BS"D
TOLDOT תּוֹלְדֹת
Génesis 25:19-28:9
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JUDAÍSMO PARA TODOS
📖 CABALÁ Y JASIDUT
MÁS ALLÁ DE LA LÓGICA Y EL ENTENDIMIENTO
📖Con el Rabino Jaim Frim
La esencia de Itzjak es fundamentalmente diferente, ya que
en la Akeidá (la Atadura), su alma "voló" y fue reemplazada por un
alma nueva del Mundo Venidero.
Con
motivo de Shabat “Jaié Sará”, te traigo aquí un relato del libro Or
Israel, con historias del Baal Shem Tov y meditaciones del rabino Itzjak
Ginsburg. Los padres del Baal Shem Tov, Eliezer y Sará, tenían la misma edad
que Abraham y Sará cuando dieron a luz a Itzjak. El padre del Baal Shem Tov,
Rabí Eliezer, tenía cien años, y su madre Sará tenía noventa años.
LUZ Y FUEGO
Contó el Rebe Rayatz [Rabí Iosef
Itzjak Schneersohn]:
Nuestro maestro el Baal Shem Tov
quedó huérfano de su santo padre a los cinco años, con un breve testamento en
su mano: "Hijo mío, no temas a nadie ni a nada en el mundo, solo a Dios.
Ama con toda la profundidad de tu corazón y todo el fervor de tu alma a cada
judío sin diferencia, quienquiera que sea y comoquiera que sea".
En este breve testamento, el santo
padre entregó a su único hijo de cinco años provisiones para el camino de toda
su vida. El temor a Dios (Irat Hashem) y el amor a Israel (Ahavat Israel)
fueron para el Baal Shem Tov las dos tablas del pacto,[1] el Árbol de la Vida y
el Árbol del Conocimiento de su santa vida.
En todo lugar donde anduvo y estuvo,
brilló en él el pilar de luz de "He puesto a Dios delante de mí
siempre" [1], y ardió en él el pilar de fuego santo del amor a Israel.
(Likutei Diburim 22 (en traducción
libre)
DOS CONSEJOS
El
"Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento" que recibió nuestro
maestro Israel Baal Shem Tov de su padre, son dos consejos. Un consejo para la
vida, y un consejo para el Daat (Conocimiento/Conexión) [2]. Un consejo
para la vida es el temor de Dios (Yirat Hashem), como está dicho
"El temor de Dios es para la vida" [3]. Es un consejo que toca la
esencia de la vida, cómo atravesarla con éxito. Es necesario saber que en todo
lugar se encuentra Dios, bendito sea, y no hay ninguna realidad de la que Él
esté ausente.
Cuando el
atributo del temor lleva al miedo de algo externo a Dios, se llama un 'temor
caído' (irá nefulá). En verdad, no hay nada en la realidad a qué temer
excepto a Dios, y por lo tanto, se entiende que aquí hay un núcleo de la
experiencia del temor de Dios que ha caído al punto del error y la 'herejía' (kfirá)
de temer a una de Sus criaturas. No se trata aquí de una persona que no conoce
el miedo en absoluto, ya que tal persona sufre de insensibilidad y es
defectuosa en todo sentido. Se trata de una persona que sabe temer a lo
correcto, y eliminar la ilusión del miedo primario de todas las demás cosas.
El Baal
Shem Tov estaba en el nivel de "el Temor de Isaac" [4], no tenía
miedo de nada en el mundo [5]. Todos sus temores eran sagrados solo para Dios.
Contó sobre él el Alter Rebe [6]: "Al santo Rabino Baal Shem Tov lo
rodearon por todas partes y no temió en absoluto, debido a su reverencia
sublime (irat haromemut) – ante la cual todos los temores inferiores
quedaban anulados".
Después de
este consejo de vida, viene otro consejo: un consejo para el Daat
(Conocimiento/Conexión). Daat se interpreta en el Jasidut en muchos
lugares como "conexión" (hitkashrut), basado en el versículo
"Y Adán conoció (iadá) a Eva su esposa" [7]. Un consejo para
el Daat es un consejo que dice cómo la vida debe salir de su punto
esencial y expandirse hacia afuera, para actuar positivamente en el mundo. Cómo
hacer que el "Árbol del Conocimiento sea [solo] bueno" [8], y que la
conexión con la realidad no lleve a una caída en el mal que está mezclado en
ella.
Por un lado
nos cuidamos de los 'temores caídos', y tememos solo a Dios. Por otro lado,
cuando dirigimos nuestro rostro a la realidad, con el deseo de iluminarla con
amor y cercanía, debemos tener mucho cuidado de los 'amores caídos' (ahavot
nefulot). Todas nuestras fuerzas de amor las debemos invertir en Israel, Su
pueblo cercano, los amados de Dios.
La
precedencia del temor sobre el amor tiene dos aspectos:
Primero, lo
que ya se explicó: que no se puede vivir en este mundo en absoluto si no es
desde un ancla fuerte de temor puro. Sin temor, una persona puede estar en el
nivel de "viene a rectificar y resulta que daña"; en lugar de
rectificar, se encuentra cayendo, confundido y necesitando él mismo
rectificación. El temor nos salva de los amores caídos, que están llenos de
deseos e intenciones extrañas.
Y segundo,
para poder venir al mundo con amor, primero es necesario clarificar el temor
caído. Generalmente, si se teme a algo, no se puede sentir amor por ello. Por
lo tanto, antes del mandato de amar algo, es imperativo no temerle. Solo cuando
se clarifican todos los temores caídos y se entiende que todo pertenece en su
raíz a la existencia de Dios, bendito sea, la amenaza de la realidad se disipa
del alma. Entonces puede amar, interesarse, rectificar [9].
NOTAS:
1 Salmos
16:8
2 El Rebe Raiatz [Rabí Iosef Itzjak]
las llama también 'Las Dos Tablas del Pacto'. Y, en verdad, la tabla
derecha de las Dos Tablas del Pacto está dedicada a los asuntos del temor de
Dios (Yirat Hashem) y los asuntos 'entre el hombre y Dios', mientras que
la tabla izquierda está dedicada a los asuntos 'entre el hombre y su prójimo'
(cuyo fundamento es el amor a Israel, Ahavat Israel).
Estos dos
consejos también son llamados en las palabras del Rebe Rayatz 'la Columna de
Luz' y 'la Columna de Fuego'. Esto se debe a que la morada del Temor (irá)
está en el cerebro (Moaj), como se explica en el Tanya (Capítulo 3), y
el contenido del cerebro es una luz clara y pura que indica al corazón su
camino. Irá (יראה - temor) [tiene las mismas]
letras que Reiá (ראיה - visión).
A veces, el
concepto de 'visión' (reiá) soporta ambos significados a la vez: "Y
vio (Vaiar) Dios que la luz era buena, y separó Dios entre la luz y la
oscuridad" (Génesis 1:4) – la distinción de la virtud de la luz está
entrelazada con el temor (irá) de que la oscuridad la dañe. El intelecto
(Mojin) es un lugar fortificado para la luz pura, que se protege de toda
impureza que nace del encuentro con la realidad externa.
El Amor (Ahavá),
por otro lado, pertenece al corazón (Lev), y por lo tanto arde con el
calor y el fervor de una vitalidad tumultuosa (como se explica en el Tania
allí). El fuego no se limita a sus fronteras; su naturaleza es expandirse y
quemar todo lo que está cerca de él: "Cuando salga un fuego" (Éxodo
22:5).
Estos dos
opuestos residen juntos en la maravillosa alma judía, que soporta
contradicciones como su propio Creador. Pues "la Sabiduría (Jojmá)
está en el cerebro (Moaj)" y "el Entendimiento (Biná)
está en el corazón (Liba)" (Introducción al Tikkunei Zohar), y
ellas son "dos compañeros que nunca se separan" (Ver Zohar III, 4a).
En la
Cabalá, Jojmá (Sabiduría) y Biná (Entendimiento) son llamadas 'Aba'
(Padre) e 'Ima' (Madre). Y sobre ellas se dice el versículo: "Escucha,
hijo mío, la instrucción de tu padre (Avija), y no abandones la Torá de
tu madre (Imeja)" (Proverbios 1:8).
"Escucha
la instrucción de tu padre" – este es el atributo del Temor (irá)
que está en la Sabiduría (Jojmá): "El principio de la Sabiduría es
el Temor de Dios" (Salmos 111:10). "Y no abandones la Torá de tu
madre" – esta es [Biná], que trae hacia abajo toda la luz atesorada en el
Temor superior y produce de ella calor para entibiar las almas de Israel con
amor y acercarlas a su Creador.
3
Proverbios 19:23
4 Génesis
31:42
5 Vea en
nuestro libro "Vivir con el Tiempo" (que verá la luz, D's mediante,
próximamente) en la explicación del discurso del Rebe sobre la Parashat Toldot,
lo que se explica allí acerca de que el "Temor de Isaac" no es
como el temor de Abraham. Abraham Avinu tenía una relación de cierta
"paternidad" hacia la realidad; se ocupaba mucho de ella y la
cultivaba. Y aunque ciertamente sabía defender su postura con la firmeza de la
entrega total (mesirut nefesh) (al romper los ídolos y en Ur Kasdim), no
se puede decir que la realidad no ocupara ningún lugar para él.
Isaac, en
cambio, es la raíz de lo "esencial" (Atzmí) en las almas de
Israel. Para él, la realidad no ocupa ningún lugar en absoluto, y todo su temor
está dedicado únicamente a Dios, bendito sea.
A la luz de
esto, la figura del Baal Shem Tov se revela como portadora de opuestos.
El amor de Abraham está fusionado en él con el "Temor de Isaac".
Isaac, como un tzadik "esencial", no se esforzó por
"contagiar" a todo el mundo con su virtud del temor (como se explica
en nuestro libro allí). El Baal Shem Tov, por el contrario, vivía desde un
temor del Cielo puro y, al mismo tiempo, se esforzaba con todas sus fuerzas por
"contagiar" con él a toda la realidad (como se explica más adelante).
6 Sefer
HaMaamarim - Inianim, pág. 187
7 Génesis
4:1. La fuente más clara de ello está en el Libro del Tania
(capítulo 3): «Y daat es del lenguaje de “Y el hombre conoció a
Javá”, y es una expresión de conexión y unión».
8 Génesis
2:9
9 Sin
embargo, cuando se trata de Dios, bendito sea, las cosas son diferentes. El
otro lado de la moneda es que el Baal Shem Tov siempre temía a Dios, bendito
sea, ¿acaso no Lo amaba en absoluto? Ciertamente, el Rambán (Najmánides) nos
enseña que, en relación con Dios, bendito sea, pueden coexistir el amor y el
temor (ver Keter Shem Tov, [sección] 36, que cita al Rambán y no se conoce su
fuente, y también en el Sfat Emet, Parashat Kóraj 5649 [1889], se trae esto en
su nombre sin citar fuente. Sin embargo, así se encuentra en el Sifrí
Vaetjanán, Piská 32: "No encuentras amor donde hay temor, ni temor donde
hay amor, excepto en el Atributo del Makom [Dios] únicamente").
Esto se
puede explicar según lo que es sabido en el Jasidut: que el amor capta las
revelaciones (guiluim), mientras que el temor capta la Esencia (Atzmut).
La Torá relata que los Hijos de Israel temieron a las voces y al gran fuego que
hubo en la Entrega de la Torá en el Monte Sinaí, y pidieron recibir la Torá a
través de Moshé Rabeinu y no de la boca del Todopoderoso. Sobre esto dice Rashi
(Deuteronomio 5:23) que Moshé se sintió debilitado ("se debilitó su
mente"), y su fuerza flaqueó como la de una mujer, apenado por el temor
[del pueblo] que no estaba en su lugar, ya que por culpa de él no merecieron
recibir la revelación [directa].
El temor
puro de Dios se revela hacia el punto de la Esencia, y allí reina solo. No es
pertinente "acercarse" a la Esencia; la única actitud que se puede
adoptar hacia ella es una actitud de temor (yirá). Sutilmente, el
fundamento del movimiento del temor es la sensibilidad hacia todas las cosas.
Nuestra alma se aquieta y se contrae cuando percibimos la existencia de algo
que entra en nuestro campo de conciencia: 'tomamos distancia'. Generalmente,
cuando nos ocupamos de cosas que están dentro de nuestra capacidad de
percepción, esta sensibilidad inicial da paso a la emoción (hitrgashut),
una reacción de éxtasis interno que busca acercarse a esa cosa. Pero frente al
punto de la Esencia, nunca agotamos esa primera etapa, la sensibilidad misma y
la conciencia de Su existencia que todo lo abarca, incluida nuestra propia
existencia.
En el
Jasidut se explica que en el amor siempre "hay alguien que ama",
mientras que frente a la Esencia no queda "alguien" que pueda amar.
Pero a partir de esta inmensa sensibilidad a la existencia de la Esencia,
negamos cualquier otro temor. Si Le tememos a Él y sentimos Su presencia, no
queda ningún espacio libre en el corazón para temer a Sus relámpagos o al
sonido de Su Shofar.
Esa fue la
queja de Moshé Rabeinu: "Ustedes no temen de verdad. Si temieran de
verdad, amarían el Shofar y los relámpagos, y temerían solo a Él". Es
maravillosa la precisión del lenguaje de Rashi: "Me apené por ustedes y
debilitaron mis manos, pues vi que no estaban ansiosos por acercarse a
Él por amor". El hecho de que no quieran acercarse a Él con amor, se debe
a que no están lo suficientemente ansiosos (temerosos) ante Él.
Sobre todo,
esto, consulte la famosa parábola del Baal Shem Tov sobre el despertar antes de
los toques del Shofar (ver Baal Shem Tov al HaTorá, final de Parashat Vaielej),
sobre cómo el hijo del rey debe superar todos los miedos externos que rodean el
palacio de su padre, y así merecerá entrar ante él.
Parece que
se puede decir también que este es el asunto de los Querubines y de la
"hoja de la espada flameante" que guardan el camino al Árbol de la
Vida, para que el hombre no coma de su fruto y viva para siempre. Porque solo
se puede vivir una vida eterna cuando no se teme a nada excepto a Dios (y la
alusión: Etz HaJaim [עץ החיים - Árbol de la Vida] tiene la
misma guematria que Ló Lefajed Klal [לא
לפחד כלל - No
temer en absoluto] porque en verdad Ein Pajad Klal [אין פחד כלל
- No hay ningún temor] excepto el Pajad Hashem [פחד ה' -
Temor de Dios]). Entonces, la muerte no tiene ningún dominio. Si se superan
todos los miedos externos que se interponen en el camino al Árbol de la Vida,
se merece vivir para siempre desde un temor puro y refinado: el "Temor de
Isaac" (Pajad Itzjak).
¿QUÉ ES LA CONFIANZA (BITAJÓN)?
Relatos de Tzadikim (Justos)
22 de Marjeshván, 5786
RABÍ GEDALIA MOSHE DE ZVHIL
Rabí Gedalia Moshe Goldman fue el quinto
Admor (líder jasídico) de la dinastía de Zvhil. Nació de su padre, Rabí Shlomo
de Zvhil, y se casó con la hija de Rabí David Shlomo de Kobrin. Después de que
su padre emigró a la Tierra de Israel, fue nombrado en el año 5686 (1926) como
Rabino en la ciudad de Zvhil en Ucrania, y fue conocido como un hombre santo,
estricto consigo mismo y lo más indulgente posible con los demás. Fue
perseguido por el régimen soviético por guardar la Torá y las Mitzvot y fue
sentenciado a siete años de trabajos forzados en Siberia. También allí demostró
una fe firme y valentía, diciéndoles a sus jueces que no hay nada en el mundo
que se haga sin permiso del Cielo. Tras su liberación, sirvió un tiempo como
rabino en un pueblo cerca de Moscú, y en el año 5697 (1937) logró huir de Rusia
y ascender a la Tierra de Israel. En Jerusalén vivió con modestia, y en el año
5705 (1945), tras el fallecimiento de su padre, comenzó a servir como Admor de
Zvhil. Falleció el 24 de Marjeshván de 5710 (1949) y fue enterrado en el
cementerio de Givat Ram; su tumba se ha convertido en un lugar de oración para
multitudes.
Relató Rabenu (nuestro maestro) que el
Maguid (predicador) de Zlotshov ZI”A (que su mérito nos proteja) vino una vez a
Mezritch y pidió entrar a [ver] al Maguid de Mezritch. Los miembros de su casa
le respondieron que el Rebe estaba sumido en una gran preocupación por uno de
los miembros de su familia, que estaba gravemente enfermo y debatiéndose entre
la vida y la muerte, y no estaba recibiendo gente.
El Maguid de Zlotshov pidió de todos modos
entrar a verlo, abrió la puerta, entró donde el Maguid de Mezritch y le dijo:
¿No entiendo por qué el Rebe se preocupa? ¡Si este enfermo comerá la cena con
nosotros! Y así fue, el enfermo sanó y participó en la cena de esa noche.
Después, dijo el Maguid [de Mezritch], que
él no había visto ninguna vía para la curación del enfermo, sino que las
palabras llenas de confianza (Bitajón) del Maguid de Zlotshov obraron su
efecto.
Una vez le dijo a su discípulo, R' Eli
Roth: "La cualidad de Confianza (Bitajón) que yo sostengo es creer
que lo que ocurre en el mundo y lo que sucede, todo es para bien. Sin embargo,
hay un nivel más alto: que con la fuerza de una fe intensa, uno atrae aquello
que solicita".
"¿Acaso deseas saber qué es la
confianza (Bitajón)?"
– se
dirigió una vez Rabenu a su discípulo Rabí Eli', "Te contaré":
En Zvhil había la costumbre de comprometer
a las hijas a los doce años, mientras que la boda no se celebraba hasta tres
años después, a los quince. Esos tres años estaban destinados a recolectar una
suma de dinero, centavo a centavo, para los gastos de la boda. Conocí a un
judío, residente de Zvhil, que comprometió a su hija y, como era costumbre,
durante los años entre el compromiso y la boda, reunió una suma considerable.
El judío pensó para sí: 'He aquí que
nuestros Sabios dijeron que "todo el sustento de una persona le es
asignado desde Rosh Hashaná hasta Rosh Hashaná, excepto los gastos de Shabat y
Yom Tov"'. Seguramente, el dinero para los gastos de otros en honor al
Shabat tampoco está incluido en la cuenta. Y dado que en Zvhil hay muchos
pobres y menesterosos que no tienen dinero para los gastos de Shabat, es
apropiado, por lo tanto, que la suma de dinero que ahora está en mi poder sea
repartida para el beneficio de estos pobres para Shabat y Yom Tov, ya que este
dinero estará fuera de la cuenta que me fue asignada. Resultará que los pobres
saldrán beneficiados, mientras que yo no perderé nada en absoluto de este
trato.
Y así, repartió el dinero para las
necesidades de Shabat de los pobres de la ciudad. Desde entonces, comenzó con
su costumbre de repartir cada miércoles una suma considerable a los pobres.
Ciertamente, desde el Cielo lo ayudaron, y tampoco le faltó el dinero para las
necesidades de la boda que se acercaba, y todo llegó a su lugar en paz. Desde
entonces, la costumbre se extendió en Zvhil, de que cada víspera de Shabat
salían carretas repletas de comida para los necesitados de Shabat.
Rabenu terminó su relato a Rabí Eli', y
dijo: "¡Eso es Fe (Emuná)!".
Rabí Eli' escuchó la historia con seriedad,
pero no se atrevió a preguntarle a su Rabino quién era dicho judío... 'Es
posible', pensó, 'que ese judío maravilloso no fuera otro que el propio
narrador...'
Para profundizar bien estas historias
conmovedoras, prestaremos atención, como es nuestra costumbre, a los matices
entre las muchas expresiones de fe (Emuná y Bitajón) que
contienen. Si bien Rabí Guedalia Moshe las describe todas con las palabras
"fe y confianza", parece que ciertamente pueden explicarse según
nuestro método aquí, como expresiones de las tres facetas de la
dependencia del judío en Dios, Bendito sea: Fe (Emuná), Confianza Pasiva
(Bitajón Savil) y Confianza Activa (Bitajón Pa'il).
La Fe (Emuná), la más pasiva
y básica de las tres, es la que Rabí Gedalia Moshe testifica que él mismo
posee: una fe pura en la bondad de Dios y Su providencia, que elimina el temor
a los eventos negativos.
La Confianza Pasiva (Bitajón Savil),
en contraste, "interviene" en las consideraciones Divinas y está
segura de que su experiencia personal tiene peso, y que el Santo, Bendito sea,
dirigirá su camino de la manera deseada por el que confía. Este nivel es
similar a la historia del Maguid de Zlotshov, que está seguro de que el
enfermo sanará, y no simplemente consuela al Maguid [de Mezritch] diciendo
"todo es para bien".
Pero el tercer nivel, y el más interesante,
es el que el Rebe de Zvhil demuestra con sus propias acciones: cuando reparte
las enormes sumas destinadas a la boda de su hija, con la confianza absoluta de
que Dios no lo decepcionará. Esta es la Confianza Activa (Bitajón Pa'il),
que confía en que Dios se manifestará a través de sus acciones y las
deseará; no solo [confía] en un bien Divino abstracto, ni siquiera en el bien
según su propio entendimiento, sino en el bien que Dios obra a través de él
y a través de sus acciones en el mundo.
Y en verdad, la principal expresión de la
fe y la confianza en Dios es aumentar en el precepto de la Caridad (Tzedaká).
Tanto con su dinero, como con su cuerpo y con su alma. La entrega al prójimo,
ya sea materialmente o difundiendo los manantiales [de la Torá] hacia el
exterior: la persona que confía en Dios lo da todo, literalmente se abandona a
sí misma para dar caridad y ayudar a un judío. En tal caridad también aparece
la fe (Emuná), la fe en que cada judío es digno de que yo me sacrifique
por él. Además, se requiere también la confianza (Bitajón) de que no
importa cuánto le dé al otro, nada me faltará a mí.
Abraham Avinu, el primero de todos los
creyentes, fue también el primero de los que confían en Dios. Sobre él se dijo:
"Y creyó en Hashem, y Él se lo consideró como caridad (Tzedaká)",
y él encarnó en su vida el versículo: "Mas el que confía en Hashem, la
bondad (Jésed) lo rodeará". Una bondad Divina que fluye sobre él, y
una bondad Divina que también fluye desde él, en una entrega sin
límites. Sobre el versículo "Y creyó en Hashem, y Él se lo consideró como
caridad" – se trae en el Jasidut que "la Fe es considerada como
Caridad" y también "la Fe viene a través de la Caridad". La fe y
la confianza están ligadas a la caridad con un vínculo profundo, y quien
realmente confía en Dios, dará caridad sin límites.
(Extracto de la clase del 22 de Tamuz 5779
– Fe y Confianza 25)
UNA CARROZA ARITMÉTICA
PARA DIOS
Razi nos
contará sobre autos y carrozas, y también cómo convertir una clase de
aritmética en una clase de Jasidut.
Escrito por
Shilo Ofen
¡Hola,
niños!
En los
Shabatot pasados y en los que vendrán, estamos leyendo la historia de las vidas
de nuestros santos Patriarcas: Abraham, Itzjak (Isaac) y Iaacov (Jacob). En los
libros de la Cabalá y el Jasidut se explica que los Patriarcas sirven para
nosotros como un ejemplo vivo de la Carroza (Merkavá) de Dios. Dios tiene una
carroza, y las cuatro patas que la sostienen, aquí en nuestro mundo, incluyen a
los tres Patriarcas, a los que se suma el Rey David y completa el número.
¿Alguna vez
han visto un auto que arranca solo y comienza a conducir sin un conductor? No
existe tal cosa. La verdad, escuché que en el extranjero ya inventaron
vehículos automáticos, que saben la ruta de antemano e incluso saben cómo
integrarse en el tráfico con otros vehículos sin chocarlos. De todos modos,
incluso esos vehículos necesitan una mano humana que los programe de antemano.
Entonces,
¿qué significa que un judío se convierte en una carroza para Dios? La respuesta
es: cuando se comporta exactamente como el vehículo. No mueve su mano, ni
siquiera en el movimiento más ligero, sin la aprobación del control superior.
Si Dios no obtiene satisfacción (kórat rúaj) de eso, ¡él será incapaz de
hacerlo!
Esta
cualidad, por supuesto, está reservada para unos pocos Tzadikim
(justos), como los Patriarcas, y por eso nuestros Sabios nos enseñan:
"¡Los Patriarcas, ellos son la Carroza!".
Bueno, de
ángeles y carrozas entiendo un poco menos... ¡Pero podemos encontrar la carroza
de Dios también en nuestras vidas! ¿Dónde? Se sorprenderán al oírlo, pero
incluso en... ¡la clase de aritmética! ¿Les parece bien una clase corta?
Suma – Adición con Bondad
(Jésed)
La primera
operación es, por supuesto, la suma. Es lo primero que aprende cada niño
en primer grado cuando recién empieza a estudiar aritmética. "Suma" (jibur)
es una palabra de adultos. Generalmente, se lo explicamos al niño pequeño
usando una palabra más simple: 'y más' (ve'od). Le preguntamos:
"¿Cuánto es un camión y más otro camión? ¡Dos camiones! ¿Cuánto son cinco
caramelos y más cinco caramelos? Diez caramelos".
¿Por qué es
lo más divertido explicar primero la operación de la suma? Porque si tengo algo
que me gusta —un dulce o un juguete— es obvio que me alegraré mucho de agregar
más a mi inventario, tener más y más, malán (miles).
La
operación de la suma me recuerda a la Sefirá (atributo) del Jésed
(Bondad). Así como quiero más y más para mí, así me alegro y disfruto dando
a los demás, más y más. Cuando traigo un dulce de casa y veo a mis amigos, a
los que quiero, me dan ganas de repartirles. ¿Por qué debería tener solo yo?
¡Que todos tengan! Meto la mano en la bolsa y doy uno, y otro más, y otro más.
¿Se dieron cuenta cuántas veces dije la palabra 'y más'? Por cierto, la palabra
'suma' (jibur), la de los adultos, recuerda a otra palabra importante: amigo
(javer). Cuando nos queremos el uno al otro y nos damos el uno al
otro, ¡se revela cuánto somos amigos!
¿Quién es
el Tzadik que usó mucho la operación de la suma? Abraham Avinu.
Él le revela a cada persona en el mundo cuánto la ama Dios. ¡Esparce amor por
el mundo y hace que todos sean amigos! Así, él se convierte en una ¡carroza
para la Sefirá de Jésed!
Resta – Reducción con
Rigor (Guevurá)
Ahora
imaginen el siguiente caso: regresé a casa al final del día y ¿quién me espera
en la puerta? ¡Moishi! "¡Ups, qué vergüenza! Se lo había
prometido...". "Razi", se dirige a mí con ojos suplicantes y yo
sé exactamente lo que me va a preguntar: "¿Me dejaste?".
Aunque no
fue con mala intención, quería ser bueno con todos, pero me olvidé de Moishi y
de la promesa que le hice. Así que resulta que, además de la operación de la
suma, dar más y más a todos, debería haber usado otra operación aritmética, que
es básicamente todo lo contrario. Esta es la operación de la resta. Sí,
debería haber guardado a un lado para Moishi. Es decir, 50 caramelos menos
5 para Moishi = 45 para mí y mis amigos.
¿Qué Sefirá
me recuerda la operación de la resta? La Sefirá de Guevurá (Rigor).
Debería haberme sobrepuesto (hitgaber) a mi inclinación (buena) que
quería repartir a todos sin medida, ser un poco "tacaño" y dejar para
Moishi. El atributo de Guevurá teme al resultado negativo que podría
ocurrir si damos indiscriminadamente. En el servicio a Dios, este temor se
llama reverencia (Yirá). Quien teme a Dios y Le tiene pavor, se
cuida y es meticuloso en el cumplimiento de las mitzvot con el máximo
embellecimiento y detalle.
Itzjak
Avinu, el maestro
del atributo de la reverencia, sirve como la segunda pata de la carroza. ¡Él es
una carroza para la Sefirá de Guevurá!
Multiplicación – "¡Y
te expandirás!"
Hasta aquí
fue un 'juego de niños' de primer o segundo grado. 'Más' o 'menos' (suma y
resta, ¿recuerdan?) son las operaciones fáciles de calcular. Pero en tercer
grado, el asunto ya se vuelve más complicado: empezamos a aprender la multiplicación.
¿Cuántos
hijos tuvieron Abraham y Sarah? Uno: Itzjak Avinu. ¿Cuántos hijos tuvieron
Itzjak y Rivka? Dos: Yaakov y Esav. Uno más uno... Pero, ¿cuántos hijos tuvo
Yaakov Avinu? ¡Muchos! Reuvén, y más Shimón, y más Leví, y más Yehudá, y más...
¡Un segundo, esperen! Se me acaban los dedos. Al menos yo, solo tengo diez.
¿Hay otra forma de contarlos?
Aquí entra
la operación de la multiplicación. Yaakov tuvo cuatro esposas —Leah y Rajel,
Bilhá y Zilpá— y cada una de ellas tuvo varios hijos. Tres de ellas tuvieron
dos hijos cada una, excepto Leah, que tuvo seis. Así que aquí tenemos un
ejercicio de multiplicación: tres mujeres [Rajel, Bilhá y Zilpá] por dos
hijos, más una mujer [Leah] por seis hijos [Reuvén, Shimón, Leví,
Yehudá, Isajar, Zevulún].
Yaakov
Avinu es ordenado y bendecido con la bendición de "Y te expandirás (U'faratztá)
al oeste y al este" y con una multitud de hijos, hasta el punto de que
todo el pueblo de Israel es llamado por su nombre. Yaakov sirve como la tercera
pata de la carroza, la Sefirá de Tiferet (Belleza/Armonía) – ¡"La
Belleza de Israel"!
División – El Control del
Rey
Tenemos un Talmud
Torá (escuela) gigante. Quinientos alumnos es un número nada despreciable.
La costumbre en nuestra escuela es que cada Rosh Jodesh (comienzo de mes),
antes de salir a casa (¡temprano!), cada alumno recibe un pequeño premio, un
helado de hielo o una bolsita de chocolatada. ¿Qué creen que pasaría si a las
13:30, con el último timbre, los quinientos alumnos se presentaran en la puerta
de la secretaría para recibir lo que les corresponde? ¡Claro! ¡Nadie recibiría
nada! Bueno, sí, recibirían gritos y empujones... Cada uno empujaría al otro, y
el director detendría el evento de inmediato.
Para
controlar la situación, el director deberá recurrir a la cuarta operación
aritmética: ¡necesita dividir! Ya a las diez de la mañana, cuando el
envío llega a la secretaría, se dividirán los premios según el número de clases
y según el número de alumnos en cada clase. Así, cada maestro solo tendrá que
repartir a los 30 alumnos de su clase. Si fuera necesario, el maestro volverá a
repetir la misma operación en su clase, y dividirá el botín según el orden de
las filas.
¿Qué
aprendo de esto? Que el director debe realizar una operación de división para
'reinar' y controlar lo que sucede (por cierto, habrá alumnos que directamente
no recibirán nada, debido a un comportamiento inapropiado, y esa también es una
decisión del director).
La
operación de la división en aritmética pertenece al Rey. Quien
sostiene la cuarta pata de la carroza es el Rey David, ¡qué sirve como carroza
para el atributo del Maljut (Reino) de Dios en el mundo!
¡Que
tengamos el mérito de sumar y restar, multiplicar y dividir, en honor a Dios,
bendito sea!
¡Shabat
Shalom U'Mevoraj!
Razi
HISTORIAS
JASIDICAS
Rabi Naftali Tzvi de Ropschitz:
EL HUMOR MESIÁNICO SAGRADO Y LA ORACION DE MEDIANOCHE INTERCEPTADA
https://galeinai.org/2023/05/17/rabi-naftali-de-ropschitz-el-linaje-familiar-es-solo-el-comienzo/
Rabi Naftali Tzvi Horowitz de Ropschitz nació durante la
festividad de Shavuot en 5620 (1760), el mismo día en que falleció el Baal Shem
Tov. El padre de Rabi Naftali fue Rabi Menajem Mendel y su madre fue Baila, la
hija de Rabi Itzikel de Hamburgo, bajo cuya tutela Rabi Naftali estudió Torá
cuando era joven. Rabí Naftali luego estudió con el Rebe Elimelej de Lizhansk.
Después del fallecimiento de Rebe Elimelej, estudió Torá de su alumno, el
Vidente de Lublin y también estudió con el Maguid de Kozhnitz y el Rebe Menajem
Mendel de Rimanov. Fue rabino en Ropschitz y otras ciudades, y después del
fallecimiento de sus rabinos, Rabi Naftali se convirtió en Rebe jasídico.
El Rebe Naftali era conocido por ser inteligente, dotado
de un agudo ingenio. En su lápida, está escrito que era "único en su
generación en sabiduría divina". Revestía su sabiduría con humor y dichos
inteligentes. Entre sus discípulos se encontraban el Rebe Jaim de Tzanz, el
Rebe Shalom de Kaminkah, el Rebe Hanoch Henich de Alesk, el Rebe Iosef
Baba"d, autor del 'Minjat Jinuj' y muchos más. Fue autor de los libros
'Zera Kodesh' y 'Aiala Shluja'. El Rebe Naftali falleció en Lantzot el 11 de
Iyar de 5687 (1827) y fue enterrado allí.
El bufón real
Una vez, cuando
el Rebe Naftali estaba estudiando en Lublin con su Rebe, el Vidente de Lublin,
escuchó a dos personas discutiendo en voz alta en una de las casas adyacentes.
Dos futuros suegros se peleaban sobre quién iba a pagar por el badjan,
el bufón nupcial, una costumbre habitual de las bodas en ese momento. (En
hebreo, la raíz de badaj / humor comparte las mismas letras que Jabad).
Rebe Naftali entró en la casa y se volvió hacia los dos:
- "No me
gusta escuchar discusiones tan fuertes, así que iré a la boda y seré el badjan
gratis".
Los dos padres
aceptaron felizmente su oferta y se restableció el buen ánimo.
Rebe Naftali,
como había prometido, fue a la boda unos días después, se detuvo en una mesa y
deleitó a los invitados con historias humorísticas e ingenio. Un buen badjan
puede hablar sin parar. Rebe Naftali habló y habló y los invitados rieron y
rieron.
El vidente de
Lublin no sabía nada de esto, pero cuando se levantaba por la noche para decir
el Tikun Jatzot (oraciones de medianoche y lamentaciones sobre el
exilio) sentía que algo no estaba en orden. Las palabras simplemente no salían
de su boca. ¡Algo le impedía decir Tikun Jatzot!
El vidente llamó
a su asistente y le pidió que verificara si algo inusual estaba sucediendo en
la ciudad. El asistente salió a buscar. Llegó al salón de bodas y vio la escena.
Regresó junto al vidente y le contó lo que había visto: hay una boda en el otro
lado de la ciudad, el Rebe Naftali está entreteniendo a los invitados con su humor
y todos se están riendo. El Vidente entendió que, en el Cielo, también había
mucha alegría y risas en el aire, y con todas las risas en el Cielo, no podía
llorar por el Tikún Jatzot.
El vidente
decidió que, si no podía decir Tikún Jatzot, también iría a escuchar el
humor de su alumno. El vidente se escondió fuera de la ventana del salón de
bodas y escuchó al Rebe Naftali durante mucho tiempo, disfrutando de la
sabiduría divina en cada broma y juego de palabras, verdaderos secretos de los
secretos de la Torá.
El Rebe Naftali
continuó deleitando a la audiencia, mientras el Vidente escuchaba desde fuera,
hasta que alguien le dijo que su Rebe estaba afuera, escuchando sus palabras.
El Rebe Naftali inmediatamente bajo de la mesa y salió para pedirle perdón a su
Rebe por hablar en su presencia - ¡y además contar chistes!
"No hay
razón para disculparse", dijo el Rebe, pidiéndole al Rebe Naftali que
continuara con su actuación humorística, porque estaba disfrutando de la actuación.
El Rebe Naftali
sintió que era un eit-ratzon, un momento de buena voluntad, y respondió
con atrevimiento de santidad que estaría dispuesto a continuar con la condición
de que el Rebe aceptara bailar la mitzvá-tantz con la novia al final de
la boda. (Hasta el día de hoy,
algunas de las dinastías jasídicas han conservado la costumbre de que al final
de la boda, el tzadik baila ante la novia, mientras que ambos sostienen
extremos opuestos de un largo gartel o cordón).
'Mi propósito en
esta boda es traer alegría a la gente y atraer la santidad a la boda a través
del humor (específicamente a través del poder de la santidad del humor)', dijo
el Rebe Naftali al Vidente de Lublin. "También le pido al Rebe, si quiere
que continúe, que por favor baile con la novia". El vidente, que quería
seguir escuchando las palabras de su discípulo, aceptó el "trato".
Cuenta la historia que uno de los tzadikim de la generación (cuyo nombre
desconocemos) nació de la unión de esta pareja de recién casados.
Por lo tanto, el ruaj
hakodesh del Rebe Naftali de ofrecerse como voluntario para ser el badjan
en la boda, con la excusa de detener la discusión, finalmente llevó al propio
Vidente de Lublin a asistir a la boda y bailar con la novia. Y por el mérito
del humor sagrado y el baile del Rebe, nació uno de los tzadikim de la
generación en el seno de la pareja.
***
Locura de Santidad para doblegar la Cáscara de Impureza
Lo bueno y lo malo están en constante conflicto en este
mundo. Todo lo que está del lado de la santidad tiene su opuesto del lado de la
impureza. Aprendemos de tres niveles de maldad en el primer versículo de los
Salmos: "Bienaventurado el hombre que no anduvo con el consejo de los
impíos, y en el camino de los pecadores no se detuvo, y en la reunión de los burladores
no se sentó". Está escrito que el "consejo de los impíos" es la
cáscara impura que corresponde a los "2000 años de vacío", "el
camino de los pecadores" es la cáscara impura que corresponde a los
"2000 años de la Torá" y la "reunión de burladores-escarnecedores-letzim"
es la cáscara impura que corresponde a los "2000 años de los días del Mashíaj".
Si es así, la principal batalla que tenemos hoy, en la era de los pasos del
Mashíaj, en lo profundo de los últimos 2000 años, es contra la "reunión de
burladores", la peor cáscara impura. (Los sabios explicaron que las tres
etapas del verso describen tres etapas de deterioro).
¿Cómo derrotamos a los burladores, la risa de la cáscara
impura? En su tratado jasídico, "Bosi L'gani", el Rebe Raiatz
dice que para derrotar a la cáscara impura que bloquea la llegada del Mashíaj,
lo que se necesita es una "locura de santidad", un santo badjan.
Para oponernos a la "reunión de burladores", necesitamos bufones de
santidad como el Rebe Naftali y el Schpoler Zayde, que derrotó al cosaco en su mejor
juego, como se relata en el famoso nigun, "Hop Cossack". Para
enfrentarnos a los juegos de la cáscara impura, la "reunión de
burladores", necesitamos personas sabias que sepan cómo derrotar a la
cáscara impura en su propio juego y en su propio terreno.
Está escrito que cada una de las Doce Tribus, en el orden en
que están escritas según el príncipe de cada tribu, corresponde a quinientos
años del mundo. Naftali es la última tribu escrita según este orden, y desde el
año 5500 cuando el Baal Shem Tov tenía 42 años, seis años después de su
revelación - hasta el final del sexto milenio, todo le corresponde, la
rectificación de la risa y el humor sagrado. Uno puede contar los secretos de
los secretos incluso dentro de chistes. Este es el humor sagrado y mesiánico de
los agudos tzadikim como el Rebe
Naftali.
PROPÓSITO DEL
DESCENSO DEL ALMA A UN CUERPO
En honor al nacimiento del Rebe
Rasha”b, Rabi Shalom Dovber de Lubavitch
התוועדות ערב כ' מר-חשון עם הרב גינזבורג
ברוסטוב
Reunión
Jasídica en Rostov, Rusia, con el Rav Itzjak Ginsburgh[1]
20 de
Jeshvan 5780 - 17 de Noviembre de 2019.[2]
Parte 1
https://www.youtube.com/watch?v=JFxZQsjUSy0
parte 2
https://www.youtube.com/watch?v=SVzeCB_Bl50
parte 3
https://www.youtube.com/watch?v=rTRYn1dVIrc&t=32s
Se entonaron melodías jasídicas: Nigún de Alegría y
Nigún del Baal Shem Tov
Estamos celebrando esta noche el nacimiento del Rebe
Rashab, quien pasó los últimos días de su vida aquí en Rostov. Cuando vino aquí
por primera vez escuchó un nigún llamado el nigún de Rostov y le agradó tanto
que le pidió a los jasidim que siempre que vaya a brindar un discurso jasídico
comience con el nigún de Rostov. Y es apropiado ahora cantarlo. Espero que
todos lo conozcan y quien todavía no, que lo aprenda.
Se entonó el Nigún de Rostov
Lejaim Lejaim
Cada día especial del año tiene un tópico en Jasidut
que es apropiado enfocar durante ese día. Hoy es el día del nacimiento de un
gran tzadik-justo y líder del pueblo judío, y cada uno aquí es afortunado por
vivir en el lugar donde vivió sus últimos años.
El tópico del nacimiento es el descenso del alma al
cuerpo. Cuando nace un niño su alma desciende del Gan Eden, el Jardín del Eden
donde estaba antes de descender a este mundo, y se inviste en un cuerpo físico,
material. Para el alma nacer es una experiencia muy dramática, porque el alma
es espiritualidad pura y más todavía, por encima de lo espiritual, en un estado
de Divinidad, y ahora se encuentra en este mundo que es un mundo de oscuridad.
Todavía no es un mundo de luz, y tenemos la esperanza de estar en un mundo de
luz muy pronto.
Pero por ahora es un mundo de oscuridad, se encuentra
en la oscuridad dentro de un cuerpo que la confina como Egipto, el descenso del
pueblo de Israel a Mitzraim. Y el alma cuando desciende al cuerpo desea desde
el primer momento ser redimida. Cuando el niño nace lo primero que hace es
llorar y llorar, nuevamente, por el trauma de descender a un cuerpo físico.
Este es el tema del nacimiento, pero es por una buena razón, con un buen
propósito, vale la pena nacer, y a pesar de lo dramático que es, todavía col
ze kedai, todo esto es conveniente nacer en este mundo.
El alma en lo Alto, antes de descender al cuerpo, oye
el decreto Divino que le avisa le llegó el momento de descender a un cuerpo,
descender de lo Alto abajo en este mundo para cumplir una misión, el propósito
que tiene en este mundo.
¿Cómo reacciona esta alma a ese decreto que oye en el
Cielo? En Jasidut se explican dos reacciones opuestas del alma. A veces dice
que el alma comienza a llorar, y dice ¡no, no, no! No quiero. Es una travesía
tan dificultosa descender dentro del cuerpo que no está interesada en entrar en
él. Hasta que el alma comienza a ver la mano de la Providencia Divina, que la
fuerza y la obliga a entrar y cumplir su misión en la tierra. Esta es una
posibilidad.
Pero hay otra posibilidad se dice en Jasidut. Cuando
el alma pasa el frente y escucha el decreto de que tiene que bajar a este
mundo, se da cuenta que el descenso al cuerpo es un estado potencial para
alcanzar un placer infinito y serenidad en Dios, incluso más que el que sentía
en el Jardín del Eden donde estaba antes. Y en cuento escucha que tiene una
misión que realizar aquí, y tendrá en definitiva un beneficio por esa misión de
recibir un placer infinito, el alma dice “por qué esperar ni siquiera un momento”,
tal la expresión que se dice en idish, no quiere esperar ni un segundo por esta
oportunidad única en el mundo de descender a un cuerpo y ameritar un placer
infinito en Dios, “lahitaneg al Hashem”.
Hay dos posiciones opuestas que trataremos de
entender, por qué se dice que el alma teme y llora y a veces se dice lo
opuesto, que el alma está esperando tener la chance, la oportunidad de realizar
su misión en la Tierra y ameritar un placer Divino.
Lejaim Lejaim
Antes de continuar, hay dos canciones en Jabad que
retratan el descenso del alma en el cuerpo. Esta es una melodía relativamente
simple, “el alma baja al cuerpo”, Haneshamá ioredet vetoj haguf, ¿la
conocen? Dice así: el alma desciende al cuerpo y llora ¡vai, vai! Porque es un
drama como dijimos antes, y entonces le dicen al alma “ieridá zo tzorej aliá”,
este descenso es en aras de un ascenso, “ad she col zé kedai”, hasta que todo
lo que te sucederá en este mundo en tu vida, es conveniente y vale la pena para
el tikún, la rectificación y el placer que vas a recibir.
Lejaim, Lejaim
Surge de este nigún que todo descenso, todo
nacimiento, todo descenso de un alma a un cuerpo tiene este escenario, esta
pena, la neshamá tiene miedo de descender al cuerpo. Y como dijimos antes, en
Jasidut está dicho que el alma, espera la oportunidad de descender a un cuerpo
por la oportunidad dorada por una vez cada tanto de descender a un cuerpo por
que se da cuenta que es para lehitaneg al Hashem, tener un placer Divino
infinito con Dios en este mundo, más que en el Mundo Superior.
Hay dos raíces de alma diferentes, hay almas raíces
que tienen temor de la prueba, este es un mundo de pruebas, como las 10 pruebas
que Abraham Avinu el primer judío enfrentó para poder llegar a ser el primer
judío. Y es duro pasar las pruebas, por eso el alma tiene miedo de no poder
pasar la prueba.
Pero las otras almas no tienen temor en absoluto, por
el contrario esperan la oportunidad de disfrutar descender al mundo para tener
placer con Dios.
¿A qué se asemeja esto? Hay ciertas personas que aman
la aventura. ¿Todos saben lo que es aventura? Ciertos niños que les gusta tener
la oportunidad de tener un pasaje a Brasil, al Amazonas, y allí es muy
peligroso, hay serpientes, pueblos salvajes, que nunca tendrías semejante
aventura en tu vida. Pero hay ciertas almas que son aventuradas, y otras que no
están inicialmente dispuestas a la aventura, tiene miedo y quieren estar en
casa, seguir estando donde están. Para esas almas el Jardín del Edén es el mejor
ambiente, no aman la aventura. Pero hay otras almas que saben que la aventura
es una posibilidad de tener placer con Hashem.
Lejaim, lejaim
Todos sabemos que el fundador del Jasidut, el
movimiento jasídico, es Israel Baal Shem Tov. Y el Rebe Rashab que estuvo en
Rostov es la séptima generación desde el Baal Shem Tov, algo muy especial. Los
jasidim en esa generación le dieron mucha importancia que sea el séptimo,
“Todos los séptimos son queridos”, tal como el Rebe de Lubavitch, Menajem
Mendel Shneerson es el séptimo desde el primer Rebe de Jabad, Admur Hazakén,
Rabi Shneur Zalmen de Liadi, por eso le damos muy importancia que el Rebe sea
la séptima generación. Pero el que dio gran importancia a la primera generación
fue el Rebe Rashab, porque él era la séptima generación desde el Baal Shem Tov.
¿Cuál es la enseñanza más fundamental del Baal Shem
Tov? Era huérfano, sus padres murieron cuando era niño pequeño, lo último que
escuchó de su padre es: “Isrulik, no tengas miedo de nada en este mundo, sólo
teme a Dios”, no tengas miedo de nada. Esa fue la última voluntad y testimonio
del padre del Baal Shem Tov para todos nosotros que seguimos las sendas del
Jasidut. Y se aplica en especial al Rebe Rashab, la séptima generación como
continuaremos explicando.
Realmente cuando escuchamos “no tengas miedo de nada”,
pensamos en el niño pequeño que se interna solo en el bosque, en una situación
muy peligrosa como dijimos antes, como ir al Amazonas, y no tenía miedo a nada.
Pero decir “no tengas miedo a nada”, significa más que eso. No significa solo
no tener miedo de animales salvajes, o personas salvajes que actúan como
animales. Significa no tengas miedo de tu descenso propio.
A veces el tzadik, el justo, desciende e incluso cae,
como el famoso dicho: “siete veces caerá el justo y se levanta”. No tengas
miedo de ir para abajo, de descender, de caer. Puede haber toda clase estados
de caída, como una persona muy rica y de repente entra en quiebra, es un
descenso. No tengas miedo de descender.
El primer descenso es del alma al cuerpo, todo
comienza con el nacimiento. No hay que tener miedo renacer, y de descender
desde el Jardín del Edén a este mundo oscuro para cumplir un propósito, aunque
aparentemente pierdas toda tu riqueza espiritual, tu entendimiento y tu luz,
pierdes todo. No tengas miedo, y si no tienes miedo perteneces a esa categoría
de almas que solo están esperando el momento de aceptar la aventura de bajar y
vivir una vida en este mundo.
Cantemos otro shir, canción.
Ne bayus
ya nikavo. I ne veriu nikamu.
Tolka
Bogu adnamu. Niet, niet nikavo.
Krome
Boga adnavo.
Ai-yai-yayayai-yai-
yai
No le tengo miedo a
nadie
No creo en nadie.
Solo en Di-s, el
único.
No hay nadie, nadie
excepto el único Di-s.
Ein Od
Milevadó, No hay Nadie Más que Él.
El Rebe Rashab tiene una conferencia donde explica qué
significa ser un Jasid. Todos queremos ser jasidim, del Rebe Rashab, del Rebe,
de todos los Rebes, del Baal Shem Tov. En el Talmud dice que hay un verdadero
jasid, y uno que aparenta ser un jasid, pero no lo es realmente, es un jasid
tonto. El Rebe Rashab dedica toda una conferencia a explicar qué significa ser
un jasid tonto, de lo cual podemos entender lo que significa ser un jasid
verdadero. Queremos ser un jasid verdadero.
Dice: un jasid tonto, josid sheite, es una
persona que piensa que deleitarse con Dios, participar en el placer Divino con
Dios, es algo que la persona participa después de estar 120 años en este mundo
después de morir. Va a ir al Jardín del Eden, el Mundo por Venir, y allí
disfruta de la luz de Hashem. Dice esta es la definición de un jasid tonto.
Piensa que tener placer de Dios se puede participar solo después de ciento
veinte años en este mundo.
Pero el jasid verdadero es aquél que sabe que cada día
de nuestra vida es una oportunidad única en la vida de tener placer con Hashem.
Por esa razón el alma comprende que desea de un principio descender al mundo, y
toda su vida tendrá días de elevación y también días de descenso. No tiene
miedo de nada, como dijimos, y tiene la oportunidad Divina de “leitaneg al
Hashem”, deleitarse con Dios, en su estudio de Torá, su plegaria a Hashem y
en especial, más que nada al hacer buenas acciones, amar al prójimo judío, y
difundir el bien al mundo en general, incluso al mundo no judío. Hay tres
maneras de hacerlo, según los tres pilares sobre los que se sostiene el mundo:
La Torá, la plegaria y las buenas acciones. Y cada uno de estos pilares es una
oportunidad, cada día y cada momento del día de deleitarse con Hashem. Este es
el motivo por el que el alma desciende a este mundo, y este es el jasid
verdadero.
El jasid tonto cree en que es posible tener placer con
Hashem, pero si lo merece será después de 120 años.
La conclusión es que no queremos esperar ni un día la
llegada del Mashíaj, que venga ahora dice el Rebe. De la misma manera todas las
cosas buenas, las promesas y los placeres del Mundo por Venir los queremos en
este mundo.
Esto lo aprendemos de la porción de la Torá de esta
semana: Bereshit 24:1: “Y Abraham era anciano venido en días, y Hashem bendijo
a Abraham con todo.” Abraham fue el primero en saborear el Mundo por Venir en
este mundo. Este es el verso en el comienzo de la porción de esta semana en la
Torá, de este día el nacimiento del Rebe Rashab.
Lejaim
Nuevamente, al principio de la porción de esta semana
dice: “Y Abraham era anciano venido en días, y Hashem bendijo a Abraham con
todo.” Los sabios interpretan la palabra anciano como “aquel que adquirió
sabiduría”. No tiene que ser una persona anciana en días, no tiene que ser
necesariamente un hombre viejo, de momento que tiene sabiduría es anciano, kaná
jojmá, adquirió sabiduría.
¿Qué significa sabiduría? Se explica en Jasidut,
sabiduría es “el sabio tiene sus ojos en su cabeza”, puede recordar cómo era su
alma en su origen antes de descender a este cuerpo. Y también es capaz, con su
sabiduría ve lo que va a nacer, ve hacia adelante, el futuro, ve el potencial
concretándose, ve su propósito. Nuevamente, ser sabio es ver tu origen, de
dónde has venido, “meain bata”, y ver tu propósito, por qué realmente
estoy aquí en este mundo. Esto es ser sabio.
Luego dice: “Y venido en días”, ba baiamim, es
traer luz a cada día de su vida. Llenar su vida de luz, como está dicho al
principio de la Creación: “Y llamó Elokim a la luz, día.” Trae la luz, la
presencia de Dios en cada uno de los días de su vida.
Y entonces es bendecido con “col”, “todo”. “Hashem
beraj et Abraham becol”. ¿Qué significa col? Significa con todas las
bendiciones, pero el significado místico es “clot hanefesh”, el alma
tiene semejante pasión y deseo por Dios que, como dijimos antes, es el mismo
concepto de deleitarse con el placer en Hashem en este mundo, por un continuo
estado de clot hanefesh, entrega del alma. Hashem bendijo a Abraham con
todo, es vivir el Mundo por Venir en este mundo. Y cada judío, todos nosotros
podemos hacerlo por ser hijos de Abraham Avinu, luego de aprender de él.
Nuevamente, hay 3 cosas en este verso: tienes que ser
Zakén, “Anciano”, recuerdas de dónde vienes y tienes un sentido de a dónde
estás yendo en este mundo. Ser Ba Baiamim, “Venido en Días”, o sea traes luz a
cada uno de los días de tu vida, y en especial, si tienes estas dos cosas
Hashem te amerita “HaCol”, “Todo”, estás completamente enamorado de Dios, ¡y
Dios está completamente enamorado de ti! “Vealai tchukató”.
“Todo” es tchuká, estar enamorado de Dios, toda tu pasión es para Dios y
Dios se apasiona por ti, como el novio y la novia, jatán y calá.
Col es como el matrimonio, y es tener placer de Hashem en este mundo.
Lejaim, lejaim
Después de todo esto
podemos concluir que para ser un verdadero jasid, el Rebe Rashab mismo explica
que la palabra jasid, חסיד viene de la sefirá de jesed, חסד, bondad
amorosa, más una iud, י, que proviene de la sefirá de jojmá, “sabiduría”. Como el
anciano, zakén, que adquirió sabiduría como explicamos antes.
Un jasid es una persona dedicada como Abraham Avinu
con bondad amorosa a recibir huéspedes, enseñar a todo el mundo. Todo esto
proviene de un punto de sabiduría, ve el origen y el futuro, el propósito. Y la
persona que tiene un punto verdadero de sabiduría es la persona de la cual el
padre del Baal Shem Tov dijo “no tengas miedo de nada”. “Que mueran pero no con
sabiduría”. ¿Cuál es el origen de todos los miedos? El miedo a la muerte, pero
la persona que tiene sabiduría no muere, como está dicho “y vivirá Iaacov”,
porque no tiene miedo de morir, y no le teme a nada.
Una vez más, la muerte es cuando una persona cae de su
nivel, y todo lo que cae es llamado muerto en Cabalá. Si la persona no tiene
miedo de caer, de descender y por el contrario ve el descenso como una aventura
que le produce tener placer en Hashem, un placer infinito en Hakadosh Baruj Hu.
El jasid es básicamente una combinación de dos
cualidades: jesed-bondad amorosa, hacer el bien a las personas, y sabiduría. El
hecho de que no le teme a nada y desea descender a este mundo por esa aventura,
viene de ese punto de sabiduría del “anciano venido en días”.
¡Todas las historias de esas personas que temen
descender a este mundo, “vai vai vai!”, no son jasidim, provienen
de la sefirá de biná, entendimiento, otro nivel del alma. El
miedo a caer, del descenso.
Entonces lejaim, lejaim, “por la vida”, que todos
seamos jasidim por el mérito del Admur HaRashab, que su mérito ayude a traer al
Mashíaj para nosotros y para todo el mundo porque hoy el día de su nacimiento
el mazal gover, su flujo de energía de lo alto es más fuerte. ¿Qué es el
mazal? Cuando el alma desciende a su cuerpo le brindan un infinito poder
para cumplir con su misión al nacer, por eso su mazal hoy es muy fuerte.
Lejaim, lejaim.
Nigún de los jasidim de Rostov.
Nuevamente, al principio de la porción de esta semana dice: “Y Abraham era anciano venido en días, y Hashem bendijo a Abraham con todo.” Los sabios interpretan la palabra anciano como “aquel que adquirió sabiduría”. No tiene que ser una persona anciana en días, no tiene que ser necesariamente un hombre viejo, de momento que tiene sabiduría es anciano.
¿Qué significa sabiduría? Se explica en Jasidut,
sabiduría significa “el sabio tiene sus ojos en su cabeza”, puede recordar cómo
era su alma en su origen antes de descender a este cuerpo. Y al ser sabio, con
su sabiduría ve lo que va a nacer, ve hacia adelante el futuro, ve realizarse
el potencial, ve su propósito. Nuevamente, ser sabio es ver tu origen, de dónde
has venido, “meain bata”, y ver tu propósito, por qué estoy aquí en este
mundo. Esto es ser sabio.
[1] (Traducción al español Jaim Frim)
[2] Ver aquí la
Hitvaadut completa en inglés con traducción al ruso. Muchas melodías jasídicas https://www.youtube.com/watch?v=6UNOCApR3IE