La vaca roja es la potente
esencia de vida que viene a purificar el contacto espiritual y físico con la
muerte. Por eso se asocia con Eva (Javáh), quien fue la responsable de
traer la muerte al mundo.
El nombre que tenía que haber
tenido Eva era Jaiah, que se escribe jet (letra que representa la
pulsación de la vida), iud y hei. Jaiah significa "alma
viviente" y representa la vida eterna. Luego del pecado, Adam la
llamó Javáh, jet-vav-hei, que significa "madre de la vida
mortal". (La vav en Eva alude a la serpiente, llamada jivia
en arameo.)
El color rojo es el de la
sangre y de la vida misma. La vaca completamente roja representa la vida y la
procreación eternas y consumadas. La forma femenina de la palabra hebrea para
"roja" utilizada en aquí es adumáh. Estas letras forman la palabra
Adam más una hei al final que denota femineidad, el alma gemela
femenina de Adam, Eva.
Cuando meditamos acerca del
rojo de esta vaca, nos conectamos con el alma de Eva antes del pecado original,
cuando aún se llamaba Jaiah, En el futuro, cuando el mundo sea purificado
del toque de la muerte, el nombre de Javáh será nuevamente
Jaiah.
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