BS"D
BEHA´ALOTJA בְּהַעֲלֹתְךָ
Números 8:1 - 12:16 Haftara: Zacarias 2:14 - 4:7
MATERIAL DE ESTUDIO
DE GAL EINAI
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BEHALOTJA
LA LLAMA DEL ALMA
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¡Shavua
Tov y un feliz final de Shavuot!
Nos
encontramos justo en las últimas horas del final de los "días de
completitud" (iemei hatashlumin), una oportunidad de oro para
completar la recepción de la Torá con alegría e interioridad (pnimiut).
El Rebe
dice que el 12 de Siván es un buen momento para tomar buenas resoluciones
relacionadas con el honor de la Torá, no solo para nuestro propio estudio, sino
para la difusión de la Torá en los círculos más amplios.
Gracias a
Di-s, las clases y las enseñanzas escritas llegan cada vez a más personas en
todo el mundo y este es un buen momento para incentivar el aumento de su
difusión.
Recibimos
comentarios maravillosos sobre las enseñanzas que transmitimos, y hay
muchísimos cuyo Shabat se ve diferente desde que conocieron al rabino Ginsburgh
a través de Gal Einai en español y por ende, esto influye en toda la semana.
Pero
probablemente hay muchos más que no han tenido el mérito de conocer la obra del
rabino Ginsburgh todavía. Los invitamos a tomar parte en la difusión. No les
cuesta dinero, pero es una oportunidad para esforzarse físicamente en difundir
una nueva Torá.
Te espero
hoy para seguir llevando luz al mundo.
MÚSICA
DE LA CLASE
Quien
conoce un verdadero nigún jasídico (melodía jasídica) comprende que en
toda melodía de anhelo, el clamor no es de desesperación, Di-s no lo quiera;
siempre hay un punto de alegría, fe y esperanza. El anhelo no es tristeza, es
ansia y deseo. Como dijo el Rebe de Lubavitch: "Cuando hay sed por la
revelación de la Divinidad, esta sed misma sacia parcialmente. La sed eleva a
la persona al nivel por el cual tiene sed...". Para el jasid, la
melodía de anhelo en sí misma es alegría y deleite...
Esta
melodía fue compuesta por el Rabino Ginsburgh.
Piano:
Rachel Ferency
https://www.youtube.com/watch?v=mS1gz6Hshcc&list=PLi8cJNwpkCm5ptzjsM7bqa_Bmzcwkk_s8&index=1
Nigunei
Jen - Melodias Meditativas
Rabino
Itzjak Ginsburgh
Descargable
| Tienda Gal Einai
נגון מס' 17 - הולחן בי"ג כסלו
תשמ"ה
נמצא גם באלבומים:
____________
Proverbios
(Mishlei) 28:20
Texto
completo del versículo:
- אִֽישׁ־אֱמוּנ֥וֹת
רַב־בְּרָכ֑וֹת וְאָ֥ץ לְ֝הַעֲשִׁיר לֹ֣א יִנָּקֶֽה
- "Un
hombre fiel será abundante en bendiciones, pero el que se apresura a
enriquecerse no quedará sin castigo."
La frase
"איש אמונות" (Ish emunot) no se refiere simplemente a un hombre
de fe (en el sentido de creencia), sino a un hombre de fidelidad.
Describe a una persona que es confiable, íntegra, honesta y constante en
todos los aspectos de su vida: en sus negocios, en sus relaciones personales,
en su palabra y en su servicio a Di-s. La forma plural "emunot"
(fidelidades) sugiere que esta persona es fiel en muchas áreas diferentes.
El
versículo enseña que una persona con estas cualidades de integridad y
constancia "será abundante en bendiciones" (rav brajot).
Su camino, aunque sea paciente y metódico, finalmente le traerá éxito y
bendiciones, tanto materiales como espirituales.
Para
enfatizar esta idea, la segunda mitad del versículo presenta el contraste:
"pero el que se apresura a enriquecerse...". Esto describe a alguien
que busca atajos, que compromete su integridad por una ganancia rápida. Ese
camino, advierte el versículo, no conduce a una verdadera bendición, sino que
eventualmente trae consecuencias negativas ("no quedará sin
castigo").
______
Iemei
HaTashlumin (ימי התשלומין)
Significado
Literal: "Días
de Completitud" o "Días de Compensación".
📜 Mekorot (Fuentes) y Explicación
Original
El concepto
de Iemei HaTashlumin se origina en la Mishná y el Talmud, y está
codificado en la Halajá (ley judía).
1. Fuente
Principal (Talmud):
La fuente principal se encuentra en el Tratado Jaguigá (17a). La Mishná
establece que si una persona no pudo traer su ofrenda festiva (Korbán
Jaguigá) en el primer día de una de las tres fiestas de peregrinaje (Pésaj,
Shavuot, Sucot), tiene el resto de los días de la festividad para
"completar" o "compensar" (tashlumin) esta
obligación.
2. El Caso de
Shavuot: Pésaj y
Sucot duran siete días, por lo que el período de compensación es claro. Sin
embargo, Shavuot dura solo un día (dos en la diáspora). Para crear un
paralelismo, los Sabios establecieron que Shavuot también tiene un período de
"completitud" de siete días en total. Por lo tanto, los seis días
posteriores a Shavuot (del 7 al 12 de Siván) son los Yemei HaTashlumin
de Shavuot.
3. Rambam -
Hiljot Jaguigá 1:6
"מי שלא הביא קרבן חגיגה ביום טוב
הראשון של חג, מביא כל שבעת הימים."
Quien no
trajo su sacrificio en el primer día de la festividad puede completarlo en los
días posteriores, que son Iemei HaTashlumim.
El
significado original y halájico es un período de gracia de seis días después de
Shavuot para traer la ofrenda que no se pudo llevar en la festividad misma.
📖 Explicación jasídica:
En Jasidut
se enseña que Iemei HaTashlumim no son solo un permiso
"técnico" para compensar lo que no se hizo, sino una dimensión
espiritual:
🔹 El Rebe de Lubavitch (Likutéi
Sijot, vol. 4, parashat Emor) explica que estos días representan que la vida
judía no es rígida ni limitada a un instante: Hashem da al alma
oportunidades ampliadas para conectar con Él, incluso si no se logró en el
"momento ideal". La vida tiene “corrección” y “reparación”.
🔹 En términos del alma: no todo lo
que el alma necesita revelar se logra de inmediato. Hay un proceso, y
Hashem otorga días de expansión de luz para permitir integrar lo recibido en el
jag.
🔹 Según la Kabalá: cada día de Iemei
HaTashlumim baja una "or iashar" (luz directa) y una "or
Jozer" (luz que retorna) para completar la unión de lo recibido.
El Jasidut
toma los conceptos de la Halajá y los aplica al servicio espiritual e interior
de la persona (avodat Hashem). En este contexto, los Iemei
HaTashlumin adquieren un significado mucho más profundo y personal.
1. La
"Ofrenda" Espiritual de Shavuot: Shavuot es "Zman Matán Torateinu"
(El Tiempo de la Entrega de nuestra Torá). La "ofrenda" que cada
judío trae en Shavuot no es un animal, sino la aceptación y recepción de la
Torá. Es un acto de ofrecerse a uno mismo a la voluntad Divina.
2. Una
Extensión de la Luz de Shavuot: El Jasidut enseña que la intensa revelación Divina y la energía
espiritual de Shavuot no terminan abruptamente cuando concluye la festividad.
Los Yemei HaTashlumin son una extensión de esa luz, una oportunidad de
oro para absorber e integrar la experiencia.
3. Completar la
Recepción de la Torá:
Si una persona siente que durante Shavuot no recibió la Torá con suficiente
alegría (simjá), profundidad o interioridad (pnimiyut), estos
seis días son un "otorgamiento de fuerza" (נתינת כח -
netinat cóaj)
Divina para "completar" esa recepción. Es una segunda oportunidad
para rectificar cualquier deficiencia en la conexión espiritual de la
festividad.
4. Tiempo de
Resoluciones: Por
esta razón, los Rebes de Jabad, en particular, enfatizan que este período, y
especialmente su último día (el 12 de Siván), es un momento muy propicio para aceptar
buenas resoluciones (hajlatot tovot) relacionadas con el estudio de
la Torá y el cumplimiento de las Mitzvot. Es el momento de asegurarse de que la
inspiración de Shavuot no se quede como una experiencia aislada, sino que se
traduzca en acciones concretas que iluminen el resto del año.
En esencia,
para el Jasidut, los Iemei HaTashlumin transforman un concepto legal
sobre ofrendas en un poderoso período de crecimiento espiritual, dándonos la
oportunidad de completar, integrar y llevar a la práctica la luz y la
inspiración de la Entrega de la Torá.
Los Iemei
HaTashlumim de Shavuot (hasta el 12 de Siván) son días especialmente
propicios para:
- Reforzar
el estudio de la Torá.
- Renovar
el “kabalat haTorá” personal.
- Aumentar
en ahavat Israel, pues el jag de Shavuot es un jag de unión.
___________
Estudio
de la Parashá Behaalotejá (Números 8:1-12:16)
Puntos
Principales de la Parashá:
La Parashá
Behaalotejá es rica en eventos y enseñanzas que marcan la transición de la
organización en el campamento a la preparación para los viajes por el desierto.
1. Encendido de
la Menorá: La
parashá comienza con la instrucción de Di-s a Aharón sobre cómo encender las
lámparas de la Menorá en el Mishkán (Tabernáculo). Este acto simboliza la
difusión de la luz espiritual y la sabiduría divina que emana del Templo.
2. Consagración
de los Levitas: Se
detalla el proceso de purificación y consagración de los levitas para su
servicio en el Mishkán, sustituyendo a los primogénitos en el servicio divino.
Esto incluye su purificación, afeitado de todo el cuerpo y la ofrenda de
sacrificios.
3. Pésaj Sheni
(Segundo Pésaj):
Para aquellos que estaban impuros o demasiado lejos para celebrar Pésaj en su
tiempo, Di-s instituye una segunda oportunidad un mes después, enseñando la
importancia de no perderse la conexión con Di-s.
4. Las Nubes y
las Trompetas: Se
describe la señal de la nube que indicaba cuándo el pueblo de Israel debía
levantar el campamento y viajar, o cuándo debía detenerse. También se dan las
leyes sobre el uso de las dos trompetas de plata para convocar al pueblo y
anunciar la partida.
5. Quejas del
Pueblo: El pueblo
comienza a quejarse de su dieta de maná y anhelan la carne y las "ollas de
carne" de Egipto. Esta queja revela una falta de fe y aprecio por la
providencia divina.
6. El
"Man" y las Codornices: Di-s responde a las quejas enviando una plaga de codornices, pero
también una plaga entre el pueblo por su glotonería y descontento.
7. Establecimiento
de los Setenta Ancianos: Para aliviar la carga de liderazgo sobre Moshé, Di-s le instruye a
reunir a setenta ancianos, sobre quienes se posa el espíritu profético para
ayudarlo a juzgar al pueblo. El texto menciona a Eldad y Medad, quienes también
profetizaron en el campamento.
8. Queja de
Miriam y Aharón:
Miriam y Aharón hablan contra Moshé por su esposa cushita y cuestionan su
autoridad. Di-s interviene para defender a Moshé, afirmando su singularidad
como profeta y sirviente fiel. Miriam es castigada con tzara'at (una
aflicción cutánea similar a la lepra) y luego sanada por la oración de Moshé.
Enseñanza
Jasídica: La Luz que Nunca se Apaga
La Parashá
Behaalotejá comienza con el mandamiento de encender la Menorá. Los Sabios
preguntan por qué la Torá especifica "cuando subas las lámparas" (בעלותך את הנרות),
en lugar de simplemente "cuando enciendas las lámparas". El Midrash
explica que Aharón debía elevar la llama hasta que se mantuviera por sí
misma.
La
enseñanza jasídica, particularmente del Alter Rebe en el Tania,
profundiza en esto: La Menorá simboliza el alma judía (Ner Hashem Nishmat
Adam - "La vela de Di-s es el alma del hombre"). Las
"lámparas" son las almas de Israel. La instrucción de
"elevar" la llama significa que Aharón (y por extensión, cada líder
espiritual y cada judío) debe encender el alma de tal manera que su luz arda
con una llama autosuficiente y constante, que no necesite ser sostenida
o reavivada constantemente desde el exterior.
Esto se
logra mediante la conexión profunda y genuina con Di-s a través del estudio
de la Torá y el cumplimiento de las mitzvot. Una llama encendida
externamente puede apagarse, pero una llama que ha sido "elevada"
hasta que arde por sí misma, es decir, una conexión interna y personal con la
Divinidad, permanece encendida incluso en las circunstancias más desafiantes del
"desierto". La verdadera devoción no es una chispa esporádica, sino
un brillo constante que emana del interior del ser. La responsabilidad de los
líderes y de cada uno de nosotros es no solo iluminar, sino capacitar
para que la luz interna de cada alma arda con fuerza y auto-sostenibilidad.
Una
Historia Jasídica: La Queja Silenciosa
En una
pequeña aldea, vivía un jasid devoto que era conocido por su profunda fe y su
constante alegría, incluso en tiempos difíciles. Tenía un vecino, un hombre
bueno pero propenso a las quejas, que a menudo lamentaba su suerte.
Un día, el
vecino se acercó al jasid con el ceño fruncido. "Dime, Rebe", dijo,
"la Torá nos cuenta que el pueblo se quejó en el desierto por la falta de
carne y por el maná. ¿Por qué Di-s se enojó tanto con ellos? ¿Acaso no es
natural querer algo diferente, o quejarse cuando uno está insatisfecho?"
El jasid
sonrió amablemente. "Mi querido amigo, el pueblo de Israel en el desierto
recibía el maná directamente del cielo, un alimento espiritual y físico que era
perfecto para sus necesidades. Además, tenían la Presencia Divina, la nube que
los guiaba y la columna de fuego por la noche. Su queja no era solo por la
comida."
"Entonces,
¿por qué se enojó Di-s?", insistió el vecino.
"Su
queja era una queja de corazón. No era por la ausencia de algo,
sino por la falta de aprecio por lo que ya tenían. Era una falta de fe
en la bondad de Di-s, que provee exactamente lo que es mejor para ellos. Cuando
se quejaron del maná, en realidad se quejaban de la providencia divina, de la
relación con Di-s."
El jasid
continuó: "Imagina que un padre da a su hijo el mejor alimento posible,
adaptado a sus necesidades, con amor infinito. Si el hijo, en lugar de
agradecer, se queja y anhela la 'comida' de un lugar de esclavitud, el padre se
entristece no por la queja en sí, sino por la falta de reconocimiento del amor
y la generosidad que se le está dando. La queja del pueblo no era un 'estómago
vacío', sino un 'corazón vacío' de fe y gratitud."
El vecino
reflexionó sobre las palabras del jasid. Comprendió que, a menudo, nuestras
propias quejas no son por lo que nos falta, sino por lo que no valoramos. La
verdadera enseñanza es cultivar un corazón lleno de gratitud y fe, incluso
cuando las cosas no salen exactamente como esperábamos, porque la providencia
Divina siempre está presente.
_________
APRENDER
A ELEVARSE - NASO
Se cuenta
en la Guemará que Rav Yosef solía preparar una comida festiva en la festividad
de Shavuot, y decía: "Iló haí iomá de'ká garim, káma Yosef íka be'shuka"
– "Si no fuera por este día que lo causó, ¡cuántos Yosef habría en el
mercado!". Y como explica Rashi: si no fuera por este día de la Entrega de
la Torá, gracias al cual "aprendí Torá y me elevé, ciertamente hay muchas
personas en el mercado cuyo nombre es Yosef, ¿y qué diferencia hay entre ellos
y yo?"...
De la misma
manera, también la Parashat Nasó la leemos (generalmente) en el Shabat
posterior a la festividad de Shavuot, el tiempo de la Entrega de la Torá. Esto
se expresa en el nombre de la parashá, que manifiesta la maravillosa virtud que
el estudio de la Torá obra en nosotros: Nasó, del lenguaje de la
exaltación y la elevación.
¿Qué es esa
"elevación", esa exaltación y enaltecimiento?
En el
momento de la Revelación en el Monte Sinaí, el Santo, bendito sea, eligió al
pueblo de Israel y dijo: "Y vosotros seréis para Mí un reino de sacerdotes
y una nación santa", y con ello nos elevó a un nivel supremo, por encima
de todos los pueblos. Cuando un judío estudia Torá, esta hace que se eleve y se
exalte por encima de los límites de la realidad material del mundo.
La virtud
especial del estudio de la Torá –incluso en comparación con el cumplimiento de
las Mitzvot– radica en que, a través del estudio de la Torá, se crea una
unificación completa entre el intelecto de la persona y la sabiduría de Di-s
que está investida en la Torá. Esto nos eleva a un nivel sumamente superior que
nos une con Di-s, como en las palabras de Rav Yosef: "aprendí Torá y me
elevé".
Esta
elevación, que se logra a través de la Torá, emana del vínculo esencial entre
un judío y el Santo, bendito sea. Cuando un judío estudia Torá, no es un simple
estudio y comprensión de un tema. El alma de un judío es "una parte de
Di-s de lo alto, literalmente", y la Torá es el puente que conecta el alma
Divina con el Santo, bendito sea.
Por lo
tanto, el estudio de la Torá crea en el judío un estado de "Nasó et
Rosh" – "elevar la cabeza". La cabeza, que es la parte más
elevada e importante de los miembros del cuerpo humano, se exalta y se eleva a
través de la Torá en una medida que no tiene parangón. De esta manera, el judío
se eleva por encima de los límites del mundo y se unifica con el Dador de la
Torá en Su propia gloria y esencia.
Esta es la
exaltación de la Entrega de la Torá en sí misma, y después de esto viene la
Parashat Nasó y enfatiza un aspecto adicional en la exaltación que se creó a
través de la Entrega de la Torá. Además de la exaltación de cada judío, en
virtud de ser parte de un "reino de sacerdotes y una nación santa",
viene un énfasis adicional en el "levantamiento de la cabeza" de
todos los hijos de Leví. Y sobre esto escribe el Rambam (Maimónides), que todo
aquel "cuyo espíritu lo mueva, y su conocimiento le haga entender que debe
separarse para estar ante Di-s para servirle y ministrarle" – está en el
nivel de la tribu de Leví.
Cuando un
judío no se conforma con su santidad y elevación básicas, como parte de un
"reino de sacerdotes", sino que se dedica al estudio de la Torá, como
la tribu de Leví que fue consagrada para servir a Di-s, merece una
"elevación de cabeza" adicional y una unificación completa con el
Santo, bendito sea.
(Adaptado
de un discurso de la festividad de Shavuot y Shabat Parashat Nasó,
'Hitvaaduyot' 5750, vol. 3, pág. 272. De 'Nishmata d'Oraita')
¿POR QUÉ
NO PODREMOS? BEHALOTJA
En el año
posterior a la salida de Egipto, cuenta la Parashat Behaalotjá, HaShem ordenó a
los hijos de Israel hacer la ofrenda de Pésaj en su fecha designada, el 14 de
Nisán. Más adelante, se presentaron unas personas que estaban ritualmente
impuras y no podían ofrecer el sacrificio en su fecha, y exigieron: "¿Por
qué hemos de ser excluidos, para no poder presentar la ofrenda de HaShem en su
momento?". El Santo, bendito sea, aceptó su petición y les dio "Pésaj
Sheni" (el Segundo Pésaj), una oportunidad adicional para ofrecer el
sacrificio el 14 de Iyar, para quien no pudo hacerlo el 14 de Nisán.
Ese año fue
la segunda vez que los hijos de Israel celebraron Pésaj. La primera vez fue
cuando todavía estaban en Egipto, y la segunda en el desierto.
¿Y cuándo
fue la tercera vez? Pasarían aún muchos largos años...
Rashi
pregunta: si la mitzvá de hacer el Pésaj en el desierto fue dicha a Moshé
"en el primer mes" –Nisán–, en el "segundo año" después de
la salida de Egipto, ¿por qué el libro de Bamidbar (Números) no comienza con
ella, sino con la mitzvá de censar a los hijos de Israel, que fue dicha a Moshé
solo un mes después, en el mes de Iyar?
Y explica
[Rashi] que, dado que durante los cuarenta años que los hijos de Israel
estuvieron en el desierto, esa fue la única vez que ofrecieron el Korbán Pésaj,
y la siguiente vez fue solo al entrar a la Tierra [de Israel], en los días de
Iehoshúa (Josué) – por lo tanto, había en esto un descrédito (gnut), lo
opuesto a una alabanza para el pueblo de Israel. Y la Torá quiere comenzar el
Jumash (Pentateuco) con un asunto que muestre el afecto y la alabanza (shevaj)
del pueblo de Israel. Por esta razón, el libro de Bamidbar comienza con la
mitzvá de contar a los hijos de Israel, a pesar de que fue dicha más tarde
(según la regla de que "no hay orden cronológico en la Torá").
Surge la
pregunta: ¿por qué se considera esto un descrédito para el pueblo de Israel, si
la única vez que HaShem les ordenó ofrecer el Pésaj en el desierto fue solo en
ese año, y no durante todos los años siguientes en los que estuvieron en el
desierto, y acaso no está prohibido ofrecer un sacrificio sin una orden Divina?
Mas,
explica el Rebe, dado que en nuestra parashá, inmediatamente después de la
orden sobre la ofrenda de Pésaj en el segundo año, aparece la historia de
aquellas personas que vinieron y exigieron "¿por qué hemos de ser
excluidos?" y por cuyo mérito HaShem dio la mitzvá de "Pésaj
Sheni", entonces, todos los hijos de Israel deberían haber aprendido de
ellos y exigirle al Santo, bendito sea, que les permitiera ofrecer el Pésaj en
cada uno de los treinta y nueve años siguientes en los que permanecieron en el
desierto, ¡y ciertamente el Santo, bendito sea, habría aceptado su argumento! Y
como no lo hicieron, esto es lo opuesto a una alabanza para ellos.
En cada
momento que nos encontramos todavía en el exilio (Galut), debemos pedir
y exigir "¿por qué hemos de ser excluidos?". ¡Queremos ofrecer el
sacrificio de HaShem, las ofrendas diarias (Temidim) en su orden y las
ofrendas adicionales (Musafim) según sus leyes! Y ciertamente HaShem
escuchará nuestro clamor y nos traerá a nuestro justo Mesías muy pronto.
(Adaptado
de Likutéi Sijot, vol. 23, pág. 62 y siguientes. De 'Nishmata d'Oraita')
LECTURA DE LA TORÁ BEHALOTJA 5785_1
ELEVAR LAS CANDELAS, REFINAR EL DESIERTO, REVELAR LA DIVINIDAD
RABINO JAIM FRIM
NÚMEROS Capítulo 8
1 Dios le habló a Moshé, diciéndole que
אוַיְדַבֵּ֥ר יְהֹוָ֖ה אֶל־משֶׁ֥ה לֵּאמֹֽר:
2 le hablara a Aarón y le dijera: “Cuando enciendas las
lámparas, las siete lámparas iluminarán la menorá”.
בדַּבֵּר֙ אֶל־אַֽהֲרֹ֔ן וְאָֽמַרְתָּ֖ אֵלָ֑יו
בְּהַֽעֲלֹֽתְךָ֙ אֶת־הַנֵּרֹ֔ת אֶל־מוּל֙ פְּנֵ֣י הַמְּנוֹרָ֔ה יָאִ֖ירוּ
שִׁבְעַ֥ת הַנֵּרֽוֹת:
3 Aarón hizo eso, encendiendo las lámparas para iluminar la
menorá, como Dios le mandó a Moshé.
גוַיַּ֤עַשׂ כֵּן֙ אַֽהֲרֹ֔ן אֶל־מוּל֙ פְּנֵ֣י הַמְּנוֹרָ֔ה
הֶֽעֱלָ֖ה נֵֽרֹתֶ֑יהָ כַּֽאֲשֶׁ֛ר צִוָּ֥ה יְהֹוָ֖ה אֶת־משֶֽׁה:
4 La menorá estaba hecha de una única pieza de oro labrado.
Todo desde su base hasta su flor consistía en una única pieza de metal labrado.
La menorá fue de este modo hecha exactamente según la visión que Dios le mostró
a Moshé.