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lunes, 7 de abril de 2025

5785 Tzav - Pesaj

 BS"D


TZAV   צַו

Levítico  6:1 - 8:36     Haftara:  Malaji 3:4-24

 PESAJ    פֶּסַח




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HALEL Y LECTURA DE LA TORÁ PARA EL PRIMER DÍA DE JOL HAMOED DE PESAJ

 

https://youtu.be/-JHGYp5LzVI

 

En Israel, durante el primer día de Jol HaMoed Pésaj (es decir, el 16 de Nisán, el día después del primer Iom Tov), la lectura de la Torá sigue un orden específico. 

Lectura de la Torá para el primer día de Jol HaMoed Pésaj (Israel) 

Se leen dos rollos de la Torá:

1. Primer Sefer (Primer Rollo): Parashá Vaikrá - Levitico cap. 22:26-33, cap. 23.

2. Segundo Sefer (Segundo Rollo): Bamidbar - Números 28:19–25

En Israel, Pésaj tiene solo un día de Iom Tov (15 de Nisán), seguido de 5 días de Jol HaMoed, y el séptimo día, 21 de Nisán, es otro Iom Tov, Shevií shel Pesaj

Fuera de Israel (en la diáspora), hay 2 días de Iom Tov al principio y 2 al final, y el primer día de Jol HaMoed es el 17 de Nisán.🌾🍷

 

¿Qué es Jol HaMoed? 

Jol HaMoed (חול המועד) es un término hebreo que significa "días intermedios de la festividad" y se refiere a los días que están entre los días de Yom Tov (días festivos plenos) en Pesaj y Sucot.

 

Literalmente: 

"Jol" (חול) = "días profanos" o "no sagrados" (como los días de semana). 

"Moed" (מועד) = "festividad" o "tiempo señalado". 

Juntos, "Jol HaMoed" significa "los días no sagrados [dentro] de la festividad", es decir, días intermedios con un estatus especial. 

 

 Características de Jol HaMoed 

1. Estatus halájico: 

No es Iom Tov completo (no tienen todas las restricciones), pero tampoco son días comunes. 

Se permiten ciertos trabajos (según la necesidad y la costumbre), pero muchos judíos evitan labores innecesarias. 

 

2. Costumbres y prácticas: 

Se recita Halel (parcial) y Musaf en las plegarias. 

Se lee la Torá cada día (con 4 aliot, no 3 como en días de semana). 

En Pésaj se sigue la prohibición de jametz

En Sucot, se sigue la mitzvá de habitar la sucá y agitar el lulav (excepto en Shabat). 

 

3. Actividades permitidas: 

Viajar, cocinar, escribir (con alguna modificación). 

Trabajos relacionados con la festividad (preparar comida, reparar la sucá, etc.). 

 

 ¿Por qué existen estos días? 

Dios designó estas festividades como períodos de alegría y conexión espiritual, pero permitiendo cierta flexibilidad para actividades necesarias. 

En la antigüedad, era un tiempo de peregrinación al Templo de Jerusalén. 

 

 Resumen 

Jol HaMoed es una mezcla de santidad y vida cotidiana, un tiempo para disfrutar la festividad sin las rigurosas prohibiciones de Yom Tov. 

Jag Sameaj🌟

 


EL PRINCIPIO MÍSTICO DE LOS SACRIFICIOS

Estudio de Jasidut:

Epístola Sagrada – Igueret haKodesh

Carta 28 clase 1

 

 


https://youtu.be/RwvvSCRD2Vc

 

 

Ahora bien, el principio místico de los sacrificios [ofrecidos] sobre el Altar es sabido del santo Zohar y del AríZal:

Ellos son el nivel de la elevación de máin nukvín que derivan del Alma Animal, [quien recibe su fuerza vital] de kelipat noga, a la raíz y fuente de ellas, es decir, las formas de los cuatro Animales de la Carroza Celestial que sostienen el Trono [como es descripta en Ezequiel, cap. 1:] el Rostro de Buey, y el Rostro de Águila, y así sucesivamente. Como resultado, [reciprocando este despertar,] las máin dujrín son atraídas y descienden del nivel de Divinidad llamado [en Ezequiel] "el Hombre sobre el Trono", de Quien [también] se hace referencia como Malká ("Rey") y Zeéir Anpín.

 

PARASHAT MIRIAM

"Parashat Miriam" (פרשת מרים) no es una parashá oficial del ciclo semanal de la Torá, sino un término que suele usarse de forma didáctica o simbólica para referirse a los pasajes de la Torá que hablan sobre Miriam la profetisa, hermana de Moshé y Aarón.

¿Dónde aparece Miriam en la Torá?

Algunas secciones relevantes que podrían formar una especie de “Parashat Miriam” son:

1.    Nacimiento y cuidado de MoshéÉxodo 2:1-10: Miriam es la hermana mayor que observa desde lejos cuando su madre pone a Moshé en el Nilo, y es ella quien interviene para llevar a la hija del faraón a una nodriza hebrea (su madre).

2.    El cántico del marÉxodo 15:20-21: Después del cruce del mar Rojo, Miriam toma el tamborín y lidera a las mujeres en danzas y cantos.

3.    La queja contra MoshéNúmeros 12:1-16: Miriam habla contra Moshé por la mujer cusita que había tomado, y es castigada con tzaráat (una lepra espiritual).

4.    Su fallecimientoNúmeros 20:1: “Y murió Miriam, y fue enterrada allí” (en Kadesh). Tras su muerte, cesa el agua del pozo milagroso que acompañaba al pueblo, lo que lleva a la famosa queja de “no hay agua”.

 

En la tradición jasídica y cabalística

Miriam simboliza:

  • La fuente de agua espiritual del pueblo (Midrash: el pozo de Miriam).
  • La profecía femenina.
  • La alegría y la música (por los cantos y danzas tras el cruce del mar).
  • El liderazgo femenino discreto pero poderoso.

 

Versículos sobre el fallecimiento de Miriam y una explicación jasídica profunda sobre su significado:

 

📖 Verso de la Torá – Números 20:1

וַיָּבֹאוּ בְנֵי־יִשְׂרָאֵל כָּל־הָעֵדָה מִדְבַּר־צִן בַּחֹדֶשׁ הָרִאשׁוֹן וַיֵּשֶׁב הָעָם בְּקָדֵשׁ וַתָּמָת שָׁם מִרְיָם וַתִּקָּבֵר שָׁם׃

"Llegaron los hijos de Israel, toda la comunidad, al desierto de Zin en el primer mes, y el pueblo se asentó en Kadesh. Y murió allí Miriam, y allí fue sepultada."

 

📖 Verso siguiente – Números 20:2

וְלֹא־הָיָה מַיִם לָעֵדָה וַיִּקָּהֲלוּ עַל־מֹשֶׁה וְעַל־אַהֲרֹן׃

"Y no había agua para la congregación, y se reunieron contra Moshé y Aarón."

 

Explicación Jasídica: ¿Qué simboliza la muerte de Miriam?

En la tradición jasídica, cada evento en la Torá refleja una dimensión espiritual más profunda que habla del alma, el mundo y la Divinidad. La muerte de Miriam no es una excepción.

🌊 Miriam y el manantial espiritual

Nuestros Sabios enseñan que el pozo de agua que acompañó al pueblo en el desierto estaba por mérito de Miriam (Talmud, Ta'anit 9a). Cuando ella fallece, el pozo cesa — mostrando cómo su alma era fuente de nutrición espiritual y vitalidad física para toda la nación.

🔹 El Zohar explica que las almas justas (tzadikim), incluso en su fallecimiento, continúan influyendo desde lo alto. Así, aunque el agua cesó momentáneamente, luego volvió como un eco del mérito de Miriam y del despertar del pueblo.

 

💧 ¿Por qué Miriam no fue llorada como Aharón y Moshé?

En la Torá se dice explícitamente que Aharón y Moshé fueron llorados por “todo el pueblo”, pero en el caso de Miriam esto no se menciona.

El Sfat Emet (Gerer Rebe) enseña:

“El fallecimiento de Miriam fue tan sutil, tan elevado, que el pueblo no tuvo las herramientas para percibir el vacío espiritual que dejó...”

El dolor por Miriam se manifestó de otra forma: en la falta de agua, es decir, la ausencia física de lo que su alma generaba.

 

🕊️ Tzidkat Noshim – El poder oculto de lo femenino

El Rebe de Lubavitch enseña que Miriam representa la dimensión femenina del liderazgo: silenciosa, pero indispensable. La falta de agua revela cuánto dependía el pueblo de su presencia, aunque ella nunca habló desde el podio como sus hermanos.

🔸 En Jasidut, esto se asocia con Maljut, la sefirá receptiva y madre del pueblo. La pérdida de Miriam simboliza una pérdida de conexión con la fuente, que requiere una renovación del vínculo con el manantial interior de emuná (fe simple).

 

🌸 Enseñanza para hoy

La “Parashat Miriam” —la sección sobre su fallecimiento— nos recuerda que las fuentes de vida espiritual no siempre hacen ruido. A veces, cuando ya no están, entendemos lo esenciales que eran.

También nos invita a reconocer y honrar la influencia de lo femenino, de lo silencioso, de lo espiritual, en nuestras propias vidas.

 

 

 

TEXTO DE LA "VACA ROJA" (PARÁ ADUMÁ)

 según Bamidbar / Números capítulo 19, en hebreo y su traducción al español (versículos 1–10, que describen el mandamiento central):

 

במדבר פרק י״ט – ספר הפקודים

1 יְדַבֵּר ה' אֶל מֹשֶׁה וְאֶל אַהֲרֹן לֵּאמֹר׃


2
זֹאת חֻקַּת הַתּוֹרָה אֲשֶׁר צִוָּה ה' לֵאמֹר דַּבֵּר אֶל בְּנֵי יִשְׂרָאֵל וְיִקְחוּ אֵלֶיךָ פָרָה אֲדֻמָּה תְּמִימָה אֲשֶׁר אֵין בָּהּ מוּם אֲשֶׁר לֹא עָלָה עָלֶיהָ עֹל׃


3
וּנְתַתֶּם אֹתָהּ אֶל אֶלְעָזָר הַכֹּהֵן וְהוֹצִיא אֹתָהּ אֶל מִחוּץ לַמַּחֲנֶה וְשָׁחַט אֹתָהּ לְפָנָיו׃


4
וְלָקַח אֶלְעָזָר הַכֹּהֵן מִדָּמָהּ בְּאֶצְבָּעוֹ וְהִזָּה אֶל נֹכַח פְּנֵי אֹהֶל מוֹעֵד מִדָּמָהּ שֶׁבַע פְּעָמִים׃


5
וְשָׂרַף אֶת הַפָּרָה לְעֵינָיו אֶת עוֹרָהּ וְאֶת בְּשָׂרָהּ וְאֶת דָּמָהּ עַל פִּרְשָׁהּ יִשְׂרֹף׃


6
וְלָקַח הַכֹּהֵן עֵץ אֶרֶז וְאֵזוֹב וּשְׁנִי תוֹלַעַת וְהִשְׁלִיךְ אֶל תּוֹךְ שְׂרֵפַת הַפָּרָה׃


7
וְכִבֵּס בְּגָדָיו הַכֹּהֵן וְרָחַץ בְּשָׂרוֹ בַמַּיִם וְאַחַר יָבוֹא אֶל הַמַּחֲנֶה וְטָמֵא הַכֹּהֵן עַד הָעָרֶב׃


8
וְהַשֹּׂרֵף אֹתָהּ יְכַבֵּס בְּגָדָיו בַּמַּיִם וְרָחַץ בְּשָׂרוֹ בַמַּיִם וְטָמֵא עַד הָעָרֶב׃


9
וְאָסַף אִישׁ טָהוֹר אֵת אֵפֶר הַפָּרָה וְהִנִּיחַ מִחוּץ לַמַּחֲנֶה בְּמָקוֹם טָהוֹר וְהָיְתָה לַעֲדַת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל לְמִשְׁמֶרֶת לְמֵי נִדָּה חַטָּאת הִוא׃


10
וְכִבֵּס הָאֹסֵף אֵת אֵפֶר הַפָּרָה אֶת בְּגָדָיו וְטָמֵא עַד הָעָרֶב וְהָיְתָה לִבְנֵי יִשְׂרָאֵל וְלַגֵּר הַגָּר בְּתוֹכָם לְחֻקַּת עוֹלָם׃

 

Números 19:1–10 — Traducción al español

1 El Señor habló a Moisés y a Aarón, diciendo:


2 “Esta es la ley de la Torá que ha ordenado el Señor: Dile a los hijos de Israel que te traigan una vaca roja, sin defecto, en la que no haya ninguna imperfección y que no haya llevado yugo.


3 Se la entregarás al sacerdote Eleazar, quien la sacará fuera del campamento y será sacrificada en su presencia.


4 Luego Eleazar tomará con su dedo un poco de su sangre y la rociará siete veces hacia la parte frontal de la Tienda de Reunión.


5 La vaca será quemada ante sus ojos, junto con su piel, carne, sangre y estiércol.


6 El sacerdote tomará madera de cedro, hisopo y lana teñida de escarlata, y los arrojará en el fuego donde se quema la vaca.


7 Luego el sacerdote lavará sus ropas y se bañará con agua, después podrá volver al campamento, pero quedará impuro hasta la noche.


8 El que haya quemado la vaca también lavará su ropa y se bañará en agua, y quedará impuro hasta la noche.


9 Un hombre ritualmente puro recogerá las cenizas de la vaca y las colocará fuera del campamento en un lugar puro. Se guardarán para la congregación de los hijos de Israel, como agua para purificación; es una ofrenda expiatoria.


10 El que recoja las cenizas de la vaca lavará su ropa y quedará impuro hasta la noche. Esta será una ley perpetua tanto para los hijos de Israel como para los extranjeros que vivan entre ellos.”

 

🟠 Explicación Jasídica de la Pará Adumá

La vaca roja es uno de los mandamientos más enigmáticos de la Torá. El propio Shlomó HaMelej (el rey Salomón), el más sabio de los hombres, dijo: "Amartí ejkamá vehi rejoká mimeni" - "Me dije que adquiriría sabiduría, pero ella está lejos de mí" (Kohelet 7:23), en referencia a este precepto.

¿Qué nos enseña Jasidut?

1.    Purifica a través del contacto con la impureza. El gran misterio es que la vaca roja purifica a los impuros, pero impurifica a los puros. Esto es una paradoja que toca el alma misma del jasidismo: que la luz más profunda surge del quebranto.

2.    La Teshuvá que surge desde lo más bajo.  Jasidut enseña que hay una teshuvá (retorno a Di-s) que proviene del alma que ha descendido profundamente. Cuando alguien ha tocado la impureza, pero desea retornar, se despierta una teshuvá que no está basada en lógica ni intelecto, sino en el anhelo más esencial del alma.

Así, la vaca roja representa la purificación del alma en el nivel más esencial, más allá de los méritos o actos. Es una conexión con el Yo Divino que siempre permanece puro.

3.    El justo que se “impurifica” para purificar a otros. Así como el sacerdote que realiza el ritual queda impuro, el jasidismo enseña que el líder espiritual a veces debe bajar, ensuciarse entre comillas, para levantar al caído. Esta es la tarea del Rebe, del tzadik: entregarse por completo al otro, incluso a costa de su propia elevación personal.

 

 

🔵 Explicación Cabalística de la Pará Adumá

 

1. Color rojo: Guevurá, juicio severo

En Cabalá, el color rojo representa la sefirá de Guevurá - el poder del juicio. La vaca roja simboliza el estado más concentrado de juicio espiritual. Al quemarla completamente, transformamos ese juicio en misericordia refinada.

2. Cenizas: Residuos de luz

El Arizal explica que las cenizas representan las "klipot" refinadas - restos de luz que aún pueden ser redimidos. El hecho de mezclar las cenizas con "agua viva" es la fusión entre din (juicio) y jesed (misericordia).

3. El ritual fuera del campamento

La vaca es sacrificada fuera del campamento, en el lugar donde yacen los impuros. Esto alude a la luz de Keter (la corona suprema), que no puede ser contenida dentro del orden espiritual normal, sino que fluye desde "afuera", más allá de lo revelado. El Rebe de Lubavitch explica que esta es la teshuvá iláá - el retorno desde el punto más alto del alma, más allá del bien y del mal.

4. Agua de purificación = Luz de Jojmá

El agua viva que se mezcla con las cenizas simboliza la sabiduría suprema (jojmá) que desciende para purificar. Así, el ritual representa la fusión entre la sabiduría divina y la transformación del juicio en pureza.

 

🕊️ En resumen:

Dimensión

Simbolismo

Enseñanza

Jasídica

Amor incondicional y entrega del tzadik

El líder espiritual debe “bajarse” para elevar a otros.

Cabalística

Transformación del juicio en misericordia

Purificación del alma a través de la luz que viene desde más allá del sistema espiritual normal.

 

 

El Zohar I, 64b. Los Sacrificios (Korbanot)

aborda el principio místico de los sacrificios (korbanot) en el altar desde una perspectiva profundamente esotérica, vinculándolos con los procesos cósmicos de unificación divina (Ijudim) y la rectificación de los mundos superiores e inferiores. Aquí está la esencia de su enseñanza:

 1. Elevación de las "Aguas Inferiores" (Mayin Nukvin

- Los sacrificios físicos (animales, harina, etc.) representan la elevación del plano material hacia lo espiritual. 

- El alma animal (nefesh habehamit) del sacrificio asciende desde su raíz en kelipat noga (la "cáscara" que contiene chispas de santidad) hasta su origen en los "Animales de la Carroza Divina" (Ezequiel 1: Arie, Shor, Nesher, Adam). 

- Esto simboliza la transformación de lo mundano en sagrado, uniendo Asiá (el mundo de la acción) con Beriá (el mundo de la creación). 

 

 2. Atracción de las "Aguas Superiores" (Main Dujrin

- Al elevarse el sacrificio, se despierta un flujo de luz divina (shefa) desde la sefirá de Biná (entendimiento) hacia Maljut (reino), representado por el "Hombre sobre el Trono" (Ezequiel 1:26). 

- Este proceso se llama hamshajá ("atracción") y equilibra los atributos de Guevurá (rigor) y Jesed (bondad) en los mundos. 

 

 3. Rectificación de la Carroza Divina 

- El Zohar enfatiza que los sacrificios corrigen desequilibrios en las Sefirot, especialmente tras la "Rotura de los Recipientes" (Shevirat HaKeilim) del mundo de Tohu

- El humo del altar (ascendiendo en espiral) simboliza la restauración del flujo entre Zeir Anpín (el "Rostro Pequeño", las 6 sefirot emocionales) y Nukvá (Maljut). 

 

 4. Conexión con el Alma Humana 

- El servicio en el altar refleja el sacrificio interno del hombre: 

  - "Ofrenda del corazón": La intención (kavaná) eleva el deseo material (ratzo vashov, "correr y retornar"). 

  - "Fuego del altar": Representa el amor y temor a Dios (Deuteronomio 6:5), que "quema" las impurezas del ego. 

 

 Ejemplo del Zohar I, 64b (paráfrasis): 

"Cuando el sacerdote ofrenda el sacrificio en el altar, las chispas santas ocultas en lo físico ascienden como incienso, y el 'Rostro del Buey' (de la Carroza) se ilumina. Entonces, el 'Hombre sobre el Trono' (Adam HaElyon) derrama bendición sobre los mundos". 

 

En Likutei Torá del Arizal (recopilado por Rabi Jaim Vital) sobre Parashat Vaikrá, se profundiza en el significado místico de los sacrificios (korbanot), revelando su dimensión cósmica y su conexión con los procesos de tikún (rectificación) en los mundos superiores. Aquí está la esencia de su enseñanza:

1. Los Sacrificios como "Unificación Divina" (Yijudim)

  • El Arizal explica que cada sacrificio (korbán) genera una unificación entre las sefirot de Zeir Anpín (el "Mundo de la Emoción", las 6 sefirot desde Jesed hasta Iesod) y Maljut (el "Reino", la sefirá que recibe la energía divina para manifestarla en el mundo físico).
  • La palabra "korban" (קרבן) viene de la raíz "karov" (cercanía), porque acerca lo material (Asiá) a lo espiritual (Atzilut).

2. La Elevación de las Chispas (Nitzotzot)

  • La sangre del sacrificio (esparcida en el altar) simboliza la elevación de las chispas divinas atrapadas en la materia (kelipat noga).
  • El fuego del altar representa el amor a Dios (Ahavá), que "quema" las impurezas del mundo y las transforma en luz sagrada.
  • El humo que asciende rectifica las sefirot de Guevurá (rigor), suavizando los juicios (dinim) y permitiendo que fluya la misericordia (Jesed).

3. La Conexión con los Nombres de Di-s

  • El Arizal revela que los sacrificios activan combinaciones (tzirufim) de los Nombres Divinos:
    • Havaia (י-הוה): Representa a Zeir Anpín (el aspecto masculino de la Divinidad).
    • Elokim (א-להים): Representa a Maljut (el aspecto femenino, la Shejiná).
  • Cuando el sacerdote (kohen) realiza el servicio del sacrificio, une estos dos nombres, equilibrando misericordia y juicio en los mundos.

4. El Sacrificio como Rectificación del Pecado de Adam

  • El Arizal enseña que los korbanot rectifican la caída de Adam HaRishón, quien introdujo impureza (tumá) al mundo al pecar.
  • El altar del Templo corresponde al "altar celestial" a donde ascienden las almas de los justos.
  • Al ofrecer un sacrificio, el judío repara el daño cósmico causado por el pecado y restaura el flujo de luz divina (shefa).

5. La Relación con el Alma Humana

  • Cada persona debe ver su propio servicio a Di-s como un sacrificio espiritual:
    • Estudio de Torá = "Sacrificio de harina" (Minjá).
    • Oración = "Sacrificio de incienso" (Ketoret).
    • Teshuvá (arrepentimiento) = "Sacrificio expiatorio" (Jatat).

Cita Clave del Arizal (Likutei Torá, Vaikrá):

"Cuando el judío ofrece un korban con la intención correcta (kavaná), despierta las luces de Arij Anpín (la sefirá de Kéter), y entonces la Shejiná (Maljut) se une con Zeir Anpín, y todas las chispas caídas son elevadas".

 

VISIÓN DE LA CARROZA DIVINA (MERKAVÁ) DE EZEQUIEL

Los cuatro rostros —Buey (Shor), Águila (Nésher), León (Arié) y Hombre (Adam) - no solo representan fuerzas espirituales, sino que también son arquetipos de la creación y tienen un vínculo directo con los sacrificios en el altar y su función cósmica. Aquí está el desglose:

 

 1. Buey (Shor) – Origen de los Animales Terrestres 

- Significado en la creación: 

  - Representa a todos los animales domésticos (ganado) y simboliza lo material y productivo. 

  - En el Génesis, el buey está ligado al trabajo humano ("con el sudor de tu rostro comerás el pan"). 

- En el altar: 

  - El sacrificio de bueyes (ej: Korban Olá) elevaba la energía de Maljut (el mundo físico) a Tiferet. 

  - Rectificaba el pecado del Becerro de Oro (por eso después se enfatiza el "querubín" en lugar del buey). 

 

 2. Águila (Nésher) – Origen de las Aves 

- Significado en la creación: 

  - Representa a las aves voladoras y simboliza la libertad y perspectiva divina (vista aguda, conexión cielo-tierra). 

  - En el Génesis, el águila alude al espíritu que "planeaba sobre las aguas" (Génesis 1:2). 

- En el altar: 

  - Las aves (como tórtolas o palomas) se ofrendaban en sacrificios de pobres (Korban Olá o Jatat). 

  - Su vuelo representaba el ascenso del alma (ej: el Nésher en el Éxodo: "Los llevé sobre alas de águilas"). 

 3. León (Arié) – Origen de las Bestias Salvajes 

- Significado en la creación: 

  - Representa a los depredadores y la fuerza indómita de la naturaleza (Guevurá/juicio). 

  - Simboliza el poder divino ("El León ruge, ¿quién no temerá?" – Amós 3:8). 

- En el altar: 

  - No se sacrificaban leones (eran impuros), pero su energía se manifestaba en el fuego del altar, que "devoraba" las ofrendas como un león. 

  - Su rol era purificar a través del juicio (ej: el León de Judá, símbolo de la realeza mesiánica). 

4. Hombre (Adam) – Origen de la Humanidad 

- Significado en la creación: 

  - Corona de la creación, con libre albedrío y capacidad de santificar lo material. 

  - Representa a Tiferet (equilibrio) y Da'at (conocimiento divino). 

- En el altar: 

  - El sacerdote (Kohen), como "Adam", era quien oficiaba los sacrificios. 

  - El hombre no se ofrendaba físicamente, pero su intención (kavaná) era clave para unir cielo y tierra. 

 

 Clave del Zohar (II, 126a): 

Estos cuatro rostros son las raíces de todos los seres vivos: 

1. Buey → Animales domésticos (fuerza pasiva, servicio). 

2. Águila → Aves (conexión con lo superior). 

3. León → Bestias salvajes (fuerza activa, juicio). 

4. Hombre → Humanidad (poder de elevar todo lo anterior a Dios). 

 

Conclusión: Mientras el buey y el águila se ofrendaban físicamente en el altar, el león y el hombre actuaban en planos más profundos: el primero como fuerza purificadora y el segundo como canal consciente de santificación. Juntos, forman el equilibrio de la Merkavá que sostiene el mundo. 

 

TALA DIBEDULJA

 (טַלָא דִּבְדוֹלְחָא en arameo, literalmente "Rocío de Cristal") es un concepto místico central en la Cábala del Arizal (Rabí Isaac Luria), que describe una luz divina suprema asociada con la rectificación (tikún) de los mundos. Aquí su explicación profunda:

 

Del Zohar (Idra Zuta):

"En el futuro, el Santo... hará descender Tala DiBedulja desde el lugar más oculto, y con él resucitará a los muertos".

En resumen: Es la esencia divina más pura, que actúa como "medicina cósmica" para reparar el universo.

 

1. Definición y Origen

  • Fuente: Aparece en el Zohar (III, 128b) y es desarrollado por el Arizal en Etz Jaim.
  • Significado literal:
    • Tala = Rocío (símbolo de renovación y resurrección).
    • DiBedulja = De cristal/brillante (alude a pureza y trascendencia).
  • Contexto: Es la luz oculta que emana de Kéter (la corona) o Arij Anpín (el "Rostro Largo" de Dios), capaz de revivir lo espiritual y material.

 

2. Función en la Creación

  • Rectifica el caos de Tohu:
    • Tras la "Rotura de los Recipientes" (Shevirat HaKeilim), las chispas sagradas cayeron en los mundos inferiores.
    • El Tala DiBedulja es la energía que "repara" esas chispas, elevándolas de vuelta a su fuente.
  • Se manifiesta en:
    • El maná en el desierto (alimento milagroso que descendía con rocío).
    • La resurrección de los muertos (futuro mesiánico, como dice Isaías 26:19: "Tu rocío es rocío de luz").

 

3. Conexión con la Vaca Roja y la Purificación

  • En Igueret HaKodesh 28 (Tania), el Alter Rebe vincula el Tala DiBedulja con:
    • Las aguas de la vaca roja (que purifican de la muerte).
    • La santificación (Kidush) que transforma oscuridad en luz.
  • Es la fuerza oculta detrás de los sacrificios y el servicio en el Templo.

4. Simbolismo Práctico

  • Para el individuo:
    • Representa la luz interior que sana y renueva el alma (similar al bitul haiesh, anulación del ego).
  • En el calendario judío:
    • Se asocia con Shavuot (entrega de la Torá, donde el monte Sinaí "floreció" con rocío de luz).

 

Mojá Stimaa de Aríj Anpín (מוֹחָא סְתִימָא דְאָרִיךְ אַנְפִּין)

 

Es un concepto profundo de la Cábala del Arizal que se refiere a la "Sabiduría Oculta" o "Cerebro Interno Oculto" de Aríj Anpín (el "Rostro Largo" de Di-s, asociado a la sefirá de Kéter). Aquí su explicación detallada:

 

 1. Definición y Etimología 

- Mojá Stimaa (מוֹחָא סְתִימָא): 

  - Mojá = "Cerebro" o facultad intelectual más elevada (alude a Jojmá, sabiduría). 

  - Stimaa = "Oculta" (del arameo סתם), pues es inaccesible para los mundos inferiores. 

- Aríj Anpín (אָרִיךְ אַנְפִּין): 

  - Literalmente "Rostro Largo" (representa la infinita paciencia y misericordia divina en Atzilut). 

 2. Función en la Creación 

- Origen de la Luz de Tikún: 

  - Es la fuente oculta que emana la energía para rectificar (tikún) los mundos tras la Shevirat HaKeilim (Rotura de los Recipientes). 

  - De aquí desciende el Tala DiBedulja ("Rocío de Cristal"), que revive lo caído. 

- Gobierna los procesos ocultos: 

  - Controla cómo la luz de Ein Sof (Infinito) se filtra a través de las sefirot sin destruirlas (como un "filtro" divino). 

 3. Relación con las Sefirot 

- Se manifiesta en 3 niveles: 

  1. Mojá Stimaa de Aríj Anpín (en Kéter): Sabiduría inalcanzable. 

  2. Jojmá de Zeir Anpín (en Jojmá): Sabiduría revelada. 

  3. Biná de Nukvá (en Biná): Entendimiento que forma los mundos. 

- Analogía: 

  - Como un cerebro humano cuyos pensamientos (Mojá) son ocultos, pero luego se expresan en palabras (sefirot inferiores). 

 4. Conexión con el Tikún HaOlam 

- En la Vaca Roja (Pará Adumá): 

  - El Arizal explica que las cenizas de la vaca purifican porque atraen luz de Mojá Stimaa (convirtiendo Tohu en Tikún). 

- En el Alma Humana: 

  - Corresponde al punto más elevado del alma (Iejidá), que solo los tzadikim (justos) pueden acceder. 

Cita del Etz Jaim (Arizal): 

"Todo tikún depende de Mojá Stimaa, pues allí está el secreto de la unificación (Ijud) entre Aríj Anpín y Nukvá" (Etz Jaim, Shaar Aríj Anpín 5). 

 

En resumen: Mojá Stimaa de Aríj Anpín es la esencia más oculta de la sabiduría divina, el "motor" que permite la reparación cósmica. Sin ella, la luz de Ein Sof sería demasiado intensa para que los mundos existieran. 

 

 

  





AYUNO DE LOS PRIMOGÉNITOS 5785 -

SIUM MASEJET (Ievamot)


 

https://youtu.be/RwvvSCRD2Vc

 

FINAL DEL ESTUDIO DEL TRATADO DE IEVAMOT, EL LEVIRATO

   • AYUNO DE LOS PRIMOGÉNITOS - SIUM MASE... 

Rabino Jaim Frim

 

Los primogénitos varones ayunan antes de Pésaj para conmemorar su salvación durante la Décima Plaga (Éxodo 12:23). Originalmente se hace el 14 de Nisán, pero este año (5785 - 2025) cae en Shabat, y por eso el ayuno se adelanta a jueves para evitar conflicto con los preparativos de Shabat y Pésaj el viernes. La costumbre permite eximirse participando en un Sium Masejet (celebración por terminar un tratado talmúdico). Simboliza gratitud a Dios por perdonar a los primogénitos judíos en Egipto y refuerza la identidad comunitaria.

 

El final del Tratado de Ievamot (Masejet Ievamot) en el Talmud de Babilonia (Talmud Bavli) concluye con una serie de enseñanzas éticas, agadot (narraciones) y reflexiones sobre el estudio de la Torá. El texto exacto del último folio (Ievamot 122b) incluye los siguientes elementos clave:

 

Texto destacado del final de Ievamot (122b):

1. Conclusión de las halajot de levirato (ibum) y jalitzá:

Se resume que las leyes de ibum (matrimonio levirático) y jalitzá (liberación del vínculo) aplican solo cuando no hay hijos del difunto, como está escrito:

"Cuando hermanos vivan juntos y uno de ellos muera sin hijos..." (Deuteronomio 25:5).

2. Enseñanza ética final:

•El Talmud cierra con una agadá que enfatiza la importancia de apoyar a los estudiosos de la Torá:

"Rav Iehudá dijo en nombre de Rav: ‘El mundo solo existe por el mérito del aliento de los niños que estudian Torá’ (כל העולם כולו אינו מתקיים אלא בשביל הבל תינוקות של בית רבן).

3. Bendición por el estudio:

•La última línea es una bendición tradicional que se recita al completar un tratado del Talmud:

"¡Fuerte como el cedro es nuestro maestro! ¡Dulce como la miel son sus palabras! ¡Concluido Ievamot, con su halajá! ¡Que merezcamos estudiar más, enseñar más, guardar y hacer!"

(חָזָק חָזָק וְנִתְחַזֵּק! – "¡Fuerte, fuerte, y nos fortaleceremos!").

El final de Ievamot subraya que el estudio de la Torá sostiene el mundo, incluso por parte de los niños (alusión a la pureza e intención sincera).

La bendición final refleja la tradición judía de celebrar la culminación de un estudio intensivo, expresando gratitud y compromiso continuo.

"רב יהודה אמר רב: אין העולם מתקיים אלא בהבל תינוקות של בית רבן... חזק חזק ונתחזק!"

 

1. "El mundo solo se sostiene por el aliento de los niños que estudian Torá"

"הבל תינוקות" (hevel tinokot): Literalmente "aliento de niños", se refiere al estudio puro e inocente de los niños en las escuelas judías (beit raban).

Según la tradición, la preservación del mundo depende de este estudio sincero, sin intereses ulteriores.

2. "¡Fuerte, fuerte, y nos fortaleceremos!"

"חזק חזק ונתחזק" (Jazak, jazak venitchazek): Es una expresión tradicional que se dice al completar el estudio de un tratado del Talmud. Simboliza el compromiso de seguir estudiando y fortaleciéndose en la Torá.

Esta frase resume una idea central del judaísmo: que el estudio de la Torá - especialmente por parte de las nuevas generaciones - es el fundamento espiritual del mundo. El "aliento" de los niños representa la pureza y dedicación absoluta al aprendizaje sagrado.


LA TESHUVÁ DE NISAN







LOS HIJOS PERDIDOS DE LA HAGADÁ

Cada año, nos reunimos en la mesa del Seder con cuatro hijos: "uno sabio, uno malvado, uno simple y uno que no sabe preguntar". Este cuarteto es ciertamente diverso, pero aun así debemos preguntarnos: ¿Qué hijos (e hijas) todavía no están incluidos? A pesar de sus diferencias, los cuatro hijos mencionados en la Hagadá todavía participan en la noche del Seder, incluso si lo hacen de forma pasiva (el que no sabe preguntar), o de manera confrontativa (el malvado). Pero, ¿qué pasa con aquellos que no están presentes en el Seder, o que no están conectados con la festividad de Pésaj desde un principio? Estamos llamados a embarquemos en una búsqueda para encontrar a estos hijos perdidos, invitarlos y hacerles espacio en la mesa del Seder.

El hijo perdido

El Rebe de Lubavitch, Rabí Menajem Mendel Schneersohn, fue el primero en llamar nuestra atención sobre un hijo que no se menciona en la Hagadá.[1] Hay un "quinto hijo", explicó – aquél que, por el momento, está perdido para el judaísmo. Este hijo está tan alejado, que no tiene ningún interés en asistir al Seder, y puede que ni siquiera sepa de su existencia. Vive en algún lugar del vasto mundo, absorto en sus propios asuntos, completamente desconectado de su herencia y de las festividades. Toda persona que celebra la noche del Seder debe buscar a estos "quintos hijos" y, con mucho amor y compasión, invitarlos a unirse al Seder, reconectándolos así con sus raíces judías.

Una interpretación moderna de los cuatro hijos los ve como representación de cuatro generaciones del pueblo de Israel, reflejando lo que se conoce como "decadencia generacional" (ieridat ha dorot) - un distanciamiento progresivo del judaísmo:

·      El hijo sabio simboliza el judaísmo de antaño, cuando todos estaban vinculados al judaísmo en algún grado, y en este sentido, todos eran en cierta manera "eruditos sabios".

·      El hijo malvado representa a la generación que se rebeló conscientemente contra el judaísmo y se alejó de él con audacia, dejando de observar sus preceptos.

·      El hijo simple simboliza a los hijos de la generación rebelde. No se oponen al judaísmo con la misma intensidad que sus padres, pero, por otro lado, tampoco saben mucho sobre él

·      Finalmente, el hijo "que no sabe preguntar" representa la siguiente generación después de esa: aquellos que están tan desconectados del judaísmo que ni siquiera saben cómo comenzar a hacer preguntas sobre él, o incluso que las preguntas son bienvenidas en el judaísmo

Siguiendo esta interpretación, podemos entender al “quinto hijo” del Rebe como la generación posterior en este proceso: los hijos de aquellos que no saben preguntar. Mientras que quienes no saben preguntar todavía tienen un débil lazo con el judaísmo a través de sus abuelos rebeldes, los “quintos hijos” no tienen absolutamente nada que los una a él. Están incluso más alejados que sus padres y, por lo tanto, ni siquiera se molestan en acercarse al Seder.

Si bien el quinto hijo es el más distante, se explica en las enseñanzas jasídicas que el "quinto" (jamishí - חֲמִישִׁי) encarna una cualidad "mesiánica" (meshiji - מְשִׁיחִי, mismas letras). Él es un baal teshuvá en potencia - un retornado o arrepentido - que puede elevarse por encima de los más grandes tzadikim. Cuando finalmente llega a la mesa festiva, trae consigo toda la energía de las pruebas y dificultades de su recorrido, elevando así la noche del Seder a un nuevo nivel de santidad.

El hijo investigador

Podríamos pensar que el quinto hijo representa a todos los ausentes en la noche del Seder, y que ya no es necesario buscar más. Sin embargo, con una mirada más atenta, podemos identificar otro tipo de personaje, que no participa exactamente del Seder como los cuatro hijos clásicos, pero que tampoco está completamente ausente como el quinto.

A este sexto hijo le llamamos el investigador. El hijo investigador es un tipo académico que lleva a cabo investigaciones antropológicas-científicas sobre la noche del Seder judío y sus participantes. Este hijo es una figura única: por un lado, está presente en el Seder, se sienta a la mesa e incluso participa en la lectura de la Hagadá y en el consumo de los alimentos especiales; pero, por otro lado, debido a su compromiso con la objetividad de su investigación, está allí, por así decirlo, "en funciones". Permanece como un observador externo que se cuida constantemente de identificarse demasiado, no sea que se involucre excesivamente con su objeto de estudio. Así, el sexto hijo está simultáneamente presente y ausente. Es una categoría intermedia entre los cuatro hijos clásicos y el quinto hijo perdido.

Tomando prestado un término de su propio lenguaje, podemos llamar al sexto hijo un meta-hijo. La palabra meta, se usa en terminología académica para describir una perspectiva superior y externa, especialmente cuando se trata de la auto referencialidad de un sistema (como en "meta-teoría", una teoría sobre teorías). El meta-hijo es el hijo que observa críticamente a todos los hijos que participan en el Seder, incluyéndose a sí mismo en su análisis.

Aunque el sexto hijo está físicamente presente en la noche del Seder, se podría decir que está psicológicamente aún más distante de ella que el quinto hijo ausente. Mientras que el hijo perdido sabe con certeza que no está participando en el Seder, y por lo tanto puede simplemente ser invitado, al hijo investigador le parece que está participando, y por eso le cuesta mucho comprender cuán ajeno está en realidad. Con respecto a tales situaciones, el Baal Shem Tov dijo que el verso "Y ciertamente ocultaré Mi rostro en ese día"[2] se refiere al estado más profundo de ocultamiento espiritual: cuando nos imaginamos estar cerca de Di-s mientras que en realidad estamos distantes.[3]

Sin embargo, al igual que el quinto hijo, el sexto hijo también tiene un camino de reparación, y en su estado rectificado, puede incluso superar a todos sus predecesores. Una vez que despierta, toma conciencia y se libera de su esquivo exilio, el hijo investigador se sienta a escribir un comentario sobre la Hagadá. Esta vez, vuelve a adoptar una perspectiva externa sobre la festividad y sus participantes, tratando de explicar sus características y funciones. Pero ahora ya no los observa desde el exterior como objetos, desmenuzando sus experiencias espirituales; sino que los ve como sujetos - compañeros de fe - cuyas trayectorias espirituales le importan de verdad. En lugar de aislar las distintas partes del Seder y reducirlas a meras circunstancias externas, busca comprender su significado interior y colocarlas dentro de un patrón sagrado y trascendente, en el que cada elemento tiene su justo lugar.

Seis hijos, seis atributos

Inspirados por el sexto hijo, organicemos ahora a los seis hijos que hemos identificado de acuerdo con una estructura cabalística.

Generalmente, cuando contamos con un sistema de seis componentes, el modelo cabalístico que se presta más naturalmente para ordenarlos es el de los seis atributos del corazón (parte del sistema más amplio de las diez sefirot cabalísticas). Cuando solo teníamos a los cuatro hijos tradicionales, esta comparación no tenía un buen fundamento, y se preferían otros modelos. Pero ahora que hemos añadido al quinto y sexto hijo, la correspondencia con los seis atributos prácticamente se impone por sí misma. De hecho, los seis atributos emocionales también son conocidos como "hijos" – descendencia metafórica de las sefirot intelectuales que los anteceden, especialmente de la sefirá de conocimiento (da'at).

Los nombres de las seis sefirot en cuestión son:

  • Jesed (חֶסֶד) – bondad amorosa
  • Guevurá (גְּבוּרָה) – fuerza, rigor
  • Tiféret (תִּפְאֶרֶת) – belleza, armonía
  • Nétzaj (נֵצַח) – victoria, persistencia
  • Hod (הוֹד) – reconocimiento, humildad
  • Iesod (יְסוֹד) – fundamento, conexión

 

Tal como veremos ahora, los seis hijos se alinean con estas sefirot exactamente en el mismo orden en que son mencionados en la Hagadá, y como los desarrollamos aquí:

 

Poder-Guevurá גְּבוּרָה

El hijo malvado

(רשע)

 

bondad-jésed חֶֶסֶד

El hijo sabio

 (חכם)

Belleza-tiferet תִּפְאֶֶרֶת

El hijo simple

 (תם)

esplendor-hod   הוֹד

El hijo perdido

 (הבן האובד)

victoria-netzaj   נֶצַח

El que no sabe preguntar

(שאינו יודע לשאול)

fundamento-iesod יְסוֹד

El hijo investigador

 (הבן החוקר)

Este mapeo cabalístico nos muestra que no solo hay un lugar para cada hijo en la mesa del Seder, sino también un lugar dentro de la estructura espiritual más elevada del alma humana y del universo entero.

 

Bondad: El hijo sabio

Jesed encarna el poder del amor y la bondad del dar. El hijo sabio corresponde con esta sefirá porque un verdadero erudito es también una persona bondadosa que desea compartir su sabiduría con los demás. De hecho, en el sistema de sefirot, bondad emana directamente de la sefirá superior, sabiduría (jojmá), lo que sugiere que la verdadera sabiduría siempre genera actos de bondad.

Poder: El hijo malvado

Guevurá representa el poder del temor reverencial y la restricción, también conocido como juicio (din). Cuando esta cualidad no se cultiva adecuadamente, puede conducir a acciones negativas e incluso agresivas. El hijo malvado encarna el aspecto negativo de esta sefirá (y, si hace teshuvá, también su lado positivo).

Belleza: El Hijo Simple

Tiferet equilibra y media entre la bondad y el rigor. Asociar al hijo simple con esta sefirá revela una nueva faceta interesante de él: se encuentra en el centro, entre el hijo sabio y el hijo malvado, escuchando sinceramente a ambos e intentando formar su propio juicio sobre ellos.

Victoria/Eternidad: El Hijo que no sabe preguntar

En el interior de la psique, netzaj, se experimenta como confianza; confianza y fe en las fuerzas que Di-s nos ha dado, y que nos permiten superar desafíos y tener éxito. Sin embargo, en su estado negativo, esta cualidad puede producir una confianza egocéntrica en uno mismo - una sensación de "mi fuerza y el poder de mi mano"[4], que no reconoce que toda nuestra capacidad proviene del Todopoderoso. Esto nos ofrece una nueva y sorprendente perspectiva del hijo que no sabe preguntar: en lugar de imaginar al niño callado y tímido, ahora se revela como un tipo seguro de sí mismo, incluso argumentativo,[5] que no sabe preguntar porque cree que ya lo sabe todo.

Reconocimiento: El Hijo Perdido

Hod encarna la capacidad de reconocer y agradecer aquello que está por encima de nosotros. Sin embargo, cuando esta fuerza no está bien dirigida, puede llevarnos a reconocer falsos "amos" y vivir nuestras vidas conforme a otros sistemas de creencias, ya sea una religión distinta o una filosofía racionalista que no deja espacio para el judaísmo. Cuando el reconocimiento se convierte en una fuerza negativa que aleja a una persona de la fe, el Tanaj lo describe así: "Mi reconocimiento se volvió contra mí para mi destrucción".[6] Dado que la raíz de la palabra "judaísmo" (iahadut) es la misma que la de "reconocimiento" (hod), cuando esta cualidad se desvirtúa puede hacer que el hijo perdido sienta que el judaísmo mismo es una fuerza destructiva. Por supuesto, una vez que retorne el hijo perdido al judaísmo, rectifica nuevamente su poder de reconocimiento (hod), permitiéndole reconocer a Di-s y Su Torá.

Fundamento: El Hijo Investigador

La sefirá de la fundamento (iesod) reúne y concentra todas las fuerzas superiores a ella, canalizando su influencia hacia abajo y hacia fuera. Lo hace convocando el poder de conocimiento (da'at), la sefirá considerada como la clave de estas seis cualidades emocionales, como si los conociera “desde arriba”. De manera similar, el hijo investigador está simultáneamente por debajo de todos los demás – asumiendo el papel de "entrevistador" de los otros - y por encima de ellos, sintiendo que los conoce mejor de lo que ellos se conocen a sí mismos. Sin embargo, una vez que regresa a su estado rectificado, realmente se eleva al conocimiento y, mediante su poder, une a todos los hijos.

Los de adentro y los de afuera

Ahora observa algo interesante: la adición de nuestros dos nuevos hijos, y la integración de los seis en la estructura que hemos presentado, ha creado una nueva y sorprendente división de los hijos en dos grupos de tres: los tres primeros hijos forman un trío, y los tres hijos siguientes constituyen una especie de versión inferior de este mismo trío.

Esta estructura revela varias cosas nuevas sobre nuestros hijos, tanto los antiguos como los nuevos:

En primer lugar, la Cabalá explica que las tres sefirot superiores están orientadas de forma más interna, mientras que las tres sefirot inferiores están orientadas de forma más externa. Esta división refleja con precisión la relación entre los tres primeros hijos y los tres últimos. Los tres primeros hijos - el sabio, el malvado y el simple – están más presentes y activos dentro del Seder. Podría decirse, de acuerdo a su disposición en el diagrama, que el hijo sabio estudia y enseña la Hagadá, el malvado se opone a él y lo desafía, mientras que el hijo simple está entre ambos, escuchando y tratando de mediar entre ellos.

En contraste, el segundo trío de hijos - el que no sabe preguntar, el hijo perdido y el investigador – están, de una u otra forma, fuera del Seder. El hijo que no sabe preguntar, aunque esté incluido en el cuarteto original, está prácticamente con "un pie fuera de la puerta" ya que no contribuye a la conversación; el hijo perdido está completamente fuera del Seder; y el hijo investigador, como hemos explicado, está simultáneamente presente y ausente: está sentado en la mesa, pero su mente y su postura son las de un observador objetivo, como si estuviera de pie afuera. Así, mientras el primer trío se orienta hacia la mesa del Seder, el segundo gira a su alrededor.

En segundo lugar, hay una afinidad interesante entre cada uno de los tres primeros hijos y el hijo ubicado directamente debajo de él. Podríamos decir que los tres hijos inferiores, representan versiones caídas de los tres hijos superiores, y el comienzo de su rectificación radica en su capacidad para regresar y asemejarse a los hijos superiores:

·      El hijo que no sabe preguntar, que discute sin escuchar, es una versión caída del hijo sabio, cuya principal virtud es saber preguntar ("¿Quién es sabio? Aquel que aprende de todos"). Por lo tanto, la rectificación del hijo que no sabe preguntar es convertirse en un verdadero sabio, dispuesto a preguntar y aprender.

·      El hijo perdido, que no está presente en el Seder en absoluto, es una versión caída del hijo malvado, quien, a pesar de toda su maldad, al menos está presente y participa, desafiando al hijo sabio. El camino de retorno del hijo perdido comienza sentándose en la mesa de los sabios y confrontando al sabio, incluso si al principio solo repite las antiguas acusaciones del hijo malvado.

·      Finalmente, el hijo investigador, que entrevista a todos para su trabajo, es una versión caída del hijo simple. El hijo simple escucha a todos por igual, pero con la intención de aprender de ellos, no de estudiarlos. La rectificación del investigador radica en infundirse con una dosis saludable de simplicidad y sinceridad que equilibre su agudeza y le permita escuchar genuinamente a los demás.

Después de estos primeros pasos, los seis deben continuar ascendiendo hacia su estado final y corregido: llegar a ser "todos sabios, todos entendidos, todos conocedores de la Torá"[7] (y aun así seguimos obligados a relatar la historia del Éxodo de Egipto, lo que implica un avance constante en nuestra teshuvá – nuestro retorno a Di-s). Esta ascensión continua está representada por las tres sefirot intelectuales superiores:

·      sabiduría (jojmá),

·      entendimiento (biná) y

·      conocimiento (da'at),

 que se encuentran por encima de los seis atributos emocionales.

Entra la hija traviesa

Como mencionamos anteriormente en la Cabalá, los seis atributos emocionales son descritos como seis “hijos”. Lo que dijimos es que estos hijos tienen una hermana - una séptima sefirá que se extiende aún más abajo llamada reinado (maljut). Los seis atributos emocionales se relacionan con maljut de la misma manera que los seis días de la semana se relacionan con el Shabat: aunque son la mayoría y ella es la minoría, ella es la principal, y son secundarios respecto a ella. Los seis días de la semana giran en torno al Shabat como sirvientes alrededor de una reina, sirviéndola y recibiendo sustento de ella.

Por eso, la correspondencia de los seis hijos con los seis atributos emocionales no estaría completa sin agregarles la séptima hija, que corresponde a maljut. Es ella quien los completa y los conecta con la realidad concreta[8]. [ 💫 Maljut es la expresión final y receptiva, la presencia femenina de lo Divino en el mundo: la Shejiná. Así como los hijos representan cualidades interiores en evolución, la hija representa su expresión en acción, en el mundo real.]

Pero, ¿quién es la misteriosa séptima hija? Ahora que hemos trazado los dos círculos - el de los que están dentro y el de los que están fuera – surge una nueva pregunta, ¿quién sigue aún afuera en esta mágica noche primaveral del Seder?

Un versículo maravilloso que alude al final de los tiempos acude en nuestra ayuda:

“¿Hasta cuándo te desviarás, hija traviesa!”, dice el versículo, “porque el Eterno ha creado algo nuevo en la tierra: una mujer cortejará a un hombre”.[9]

עד מתי תתחמקין הבת השובבה? כי ברא ה’ חדשה בארץ: נקבה תסובב גבר

Este versículo describe una realidad futura, en la que el pueblo judío, tras años de haber huido de Di-s y resistido Su cortejo, se da vuelta por su propia voluntad y comienza a buscarle - sin coerción ni necesidad. De ser una "hija traviesa" que se escapa de Di-s, se transforma en una mujer madura que activa y libremente corteja a su Creador, tal como una mujer que busca a su esposo. Este proceso de maduración es una metáfora de la teshuvá (retorno a Di-s) hecha desde el amor, una teshuvá por amor”, sin temor ni imposición externa.

Esta traviesa hija es la séptima hija perdida de la Hagadá. Ella no se sienta en la mesa del Seder, ni gira en torno a ella. Ella juega debajo de la mesa. En la noche del Seder, esta hija se manifiesta principalmente en los niños pequeños, que vienen a la cena a jugar con nueces, a robar el afikomán, a merodear entre las piernas de los adultos y, en general, a volverlos locos.
Todas las preguntas y respuestas de los hijos mayores, todos sus caminos complejos de retorno, no significan nada para la hija traviesa. Si los adultos intentan llamarla para que participe en la lectura de la Hagadá, se escabullirá de sus manos y volverá a esconderse bajo la mesa. Ella está allí simplemente por la alegría del momento, por el juego, por la vida.

Si continuamos con la interpretación del "declive generacional", la hija traviesa parece ser la más alejada de todos, la última etapa en el proceso de desapego de la participación e involucramiento en el Séder. Porque si la esencia del Séder de Pésaj es, como su nombre sugiere, orden, entonces la hija traviesa encarna su opuesto absoluto: un desorden anárquico. ¡Ella está literalmente "fuera de orden!"

A primera vista, esta característica parece completamente contraria a la naturaleza de una sefirá llamada reinado, cuya preocupación es la imposición del orden y la evitación de la anarquía (como dicen los sabios, "si no fuera por el temor al reino [autoridad], un hombre se tragaría vivo a su prójimo"[10]). Pero de acuerdo con la enseñanza jasídica, junto con el control y la autoridad que el reino irradia externamente, internamente debe estar imbuido de humildad y alegría infantil. Es precisamente el rey, más que nadie, quien debe tener más cuidado de no dejarse atrapar por su imagen exterior, no sea que empiece a creer que es realmente más importante que los demás. Para ser un verdadero rey, debe actuar desde un sentido interno de libertad; debe haber una gota de anarquía en su alma.

La raíz de la libertad interior de la hija traviesa se encuentra en la sefirá más alta, la exaltada corona (keter), que expresa todo lo que yace más allá de nuestra comprensión racional. De hecho, la corona contiene el secreto del Éxodo de Egipto, alrededor del cual gira todo el Seder de Pésaj. Se dice que las sefirot que "su fin está incrustado en su comienzo, y su comienzo en su fin".[11] Por lo tanto, la corona, la más alta y la primera de las sefirot, se entrelaza con reinado, la más baja y la última de las sefirot. Es precisamente la hija traviesa quien capta el secreto del Éxodo de Egipto mejor que sus seis hermanos mayores.

A través de su desenfrenada alegría, ella merecerá, en su madurez, hacer una verdadera teshuvá por amor y por elección. Mientras los hijos estudian, discuten e interpretan la historia del Éxodo, la séptima hija simplemente la vive.

Nuestro partzuf actualizado es entonces el siguiente:

Poder-Guevurá גְּבוּרָה

El hijo malvado

(רשע)

bondad-jésed חֶֶסֶד

El hijo sabio

 (חכם)

Belleza-tiferet תִּפְאֶֶרֶת

El hijo simple

 (תם)

esplendor-hod   הוֹד

El hijo perdido

 (הבן האובד)

victoria-netzaj   נֶצַח

El que no sabe preguntar

(שאינו יודע לשאול)

fundamento-iesod יְסוֹד

El hijo investigador

 (הבן החוקר)

reinado-maljut מַלְכוּת

Hija traviesa

בַּת שׁוֹבֶבֶת

 

Que merezcamos abrazar dentro de nosotros a todos los hijos de la Hagadá y salir con ellos a la verdadera libertad. ¡Tengan un feliz y kosher Pésaj!



[1] Rebe Menajem Mendel Schneersohn, carta del día 11 de Nisán, 5717 [12 de abril de 1957].

[2] Deuteronomio 31:18

[3] Keter Shem Tov, 25.

[4] Deuteronomio 8:17

[5] La palabra hebrea moderna para la cualidad de ser excesivamente obstinado y argumentativo (נַצְחָנוּת), natzjanut, proviene del nombre hebreo de la sefirá de victoria (נֶצַח), netzaj.

[6] Daniel 10:8

[7] De la Hagadá.

[8] Increíblemente, el valor numérico de 6 veces "hijo",52 (בֵּן) más una "hija", 402 (בָּת) - בֵּן בֵּן בֵּן בֵּן בֵּן בֵּן בָּת, es 714, igual que 7 veces "hijos" (בָּנִים) "¡hijos!". Esto refuerza la idea que venimos desarrollando, de que el plural de "hijos" o "niños" del que habla la Hagadá, en realidad está compuesto de seis hijos varones y una hija.

[9] Jeremías 31:21.

[10] Avodá Zará 4a.

[11] Sefer Ietzirá 1:6.






 EL REDENTOR DE ISRAEL: UNA HISTORIA PARA SHABAT HAGADOL

 

 

El Rebe Avraham Yaakov de Sadigura solía contar esta historia en la noche de bedikat jametz, cuando buscamos jametz en la noche antes de Pésaj:

En una aldea cerca del pueblo de Kolbasov vivía un judío que alquilaba la taberna del terrateniente de la aldea. El negocio de este judío no iba bien y no podía pagar al terrateniente los pagos de alquiler a tiempo. El terrateniente le pidió el dinero del alquiler varias veces, pero el judío no tenía nada que pagar. El terrateniente lo amenazó varias veces, sin éxito. En Shabat HaGadol, el Shabat antes de Pésaj, el terrateniente envió a sus cosacos a la casa del judío para destruir sus posesiones, para castigarlo. Los cosacos fueron y causaron estragos en la casa: derramaron el cubo de basura en el suelo, sacaron la comida del Shabat del horno y la arrojaron afuera, volcaron y rompieron mesas y bancos, y mezclaron todo en la casa, poniendo las cosas patas arriba, pisoteando y aplastando todo lo que tocaban.

Después de que los cosacos se fueron, el judío y su familia se sentaron abatidos y traumatizados por la gran miseria que les había sobrevenido. El judío decidió aliviar un poco su tristeza y fue al pueblo a escuchar el sermón de Shabat HaGadol que el rabino de la ciudad estaba dando. En Kolbasov en ese momento, el santo Ga'on Rabí Avraham Yehoshua Heschel,[1] quien más tarde llegó a ser conocido epónimamente como el Ohev Israel, el Tzadik de Apte, servía como rabino. Cuando el aldeano llegó a la sinagoga, encontró que el rabino ya estaba de pie en la plataforma predicando, y toda la gente estaba de pie apiñada, escuchando el sermón. El aldeano se apretujó en un rincón cerca de la entrada y abrió su corazón para escuchar también.

Escuchó al rabino decir en medio del sermón: Hay dos bendiciones similares: Ga'al Israel, que se refiere a Di-s como "Aquel que redimió a Israel" (גָּאַל יִשְׂרָאֵל), en tiempo pasado y la otra es Go'el Iisrael, que se refiere a Di-s como "Aquel que redime a Israel" (גּוֹאֵל יִשְׂרָאֵל), en tiempo presente.[2] La bendición en tiempo pasado se refiere a la redención pasada de la esclavitud egipcia, y la bendición en tiempo presente se refiere a la redención que siempre existe, en todo momento. Y luego el Rebe añadió: "Incluso si en alguna aldea hay un judío que no tiene dinero para pagar el alquiler, y el terrateniente envía a sus cosacos a destruir todas sus posesiones, y vienen y destruyen y arruinan todo lo que hay en la casa, incluso para tal judío, el Todopoderoso proporciona redención y salvación de sus problemas".

Cuando el aldeano escuchó estas palabras, se llenó de alegría y regresó a su casa en la aldea, bailando y cantando: "¡El Rabino dijo 'Go'el Israel!' ¡El Rabino dijo ‘Go’el Israel!'" Por la noche, el terrateniente envió de nuevo a sus mensajeros a la casa del judío para ver qué estaba haciendo ahora, después de la destrucción. Los cosacos llegaron y vieron que el judío estaba lleno de alegría, bailando y cantando. Se asombraron ante la extraña visión y fueron al terrateniente, diciéndole que parecía que el judío había perdido la cabeza por la miseria, ya que lo encontraron bailando y cantando alegremente.

Por la noche, el terrateniente mandó llamar al judío. El judío pensó que seguramente el terrateniente quería castigarlo de nuevo con varios castigos, pero recordó las palabras del Apter Rav sobre Go'el Israel, y de nuevo no tuvo miedo ni se asustó en absoluto, sino que fue con gran alegría.

Llegó al terrateniente, quien se dirigió a él con palabras de reproche: "¿Por qué Moshke eres tan inútil? Tú mismo eres pobre, y tampoco tienes nada que pagarme”.

El judío le dijo: "¿Qué puedo hacer, mi señor?"

- Escucha, Moshke - dijo el terrateniente. Te daré una nota para la destilería del pueblo, y te darán vodka a crédito por tal o tal cantidad. Venderás el vodka y obtendrás una pequeña ganancia, y luego lo volverás a hacer unas cuantas veces más, y tendrás dinero para pagarme la deuda y también para los gastos de tu hogar".

No hace falta decir que el judío estaba encantado e inmediatamente fue a comprar el vodka a crédito del terrateniente. Durante los pocos días desde Shabat HaGadol hasta la víspera de Pésaj, nuestro aldeano logró comprar y vender vodka varias veces y ganó una gran suma. Pagó su deuda con el terrateniente, compró en abundancia todo lo necesario para las festividades y, en la víspera de Pésaj, envolvió una suma de dinero en un pañuelo y se la llevó al rabino de Kolbasov, diciendo: "Le traje al Rabino dinero de Go'el Israel".

 

La redención de Egipto, la primera de todas las redenciones[3], es también la raíz y la fuente en la que se incluyen todas las redenciones y de la que surgen. Incluso la redención futura, a la que el Éxodo de Egipto será secundario, ya está sembrada en el Éxodo de Egipto. Por lo tanto, a pesar de la inmensa magnitud de la redención después de la cual no habrá más exilio, el Éxodo de Egipto todavía se mencionará en el futuro. Será reconocida como la fuente y la causa de la redención mesiánica final.

El verbo en el título, "El que redime a Israel" (גּוֹאֵל יִשְׂרָאֵל) es "quien redime" (גּוֹאֵל), cuya raíz es גאל. Con respecto al Éxodo de Egipto, la Torá habla de las cuatro expresiones de Redención (לְשׁוֹנוֹת שֶׁל גְּאֻלָּה): "Os sacaré... Os libraré... Os redimiré... Os tomaré"[4] (וְהוֹצֵאתִי וְהִצַּלְתִּי וְגָאַלְתִּי וְלָקַחְתִּי). Claramente, la tercera expresión "Os redimiré" (וְגָאַלְתִּי), proviene de la misma raíz, גאל. Cuando hacemos corresponder las cuatro expresiones con las cuatro letras del Nombre esencial de Di-s, Havaia, "Os redimiré" (וְגָאַלְתִּי), corresponde a la hei superior y a la sefirá de entendimiento (biná). De hecho, la experiencia interna del entendimiento es la alegría, y el aldeano mereció su propia redención personal a través de su alegría genuina.

Además, el Rebe de Lubavitch enfatizó repetidamente que mereceremos la redención final a través de la alegría pura, la alegría auténtica expresada, como en nuestra historia, en canto y baile con nuestras manos y pies. Este es específicamente el mandamiento de estar alegre en las tres festividades (Pésaj, Shavuot y Sucot). De hecho, la palabra hebrea para "festividad" (רֶגֶל) significa literalmente "pie", aludiendo tanto a la peregrinación hecha a pie al Templo de Jerusalén, como el baile gozoso con nuestros pies en las Tres Festividades.

Terminemos con una observación numérica: la suma de "Aquel que redimió a Israel" (גָּאַל יִשְׂרָאֵל) y "Aquel que redime a Israel" (גּוֹאֵל יִשְׂרָאֵל) es 1156, que es el cuadrado de 34, ¡el valor de la raíz de redención, גאל!

¡Que sea la voluntad de Di-s que del poder de la alegría que experimentamos por la revelación de Di-s como el "Redentor de Israel" en tiempo pasado, merezcamos la revelación de Su "Redentor de Israel" en tiempo presente, ¡inmediatamente, ahora y en el futuro!



[1] Su iohrzait es el 5 de Nisán, el jueves antes de Shabat HaGadol, este año (2025).

[2] Usamos la primera versión, en tiempo pasado, en la bendición que sigue al Shemá y en la Hagadá de Pésaj, usamos la segunda en la séptima bendición de la oración de la Amidá.

[3] Otras redenciones que afectaron a todo el pueblo judío fueron el desmoronamiento de los planes de Hamán, el retorno de Babilonia y la construcción del Segundo Templo, y la victoria de los hasmoneos sobre los griegos y la rededicación del Templo.

[4] Éxodo 6:6-7.










LAS CUATRO PREGUNTAS: PREGUNTAR O INTERIORIZAR

 

El Sfat Emet (Likutim) escribió: Debemos investigar el asunto de las Cuatro Preguntas (Má Nishtaná), sobre el cual los sabios fueron muy meticulosos. Esta pregunta también se menciona en la Torá: «Y cuando tu hijo te pregunte, etc., y al hijo que no sepa preguntar, le abrirás la puerta. ¿Cuál es el sentido de la pregunta: “¿Por qué esta noche es diferente a todas las demás?”» Me parece que el propósito es atraer el mojin (intelecto), es decir, las grandes iluminaciones de los días de Pesaj, que llegan de forma repentina, no gradual, como es sabido, a los atributos de una persona: el intelecto y la voluntad. Los Hijos de Israel deben esclarecer en sus corazones el asunto del milagro del Éxodo de Egipto. Mediante la pregunta que surge desde la propia persona, desde su intelecto, así como un hijo pregunta sobre el cambio que observa, así también todo el pueblo judío, que alcanza un nivel elevado de repente, no gradualmente, lo cual es un gran cambio – a través de esto preguntarán e investigarán hasta que la luz llegue a los atributos y al intelecto.

Esta es la promesa de que «cuando tu hijo te pregunte», podrás responderle y ayudarlo a entender para que la luz entre en su alma. Y para quien no sabe preguntar, Hakadosh Baruj Hu también le abre una puerta, para que pueda investigar y preguntar.

La noche del Seder está repleta de preguntas. Es como si no pudiéramos comenzar sin una indagación seria. Así, en la Torá, «Cuando tu hijo te pregunta», [Éxodo 13:14, Deuteronomio 6:20.] los sabios establecieron que recitemos la Hagadá como respuesta a la pregunta: «El hijo pregunta: ¿Por qué esta noche es diferente…?». Y si no tiene hijo, se pregunta a sí mismo. [Pesajim 116a, en la Mishná y el Talmud.]A quien no sabe preguntar, le animamos a hacerlo y le allanamos el camino. Lo principal es que pregunte.

Todo esto se debe a que la iluminación de Pesaj llega como un salto (Pesaj significa pasar por alto o saltar), una aparición repentina de mojin degadlut (conciencia expandida), sin un ascenso gradual en orden y etapas. Esta luz, en sí misma, está “por encima de los atributos y el intelecto”, pero el propósito final es atraer la luz hacia el interior, “para que la luz entre en su alma”. Para que esto suceda, ¡la persona debe sentirse impulsada a pedirlo por su propia voluntad!

Solo entonces podremos responder adecuadamente: «Él pregunta de forma pertinente, y nosotros respondemos conforme a la ley». Cada persona recibirá una respuesta acorde a su nivel, de modo que la conciencia expandida sea atraída hacia él, y la revelación del milagro ilumine su ser interior.

Y sucederá que cuando tu hijo te pregunte mañana, diciendo: “¿Qué es esto?” [Te prometo que habrá una respuesta], le dirás: “Con mano fuerte nos sacó Di-s de Egipto, de la casa de servidumbre”». [Éxodo 13:14]. Incluso el hijo que normalmente no sabe cómo preguntar, tiene la garantía de que hoy logrará investigar y cuestionar, y entonces recibirá la respuesta correcta.

Cuatro hijos y cuatro preguntas

El Sefat Emet (Pesaj 5646) escribió que las cuatro preguntas de “Má Nishtaná ” se organizan según los cuatro hijos. Pues la matzá es el testimonio y la señal de lo que Hakadosh Baruj Hu nos ordenó. Y el maror (hierbas amargas) representa la pregunta del hijo malvado, que no quiere la amargura. La respuesta es embotar sus dientes, porque, en realidad, toda la amargura – que es un recordatorio de la esclavitud – es por él, ya que, desde su perspectiva, no habría habido redención alguna. Y el reclinarse representa la pregunta del hijo simple: “¿Qué es esto?”, ya que se trata de un cambio visible en la postura física de la persona. Y las dos veces que se sumergen las verduras son solo para que el hijo entienda que debe preguntar, como dice la Guemará, y esto corresponde al hijo que no sabe cómo preguntar.

 De hecho, es apropiado trazar un paralelismo entre los Cuatro Hijos y las Cuatro Preguntas. Según el santo Arizal, la correspondencia sigue la estructura fundamental de los Cuatro Mundos:

La pregunta sobre la inmersión se relaciona con el Mundo de la Acción, el mundo inferior, y corresponde al hijo malvado. La pregunta «todo es matzá» pertenece al Mundo de la Formación, correspondiente al hijo que no sabe preguntar. La pregunta sobre el maror (hierbas amargas) está en el Mundo de la Creación, correspondiente al hijo simple. Y la pregunta «todos nos reclinamos» está en el Mundo de la Emanación, correspondiente al hijo sabio (de «los nobles de los hijos de Israel»).

Pero «la Torá tiene setenta rostros», y el Sefat Emet ciertamente tiene derecho a interpretarla de una manera adicional: el hijo sabio corresponde a la pregunta «todo es matzá». La matzá en su totalidad habla de anulación del ego (sin hinchamiento, sin aumento innecesario del volumen), como el nivel del sabio tzadik que mora en la autoanulación ante Di-s. El hijo sabio pregunta: «¿Cuáles son los testimonios, estatutos y leyes?», lo cual encaja con la matzá, que sirve como testimonio de la esclavitud y la redención.

El hijo malvado pregunta por el maror (hierbas amargas). No desea la amargura que ha acompañado la historia de Israel desde entonces hasta hoy. El malvado está lleno de amargura interior (incluso consigo mismo), y protesta: “¿Para qué necesito toda esta amargura?”.

El hijo sencillo pregunta: “¿Por qué todos nos reclinamos?”, refiriéndose al evidente cambio en la postura corporal (especialmente en nuestra época, donde reclinarse no es en absoluto una costumbre habitual). Reclinarse es algo que hacen los príncipes, y esto es lo que asombra al hijo sencillo: “¿Qué es esto? ¿Qué es esto, que de repente todos se comportan como príncipes?”.

Y el hijo que no sabe preguntar se relaciona con el remojo (sumergir de los alimentos), ya que precisamente estas inmersiones están diseñadas específicamente para despertarlo, para provocarle curiosidad, y gracias a Di-s, él está preguntando.

 

 

 





EL SECRETO DE LA ALEF PEQUEÑA

Cuando el Rebe Tzemaj Tzedek fue llevado al “jéder” (escuela judía) siendo niño, su abuelo, el Alter Rebe, pidió al maestro que estudiara con él la parashá de Vaikrá. Tras el estudio, el Tzemaj Tzedek preguntó a su abuelo: “¿Por qué la letra Alef de la palabra ‘Vaikrá’ aparece en el Sefer Torá escrita más pequeña que las demás letras?”.

Su abuelo entró en un estado profundo de apego espiritual y respondió: “En las letras del Sefer Torá que Dios entregó a Moisés en el Monte Sinaí hay tres tamaños: grande, mediano y pequeño. La mayoría de las letras están escritas en tamaño mediano, nivel en el cual deben conducirse la mayoría de las personas.

En el libro de Divrei Haiamim (Crónicas), al mencionarse a Adam Harishón (primer hombre), aparece una Alef grande, indicando su gran nivel espiritual, pues fue creado directamente por Dios y era más sabio que los ángeles. Sin embargo, Adam sintió orgullo por su grandeza y por ello tropezó con el pecado del Árbol del Conocimiento.

Por el contrario, en nuestra parashá, en relación con Moisés (“Vaikrá El Moshé”), aparece una Alef pequeña, simbolizando la enorme humildad de Moisés, quien nunca sintió orgullo por sus virtudes, sino que fue el hombre más humilde sobre la faz de la tierra”.

Como el Tzemaj Tzedek recién comenzaba a aprender Torá y había preguntado solo por la pequeña Alef de Moshé, ¿por qué el Alter Rebe necesitó contarle sobre la Alef grande de Adam Harishón, que aparece en el Tanaj mucho después, en Divrei Hayamim? Especialmente considerando que esto parece desmerecer a Adam, al relatar su error causado por el orgullo.

La respuesta es que el Alter Rebe quiso enseñarle al niño —que ahora entraba al jéder pero en el futuro sería un gran líder espiritual en Israel— cuál es el camino educativo en la vida y el servicio a Dios. Por eso primero le habló sobre la Alef de Adam Harishón, y luego explicó la Alef de Moshé.

La Alef grande indica las virtudes del ser humano. Si la persona desconoce que tiene virtudes, dudará y temerá hacer cosas buenas. Por lo tanto, todos deben saber que poseen virtudes: cada judío es descendiente de Abraham, Itzjak y Yaakov, y es digno de estudiar Torá y cumplir mitzvot desde la santidad.

Sin embargo, la persona no debe caer en la arrogancia, lo cual puede llevarla al pecado. Por eso aparece la segunda Alef —la pequeña— en relación con Moshé Rabenu. Moshé reconocía sus virtudes, como atestigua la propia Torá: “Vaikrá El Moshé” — Dios lo llamó con gran afecto. Pero Moshé sabía que sus cualidades no eran resultado de su esfuerzo personal, sino regalos de Arriba. Así, cada judío debe verse con humildad y evitar la soberbia.

Por medio de esta humildad logramos recibir el llamado afectuoso de Dios, como lo recibió Moshé, alcanzando la verdadera perfección en el Tercer Beit Hamikdash con la redención completa.

(Basado en Likutei Sijot Vol. 17, pág. 1 en adelante, del libro “Nishmata Deoraita”)

 

 

“EL REGALO DE CUMPLEAÑOS” – HACIA EL 11 DE NISÁN

El próximo miércoles es el 11 de Nisán – el cumpleaños del Rebe de Lubavitch. Este día no es solo una fecha – es una oportunidad. Una luz.

Se cuenta del Baal Shem Tov, que cuando sus alumnos le preguntaron una vez qué lo alegraría en su cumpleaños, respondió:

“Hacedle un favor a un judío, especialmente a uno que no lo espera.”

Cientos de años después, el Rebe tomó ese mismo enfoque y lo convirtió en un modo de vida: En su cumpleaños, no pedía regalos ni gestos – sino que cada uno aumentara en luz. Otra buena acción. Otra clase de Torá. Otro acto de amor a un semejante judío.

Y en sus palabras cuando llegó a los 70 años: “¡No disminuir la velocidad – duplicar la acción!”

Entonces, ¿qué podemos darle al Rebe el próximo miércoles?

Solo una cosa realmente lo alegrará: Que busquemos a un judío que necesite luz – y lo iluminemos.

 


ESTUDIO DE JUDAÍSMO PARA TODOS


TZAV-HAGADOL-PÉSAJ 5785

LOS HIJOS DEL SEDER DE PESAJ

 

 


https://youtu.be/PAVQcTCSepM

 

EL HIJO PERDIDO


Cada año, nos reunimos en la mesa del seder con cuatro hijos: “uno sabio, uno malvado, uno simple y uno que no sabe preguntar”. Este cuarteto es ciertamente diverso, pero aún debemos preguntarnos: ¿Qué hijos (e hijas) todavía no están incluidos?

A pesar de sus diferencias, los cuatro hijos mencionados en la Hagadá todavía participan de la noche del seder, incluso si lo hacen de forma pasiva (el que no sabe preguntar), o de manera confrontativa (el malvado). Pero, ¿qué pasa con aquellos que no están presentes en el seder, o que no están conectados con la festividad de Pésaj desde un principio?

Estamos llamados a embarcarnos en una búsqueda para encontrar a estos hijos perdidos, invitarlos y hacerles un lugar en la mesa del seder.

 

Tzav-HaGadol-Pésaj 5785


La Parashá Tzav, que continúa el libro de Levítico, se enfoca en las leyes de los sacrificios, específicamente en cómo los sacerdotes deben realizar estos rituales. Los temas principales incluyen:

  • Olah (Holocausto): Se dan instrucciones detalladas sobre cómo se debe ofrecer este sacrificio, que se quema completamente en el altar.
  • Minjá (Ofrenda de Harina): Se describen las leyes relacionadas con la ofrenda de grano o harina, incluyendo cómo debe prepararse y qué porciones se queman.
  • Chatat (Ofrenda por el Pecado): Se explican los procedimientos para ofrecer este sacrificio, que sirve como expiación por ciertos pecados.
  • Asham (Ofrenda de Reparación): Se detallan las leyes de este sacrificio, que se ofrece para reparar ciertas transgresiones.
  • Zevaj Shelamim (Ofrenda de Paz): Se describen las reglas para este sacrificio, que se comparte entre el altar, los sacerdotes y el oferente.

En resumen, la Parashá Tzav profundiza en los aspectos prácticos y rituales de los sacrificios, proporcionando una guía para los sacerdotes sobre cómo llevar a cabo estas importantes ceremonias en el Tabernáculo.

 

JASIDUT SOBRE PARASHAT TZAV

“Tzav et Aharon” – “Ordena a Aharón”:


Rashi explica que tzav (ordenar) implica alacridad y especial motivación en el cumplimiento de una mitzvá, especialmente cuando hay pérdida material. La jasidut enseña que el alma necesita ese impulso constante, porque la rutina espiritual puede adormecer la pasión.

🔥 El fuego perpetuo en el altar (6:6)

Esh tamid tukad al haMizbeaj lo tichbeh” – “Un fuego continuo arderá sobre el altar, no se apagará”.


La Jasidut interpreta este fuego como el fuego interior del alma judía, que debe estar encendido constantemente, incluso en momentos de oscuridad espiritual. Cada judío tiene dentro de sí una chispa divina que no se apaga nunca. La labor es mantenerla encendida con Torá, mitzvot y tefilá con kavaná.

🥖 La ofrenda de harina del Kohen Gadol


La Torah ordena que el Kohen Gadol traiga una minjá (ofrenda vegetal) cada día, mitad por la mañana y mitad por la tarde. La jasidut ve aquí un mensaje sobre la constancia espiritual: incluso el más elevado, el Kohen Gadol, necesita expresar humildad y servicio diario con entrega.

👑 La consagración de los kohanim


Durante siete días Moshé realiza el servicio en nombre de Aharón y sus hijos. La jasidut ve en esto el proceso de educación espiritual: al principio otro puede ayudarte a elevarte, pero después debes asumir tu propio rol sagrado y encender tu propio fuego interior.


Mensaje jasídico central de Tzav:


💡 El servicio a Hashem no es solo cumplir, sino arder.
El fuego del alma debe mantenerse constante, ardiendo con amor a Dios, con pasión y entrega. Y si alguna vez parece apagarse… la chispa sigue allí. Solo hace falta avivarla.


כופר – מי שאינו מצפה
Hereje – Quien no espera

*"הַמֶּלֶךְ מְשִׁיחַ עָתִיד לַעֲמוֹד..." וְכָל מִי שֶׁאֵינוֹ מַאֲמִין בּוֹ אוֹ שֶׁאֵינוֹ מְחַכֶּה לְבִיאַתוֹ, לֹא בִּשְׁאָר נְבִיאִים בִּלְבַד הוּא כּוֹפֵר, אֶלָּא בַּתּוֹרָה וּבְמשֶׁה רַבֵּנוּ."
(רמב"ם הלכות מלכים פרק י"א הלכה א')

Explica el Rebe de Lubavitch: Aunque una persona cree en el Mashíaj que vendrá, pero al final dice: “¡Yo no lo espero cada día!”, él ya no está cumpliendo el principio de “yo creo en la venida del Mashíaj” y es considerado, a los ojos de la Torá, como un hereje.

La corrección no es solo creer, sino esperar verdaderamente, todos los días y todo el día, y saber que incluso si aún no ha venido hasta este momento, puede venir inmediatamente en el próximo instante.

(Nuevas luces de la redención vol. 17, p. 394. Basado en Likutéi Sijot)


איחוד הימים והעדות
Unificación de los días y los testimonios

En el futuro, se unificarán todos los días y los testimonios en un solo día y un solo testimonio. La festividad de Pesaj se fundirá con la festividad de Shavuot. El testimonio de la salida de Egipto se convertirá en el testimonio de la redención futura.

De este modo, cada día se convertirá en un día especial. No habrá más días “vacíos” y grises, sino cada día será un día pleno, con contenido interior profundo.

(Likutéi Sijot vol. 7, p. 113. Basado en Likutéi Torá de la lectura de la Torá para Pesaj)


Puntos de Conversaciones Sagradas ~

"Esta es la ley del holocausto" (Levítico 6:2)

Viene a enseñar sobre la quema de sebo y miembros que sea apta solo durante el día.

Guemará (tratado de Ioma 30a): La quema del sebo y miembros es durante el día.

Rashi explica: "quemar" es como "disfrutar".

Es decir, servir a Dios solo para cumplir su voluntad.

Pero es posible quemarlos también de noche.

Y uno puede explicar esto en el servicio del hombre a su Creador:

"Día" - alude a luz y revelación, como está escrito (Génesis 1) "Y llamó Dios a la luz Día", que es el estudio de la Torá y los mandamientos que revelan la luz de Dios en el mundo.

"Noche" - alude a oscuridad y ocultamiento, que es el estudio de las cosas permitidas que ocultan el propósito verdadero de la vida del hombre en su mundo.

Pero la quema principal del sebo es específicamente durante el día, porque el propósito principal es anular el placer en las cosas permitidas.

Pero no hay nada nuevo en anular el placer en las cosas permitidas - el principal propósito es que el hombre está obligado a "quemar" también el placer en el estudio de la Torá y los mandamientos.

(Likutei Sijot vol. 3 p. 950)





La Providencia Divina en las enseñanzas del Baal ShemTov (Parte 1):

LA FE TANGIBLE

 

Expiación por los pecados

El fundamento del planteamiento del Baal Shem Tov sobre la Providencia Divina aparece en la siguiente enseñanza del Keter Shem Tov.[1] Citemos la enseñanza en su forma original, aunque sea un poco compleja y esté escrita en forma resumida. Explicaremos completamente cada sección de esta enseñanza. La primera parte dice:

Del Baal Shem Tov: Escuché de mi maestro una explicación de que "Israel no fue exiliado hasta que negaron a Di-s y a David", y la explicación del Talmud dice que "no hay diferencia entre este mundo y los días del Mashíaj, excepto por la sumisión [del pueblo judío] a las naciones". Como dijeron en el Talmud: "Cualquiera que haya pasado cuarenta días sin sufrir ha recibido su mundo. [Y preguntaron:] ¿Cómo definimos el sufrimiento? Si alguien estira su mano para tomar una moneda de oro de su monedero y toma una moneda menor". Los sabios desafiaron esto: "¿Pero no hay sufrimiento sin pecado?" ¿Podría considerarse esto como expiación por el pecado?

El Baal Shem Tov comienza conectando tres dichos diferentes de los sabios. El primero es: "El pueblo judío no fue exiliado hasta que negaron a Di-s y a David".[2] Vale la pena mencionar que en otros lugares se afirma que los Hijos de Israel rechazaron tres cosas - la soberanía de Di-s, la soberanía de la Casa de David y el Templo. En consecuencia, la redención depende de volver a pedir estas tres cosas. Pero aquí, el dicho conecta la fe en la soberanía de Di-s y la fe en la Casa de David de una manera que realmente las une, como veremos en esta enseñanza.

El segundo dicho es del sabio Shmuel, quien dijo que: "No hay diferencia entre este mundo y los días del Mashíaj, excepto por la sumisión [del pueblo judío] a las naciones".[3] El claro significado de este dicho es que, en el tiempo de la redención, no habrá cambio en la naturaleza de la realidad. El único cambio será la liberación del pueblo judío de su servidumbre a las naciones del mundo. Sin embargo, como veremos, el Baal Shem Tov ofrece una explicación novedosa de este dicho.

El tercer dicho proviene de otra parte del Talmud y dice que: "Cualquiera que haya pasado cuarenta días sin sufrir, ya ha recibido su mundo".[4] Es decir, que ya ha recibido "el Mundo Venidero", en otras palabras, se le ha dado amplia recompensa por su servicio en la vida. Luego, el Talmud procede a preguntar qué constituye el sufrimiento y da ejemplos de lo que es el sufrimiento más leve.

A primera vista, podríamos entender que la pregunta es ¿cómo es posible que cuarenta días sin sufrimiento sea una recompensa equivalente al Mundo Venidero que una persona está destinada a recibir? Y la respuesta pretende tranquilizarnos señalando que incluso un sufrimiento muy leve, que ciertamente siempre ocurre, es suficiente para asegurar que no pasemos 40 días sin sufrir; por lo tanto, no hay que preocuparse de que a una persona ya se le haya dado una recompensa equivalente a su Mundo Venidero. Pero el Baal Shem Tov extrae una cuestión diferente de este dicho. Él pregunta, dado que "no hay sufrimiento sin pecado", ¿cómo es posible que el sufrimiento leve presentado como ejemplo pueda expiar algún pecado?

El arrepentimiento como conciencia de la Providencia Divina

El Baal Shem Tov primero responde a la última pregunta y luego conecta la respuesta con la creencia en la Providencia Divina. De sus palabras, aprendemos que considera la fe en la Providencia Divina como el elemento más esencial de la fe de un tzadik De hecho, el valor de Providencia Divina, hashgajá pratit (הַשְׁגָּחָה פְּרָטִית) es numéricamente igual a 10 veces el valor de "fe", emuná (אֱמוּנָה). En sus palabras:

Explicó que "un tzadik vive por su fe"[5], porque aquel que cree en la Providencia Divina del Santo Bendito Es y sabe que todos los acontecimientos de la vida de una persona provienen de Él, ya sean insignificantes o grandes; todo es según el juicio de Di-s, de acuerdo al juicio del Cielo.

Los sabios dicen que el profeta Habacuc estableció toda la Torá sobre el fundamento de la fe: "El tzadik vive por su fe". ¿Y con qué principio de fe vive el tzadik? El más importante es la creencia de que todo lo que sucede en su vida, ya sea insignificante o importante, todo está bajo la Providencia Divina de Hakadosh Baruj Hu.

De esta enseñanza surge un gran principio. Cuando decimos que el fundamento de las enseñanzas del Baal Shem Tov es la Providencia Divina, nos referimos a la conciencia de la Providencia Divina. La creencia en la Providencia Divina no es una idea nueva originada por el Baal Shem Tov. Es un tema que fue discutido por los grandes eruditos de Israel en generaciones anteriores. Pero el Baal Shem Tov agregó que se requiere trabajo - tomar conciencia de la Providencia Divina es un objetivo espiritual. Esta enseñanza no se ocupa de los pormenores de la Providencia Divina, de cómo Di-s gobierna a todas las criaturas y las guía hacia un destino particular. Tampoco trata de las reencarnaciones de cada alma, otro aspecto importante de la Providencia Divina. Más bien, se centra en lo que atañe al ser humano individual y su propio camino y "rectificaciones".

La Providencia Divina es, en última instancia, una revelación de la misericordia de Di-s, pero la revelación inicial de la Providencia Divina es a través del principio de que "la ley del Reino es ley"[6], dina deMaljuta dina (דִּינָא דְּמַלְכוּתָא דִּינָא). Ley, dina (דִּינָא). es una permutación del Nombre de Di-s, Adni (אֲ-דֹנָי), el Nombre asociado con la sefirá de reinado. El comienzo, la esencia y la raíz del servicio Divino es el "temor mundano-inferior"[7], irá tataá (יִרְאָה תַּתָּאָה), por lo tanto, la conciencia de la Providencia Divina comienza precisamente con la atención al juicio de Di-s (y a partir de esto, se llega a un estado en el que la Providencia Divina se dulcifica y convierte en la revelación última de la misericordia de Di-s, como se explicará).

Muchas veces, explicamos que el temor al Cielo, incluso el temor en general, puede entenderse como sensibilidad. Creer en la Providencia Divina es sensibilidad a la Providencia misma, y todo comienza con una sensibilidad al juicio.

Más adelante en esta enseñanza, el Baal Shem Tov dice que todo lo que una persona puede captar sobre la Divinidad está en el ámbito de la sefirá de reinado, pero por encima de eso, es imposible captarlo. Por eso es tan importante prestar atención al Reino de Di-s, es decir, a Su Providencia Divina sobre el mundo, ya que es la conexión principal que tenemos con Di-s. El primero en llamar a Di-s por este nombre, Adni, que significa "Amo-Señor" fue Abraham. Reconoció que hay un Amo de la Creación que supervisa todo con la Providencia Divina.

Sigamos con las palabras del Baal Shem Tov:

Y [todo juicio en la vida] se debe a su pecado, e inmediatamente se arrepiente y se llena de temor y reverencia a Di-s, e inmediatamente es perdonado, ya que cree, se arrepiente y vincula sus pensamientos con Hakadosh Baruj Hu. Es por eso, que incluso si alguien busca un dinar de oro, pero termina con un dinar de plata, porque se debe a su pecado y lo lamenta, tal evento [de sufrimiento leve] se considera una expiación por su pecado.

Alguien que cree que los sufrimientos ligeros le sobrevienen, a través de la Providencia Divina, a causa de su pecado - y no solo acepta esta creencia, sino que también piensa e identifica el pecado en su interior - inmediatamente entra en el arrepentimiento, cuyo aspecto más importante es volver a centrarse en la Presencia de Di-s. En el momento en que la persona reacciona en arrepentimiento, Di-s la perdona por el pecado.

Los sabios dicen: "Cualquiera que cometa un pecado y se avergüence de ello, es perdonado [no solo por ese pecado en particular, sino] por todos sus pecados". Si el arrepentimiento es por vergüenza, surgiendo de la conciencia de la Providencia Divina que le recuerda a una persona sus pecados, causa el perdón general de todo. El perdón de Di-s por los pecados de una persona, después de un sufrimiento leve, es una revelación de Su misericordia, y revela retroactivamente que incluso el juicio fue parte de la misericordia de Di-s. No era más que un pellizco destinado a despertar a la persona de su letargo, para incitarla a arrepentirse, comenzando por reorientar su fe, y la convierte en un recipiente para la misericordia de Di-s.

Esta es la respuesta a la pregunta del Baal Shem Tov: ¿cómo pueden esos pequeños sufrimientos expiar el pecado de una persona? No es una expiación automática, sino más bien una expiación que sigue al arrepentimiento. Quien presta atención a la Providencia Divina ve los sufrimientos que recibe e inmediatamente reflexiona sobre el arrepentimiento. Entonces, incluso los sufrimientos más pequeños se convierten en una expiación por los pecados.

David: humildad y Providencia Divina

Ahora, el Baal Shem Tov regresa a los dos dichos mencionados anteriormente. Primero, lo que acabamos de describir,

este aspecto, se conoce como "David".

El rey David era sensible a todos los cambios en la Providencia Divina, sintiendo los "pellizcos" y comprendía que venían a despertarle. Está escrito que el rey David nunca durmió más del tiempo que tarda un caballo en respirar sesenta veces (en la práctica, alrededor de media hora). Probablemente esto se debía a que incluso el más mínimo "pellizco" le despertaba.

El Baal Shem Tov explica el significado detrás del nombre de David (דָּוִד), que en hebreo exhibe simetría: dos letras dalet (ד) y entre ellas, una vav (ו).

Porque el Infinito, al que se hace referencia como "nada", corresponde a la letra dalet, y desde ella la vav se extiende hasta la segunda dalet, que representa la máxima bajeza, todo bajo la Providencia Divina del Santo Bendito Es.

En esta sección, el Baal Shem Tov explica que la primera dalet representa la "nada" Divina (el Ein Sof), la segunda dalet representa la bajeza de la persona, y la vav es la conexión entre ellas. Nos gusta mencionar la explicación del Maguid de Mezritch, que sirve como una especie de "puente" entre la explicación del Baal Shem Tov y la filosofía de Jabad. Explica que cada dalet (de la palabra que significa "no hay", דלית) representa la contracción y la autoanulación. Por lo tanto, la dalet superior es la contracción del Otorgante con el fin de dar y la segunda dalet es la contracción del receptor con el fin de recibir, y la vav entre ellas simboliza la atracción desde el Otorgante hacia el receptor.

La contracción del Otorgante, de Di-s, significa que Él se está convirtiendo esencialmente en "nada" para dar. Pero el énfasis aquí, desde la perspectiva del receptor, es su bajeza. La máxima bajeza se alcanza cuando uno siente que todo está bajo la Providencia Divina de Hashem.

De hecho, sólo quien tiene sentimiento de su propia bajeza puede sentir que todo está bajo la Providencia Divina. Aquel que atribuye todo su éxito a sí mismo es tosco y grosero (grob, en yidish) - permanece indiferente a sus fracasos. Puede que se enfade un poco, pero no ve el fracaso como algo significativo. Pero el que tiene humildad sabe que todo éxito viene de Di-s, pero que todos sus fracasos son obra suya. Se vuelve sensible a cada fracaso y entiende que son sus pecados los únicos responsables de ello. El fracaso sirve como un recordatorio de que se olvidó de Di-s. El rasgo esencial del rey David es exactamente este tipo de humildad, como él mismo dice: "Y seré humilde a mis propios ojos". Es por eso que David representa la experiencia de la Providencia Divina; su humildad y su conciencia de la Providencia Divina son interdependientes.

La humildad es un principio muy fundamental del que hablamos a menudo. Aquí hay otra razón esencial para esto, porque el fundamento de toda fe, la creencia en la Providencia Divina, depende específicamente de la humildad. En otros lugares, profundizamos en la conexión entre la humildad y la compasión de Di-s, y en verdad, todo está profundamente interconectado. Cuando despiertas desde el "pellizco" de Di-s, de la bajeza que provoca en ti, te conviertes en un recipiente para Su compasión.

El arrepentimiento aquí es el deseo de apegarse a Di-s - si crees en Di-s y quieres aferrarte a Él, ya has realizado un arrepentimiento completo, ¡teshuvá completa! Este retorno y arrepentimiento sirven como una expiación por el pecado, y por todos los pecados, y Hashem te concede una gran y abundante compasión; te conviertes en un "receptor" de Su compasión.

En otro lugar, explicamos que, para experimentar la humildad, una persona primero debe estar convencida de que Di-s tiene una tremenda compasión por ella, de lo contrario, su sentido de bajeza la destrozaría. De la misma manera aquí, cuando una persona despierta al arrepentimiento, necesita sentir la misericordia de Di-s para que se anime a arrepentirse. Si perciben a Di-s como un juez severo, caerán en la desesperación, no harían nada y su bajeza se convertiría en una caída. Es el conocimiento de la compasión de Di-s lo que impulsa al arrepentimiento.

Creer en Di-s y en David

Continuando con la enseñanza del Baal Shem Tov:

Cuando uno no cree que todo está bajo la Providencia Divina de Di-s, sino que dice: "Mi propia fuerza y el poder de mi mano han hecho que esto me suceda", esto se llama negar a Di-s y el aspecto de David que acabamos de mencionar, porque uno está negando el juicio del reino de Di-s.

Normalmente, distinguimos entre la creencia en la existencia de Di-s ("Hay Di-s en el mundo") y la creencia en la Providencia Divina. Cada judío cree en la existencia de Di-s, de cierta manera. Sin embargo, para el jasid, hay un gran énfasis en la creencia en la Providencia Divina. Pero aquí, aprendemos que la negación de David - es decir, de la Divina Providencia - es equivalente a una negación de Di-s.

En términos simples, no hay creencia en la Providencia Divina sin creencia en Di-s, pero aquí el énfasis es que la creencia en la esencia de Di-s va de la mano con la creencia en la Providencia Divina. La negación es del "juicio o ley del reino de Di-s". Más particularmente, Havaia, Di-s se refiere a Adni y reino se refiere a David. El negador dice: "Mi fuerza y el poder de mi mano han hecho que esto tenga éxito", y arrepentirse de esto se logra con "Y te recordarás a Havaia tu Di-s, porque Él es el que te da la fuerza para tener éxito". Este "recuerdo" es conocido como el recuerdo de la Tierra de Israel.

Esta situación, de falta de creencia en el reino de Di-s, es lo que yace en el núcleo de estar bajo "la subyugación de las naciones", que el Baal Shem Tov explica (no como la subyugación de un reino extranjero sobre el pueblo judío, sino) como la subyugación de la sefirá de reinado, el reino de la santidad, el reino de Di-s:

Solo el reino está cubierto y subyugado a la kelipá [la impureza] que cubre y oculta Su Providencia Divina de los seres humanos. En el futuro, en los días del Mashíaj, cuando Él elimine el espíritu de impureza de la tierra, entonces Su Providencia Divina será revelada en cada detalle. Esto explica por qué el pueblo judío no fue exiliado hasta que negaron a Hashem y el reino de la Casa de David. Este es el significado de la afirmación de que la diferencia entre este mundo y los días del Mashíaj es la subyugación de los reinos.

El Baal Shem Tov dice algo profundo aquí, que repite en otros lugares: el verdadero propósito de la plena conciencia de la Providencia Divina solo se revelará en los días del Mashíaj. De hecho, esta revelación es el mismo Mashíaj. La sefirá de reinado, la soberanía de Di-s sobre la Creación, debe ser liberada de las garras de la kelipá, y se deduce entonces que este es el Mashíaj.

Hoy en día, tenemos fe en la Providencia Divina, pero solo cuando venga el Mashíaj y la kelipá desaparezca, el reino se revelará en su plenitud, y la creencia se convertirá en un conocimiento completo, una revelación de la Providencia en cada detalle.

Hemos dicho en el pasado que, si queremos influir en las naciones del mundo con la Torá - una campaña conocida como la "Cuarta Revolución" en el estudio de la Torá - necesitamos explicarles acerca de la Providencia Divina. De hecho, la revelación de la Providencia es en sí misma la venida del Mashíaj

Sobre la venida del Mashíaj, está dicho: "Porque ojo a ojo verán cuando Di-s regrese a Tzion". "Ojo a ojo" significa una revelación que emana, por así decirlo, de los ojos de Di-s - el secreto de la Providencia Divina - y que llega a los ojos del hombre. La revelación de la vigilancia constante de Di-s ("Siempre Hashem, tu Di-s, está velando por ello") será revelada a nuestros ojos específicamente con la venida del Mashíaj.

En conclusión, de esta enseñanza se desprende que la Providencia Divina está conectada a la creencia en Di-s mismo, y el fundamento de nuestro servicio Divino es fortalecer nuestra conciencia de la Providencia Divina, una conciencia que despierta a la persona a retornar y adherirse a Di-s en todo lo que le sucede.

(basado en un shiur dado en la víspera de Shabat de la parashat Sheminí, 5784)

 

 

 



[1] Artículo 46 bis. Esta es la parte 1 de un artículo de varias partes sobre la Providencia Divina en las enseñanzas del Baal Shem Tov. La serie completa se publicará en Dimensiones en el transcurso de unas semanas.

[2] Zohar 2:175b

[3] Berajot 34b

[4] Arajin 16b

[5] Habacuc 2:4

[6] Bava Kama 113a y en otros lugares. Originalmente, este estatuto requiere que los judíos obedezcan las leyes del estado [reino] en el que viven.

[7] Tania, cap. 41.


JASIDUT

 

La Providencia Divina en las enseñanzas del Baal ShemTov (Parte 2):

PROVIDENCIA DIVINA: Ecuanimidad y "ConóceLe en todos tus caminos"

 

El rasgo de la ecuanimidad

Continuamos con nuestra exploración del entendimiento del Baal Shem Tov de la Providencia Divina, hashgajá pratit (הַשְׁגָּחָה פְּרָטִית) segunda famosa y fundamental enseñanza del Baal Shem Tov[1]:

"Siempre puse a Havaia ante de mí": la palabra "puse", shiviti (שִׁוִּיתִי)es cognada con ecuanimidad. Con respecto a todo lo que le sucede, todo debe ser igual para él, ya sea algo en lo que la gente lo elogie o lo desacredite. Y lo mismo en todos los demás asuntos. Y en todo lo que uno consume, ya sea que coma manjares u otros alimentos, todo debe ser igual a sus ojos. Porque a través de esto, la inclinación al mal se aleja completamente de él.

Y por todo lo que sucede, dice: "Esto fue enviado por Él, bendito sea Él, y si a Sus ojos es apropiado, etc." Toda su intención es en aras del Cielo. Pero desde su propia perspectiva, no hay distinción. Este es un nivel muy grande.

 

La cualidad de la Equanimidad

Continuamos con nuestra exploración de la comprensión del Baal Shem Tov sobre la Providencia Divina, con su segunda enseñanza famosa y fundamental:

“He puesto al Eterno siempre delante de mí” — la palabra “he puesto” (שִׁוִּיתִי / shiviti) está relacionada etimológicamente con la palabra “equilibrio” o “equanimidad” (hishtavut).

Respecto a todo lo que le ocurre, todo debe serle igual: tanto si es algo por lo cual la gente lo alaba como si lo avergüenza. Y así también con respecto a todas las demás cosas. Y en todo lo que consume —ya sea que coma manjares o alimentos comunes— todo debe ser igual ante sus ojos. Pues por medio de esta cualidad, la inclinación al mal (el Ietzer Hará) se elimina completamente de la persona.

Y ante todo lo que sucede, él dice:

“Esto fue enviado por Él, bendito sea, y si a Sus ojos es apropiado...” Todo su objetivo es por amor al Cielo, pero desde su propia perspectiva, no hace distinción alguna. Este es un nivel espiritual muy elevado.

El reconocimiento de que todo lo que sucede está bajo la Providencia Divina de Di-s - "Esto fue enviado por Él, Bendito Sea" - conduce a la adquisición del rasgo de ecuanimidad, hishtavut (הִשְׁתַּוּוּת), que es la interpretación del Baal Shem Tov del verso "Siempre he puesto a Havaia ante de mí"[2] shiviti Havaia lenegdi tamid (שִׁוִּיתִי הוי' לְנֶגְדִּי תָמִיד). Di-s me ama más de lo que yo me amo a mí mismo y sabe lo que es verdaderamente bueno para mí, y no discuto con Él - si Él me envió algo, con certeza es lo mejor para mí, y confío en Él. Por lo tanto, no importa lo que los demás digan de mí o lo que se ponga en mi plato - todo es de Di-s, a través de la Providencia Divina, y todo es igual a mis ojos. Di-s mismo está presente en todo, incluso en las cosas más pequeñas, guiándome - todo es Di-s, y esto aporta ecuanimidad.

Este versículo, "Siempre puse a Di-s ante de mí", es uno de los cinco versículos de arrepentimiento enseñados por el Rebe Zusha de Anipoli.[3] Las primeras letras de estos 5 versículos formas la palabra "arrepentimiento", teshuvá (תְּשׁוּבָה) y este verso es el segundo, comenzando con la letra ש. La explicación dada para la conexión entre este versículo y el arrepentimiento es que está hablando de la renovación de la creación en cada momento, y el arrepentimiento es, por supuesto, una renovación de la vida propia, como si acabara de comenzar de nuevo. Sin embargo, muchas veces es explicado que la renovación de la creación en todo momento y la Providencia Divina son una y la misma cosa.[4]

El Baal Shem Tov concluye que alcanzar un estado de ecuanimidad "es un nivel muy grande", y aquel que ha "eliminado la inclinación al mal de sí mismo por completo" es considerado un tzadik (persona justa) consumado.[5] Pero, ¿cómo se relaciona este servicio de ecuanimidad con las personas de nuestra naturaleza inferior?

Este es un ejemplo de un nivel de servicio que está espiritualmente lejos de nosotros, pero, aunque no podamos lograrlo perfectamente, vale la pena que todos se esfuercen tanto como sea posible para acercarse a él. Alcanzar la ecuanimidad perfecta está limitado a los justos, pero el intento de alcanzarla es valioso para cada alma, porque sus principios se entienden fácilmente.

Vemos que las obras de los tzadikim del movimiento jasídico, como por ejemplo el Noam Elimelej, hablan del servicio Divino de los justos. A primera vista, puede parecer que no podemos alcanzar el nivel del que están hablando, pero si entiendo el contenido de su enseñanza, me estoy acercando a él - me toca. Es por eso que nos encanta estudiar estos libros. Si entiendo lo que el tzadik escribió, que esencialmente se describe a sí mismo, recibo una chispa del trabajo del tzadik.

El rasgo de la ecuanimidad surge de la conciencia de la Providencia Divina, y el camino que conduce a ello pasa por aspirar y esforzarse honestamente por ver y experimentar la Providencia Divina. Si yo viera la Providencia Divina constantemente, sin interrupción, seguramente alcanzaría la ecuanimidad y me convertiría en lo que el Tania describe como un tzadik. Cuando veo la Providencia Divina solo de manera intermitente - observando cómo la hoja se mueve con el viento y llega a su lugar a través de la Providencia Divina - aunque solo tenga una visión momentánea y fugaz de la Providencia Divina, esta percepción momentánea me hace aspirar a la ecuanimidad. Si reconozco constantemente que todo es enviado por Di-s, lo acepto y tengo en mente que todo lo que sucede es en aras del Cielo, me convierto en un tzadik. Si es menos que eso, entonces la directriz de Tania "si tan solo fuera un beinoní - un individuo intermedio"[6] es a lo que debería aspirar.

"ConóceLe en todos tus caminos"

La enseñanza del Baal Shem Tov continúa, añadiendo otro aspecto que deriva del reconocimiento de la Providencia Divina y la ecuanimidad que le sigue:

Del mismo modo, una persona debe servir a Di-s con todas sus fuerzas, entendiendo que todo es en aras del Cielo, que Di-s quiere que Le sirvamos en todos los sentidos. El significado es que a veces una persona camina y habla con otros, pero durante ese tiempo no puede aprender. En tales momentos, debe estar apegarse a Di-s en sus pensamientos y ocuparse en unificaciones espirituales (ijudim). Del mismo modo, cuando una persona está de viaje y no puede orar o estudiar como lo hace habitualmente, debe servir a Di-s de otras maneras. No debe angustiarse por esto, porque Di-s quiere que Le sirvamos de todas las maneras - a veces de esta manera y a veces de aquella manera. Esta es la razón por la que se le presentó la oportunidad de emprender un viaje o hablar con otros - todo es en aras de servir a Di-s de una manera diferente.

Aquí vemos una transición desde "Siempre he puesto a Havaia ante mí" a "ConóceLe en todos tus caminos"[7] - incluso cuando, a través de la Providencia Divina, una persona no puede apegarse a Di-s a través de Torá y mitzvot, como desearía, debe saber que el Santo Bendito Es "necesita ser servido de todas las maneras, " incluso en "tus caminos" (no solo en los 'caminos del Cielo' a través de la Torá y las mitzvot). Uno debe ser consciente de que, por ahora, Di-s está disponiendo las circunstancias de manera que requieren su servicio de una manera diferente.

La segunda parte de la enseñanza se relaciona con la conciencia de la Providencia Divina:

Un gran principio es "encomienda tus actos a Havaia, y tus pensamientos serán asentados", lo que significa que todo lo que le sucede a una persona debe ser considerado como proveniente de Di-s.

Además, uno debe suplicar a Di-s que solo les llegue lo que es verdaderamente beneficioso para ellos de acuerdo con Su sabiduría, y no lo que podría parecer beneficioso de acuerdo con la propia perspectiva. Porque lo que a nosotros nos parece bueno, puede ser en realidad perjudicial. Más bien, uno debe entregar su suerte - cada asunto y cada necesidad – en manos de Di-s, como está escrito: "Arrojad vuestras necesidades sobre Havaia".

Di-s orquesta todo para beneficio de la persona, inevitablemente y sin importar nuestra conducta. Lo que debemos suplicar a Di-s es la capacidad de ver y sentir esta verdad.

Resumen y estructura

La estructura interna de la enseñanza del Baal Shem Tov se puede identificar de la siguiente manera. La ecuanimidad es una facultad del Mundo de la Creación, donde el "ser" es posible. En este estado, todo está en su estado anterior a la Creación, conocido como el hyle (הִיּוּלִי, la forma expresada por los sabios). En consecuencia, todo es igual (la fuente de la ecuanimidad), ya que todo está todavía sólo en potencia.

El servicio descrito aquí como "ConóceLe en todos Sus Caminos" eleva el Mundo de la Acción, que corresponde a la hei final de Havaia para unificarse con la vav, que se corresponde con el Mundo de la Formación. Se podría decir que para poder servir a Di-s en todas las acciones, uno necesita ser muy creativo, por lo que esto resulta bastante difícil para la mayoría de las personas.

Finalmente, suplicar a Di-s en la oración, pidiendo que podamos ver la Providencia Divina, para tomar conciencia de verdad de cómo todo es bueno y para beneficio propio es el secreto de la plegaria, que corresponde al Mundo de la Acción y al Rey David - que es el alma arquetípica de la sefirá de reinado, correspondiente a la hei final de Havaia - quien dijo de sí mismo: "Yo soy plegaria", vaani tefilá (וַאֲנִי תְּפִּלָּה). La súplica constante para tomar conciencia de la Providencia Divina es uno de los sellos distintivos de la humildad del rey David.

Para resumir de nuevo: La novedad de esta enseñanza es que la conciencia de la Providencia Divina lleva a la persona a la ecuanimidad y también al servicio de "En todos tus caminos conóceLe", y que la persona debería orar para poder ver la Providencia Divina y entender que todo es por y para su beneficio.[8]

 

(basado en una clase dada el 25 de Adar, 5785)



[1] Keter Shem Tov 220.

[2] Salmos 16:8.

[3] Véase HaIom Iom del 3 al 8 de Tishrei. Los cinco versículos son: "Serás íntegro con Havaia, tu Di-s" (Deuteronomio 18:13), "Siempre he puesto a Havaia ante de mí" (Salmos 16:8), "Ama a tu prójimo como a ti mismo" (Levítico 19:18), "ConóceLe en todos tus caminos" (Proverbios 3:6) y "Camina humildemente con Havaia, tu Di-s" (Miqueas 6:8).

[4] Véase Pelaj HaRimon sección Erdah Na del Rebe Hilel de Paritch. Rebe de Lubavitch Igrot Kodesh vol. 1, Carta 94. Haiom Iom para el 29 de Siván y el 28 de Jeshván.

[5] Tania, cap. 10.

[6] El Rebe Hilel de Paritch era un jasid consumado antes de estudiar el Tania. Había estudiado con el gran Rebe Avraham Dov Ber de Avritch (autor del Bat Ayin) y con el Rebe Mordejai de Chernóbil. Relata que se consideraba a sí mismo un tzadik. Pero después de estudiar el Tania, llegó a la conclusión de que sería un gran logro si pudiera esforzarse por ser un beinoni, un individuo intermedio que es descrito en el Tania como capaz de mantener su alma animal a raya en todo momento, actuando solo de acuerdo con el mandato de la Torá. En sus palabras exactas: "si tan solo fuera un beinoni", halvai beinoni (הַלְוַאי בֵּינֹנִי).

[7] Proverbios 3:6, otro de los versículos de arrepentimiento enseñados por el Rebe Zusha.

[8] Uno de los primeros "signos" dados a las letras de este año, תשפ"ה, fue "Que este sea un año de Providencia Divina", Tehié Shanat Hasgajat Pratit (תְּהֵא שְׁנַת הַשְֹגָּחָה פְּרָטִית).


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