B"H

No hay que luchar contra la oscuridad, 

sino traer Luz al mundo

No hay que luchar contra la oscuridad, sino traer Luz al mundo. En hebreo hay una palabra que define a todos los alumnos de las ieshivot de Jabad llamadas Tomjei Tmimim, "Los que apoyan a los simples". Tam tiene muchos significados: simple, como el tercer hijo del seder de Pesaj, que es simple, pero a la vez inocente, sin dobles intenciones. Así Dios nos ordenó, tamim tihiu im Hashem Elokeja, "íntegros serán con Hashem tu Dios", en el sentido de ser sincero, derecho y no hacer una cosa, pensar otra y decir otra. Iaacov era llamado ish tam, hombre simple, ish ohalim, hombre de las tiendas, que hace su trabajo, cumple con lo que Dios le pide y deja que las cosas sucedan como consecuencia de sus propios actos mancomunados con la Voluntad Divina, una carroza para Dios. Enfrenta las dificultades y pruebas sabiendo que si hace lo que le corresponde Hashem hace lo que Le corresponde.

 Dice el Baal Shem Tov que lo que vemos afuera es lo que tenemos adentro. Si vemos belleza, Divinidad, armonía eso es lo que tenemos adentro, y si no lo vemos tenemos que buscarlo, hacerlo, transformar nuestro entorno porque seguro lo tenemos adentro pero oculto dentro de las costumbres y prejuicios que nos inculcaron. En el exilio nadie es perfecto, por eso vemos tanta oscuridad y maldad afuera, aunque principalmente esta dentro de nosotros. Si buscamos y rescatamos la chispa de Divinidad, armonía y belleza que esta dentro nuestro ella se encarga de salir afuera y cambiar el mundo. Porque en realidad allí afuera están esperándonos a que nos despertemos y nos unamos para salir todos juntos del exilio, nadie se salva solo. Así el korvan del Templo sagrado tenía que ser tam, integro, sin defectos para poder ser ofrendado a Dios. Gracias a Dios estamos todos saliendo del exilio y descubriendo la belleza en nosotros, en los que nos rodean, en la naturaleza, en la Torá y en definitiva en Dios.