Hay muchas historias que ilustran que este fue su nivel de conciencia. Uno de ellos es que cuando el Maguid venía a enseñar y había pronunciado sólo la primera palabra, Zusha se ponía tan excitado que comenzaba a dar alaridos y saltar por todo el cuarto. Perdía completamente su semblante, disturbando así a los otros estudiantes que no tenían otra alternativa que simplemente alzarlo y sacarlo del cuarto. Incluso afuera, permanecía igualmente excitado y continuaba gritando. Cuando el Maguid terminaba de enseñar y los estudiantes comenzaban a rever lo que les acababa de enseñar, sucedía que Zusha sabía toda la Torá [enseñada por el Maguid] palabra por palabra. Esto era algo muy común.
Algo menos conocido es que una vez que sucedió esto, uno de los discípulos le pidió al Maguid que le explique cómo puede ser. Siendo que Rebe Zusha estaba claramente fuera de sí cuando se impartía la enseñanza, cómo podía saber exactamente lo que el maestro había dicho. El Maguid explicó: “todo lo que me es revelado también es revelado a Rebe Zusha al mismo tiempo, la diferencia es que yo abro el portal. Entonces, hay un atraso de una fracción de segundo en que le es revelado también a Zusha. Pero como está completamente abrumado por la revelación no puede contener su excitación.
Hay otra historia que se cuenta acerca de Zusha. Cierta vez, un judío simple vino a consultarle. Este hombre estaba desconcertado y dolorido porque su padre difunto venía a él en las noches en sueños diciéndole que se convierta al cristianismo. Era una terrible experiencia que tenía noche tras noche. Rebe Zusha escuchó al hombre describiendo sus angustias y sin pensar dos veces le dijo que debía abrir el sepulcro de su padre y e inmediatamente sabría qué hacer. Hizo lo que le dijo el Rebe y encontró en el féretro de su padre dos barras que fueron puestas (aparentemente sepultureros no judíos) en forma de cruz. Desde que los sacó los sueños desaparecieron.
Este incidente fue muy difundido hasta que llegaron a los oídos del Gaón de Vilna, quien se sorprendió grandemente. Explicó que este asunto es aludido en cierto pasaje críptico del Talmud de Jerusalem y no sabía cómo era posible que Zusha, quien no era conocido como un erudito talmúdico, pudiera saber esto. Cuando estas palabras llegaron a oídos de Zusha dijo humildemente, como era su naturaleza, que por cierto no sabía acerca de ese pasaje del Talmud. Pero, él había sacado su conocimiento de la misma fuente en la luz infinita de Dios, la esencia de la Torá, donde los sabios del Talmud de Jerusalem obtuvieron el suyo.
Centro de difusión de Cabalá y Jasidísmo del Rabino Itzjak Guinsburgh
Importado de: www.dimensiones.org
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