Como dupla, la terminología correcta para la benevolencia y el rigor es más o menos obvia, ya que está basada en el dicho de los sabios. El que sigue es algo más sutil. En hebreo, el fundamento de la belleza es el poder de la devoción o התמסרות , hitmasrut .
Es dificultoso encontrar la palabra correcta para esto en castellano, pero en idish es bien conocida: ibergueguebenkeit , que significa que te estás “entregarse o brindarse a alguien”. Devoción tiene muchas connotaciones religiosas, que nosotros no tenemos la intención de emplear. Sin embargo, queremos resaltar el aspecto de empatía o compasión de la devoción, por ejemplo, uno puede ser devoto a alguien porque siente empatía y compasión por él. O devoto a Hashem, no como un estado místico, sino como un compromiso de hacer Su voluntad. En las religiones creadas por los hombres, donde no existen preceptos de Hashem, ser religiosamente devoto es algo sin significado. Pero si hay algo que hacer porque alguien nos necesita (uno de los secretos de la contracción inicial de la luz Infinita de Hashem es que la hizo, como si fuera, por necesitar nuestro servicio en el cumplimiento de Sus mandamientos), nos permite consagrarnos a ellos.
[Obsérvese que antes utilizamos la palabra devoción para describir la experiencia interior de la sefiráh de fundamento]. Aquí estamos utilizando la misma palabra (por falta de una palabra mejor en castellano; en hebreo el término que expresa el concepto de devoción es hitmasrut , allí también estaba la palabra emet ) para describir el fundamento (el punto de contacto con la realidad) de la sefiráh de belleza. Antes se refería al impulso inmediato y vital por la auto realización (el ejemplo más importante de lo cual es el casamiento y dar a luz), aquí significa entregarse al otro y ocuparse de sus necesidades (incluso al punto de olvidar o descuidar las nuestras).
No es por coincidencia, sin embargo, que la misma palabra que se relaciona en general con la sefiráh de fundamento también se asocie con el aspecto del fundamento dentro de la sefiráh de tiferet . Esto refleja la conexión esencial del brit (la señal del pacto, la circuncisión del órgano de la procreación en el cuerpo) con el torso del cuerpo (por ser una extensión natural del torso, la belleza, al punto de ser considerados como uno), de Iosef con Iaacov, como está explicado en Cabaláh.]
Nuevamente, la experiencia interior de la belleza es la compasión, de proviene del lugar de la pura empatía. Obviamente, si tengo compasión saldré de mi senda rutinaria para hacer algo por el otro. La belleza está en el eje central, por eso el sendero del medio es ser devoto, salir de mi rutina (no como una podría haber pensado que significa estar en levemente involucrado porque es la “senda intermedia”). La devoción significa salir de mi zona de comodidad!
La belleza también es descripta como el hijo esencial de las sefirot intelectuales, la sabiduría y el entendimiento. Una parte muy importante de la devoción de la belleza puede entonces aprenderse del precepto de que un hijo tiene que respetar a su padre y a su madre, el quinto Mandamiento. La devoción hacia los padres es el mejor ejemplo de ibergueguebenkeit , en los Diez Mandamientos.
[El reinado es considerada la hija esencial de las sefirot intelectuales. A ella también se le ordenó honrar y respetar a sus padres, pero cuando una mujer se casa entonces halágicamente, primero debe dedicarse a su marido y luego a sus padres. De todas maneras, si tiene un buen marido, será alentada por este a continuar mostrando su devoción por sus padres.]
Este ejemplo también funciona en la otra dirección, mostrándonos que, de entre todas las sefirot , la belleza (el hijo) es la que más está orientada hacia la devoción. Entonces existe una devoción hacia arriba –una experiencia dirigida hacia lo exterior, subiendo desde la belleza- hacia nuestros padres y otra devoción fluyendo de forma descendente hacia todo aquel que se encuentra dentro del ámbito de mi existencia. Por supuesto, primero y principal uno debe brindarse al pueblo judío.
Como un ejemplo de esto, podemos traer una hermosa historia acerca de mi suegro, Rabi Moshe Tzví Segal, quien inició la revolución contra el mandato británico en la tierra de Israel. Antes de casarse le dijo a la que iba a ser su esposa que tenía que aceptar tres condiciones (similar a los tnaim , la condiciones de matrimonio que se realizan antes de la boda judía). Su condición era que (con la completa aprobación y apoyo de su esposa) se pudiera consagrar totalmente a tres cosas en el siguiente orden: el pueblo judío, sus padres y sólo luego a las necesidades de ella. Ella aceptó y más tarde dijo que decidió casarse con él en primer lugar por haber este puesto esas condiciones.
La esposa representa el portal del marido hacia todo otro individuo. Como se explica en jasidut, la mitzváh de amar a cada judío comienza con nuestra propia esposa.
Instituto Gal Einai de Israel
Centro de difusión de Cabalá y Jasidut de Rav Itzjak Guinsburgh Shlita
La Dimensión Interior
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