La Recámara del Jasidut
Las Chispas de Elifaz y Timna en Alamek
Las Chispas de Elifaz y Timna en Alamek
(De los 3 primeros consejeros que vienen a
corregir a Iov en su momento de mayor aflicción, el tercero es Elifaz
haTaimaní. Explican los sabios que era uno de los profetas de los pueblos
gentiles, tenía Ruaj haKodesh, pero este no era tan perfecto como para ayudar a
Iov. Elifaz el Taimaní era, ni más ni menos, que el padre de Amalek, de la
descendencia de Eisav, Edom, Roma.)
Está escrito que el poder de Amalek, a diferencia
de toda otra nación, es a causa de su padre y de su madre. En primer lugar, su
padre, Elifaz, aparece en el libro de Iov como Elifaz el Taimaní, el primer
amigo de Iov. En la Torá es sólo Elifaz, sin el apelativo hataimaní
[yemenita]. ¿Quién fue su madre? Su nombre es Timna, "Y Timna fue la
concubina de Elifaz."
¿Cuál es la historia de Timná? Los sabios
escriben que Timná quería apegarse al pueblo de Israel. Fue a los Patriarcas y
les pidió que la conviertan, pero se negaron. Ella fue a Iaacov y le pidió que
la desposara, que la convierta, quería apegarse a la simiente de Abraham, y
Iaacov se negó a aceptarla. Entonces se dijo a sí misma, si no puedo ser judía,
entonces por lo menos para aferrarme en cierta medida a la simiente de
Abraham –quería tener descendencia real- entonces me haré concubina de Elifaz,
que descendía de Abraham. Y así fue que justamente de ella nació el antisemita
arquetípico, el enemigo jurado del pueblo judío, Amalek.
Está escrito en el Midrash Tana Debei Eliahu, que
Amalek vino y preguntó a su padre, Elifaz, quién iba a heredar el Mundo por
Venir. Así le preguntó a su padre. Y Elifaz le contesto al joven Amalek: sabe
que el Pueblo de Israel heredará por siempre tanto este mundo como el Mundo por
Venir. Por eso, si deseas merecer algo, entonces ve y cava pozos de agua y
construye caminos y sirve fielmente bajo las órdenes del pueblo judío. Así podrás
merecer algo de la gran herencia que el pueblo de Israel heredará de este mundo
y del Mundo por Venir. Así le dijo Elifaz a Amalek.
Pero Amalek, en vez de aceptar y honrar las palabras de su padre, observar el precepto de honrar a su padre y a su madre, como su abuelo, el malvado Eisav que honró a su padre, Amalek hizo exactamente lo contrario, porque lo que escuchó de su padre sólo lo irritó, lo enfureció, y desde ese momento, decidió que destruiría al pueblo judío a cualquier precio, sería el gran oponente. Pensó que no era justo que ellos se queden con la banca, que hereden todos los mundos, este mundo y el Mundo por Venir, y no lo iba a aceptar bajo ninguna circunstancia.
Pero Amalek, en vez de aceptar y honrar las palabras de su padre, observar el precepto de honrar a su padre y a su madre, como su abuelo, el malvado Eisav que honró a su padre, Amalek hizo exactamente lo contrario, porque lo que escuchó de su padre sólo lo irritó, lo enfureció, y desde ese momento, decidió que destruiría al pueblo judío a cualquier precio, sería el gran oponente. Pensó que no era justo que ellos se queden con la banca, que hereden todos los mundos, este mundo y el Mundo por Venir, y no lo iba a aceptar bajo ninguna circunstancia.
¿Cuál puede ser entonces la rectificación de ese
pueblo? Maimónides establece que toda nación, incluyendo a la de Amalek puede
hacer la paz con el pueblo judío cuando entren a la Tierra de Israel para hacer
la guerra. Tenemos el precepto de eliminar a las siete naciones y no dejar
supervivientes, pero si vienen a hacer la paz, entonces debemos aceptarlos.
Hacer la paz significa que ellos aceptan los siete preceptos de los Bnei Noaj,
pagan impuestos y servirán a Israel. Esto significa que se someterán
completamente al Pueblo Judío, eso significa hacer la paz. No significa
conversión al judaísmo, sino que son considerados como extranjeros residentes, guer
toshav. Allí, Maimónides escribe explícitamente que incluso en ese caso,
también Amalek puede hacer la paz como pueblo y son aceptados. Usualmente a
esto llama que una nación entera se rinde pacíficamente, levanta la bandera
blanca, levanta las manos y se rinde al Pueblo de Israel, entonces los
aceptamos si hacen paz con nosotros.
Pero la conversión es un caso diferente. Dijimos
que en su respuesta, el Avnei Nezer escribe que hay una razón para legislar que
podemos aceptar a un amalekita que viene a hacer la paz, y aceptar sus
impuestos y sus servicios pero no como un justo converso. La explicación de
esto es del Midrash que mencionamos antes. Elifaz, el padre de Amalek le dijo a
Amalek: tu rectificación, mi querido hijo, es rendirte al pueblo judío, ponerse
bajo la jurisdicción del pueblo de Israel, no convertirse sino servirlo.
Entonces Amalek se rebeló y no estuvo dispuesto de ninguna manera a aceptar el
hecho de que se debía rendir a los judíos, por eso se convirtió en el enemigo
jurado del pueblo judío.
El Avner Nezer declara que un justo converso que se convierte se vuelve un ciudadano del país, tiene los mismos derechos pero esto no rectifica a Amalek. Ese es el razonamiento, una bella investigación. Dice que si se llegara a convertir al judaísmo, no lo rectificaría, porque un converso no se rinde completamente al pueblo de Israel y la única rectificación para Amalek es someterse completamente, y esto es sólo haciendo la paz, aceptar pagar impuestos y someterse en servidumbre y cumplir los siete preceptos de los Bnei Noaj. Pero todos los legisladores posteriores [ajaronim] no están de acuerdo, y establecen que Amalek se puede convertir, y que la única rectificación es someterse es sólo una de las explicaciones, y por eso hay otra explicación que podemos aceptarlo a Amalek si hace paz pero no como un converso.
De todas maneras, la halajá establece de acuerdo a la gran mayoría de los ajaronim, según el Rambam, que pueden hacer la paz y convertirse.
El Avner Nezer declara que un justo converso que se convierte se vuelve un ciudadano del país, tiene los mismos derechos pero esto no rectifica a Amalek. Ese es el razonamiento, una bella investigación. Dice que si se llegara a convertir al judaísmo, no lo rectificaría, porque un converso no se rinde completamente al pueblo de Israel y la única rectificación para Amalek es someterse completamente, y esto es sólo haciendo la paz, aceptar pagar impuestos y someterse en servidumbre y cumplir los siete preceptos de los Bnei Noaj. Pero todos los legisladores posteriores [ajaronim] no están de acuerdo, y establecen que Amalek se puede convertir, y que la única rectificación es someterse es sólo una de las explicaciones, y por eso hay otra explicación que podemos aceptarlo a Amalek si hace paz pero no como un converso.
De todas maneras, la halajá establece de acuerdo a la gran mayoría de los ajaronim, según el Rambam, que pueden hacer la paz y convertirse.
Entonces, ¿qué aprendimos de esto? Que hay dos
aspectos diferentes. Ahora volvamos a los padres. ¿Qué quería su madre? Se
quería convertir. ¿Qué le enseñó su padre? Rendirse. Pero como tiene los genes
de su padre y de su madre, podemos decir simplemente que la razón de que lo
aceptemos si hace la paz es por el poder de su padre, Elifaz. Pero la razón de
que lo aceptemos como un justo converso es en mérito de su madre, Timna, la
concubina de Elifaz
Entonces tenemos que Elifaz, אליפז , Timna, תמנע
y Amalek, עמלק , cuyo valor numérico es 928: “Honra a tu padre y a tu madre” (כבד את אביך ואת אמך
). Por eso la rectificación de Amalek es observar el precepto de honrar a
nuestros padres. Por supuesto esto nos toca también a nosotros, es el precepto
más importante de los Diez Mandamientos. Dios puso el honor de los padres,
incluso antes que el Suyo propio.
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