משיח ) se regocija (ישמח , ismaj).  
¿Quién reirá último?                   

La Perashá de la Semana
Libro Bereshit - Génesis


Vaierá

Además de recibir alimento, bebida y albergue, los muchos huéspedes de Abraham eran convidados a disfrutar de una rasurada que les cambiaría completamente su percepción de Dios. ¿Qué verdad estaba diseminando Abraham por el mundo y cómo se refleja en la percepción de la barba? El rabino Ginsburgh explora en esta clase el secreto del misterioso eshel que Abraham plantó en Beer Sheva. Cuando comprendemos la conciencia interior de este eshel, podemos abrir el portal de la verdadera percepción del Dios Único.



La Entrega Suprema a Dios
Abraham dedicó toda su vida a esparcir la palabra del Dios Único a toda la humanidad. El momento culminante de su servicio está descrito en esta porción semanal de la Torá en el versículo (Génesis 21:33):
Y Abraham plantó un eshel en Beer Sheva y proclamó allí con el Nombre de Dios (Havaiá), el eterno Dios (E-l) mundo (olam)
Abraham llegó a este momento cúlmine de su trabajo en la vida cuando plantó el eshel, "tamarisco", en Beer Sheva, esclareciendo el concepto de monoteísmo a todo el mundo.
 
Olam – Temporal y Espacial
En su contexto original olam significa "eterno", un concepto temporal. En escritos posteriores de la Biblia esta palabra asume un significado adicional espacial de "mundo", en tanto universo. Cuando Abraham proclamó en todo el mundo con el Nombre de Havaiá E-l olam, les enseñó que Dios es a la vez tiempo y espacio.
De esto aprendemos otro concepto novedoso, por el hecho de que "mundo" está escrito en nuestro versículo sin el agregado de "del". Si Dios fuera el creador "del" mundo esto podría implicar que El está separado de Su creación, pero de este versículo aprendemos que Dios "es" el mundo. El Creador y lo creado tienen una unidad esencial. Si olam tuviera aquí un significado sólo temporal, lo que se entiende por "Creador" y "creado" estaría también incompleto.
Al proclamar Havaiá E-l Olam, le estaba enseñando al mundo que Dios es todo y todo es Dios.
 
Huida y Retorno del Alma
Estudiamos en jasidut que cada ser viviente posee una pulsación interior llamada "correr y retornar" (ratzó vashov). El alma corre en su ascenso hacia Di-s y luego regresa para cumplir la voluntad Divina y el propósito para el cual fue creada. El ratzó del alma es el sentimiento de que todo es Dios, que no existe nada más; el retorno del alma es el sentimiento de que Dios es todo, en cada faceta de la realidad.
Cuando el sentido de "correr", de que Dios es todo y no existe nada más, no está balanceado con el retorno, puede degradarse hasta llegar a la creencia de que el mundo no es más que un sueño. En su forma extrema esto se refleja en las religiones orientales, la antítesis del judaísmo.
Por el otro lado, cuando el sentido del "retorno", de que todo es Dios y que Él se manifiesta en cada faceta de la realidad no está balanceado con el correr, se puede degradar fácilmente hacia el extremo del panteísmo, también opuesto al judaísmo.
Abraham le enseñó al mundo la visión balanceada del monoteísmo.
Cuando coexisten en el alma el correr y el retorno en forma balanceada comprendemos que el mundo por cierto existe pero que su existencia es completamente Divina. Este balance perfecto entre ambos no aparece en ningún otro sistema de creencia.
 
El Jardín del Edén
El valor numérico de E-l olam es 177, igual a Gan Eden, el "jardín del Edén". Llegamos así a una conclusión reveladora, simple y obvia a la vez: la conciencia de correr y retornar es la del Gan Eden. Cuando Adán y Eva fueron expulsados del jardín del Edén perdieron su conciencia.
Si sumamos a su vez la palabra Havaiá (26) que precede a E-l Olam a 177 obtenemos 203, que es el valor del primer verbo y las tres primeras letras de la Torá, bará, que significa "crear". La percepción de que Dios es todo y todo es Dios es todo el secreto del proceso de la creación.
 
El Misterioso Eshel
En el versículo de nuestra porción de la Torá, Abraham plantó un eshel para traer al mundo el mensaje del monoteísmo. Los sabios talmúdicos y rav Shmuel discrepan acerca de la naturaleza del eshel. Una opinión es que el eshel es un huerto. Cuando los huéspedes de Abraham disfrutaban de los frutos de su huerto, facilitaría su tarea de implantarles su conciencia y su fe en sus almas. Al comer los frutos de Abraham, los invitados incorporaban el secreto de que Dios y la naturaleza son uno.
La segunda opinión es que eshel, alef-shin-lamed, es un albergue, una posada. Así eshel se vuelve un acrónimo de las necesidades básicas del viajero: Ajilá, Shtiá, Leiná, "alimento", "bebida" y "dormir" o Levaiá, "compañía". Entonces de acuerdo con esta opinión Abraham también estaba trayendo gente a su hogar y enseñándoles la palabra de Dios.
 
El Acrónimo Cabalístico
La cabalá también explica que eshel es un acrónimo de los colores Adom, Shajor, Laván, "rojo", "negro" y "blanco". Cada uno de estos colores representa una conciencia en particular. De acuerdo con esta interpretación de eshel, Abraham plantó un eshel para enseñar al mundo acerca de la progresión deseada de la conciencia Divina.
 
La Conciencia de la Barba
Explica el Arizal que esta progresión de la conciencia puede ser interpretada como una progresión de colores de la barba.
La primera barba es roja, que corresponde a la barba roja del rey David, quien de acuerdo a nuestros sabios tenía una barba con siete matices diferentes de rojo. El rey David es arquetípico del alma de maljut, "reinado".
Del color anterior pasamos a la barba negra que corresponde al "semblante pequeño", zeir ampin. Esta es la personalidad Divina formada por la unión de todos los poderes emotivos del alma. Es la imagen del novio en el Cantar de los Cantares, la canción de amor entre Dios y el pueblo Judío, que es explícitamente descrito como de barba negra.
Finalmente, evolucionamos hacia la barba blanca, la percepción de Dios como el "Anciano de los Días", atik iomin, con una barba larga y blanca. Esta personalidad Divina de barba blanca corresponde al "semblante extendido"
 
Una Progresión Barbada
La barba roja correspondiente a maljut es la etapa inicial de la conciencia rectificada. Maljut, un estado de conciencia femenino, es el poder de rectificar la sociedad y hacer todo lo que podamos por nuestra comunidad, tanto material como espiritualmente.
Cuando ascendemos a la barba negra de conciencia, alcanzamos un nivel donde podemos expresar amor hacia nuestro Creador, como la novia al novio. Este es el nivel superior de unión que existe entre Dios e Israel en el santo Templo de Jerusalem.
Finalmente, ascendemos hasta la conciencia superior de la barba blanca, de que Dios es todo y todo es Dios, la unidad esencial del Creador y la creación.
Esta es la progresión de la conciencia de Abraham implantada dentro de nuestras almas cuando plantó el eshel en Beer Sheva.