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sábado, 23 de diciembre de 2023

5784 Vaiejí

 BS"D

VAIEJÍ    וַיְחִי

Génesis 47:28 - 50:26  Haftara: 1 Reyes  2:1-12





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UNIVERSIDAD DE LA TORÁ: Ciencias Políticas

 

GUÍA DE LA TORÁ PARA LIBRAR UNA GUERRA

 

Uno de los maravillosos gigantes de la Torá de Israel fue Rabí Jaim Ben Atar, el santo "Or Hajaim". Podemos aprender los principios de la guerra contra los enemigos de Israel de su comentario sobre la Torá.

En la Torá, Dios le dice a Moshé: “Trata a los midianitas como a tu enemigo y heridlos, porque te tratan como enemigos con sus artimañas con las que te engañaron con el asunto del ídolo de Peor y el asunto de Kozbí, la hija del príncipe de Midian, su hermana, que fue asesinada el día de la plaga por el asunto de Peor.[1] Hay varios comentarios sobre las palabras “trátalos como a tu enemigo” y “golpéalos”. Todos ellos son relevantes para nosotros:

 

1.    “A partir de aquí los sabios dijeron: 'El que venga a matarte, mátalo primero'.[2] Debido a que te tratan como enemigos, debes dar el primer paso y salir a la guerra. La lección de hoy es simple y clara: no esperes a que el enemigo venga hacia ti. ¡Sal a él y golpéalo!

 

2.    En una guerra normal, la Torá dice: “No destruyas sus árboles”.[3] Pero en esta guerra contra enemigos que intentan hacerte daño, debes atacar su infraestructura, “destruir sus árboles”[4] como en las palabras del profeta respecto a una guerra similar: “Y todo buen árbol talarás y todas las fuentes de agua taparás y todos los buenos terrenos estropearás con piedras.”[5] También hoy no debemos dudar en atacar la infraestructura del enemigo para vengarse de él y obligarlo a rendirse.[6] Por ejemplo, cortar el agua y la electricidad a aldeas hostiles que fomentan a los terroristas, y cosas similares.[7]

 

3.    El Or Hajaim explica: Debido a que los midianitas hicieron que Israel transgrediera y se involucrara en libertinaje la primera rectificación es odiar a quienes los hicieron pecar, desapegarse emocionalmente de las atractivas tentaciones del libertinaje. Este es un prefacio necesario a la guerra misma. (Esta es también la razón de destruir los árboles, para no recibir ningún placer de ellos). En un plano más amplio, la validez ética de luchar contra los enemigos de Israel surge de la santidad y la modestia de Israel. Cuanto más fortalezcamos nuestra pureza sexual y más nos alejemos del libertinaje y la inmodestia (tan prevalentes en la cultura occidental), tendremos la audacia y el coraje para luchar contra los enemigos de Israel y triunfar, como se nos prometió: “Porque Dios, tu Dios, camina en medio de tu campamento para salvarte y para entregar a tu enemigo delante de ti, y tu campamento será santo, (la santidad del campamento militar, particularmente en el distanciamiento de la conducta sexual inapropiada) y nada indecoroso debe ser visto en ti, y se aparte de ti.”[8]

Golpea la cabeza

En la guerra contra Midian, la Torá dice: “Y mataron a los reyes de Midian con el resto de sus muertos, Evi y Rakam y Tzur y Jur y Reva, los cinco reyes de Midián. Y a Bilam hijo de Beor le mataron a espada.[9] El Or Hajaim explica: “Los reyes de Midián” está escrito dos veces en este versículo, para decir que los mataron sabiendo que eran los reyes de Midián y no por error.”

La lección que se desprende de esto es que no debería bastarnos con la eliminación de los terroristas que portan armas y representan una amenaza directa a nuestras vidas. No debería bastarnos con el nivel intermedio de terroristas, como los comandantes de las células terroristas o quienes las envían. Debemos eliminar a los jefes de las organizaciones terroristas - debemos asesinar a los líderes de los enemigos. Hay que matar a la serpiente desde su cabeza y nos toca a nosotros cumplir la directiva: “La mejor de las serpientes (incluso si lleva traje y habla inglés) aplástale el cerebro.”[10] 



[1] Números 25:17-18

[2] Bamidbar Rabá 21:4. Y en Tanjumá. Y véase Meiri en Sanhedrín 72a: “Y la Torá dijo: 'El que venga a matarte, mátalo primero'. ¿Y dónde lo dijo? Lo explicaron en el Midrash Tanjuma de 'Traten a los midianitas como enemigos porque ellos los tratan a ustedes como enemigos'. “Tratar como enemigos” significa que continuamente intentan hacerte daño. Y de ahora en adelante, hazles daño porque ellos tienen la intención de hacerte daño a ti”.

[3] Deuteronomio 20:19.

[4] Bamidbar Rabá 21:6.

[5] II Reyes, 3:19.

[6] Y véase el libro “Amud Heiemini” 16 que debemos asociar la guerra contra Midian con nuestros días. “Hay margen para represalias contra los enemigos de Israel. Y no hay razón para abstenerse de tomar represalias por temor a dañar a “espectadores inocentes” porque no fuimos nosotros los que iniciamos esta situación, sino que ellos lo hicieron y nosotros estamos impolutos”.

[7] En cuanto a la tala de árboles frutales, se debe consultar a un posek halájico. 

[8] Deuteronomio 23:14

[9] Números 31:8.

[10] Mejilta en el versículo “Y tomó seiscientos” (Éxodo 14:7). Ierushalmi, al final de Kidushin.


LECTURA DE LA TORÁ VAIEJÍ 5784: Y VIVIÓ IAACOV 

El cambio de manos sobre las cabezas de Menashé y Efraim

 Beit HaKneset Jabad Rejovot 

Rabino Jaim Frim 

 


https://youtu.be/c5XnSSk5lFM

 

Bereshit Cap 47

28 y Iaacov vivió en la tierra de Egipto durante 17 años. Y fueron los días de Iaacov 147 años.

29 Cuando Israel comprendió que pronto moriría, llamó por su hijo Iosef. “Si realmente quieres hacerme benevolencia verdadera –dijo–, pon tu mano bajo mi muslo. Actúa conmigo con verdad y benevolencia, y no me entierres en Egipto.

......

Cap 48

17 Cuando Iosef vio que su padre había puesto su mano derecha sobre la cabeza de Efraim, se sintió contrariado. Trató de levantar la mano de su padre de la cabeza de Efraim y ponerla sobre la de Menashé.   

18 “Ése no es el modo en que debe hacerse, padre –dijo Iosef–. El otro es el primogénito. Pon tu mano derecha sobre su cabeza”.

19 Su padre se negó y dijo: “Lo sé, hijo mío, lo sé. [El mayor] también llegará a ser una nación. Él también logrará grandeza. Pero su hermano menor llegará a ser todavía más grande, y sus descendientes llegarán a ser naciones plenas”.

20 En ese día [Iaakov] los bendijo. Dijo: “[En tiempos venideros] Israel te usará como bendición. Dirán: ‘Que Dios te haga como a Efraim y a Menashé’”. [Deliberadamente] puso a Efraim antes de Menashé.

 

 



Parashá Vaiejí

 

PARASHAT VAIEJÍ:  ALIÁ por ALIÁ 

 

PRIMERA LECTURA: EL VÍNCULO ENTRE LAS PORCIONES DE LA TORÁ

 

“Y habitó Iaacov en la tierra de Egipto diecisiete años…”

 

Nuestra parashá comienza con el verso “Y Iaacov vivió en la tierra de Egipto durante diecisiete años…” En Jasidut es comentado que los últimos 17 años de la vida de Iaacov, los años que pasó en Egipto, fueron lo mejor de su vida. Esto es una asombrosa afirmación. ¿Cómo puede ser que los mejores años de Iaacov los pasó fuera de Tierra Santa, la Tierra de Israel?; y no en cualquier lugar, sino en lo más profundo de las abominaciones de Egipto, la más impura de todas las tierras. Sin mencionar el hecho de que ésta se convertiría en la tierra que esclavizaría a sus hijos

La respuesta simple es que, durante estos últimos 17 años de su vida, Iaacov mereció tener a su familia unida con paz entre todos sus hijos y Iosef. Pero veamos una explicación más profunda. Con esta explicación también abordaremos uno de los cuestionamientos más conocidos del Zohar.

¿Cuántas porciones tiene la Torá?

Hay una declaración bien conocida en el Zohar de que hay 53 parashot (plural de parashá) en la Torá. Sin embargo, contando las porciones semanales, se encuentra que hay 54. Se han dado varias explicaciones diferentes para esta aparente contradicción entre la afirmación del Zohar y nuestra división de la Torá en porciones semanales:

·       La primera parashá, Parashat Bereshit, sirve como una introducción a la Torá y, por lo tanto, no se cuenta como una parashá.

·       La mayoría de los años, las parashot de Nitzavim y Vaielej en el Libro de Deuteronomio se leen juntas, por lo tanto, se consideran como una sola.

Pero si uno observa nuestra parashá ve que es única. Cuando se escribe en un rollo de la Torá la parashat Vaiejí no comienza con un nuevo párrafo (parashiá). Esto no es solo una cuestión técnica. Un rollo de la Torá deja de ser kosher si hay una parashá que no comienza con un nuevo párrafo (excepto éste, para el cual tenemos una tradición desde Moshé de que debe continuar en el mismo párrafo que la parashá anterior, Vaigash). Así que aquí tenemos una hermosa respuesta al aparente problema con las 53 porciones del Zohar, porque en el rollo de la Torá, Vaigash y Vaiejí son como una parashá larga.

Rashi menciona este fenómeno único y escribe:

¿Por qué esta parashá está sellada [es decir, no comienza con un nuevo párrafo]? Porque describe la muerte de Iaacov y con su muerte comenzó la esclavitud en Egipto, lo que originó que los ojos de todo Israel se cerraran. Otra respuesta: Iaacov deseaba revelar los acontecimientos del fin de los días, pero le fue vetado [y no podía].

·       Una tercera explicación es que la Torá quiere enfatizar que el primer verso de nuestra parashá Vaiejí es una continuación directa del último verso de la parashá anterior Vaigash y no pueden separarse. ¿Por qué estas dos porciones de la Torá son inseparables?

El último verso de Vaigash es:

"Y moró Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Goshen, y adquirieron propiedades en ella, y fueron prolíficos y se multiplicaron considerablemente"[1]

(וַיֵּשֶׁב יִשְׂרָאֵל בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם בְּאֶרֶץ גֹּשֶׁן וַיֵּאָחֲזוּ בָהּ וַיִּפְרוּ וַיִּרְבּוּ מְאֹד).

 La guematria de todo el verso es 2794, que es el producto de 11 y 254; ya que hay 11 palabras en el último verso de Vaigash, significa que el valor promedio de cada palabra es 254. Esto puede no sonar muy apasionante hasta que añadimos que 254 es el valor numérico de la frase clave de la parashá anterior, "Iosef todavía está vivo"[2], od Iosef jai (עוֹד יוֹסֵף חַי). El éxito y la multiplicación de la descendencia de Iaacov en Egipto es el resultado de que Iosef todavía está vivo. Con su espíritu Divino, Iaacov sintió todo el tiempo que el éxito de toda su descendencia dependía de Iosef.

Pero las palabras "Iosef todavía vive" no solo significan que Iosef no pereció cuando los hermanos lo vendieron como esclavo; ese es solo su significado literal. Más profundamente indican que el "más" (עוֹד) de Iosef está todavía vivo vivo. El "más" de Iosef (y de todos los judíos) simboliza su capacidad de elevar chispas de santidad de la realidad mundana. Es la habilidad única judía de tomar objetos físicos y convertirlos en conductos espirituales para revelar la infinita bondad y generosidad del Todopoderoso en el mundo. Esto se conoce como el "más" de una persona porque va más allá de llevar una buena vida en privado, lo que resulta en una rectificación y elevación personal. Esto es lo que está en el corazón del concepto judío de tikun olam, rectificar el mundo. De hecho, cuando Rajel llamó a su hijo Iosef, dio la razón: "Que Dios me dé otro hijo".[3] El de Iosef representa nuestra capacidad de añadir más, de traer más Divinidad al mundo.

Como se explica en la Cabalá, las multitudes de judíos nacidos en Egipto nacieron gracias a la capacidad de Iosef para elevar chispas de santidad. La relación directa entre el más de Iosef es declarada por los sabios en otro contexto: "El pueblo judío no salió [de la Tierra de Israel] al exilio, salvo para que los conversos se unieran a ellos.[4]"

Toda la alegría de Iaacov, toda la bondad de sus últimos 17 años provenía de la proliferación de su descendencia. De hecho, los sabios explican que Iaacov no murió, porque mientras su semilla, su descendencia, esté viva, ¡él está vivo![5] La alegría misma, la vida misma de Iaacov, provino de que toda su descendencia viviera junta en paz entre ellos, incluso si es en Egipto.

Hermosamente, la suma de los valores numéricos de Vaigash (וַיִּגַּשׁ) y Vaiejí (וַיְחִי) es 353, el valor de "Goshen" (גֹּשֶׁן), donde toda la descendencia de Iaacov habitó junta en paz, la tierra donde Iaacov habitó en sus últimos 17 años buenos (טוֹב) y donde su descendencia fue fructífera y se multiplicó, elevando más y más las chispas de santidad desde la tierra. 353 es también el valor de "alegría" (שִׂמְחָה), lo que explica la tremenda alegría de Iaacov durante estos años. 

(de Shaashuim Iom Iom, p. 177-182)

 

SEGUNDA LECTURA: CRUZANDO NUESTRAS MANOS Y EL ESTADO DE ISRAEL 

"Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraim - y él era el menor - y su mano izquierda sobre la cabeza de Menashé; cruzó sus manos, aunque Menashé era el mayor"

 

¿Por qué Iaacov cruzó sus manos?

Normalmente, pensamos en Iaacov (Israel) cruzando sus brazos porque Iosef había colocado a Efraim a su izquierda (ya que era el menor) y a Menashé a su derecha (ya que era el mayor). Pero la palabra que se usa para "cruzar", sikel (שִֹכֵּל) también está relacionada con la atención consciente. Como escribe Rashi, "entiendan esto como lo traduce el Targum: 'él puso sabiduría en ellos', ajajimun [אַחֲכִמּוּן]", es decir, él infundió sus manos con sabiduría. De forma innata, nuestros brazos se extienden rectos. Pero nuestra mente puede dirigirlos de una manera alternativa, porque a veces la mano derecha debe extenderse hacia la izquierda y la mano derecha debe extenderse hacia la derecha.

Si analizamos esta orientación consciente de los brazos de acuerdo con la dimensión interna de la Torá, llegamos a la siguiente observación: la mano derecha y la mano izquierda representan la sefirá de bondad (jesed) y la sefirá de poder (guevurá), respectivamente. Sobre las dos manos, los sabios nos dicen que "la izquierda debe alejar [con su atributo de poder, que pone límites y critica] y la derecha debe acercar [con su atributo de bondad, que otorga y abraza]".[6]

Cuando las sefirot están dispuestas a lo largo de tres ejes, la bondad está a la derecha y el poder a la izquierda. Directamente debajo de la bondad está la sefirá de victoria (netzaj) y directamente debajo de poder está la sefirá de reconocimiento (hod). Por lo tanto, cruzar los brazos significaría que se crea una conexión cruzada diagonal entre bondad y reconocimiento y entre poder y victoria. Si podemos determinar en qué situaciones podría ser aplicable tal cruce, aprenderemos parte del secreto de la bendición de Iaacov y con lo que estaba destinado a dotar a los hijos de Iosef

Cruzar nuestras manos con respecto al Estado de Israel

Uno de los paralelismos que hemos analizado muchas veces es que los judíos no observantes que fundaron el Estado de Israel corresponden al reino israelita del Norte de los tiempos bíblicos, cuyos líderes generalmente provenían de las tribus de Efraim y Menashé - hijos de Iosef, como se mencionó anteriormente. Los judíos observantes que se establecieron en la Tierra de Israel en los tiempos modernos corresponden al reino del Sur de Judea que fue gobernado por la tribu de Iehuda. Por lo tanto, la bendición de Iaacov a los hijos de Iosef puede servirnos de guía sobre cómo debemos acercarnos al moderno Estado de Israel, que se fundó sobre valores ajenos a la Torá.

En general, nuestro enfoque siempre ha sido alentar y nutrir las cosas buenas, pero criticar las que son negativas. Aplicar esto en la práctica significa que debemos abrazar y amar principalmente a aquellos elementos del Estado de Israel que tienen aspectos de judaísmo, pero criticar y tratar de rechazar aquellos elementos o "espíritus" extranjeros que no los tienen.

Con nuestra mano derecha, abrazamos todo lo que está relacionado con la sefirá de reconocimiento (hod). Hod tiene varios significados diferentes. Significa reconocimiento, pero también significa agradecimiento, así como conceder. También comparte la misma raíz que la palabra hebrea para judaísmo, Iahadut (יַהֲדוּת). ¿Cuáles son los aspectos del judaísmo e identidad judía en el Estado de Israel? Por definición, un judío - Iehudi (יְהוּדִי) - es aquel que reconoce a Dios en lo Alto y le da gracias a Dios por cada respiración que realiza y admite (modé) que la verdad de Dios es más grande que el entendimiento humano. Cuando estas instituciones del Estado de Israel ponen en primer plano estos principios, los abrazamos y les mostramos que son queridos. Esta es la aplicación práctica de cruzar la mano derecha hacia la izquierda, actuando con bondad hacia las expresiones de reconocimiento.

De las muchas instituciones del Estado de Israel, la que está más relacionada con la victoria es el ejército, las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel). El papel del ejército es, por supuesto, derrotar y lograr la victoria sobre los enemigos del pueblo judío. Usted puede juzgar por sí mismo si las FDI y el resto del aparato de defensa están haciendo lo que hay que hacer para lograr este objetivo. La aplicación de la mano izquierda cruzando hacia la derecha es, por lo tanto, no abstenerse de criticarlos cuando no es eso lo que están haciendo. Debemos exigir que el ejército actúe con fuerza y poderío para proteger al pueblo judío. Desafortunadamente, con demasiada frecuencia, el espíritu extranjero que dirige el establecimiento de defensa (y el sistema judicial que se supone que los apoya legalmente, tanto a nivel nacional como internacional) es uno que argumenta que se debe mostrar misericordia en respuesta a la crueldad de nuestros enemigos. Sin embargo, los sabios ya nos han enseñado que "aquel que muestra misericordia hacia los que son crueles, eventualmente actuará con crueldad contra aquellos que son misericordiosos".[7] Asegurarnos de que continuamente exigimos que la policía y el ejército no se humillen ante nuestros enemigos es una aplicación de la mano izquierda que rechaza, cruzando hacia la derecha - hacia la sefirá de victoria. 

TERCERA LECTURA: DESHACERSE DEL AIN HARÁ 

"Y los bendijo aquel día, diciendo: Por medio de vosotros invocará Israel bendiciones, diciendo: Dios os haga como a Efraim y a Menashé. Por lo tanto, puso a Efraim ante Menashé".

 

Pregunta: ¿Podría decirme cómo deshacerse del ayin hara [maldición del "mal de ojo"] y también cómo protegerse contra un ayin hará?

Respuesta: Berajá VeShalom. El rabino Ginsburgh ha recibido su correo electrónico y ha solicitado que le enviemos la siguiente respuesta. Su mayor protección contra el ayin hara es concentrarse en tener un tov ain (un "buen ojo"), como dice el versículo: "El que tiene buen ojo será bendecido"[8] (טוֹב עַיִן הוּא יְבֹרָךְ).

El valor numérico de "bueno" (טוֹב) es 17 y el valor numérico de "ojo" (עַיִן) es 130. Juntos son igual a 147, que es el número de años que vivió Iaacov. En su lecho de muerte, Iaacov bendijo a los hijos de Iosef, Efraim y Menashé, para que se multiplicaran como peces.[9] Los sabios enseñan de esto que el ain hara no tiene poder sobre los hijos de Iosef. Todo el pueblo judío es considerado hijo de Iosef, quien fue bendecido con "el ojo elevado"[10], alei ain (עֲלֵי עַיִן) que es superior y más grande que cualquier ain hará.

Si no le damos poder subjetivo en nuestra propia mente al ayin hara, el ayin hara no tendrá ningún poder sobre nosotros. Por lo tanto, la principal forma de superar el ayin hara es ignorar totalmente el asunto.

De acuerdo con la Cabalá, la fuente del ain hará es el secreto de Efrón el jitita, a quien Abraham compró la cueva en la que enterró a Sará (Mearat Hamajpelá en Hebrón). El valor numérico de Efrón (עֶפְרוֹן) es el mismo que el de "mal de ojo" (רַע עַיִן).

Si, a pesar de todo, sientes que todavía estás abrumado por sentimientos de ain hara, el primer paso es eliminar completamente tu mente de estos pensamientos negativos. Por lo general, esto se logra mejor mediante una concentración estricta en pensamientos positivos. Si sientes que, a pesar de todo, estás abrumado por pensamientos y sentimientos negativos, vuélvete a Dios con la mayor humildad y suplícaLe que te ayude a concentrarte solo en lo positivo.

El consejo anterior para superar los pensamientos negativos fue dado por el Alter Rebe, Rabí Shneur Zalman de Liadi en el Tania.[11] El Alter Rebe continúa afirmando que, si nos dirigimos a Dios en una humilde petición de misericordia, Dios seguramente tendrá misericordia de nosotros y nos salvará de los pensamientos negativos.

En otra parte del Tania,[12] el Alter Rebe explica además que los pensamientos negativos son una oportunidad para que nosotros fortalezcamos nuestro pensamiento positivo y nuestra cercanía a Dios. Cuando un pensamiento negativo entra en nuestra mente, debemos concentrarnos absolutamente desde el fondo de nuestro corazón en nuestro servicio a Dios. Es de suma importancia no tener miedo de nada ni de nadie, excepto del propio Dios. Nada más tiene realidad alguna. A través de tu creencia en esto, los pensamientos y sentimientos negativos se volverán inmateriales.

Cuando el Baal Shem Tov era un niño pequeño, le gustaba caminar solo por el bosque. Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con un hombre que le preguntó: "¿No tienes miedo de estar solo en el bosque?" El Baal Shem Tov respondió: "No temo a nada, excepto a Dios". Cuando el hombre derivo como conclusión que Dios ya no estaba en la tierra, el Baal Shem Tov lo golpeó con su bastón, y el hombre desapareció.

Te deseo mucho éxito y felicidad con tu pensamiento positivo

Con las bendiciones de la Torá y de la Tierra de Israel.

 

CUARTA LECTURA: DE LA REPRIMENDA A LA BENDICIÓN 

"Él los bendijo; Cada uno según su propia bendición los bendijo"

En Parashat Vaiejí, “Y vivió”, Iaacov reúne a sus hijos para hablar con ellos antes de su muerte. Aunque la alocución de Iaacov normalmente se conoce como las bendiciones que dio a sus hijos antes de su muerte, sus primeras palabras no suenan para nada como una bendición. De hecho, las primeras tres tribus sufren una severa reprimenda de Iaacov. Le dice: Rubén, "Impetuoso como las aguas, no serás privilegiado, pues subiste al lecho de tu padre…"[13], es decir, a causa de su pecado impetuoso has perdido todos los privilegios a los que tenías derecho como hijo primogénito. 

Iaacov se dirige entonces a Shimón y a Leví, diciendo: "Shimón y Leví son hermanos, los instrumentos usurpados son sus armas. Que mi alma no entre en su consejo... maldito su furor porque es poderoso, y su ira, porque es dura. Los separaré en Iaacov, y los dispersaré en Israel"[14].

Al escuchar cómo su padre decidió comenzar su discurso a sus hermanos mayores es comprensible que Iehudá el cuarto hijo de Iaacov no se atreva a acercarse a Iaacov y recibir su parte. Iehudá es plenamente consciente de que hay una buena razón para que Iaacov lo reproche como a sus hermanos.

Como Rashi[15] comenta: "Porque [Iaacov] reprendió a los primeros con su reprimenda, Iehudá comenzó a retroceder hasta que Iaacov lo llamó de nuevo con palabras de apaciguamiento: ‘Iehudá, no eres como ellos’”[16], lo que implica que a partir de ahora ya no hay más reprimenda sino sólo bendición.

Sin embargo, los sabios nos enseñan que en realidad Iaacov bendijo a todos sus hijos como subraya el verso final: "Todos ellos fueron las doce tribus de Israel y esto fue lo que su padre les dijo y los bendijo, a cada uno de acuerdo con su propia bendición los bendijo.”[17]

Rashi se detiene en este punto: "¿Podría ser que [Iaacov] no bendijo a Reubén, Shimon y Levi?" Y responde: “El versículo nos enseña ‘y los bendijo’, insinuando que fue a todos ellos”. Esto también es evidente en el estilo especial de Iaacov de hablar poéticamente de celebración a todos sus hijos. Las palabras de apertura de Iaacov a Reubén son palabras de alabanza: “Reubén, tú eres mi primogénito, mi fuerza y el principio de mi vigor, destacado en rango y superior en poder.” Si no hubiera seguido el siguiente versículo esto sería una gran bendición. Cuando Iaacov se vuelve hacia Shimón y Leví, se refiere a ellos como “hermanos”[18], lo que indica algo positivo, su amor fraternal que se hizo evidente cuando rescataron a Diná: “Shimón y Leví, los hermanos de Diná”. Rashi explica allí: “Debido a que la defendieron son llamados sus hermanos”[19].

¿Qué bendición recibieron estos tres hijos de su padre?

Se podría explicar que, además de la reprimenda documentada en el texto de la Torá Iaacov añadió una bendición indocumentada a las tres primeras tribus. Sin embargo, esta explicación es poco plausible y lo más probable es que todas las bendiciones están en realidad escritas allí mismo, en la Torá[20]. Todo lo que tenemos que hacer es leer entre líneas, y podremos encontrar la bendición en los versos mismos.

La bendición dentro de la reprimenda

La verdad es que la bendición está oculta dentro de la misma reprimenda. En primer lugar, la motivación interna de un verdadero reproche es un "gran amor". Este es el caso de un padre amoroso, y también es cierto para el mismo Todopoderoso, quien nos reprende con amor, como lo encontramos en Proverbios; "Porque al que Dios ama, lo reprende, como un padre que cuida a su hijo.” El Malbim[21] explica que "reprender es una señal de amor.” Esto es cierto de un padre amoroso, y es cierto del mismo Todopoderoso, quien nos reprende con amor, como encontramos en Proverbios, “Porque el que Dios ama, Él reprende y como un padre apaciguará a Su hijo”.[22]

Los padres amorosos saben que a veces deben reprender a su hijo por su propio beneficio para educarle a fin de que perfeccione sus caminos. Una traducción literal de otro versículo en Proverbios dice: “Mejor es la reprensión revelada [cuando viene] del amor oculto”.[23] Los padres que nunca reprenden a sus hijos, les causan daño, como lo expresa el versículo: “El que detiene su vara, aborrece a su hijo, y el que lo ama, pronto lo reprende”.[24] Esto lo vemos en la negligencia del rey David al reprender a su hijo Adoniá: "Su padre nunca le molestó diciéndole: '¿Por qué hiciste eso?'"[25] Una cierta medida de castigo define los propios límites. Los sabios describen de manera similar cómo Dios castigó al mundo para que se elevara.[26]

Desde una perspectiva más profunda, Jasidut describe dos niveles de bendición. Las bendiciones normales son explícitas y se comunican abiertamente, pero hay bendiciones especiales que deben permanecer ocultas a veces dentro de palabras duras de crítica.

La fuente de una bendición oculta es más elevada que la de las bendiciones reveladas. Lo que se nos aparece como sufrimiento es producto de la abundancia que emana del mundo oculto. Tal profusión no puede ser revelada en nuestro mundo en forma de una bendición directa[27]. Como tal, una dificultad es una expresión aún más profunda de la cercanía de Dios hacia nosotros: “Feliz el hombre a quien Dios aflige”.[28] Cuando el Todopoderoso aflige a un individuo con dificultades, debe aceptarlo con ecuanimidad. Esta idea ciertamente no es una píldora fácil de tragar para el individuo que sufre, pero desde un punto de vista objetivo, la reprensión en sí misma es una bendición, como un padre que dice: “Amo tanto a este hijo desobediente que tengo que regañarle por sus acciones.” La reprensión tiene el poder de endulzar los juicios severos desde su origen, trayendo finalmente bendiciones infinitas.

El Talmud[29] relata que Rabi Shimón bar Iojai una vez envió a su hijo Elazar a pedir la bendición de dos sabios. Elazar se sorprendió al escuchar sus palabras que le sonaron como lo opuesto a las bendiciones. Rabí Shimón bar Iojai le explicó que la intención de los sabios en realidad era bendecirlo profusamente (por ejemplo: cuando dijeron “Sembrarás, pero no cosecharás” su intención era “Tendrás hijos y no los verás morir”). Del mismo modo hay muchas historias que relatan cómo un jasid se salvó de algún mal debido a una reprimenda de su Rebe. Los jasidim saben que si el Rebe los castiga es una ocasión alegre.

Uno de esos casos extremos se relata sobre el justo Rebe Baruj de Mezhibuzh, el nieto mayor del Baal Shem Tov, quien era famoso por su severidad:[30]

Era la sagrada costumbre del Rebe Baruj de Mezhibuzh hacer que la vida de sus estudiantes fuera una miseria. Regañaba con enojo a cualquiera que viniera a estudiar Torá de él. Interpretaba la frase: “Y las almas que hizo en Jarán(חָרָן) para referirse a “aquellas almas que uno rectifica en su ira (חֲרון אַף) ... Una vez, mientras se sentaba a comer un hombre rico entró en su casa y el Rebe Baruj comenzó a vociferar contra él e incluso ordenó a sus ayudantes que lo echaran fuera de la casa. El yerno del Rebe Baruj, el Rebe Abraham Dov de Chmelinik, que estaba presente en ese momento le preguntó al Rebe Baruj cómo justificaba tal comportamiento a la luz de la prescripción: “Quien avergüenza a su amigo en público…”,[31] respondió el Rebe Baruj: “¿Por qué no completas la oración? – ‘…no tiene parte en el Mundo Venidero’? Vi que había juicios severos que se dirigían hacia ese hombre y al humillarlo anulé todos los juicios que pesaban sobre él. ¿Cómo podría no renunciar a mi parte en el Mundo Venidero para salvar a otro judío?”

 

Un método tan severo solo puede ser adoptado por unos pocos. Nosotros las personas simples no podemos aplicarlo. Esta historia nos enseña que el castigo y la severa reprensión pueden provenir de una forma profunda de amor. Cuando el Rebe Baruj falleció[32] encontraron el Zohar abierto en la página que dice: “Hay ira y hay ira. Hay ira que es bendecida arriba y abajo y se llama bendita”[33], enseñándonos que el Rebe Baruj, cuyo nombre significa “Bendito” (בָּרוּךְ) era fiel a su nombre, fue bendecido y transmitió bendición. Su ira y reprensión fueron meras vestiduras para la gran bendición que otorgó al mundo.

Podemos ilustrar esto con una alusión numérica. El valor numérico de “bendición” (בְּרָכָה, brajá) es 227 y el valor numérico de “reprensión” (תּוֹכֵחָה, tojajá) es 439. Su suma es 666, que es 3 veces 222, el valor numérico de la raíz de tres letras de “bendición” (ב-ר-ך). Este verbo aparece tres veces en el versículo final de las bendiciones de Iaacov a sus hijos: “Y los bendijo, a cada uno según su propia bendición los bendijo”. Los valores numéricos de los tres verbos que aparecen en el versículo, “habló” (דִּבֶּר, diber), “bendijo” (וַיְבָרֶךְ, vaibarej) y “bendecir” (בֵּרַךְ, birej) son 206, 238 y 222, respectivamente. La suma de estos tres valores numéricos también es 666, o 3 veces “bendecir” (בֵּרַךְ), enseñándonos que todo fue una bendición.[34]

Iehuda, Dan y Asher

Con referencia a la bendición de Iaacov a sus hijos, el Zohar[35] relata:

Un día, Rabi Iehuda y Rabi Iosi estaban sentados a las puertas de Lod. Rabi Iosi le dijo a Rabi Iehuda: “Hemos visto que Iaacov bendijo a sus hijos con las palabras: ‘Y les bendijo’, pero ¿dónde está su bendición? [Rabí Iehuda] respondió: Todas estas son las bendiciones que les bendijo, tales como 'Iehuda ahora tus hermanos te reconocerán', 'Dan juzgará a su pueblo', 'De Asher rico pan', y así sucesivamente con todos ellos…"

El Zohar continúa explicando la gran bendición en las palabras de Iaacov a Reubén, Shimón y Leví como hemos explicado. La bendición está presente en las palabras de reprensión si leemos los versículos correctamente.

¿Por qué Rabi Iehuda eligió las bendiciones de estas tres tribus para ilustrar que todas son bendiciones? Podría haber mencionado a cualquiera de las otras tribus que recibieron bendiciones.

Los nombres de las doce tribus estaban grabados en las piedras del pectoral que el Sumo Sacerdote usaba en el Templo[36]. Estaban ordenados en cuatro filas, cada una de las cuales contenía tres piedras preciosas. La primera fila de tres gemas correspondía a Reubén, Shimón y Leví, la segunda fila a Iehuda, Isajar y Zebulun, la tercera fila a Dan, Naftalí y Gad, y la cuarta fila a Asher, Iosef y Biniamín. Esto sigue el orden cronológico de nacimiento de en las cuatro esposas de Iaacov: primero los hijos de Lea según su orden de nacimiento, seguidos por los hijos de las siervas según su orden de nacimiento y, por último, los hijos de Rajel.

Las tres tribus que mencionó Rabi Iehuda fueron las que aparecieron en la primera fila.

La Bendición Oculta en Atzilut (el Mundo de Emanación)

Las cuatro filas del pectoral corresponden a los cuatro “Mundos” espirituales: Atzilut (Emanación), Beriá (Creación), Ietzirá (Formación) y Asiá (Acción). Los tres Mundos inferiores de Beriá, Ietzirá y Asiá manifiestan bendiciones de una manera revelada que es intelectualmente tangible. El Mundo más elevado de Atzilut (el Mundo de Emanación) es un Mundo Divino de absoluta bondad y unidad. Por esa misma razón está más allá de nuestra comprensión. La fila superior del pectoral que representa a Reubén, Shimón y Leví es la fila que corresponde a Atzilut. Atzilut está repleto de una bendición tan extraordinaria que cuando desciende a la realidad mundana, se manifiesta como una dura reprensión.

El objetivo es que toda bendición se sienta como buena. No debería haber necesidad de ocultarlo bajo una fachada de reprensión. Este objetivo será patente en la redención final, que Iaacov deseaba revelar a sus hijos. Él dijo: “Reúnanse y les diré lo que les sucederá al final de los días”. Rashi explica: “Él deseaba revelarles el curso de la redención final, pero la Presencia Divina le dejó y comenzó a decir otras cosas”. Si Iaacov hubiera revelado la redención final, no habría habido necesidad de reprender a sus tres hijos mayores. Sin embargo, la Presencia Divina lo abandonó y la redención final quedó fuera de su alcance. En nuestra situación actual, es imposible revelar la gran bendición otorgada a esas almas desde Atzilut. Mientras estemos en un estado de exilio, la reprensión domina y la bendición permanece oculta. Apropiadamente, el valor numérico de “exilio” (גָלוּת) 439 es también el valor de “reprimenda” (תּוֹכֵחָה).

Una vez que llegue la redención toda reprimenda será endulzada y la bendición escondida será revelada. Reubén, Shimón y Leví y todos los hermanos son bendecidos "Cada uno según su propia bendición, los bendijo".

(de La Dimensión Interior) 

 

QUINTA LECTURA: PADRES E HIJOS

 

"'De las manos del Noble de Iaacov, desde allí pastorea la Roca de Israel'" 

La Roca de Israel

En la bendición de Iaacov a Iosef, dice:

"De manos del Noble de Iaacov, desde allí pastorea la Roca de Israel"[37]

(מִידֵי אֲבִיר יַעֲקֹב מִשָּׁם רֹעֶה אֶבֶן יִשְׂרָאֵל).

¿Cuál es el significado de la frase cargada de simbolismo, "la Roca de Israel" (אֶבֶן יִשְׂרָאֵל)?

De acuerdo con la explicación simple, se refiere a todos los Hijos de Israel, a quienes Iosef guio, o podría decirse, pastoreó y mantuvo durante su tiempo en Egipto. Algunos de los comentaristas explican que "la Roca", even (אֶבֶן) significa "esencia". Por ejemplo, el Radak explica: "Debido a que la piedra es un objeto fuerte y una pieza sólida, llamó piedra a todo Israel". Otra explicación (Rashbam) es que "la Roca" (אֶבֶן) se refiere a una forma única de la palabra "padre" (אָב), que se refiere a "padre y familia", juntos. Rashi cita a Onkelos, quien traduce "la Roca" (אֶבֶן) como "padres e hijos" y explica que la palabra es una abreviatura (notarikon) de "padre-hijo", av-ben (אָב בֵּן).

Podemos combinar las explicaciones añadiendo que la nun final (ן) en "la Roca" (אֶבֶן) denota, como muchas veces, minimización. Por lo tanto, esta palabra significaría un "padre pequeño", lo que implica que el hijo en si es un padre pequeño. La familia se crea así a partir de un padre "grande" que da a luz a un padre pequeño y juntos forman una familia, una even.

¿Cuál es la conexión entre una roca y la relación padre-hijo? La roca es pesada (como en la frase "el peso de la piedra"[38], coved even כֹבֶד אֶבֶן). La palabra "peso de" (כֹבֶד) es una reminiscencia del mandamiento que une al hijo y al padre: "Honra a tu padre y a tu madre"[39] (כַּבֵּד אֶת אָבִיךָ וְאֶת אִמֶּךָ). En otras palabras, la mitzvá de honrar al padre significa relacionarse con él como algo pesado, importante y presente. El hijo a veces puede sentir que el peso es opresivo y entorpece su paso, pero debe aprender a honrar (kabed) lo pesado (koved). En resumen, el hijo le da al padre koved, peso, en virtud del hecho de que lo honra (kavod). (Esto significa que no lo ignora y ciertamente no se avergüenza de él).

Vimos, sin embargo, que la piedra es un "objeto fuerte", algo duro e inflexible. La dureza es una característica más esencial de la piedra que el peso - el peso es relativo. Si el hijo le da a su padre peso (koved) al honrarlo (kavod), entonces el padre le da al hijo la dureza. En otras palabras, la asertividad esencial del hijo, tal como se expresa, por ejemplo, por el autosacrificio, proviene del padre. El padre es el punto de dureza dentro del hijo, y el hijo es el peso del padre.

¿Y qué pasa con la madre? El valor numérico de la expresión "la Roca de Israel" (אֶבֶן יִשְׂרָאֵל) es el mismo que el de "la Casa de Iaacov" (בֵית יַעֲקֹב), una expresión que aparece antes de la entrega de la Torá, cuando Dios instruyó a Moisés: "Así dirás a la Casa de Iaacov"[40].  Según los sabios, la casa de Iaacov se refiere a las mujeres. Dentro de la calidez y la suavidad de la maternidad, hay mucho de la asertividad de la Roca de Israel. Es el catalizador para unificar las dos propiedades de peso (de hijo a padre) y dureza (de padre a hijo) de la Roca de Israel.

El lobo y la oveja

"Benjamín es un lobo que hace estragos, por la mañana devorará y por la tarde se repartirá el botín"[41].  Benjamín es el sello final de las bendiciones de Iaacov para sus hijos. Comparó a cinco de ellos con animales: Iehuda con un león, Dan con una serpiente, Isajar con un burro, Naftalí con un corzo y Benjamín con un lobo.

La compañera del lobo son las ovejas. Hoy son enemigos, pero en el futuro, "y el lobo vivirá con las ovejas"[42] en la era Mesiánica de paz. En la bendición de Iaacov, los hijos son comparados con animales. No hay ovejas plácidas. Iaacov mismo tiene muchos tratos con las ovejas. Es pastor y se casa con Rajel, cuyo nombre significa "oveja". Además, en la Cabalá está escrito que Iaacov, él mismo, tiene muchos encuentros con ovejas, como en el versículo: "Y Iaacov separó a las ovejas"[43] (וְהַכְּשָׂבִים הִפְר֣יד יַעֲקֹב). Si es así, la oveja está bendiciendo a sus hijos para que sean animales, e incluso animales carnívoros.

Esta es una base importante en la educación. El padre debe actuar como una oveja, con templanza y calma. Debe comportarse con sumisión, siguiendo las huellas del pastor. Pero no críes a tus hijos para que sean ovejas. En su lugar, críalos para que sean leones y lobos. El lobo tiene un tremendo poder de "luces del caos" y por eso devora a las ovejas. Pero la oveja, Iaacov, sabe cómo heredar las luces del caos (de su hermano, Esav) y otorgarlas a sus hijos de una manera rectificada.

Muchas veces, el hijo-lobo no se lleva bien con su padre-oveja. Hay tensión entre ellos, y el hijo siente que quiere devorar a su padre. Pero el objetivo final es: "Y el lobo vivirá con las ovejas" - el hijo-lobo viviendo en paz con su padre, la oveja. Entiende que es su padre quien le dio el poder del lobo. (Su carácter de lobo era un gen recesivo dentro del carácter de oveja de su padre). Entonces se cumplirá el versículo: "Y hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres"[44].

(de una clase dada el 27 de Shevat, 5772)

 

SEXTA LECTURA: EL HUESO INDESTRUCTIBLE 

"Exhaló su último aliento y se reunió con su pueblo". 

Los sabios nos enseñan que existe un hueso indestructible en la parte superior (o, según ciertas opiniones, en la base) de la columna vertebral, del cual el cuerpo resucitará al Fin de los Días. A esto se le llama el "hueso luz" (עֶצֶם הַלּוּז) o " luz de la columna vertebral"[45] (לוּז שֶׁל שִׁדְרָה).

El valor numérico del "hueso luz" (עֶצֶם הַלּוּז) es 248, el número de órganos en el cuerpo adulto, según los sabios y correspondiente a los 248 mandamientos positivos de la Torá. Por lo tanto, este hueso eterno encapsula todos los órganos del cuerpo.

En la terminología moderna, podemos decir que este "hueso" eterno y esencial es la descripción completamente codificada del hombre en una molécula de ADN. En hebreo, la palabra para "hueso" (עֶצֶם) es la misma que la palabra para "yo mismo" (עַצְמִי) o "esencia". A partir de esta molécula esencial, la totalidad del hombre, en el tiempo de la resurrección, volverá a la vida. De hecho, el lugar más concentrado de ADN en el cuerpo es la médula ósea correspondiente a la sefirá de sabiduría, de la cual se dice: "morirán, pero no en sabiduría"[46]. Aun después de la muerte física, el hueso luz no sólo no muere, sino que asegura la futura reconstitución de todo el cuerpo.

El valor numérico de "el hueso luz de la columna vertebral", luz shel shidrá (לוּז שֶׁל שִׁדְרָה) es 882, o 2 veces el valor de "verdad", 441, emet (אֱמֶת), o simplemente 2 veces 212. En Cabalá y Jasidut, la verdad implica vida eterna, porque ser "verdadero" es no cesar nunca. De Iaacov, "el hombre de verdad"[47], se dice: "Iaacov no murió"[48]. El valor de "verdad" implica dos veces el valor de "verdad" en dos planos simultáneos, el plano físico y el plano espiritual. Esto concuerda con la opinión de Najmánides (y la de la Cabalá y el Jasidut) de que, con la Resurrección de los Muertos, no sólo el alma, sino también el cuerpo físico, vivirá para siempre. 

(de Cuerpo Mente y Alma, págs. 257-258) 



[1] Génesis 47:27.

[2] Ibíd. 45:26

[3] Ibíd. 30:24

[4] Pesajim 87b

[5] Taanit 5b

[6] Sanhedrin 107b

[7] Tanjumá, Metzorá

[8] Proverbios 22:9.

[9] Génesis 48:15

[10] Ibid. 49:22

[11] Véase cap. 28.

[12] Igueret HaKodesh 25

[13] Génesis 49:4

[14] Ibid vs. 5-7

[15] Rashi, Génesis 49:8

[16] Génesis 49:8

[17] Ibid v. 27.

[18] Ibid 34:25

[19] Ibid. Rashi ad loc.

[20] Véase Siftei Jajamim sobre el comentario de Rashi; véase también Ibn Ezra sobre Génesis 49:1

[21] Malbim, Proverbios 3:12.

[22] Proverbios 3:12.

[23] Proverbios 27:5. Esta idea se alude en la palabra “reprender” (תּוֹכָחָה). La primera sílaba significa “dentro” (תּוֹךְ) y el valor numérico de la segunda sílaba (חָה) es 13, lo mismo que “amor” (אַהֲבָה).

[24] Proverbios 13:24.

[25] 1 Reyes 1:6.

[26] Jaguigá 12a, “Cuando el Todopoderoso creó el mundo, se expandió más y más… hasta que el Todopoderoso lo reprendió y se detuvo, como dice: “Los pilares de los cielos temblaron y se asombraron de Su reprensión” (Job 26:11).

[27] Véase Likutei Moharan II 4:4.

[28] Salmos 94:12. Como explica Tania cap. 26.

[29] Moed Katan 9b.

[30] Sipurei Jasidim (Rabí Zevin) en Parashat Matot, sobre el versículo, “Y Moisés se enojó” (וַיִקְצוֹף מֹשֶה).

[31] Baba Metzía 59a

[32] Sipurei Jasidim, ibid..

[33] Zohar Bereshit 184a.

[34] Los valores numéricos de Rubén (רְאוּבֵן), Shimón (שִׁמְעוֹן) y Levi (לֵוִי), los tres hijos que merecieron una bendición oculta, son 259, 466 y 46, respectivamente. Su suma es 777, que supera a 666 en todos sus números enteros. El valor promedio de sus nombres es 259, que es el valor numérico de Rubén (רְאוּבֵן).

[35] Zohar Bereshit 134b

[36] Las piedras del pectoral se enumeran en Éxodo 22:17-20.

[37] Génesis 49:24

[38] Proverbios 27:3

[39] Éxodo 20:12

[40] Éxodo 19:3

[41] Génesis 49:27

[42] Isaías 11:6

[43] Génesis 30:40

[44] Malají 3:24

[45] Vaikra Rabá 18:1

[46] Iob 4:21

[47] Véase Mijá 7:20

[48] Taanit 5b



PREGUNTAS Y RESPUESTAS

UNIVERSIDAD DE LA TORÁ: Matemáticas

 

137 Y LA CURVATURA DE LOS NÚMEROS NATURALES EN FUENTES JUDÍAS

 

Pregunta: ¿Cuál es la fuente judía para la curvatura de los números naturales?

Respuesta: Hay varias fuentes para que la curvatura de los números naturales se convierta en números irracionales o trascendentales como pi y e, o la inversa de la constante de estructura fina, 137. Una de ellas es el Baal Mishnat Jasidim quien explica que el número pi, que es la circunferencia de un círculo cuyo diámetro es 1, comienza con el perímetro de un hexágono. El hexágono es como el interior de un Maguén David (Estrella de David). El hexágono tiene seis lados, cada uno de ellos igual al radio del círculo. Si el radio es 1/2, el diámetro es 1 y el parámetro del hexágono es 6×1/2, que es 3. Ese es el valor aproximado que los sabios dan para pi, 3. Entonces si el polígono se hace con más lados, con 7, 8, 9… lados hasta el infinito, este se aproxima infinitamente al número exacto pi. Pi es el secreto de la progresión desde un polígono de seis lados hasta un polígono infinito.

Este es un fenómeno muy hermoso que obviamente está relacionado con el secreto de la creación. El mundo fue creado en 6 días, lo que genera un hexágono. El secreto del séptimo día, Shabat, es la adición trascendental al hexágono, para hacerlo acercarse y convertirse en un límite infinito, pi.

Otro ejemplo de la importancia de la aproximación de los números irracionales o trascendentales a los números naturales se encuentra en la Torá. Las dos primeras palabras de los Diez Mandamientos dicen "Anoji Havaiá", (Yo soy Dios).  "Anoji" es igual a 81, que es 9 al cuadrado. "Havaiá" es igual a 26. El secreto de la relación entre las dos palabras y números es que, si se considera que 81 es la circunferencia de un círculo, para descubrir el diámetro hay que dividir la circunferencia por pi. Esto nos da 25,79 o aproximadamente 26. Hay un hermoso fenómeno matemático aquí. "Anoji" es un nivel trascendente, sovev kol Almin (la luz trascendente de Dios), como la circunferencia de un círculo, el secreto del igul hagadol (gran círculo). El kav (línea) o, como en "Az ibaká kashajar oreja (Entonces tu luz brillará como la mañana)[1] el secreto de tiferet, cuya dimensión interior es la compasión, correspondiente a Iaacov, una permutación de "ibaká", el Nombre Havaiá. Por eso Havaiá es el nombre de tiferet, el nombre de Iaacov. Este es el diámetro que conecta los dos semicírculos del círculo. Este es un hermoso secreto de "Anoji Hashem". Se basa en una aproximación.

 

LA CUADRATURA DEL CÍRCULO

Para dejar aún más claro que esta aproximación está prevista según la Torá, podemos abstraer este concepto. Sabemos que a lo largo de todas las generaciones los matemáticos intentaron, sin éxito, la cuadratura del círculo. Hace poco más de 100 años se demostró que es imposible lograr la cuadratura del círculo porque pi es un número trascendental. Sin embargo, si tomamos cualquier número cuadrado natural, y lo consideramos como la circunferencia de un círculo y luego lo dividimos por pi para saber el diámetro, podemos resumir la expresión como n al cuadrado/pi = d.

Si comenzamos con una circunferencia de 1, 1 al cuadrado es 1, dividido por pi nos dará un diámetro de aproximadamente 0,32. Si tomamos 2 como circunferencia, el diámetro es aproximadamente 1,27. Para 3, el diámetro es 2,87. El diámetro de 4 es 5,1. Para 5 es 7,96. Para 6, 11,47. Para 7, 15,61. Para 8, 20,38. Todos estos son números aproximados. Ahora tenemos el diámetro de todos los números que conducen a "Anoji," 9 al cuadrado. La suma de los primeros 8 diámetros es aproximadamente 65. 65 es la forma en que se lee el Nombre de Dios de Adnut. Así como el Nombre de Dios Havaiá, 26, es 2×13, 65 es 5×13.

La suma de todos los números desde 1, alef, que es la primera letra de "Anoji", hasta "Anoji", que es 9 al cuadrado, es 65 26, que es 91, el triángulo de 13, todos los números desde 1 hasta 13, 7×13= "Amén". Esta es la inclusión de Adnut en Havaia. Los primeros ocho son iguales a Adnut, que, cuando se incluyen dentro de Havaia, son la Ijudá Ilaá (unificación superior). Esto también puede interpretarse como la inclusión de Havaia en Adnut, que es la Ijudá Tataá (unificación inferior), como se explica en Sha'ar HaIjud VeHaEmuná, en el Tania. 

 

HAVAIA EJAD – DIOS ES UNO

Esto también sugiere otra hermosa intención cuando decimos Havaiá Ejad en la oración Shemá Israel. Sabemos que en la porción de la Torá de Va'etjanan, Moshé repite los Diez Mandamientos. La conclusión de volver a contar el relato de la Entrega de la Torá es llegar al epítome de la conciencia judía, que es el verso "Shemá Israel, Hashem Elokeinu Hashem Ejad". Este no es el lugar para explicar la conexión entre "Anoji Hashem Elokeja" y "Shema Israel Hashem Elokeinu Hashem Ejad". Sin embargo, las dos primeras palabras de los Diez Mandamientos son Anoji Hashem (“Yo soy Dios”). Las dos palabras finales del Shemá Israel son "Hashem Ejad (Dios es Uno).

Según el Rambam, estas son las dos primeras mitzvot básicas del fundamento de la Torá, los dos primeros de los trece principios de fe. Se nos ordena creer en la existencia y Providencia de Dios y creer en Su unidad absoluta. "Hashem Ejad" numéricamente es la relación simple de shalem vajetzi, entero a mitad. Hashem = 26, y Ejad = 13. "Anoji" es la circunferencia trascendente del igul hagadol y Hashem es el or ein sof de malei kol Almin (la luz inmanente de Dios). Combina muy bellamente. Hashem es el diámetro del círculo cuya circunferencia es 81. El radio es la mitad del diámetro.

 La frase "Hashem Ejad" es el diámetro completo (Esto es como el concepto en Cabalá y Jasidut de que, en el futuro, Baiom hahu ihié Hashem ejad ushemó ejad, habrá dos ejad, el radio de la línea, del kav or ein sof, penetrará y permeará todo el jalal hapanui y alcanzará y conectará con el otro lado. (Lo que en nuestro mundo se considera un radio se convertirá en un diámetro completo.) La relación entre las dos palabras, Hashem Ejad, ahora se convierte en la simple relación entre el diámetro y el radio. Cuando calculamos el perímetro del hexágono, nos basamos en el radio, 6 radios. Aquí también, el Nombre de Hashem es básicamente 26. Es decir, un diámetro completo, que posee un radio simétrico, que se repite dos veces. Ese radio es 13, Ejad

 

LAS NUEVE SEFIROT DE Z”A

La serie que mencionamos antes también encaja muy bien con esta explicación. Si meditamos en la palabra Ejad, alef, jet dalet, la Cabalá explica que el alef jet es un concepto en sí mismo, las nueve sefirot de Z'a. El dalet es la adición de maljut, la difusión de la revelación de la Unidad de Hashem por toda la realidad. Estos son dos partzufim (personalidades) diferentes, el partzuf Z'a y el Partzuf Nukba d'za. Esto a veces se explica como Partzuf Leá. En nuestra serie teníamos n al cuadrado/pi desde 1 a 8 = aproximadamente 65. Ese es el alef jet, que es un código que indica del 1 al 8. Cuando se combinan el 1 al 8, se convierten en 9. El 9 en Cabalá se divide en 1 y 8. Hay 9 sefirot de zeir anpin desde keter (corona) hasta iesod (fundamento). El Keter, está en una categoría por sí solo. Por eso es 1. Luego hay 8 sefirot específicas desde jojmá (sabiduría) hasta iesod de zeir anpin. En total son 9, que es la raíz de "Anoji", (I) 81. 

Esto también explica en detalle la relación entre "Anoji" y "Ejad" (Uno). Si tomamos las tres letras de la palabra "Ejad" (alef, jet, dalet) y se hace el cuadrado de cada uno individualmente, esto se llama en Cabalá ribua prati. La alef al cuadrado y la jet al cuadrado nos dan 65. Según el Arizal, la dalet es una dalet rabati, escrita como una dalet grande. Debería ser 4 veces dalet, que alude explícitamente a 4 al cuadrado, 16. Cuando esto se suma a 65, se convierte en 81, o 9 al cuadrado. 9 al cuadrado es el cuadrado de las dos primeras letras solas. Esta es la manera de entender que esencialmente la dalet está incluida dentro de la alef y la jet

 

13 MÁS 13 IGUAL 26

Para resumir, tenemos la alusión en la palabra "Ejad" a los primeros ocho cuadrados del 1 al 8, cada uno dividido por pi, en total equivale aproximadamente a 65, que es en sí mismo el valor exacto de 1 al cuadrado más 8 al cuadrado. Entonces el 18 es nueve, 9 al cuadrado, cuyo diámetro es 26, el Nombre de Dios, Havaiá. Cuando se suman los primeros 9, resulta 91, el triángulo de la palabra completa, 13. Ahora vemos por qué la dalet tiene que manifestarse por si misma. Entonces todo junto es igual a 13. El triángulo de 13, del 1 al 13, es igual a 65 más 26. Este es un ejemplo muy hermoso de números naturales aproximados. Claramente este concepto aparece y es de gran importancia en la Torá.


[1] Isaías 58:8

 ENTENDER LA ALEGORÍA Y METÁFORA DE LOS SABIOS SOBRE LAS SEFIROT

Estudio de Jasidut:

Epístola Sagrada – Igueret haKodesh

Carta 15 clase 1  

 


https://youtu.be/dBRBWKWsTTU

 

"Para entender la alegoría y metáfora, las palabras de los sabios y sus acertijos", respecto de las sefirot: Es sabido "por toda la tierra" de boca de santos celestiales —descansen sus almas en Edén— permitiéndonos comprender un tanto el versículo: "Y de mi carne contemplaré a Di-s" — que habla de un entendimiento parcial de la bendita Divinidad de Di-s a partir del alma que está investida en la carne del hombre. Esta [correspondencia entre el alma y su Creador] concuerda con la enseñanza de nuestros Sabios sobre el versículo: "Alaba, alma mía, [a Di-s]": "Tal como el Santo, bendito sea, [permea el mundo,] así el alma [permea el cuerpo]". [Esta correspondencia] concuerda [asimismo] con la enseñanza del Zohar sobre el versículo "Y El insufló en sus fosas nasales un alma de vida": "Quien sopla, sopla de dentro de sí mismo", [de su interior y su más íntimo ser].84

CUATRO CIRCUNCISIONES


 

https://www.youtube.com/shorts/I9sGs4JYnuQ

 

 

Está escrito que hay 4 orlot [prepucio, piel gruesa que cubre], la orlá de la carne es el órgano del pacto de la circuncisión, la orlá del corazón que es el interior, “y circuncidarán el prepucio de vuestro corazón”, y está la “orlá de sus oídos”, el oído bloqueado, cerrado a oír la palabra de Hashem. Cada una de las dos veces que decimos el Shemá Israel, “Oye Israel Havaia es nuestro Dios, Havaiá es Uno”, es circuncidar la orlá del oído. Y está escrito que hay otra orlá de Moshé Rabeinu, la orlá de los labios, dificultad para hablar.

Frente a esto hay 4 momentos del año que circuncidamos esos prepucios. La orlá de la carne cuando hacemos el brit milá, el pacto de la circuncisión en sí mismo, “y el octavo día se circuncidará la carne de su prepucio”.

El prepucio del corazón es en Iom Kipur, el día de “y circuncidarán la orlá de sus corazones”.

El prepucio del oído es en Sheminí Atzeret, el octavo día de Sucot, es el Shemá, Oye, relacionado hoy con la guerra que estamos todavía se está desarrollando, la guerra de Simjat Torá que en verdad es Sheminí Atzeret, el prepucio del oído.

85

UN MOMENTO DE BUENA VOLUNTAD

 


https://www.youtube.com/shorts/9VMHIZwP5co

 

Dos días después de Didan Notzaj, la victoria de los libros en el año 5747-1986, al día siguiente del 5 de Tevet, el Rebe dijo que mañana, el 7 de Tevet que todos escriban un Pidión Nefesh, un pedido de rescate del alma, porque es un momento de buena voluntad para recibir todos los pedidos y las bendiciones. Por eso es conveniente que cada uno escribe un pidión nefesh y quien esté alejado de aquí (USA) que vaya a los lugares sagrados, las tumbas de los justos y los coloque allí.

De esta manera todos viajaron a la Cueva de los Patriarcas, en Israel, y siendo que estos días lo recordamos y lo hacemos permanece la impresión, todo lo que es sagrado queda la impresión. Entonces es un día para escribir un pidión nefesh y ponerlo en lugares sagrados, y por lo visto también es suficiente tener la intención de hacerlo, “en el lugar donde está el pensamiento de la persona allí él se encuentra”. Medita que estás al lado del Rebe o al lado de un justo y pides tu pedido. Es una segulá especial para ahora, de este día.

Pidamos juntos que venga el Mashíaj, nuestra victoria verdadera ya mismo inmediatamente.

 

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EL ASCENSO DEL SEXO DÉBIL

 


https://www.youtube.com/shorts/zIu1wF5RhRU 

Hay una virtud en el sexo débil, la mujer: al final el sexo débil (jalash) domina (jolesh). Ella controla verdaderamente todo lo que pasa, todo lo que sucede, hasta que ella controla toda la tierra y todo el mundo.

Sabemos que al acercarnos al Mashíaj sucede lo que en Cabalá se denomina “ascenso del reinado”, aliat hamaljut, la mujer asciende respecto a la posición del varón frente a la mujer, el hombre frente a la mujer. Entonces todo el proceso hacia la redención se llama en Cabalá “ascenso del reinado”, el ascenso de la mujer hasta que sean “iguales de altura”, hasta que la mujer se iguala a la altura del varón, completamente frente al hombre, y más todavía, “la mujer virtuosa es la corona de su marido”, se eleva más alto que el varón. 

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ELEGIR LIBREMENTE 


https://www.youtube.com/shorts/pBRhANOaSzQ

 

Dios todo lo sabe, pero nos da el libre albedrío. La palabra daat, conocimiento o conciencia, tiene un significado que es saber, como saber algo, yo sé, Hashem sabe, al conocerse a Sí mismo conoce a todas las criaturas. Y también el daat es en verdad la capacidad de elegir.

Entonces hay aquí dos cosas muy muy importantes. Toda la paradoja entre el saber de Dios y el libre albedrío se refiere a dos aspectos de daat.

El lado masculino del daat es el saber, que también es conectarse y relacionarse con la cosa, no desenfocarse de ella, saber, conectarse a algo.

Pero el poder femenino del daat es la elección, al hombre se le da el permiso de elegir, “Todo está previsto, pero se le dio el permiso”, es en realidad el hombre y la mujer, el aspecto de saber del daat es su aspecto masculino y el poder del libre albedrío del daat es el poder de la mujer. 


PROYECTO PSICOLOGÍA JASÍDICA - TORAT HANEFESH: CLASE 5 

¿SABES QUE ES LA HUMILDAD? Aquí te lo explicamos

 

 

https://youtu.be/IfAmxD5oSRI

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POR LA VICTORIA Y LA VIDA DE LOS BRAVOS SOLDADOS DE ISRAEL

POR EL REGRESO DE LOS CAUTIVOS SANOS Y SALVOS A ISRAEL

POR LA ELEVACIÓN DEL ALMA DE LOS CAÍDOS AL KIDUSH HASHEM

🔸 Una Historia Jasídica para Despedir al Shabat 🔸


Es costumbre contar una historia jasídica sobre el Baal Shem Tov al terminar Shabat por la noche en una comida de Melavé Malká, acompañando a la Reina, el Shabat


Una segulá para un buen sustento, para tener hijos y tener satisfacciones de los niños, para una vida buena y larga y para salud


Rebe Natan de Nemirov:

LA VERDAD DE LA VERDAD 

Rabi Natan Sternhartz de Nemirov (Nemyriv, Ucrania) nació el 15 de Shvat 5540 (1780) siendo su padre, Rabi Naftali Hertz, un rico comerciante. A la edad de 13 años, Rabi Natan se casó con la hija de Rabi David Tzvi Orbaj, el rabino de Sharhorod. Después de su matrimonio, Rabi Natan se sintió atraído por el Jasidut. Al principio, se conectó con Rebe Levi Itzjak de Berditchev, quien le abrió los brazos. En 5562 (1802), Rebe Natan se enteró de un tzadik que se había mudado a la cercana Breslov, llamado Rebe Najman. Cuando fue hacia él, se sorprendió de que éste fuera el erudito de la Torá que había visto en un sueño. A partir de ese momento, Rebe Natan se unió a Rebe Najman y transcribió todas las palabras de Torá que escuchó de él. Después del fallecimiento de Rebe Najman en 5571 (1811), Rebe Natan se convirtió en el líder del Jasidut de Breslov, no como un Rebe, sino como un seguidor que enseña la Torá de su Rebe. En la mañana del 10 de Tevet de 5605 (1845), se presentó un viernes, los discípulos de Rebe Natan le leyeron las primeras historias del libro de relatos de Rebe Najman. La segunda historia termina con las palabras "y regresaron a su casa". Cuando escuchó esas palabras, Rebe Natan asintió con la cabeza, como diciendo: "Ha llegado mi hora de volver a casa". Ese mismo día, justo antes del comienzo del Shabat, partió de este mundo. 

En su libro, Iemei Moharnat, Rebe Natan escribe 

En el invierno de 5563 (1803), Rebe Najman me indicó que viajara con mi suegro a la santa comunidad de Mahlov para solicitar un puesto rabínico en una de las ciudades cercanas. Y gracias a Dios me salvé de eso.

En el libro de Breslov Si'aj Sarfei Kodesh, aparece el resto de la historia: “Cuando Rabeinu [Rebe Najman] envió a Rebe Natan a su suegro para que le diera un puesto rabínico en una de las ciudades bajo su supervisión, Rebe Natan se disculpó con Rebe Najman, diciendo que tenía miedo de asumir un puesto rabínico, porque conlleva una gran responsabilidad.

“No, entonces ¿quién debería ser rabino? ¿No es la persona que tiene miedo? Rebe Najman lo reprendió.

“¿Aceptar un puesto rabínico es verdad y correcto?” preguntó Rebe Natan.

“Sí”, respondió Rebe Najman, “es la verdad”.

"¿Es la verdad de la verdad?" Preguntó de nuevo Rebe Natan.

“Si quieres la verdad de la verdad”, respondió Rebe Najman, “¡no seas rabino!”

Y Rebe Natan se salvó. 

Todos conocemos el resto de la historia. Rebe Natan se aferró a la “verdad de la verdad” y permaneció con su maestro, Rebe Najman, creando la base de todos los escritos de Rebe Najman que tenemos hoy. ¿Cuál es la distinción entre la verdad y la verdad de la verdad? ¿Puede ser verdad algo que no es la verdad de la verdad? ¿O es simplemente falsedad?

Podemos encontrar apoyo en Maimónides en las Leyes de Santificación del Nuevo Mes, respecto a los dos enfoques para calcular la luna nueva: El posicionamiento de Shmuel y el posicionamiento de Rav Ada. Maimónides escribe que el cálculo de Rav Ada es "más preciso que la opinión anterior (el cálculo de Shmuel)" y, por lo tanto, la ley está de acuerdo con Rav Ada con respecto al secreto para determinar la hora de la luna nueva. Pero el enfoque de Shmuel también es verdad, y lo aplicamos al calcular las estaciones y la bendición del sol”. Las palabras de Maimónides, de que podemos usar el término “verdad” incluso cuando nos referimos a algo que no es completamente exacto, y que podemos calificar algo como “verdad” o “más verdadero”, es una innovación importante que requiere un análisis profundo.

El Jasidut amplía el panorama e identifica un nivel adicional y más efímero de verdad, al que se refiere como “la cúspide de la verdad”. Debajo de la “cúspide de la verdad” hay falsedad. Si en la verdad hay una distinción entre “verdad” y “más verdadero” (la verdad de la verdad), también podemos hacer la misma distinción en la falsedad: entre la falsedad sutil y la falsedad descarada.

Podemos comparar estos cinco niveles - la verdad de la verdad, la verdad, la cúspide de la verdad, la falsedad sutil y la falsedad descarada - con los cinco títulos discutidos en el primer capítulo de Tania: el consumado tzadik (la verdad de la verdad), el no consumado tzadik (verdad), la persona intermedia (la cúspide de la verdad), la persona no consumadamente malvada (falsedad sutil) y la persona consumadamente malvada (falsedad descarada).[2]

El Rebe de Lubavitch explica[3] que los dos niveles de verdad existen en mundos diferentes. El enfoque de Shmuel, que parece menos preciso en nuestro mundo, es el enfoque más verdadero en el mundo espiritual.

Podemos aprender de las palabras del Rebe un fundamento importante que se puede aplicar a otros asuntos. Lo que en nuestro mundo se entiende como aproximado, como redondeo de números, es la realidad correcta y más exacta en el mundo superior. Y lo que entendemos como exacto en nuestro mundo, es sólo aproximado, relativo a la verdadera realidad en el mundo superior. Quizás hayamos pensado que los mundos superiores son mundos de intelecto complicados y complejos, mientras que nuestro mundo material es más simple. Pero la verdad es todo lo contrario. La realidad espiritual abstracta es relativamente simple y clara. A medida que descendemos a los mundos inferiores, hasta llegar a la realidad física, hay más detalles y más complicaciones, y todo se vuelve menos preciso y más confuso.

Podemos reemplazar la “verdad” y la “falsedad” por “aproximada” y “exacta”. Como explicamos, la percepción de la realidad en diferentes mundos revela la compleja reciprocidad entre lo aproximado y lo preciso. Estos dos adjetivos cambian de lugar cuando cambia la perspectiva. Lo que se considera exacto en este mundo no es más que aproximado en el mundo superior (según el enfoque de Rav Ada) y lo que sólo es aproximado en nuestro mundo (según el enfoque de Shmuel) es preciso en el mundo superior.

Es específicamente cuando alcanzamos el nivel inferior, correspondiente a la sefirá de reinado cuyas “piernas descienden hasta la muerte”, cuando nos encontramos con la necesidad de utilizar lo aproximado. Los niveles inferiores son un ámbito de posibilidades complejas que no están claramente definidas como blancas o negras, a diferencia de las discusiones más abstractas sobre la ley judía, por ejemplo. A medida que descendemos a los ámbitos de la acción repletos de cuestiones relacionadas con la actualidad y política, la claridad de la discusión jurídica teórica (incluida la aplicación práctica de la ley judía, que se centra en cómo aplicar las sentencias en estas cuestiones con respecto a un particular, que puede aislarse del mundo exterior), se abre una aparente brecha entre la Torá y la realidad. Quienes deciden las normas en tales eventos deben salvar la distancia entre la realidad y el enfoque normativo que se encuentra en la ley judía; necesitan unir la precisión de los cielos con la aproximación práctica de la realidad física. Podemos decir que la desviación del mundo inferior de la precisión del mundo superior es lo que hace que las cuestiones relacionadas con el público, como las leyes de la guerra, etc., resulten menos atractivas para los eruditos de la Torá, a quienes les gusta abordar temas claros y exactos.

Un ejemplo de la aproximación necesaria para nombrar un gobernante se puede encontrar en la historia de Rebe Najman, “El Maestro de la Oración”, que describe cómo cada grupo eligió un rey, sabiendo que él no es el verdadero rey, sino más bien, un rey aproximado que muestra sólo uno de los atributos del rey consumado. Lo mismo ocurre con el individuo cuando busca un alma gemela. El Rebe de Lubavitch enfatizó que a menudo las personas tienen una imagen exacta de cómo debería ser su cónyuge, incluyendo una serie de características y rasgos de personalidad específicos. Debemos saber, sin embargo, que, aunque esta imagen puede ser precisa y aceptable en el mundo superior (el mundo del pensamiento), en nuestro mundo inferior nada es perfecto y podemos esperar encontrar a alguien que sólo se ajuste aproximadamente a la imagen específica que tenemos en nuestras cabezas. 



1 §8

[2] Discurso del último día de Pesaj, 5713




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¿POR QUÉ REZAR?

 


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La oración

¿Cuál es el trabajo del creyente? Puede ser profesor, experto cibernético o agricultor, puede ser casi cualquier cosa, pero el trabajo principal del creyente, entre él y Dios, es su servicio de oración. Esto es lo que dice la Torá: "Y amarás a Dios, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas".[1] El servicio del corazón es la oración.

La definición precisa de la oración es la plegaria silenciosa que los judíos dicen tres veces al día. ¿Por qué se considera esto un servicio del corazón? Después de todo, todo el cuerpo es parte de la oración. Nuestras piernas nos mantienen en pie y nuestros labios hablan. Pero todo eso solo es una preparación. La oración misma está solo en el corazón. Una persona que se para y murmura algunas palabras, sumergido en el mundo diferente de sus pensamientos, apenas consciente de que incluso está hablando, simplemente "mata" a su oración. "La oración sin intención es como un cuerpo sin alma".[2]

Entremos al mundo de las intenciones

¿Cuál debería ser nuestra intención al orar? La intención básica es simple. “Sabe ante quién estás parado”.[3] Estás parado ante el Creador del mundo, que vigila su mundo y todo lo que hay en él, siempre. Es aconsejable dedicar al menos unos segundos a este pensamiento antes de rezar.

Además, debemos centrarnos en pedir la compasión divina, tal como se le llama a la oración en el Talmud "rajmei" (compasión). La vida de la persona suele nublar ese lugar dónde deberían estar nuestros pensamientos y es probable que olvidemos hacerle pedidos a Dios y agradecerle. Podemos y debemos pedirle tanto las cosas más simples como las más sublimes, y agradecerle por todo lo que nos ha dado. Nada debe darse por sentado.

Otra faceta de nuestro enfoque ser consciente de las palabras que estamos diciendo, incluyendo el significado simple de las palabras. (Es recomendable mirar el libro de oraciones al rezar). Hay muchas más intenciones cabalísticas para la oración, como una escalera que llega al cielo. Los cabalistas a lo largo de las generaciones nos han enseñado intenciones profundas y detalladas para la oración. Pero esas intenciones no pueden reemplazar el enfoque simple y la conciencia de que estamos ante Dios, hablando con Él y pidiéndole Su misericordia. Uno de los más grandes cabalistas dijo una vez: "Después de todas mis intenciones, quiero orar como un niño pequeño, haciendo peticiones a Dios con sencillez y sinceridad".

En lo alto de la escalera están las personas piadosas, que en su oración alcanzan un estado de desapego de lo físico, sin conciencia de su cuerpo. Solo son conscientes de sus almas, derramando sus corazones hacia Dios y aferrándose a Él con devoción. En hebreo, la palabra para "oración", "tefilá", significa aferrarse y conectarse, como en la Mishná, "hatofel klei jeres"[4], “quien trabaja la arcilla para hacer vasijas de cerámica.”

Deseo y obligación

La oración es un mandamiento. Se nos ordena orar y decir oraciones específicas tres veces al día. Pero a diferencia de otros mandamientos, no podemos rezar “solo para cumplir con nuestra obligación”. Una persona que reza solo para marcar una tilde en su lista de tareas simplemente no está rezando. La oración es ante todo una solicitud y no se puede solicitar algo solo para cumplir una obligación. Esto explica el dicho de los sabios: "No hagas de tu oración un acto rutinario, sino un pedido de misericordia y suplicas"[5].

Según la mayoría de las opiniones, la oración no es uno de los 613 mandamientos de la Torá, sino más bien una directiva de los sabios. Esto no es porque es menos importante que los otros mandamientos, sino porque es más importante que ellos. Hay 248 mandamientos positivos, la suma de los órganos del cuerpo. La oración es como la columna vertebral que sostiene todos los órganos. Nuestro servicio interior a Dios en la oración es el espíritu de vida que teje todos los mandamientos prácticos creando un hermoso tapiz.

Estamos obligados a rezar, pero la oración es mucho más que una mera obligación. Las oraciones diarias regulares fueron instituidas por nuestros Patriarcas: Abraham instituyó la oración de la mañana, Itzjak la oración de la tarde y Iaacov instituyó la oración de la noche. Así como los Patriarcas oraron, aunque no estaban obligados a hacerlo (porque la Torá aún no se había entregado), también nosotros oramos desde el lugar profundo de nuestros corazones y almas que anhela poner todos nuestros sueños y deseos ante Dios.

Pero si la oración surge de nuestros corazones y almas, ¿por qué Dios tiene que ordenarnos que oremos? Dios desea este servicio de nuestros corazones. En la Oración Silenciosa, siguiendo una larga lista de peticiones, decimos: “Mira con beneplácito, Havaiá nuestro Di-s, a tu pueblo Israel y presta atención a su oración; restaura el servicio en Tu santuario y acepta con amor y favor las ofrendas de fuego y la oración de Israel; y que el servicio de Tu pueblo Israel siempre encuentre el favor ante Ti”. La verdadera oración es una expresión de conexión y cercanía entre la persona que ora y Dios. ¡Dios quiere que estemos conectados con Él! Esto se puede comparar con el padre de un hijo amado, que cumple con todas las solicitudes de su padre. Un día, el padre dice: “Tus acciones son maravillosas, pero lo que realmente quiero es una conexión interior y profunda contigo. Por favor solo háblame. Eso es lo que me dará placer.

Ahora podemos ver que no oramos para nosotros, para obtener 'regalos' de Dios. Oramos para expresar la conexión más íntima de nuestras almas con Dios, la conexión que Dios desea. Entonces, ¿por qué rezar tres veces al día? Los sabios dijeron: "¡Ojalá que la persona rezara todo el día!"[6] 

[1] Deuteronomio 6:5

[2] Tania, parte 1, capitulo 38

[3] Pirkei Avot 3:1.

[4] Kelim 3:4.

[5] Pirkei Avot 2:13

[6] Berajot 21a.


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