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jueves, 10 de abril de 2014

                                                PESAJ
Transformando las Imperfecciones en Maravillas Divinas
En el mes Nisán festejamos la fiesta de Pesaj. Esta palabra se refiere a un hecho milagroso que ocurrió la noche del 15 de Nisán, cuando el pueblo de Israel se preparaba para salir de Egipto. Era la noche en que se produjo “la plaga de los primogénitos” en Egipto, y Hashem “salteó” las casas de los judíos que habían pintado en los marcos de la puerta con la sangre del cordero. En esas casas no hubo muerte, y ese “salto” o “pasaje” es rememorado por todas las generaciones del pueblo judío desde entonces.
Esa noche damos rienda libre al potencial especial que tiene todo judío de expresar Divinidad. En hebreo, el país de Egipto es llamado Mitzraim, que significa “estrechez” o “restricción”, y en especial la incapacidad de poder expresarse. En Egipto el pueblo judío estaba restringido y no podía expresar Divinidad cabalmente. La redención de las restricciones de Egipto es el poder Divino y el milagro de la festividad de Pesaj.
El Salto Misericordioso
De acuerdo con el comentarista bíblico Rashi, la palabra hebrea Pesaj, פסח , tiene dos significados:
  1. Saltear o pasar por alto : Dios salteó o brincó sobre las casas de los judíos en Egipto durante la plaga de los primogénitos.
  2. Compasión : saltear las casa de los judíos fue una gran expresión de la compasión de Dios.
En la Torá la palabra que se usa para describir a una persona que “cojea” es pisaiaj, que comparte la raíz con Pesaj, y en esto se basa la explicación de Rashi de “saltear”. Esta especie de brinco que da la persona que cojea es considerado una imperfección y excluye a un sacerdote de servir en el Templo Sagrado. De la misma manera, un animal que es un pisaiaj es imperfecto y no puede ser traído en ofrenda al Templo.
El Poder Transformador de Pesaj
En Ishaiahu 35:6 hay una hermosa imagen de la futura redención:
“Y en esa época (cuando venga el Mashíaj) el cojo brincará como un cabrito”.
A menudo observamos o experimentamos en la vida cosas que parecen malas, pero la belleza de la creación que se encuentra en la Torá, nos confiere el poder de transformar lo malo en bueno. Pesaj tiene ese poder transformador; puede convertir la cojera en un salto verdaderamente bello y libre. La visión del cojo que salta como un cabrito es una imagen importante que debemos tener en mente en estos días y en especial en la semana de Pesaj.
El Salto del Futuro
Nos referimos hasta ahora al salto que en Egipto Dios dio sobre las casas de los judíos. Pero en el Cantar de los Cantares (2:8) encontramos una clase diferente de salto:
“La voz de mi amado se acerca; salta sobre las montañas y brinca sobre las colinas”.
De acuerdo con los sabios, las montañas representan a los Patriarcas, y las colinas a las Matriarcas, por cuyo mérito y poder, Dios salta sobre las montañas y las colinas y adentro de nuestros corazones para traernos Su revelación.
La Clave para Penetrar en el Corazón
Las restricciones de Egipto son esas barreras psicológicas impenetrables, que existen en cierto nivel en toda la humanidad, y nos dejan cojeando a todos. Pero la Hashem siempre trae la cura antes de la enfermedad, así encontramos que la Torá se refiere a “compasión”, con el término jemlá ( חמלה ) que es una permutación de la palabra majalá, מחלה , “enfermedad”. Cuando nos acercamos al prójimo con compasión, un acto más profundo incluso que el abrazo de amor, lo redimimos de sus barreras psicológicas. Su estado enfermizo de cojera es así transformado en el brinco mesiánico del cabrito.
La energía transformadora de Pesaj es el poder de romper todas las barreras psicológicas, y con compasión en nuestros corazones brincar por el sendero que nos lleva hacia el corazón de Dios, de nuestra esposa, de nuestra familia y amigos.
Transformando los Defectos en Milagros
El defecto que acompaña mayormente (6veces) a la cojera en la Torá es la ceguera, por lo que estas dos condiciones son interdependientes. El valor numérico de pisaiaj, “cojo” es 148; el de ciego, iver, es 276; sumando ambos 424, el valor numérico de Mashíaj ben David (Mashíaj el hijo de David).
En efecto, el Mashíaj tiene inicialmente estos dos defectos. También es descripto en la Torá como “leproso”, una enfermedad de la piel. En hebreo piel, or ( עור ) tiene las mismas letras que iver, “ciego”. Esta es una alusión a la “piel” virtual que cubre los ojos del ciego y le impide ver. La llegada de la Redención depende de la remoción de las barreras que se cierran a nuestros ojos, para revelar los milagros que ocurren constantemente a nuestro alrededor. En el momento de su arribo, el Mashíaj, con la ayuda de Dios, será redimido de sus defectos, que se transformarán en los milagros de la redención final.
Pesaj: La Revelación de las Maravillas Divinas
En el libro de Mijá 7:15, Dios nos promete “Más que en los días de la redención de Egipto, les mostraré maravillas Divinas”. El poder de Pesaj es el potencial de transformar nuestras limitaciones en maravillas Divinas. Que seamos merecedores de acercarnos a los demás con verdadera compasión, y que en mérito de ella, quiera Dios tener compasión por nosotros y transforme nuestra cojera y nuestra ceguera física y espiritual en un brinco alegre del corazón y en un abrir de ojos para revelar las maravillas de la llegada del Mashíaj.

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