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domingo, 22 de enero de 2012

PARASHÁ VAERÁ - LO ABOFETEÓ Y SALIÓ- RAV GINSBURGH

En la parashá de la semana, Vaerá, está el comienzo de las 10 plagas a Mitzraim. Hay 7 plagas en la parashá Vaerá y las 3 últimas en la próxima parashá Bo. Siendo “que todo va de acuerdo al comienzo”, la primera plaga da el tono de todas las demás, aunque por supuesto el momento culminante es en la última plaga, pero “el final está insertado en el principio y el principio en el final”, el final es en la plaga de los primogénitos. Pero en esencia Dios advierte a Mitzraim, al faraón incluso antes del principio. De todas maneras la primera plaga es castigar la idolatría de Egipto que es el río Nilo, transformando sus aguas en sangre. Por eso la primera plaga es sangre, comienza con sangre, y también llega al final a la sangre, porque la plaga de los primogénitos también es sangre. Todas las plagas están bajo la señal de la sangre, de sangre en sangre. Entonces, la primera plaga es tomar el agua y transformarla en sangre.

El faraón hizo de sí mismo idolatría. Él salía cada día al agua, al Nilo, y hacía allí sus necesidades para que se piense que él no lo necesitaba, así explica Rashi. Hashem le dice a Moshé Rabeinu, sal a la mañana, bien temprano, “te presentarás hacia a él”, te aparecerás ante el faraón cuando llegue y lo advertirás de la plaga de sangre. Así comienzan las plagas.

Respecto a esta expresión “y te presentarás hacia él” hay discusión en la Guemará, cuál es la intención de que Hashem le dice a Moshé, ונצבת לקראתו , ve nitzavta licrató , que es la base de las plagas. Hay dos opiniones, una pareja muy conocida de los amoraim , los sabios rabí Iojanán y Reish Lakish. De acuerdo con la conclusión de la guemará, Rabí Iojanán sostiene que “y te presentarás frente a él”, la intención es recuerda que es un rey, una persona honorable, y también hay una mitzvá de la Torá de honrar a los reyes. También en otro contexto, que ya veremos, vemos que hay un precepto de honrar al faraón, aunque sea un malvado, porque es un rey. Le dice Hashem a Moshé, que al presentarse frente a él le explíque buenamente, exactamente lo que va a suceder aquí. Háblale bien, detállale exactamente qué deseas, que sucederá, que le adviertes que habrá una plaga, que va a ser malo para él, pero dícelo de buena manera.

Explica el Rebe de Lubavitch que incluso las cosas duras hay que decirlas de buena manera. A pesar de que parezca extraño, aunque vayas a hacer algo duro, hazlo de buena manera, y en especial aquí que es un rey, y aunque es un rey gentil, de todas maneras explícale de frente, de acuerdo a lo que explica Rabí Iojanán.

Reish Lakish por el contrario dice no, por el contrario, venitzavta licrató , “y te presentarás frente a él”, hazut bo panim, “con atrevimiento”, no “explícale” sino intrépidamente. Esto es una discusión de un extremo al otro. Rashi dice que ambos aprenden de la palabra “frente a él”, o con honor, o como a veces en el Tanaj que es una expresión de guerra, pelear con él. Rabí Shmuel Eliezer, el Maharashá , dice que Rabí Iojanán seguro que lo aprende de la palabra “hacia él”, hacia su grandeza, pero Reish Lakish lo aprende de “presentarse”, que a a veces significa se enfrentan en guerra, a la lucha. De todas maneras, sea como sea, hay discrepancia entre los sabios. La guemará conecta esta discrepancia con la cuestión de cómo debe hablarse con con el Faraón, con amabilidad o con atrevimiento.

Otra cosa que dijo Reish Lakish respecto a la parashá. Dijimos que las plagas comienzan con sangre y llegan hasta la muerte de los primogénitos, que también es una clase de sangre. ¿Qué dice allí? Allí está escrito que Moshé rabeinu se paró frente al faraón y le advirtió acerca de la última plaga, la plaga de la oscuridad, pero no retornó nuevamente. Y más todavía, el faraón le dijo que si volvía lo iba a matar. Pero le adivirtió allí a la plaga de los primogénitos. Entonces Moshé dijo “y bajarán a mi todos tus esclavos”, y no “tú bajarás”, porque le dio honor al reino. Al final el faraón mismo bajó para rogarle que se vayan de Egipto. Y al final está escrito “y salió del faraón con furia”. Este es el final de la parashá, primero habló amable, “y bajarán” y no “tú bajarás”, pero el final es que la última palabra, lo último que sucedió antes de la plaga de los primogénitos, que salieron con enojo.

Hace una semana explicamos que todas las porciones semanales tienen una expresión central que suma numéricamente “Bereshit”, “en el principio”, que es el bereshit de la parashá. En la próxima parashá Bo la expresión es “Y salió de lo del faraón con enojo” = Bereshit, ויצא מעם פרעה בחרי אף " = בראשית . Pero además es otra palabra. Está escrito en Tikunei Zohar que las letras de Bereshit בראשית , es ברית אש , brit esh , “Pacto de fuego”. Hay muchas combinaciones de letras de la palabra Bereshit, y uno de los principales en el Zohar es que tomamos las dos primeras letras y las dos finales, forman la palabra brit , y las dos letras centrales forman esh . Aquí la expresión “Y salió del faraón” = brit , ויצא מעם פרעה = ברית y “con furia” = esh, בחרי אף = אש . Así se despide Moshé del faraón hacia el final, antes de la plaga de los primogénitos.

¿Qué escriben los sabios? Primero habla amablemente, como dice Rabí Ionaján. Pero aquí Reish Lakish explica las palabras finales –y todo sigue de acuerdo al final- que “salieron del faraón con enojo”, “una bofetada y salió”!. Simplemente se enfrentó al faraón, le dio una bofetada en la mejilla y salió. Cuando estudiamos Torá cada uno tiene que imaginarse y vivenciar todo lo que se estudia. Aquí te paras frente al rey, él te habla no muy amablemente pero de todas maneras lo tratas con respeto, y hacia el final simplemente te acercas, le das una bofetada en la cara y sales, y este es el adelanto de la plaga de los primogénitos.

¿Quiénes son Rabí Iojanán y Reish Lakish? Está escrito que Rabí Iojanán es el tzadik. Siempre que hay una discusión entre estos dos sabios, explica Jasidut que son dos personajes típicos. Está el justo por principio, que nunca pecó, y está el que era pecador, y no simplemente pecador sino que era un bandido, que era Reish Lakish, pero que volvió en teshuvá , arrepentimiento. Entonces, entre todos los sabios, quizás el más importante que simboliza al baal teshuvá es Reish Lakish. Al final fue un gran justo, pero comenzó siendo retornante, y Rabí Iojanán era el justo completo. Ellos eran cuñados, porque Rabí Iojanán lo acercó y lo hizo hacer teshuvá para que le de a su hermana como esposa, y así fue.

Entonces vemos que el tzadik dice que con el rey: “es un rey, hay que tratarlo con amabilidad”. Pero el baal teshuvá , cuando sale él no hace así. El baal teshuvá era esclavo del faraón rey de Egipto, pero el tzadik no. Como está escrito que los levitas en Egipto no sufrieron esclavitud, no se volvieron esclavos. Pero quién es un judío malvado, es aquel que está bajo el exilio de Egipto, bajo la mano del faraón, influenciado por este y es su esclavo, con una mentalidad de esclavo del faraón. Estuvo allí y salió, y necesita darle al faraón la bofetada en el rostro antes de salir de él. Rabí Iojanán, el tzadik, que no estuvo allí puede hablarle amablemente, honrarlo.

Uno de los comentaristas más importantes, el Jatam Sofer, dice que en esencia también cuando se brinda honor al rey malvado, este honor es de una manera “antes del quiebre, genio”. Antes de que la clipa , la cáscara impura se quiebre finalmente, antes de que la persona se quiebre definitivamente hay que dejarlo enorgullecerse. Esto lo aprendemos de la reina Ester, que invitó a Hamán el malvado, lo elevó muy alto, le dio el gran orgullo de ser el único invitado frente al rey al banquete que organizó Ester, sabiendo (por la sabiduría de Ester, la sabiduría de las mujeres) que cuanto más se enaltezca a Hamán así ha de caer, y así fue. Esto lo aprendemos del versículo “antes del quiebra, genio”, antes de que se rompa la impureza, se enorgullece. Así dice el Jatam Sofer, también respecto al faraón rey de Egipto, también en este contexto del faraón rey de Egipto el precepto de darle honor es en realidad enaltecerlo para así derribarlo. Más todavía, dice algo más fuerte, si desprecias al rey, con esto lo absuelves, como si fuera que ya le diste el castigo con el desprecio, entonces no recibirá el castigo que le corresponde, porque ya lo recibió. Por lo tanto, si en verdad quieres que caiga totalmente tienes que darle honor. Así explica el Jatam Sofer. También en nuestro entorno, hay quienes honran al reinado con la intención que explica el Jatam Sofer.

Entonces hemos dicho aquí dos reglas generales: Por un lado, puede dar honor alguien que no estaba atrapado allí, que no salió de allí. Y por lo tanto no tiene la cualidad de la ira. Hoy, por Providencia Divina estamos en el mes de Tevet. Cada mes tiene un sentido de acuerdo a la Cabalá, y el de Tevet es el sentido de la ira. ¿Qué es ira? “Enójense pero no pequen”, ira contra la clipá, un sentido del alma de enojarse por el mal del mundo.

¿Qué puede ser más ira sagrada que el enojo de Moshé con el faraón antes de la plaga de los primogénitos? “lo abofeteó y salió”. Esto de la bofetada era tan fuerte para los grandes sabios de Israel en el tiempo del exilio, que hay quien dice que quizás el significado no era textual, sino que le habló mal pero no le dio una bofetada. Hay quien explica que a lo mejor “lo abofeteó” sitró se refiere a sitra , “lado”, o sea que salió de costado, no como se sale frente a un noble caminando para atrás y mirando a la persona.

Vemos que entre los grandes sabios de Israel era difícil digerir la opinión de Reish Lakish, cómo alguien le puede dar una bofetada al rey. Pero así dice Rashi, que así está escrito y es literalmente así para la mayoría de los comentaristas textuales. Porque Reish Lakish estaba acostumbrado a esto. Era un baal teshuvá, y así tiene que enojarse y dar otra bofetada. Esto es algo que no contradice que al principio del verso se hable de manera amable, porque también este honor que se da, como dijimos en nombre del Jatam Sofer, es “antes del quiebre, enorgullecer”, enaltecer a la cáscara impura para derribarla.

Toda la intención por supuesto es “golpeemos y se curó”, golpeemos a Egipto y curamos al pueblo de Israel, porque a través de las plagas, el pueblo de Israel se eleva y nace. Como hay dolores de parto antes del nacimiento, donde hay una crisis –quiebra-. Entonces la clipá se quebró, cuando estuvimos en el exilio como una preñez, donde la mujer siente que algo se rompe y entonces se produce el alumbramiento, nace el hijo, sale a la luz del mundo.

Así era entonces, resaltemos nuevamente este cuadro, también hoy juntamente en este contexto, que por un lado el reino es el reino, le corresponde cierto honor. Pero en el momento más crítico, en especial cuando este reinado encoleriza de manera excepcional, hay que ser también “y salió de lo del faraón con ira”, con una bofetada.

Uno de los grandes jasidim, de nombre Shmuel, dijo ¿qué es en realidad esta bofetada? Moshé rabeinu no da bofetadas por que sí, y tampoco se enoja sin motivo. Sobre Moshé está escrito que salio del faraón enojado. Pero él no se enoja, ni hace nada porque sí. Dice que el beneficio aquí fue separar definitivamente al faraón de su afinidad al pueblo de Israel. Cuando un judío puede venir y darle una bofetada al rey sin temor, sin avergonzarse, dado que Hashem le habia dicho a Moshé que sea “Elokim para el faraón”, es ministro y juez, de esta manera separa toda afinidad y conexión entre el faraón y el pueblo de Israel. Es como que culminó la separación.

Y así que sea también para nosotros, todo con amabilidad, como dice el Rebe, que también las cosas más duras, como paradoja, pueden ser de forma que se puedan recibir y con amabilidad, también una bofetada. Que Hashem nos ayude para que el bien se separe completamente de las cáscaras impuras y del mal. El objetivo final es la entrega de la Torá, la luz para todo el mundo, porque después que el bien se separa del mal vuelve y lo ilumina, iluminando a todo el mundo. Que así sea con nosotros en la redención verdadera y completa por medio del Mashíaj nuestro redentor ahora ya mismo efectivamente.


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