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sábado, 16 de diciembre de 2023

5784 Vaigash mes de Tevet

 BS"D

VAIGASH    וַיִּגַּשׁ

Génesis 44:18 – 47:27  Haftara: Ezekiel 37:15-28

VAIGASH AÑOS ANTERIORES

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Dimensiones Vayigash 5784 (calameo.com)

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HISTORIAS JASÍDICAS

 

Rebe Natan de Nemirov:

LA VERDAD DE LA VERDAD

 

Rabi Natan Sternhartz de Nemirov (Nemyriv, Ucrania) nació el 15 de Shvat 5540 (1780) siendo su padre, Rabi Naftali Hertz, un rico comerciante. A la edad de 13 años, Rabi Natan se casó con la hija de Rabi David Tzvi Orbaj, el rabino de Sharhorod. Después de su matrimonio, Rabi Natan se sintió atraído por el Jasidut. Al principio, se conectó con Rebe Levi Itzjak de Berditchev, quien le abrió los brazos. En 5562 (1802), Rebe Natan se enteró de un tzadik que se había mudado a la cercana Breslov, llamado Rebe Najman. Cuando fue hacia él, se sorprendió de que éste fuera el erudito de la Torá que había visto en un sueño. A partir de ese momento, Rebe Natan se unió a Rebe Najman y transcribió todas las palabras de Torá que escuchó de él. Después del fallecimiento de Rebe Najman en 5571 (1811), Rebe Natan se convirtió en el líder del Jasidut de Breslov, no como un Rebe, sino como un seguidor que enseña la Torá de su Rebe. En la mañana del 10 de Tevet de 5605 (1845), se presentó un viernes, los discípulos de Rebe Natan le leyeron las primeras historias del libro de relatos de Rebe Najman. La segunda historia termina con las palabras "y regresaron a su casa". Cuando escuchó esas palabras, Rebe Natan asintió con la cabeza, como diciendo: "Ha llegado mi hora de volver a casa". Ese mismo día, justo antes del comienzo del Shabat, partió de este mundo.

 

En su libro, Iemei Moharnat, Rebe Natan escribe [1]

 

En el invierno de 5563 (1803), Rebe Najman me indicó que viajara con mi suegro a la santa comunidad de Mahlov para solicitar un puesto rabínico en una de las ciudades cercanas. Y gracias a Dios me salvé de eso.

En el libro de Breslov Si'aj Sarfei Kodesh, aparece el resto de la historia: “Cuando Rabeinu [Rebe Najman] envió a Rebe Natan a su suegro para que le diera un puesto rabínico en una de las ciudades bajo su supervisión, Rebe Natan se disculpó con Rebe Najman, diciendo que tenía miedo de asumir un puesto rabínico, porque conlleva una gran responsabilidad.

“No, entonces ¿quién debería ser rabino? ¿No es la persona que tiene miedo? Rebe Najman lo reprendió.

“¿Aceptar un puesto rabínico es verdad y correcto?” preguntó Rebe Natan.

“Sí”, respondió Rebe Najman, “es la verdad”.

"¿Es la verdad de la verdad?" Preguntó de nuevo Rebe Natan.

“Si quieres la verdad de la verdad”, respondió Rebe Najman, “¡no seas rabino!”

Y Rebe Natan se salvó.

 

Todos conocemos el resto de la historia. Rebe Natan se aferró a la “verdad de la verdad” y permaneció con su maestro, Rebe Najman, creando la base de todos los escritos de Rebe Najman que tenemos hoy. ¿Cuál es la distinción entre la verdad y la verdad de la verdad? ¿Puede ser verdad algo que no es la verdad de la verdad? ¿O es simplemente falsedad?

Podemos encontrar apoyo en Maimónides en las Leyes de Santificación del Nuevo Mes, respecto a los dos enfoques para calcular la luna nueva: El posicionamiento de Shmuel y el posicionamiento de Rav Ada. Maimónides escribe que el cálculo de Rav Ada es "más preciso que la opinión anterior (el cálculo de Shmuel)" y, por lo tanto, la ley está de acuerdo con Rav Ada con respecto al secreto para determinar la hora de la luna nueva. Pero el enfoque de Shmuel también es verdad, y lo aplicamos al calcular las estaciones y la bendición del sol”. Las palabras de Maimónides, de que podemos usar el término “verdad” incluso cuando nos referimos a algo que no es completamente exacto, y que podemos calificar algo como “verdad” o “más verdadero”, es una innovación importante que requiere un análisis profundo.

El Jasidut amplía el panorama e identifica un nivel adicional y más efímero de verdad, al que se refiere como “la cúspide de la verdad”. Debajo de la “cúspide de la verdad” hay falsedad. Si en la verdad hay una distinción entre “verdad” y “más verdadero” (la verdad de la verdad), también podemos hacer la misma distinción en la falsedad: entre la falsedad sutil y la falsedad descarada.

Podemos comparar estos cinco niveles - la verdad de la verdad, la verdad, la cúspide de la verdad, la falsedad sutil y la falsedad descarada - con los cinco títulos discutidos en el primer capítulo de Tania: el consumado tzadik (la verdad de la verdad), el no consumado tzadik (verdad), la persona intermedia (la cúspide de la verdad), la persona no consumadamente malvada (falsedad sutil) y la persona consumadamente malvada (falsedad descarada). 

El Rebe de Lubavitch explica [2] que los dos niveles de verdad existen en mundos diferentes. El enfoque de Shmuel, que parece menos preciso en nuestro mundo, es el enfoque más verdadero en el mundo espiritual.

Podemos aprender de las palabras del Rebe un fundamento importante que se puede aplicar a otros asuntos. Lo que en nuestro mundo se entiende como aproximado, como redondeo de números, es la realidad correcta y más exacta en el mundo superior. Y lo que entendemos como exacto en nuestro mundo, es sólo aproximado, relativo a la verdadera realidad en el mundo superior. Quizás hayamos pensado que los mundos superiores son mundos de intelecto complicados y complejos, mientras que nuestro mundo material es más simple. Pero la verdad es todo lo contrario. La realidad espiritual abstracta es relativamente simple y clara. A medida que descendemos a los mundos inferiores, hasta llegar a la realidad física, hay más detalles y más complicaciones, y todo se vuelve menos preciso y más confuso.

Podemos reemplazar la “verdad” y la “falsedad” por “aproximada” y “exacta”. Como explicamos, la percepción de la realidad en diferentes mundos revela la compleja reciprocidad entre lo aproximado y lo preciso. Estos dos adjetivos cambian de lugar cuando cambia la perspectiva. Lo que se considera exacto en este mundo no es más que aproximado en el mundo superior (según el enfoque de Rav Ada) y lo que sólo es aproximado en nuestro mundo (según el enfoque de Shmuel) es preciso en el mundo superior.

Es específicamente cuando alcanzamos el nivel inferior, correspondiente a la sefirá de reinado cuyas “piernas descienden hasta la muerte”, cuando nos encontramos con la necesidad de utilizar lo aproximado. Los niveles inferiores son un ámbito de posibilidades complejas que no están claramente definidas como blancas o negras, a diferencia de las discusiones más abstractas sobre la ley judía, por ejemplo. A medida que descendemos a los ámbitos de la acción repletos de cuestiones relacionadas con la actualidad y política, la claridad de la discusión jurídica teórica (incluida la aplicación práctica de la ley judía, que se centra en cómo aplicar las sentencias en estas cuestiones con respecto a un particular, que puede aislarse del mundo exterior), se abre una aparente brecha entre la Torá y la realidad. Quienes deciden las normas en tales eventos deben salvar la distancia entre la realidad y el enfoque normativo que se encuentra en la ley judía; necesitan unir la precisión de los cielos con la aproximación práctica de la realidad física. Podemos decir que la desviación del mundo inferior de la precisión del mundo superior es lo que hace que las cuestiones relacionadas con el público, como las leyes de la guerra, etc., resulten menos atractivas para los eruditos de la Torá, a quienes les gusta abordar temas claros y exactos.

Un ejemplo de la aproximación necesaria para nombrar un gobernante se puede encontrar en la historia de Rebe Najman, “El Maestro de la Oración”, que describe cómo cada grupo eligió un rey, sabiendo que él no es el verdadero rey, sino más bien, un rey aproximado que muestra sólo uno de los atributos del rey consumado. Lo mismo ocurre con el individuo cuando busca un alma gemela. El Rebe de Lubavitch enfatizó que a menudo las personas tienen una imagen exacta de cómo debería ser su cónyuge, incluyendo una serie de características y rasgos de personalidad específicos. Debemos saber, sin embargo, que, aunque esta imagen puede ser precisa y aceptable en el mundo superior (el mundo del pensamiento), en nuestro mundo inferior nada es perfecto y podemos esperar encontrar a alguien que sólo se ajuste aproximadamente a la imagen específica que tenemos en nuestras cabezas.

 Imagen: Ishpashout, CC BY-SA 3.0

 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0, vía Wikimedia Commons



[1] §8

[2]Discurso del último día de Pesaj, 5713


TANIA - PARTE 4 

EPÍSTOLA SAGRADA CARTA 14 CLASE 1 

PARA DESPERTAR AMOR A LA TIERRA DE ISRAEL 


https://youtube.com/live/4zedz1kxmnQ
 

MIÉRCOLES CABALÁ Y JASIDUT 22:00 

HORA DE ISRAEL en vivo desde Israel 

con el rabino Jaim Frim 

POR ZOOM https://us06web.zoom.us/j/2623576488 

POR YOUTUBE    / galeinaienespañol   

[Esta epístola es escrita] para despertar el antiguo amor y afecto por la Tierra Santa, de modo que arda como fogosas llamas desde la interioridad del hombre y desde la profundidad de su corazón, como si este mismo día Di-s hubiera puesto Su espíritu sobre nosotros, un espíritu de generosidad, para que el pueblo se ofrezca voluntariamente a consagrarse a Di-s con mano llena y generosa, con un crecimiento tras otro, de año en año, elevándose y superándose continuamente, en consonancia con la medida del [nivel de Divinidad llamado] Kodesh HaElión ("Santidad Suprema"), que irradia hacia la Tierra Santa y es [cualitativamente] renovado constantemente y [cuantitativamente] incrementado, como está escrito: "Por siempre los ojos del Señor, tu Di-s, están sobre ella, desde el comienzo del año hasta el fin del año". Ahora bien, esta frase —"hasta el fin..."— aparentemente no se entiende, pues al final de un año comienza otro. Por lo tanto, ciertamente [el versículo] debería haber dicho "eternamente". 

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INSTITUTO GAL EINAI 

EL PORTAL A LA DIMENSIÓN INTERIOR DE LA TORÁ 

Del RABINO ITZJAK GINSBURGH

63. Y ELEGIRÁS POR LA VIDA

 

05 Tevet 5784 – 18 de diciembre 2023

 

Estudio de Las Leyes De Acuerdo a La Ley De La Torá

Según el Shulján Aruj Admur Hazakén

Parashá de la semana (Vaigash)

Elegirás por la vida y los libros

 


 

https://youtu.be/sPPKTk5TfDU

  

78 LA LUZ QUE SE OCULTA EN SU FUENTE


https://www.youtube.com/shorts/xQgUJ_GNLd8

 

El Baal Shem Tov dice sobre: “No hay [ein, אין] mazal para Israel”, se debe decir “La Nada [ain] es el mazal de Israel”. Donde la Nada Divina es el origen de la existencia, el poder Divino de hacer existir la realidad a partir de la Nada y el cero absoluto.

Hay una luz que primero se oculta y desaparece dentro de su fuente, y luego se revela hacia afuera y produce la creación ex nihilo, algo a partir de la nada, que tiene que estar conectada y ser conciente y unida con la Nada Divina, ese es nuestro mazal (la fuente del flujo de energía vital).

Cada nación, cada pueblo tiene su mazal que es “iesh”, “ego”, que en esencia está unido a aquello que existe, no es la Nada, no es la anulación.

Pero el pueblo de Israel tiene un mazal que está conectado con la Nada Divina y se expresa en nosotros en nuestra anulación interior. Es anular nuestro deseo ante el deseo de Hashem, cumplir la Torá y los preceptos “con alegría y de buen corazón por tener abundancia de todo”.

 

79 DE LA GUERRA VIENE EL MASHÍAJ



https://www.youtube.com/shorts/3otPbycs_Uk

 

Siempre que hay una guerra en el pueblo de Israel, en palabras del rebe es una oportunidad de oro de que esta guerra pase a ser la guerra del Mashíaj, y que de la guerra venga el Mashíaj. Los sabios de bendita memoria dicen que en el séptimo de las guerras y a la salida del séptimo viene el hijo de David.

Y por eso los sabios fijaron la bendición de “redime a Israel”, la bendición de la redención en la plegaria silenciosa de shemoná esré en el séptimo lugar, la séptima bendición, porque son las guerras en el séptimo y la guerra del comienzo de la redención.

Esto es lo que deseamos y rezamos también en la guerra actual, que de esta guerra venga el Mashíaj, nuevamente, por esto fijaron la bendición de “redime a Israel en el séptimo lugar.

El Mashíaj viene desde el interior de la guerra.

 

80

5784 UN AÑO DE ELECCIONES

https://www.youtube.com/shorts/WMA5yvhjXGQ 

¿Qué indicio clara tiene el año 5784, תשפ"ד, que todavía no hemos dicho?

Hay una expresión de los sabios que se repite muchas veces que es “cruce de caminos”, parashat drajim. Así este año taf shin pei dalet, es tehe shnat parashat drajim, “sea un año del cruce de caminos”.

Ahora, cuando digo esta expresión cruce de caminos lo primero que viene a la mente es que se necesita elegir ya. Una encrucijada es que hay dos caminos y se puede ir a la derecha y se puede ir hacia la izquierda.

Entonces la encrucijada exige de mí una elección. Todo lo que hay en la Torá sobre la elección: “Mira puse ante ti la vida y el bien” y lo contrario, “y elegirás la vida”, es que en realidad Hashem nos puso en una encrucijada.

Todo el tiempo, cada día nos levantamos a la mañana y nos encontramos en una encrucijada. Qué hacer, hacia dónde dirigirnos, en qué dirección.

Por eso todo este año tiene el signo de parashat drajim, la encrucijada.

 

81

Y ELEGIRÁS POR LA VIDA

 


https://www.youtube.com/shorts/zCiYJUwXIec

 

Cada uno tiene que elegir mientras estamos en este mundo.

Hay quien dice que en el futuro por venir todo será conocido no habrá elección. Pero lo que caracteriza principalmente a nuestro mundo, este mundo, es la elección, la obligación de elegir. “Y elegirás por la vida” es un versículo importante, fundamental en la Torá “y elegirás”.

 

Tenemos que utilizar el poder de elección, el albedrío que Hashem le dio al ser humano, a pesar de que abarcadoramente Hashem conoce todo porque al conocerse a Sí mismo conoce todo, pero nosotros tenemos que elegir, elegir el sendero de la vida.

 

 

82

EL CAMINO DE ABRAHAM AVINU

 

 


https://www.youtube.com/shorts/8qaXPVa2RxM

 

El pueblo de Israel se encuentra ahora en una encrucijada donde tiene que elegirse un camino nuevo. Muchos que hasta ahora estuvieron durmiendo, “yo estoy durmiendo” [dice el Cantar de los Cantares], el pueblo de Israel hasta estallar esta guerra, ahora ya se despertaron, y dentro de ese despertar no sabemos todavía qué es bueno y hacia donde ir.

Pero sí sabemos que ahora estamos en una encrucijada y tenemos que elegir, como se dice “qué queremos en la vida” y en general qué creo.

Una encrucijada también es elegir mi verdadera fe, en qué creo, si voy en el sendero de Abraham Avinu que es el primero de todos los creyentes, y también el primero de todos los que hacen conversos, el primero de los que difunden la Divinidad en el mundo.

 

 

83

LIBERACIÓN DE LA ESTÉTICA

 


 

https://www.youtube.com/shorts/cojifbebbQg

 

Hay una esclavitud para esclavizar, pero hay otra esclavitud que es para asimilar. Por excelencia, la esclavitud para asimilar, o sea que esclavizaban con esa intención era Grecia, iaván, יון con la sabiduría. Es decir, convencer a que se produzca la asimilación por medio de mucha sabiduría, y también en la sabiduría de Grecia se pone el acento principalmente en la estética.

La estética, la belleza, iofi, יופי, por eso Grecia proviene de Iafet, יפת, “Y ensanchó Elokim a Iafet y morará en las tiendas de Shem”. Yaván al revés es noi, נוי, bello, hay que transformar Iaván en Noi, que la belleza de Iafet, de Grecia que more en las tiendas de Shem, el Templo Sagrado, es decir que también el Beit Hamikdash está construido de acuerdo a los fundamentos de la estética, que se desarrolló mucho en la cultura griega.

 

 

LECTURA DE LA TORÁ PARASHÁ VAIGASH 5784:

¿TE IMPORTA DE VERDAD?

 


https://youtu.be/ngQp1eGOBWU 

 


4 Tevet 5784 

POR LA VICTORIA Y LA VIDA DE LOS BRAVOS SOLDADOS DE ISRAEL

POR EL REGRESO DE LOS CAUTIVOS SANOS Y SALVOS A ISRAEL

Es costumbre contar una historia jasídica sobre el Baal Shem Tov todos los Motzaei Shabat, la salida del Shabat por la noche en una comida de Melavé Malká, acompañar a la novia (el Shabat).

Una segulá para un buen sustento, para tener hijos y tener satisfacciones de ellos, para una vida buena y larga y para salud 

 

DIDAN NOTZAJ – LA VICTORIA ES NUESTRA

El 5 DE Tevet 5747-1987 el tribunal de Estados Unidos decidió que todos los libros de la biblioteca de Lubavitch pertenecen al Rebe y sus seguidores. Desde entonces ese día es llamado DIDAN NOTZAJ

Con motivo de un nuevo aniversario del 5 de Tevet contaremos la historia de las idas y venidas del sidur del Baal Shem Tov hasta llegar al anterior Rebe anterior del jasidismo de Jabad, Rabi Iosef Itzjak Schneerson y de allí a la Biblioteca de Lubavitch.

Después de la muerte de Baal Shem Tov, su sidur pasó a manos del único hijo del Baal Shem Tov, Rabí Zvi, que era un tzadik oculto. Después de él el sidur pasó a su hijo rabi Israel que tenía la misma edad y era amigo cercano del santo Rebe Mordejai de Chernobil.

Durante uno de los viajes del nieto Rabi Israel se detuvo en una de las paradas en la ciudad de Yarwich, donde se sintió mal y se dio cuenta de que tenía las horas contadas. Llamó a los dirigentes de la comunidad y les dijo que tenía en su poder el sidur de oración de su abuelo el Besh”t y pidió que después de su partida le dieran el sidur al rabino Mordejai de Chernobil. Rabi Israel falleció y fue enterrado y los miembros de la comunidad fueron a Chernobil para contarle al rabino Mordejai lo sucedido.

Le dijeron que sidur estaba con ellos y que se lo darían sólo si él venía a su comunidad. El tzadik de Chernobil estuvo de acuerdo, fue a Yarwich para Shabat y recibió el sagrado sidur. En la ciudad de Kaminka vivía un jasid y rico empresario, su nombre era rabino Itzjak Lipson.  El sidur estuvo en su poder durante muchos años. Probablemente le llegó desde Chernobil. Posiblemente por su cónyuge que lo heredó.

Uno de los escritores de esa época que escribió un libro sobre el Baal Shem Tov envió una carta al empresario y le pidió detalles sobre el sidur. Recibió una respuesta bien editada y firmada por 'Moshe Hojman, un maestro de la casa del hombre rico.' En la carta, el maestro escribe que su amo apenas saca el sidur de la casa donde estaba oculto y no lo muestra por el deseo de conservarlo. Sin embargo, copia del sidur costumbres y algunas líneas que enseñan un poco sobre el liderazgo visible del Besh”t.

Durante una de las guerras, el Sr. Lipson perdió su propiedad y sus herederos vendieron el sidur al Rebe Raiatz, Rabi Iosef Itzjak Schneerson, el sexto rabino del Jasidut Jabad por unos mil dólares. Cuando el Raiatz estaba en Varsovia, el rumor de que tenía el sidur del Beshat pasó de boca en boca y mucha gente vino a verlo. El Rebe actuaba con amabilidad y generalmente les permitía verlo con la condición de que se sumerjan antes de visitar en la mikve tahará. Incluso le pidió a uno de los Rebe que vino a ver el Sidur que se sumerja, especialmente antes de tocar el Sidur a pesar de que ya lo había hecho por la mañana.

Era común ver a la entrada de su casa en Varsovia una larga fila de jóvenes de diferentes ieshivot, con sus peot goteando el agua de la purificación en la mikve y alertas y entusiasmados por encontrarse con el sidur de oraciones del Rebe de todos los Rebes, el Baal Shem Tov. El Raiatz se llevó el sidur a Nueva York junto con su famosa biblioteca.

En una alocución del Rebe de Lubavitch, el Rebe Menajem Mendel Schneerson, en 5745-1985, el Rebe dijo que siempre tuvo un gran temor por el santo sidur hasta el punto de tener miedo de acercarse a él y tocarlo. Sólo una vez, cuando su suegro le ordenó sacarlo y mostrárselo a cierto investigador, vio la página donde se notaban las lágrimas y gotas de sangre del esfuerzo en el servicio puro del Beshat en los días de Rosh Hashaná.

En el mes de Adar de 5782-2022 se publicó por primera vez de forma gratuita una fotografía completa de todo el sidur, como parte del proyecto de digitalización de la Biblioteca de Lubavitch, haciéndola así accesible como referencia para el público en general.

MITAD CADA UNO

el Midrash relata lo siguiente:

En el futuro, Dios le dirá a Itzjak: “Tus hijos han pecado contra Mí”.

Itzjak le responderá: “Amo del Universo, ¿son mis hijos y no Tus hijos?

Cuando dijeron en la entrega de la Torá:

'Cumpliremos [los mandamientos, y luego] los escucharemos [los entenderemos]',

Tú los llamaste: 'Hijo mío, Mi primogénito'.

¿Ahora ellos son mis hijos y no Tus hijos?

Y, además, ¿cuánto pudieron haber pecado?

La vida de una persona es de setenta años.

Si se restan veinte años antes de que sea responsable [el cielo administra castigo sólo a los mayores de 20 años], nos quedan cincuenta. Restamos la mitad de ese tiempo para dormir y nos quedan veinticinco años. La mitad de ese tiempo se dedica a la oración, la comida y las necesidades mundanas y nos quedan doce años y medio de pecado.

Si Tú puedes asumir esos años, está bien. Y si no, la mitad por mí y la mitad por Ti”.


HISTORIAS JASÍDICAS 

Rebe Mordejai Iosef de Izhbitze:  TANTO COMO PUEDAS TOMAR 

Rebe Mordejai Iosef Leiner de Izbica es bien conocido por su libro "Mei HaShilo'aj". Nació en 1800 siendo su padre, Rabi Iaacov, quien fue discípulo del Vidente de Lublin. El propio Rebe Mordejai Iosef fue uno de los ilustres discípulos del Rebe Simja Bunim de Parshischa. Después del fallecimiento del Rebe Simjá Bunim, siguió el liderazgo de su colega, el Rebe Menajem Mendel de Kotzk, hasta que comprendió con su santa visión que debía liderar su propia congregación. Su hijo y sucesor fue Rabi Iaacov, autor del Beit Iaacov, quien amplió enormemente las enseñanzas de su padre. Su nieto era Rabi Gershon Janoj Henej, conocido como "Ba'al HaTejelet", en referencia a su libro sobre la identificación del tinte bíblico azul violeta utilizado en un tzitzit. Discípulos famosos del Mei HaShiloáj fueron Rebe Leibele Eiger (conocido epónimamente como el Torat Emet) y Rabi Tzaddok HaCohen de Lublin. Falleció el día 7 de Tevet de 5614 (1854). 

Un jasid Izhbitzer anciano contó que una vez, uno de sus hijos enfermó gravemente. Llevó médicos al niño, pero nada ayudó. Luego escuchó que el Maguid de Trisk (Rebe Avraham Twersky) vendría a su ciudad y decidió ir al Maguid para pedirle su bendición. El Maguid le dijo que le diera 18 rublos de oro a su organización benéfica para salvar al niño. El jasid no tenía ni de lejos esa suma de dinero y dejó al Maguid con el corazón roto.

“¿Por qué no vendiste todo lo que tenemos para recaudar la suma de dinero?” Se lamentó la esposa del jasid. La condición del niño empeoró y el jasid fue a ver a Rebe Mordejai Iosef de Izbica para contarle lo que el Maguid de Trisk le había dicho y pedirle consejo. Rebe Mordejai Iosef le dijo que donara 18 monedas de plata a su organización benéfica y que, con la ayuda de Dios, el niño se recuperaría.

Rebe Mordejai Iosef añadió que podemos aprender este principio de nuestra sagrada Torá: Todos los utensilios del Tabernáculo estaban hechos de oro - excepto las dos trompetas, que estaban hechas de plata (Números 10:2). La razón de esto es que las trompetas debían tocarse en tiempos de dificultad. Y en tiempos de dificultad, Dios nos muestra que él también participa de nuestro dolor. Él deja el oro a un lado y la plata es suficiente, para facilitar las cosas a su pueblo, que está sufriendo. De la misma manera, el tzadik tiene que formar parte del dolor de quienes acuden a él y pedir solo lo que está dentro de las posibilidades de la persona. 

El Maguid de Mezritch explicó que la palabra para “trompetas”, jatzotzrot (חֲצֹצְרוֹת) - de la cual Rebe Mordejai Iosef dedujo la obligación de participar en el dolor de los demás, es una especie de abreviatura de las palabras “mitades de una forma”, jatzei tzurot (חֲצָאֵי צוּרוֹת), indicando que cuando tocamos las trompetas en nuestro tiempo de sufrimiento, la otra mitad de la forma la completa Dios desde Arriba. En nuestra historia, las medias formas se pueden leer como “mitades de problemas” (חֲצָאֵי צָרוֹת). Una mitad de la carga de sobrellevar los problemas el Rebe se la da a su jasid, la otra mitad la lleva él mismo. Un Rebe que encarna esta cualidad especial de las trompetas tiene el carácter de nuestro patriarca Itzjak, de quien el Midrash relata lo siguiente: 

En el futuro, Dios le dirá a Itzjak: “Tus hijos han pecado contra Mí”. Itzjak responde: “Amo del Universo, ¿son mis hijos y no Tus hijos? Cuando dijeron en la entrega de la Torá: 'Cumpliremos [los mandamientos, y luego] los escucharemos [los entenderemos]', Tú los llamaste: 'Hijo mío, Mi primogénito'. ¿Ahora ellos son mis hijos y no Tus hijos? Y, además, ¿cuánto pudieron haber pecado? La vida de una persona es de setenta años. Si se restan veinte años antes de que sea responsable [el cielo administra castigo sólo a los mayores de 20 años], nos quedan cincuenta. Restamos la mitad de ese tiempo para dormir y nos quedan veinticinco años. La mitad de ese tiempo se dedica a la oración, la comida y las necesidades mundanas y nos quedan doce años y medio de pecado. Si Tú puedes asumir esos años, está bien. Y si no, la mitad por mí y la mitad por Ti”. 

Como Itzjak, que divide la vida de una persona con todas sus debilidades y pecados una y otra vez, y toma la mitad de ellos sobre sí mismo, así Rebe Mordejai Iosef dividió el problema entre él y el jasid. Hay una enorme profundidad en asociar este concepto con las trompetas del Tabernáculo. Rabi Itzjak Luria explica que las trompetas corresponden a las sefirot de victoria (netzaj) y reconocimiento (hod), que se describen como “dos mitades de un solo cuerpo”. Rebe Mordejai Iosef siente e inculca en su jasid que en realidad son, como un hombre y una mujer, dos mitades de un solo cuerpo. Debido a que esa es su experiencia, el Rebe Mordejai Iosef puede dividir los problemas y el dolor de su discípulo y participar en ellos de una manera que incline la balanza del juicio en el Cielo en la dirección correcta. La inclinación de la balanza hacia la derecha (el lado de la bondad) se refleja en cómo el Rebe pudo reemplazar el oro con plata. El reemplazo no sólo trae la cantidad de caridad necesaria dentro de los medios del jasid, sino que el oro, que representa el atributo de poder y juicio severo (situado a la izquierda), se transforma en plata, que representa el atributo de bondad y amor (situado a la izquierda). en el eje derecho).

Analizando la historia utilizando un lenguaje cabalístico más desafiante: Normalmente, el Rebe representa la sefirá de victoria, que es una rama extendida del amor, mientras que el jasid representa la sefirá de reconocimiento, que es una rama extendida de poder. Los dos manifiestan la declaración del Zohar: "él está en victoria y ella en reconocimiento". Pero en su anhelo de aliviar el sufrimiento del jasid, el tzadik “cruzó sus manos” como lo hizo Iaacov cuando bendijo a los hijos de Iosef. Ahora su mano derecha (que se corresponde con la bondad) influye en el lado izquierdo (es decir, la sefirá de reconocimiento y su mano izquierda (que se corresponde con el poder) empodera el lado derecho (es decir, la sefirá de victoria, donde se encuentra el propio Rebe). Esto evita una situación en la que reconocimiento descienda y caiga; una calamidad descrita por los sabios con las palabras: “Mi hod se ha vuelto contra mí como un exterminador”[1] y el jasid puede ser redimido de su difícil situación.

Podemos aprender de esto sobre todas las relaciones en las que nosotros, como un Rebe, asumimos el papel de persona influyente u otorgante (ya sean padres e hijos, maestros y estudiantes, o esposo y esposa). Podemos exigir una distribución justa del esfuerzo entre nosotros y los demás, esperando que la otra parte esté a la altura de las exigencias a las que nos hemos habituado. Como tal, tendríamos que exigirles el equivalente en oro. A menudo, esto está bien y, de hecho, la mayoría de los utensilios del Tabernáculo y del Templo estaban hechos de oro. A veces, sin embargo, una verdadera colaboración implica tener en cuenta los problemas del compañero, el equivalente a cambiar a la plata, y la capacidad de asumir todo lo necesario para aliviar el sufrimiento del compañero. Porque si ambos somos sólo la mitad de un todo mayor, entonces la responsabilidad por los pecados y debilidades de mi otra mitad también recae sobre mí. ¿Cómo entonces puedo exigirle al otro que ponga todo de su parte? 

Imagen: wiki/Usuario:IsraelXKV8R


[1] Daniel 10:8



CALENDARIO HEBREO: El Mes de Tevet

TORÁ Y CIENCIA: Psicología Jasídica 

¿PUEDE LA IRA SER ALGO BUENO? 

Había una vez un hombre rico que tenía una cervecería. Tenía 24 ollas en las que elaboraba su brebaje especial y muchos trabajadores y supervisores. Una vez vio que había desorden en su cervecería y se enojó mucho con sus supervisores, quienes le estaban causando pérdidas monetarias y daños. Mientras reprendía a sus supervisores, escuchó que el Baal Shem Tov había llegado y corrió a darle la bienvenida.

 "¿Quién eres?" le preguntó el Baal Shem Tov.

“¿Rabi no me reconoce? Soy el dueño de esta cervecería”, respondió el hombre.

“Si no supiera que vives aquí, no creería que eres el dueño”, dijo el Baal Shem Tov. “Porque la cáscara de tu gran ira contra tus trabajadores te envolvió de pies a cabeza y estás irreconocible”.

La mayoría de la gente se enoja. Pero si nos miráramos desde dentro, desde una perspectiva espiritual, tampoco nos reconoceríamos. ¿¿¿Ese soy yo??? ¿Cómo perdí el control sobre mis acciones y mis palabras? ¿Adónde desaparecieron todos mis buenos rasgos de carácter? ¿Todos mis santos pensamientos? ¿Mi fe en Dios y temor al Cielo? ¿Cómo se evaporó todo?

En el fondo de tu corazón, probablemente no te sorprendas tanto de haberte enojado. Muchas personas tienen en su interior un volcán inactivo que puede entrar en erupción en cualquier momento y arrojar lava burbujeante. Cuando nos acercamos, entendemos que la ira surge del orgullo - ya sea revelado u oculto. Algo no me funciona bien, algo no se ajusta a mis planes o expectativas (de mí o de los demás). Me duele el ego y no estoy dispuesto a quedarme callado.

Después de todo, sabes que no luchaste contra tu falso orgullo cuando apenas estaba echando raíces. Estabas seguro de que lo sabías mejor que los demás. Te impacientaste cuando las cosas no salieron como esperabas. Te enojaste, tanto en casa como fuera. Tu falso orgullo siguió creciendo hasta que se apoderó de todos los poderes de tu alma. Finalmente, estalló en ira. Una alusión numérica: כעס (ira) = 10 veces גאוה (orgullo). En otras palabras, la ira es el orgullo consumado cuando llena los diez poderes del alma. ¡Sí, un verdadero desastre!

El santo Arizal nos reveló un secreto reconfortante. ¡Este bucle de ira y orgullo puede rectificarse! Es cierto que el Arizal dice: “Todos los demás pecados manchan un órgano, pero la ira mancha toda el alma y la incapacita. Sin embargo, todo lo que hay que hacer para remediar esto es ayunar, 151 (el valor numérico de כעס - ira más 1), y todo quedará atrás.

Esto puede resultar un poco difícil de aceptar. ¿Qué debe hacer una persona que se enoja más de dos veces en un año? ¡No hay suficientes días en el año para que ayune!

La historia del Baal Shem Tov y el enojado dueño de la cervecería continúa:

“Asegúrate de que a partir de hoy no te enojes más”, dijo el Baal Shem Tov al dueño de la cervecería. “Y también aceptaré no enojarme con nadie. Ni siquiera con mi conductor de carreta, Alexai. Por ahora he visto la gran mancha que causa la ira”.

También podemos intentar seguir los pasos del Baal Shem Tov (y los pasos de los sabios de Israel a lo largo de las generaciones) y no enojarnos - jamás.

¿Por qué entonces el sentido del mes de Tevet es la ira? Cuando el Libro de la Formación, escrito por Abraham, define la ira como uno de los sentidos del alma, significa que es una energía positiva en el alma. El mes de Tevet es el momento de centrarse en desarrollar esta fuerza positiva. Rabí Shimon Bar Iojai en el sagrado Zohar también nos enseña que hay ira llamada “maldita” e ira llamada “bendita”.

¿Qué es la ira bendita y cómo podemos centrarnos en desarrollarla?

Hay situaciones en las que es correcto no sólo fingir estar enojado sino enojarse realmente. ¿Como podemos entender esto?

La ira es el encendido del fundamento de fuego en el alma. En un nivel más profundo, expresa una preocupación candente sobre un tema determinado.

A los jasidim les encanta el calor. La frialdad es similar al distanciamiento. En las primeras generaciones del Jasidut, los Rebe jasídicos se esforzaron por incorporar específicamente a los oponentes más ruidosos y ardientes del Jasidut. Cuando una persona de mal genio se encuentra con el fuego del Jasidut, sin duda se transformará en un jasid entusiasta y fascinante.

Vemos que la ira expresa la llama de una fuerte implicación y preocupación. Esto es lo que tenemos que desarrollar en el mes de Tevet. El desafío es diferenciar entre lo que es digno de nuestro entusiasmo y pasión y lo que debemos rechazar. Por lo general, nuestras reacciones ante diferentes situaciones pueden ser todo lo contrario de lo que deberían ser: fácilmente nos enojamos con una persona que ha herido nuestro orgullo o nuestros intereses. Sin embargo, cuando se trata de cuestiones de santidad, de repente tenemos una paciencia y una calma infinitas.

El mes de Tevet llega especialmente para todos aquellos enojados por las cosas equivocadas y apáticos por las cosas correctas. Nos invita a volvernos y acudir a Dios. Respecto a nosotros mismos, tenemos que aplicar nuestro ojo izquierdo, que reconoce nuestra pequeñez. De esta manera nos relacionamos - con crítica y gran escepticismo - con todas las exigencias de nuestro insaciable ego. En cuanto a la santidad, tenemos que estar alegres y apasionados de todo corazón, dejar que nuestro amor por la santidad se “desborde” y ¡disfrutarlo!

¿Y qué pasa con la ira?

El rey David, que fue la carroza para el atributo de humildad, ya nos enseñó en Salmos 4:5 “Enojaos y no pequéis”. Los sabios talmúdicos explican: “Una persona siempre debe hacer que su inclinación al bien se enfade con su inclinación al mal”. Durante este mes de Tevet, aprenderemos a enojarnos por nuestra inclinación al mal, que nos incita a hacer lo erróneo. Lo rechazaremos con entusiasmo, con un corazón cálido y el fuego de la batalla, como nos guía el Alter Rebe en el Tania: “Y debe enfadarse con él con voz fuerte y con ira, para humillarlo… es decir, enojarse, con el alma animal, que es su inclinación al mal, con estruendo y furia en sus pensamientos, para decirle: “Eres malo y perverso y repugnante y abominable y censurable etc., repitiendo todos los apelativos con que lo llamaron nuestros sabios.” Sinceramente, ¿hasta cuándo me ocultarás la luz infinita de Dios?

Que este sea un Tevet lleno de calor sagrado.

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Parashá Vaigash 5784

 

PARASHAT VAIGASH:

 ALIÁ por ALIÁ

 

PRIMERA LECTURA:

 CONECTANDO A IOSEF Y IEHUDA

 "Entonces Iehuda se acercó a él [Iosef]..."

 

Vivir en contacto con el tiempo

Hay un dicho muy conocido que dice que uno debe vivir su vida en contacto con los tiempos, Lijiot Im HaZman (לִחיוֹת עִם הַזְמָן). Lo que esto significa es que una persona debe vivir en conjunción con la lectura de la Torá de la semana, con la parashá semanal. Cada año, en cada congregación judía, se lee públicamente en Shabat una porción del Pentateuco llamada parashá. En el transcurso de todo un año - desde la festividad de Simjat Torá hasta la próxima festividad de Simjat Torá - se completa la lectura pública de todo el Pentateuco. Por lo tanto, vivir conectado con el tiempo significa ser consciente del eterno mensaje espiritual y práctico contenido en la parashá semanal. Una persona que quiere vivir espiritualmente necesita conectar su vida con la parashá semanal y encontrar orientación y enfoque en la parashá.

Parashat Vaigash describe la reunión de Iosef con su familia. Anteriormente, la Torá describió cómo durante 22 años, Iaacov, el padre de Iosef, no lo había visto (después de que los hermanos de Iosef lo hubieran vendido como esclavo). Iaacov pensó que Iosef había sido asesinado. Cuando en la parashat Vaigash finalmente se le dice que en realidad Iosef todavía está vivo, dice, con tremenda emoción: "Iosef, mi hijo, todavía está vivo", expresando su extrema alegría

Después de la lectura pública de la Torá, también se lee una porción de los libros de los Profetas, llamada Haftará. La Haftará leída en conjunción con Vaigash es del capítulo 37 del Libro de Ezequiel. En ella, Dios instruye a Ezequiel para que tome dos ramas de árbol, una que simboliza la casa de Iehuda y la otra la casa de Iosef, y que una estas dos ramas. Entonces, por medio de un milagro, Dios une las dos ramas en una sola. Esta profecía simboliza cómo los dos reinos de la nación en ese momento, el Reino del Sur de Iehuda y el Reino del Norte de Israel, que estaba gobernado por los descendientes de Iosef, la tribu de Efraím (razón por la cual a veces, como en esta profecía en particular, son denominados Efraím), se unirán. El Reino de Iehuda era el lugar del Templo Sagrado en Jerusalén y, por lo tanto, estaban más comprometidos con el estudio de la Torá y el cumplimiento de sus mandamientos que las Diez Tribus del Reino del Norte, el reino de Efraím.

Del mismo modo, hoy en día hay judíos que son más observantes y judíos que lo son menos, a pesar de que todos son judíos. Por mucho que en este mundo el pueblo judío sea dos reinos, cuando venga el Mashíaj, estos dos "reinos" se unirán para convertirse en un solo árbol

Comprensiblemente, entonces, una de las frases centrales de esta profecía, que constituye la Haftará de la parashat Vaigash es, "el árbol de Iosef" (עֵץ יוֹסֵף). Uno de los vínculos entre la parashá y la Haftará es que esta frase tiene exactamente el mismo valor que lo que Iaacov dijo cuando escuchó las buenas noticias acerca de Iosef: "Iosef, mi hijo, todavía vive", Od Iosef beni Jai (עוֹד יוֹסֵף בְּנִי חַי). Ambos tienen un valor numérico de 316. Obviamente, esta es una alusión muy importante a la afinidad especial entre la parashat Vaigash y esta profecía particular de Ezequiel que fue elegida como la lectura en los profetas para la parashat Vaigash.

Las dos dimensiones del Mashíaj

Los sabios identifican a Iosef representando al Mashíaj, hijo de Iosef. El Mashíaj que todos esperamos, que rectificará al mundo entero, tiene dos dimensiones en su carácter, una de Iosef y la otra de David, que es de la tribu de Iehuda. Cada una de las ramas del árbol que aparece en la profecía de Ezequiel representa una dimensión del Mashíaj

El árbol de Iosef representa la dimensión en la que el Mashíaj dialoga con la ciencia para integrarla en la Torá. Pero esta es una tarea muy difícil y es espiritualmente peligrosa y puede dañar este aspecto del Mashíaj. Por esta razón, los sabios afirman que la dimensión-Iosef del Mashíaj siempre está en peligro de muerte, por así decirlo. Pero la dimensión-David del Mashíaj, el Mashíaj hijo de David, representa el poder político de pacificación que se relaciona con la construcción del Templo Sagrado en Jerusalén, un proceso que sigue a la integración entre la Torá y la ciencia lograda por el aspecto Iosef del Mashíaj. El aspecto David del Mashíaj siempre es llamado viviente.

Uno de los temas centrales de la Cábala del Arizal es la elevación de las chispas. Nuestro trabajo en nuestra realidad presente para elevar las chispas es lo que le da al Mashíaj hijo de Iosef - la dimensión Iosef del Mashíaj - el poder para completar su tarea, permitiéndole finalmente unirse con la dimensión David del Mashíaj. Esta es la misma unificación que se describe en la profecía de Ezequiel. De hecho, la guematria de Ezequiel (יְחֶזְקֵאל) es la misma que Iosef (יוֹסֵף), insinuando la afinidad especial entre los dos personajes.

El rebaño de Iosef

Como sabemos, los dos reinos no se exiliaron al mismo tiempo. Primero, el Reino del Norte fue conquistado y sus habitantes, conocidos como las Diez Tribus, fueron exiliados por el imperio asirio. Luego, unos 60 años más tarde, el Reino del Sur, el reino de Iehuda junto con la tribu de Benjamín (y miembros individuales de las Diez Tribus que no fueron exiliados y permanecieron en la Tierra de Israel) fueron conquistados y exiliados por el imperio babilónico

El pueblo judío de hoy es en su mayoría descendiente del Reino del Sur, que es una de las razones por las que se nos llama judíos, una forma abreviada de Iehuda. Por lo tanto, la profecía de Ezequiel predice que, en la futura unificación bajo el Mashíaj, las Diez Tribus que fueron exiliadas por separado se reunirán con Iehuda (y Benjamín). Esto alude al hecho de que hoy en día hay dispersas por todo el mundo muchas personas, que, aunque no se identifican como judías, tienen algún parentesco lejano con el pueblo judío. Esto se manifiesta como un sentimiento especial de afecto que estos individuos tienen por el pueblo judío y por la Torá. Por lo tanto, todos estos individuos alrededor del mundo están relacionados con Iosef

El árbol de Iosef está constituido por muchas personas que, aunque no son judías a nivel físico, se conectan espiritualmente con el judaísmo, y la chispa que subyace en el corazón de su afinidad con el pueblo judío y con la Torá sigue viva. De hecho, dice Ezequiel, éstos se reunirán bajo el árbol de Iosef y se unirán con el árbol de Iehuda, de modo que formarán un solo árbol sobre el cual el Mashíaj, cuya alma es el alma de David, el rey de Israel (que está muy vivo), reinará.

En la profecía de Ezequiel, la soberanía unida sobre estos dos árboles unificados se describe como que tienen un rey, melej (מֶלֶךְ), un pastor, roé (רוֹעֶה), y un presidente, nasi (נָשִׂיא). El rey debe ser a la vez pastor y presidente. Ser pastor significa guiar a cada individuo del rebaño y proporcionarle el sustento espiritual y físico que requiere. El papel del presidente con respecto al Mashíaj encapsula su papel como el que enseña la Torá a todo el mundo (no solo al pueblo judío), tanto el cuerpo de la Torá -  es decir, los mandamientos - como el alma de la Torá, su dimensión interna que comprende los secretos y el efluvio Divino que reside dentro de la Torá,  en lo que concierne a todos y cada uno de las personas.

 

(de una clase dada el 6 de Tevet, 5771)

 

SEGUNDA LECTURA:

 IOSEF Y EL CUERPO JUDÍO

 

"Soy Iosef; ¿Mi padre vive aún?

 

En la porción de la Torá de Vaigash (leída durante el mes de Tevet), Iosef se revela a sus hermanos: "Yo soy Iosef; ¿ Mi padre vive aún?[1] Iosef, el hermano que se había ausentado durante 22 años, desde la edad de 17 años, y que se creía asimilado entre los gentiles, se revela de repente a sus hermanos como un judío orgulloso, fiel a las tradiciones de su padre, Iaacov y los patriarcas.

Iosef simboliza la chispa viva en el corazón de cada judío, incluso de uno que parece haberse asimilado en medio de una cultura extranjera, alejada de las tradiciones de Israel. Aunque "duermo" en el exilio, "mi corazón está despierto".[2] Esta es la chispa de Iosef. "Cada uno tiene su día" y llegará un momento y la chispa de Iosef se revelará para que todos la vean: "Yo soy Iosef, ¿ Mi padre vive aún?"

Rajel llamó a su primogénito Iosef, diciendo: "Dios me añadirá [iosef] otro hijo".[3] En los escritos jasídicos se explica que la cualidad especial encarnada por Iosef es la capacidad de influir favorablemente en un judío, que se ha afiliado a los que están fuera del redil y por lo tanto aparece externamente como "otro", para que vuelva a ser abiertamente un hijo de su Padre Celestial.

Por Providencia Divina y designio, Iosef fue enviado a Egipto antes que sus hermanos para preparar el camino para su familia al implantar en la tierra de Egipto el poder de la supervivencia judía, que se volvería crucial durante el largo exilio en Egipto. El alma de Iosef se esconde en los recovecos de las almas de su familia mientras ellos, los israelitas, están en el exilio, y los despierta para que salgan de su exilio. Vemos esto en los versículos finales del libro de Génesis, cuando Iosef revela a su familia la frase que servirá como una especie de contraseña que anuncia la redención de Egipto. Él les dice: "Dios [Elokim] ciertamente se acordará de ustedes"[4] y estas son las palabras que Moisés escucha de Dios cuando es enviado a la misión de sacar a los israelitas de Egipto[5].

En el Zohar se afirma que la revelación de Iosef ante sus hermanos prefigura la revelación de Dios al pueblo judío en el Monte Sinaí: "Yo soy Havaiá tu Di-s, que te saqué de la tierra de Egipto, de una casa de esclavitud".[6] El despertar para salir de Egipto, que es el secreto de la revelación de Iosef a sus hermanos, es realmente la manifestación de la esencia de Dios dentro del pueblo judío. Con un despertar desde abajo (con el deseo inicial del Pueblo Judío de ser redimido), se despierta un deseo complementario desde Arriba, de Dios, de liberar a Su pueblo. Esencialmente, los dos son realmente uno y el mismo

"Cantaré alabanzas a mi Dios mientras exista"

Cuando los hermanos regresaron a Iaacov, trajeron buenas nuevas: "Iosef todavía vive". A su vez, Iaacov declaró: "Iosef mi hijo está todavía vivo".[7] Significativamente, los tres emocionados pronunciamientos: "Yo soy Iosef; ¿todavía vive mi padre?", "Iosef está todavía vivo" y "Iosef, mi hijo está todavía vivo" comparten la palabra "todavía", od (עוֹד). Centrémonos en esta palabra y descubramos su significado más profundo

Del versículo: "Alabaré a Dios mientras viva; Cantaré alabanzas a mi Dios mientras exista"[8] (אֲהַלְלָה י-הוה בְּחַיָּי אֲזַמְּרָה לֵ-אלֹהַי בְּעוֹדִי), el Alter Rebe, Rabí Schneur Zalman de Liadi, aprende[9] que "la vida se deriva del Nombre esencial de Dios, Havaia, mientras que el cuerpo, al que se hace referencia con la palabra "todavía", beodí [בְּעוֹדִי] proviene de Su Nombre Elokim". Por lo tanto, vemos que esta palabra "todavía" (עוֹד) se refiere al cuerpo de un judío, que está subordinado al alma o vida de un judío, que deriva del Nombre Havaiá.

El alma divina de un judío es "verdaderamente una parte de Dios en lo alto".[10] Por lo tanto, no es sorprendente que el alma tenga existencia eterna. Sin embargo, con respecto al cuerpo de un judío, inesperadamente aprendemos que, en cualquier situación - incluso cuando desciende a Egipto, "la desnudez de la tierra" - vive y prospera. En el cuerpo del judío hay una chispa esencial (además del alma pura colocada en su interior) que vivifica y sostiene el cuerpo: esta chispa no es otra que la chispa de Iosef, el secreto de "Dios [Elokim] sin duda se acordará de ti". De hecho, la relación especial de Iosef con el nombre de Dios, Elokim, se advierte cuando replica al faraón en su momento más crucial: "... No soy yo. Dios [Elokim] le dará al Faraón una respuesta favorable".[11]

Poder infinito de generación

La primera expresión de emoción ("cuando Iosef se dio a conocer a sus hermanos"): "¿Vive todavía mi padre?" se refiere al cuerpo de Iaacov, el anciano padre. Después, la emoción se refiere al cuerpo del hijo, Iosef, que también ha podido sobrevivir y prosperar: "Iosef todavía vive"; "Es genial; Iosef, mi hijo, aún vive".

De acuerdo con la Cabalá, Iaacov es el alma arquetípica de la sefirá de belleza (tiferet), que se asocia con el torso o cuerpo, en la forma superior. Iosef es el alma arquetípica de la sefirá de fundamento (iesod), lugar del sagrado pacto de la circuncisión hecho entre Dios y Abraham. En la Introducción al Zohar, una sección conocida como Pataj Eliahu, fundamento se describe como "el fin del cuerpo, siuma degufa (סִיּוּמָא דְגוּפָא). Por lo tanto, encontramos que tanto Iaacov como Iosef insinúan el cuerpo - la "parte principal del cuerpo" y "el fin del cuerpo". En el Zohar, la conexión se describe como "el torso y el lugar del pacto, se consideran uno".[12]

A pesar de que el pueblo judío es la progenie de Iaacov, según el versículo: "Estos son los linaje de Iaacov; Iosef…”[13] Los escritos jasídicos explican que toda la progenie de Iaacov nació a través del poder de Iosef - incluidos los otros hijos de Iaacov, nacidos antes que Iosef. Iosef, como alma arquetípica de fundamento, "el fin del cuerpo", el órgano de la procreación, manifiesta el poder de la procreación en él y es por eso que se le describe como "todavía Iosef vive", es decir, el poder de la procreación del cuerpo está vivo. Como se ha dicho, el poder de Iosef es tanto para procrear física como espiritualmente, añadiendo muchos "hijos" que se consideran perdidos. El Baal Shem Tov explica que el "poder del infinito" de Iosef para procrear refleja la vitalidad esencial de los cuerpos del pueblo judío, que permite a cada uno generar y dar a luz no solo a infinitas generaciones de descendientes, sino a descendientes que son todos diferentes, lo que ilustra infinita variedad.

El verso final de la porción de la Torá de Vaigash dice: "E Israel habitó en la tierra de Egipto, en la tierra de Goshen, y tomaron posesión de ella y crecieron y se multiplicaron en gran manera".[14] El poder de fructificar y multiplicarse (sobremanera, más allá de toda medida y limitación) es el poder especial de Iosef, cuyo nombre es afín con la palabra hebrea para "añadido" (tosefet) como en el dicho: "lo que Dios añade excede en gran manera de lo que había en el principio", tosefet merubá al haikar (תּוֹסֶפֶת מְרֻבָּה עַל הָעִקָּר). En palabras del Alter Rebe, "un judío debe hacer otro judío".

La época del año

Parashat Vaigash siempre se lee en el mes de Tevet, que los sabios describen como "el mes en que un cuerpo disfruta de otro". Aunque esto generalmente se refiere al placer derivado de la cercanía física entre marido y mujer, en nuestro contexto se refiere al placer que Iaacov (la parte principal del cuerpo) recibió al darse cuenta de que Iosef (el final del cuerpo) todavía estaba vivo. Esto es para permitir el engendramiento de numerosa progenie judía - las Huestes de Di-s - hasta que "todas las almas del cuerpo sean terminadas", momento en el cual aparecerá el redentor.

El día de fallecimiento del Alter Rebe, el primer Rebe de Lubavitch, es el 24 de Tevet. El Alter Rebe solía decir que, en el futuro, "el alma será alimentada por el cuerpo". Habrá una inversión de la naturaleza: lo esencial (el alma) se convertirá en accesorio, mientras que lo que antes era accesorio (el cuerpo) se convertirá en esencial. Este es el verdadero secreto de "Iosef aún vive": el od de Iosef (que está en cada judío) vivirá eternamente, mientras que el alma (el aspecto de "Alabaré a Dios mientras viva") recibirá su vitalidad principal del cuerpo que vivirá por siempre.

 

 

 

TERCERA LECTURA:

 EL SECRETO DE LAS LÁGRIMAS

 

"Se echó sobre el cuello de Benjamín y lloró, y Benjamín lloró sobre su cuello. Y besó a todos sus hermanos y lloró sobre ellos.""

 

La historia de Iosef y sus hermanos alcanza su clímax en la Parashat Vaigash cuando Iehuda se acerca a Iosef y se entrega como sirviente en lugar de Benjamín, para que Benjamín pueda regresar indemne a casa de Iaacov. Cuando Iosef ve la dedicación de Iehuda por proteger a Benjamín y su remordimiento por haber deseado hacerle daño a Iosef hace tantos años, no puede contener las lágrimas y llora ante sus hermanos diciendo: "¡Yo soy Iosef! ¿Mi padre aún sigue vivo?" La revelación de Iosef a sus hermanos estuvo acompañada de llanto. No es la primera vez que leemos que Iosef llora, ni la última. Unos versículos más adelante leemos cómo Iosef "... se echó sobre el cuello de Benjamín y lloró, y Benjamín lloró sobre su cuello. Y besó a todos sus hermanos y lloró sobre ellos". Con todo, el verbo "y lloró", vaievej (וַיֵּבְךְ) aparece siete veces en la Torá con referencia a Iosef - más que cualquier otra figura bíblica

Iosef en Egipto era afamado por su gran sabiduría. En términos prácticos, era un rey; un dirigente que gobernó una tierra y a su pueblo con la misma contención con la que controlaba sus propias inclinaciones. Aunque uno podría imaginar que un hombre tan sabio e influyente fuera severo y antipático, aquí queda claro que Iosef podía ser profundamente emocional. Normalmente, controlaba sus emociones, dirigiéndolas con moderación, pero de ninguna manera era frío o distante.

Pero, ¿es el llanto simplemente una liberación de emociones reprimidas o significa algo más?

Los primeros llorones

Al igual que con cualquier concepto en el que meditamos en profundidad, para descubrir el verdadero significado de las lágrimas, necesitamos analizar cada fenómeno del llanto en la Torá, comenzando con la primera aparición.

Hagar, la sierva de Sará, fue la primera en llorar en la Torá. Desterrada de la casa de Abraham, vagó por el desierto con su hijo Ishmael. Después de que se agotó el suministro de agua, dejó al niño debajo de un arbusto y se alejó para evitar ver su inevitable muerte. A medida que se acercaba el trágico momento, "alzó la voz y lloró".[15] El llanto de Hagar era una expresión de su total desesperación y abatimiento. La dimensión interna de la Torá explica que las cáscaras impuras prosperan con la depresión y las lágrimas, mientras que la santidad tiene afinidad con aquellos que sirven a Dios con alegría. La primera aparición de muchos fenómenos en la Torá es a menudo negativa y poco refinada. Esto también es cierto en el caso del llanto de Hagar

Abraham también lloró cuando Sará murió: "Abraham vino y elogió a Sará y lloró por ella".[16] Llorar por la muerte de su esposa es una reacción apropiada; de hecho, la ley judía anima a derramar lágrimas al enterarse de que un individuo virtuoso ha fallecido. Las lágrimas del doliente expresan respeto por el difunto y estimulan la sanación emocional para los afligidos. Cuando un ser querido fallece, no es el momento de contener con determinación las lágrimas. Si las normas sociales tienden a fomentar esa restricción, es necesario reconsiderarlas.

La tercera persona que lloró en la Torá fue Esav. Cuando se enteró de que Iaacov era el destinatario de la bendición de Itzjak en su lugar, "Esav alzó la voz y lloró".[17] Al igual que la primera aparición del llanto, esta primera aparición de la palabra "y lloró", vaievej (וַיֵּבְךְ) es también una expresión de profunda desesperación.

En su siguiente aparición, el llanto vuelve al lado de la santidad. Cuando Iaacov se encontró con Rajel, "alzó la voz y lloró".[18] Esta es una nueva expresión de lágrimas. En cada uno de los tres ejemplos anteriores, el llanto estaba relacionado con algún tipo de pérdida, pero el llanto de Iaacov era una expresión de intimidad. Huyendo de la amenaza de muerte de Esav, Iaacov se encontró de repente con un alma gemela, un miembro de su propia familia, y como alguien que se ha encontrado con un hermano perdido hace mucho tiempo, rompió a llorar.

Los dos hermanos, Iaacov y Esav, finalmente se encuentran en una reunión cargada de emociones después de años de separación; y lloran juntos. "Esav corrió hacia él [Iaacov] y lo abrazó, y se echó sobre su cuello y lo besó, y lloraron."[19] Sin embargo, en este caso, no está claro si los besos y las lágrimas de Esav fueron verdaderamente sinceros, como comenta Rashi.

A partir de este momento, el llanto permanece en la familia de Iaacov, como si hubiera encontrado su morada natural. Iaacov lloró cuando creyó que Iosef había sido devorado por un animal salvaje; "Su padre lloró por él".[20] Esto indica otro tipo de llanto – compasión por el dolor ajeno.

Lágrimas influyentes

Hasta ahora, hemos visto cuatro tipos de llanto:

·        Llanto negativo desesperado

·        El llanto positivo del duelo

·        El llanto como expresión de intimidad

·        Llorar en solidaridad por el dolor de otra persona

El llanto de Iosef no encaja en ninguna de estas categorías. Es una expresión de profunda compasión, como se establece explícitamente la segunda vez que Iosef llora: "Iosef se apresuró porque su compasión por sus hermanos le abrumaba y sintió la necesidad de llorar, y entró en la habitación y lloró allí".[21] La conexión entre la compasión y el llanto es clara; Un individuo despiadado y de corazón de piedra nunca llorará. Pero lo que despierta la compasión en uno conmoverá a una persona sensible hasta las lágrimas

Lágrimas albergadas en el corazón

Hasta ahora, nos hemos relacionado con las lágrimas de dolor y tristeza como algo negativo, siguiendo la directriz de que debemos "servir a Dios con alegría". Sin embargo, hay excepciones a esta regla. Hay muchas referencias positivas al llanto en la Biblia y en las enseñanzas de los sabios, incluso cuando se relacionan con las circunstancias desafortunadas de un individuo. En el libro de los Salmos, por ejemplo, el rey David a menudo se refiere a sus lágrimas.

Refinar nuestra tristeza es uno de los temas principales que el Alter Rebe trata en el Tania. Distingue entre la tristeza negativa, en el sentido de depresión mórbida, y la tristeza positiva, que describe como amargura. La tristeza positiva es el resultado de un corazón roto por nuestra distancia de Dios. Cuando el corazón llora a causa de esta distancia, nuestras lágrimas lo purifican y conducen a un refinamiento constante a través del arrepentimiento

Paradójicamente, este tipo de tristeza amarga no contradice nuestro sentido de alegría, como se afirma en el Zohar (y citado en el Tania): "El llanto se aloja en un lado de mi corazón y la alegría se aloja en el otro". El corazón es capaz de soportar estas dos emociones contradictorias al mismo tiempo. Como resultado, el individuo rectificado puede llorar de amargura y al mismo tiempo regocijarse de que Dios está con él en todo momento. Las lágrimas derramadas por este estado paradójico se originan en el nivel más elevado y superconsciente del alma; el singular, donde todos los opuestos se unen. De hecho, "el singular", iejidá (יְחִידָה) y "llanto", bejiá (בְּכִיָה) tienen un valor numérico idéntico de 37. De manera similar, el valor numérico de "viviente", jaiá (חַיָה) - el segundo nivel superconsciente del alma - es 23, que es el valor numérico de "alegría", jedvá (חֶדְוָה).

Lágrimas de revelación

El llanto se relaciona con la esencia de revelar un secreto que se esconde en el futuro. El Zohar explica que cuando Iosef besó a todos sus hermanos y lloró, estaba llorando por la destrucción y el exilio de sus descendientes, las Diez Tribus. De manera similar, cuando Iosef y Benjamín lloraron el uno sobre el cuello del otro, Iosef lloró por los dos Templos que estaban destinados a ser construidos y luego destruidos en la herencia de la tierra de Benjamín. Benjamín también lloró por el Tabernáculo de Silo que se erigiría en el territorio de Iosef y que sería destruido

De manera similar, el Zohar relata que cuando Rabí Akiva escuchó los secretos ocultos del Cantar de los Cantares de su maestro, Rabí Eliezer el Grande, "sus ojos se inundaron de agua". Tal llanto es el resultado de la revelación de la propia raíz del alma; el nivel "singular" del alma, donde se esconden los secretos más profundos de la Torá. Cuando Jeremías describe la redención final, encontramos un tipo similar de llanto:

 

He aquí, yo les traigo de la tierra del norte y los recojo de las entrañas de la tierra; entre ellos están los ciegos y los cojos, las embarazadas y las que dan a luz; una gran compañía, juntos volverán aquí. Vendrán llorando, y entre súplicas los guiaré, los conduciré a lo largo de ríos de agua, por un camino recto en el que no tropezarán; porque yo he llegado a ser padre de Israel, y Efraím es mi primogénito

 

Las lágrimas de la futura redención son las lágrimas de la reunión entre el pueblo judío y su Padre Celestial, lágrimas de intimidad y despertar de gran compasión, lágrimas influyentes, lágrimas de la revelación de los secretos más íntimos.

 

(de La Dimensión Interior, basado en una clase dada el 30 de Kislev 5772)

 

CUARTA LECTURA:

PERSEGUIR EL PLACER ADECUADAMENTE

 

"Israel dijo: '¡Qué grande, mi hijo Iosef aún vive! Iré a verlo antes de morir".

La prueba de la ira

Una de las enseñanzas importantes del Mei HaShilo'aj se basa en el dicho de los sabios:

Uno siempre debe potenciar su inclinación al bien contra su inclinación al mal... sí lo derrota, eso es bueno, y si no, debe dedicarse al estudio de la Torá... Si lo derrota, eso es bueno, y si no, debe leer la oración del Shemá Israel. Si lo derrota, eso es bueno, y si no, debería recordar el día de su muerte".[22]

Esta enseñanza fue enseñada por el Mei HaShilo'aj en referencia a la parashat Vaigash; su iahrzeit, el 7 de Tevet, siempre ocurre durante la semana de parashat Vaigash. Además, su asunto es usar la ira de una manera positiva para vencer la inclinación al mal y la ira (o la indignación justa) es el sentido especial del alma del mes de Tevet. Profundicemos ahora en esta hermosa y oportuna enseñanza

El Mei HaShilo'aj explica esta enseñanza de cuatro partes de la siguiente manera: cada vez que una persona tiene un pensamiento o un deseo, el anhelo o a expectativa de experimentar alegría de un evento o elemento en particular, debe analizarlo con cuatro pruebas emotivas que se apoyan una sobre la otra. Poner a prueba de este modo el deseo que espera revelará si se origina en la santidad o si incluye algún tipo de interés personal del que debería desprenderse. Una persona que busca servir a Dios plenamente debe preguntarse: "¿Son las alegrías y los deseos en mi vida realmente lo que Dios quiere de mí? ¿O son solo el producto de mis caprichos y antojos personales?" Si se da cuenta de que está ensimismado, puede rectificar la situación anulando su propia voluntad ante la Voluntad de Dios

El primer paso de la prueba se describe con las palabras de los sabios: "Uno siempre debe potenciar su inclinación al bien contra su inclinación al mal". Contempla el hecho de que alcanzar o satisfacer un deseo o lujuria en este mundo, es decir, nuestra realidad presente, solo puede ser temporal y fugaz. Incluso el gozo de santidad en este mundo tiene un elemento evanescente. El nuestro es el "mundo de la falsedad". Hoy estamos aquí, mañana no. Esta contemplación nos ayuda a identificar el hecho de que el pensamiento o deseo que tenemos no es realmente para bien y podemos rechazarlo. Sin embargo, si todavía sentimos una atracción, entonces sabemos que el pensamiento o deseo ha pasado la primera prueba y podemos continuar con la siguiente.

La segunda prueba es "dedicarse al estudio de la Torá". La Torá es la especia necesaria para la inclinación al mal. Revela que todo lo que podemos alcanzar de una manera prohibida también puede ser alcanzado de una manera santa. "Todo lo que el Compasivo prohibió, Él permitió algo similar".[23] En esta prueba, debemos pensar: Si mi deseo es positivo, entonces ciertamente encontraré una manera de satisfacerlo dentro de la Torá. Si el deseo se anula, bien. Si el deseo persiste, pasamos a la tercera prueba.

La tercera prueba es "leer el Shemá". Hay un toque de orgullo en el estudio de la Torá. Una persona que siente que conoce la Torá, incluso es un erudito de la Torá. Pero cuando se dice el Shemá, todos somos literalmente iguales - como la danza en círculos de los tzadikim. Esto anula por completo el orgullo. Si después de anular nuestro orgullo, se anula el deseo, eso es bueno. Si no es así, se procede a la cuarta y última prueba de su origen

La cuarta prueba es: "Acuérdate del día de la muerte". La primera etapa de este análisis es emplear la conciencia de que cada persona muere en última instancia. El siguiente paso es generar la sensación de que literalmente me estoy muriendo en este mismo momento (esta es la intención interna de inclinarme con la cabeza sobre el brazo en la oración de Tajanún, según la Cabalá). Si después de esto, sigo teniendo el mismo deseo, es un deseo completamente bendecido, desde el lado de la santidad. Entonces podemos proceder a cumplir el deseo, a disfrutarlo sin límites con "asertividad y a través de la prolongación material", dos conceptos fundamentales que se encuentran en las enseñanzas de Mei HaShilo'aj

La prueba de Iaacov

Rabi Leiner usa el principio detrás de estas 4 pruebas para explicar la reacción de Iaacov al escuchar que su amado hijo, Iosef, todavía estaba vivo. Después de veintidós años de desconexión, Iaacov siente una tremenda alegría ante la perspectiva de volver a ver a su hijo. Sin embargo, para hacerlo, se da cuenta de que tendrá que, en su vejez, viajar a Egipto y dejar la Tierra de Canaán, porque Iosef no podría abandonar sus deberes como virrey para ir a visitarlo. Además, Iaacov quiere determinar si esta alegría y su expectativa y deseo de ver a su hijo provienen de sentimientos paternales naturales o si es completamente del lado de la santidad, que va más allá de la naturaleza para agregar una dimensión divina a la naturaleza. Iaacov había pasado toda su vida con temor de cometer un pecado que lo alejaría de la santidad. Entonces, Iaacov procede a aplicar estas cuatro pruebas.

Primero Iaacov dice: "Iré y lo veré [a Iosef] antes de morir".[24] Iaacov se recuerda a sí mismo que todo en este mundo es transitorio. Esta es la primera prueba. Más tarde, la Torá relata: "Y ofreció sacrificios al Dios de su padre Itzjak".[25] Esto se refiere a su dedicación al estudio de la Torá, la segunda prueba, porque la Torá fue dada "de la boca del poder", e Itzjak es el alma arquetípica de la sefirá (o atributo) de poder.

A continuación, ocurre el dramático encuentro entre Iaacov y Iosef. Iosef cae sobre el cuello de su padre y llora. Rashi comenta que a pesar de que Iosef lloró sobre el cuello de su padre, "Pero Iaacov no cayó sobre el cuello de Iosef y no lo besó, y nuestros rabinos dijeron que él estaba recitando la oración del Shemá".[26] Esta es la tercera prueba, como vimos anteriormente. Finalmente, después de esto, Iaacov le dice a Iosef: "Moriré esta vez, después de haber visto tu rostro, que aún vives". Esta es la cuarta prueba. Ahora Iaacov regresa al punto de partida. "Moriré esta vez" es paralelo a sus palabras durante la primera prueba, que fueron: "antes de morir".

Después de haber superado con éxito todas las pruebas, vuelve a su emoción inicial de alegría, con aún más intensidad. Aquí se añaden las palabras "después de haber visto tu rostro". Yo veo tu rostro significa literalmente (en hebreo) que veo tus cualidades internas. Veo que has permanecido justo y sientes que todo está en línea con la dimensión interna de la voluntad de Dios.

 

 (adaptado de Sod HaShem Lierei'av, Miljemet HaIetzer)

 

QUINTA LECTURA:

¿DÓNDE ESTÁ EL ALMA SEPTUAGÉSIMA?

 

 "El total de la casa de Iaacov que vino a Egipto fue de setenta almas"

 

En Pardes Rimonim,[27] Rabí Moshé Cordovero resume varios métodos para desarrollar la guematria - cálculos numéricos sobre el texto de la Torá. A uno de ellos lo llama "número numérico", mispar misparí (מִסְפַּר מִסְפָּרִי) y consiste en calcular el valor de un número escribiéndolo en hebreo. Por ejemplo, el valor de "10” sería el valor de la palabra para "diez", asará (עֲשָֹרָה), que es 575. Esto se basa en la forma en que la Torá escribe los nombres de los números. En nuestra lectura hay muchos números escritos como palabras. Veamos qué podemos aprender de ellos

Comencemos con una pregunta bien conocida. La quinta lectura incluye una lista de los miembros de la familia de Iaacov que viajaron a Egipto. La Torá termina la lista señalando que había 70 almas. Pero, si se cuenta cuidadosamente, vemos que solo se enumeran 69 nombres. ¿Quién falta? Un examen aún más cuidadoso apuntará el problema a los descendientes de Leá, que se dice que incluyen 33 almas,[28] pero solo 32 están en la lista. Es esta observación la que llevó a los sabios a identificar la 70ª alma oculta (la 33ª desde Leá) con Iojeved,[29] que nació cuando entraron en Egipto. Curiosamente, Iojeved (יוֹכֶבֶד) se insinúa en la primera palabra de nuestra lectura, que introduce la lista completa, "Y estos" (וְאֵלֶּה), ya que las dos palabras tienen el mismo valor numérico, 42.

Otra opción presentada por los comentarios[30] es que el alma desaparecida no está entre los 33 descendientes de Leá, sino que forma parte de la lista general con 70 almas. En ese caso, los comentarios identifican el alma desaparecida con el mismo Iaacov.

Si calculamos el número numérico de todos los números deletreados como palabras en nuestra lectura, encontraremos: "Leá treinta y tres" (לֵאָה שְׁלֹשִׁים וְשָׁלֹשׁ) es igual a 1352; "Zilpá dieciséis" (זִלְפָּה שֵׁשׁ עֶשְׂרֵה) es igual a 1086; “Rajel catorce” (רָחֵל אַרְבָּעָה עָשָׂר) es igual a 1086; Bilhá siete (בִּלְהָה שִׁבְעָה) es igual a 419; Iaacov sesenta y seis (יַעֲקֹב שִׁשִּׁים וְשֵׁשׁ) es igual a 1438; Iosef dos (יוֹסֵף שְׁנַיִם) es igual a 556, y finalmente "Iaacov setenta" (יֵעֲקֹב שִׁבְעִים). La suma de todos estos es 6752, que es el producto de 422 y 16, donde 422 es el valor de ¡” setenta" (שִׁבְעִים)!

Un último punto: sumando 422 y 16 nos da 438, el valor de los nombres de las cuatro esposas de Iaacov: "Leá Zilpá Rajel Bilhá" (לֵאָה זִלְפָּה רָחֵל בִּלְהָה).

 

(de Einaij Breijot BeJeshbon, págs. 242-245)

 

SEXTA LECTURA:

 IAACOV Y ADAM

 

"Iaacov respondió: 'Los años de mi vida han sido pocos y duros...'"

 

Pregunta: Si el objetivo de Iaacov es ver que todo sea para bien, ¿por qué le dijo al Faraón "los años de mi vida han sido pocos y duros...?

Respuesta: Esta es una buena pregunta, en la que pensamos cuando dimos la lección esta noche. Todos los Patriarcas rectifican algo del pecado del primer hombre, Adam, durante sus vidas, pero el que está más cerca de Adam y que rectificó su esencia es Iaacov (de quien se dice que "el rostro de Iaacov se asemeja al rostro de Adam"). Adam vivió 130 años después del pecado, separado de su esposa, temeroso de tener hijos después de pecar y después de que su primer hijo mató a su segundo hijo. Esto en sí mismo era un pecado terrible. Durante estos años, Adam violó el pacto, y todos los demonios y espíritus dañinos del mundo nacieron de Adam en estos 130 años

Iaacov tuvo que esforzarse para rectificar estos años y convertirlos en buenos (ya que todo es para bien). En sus primeros 130 años, rectificó esos 130 años y como en esos años tuvo que esforzarse para rectificar los años del primer hombre, se dice de ellos que fueron "pocos y duros". Después, llegó a los años buenos, los últimos 17 años de su vida, que pasó en Egipto. 17 es el valor de "bueno" (טוֹב).

Volviendo a Adam, después de 130 años de estar separado de Eva, se arrepintió y regresó a ella y nació Seth, de quien se estableció la humanidad, y por lo tanto para Iaacov nuestro padre estos fueron los 17 años buenos.

 

(de una clase dada el 4 de Kislev, 5777)



[1] Génesis 45:3

[2] Cantar de los Cantares 30:24

[3] Génesis 30:24

[4] Ibid. 50:24 y 25

[5] Éxodo 3:16. Véase también Ibid. 4:31

[6] Ibid. 20:2

[7] Génesis 45:28

[8] Salmos 146:2

[9] Shaar HaIjud VeHaEmuná cap. 6

[10] Génesis 41:16

[11] Génesis 41:16

[12] Zohar 3:223b

[13] Génesis 37:2

[14] Ibid. 47:27

[15] Génesis 21:16

[16] Ibid. 23:2

[17] Ibid. 27:38

[18] Ibid. 29:11

[19] Ibid. 33:4

[20] Ibíd. 38:35. Según Rashi, fue Itzjak, el padre de Iaacov (que todavía estaba vivo cuando Iosef fue vendido como esclavo), quien lloró compadeciéndose del dolor de Iaacov. Aunque Itzjak sabía que Iosef estaba vivo, no se le permitió revelar el secreto a Iaacov.

[21] Ibid. 43:30

[22] Berajot 5a

[23] Julin 109b

[24] Génesis 46:28

[25] Ibid. 46:1

[26] Ibid. 46:29

[27] 30:8

[28] Ibid. 46:15

[29] Véase Rashi sobre Ibid.

[30] Rashbam sobre Ibid.

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