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sábado, 21 de julio de 2012

Un Puente entre la Mente y el Corazón

(para una referencia orientativa de las sefirot, sus atributos psicológicos interiores y su división en intelectual, emotivo y de conducta, ver aquí
Daat significa literalmente “conocimiento”, pero en jasidut se utiliza con el sentido de “conciencia” o “percepción”, especialmente “contactar” algo desde su interior. La primera aparición de la palabra daat en la Torá se produce en forma de verbo en el versículo
“Y Adán conoció a su esposa Eva” (1)
Su rol es servir como “puente” entre las sefirot o atributos intelectuales y emotivos de la psique, creando una motivación para realizar una acción (habito o conducta).
En consecuencia, Daat es vista como una sefirá (o facultad de la psique) abarcadora, general.
Los sabios dicen: daat kanita ma jasarta, daat jasarta ma kanita – “si has obtenido daat nada te falta, si te falta daat qué has obtenido?” (2)
Ya estamos familiarizados con las figuras arquetípicas de las sefirot emotivas y de conducta, Abraham con jesed, Itzjak es guevurá, Iosef con iesod, etc. y por supuesto, daat también tiene su ejemplo: Moshé Rabeinu o Moisés.
Moisés es considerado también como la cualidad interior de Iacov (“Moshé milegav, Iacov milebar” (3)). Esto está reflejado en la relación de las sefirot: Iacov es asociado con la sefirá de tiferet, mientras que daat, asociada con Moisés, está justo por encima suyo en el eje central, convirtiéndose en el alma interior de tiferet. Así, Moisés es la facultad central del intelecto, mientras que Iacov es la facultad central de las emociones.
De aquí que Moisés es la esencia del conocimiento o conciencia judía. Cada alma judía contiene un elemento de Moisés. (4)
¿Cómo podemos balancear la mente con el corazón?
A primera vista son opuestos. En cabalá, la mente se asocia con el agua, (frío y húmedo), mientras que el corazón con el fuego (cálido y seco). La mente supervisa el cuerpo e idealmente debe ser “fría y receptiva”. La experiencia del corazón es de exaltación (hitpaalut), sin la cual no puede continuar latiendo y bombeando sangre.
La mente pugna por ser objetiva, por observar la realidad tal como es (con los 5 sentidos, la vista que corresponde a la sabiduría, el oído al entendimiento, etc.) mientras que el corazón se esfuerza en tener sentimientos subjetivos por los demás. Podemos decir que la mente percibe y el corazón experiencia. La mente está asociada con el aspecto masculino de nuestro ser y el corazón con el femenino. En el hebreo moderno, el nombre Eva (Java) es la raíz de la palabra experiencia.
De esto aprendemos que conseguir un balance entre ellos es unirlos realmente en un matrimonio metafórico dentro de cada uno de nosostros. El objetivo de la Torá siempre es unir, la primera tarea en pos de tal objetivo debe ser respecto a nuestras percepciones y experiencias.
Las experiencias llevan más fácilmente a la acción que las percepciones.
Daat como Puente
La Cabalá habla de tres tipos de canales “interconectores” en el alma.
· 32 Senderos de Sabiduría (jojmá)
· 50 Portales de Entendimiento (biná)
· 72 Puentes de Conocimiento (daat) (5)
(nota: a veces los 72 puentes se asocian con bondad, por cuanto el valor numérico de esa palabra en hebreo, jesed, es 72)
El rol de un puente es conectar dos cosas que están separadas por un abismo o valle, esto es, son opuestas.
Estos tres números (32, 50 y 72) son parte de una serie matemática conocida con la de los “cuadrados dobles”. Cada número de la serie es dos veces el valor de un cuadrado:
· 32 = 2 . 42
· 50 = 2 . 52
· 72 = 2 . 62
La serie completa, cuya función es 2n2, es: 2, 18, 32, 50, 72, 98, ...
Ese 72 está compuesto de dos 36, que se asocia a la declaración de nuestros sabios que en cada generación hay 36 almas justas. El Zohar agrega que además de las 36 almas justas “reveladas” (las que se conocen), hay otras 36 adicionales que permanecen “ocultas” (algunas veces incluso de ellas mismas), sumandos 72 almas en total. La tarea de estos justos tzadikim es hacer un puente entre las diferencias del pueblo judío.
En Cabalá, el cuadrado de un número representa un estado consumado de interinclusión o holografía, donde cada parte de algo refleja el todo.
Hay otra razón para concordar los 72 puentes con daat. Hay una correlación fonética entre las palabras hebreas para “puente”, guesher, y para “conección”, kesher, la conmutación de las letras g-guimel y k-kuf. En Jasidut se define daat como la facultad de crear conecciones, no sólo una vez, sino contínuamente como un puente. (6)
La naturaleza permanente de puente que provee daat entre el intelecto y las emociones, nos ayuda a “ser realistas”, “estar en la realidad”. Sin la habilidad de daat de ser el puente de las percepciones objetivas de la mente, las emociones pierden contacto con la realidad.
Un Puente entre los Opuestos
Hemos visto que el rol de daat es tender un puente. De acuerdo con Jasidut, en realidad hay cuatro formas diferentes en que daat zanja la diferencia y une los opuestos.
Siempre que tengamos cuatro compoentes de algo, corresponden de alguna manera a las cuatro letras del Nombre esencial de Di-s, Havaia (el Tetragramatón). Por cierto, a cierto nivel cada aspecto de la realidad puede ser analizado como conteniendo cuatro elementos que corresponden a esas cuatro letras, como dicen nuestros sabios que Di-s “rubrica” con su nombre todas las cosas de la creación.
1. Nulificación ante una autoridad común
Brindemos algunos pocos ejemplos de este tipo de unidad:
Nuestro primer ejemplo es cómo Di-s hace la paz o une a sus ángeles. Cada ángel sirve como una fuerza diferente de la naturaleza. Dos de los ángeles más importantes y opuestos son Mijael y Gabriel. El servicio de Mijael está asociado al agua, mientras que el de Gabriel está asociado al fuego. Para hacer la paz entre semejantes fuerzas opuestas Di-s simplemente se hace presente. Como ambos ángeles son sirvientes devotos, se doblegan ante el Todopoderoso, se nulifican ante El. Al nulificarse frente a alguien en común, se unen entre sí.
Como segundo ejemplo: cuando se unen en matrimonio un hombre y una mujer observantes, deben reconciliar sus diferencias en materias de tradición y halajá (la ley judía). Si cada uno proviene de ambientes de costumbres diferentes deben encontrar una base en común. Para lograr esto, la pareja debe aceptar una autoridad común ante quien comprometerse.
Como tercer ejemplo: en el estudio de la Torá, a veces puede parecer que dos versículos se contradicen. Los sabios dicen que si la contradicción llega a un callejón sin salida, debe buscarse un tercero que los reconcilie.
Respecto de la unión de la mente con el corazón, esto significa que cada uno debe nulificarse ante una autoridad que esté por encima de ambos.
1. Unificar encontrando una cualidad compartida
Aunque dos cosas puedan ser opuestas, se pueden unificar analizándolas y encontrando alguna cualidad que compartan. Por ejemplo, en el fuego hay una cualidad de agua oculta y visceversa. Para la mente y el corazón, esto significa que la mente tiene emociones (intelectuales) y el corazón intelecto (emocional). Subsecuentemente, las estas cualidades interincluidas conectan y facilitan la unión.
Otro ejemplo, un hombre y una mujer se unen encontrando lo masculino en la mujer y lo femenino en el hombre.
A diferencia de la unión alcanzada por la nulificación a una causa común, la unidad que se consigue a través de la interinclusión es un proceso de maduración (simplemente autoanularse no requiere necesariamente un alto grado de madurez). Dicho de otra manera, el análisis por medio de la meditación es un ejercicio de maduración.
2. Unificar por medio de una tercera parte (memutzá hamejaber)
Una tercera parte, que no es ya de una autoridad superior a la de las dos partes opuestas, pero que es capaz de hacer la paz entrelos dos “rivales”.
Por ejemplo, podemos sugerir a una pareja que está teniendo problemas que vaya a un consejero matrimonial. Este no es necesariamente “superior” que el hombre y la mujer, pero está capacitado para negociar entre ellos.
Como ejemplo adicional, otro papel de las alma justas mencionadas anteriormente es de actuar como una “tercera parte” para conectar al pueblo judío con Di-s.
La “tercera parte” actúa “estrechando” metafóricamente las manos de los dos rivales. En el Tania mencionado arriba, daat (cuyo rol es unificar de esta manera) se define como “conectando” utilizando dos términos hebreos diferentes: hitkashrut e hitchabrut. Esta última, aunque significa “conección”, proviene de la palabra hebrea “amigo” (javer). Así, en este caso daat actúa como un “amigo” que une las dos partes extendiendo sus manos.
Como tal, se considera que daat posee tanto empatía y compasión, que le permite conectarse al corazón, como una inteligencia inherente, que le posibilita conectarse con la mente.
4. Unificar por medio de la jerarquía
Cuando dos personas tienen el mismo status, como en una corporación, o el mismo rango, como en el ejército, deben decidir quién va a conducir y quien va a obedecer. Aquí la clave es que un lado se somete al otro por razones prácticas. En esencia los dos permanecen iguales, pero en la práctica uno acepta la autoridad del otro.
Por supuesto, en cada situación la relación puede cambiar.
En relación a la mente y el corazón, este tipo de relación es conocida como “la mente rige sobre el corazón” (moaj shalit al halev). (7)
Esta observación, que la mente tiene el poder de controlar el corazón, es una de las más psicológicas que ofrece el Zohar y es la piedra angular del jasidut, particularmente Jabad. Sin esta habilidad innata de la mente, la mayoría de la gente no sería capaz de actuar de una manera que estimule la creación de una sociedad productiva. Un individuo que no puede controlar sus emociones está “patas arriba”.
No obstante, en los grandes tzadikim la esencia íntima del corazón rige sobre la mente. Al contrario de la gente común, ellos pueden confiar completamente en la orientación intuitiva de su corazón.
El punto principal aquí es que la relación entre el corazón y la mente es de jerarquías. En los niveles superiores de la jerarquía, los roles se intercambian. Esta jerarquía puede ser sin fin.
Otro ejemplo de unión por jerarquía traído en jasidut (8) es: ¿cómo puede una persona sabia puede llegar a considerar y pensar en una persona muy simple con quien no tiene nada en común? La única manera en que esto puede suceder es si la persona sabia pudiera pedirle un favor a la persona simple. En el lenguaje de la Torá esto es llamado una mitzvá, un precepto. El favor, por así decirlo, de realizar el mandato liga y une al gran hombre con el simple. Hace de este una verdadera persona para el sabio.
De la misma manera, para crear un lazo con nosotros, el Todopoderoso nos ordena hacerLe “favores”, por así decirlo, cumplir Sus preceptos y al hacerlos crear un lazo entre El y nosotros. Ilustrando esta metáfora, el Baal Shem Tov enseñó que la palabra hebrea para “preceptos”, mitzvá, proviene de la palabra tzavta, que significa “juntar”. El inmenso amor de Di-s se pone de manifiesto en Su voluntad de “limitarSe” o “contraerSe” de tal manera que puede parecer que El nos necesita, creando así un vínculo de unión con nosotros.
Unificación y el Nombre Esencial de Di-s
Estas cuatro formas de unión corresponden, como ya se mencionó, a las cuatro letras del Tetragramaton.
En cabalá, las cuatro letras del Nombre esencial de Di-s (yud, heh, vav, heh) corresponden a las sefirot como se menciona a continuación:
Letra del Nombre de Di-s
Sefirá
manifestación
iud
sabiduría
nulificación
hei
entendimiento
análisis
vav
de bondad a fundamento
mediación
hei
reinado
jerarquía
Unificar por medio de la nulificación, la primera manera de unión, corresponde a sabiduría, ya que la fuerza psicológica interior de sabiduría es la entrega, el desinterés propio.
Aunque aparentemente este es el nivel más elevado de unidad, tiene algo “problemático” porque puede llevar a la pérdida total de la definición de sí mismo, de la identidad propia. Esto recuerda el tipo de destrucción del ser que resultó de la autoridad dictatorial de los reyes del Mundo del Caos (olam hatohu). Al fin de cuentas, Di-s no desea que perdamos totalmente nuestras identidades.
La meditación, en hebreo hitbonenut, proviene de la misma raíz que biná, entendimiento. En jasidut, la meditación es considerada un proceso analítico por medio del cual es revelada la estructura íntima del objeto de la meditación. En este caso, el análisis pretende revelar el principio abarcador que une los dos opuestos.
La meditación por parte de un tercero está relacionada muy estrechamente con el significado de la letra vav en hebreo, un “gancho”. La tercera parte actúa como un gancho que sujeta a los dos opuestos, si se retirara el gancho estos se separarían nuevamente. Mencionamos arriba que esta forma de unificación es el rol de los tzadikim, de los cuales hay 36 en cada generación. Por cierto, el valor de la letra vav es 6, y 62 = 36.
En relación a la jerarquía como principio unificante podemos citar el proverbio del Baal Shem Tov que una comunidad sin un lider va a ser liderada eventualmente por Satán. El lider rectificado, como el Rey David, es alguien que rechaza el liderazgo y más bien podría tener a otro en la cima de la jerarquía. Claramente, el rol de la jerarquía y el liderazgo es la esencia de la sefirá del reinado.
Conclusión
El Amor: La Forma Supraconciente de Unificación
Por encima de estas cuatro maneras de unificación existe un amor esencial, no siempre conciente, sin el cual ninguna de ellas podría funcionar. Este amor, cuyo origen yace profundamente dentro del reino supraconciente del alma, corresponde a la unidad a nivel de la sefirá de la corona, el nivel de la supraconciencia.
Letra del Nombre de Di-s
sefirá
manifestación
El pico de la iud
corona
Amor
supraconciente
iud
sabiduría
nulificación
hei
entendimiento
Análisis
vav
desde bondad
hasta fundamento
mediación
hei
reinado
jerarquía
Notas:
1. Génesis 4:1.
2. Vaikra Rabá 1:6; ver Talmud Nedarim 41a.
3. Tikunei Zohar 13 [29a].
4. Ver Tania capítulo 42.

5. Ver Zohar III, 227a; Likutei Torah del Alter Rebbe III, 36d.
6. Tania, final del capítulo 3.
7. Tania cap. 12. Basado en Zohar III, 244a.
8. Haiom Iom para el 8th día de Jeshvan.


 

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