Seguidores

lunes, 1 de mayo de 2023

5783 Parashat Emor

 BS"D

EMOR   אֱמֹר

 Levítico 21:1 - 24:23     Haftará:  Ezequiel 44:15-31

GAL EINAI DE ISRAEL

https://galeinai.org


Contribuye con Gal Einai


_______________________

Para participar de nuestras actividades y recibir nuestros mensajes diarios https://chat.whatsapp.com/J1LJSIc0EkPJm3m5jA41jZ


INSTITUTO GAL EINAI EL PORTAL A LA DIMENSIÓN INTERIOR DE LA TORÁ 
Del RABINO ITZJAK GINSBURGH 
La Dimensión Interior de la Torá

La Dimensión Interior de la Torá www.galeinai.org Blog los 32 Manantiales https://estudiodecabalayjasidut.blogspot.com
👉 TELEGRAM: -Canal Gal Einai en español de Rav Itzjak Ginsburgh shlita: https://t.me/galeinai -Canal de Audio de Cursos de Cabalá y Jasidut: https://t.me/audiocursosgaleinai -Audios Gal Einai Español: Cuentos, y música: https://t.me/galeinai_audios_es _____________________________________________ 👉 Youtube: https://www.youtube.com/galeinaienespañol 👉 Página de Facebook https://www.facebook.com/galeinaiesp/ 👉 Grupo de Facebook https://www.facebook.com/groups/galeinai/
👉 Radio Galeinai 24 hs. https://galeinai.org/radiogaleinai/

Subimos muchos clips con música jasídica de Gal Einai,

te invitamos a verlos y compartirlos



ACCESO DIRECTO EN LA BARRA LATERAL


Aquí puedes bajar la revista Maravillas de la semana 
Descarga, disfruta, difunde por internet o impresa. 

Sea sobre ti la bendición de Hashem

PARA ACCEDER A MEDITACIONES Y VIDEOS ANTERIORES RELACIONADO CON  

SEFIRAT HAOMER  

_____________________________________

CUENTA DEL OMER 5781:  Video - Series meditativas completas del Rab Guinsburgh y del Rabino Jaim Frim

 http://estudiodecabalayjasidut.blogspot.com/2021/04/la-cuenta-del-omer-lag-baomer-5781.html

  

5781  PESAJ SHEINI Y LAG BAOMER

 http://estudiodecabalayjasidut.blogspot.com/2021/04/31-emor-5781-pesaj-sheini-y-lag-baomer.html

----------------------------------------------------


EL MEÑIQUE PARA APUNTAR HACIA LA TORÁ

 

Pregunta: ¿Por qué levantamos específicamente nuestro meñique para señalar la Torá cuando se levanta al final de la lectura de la Torá en la sinagoga?

Respuesta:

Hay diferentes costumbres que rodean a V'zot Hatorá, “Esta es la Torá”, Cada uno de los cinco dedos de la mano corresponde respectivamente a los primeros cinco atributos del corazón. El meñique, el quinto dedo de la mano, corresponde a la quinta característica del alma, que es hod. (Iesod y maljut, los atributos sexto y séptimo, se incluyen en este caso en los primeros cinco).   Hod es la raíz de hoda'a (reconocimiento). Levantar el meñique cuando se levanta la Torá es el secreto de reconocer (hoda'a) la infinitud de la Torá, que está por encima y más allá de nuestro entendimiento. Este concepto puede ayudarnos a entender por qué Lag Baomer corresponde a hod shebahod.

 __________________________________

El arte de hablar
Herramientas simples para expresar tu luz interior

Bs”D, Sorbos de Luz, Parashat Emor 5783

"¡Te despedazaré como a un pez!", abofeteó un hombre a su adversario en medio de una discusión entre ambos en la sinagoga de la localidad de Mezhivuzh. En ese momento el Besh”t se encontraba presente en el lugar y al escuchar esto ordenó a sus alumnos que pusieran sus manos uno sobre los hombros de su compañero y cerraran sus ojos, en los siguientes instantes los alumnos quedaron atónitos, vieron en su mente como ese judío literalmente hacía pedazos a su oponente. 

"La vida y la muerte en manos de la lengua". El nombre de la parashá Emor, “habla”, nos invita a escuchar las cosas que salen de nuestra boca y examinar no solo lo que decimos sino también cómo lo decimos. Ven conmigo: 

El artículo está adaptado del libro 'Maian Ganim', “El Manantial del Jardín” del rabino Itzjak Ginsburg shlita. 

Espera un minuto, ¿qué es esto? 

¿Quieres profundizar en el caso? ¿Busca información sobre la vida cotidiana? 

¡Has venido al lugar correcto! 

Gal Einai te presenta un punto detallado en profundidad de la parashá de cada semana, que te iluminará en los puntos simples y cotidianos. 

Aquí te unes a la

COMUNIDAD GAL EINAI en WHATSAPP 

Para participar de nuestras actividades y recibir nuestros mensajes diarios https://chat.whatsapp.com/J1LJSIc0EkPJm3m5jA41jZ - 

Las palabras pueden matar.

Nuestras palabras significan mucho aunque no veamos cómo. A los seres humanos se nos llama מדבר, 'medaber', “parlante” porque eso es lo que nos distingue de los animales. Las buenas palabras son capaces de provocar grandes cambios en los oyentes y, por otro lado, de sembrar una gran destrucción, de crear mundos y destruirlos. ¿Para crear mundos decíamos? Dios en su honor y por sí mismo creó nuestro mundo hablando, דיבור, dibur, sino más precisamente diciendo, מאמר, maamar.

En general, ¿cuál es la diferencia entre decir y hablar? El Radak, uno de los más grandes gramáticos, dice que hablar es la expresión misma, pero decir es precisamente cuando hay alguien más, es dirigirse al otro. Las palabras de la raíz emor, אמור, aparecen en la Torá más de 5.000 veces, muchas más que todas las variedades de hablar. El dicho es la principal forma de expresarnos a los que nos rodean. 

Tres de esas apariciones de la raíz emor, decir, se encuentran en el versículo inicial del versículo:

ויאמר ה' אל משה אמר אל הכהנים... ואמרת אליהם...".

"Y dijo Hashem a Moshé: dile a los sacerdotes... y tú les dirás..." 

La tercera aparición es algo innecesaria y por eso los sabios interpretan que tiene la intención de "advertir a los grandes acerca de los pequeños", más allá de que Dios le diga a Moshé que les diga a los sacerdotes que no se contaminen, los mismos sacerdotes deben decírselo a sus hijos, y velar porque ellos tampoco se contaminen. 

Cada uno de nosotros sirve como 'grande' para los demás. Todos y cada uno tiene una cualidad o talento especial que solo él recibió que debe dar al entorno. Nuestra manera de influir y darnos a los demás es a través del habla. En profundidad, "advertir", להזהיר, no es sólo una conjugación que deriva de la palabra "advertencia", אזהרה, sino también de la palabra resplandor, זוהר, Zohar, y luz, אור, or. Debemos iluminar el entorno con nuestra luz especial e interior, y esto a través de las buenas palabras. 

¿Qué te ilumina? ¡Dale significado!

¿Cómo decir y expresarnos de una buena manera?

La respuesta está en la raíz lingüística del decir mismo: אמר, omer, “decir”. Según el Zohar, el trío de palabras אור, מים, רקיע, or/maim/rakía, luz, agua y firmamento están implícitos en esta raíz. Este trío expresa el proceso de expresión y realización de cosas abstractas y 'elevadas' la luz es abstracta, espiritual e imperceptible. El agua ya es una sustancia determinada pero líquida y no consolidada. Mientras que el firmamento es la transformación del agua en una sustancia real y definida. Cuando Dios quiso crear el mundo lo creó exactamente de esta manera: inicialmente todo era luz espiritual, luego la luz se convirtió en agua que lo llenaba todo y finalmente en el segundo día de la creación las 'aguas superiores' se convirtieron en un firmamento verdadero y 'sólido'. 

Cada uno de nosotros necesita pasar por este proceso para poder expresarse de una buena manera. Primero debemos buscar la luz dentro de nosotros. Debemos preguntarnos '¿qué me ilumina?' y enfocarse en ello, aunque todavía no pueda ser explicado y expresado. Debemos convertir en agua las chispas de luz que existen dentro de nosotros, organizarlas en forma de pensamientos y letras que les darán expresión. Luego expresaremos estos pensamientos en un discurso claro y enfocado. 

Básicamente, todo proceso creativo es así y existe una excelente ilustración de esto en el proceso de creación de un niño: la Cabalá explica que la gota de semilla de la que se crea un niño es la etapa intermedia, el agua, pero incluso antes de eso había una conciencia de luz espiritual en la mente del padre. En la tercera etapa, que tiene lugar en el vientre materno, esa gota de líquido toma una forma clara, מתרקעת', mitrakaat, se 'consolida' y se forman los tejidos de un ser vivo. La capacidad de expresarnos externamente depende de la correcta ejecución de estos tres pasos. 

"¡Él no me entiende!"

Refinamos los mensajes, dimos forma clara a las ideas abstractas y finalmente las contamos a quienes nos rodeaban. Pero, ¿por qué no son aceptados en el corazón de los oyentes?

La respuesta es que nuestro discurso carece de un componente esencial y crítico. ¿Cuál es ese ingrediente? La conocida frase (que algunos dicen que proviene de los Sabios) nos da la respuesta: “Las cosas que vienen del corazón entran al corazón y ejercen su acción.” Aunque hayamos aprendido a poner palabras a las ideas y a afinar oraciones precisas, no hay garantía de que afecten a otros. Se requiere una conexión interior y de corazón que llene las palabras habladas y haga que afecten a los oyentes. 

Este es un proceso ilustrado por acrónimos adicionales para la raíz emor: fuego, agua, viento, אמר – אש, מים, רוח, esh, maim ruaj. Lo dicho parte del corazón. Tenemos una combustión interna, cosas que nos 'calientan' y que queremos decir. Debemos prestar atención literalmente a que lo que decimos sí venga de ahí. Si el calor interior acompaña el habla influirá y entrará en el corazón de los demás. 

También en este proceso hay etapas que solo por las cuales lo que decimos salga de manera óptima. Una persona puede calentarse y quemarse por algo determinado, pero 'quemarse por dentro' y no ser capaz de expresarlo correctamente. Por eso, la combustión del fuego interno debe enfriarse y convertirse en agua para que pueda fluir fuera de nosotros. Para dar letras y expresión a lo que arde en nuestro interior. La tercera etapa es el ruaj, viento, aire: debemos hablar con moderación y paciencia, no 'derramar' las palabras sobre los oyentes, sino darles suficiente espacio para que puedan interiorizar nuestro deseo. 

¿Quieres hablar? ¡cállate la boca!

No se puede salir de un lugar sin antes entrar en él. El entendimiento de que las conversaciones deben venir del corazón nos lleva a entrar dentro del corazón. Ingresar al corazón va acompañado de silencio, ahora no nos expresamos sino que nos examinamos y nos organizamos por dentro, pronto saldremos. El silencio es el mejor telón de fondo para el habla. Una persona que sabe estar en silencio y no 'presionada' para hablar es aquella cuyo discurso se utiliza verdaderamente como una expresión de calidez y profundidad interior. En el silencio hay una especie de susurro interior, solo conmigo mismo que le otorga a nuestras palabras que surgen un tono suave y sentido. Así, cuando decimos no sólo me expresan hacia afuera, sino que toma en cuenta a los demás y concentran en ellos el calor de mi corazón. 

Y en pocas palabras, sefirat haomer, ספירת העמר, la cuenta del Omer es el momento en que debemos corregir nuestra boca y el habla. En los libros de Cabalá y Jasidut está traído que la ofrenda del omer traída de la cebada, que es el alimento de los animales, expresa nuestra animalidad, la cual necesitamos corregir. La corrección es dar boca y expresión propia a los atributos de nuestro corazón. En lugar de Omer, עומר , le daremos al alma el omér, אמר, “decir”. Así iluminaremos nuestros sentimientos, así 'iluminaremos' la pequeñez que existe en nuestro interior. Así es como sacamos nuestra luz interior afuera, a la luz del mundo. 

¡Shabat Shalom umevoraj! 

Sharia Nitzan, 'Sorbos de Luz'.



 


Pirkei Avot 4:22: EL PROPÓSITO DEL DESCENSO DEL TZADIK 

 

Él [Rabi Elazar Ha-Kapar] también decía: "Los que nacen morirán y los muertos vivirán. Los vivos serán juzgados, aprenderán, enseñarán y comprenderán que Él es Dios, Él es el diseñador, Él es el creador, Él es el discernidor, Él es el juez, Él es el testigo, Él es el demandante, y Él está destinado a juzgar...[1]

El Notzer Jesed explicó que esta mishná[2] trata acerca del descenso del tzadik con el propósito de elevar a otros. "Los que nacen" se refiere a las personas justas. Que morirán se refiere a su descenso de su elevado nivel espiritual debido a las pruebas que tienen que superar. "Y los muertos vivirán" significa que los justos tendrán una conexión con las personas malvadas, comparadas con "los muertos", con el propósito de vivificarlos y acercarlos a la Presencia Divina de Dios. También elevarán las almas y crearán las almas de los conversos. Con este fin, deben descender de su nivel espiritual, similar a la muerte para un tzadik, para dar vida a los muertos, que son los malvados y las almas que han caído en las cáscaras impuras.

El vivo que muere y el muerto que vive no se refiere a la vida y la muerte para el cuerpo. La verdadera vida, el verdadero significado de estar vivo, se mide en la cercanía de uno a Dios, como en el versículo: "Y vosotros que os aferráis a Dios, vuestro Dios, todos vivís hoy".[3] La muerte simboliza estar distante de Dios. "Los tzadikim en su muerte son llamados vivos. Los malvados en su vida son llamados muertos".[4] Pero «los que nacen morirán» también se refiere al tzadik vivo que experimenta un momento de muerte, un cierto descenso de su nivel y cercanía a Dios, que relativamente hablando, para él, se llama muerte (incluso un atisbo de descenso). Porque "un tzadik caerá siete veces y se levantará".[5] Cada tzadik cae de su nivel y "muere". A veces su conciencia desciende de un estado de magnanimidad a un estado de mezquindad. Se las arregla, sin embargo, para levantarse de su caída. ¿Por qué es necesario que un tzadik caiga? Para que pueda elevar a otros, como enseña nuestro maestro, el Baal Shem Tov.[6]

Esta enseñanza del Notzer Jesed es un fundamento importante para la educación. El educador se relaciona con aquellos que están en un estado de conciencia contraído. Además de sus esfuerzos por ayudarles a crecer y desarrollarse, también debe asegurarse de que sus discípulos serán capaces de funcionar incluso cuando se encuentren en un estado de conciencia contraída. La capacidad misma del educador para involucrarse en asuntos que son relevantes para la conciencia contraída depende del nivel de su identificación con este estado en primer lugar. De lo contrario, no podrá manejar la mentalidad contraída de su discípulo. Por lo tanto, la caída relativa del tzadik es lo que le permite educar, guiar y dirigir a sus estudiantes. La caída en sí misma es lo que permite a una persona identificarse con otra persona que está en un estado de pequeñez y, en última instancia, la transforma en un educador bueno y eficaz.

 


[1] Avot 4:22

[2] Basado en los escritos del Toldot Iaacov Iosef para la porción de la Torá de Kedoshim.

 [3] Deuteronomio 4:4

[4] Berajot 18a-b

[5] Proverbios 24:16

[6] Véase, por ejemplo, Kedushat Levi en el Cantar de los Cantares, s.v. Lerei'aj shemaneja en nombre del Baal Shem Tov y el Maguid




HISTORIAS JASÍDICAS

 

Rebe Mordejai de Chernobil: CONSUMO DE ALCOHOL JASÍDICO

El Rebe Mordejai Twersky de Chernobil era el hijo del Rebe Menajem Najum de Chernobil. Cuando tuvo que elegir un apellido, eligió el nombre Twersky, después del nombre de la ciudad de Tiberías en la Tierra de Israel, donde el Rebe Menajem Mendel de Vitebsk se había establecido con sus jasidim. Mientras su ilustre padre vivía en la pobreza, el Rebe Mordejai sirvió a Dios con gran riqueza. Sin embargo, comía muy poco y prácticamente no disfrutaba de los bienes materiales. El Rebe Mordejai tuvo 8 hijos, todos los cuales se convirtieron en influyentes rebes jasídicos. Antes de su fallecimiento, el Rebe Mordejai preparó su lugar de entierro en Anatevka. Explicó que no había iglesias allí, y por lo tanto el sonido de las campanas de la iglesia no perturbaría su descanso. Falleció en Kiev el 20 de Iyar, 5597 (1837) y fue enterrado en Anatevka, Ucrania. 

El Rebe Najum de Chernobil fue un discípulo veterano del Maguid de Mezritch. También llegó a ver al Baal Shem Tov y era un amigo muy cercano del Alter Rebe de Jabad. Su hijo y eventual sucesor fue el Rebe Mordejai de Chernobil.

Una vez, cuando el Rebe Mordejai era un joven erudito de la Torá se enfermó. Los médicos expertos le ordenaron que no se sumergiera en la mikve, lo cual temían que fuera muy perjudicial para su salud. El padre del Rebe Mordejai, el Rebe Najum, estaba muy preocupado por él. A pesar de que la inmersión en una mikve es una faceta elevada de la vida jasídica, el Rebe Najum no permitiría que su hijo se sumergiera.

Una vez, el Rebe Najum escuchó que su hijo, el Rebe Mordejai se había sumergido. Estaba molesto y preguntó: "¿Cómo pudiste hacer esto?" El Rebe Mordejai respondió que el farmacéutico local, que también entiende de medicina, le dijo que tenía constancia por el Baal Shem Tov que una sola inmersión no dañaría la salud de una persona.

Al escuchar esto el Rebe Najum se enojó. ¿Quién mejor que él sabía lo que el Baal Shem Tov había prometido con respecto a una sola inmersión? Y sin embargo, a pesar de lo que el Baal Shem Tov le había dicho, él, el Rebe Najum se había puesto del lado de los médicos para que su hijo no se sumergiera en la mikve en absoluto.

Entonces, el Rebe Najum fue al farmacéutico y le preguntó: "¿¡Tienes la osadía de decirme lo que dijo el Baal Shem Tov!?"

El farmacéutico, un judío simple que se dirigía a un gran Rebe, respondió: "Con tu permiso, te contaré una historia. Una vez, hace muchos años [el farmacéutico también era un anciano] un discípulo del Baal Shem Tov fue un invitado en mi casa. Vi con mis propios ojos que en la víspera de Iom Kipur bebió una botella entera de etanol [90 grados] en el desayuno. ¡Una botella entera! Más tarde, en la última comida antes del comienzo del ayuno, ¡le vi beber otra botella llena de etanol! Estaba absolutamente seguro de que este judío caería sobre su rostro y dormiría todo el santo día. Para mi sorpresa vi que él estaba dirigiendo las oraciones. Le observé de cerca y vi que durante todo el período de 26 horas de Iom Kipur, él estuvo allí con gran devoción a Dios en ese día santo".

"Después de ver eso", continuó el farmacéutico, "quedó grabado en mi corazón que uno puede confiar en el Rebe de esta persona, el Baal Shem Tov. Por lo tanto, le dije a su hijo que sumergirse una vez en la mikve no le hará daño, independientemente de lo que dijeran los médicos".

El Rebe Najum se conmovió por la respuesta del farmacéutico y su fe sincera, y gracias a Dios, el Rebe Mordejai recuperó su salud.

 

Como vio el farmacéutico, que con certeza conocía el efecto del alcohol en el cuerpo, el discípulo de Baal Shem Tov mostró un milagro revelado. El Baal Shem Tov, y sus discípulos que fueron empoderados por él, bebieron alcohol de una manera completamente diferente de lo que conocemos, con una embriaguez y sobriedad por encima de lo que es natural esperar. En relación con esta habilidad, el Baal Shem Tov dijo una vez con respecto al dicho de los sabios: "un fuerte temor el vino lo disipa",[1] que la afirmación inversa también es cierta; el vino más fuerte puede disiparse cuando la persona que lo bebió siente temor de Dios. En nuestra generación también se observó un fenómeno similar con el Rebe de Lubavitch. Después de beber grandes cantidades de alcohol y comenzar a mostrar signos de ello, pasaba su mano sobre su cara y en un segundo todos los efectos del alcohol desaparecían.

Una forma positiva de intoxicación

Claramente, demasiado alcohol no es una buena idea para las personas de nuestro nivel. Sin embargo, nosotros también podemos sentirnos un poco intoxicados todos los días sin dejar de ser temerosos de Dios. El Shlá escribe que el significado de la palabra aramea "besumei", que generalmente se interpreta como embriaguez, no es necesariamente así. Más bien, su verdadero significado es placer o dulzura que proviene de una ligera intoxicación (más cercana a lo que la gente de hoy llamaría un "zumbido"). Incluso en Purim, según el Shla, no no se gana nada al emborracharse y arriesgarse a perderse Aravit (las oraciones de la noche) y Birkat HaMazón (Agradecimiento después de las comidas). Como prueba de que la obligación de emborracharse en Purim no debe tomarse literalmente, dice que nadie puede confundir realmente entre "maldito Hamán" y "bendito Mordejai" (el criterio ofrecido por el Talmud como una señal de que alguien ha bebido suficiente en Purim), sin importar cuánto beba. Entonces, ¿cuál es la forma deseable de beber?

Para responder a esta pregunta recurrimos a un versículo en Isaías que llama a Ierushalaom para consolarla: "Por lo tanto, escucha esto, por favor, pobre mujer que está embriagada pero no de vino".[2] ¿De qué se embriagó Ierushalaim? El versículo se refiere a la llamada "copa de veneno",[3] refiriéndose a los problemas del exilio en general y particularmente los problemas que confunden nuestra conciencia y debilitan nuestro enfoque más que cualquier bebida. Sin embargo, "la medida de positividad es siempre mayor que la medida punitiva".[4] Si sufrir de dificultades puede imitar la intoxicación, tanto más la alegría puede imitarla.

Un sentimiento de tal intoxicación resulta de nuestro amor a Dios, el amor embriagador del Cantar de los Cantares entre el novio amoroso y la novia, que es mucho más dulce que cualquier vino. El servicio a Dios con placer es el objetivo principal de Purim, comenzando con Mordejai quien disfruta cada momento de firme negativa a inclinarse ante Hamán y terminando con la alegría y las festividades en nuestra conmemoración de esos eventos en cada generación. Este es el tipo de emborracharse que se puede disfrutar durante todo el año. Además, la redención completa, la gueulá, depende de ello. La Torá escribe explícitamente que la causa del exilio es: "Porque no has servido a Havaia tu Dios con alegría y buen corazón".[5]

Llevar una carga frente al gozo de los mandamientos

Durante el exilio, la unificación primaria [o sinergia cabalística] en el Nombre de Dios, Havaia, se crea mediante la unión de las dos primeras letras:  la iud y la primera hei. Estas dos letras representan los poderes intelectuales, específicamente la sabiduría y la comprensión. Por lo tanto, mientras estamos en un estado de exilio, nos encontramos viviendo principalmente una vida intelectual y cerebral, una que sigue la regla de que "las mitzvot [mandamientos] no fueron dadas en aras de obtener placer".[6] Nuestra constitución es la de las personas que sienten que se espera que sirvamos a Dios con una sumisión sincera y ferviente al yugo del Cielo. Sin embargo, cuando el Templo se mantiene erguido en Jerusalén, cuando el amor entre Dios e Israel se revela y el placer de los sacrificios se comparte entre ellos, la unificación primaria en el Nombre esencial de Dios, Havaia, se identifica como el acoplamiento de sus dos letras finales, vav y hei. Estas dos letras representan lo que figurativamente se conoce como una "unificación corporal" por la cual, el placer Divino desciende y se puede sentir en nuestra realidad física.

Amalek, el villano de Purim, quiere que el exilio continúe, Dios no lo quiera, y por lo tanto se esfuerza por separar las unificaciones superiores (iud y hei) e inferiores (vav y hei) entre sí. No se molesta cuando las mitzvot se realizan sin gozo y placer, porque sabe muy bien que no hay peligro de que este tipo de Servicio Divino atraiga a todo el pueblo judío a observar los mandamientos. En realidad, no hará nada para acercar al resto del mundo a la Torá y a Dios. Para transformar el mundo entero y unificarlo en el servicio a Dios, tenemos que ser capaces de mostrar que la Torá y las mitzvot son la mayor fuente de placer en el mundo entero. Hacerlo nos presenta una manera rectificada de llegar al estado intoxicado de "no saber [la diferencia entre 'bendito es Mordejai y 'maldito es Hamán'". Obtenemos tanto placer de nuestra oposición a Hamán/Amalek, que sentimos la necesidad de bendecirle con un corazón alegre por brindarnos la oportunidad de alcanzar este estado. Como enseñó el Arizal (Rabí Isaac Luria, el gran cabalista del siglo 16), al beber en Purim, debemos alcanzar un estado de "Bendito es Hamán", pero no, Dios no lo quiera, un estado de pensamiento de que "maldito es Mordejai". Es con esta alegría que el mundo entero será transformado para bien. 



[1] Bava Batra 10a

[2] Isaias 51:21

[3] Ibid v. 17

[4] Avot DeRabi Natan 30.

[5] Deuteronomio 28:47.

[6] Rosh Hashaná 28a


UN LUGAR DENTRO DE MI CORAZÓN, FUI SANTIFICADO EN ISRAEL 

Pensamientos en el Agua 1 de mayo de 2023

Rabino Jaim Frim 


 


https://youtu.be/pzvh1PR02RY

¿Qué es amor?


"¿Tú me amas?" Un aldeano le preguntó al otro mientras se sentaban juntos en la posada. "Por supuesto que te amo" respondió. “Vamos a ver si dices qué me falta, qué quiero ahora” prosiguió el aldeano preguntándole al otro. "Realmente no tengo ni idea de lo que quieres y qué te falta", respondió el amigo.

El rabino Moshe Leib de Sasov, que estaba presente en ese momento, contó esta historia a sus seguidores y agregó que en ese momento él entendió qué es el verdadero amor: saber cuál es la necesidad de los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario