PARASHÁ BALAK
Una meditación jasídica sobre la
parashá de la semana
06– ABRE TU BOCA E ILUMINARÁN TUS PALABRAS
En la
parashá Balak leemos cómo Bilam viene a maldecir al Pueblo de Israel y Hashem
no lo dejó. Transformó la maldición en bendición porque “Hashem tu Dios te
ama”, Dios nos ama. Tres veces trató Bilam de maldecir y no pudo. En la tercera
vez hay algo nuevo, y la es novedad es que miró al pueblo desde lo alto para
transmitirles su mirada malvada, ain hará. De repente ve que el pueblo está
distribuido según sus tribus, que las aberturas de las carpas no estaban
apuntando unas a las otras, mostrando que en el campamento de Israel hay mucho
recato y belleza. Entonces quedó tan impresionado con este pueblo, tan
especial, tan bello y modesto, y así comprendió que no debía ser maldecido.
Sobre
esto dice el sagrado Baal Shem Tov: Respecto a las aberturas de las tiendas que
no están apuntándose entre sí, en el ser humano corresponde a la apertura de la
boca en el rostro, como está dicho “abre tu boca e iluminarán tus palabras”.
Hay personas que hablan entre ellas pero su intención es agredir, polemizar con
su amigo, su intención no es buena porque no es en aras del Cielo, no es para
aclarar las cosas y que surja la verdad a la luz. Sólo discute por discutir
porque le gusta hacerlo. Esto se llama “la abertura apuntando hacia la
abertura”, hay polémica, hay oposición en la “apertura”, en la boca de cada
uno.
Pero
he aquí que Bilam ve como la mejor característica del Pueblo de Israel que no
hay polémica y no discuten entre ellos, porque cada uno reconoce la verdad. Esa
es la señal más clara de que hay amor, y cuando vio esta señal de que las
aperturas no se enfrentaban entre sí, dijo que entonces en verdad no
corresponde maldecirlos con mi boca malvada, corresponde sólo bendecir al
pueblo de Israel.
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