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domingo, 19 de febrero de 2012

Sirviendo a Dios con una Túnica Blanca - El Mes de Adar

Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo

El Mes de Adar

por el Rabino Itzjak Guinsburgh

Editado por Moshe Genut – basado en un farbrenguen brindado en un sheva brajot en honor a la boda de la hija del rabino Ginsburgh – 22 de Adar, 5766- 22 de Marzo, 2006-04-02
El 23 de Adar es el primero de los siete días de preparación, llamado de miluim en hebreo, siete días en que se preparó y ensayó todos los procedimientos a llevarse a cabo luego de la consagración del Tabernáculo del desierto recién construido, a inaugurar el 1 de Nisán.
Así se cumplió por primera vez el mandamiento de hacer un Templo para el Todopoderoso: veasu li mikdash veshajanti betojam – "y Me harán un santuario y moraré dentro de ellos" (Éxodo 25:8).
Como el hogar judío es considerado un Templo espiritual, el 23 de Adar también se relaciona con la alegría del casamiento del jatán (novio) y la kalá (novia).
Durante los siete días de la inauguración Moshe Rabeinu actuó como Sumo Sacerdote, pero a diferencia de los otros Sumo Sacerdotes que le siguieron, no vistió las ocho vestimentas especiales correspondientes a tal grado sino que sirvió al Todopoderoso simplemente con un túnica blanca. (Rashi en Levítico 8:28, basado en Taanit 11b.). Esto es algo notable, ya que si un sacerdote de la familia de Aarón sirve en el Tabernáculo o en el Templo sin estas prendas sacerdotales especiales entonces su servicio es descalificado.
La túnica blanca con la que sirvió Moshé alude a la que se refiere el Zohar como la "túnica de los sabios", jaluka derabanán (Zohar I, 66ª. Pardés Rimonim Shaar 31, cap.5). La túnica de los sabios es el cuerpo espiritual que todo tzadik está destinado a vestir en el Mundo por Venir. Es por y a través de estaprenda que las almas de los justos son privilegiadas con el regalo de captar la esencia del Todopoderoso (como se explica en otro lado, todas las revelaciones de las luces de la sefirá de keter, se vivencian a través de esta túnica.).
Se explica en jasidut que en el futuro todo jasid se convertirá en Rebe, o sea que incluso la gente simple será capaz de participar del entendimiento y la experiencia de la esencia de Dios junto con los tzadikim. De esto se desprende que para poder llegar a algo así necesitamos la vivencia de vestir la túnica de los sabios, o en todo caso, experimentar indirectamente el trabajo de Moshé Rabeinu como Sumo Sacerdote durante estos siete días en el Tabernáculo, sirviendo en su túnica blanca.
Como siempre, para experimentar una realidad particular descripta en la Torá, o en nuestro caso el servicio de Moshé dentro del túnica blanca, debemos meditar e incorporar las enseñanzas de la Torá y especialmente las enseñanzas de su dimensión interior, compuesta por la Cabalá y el Jasidut, en nuestra comprensión y en nuestras vidas diarias.
El Baal Shem Tov nos enseñó que cada aspecto de la Torá, los relatos de las historias o de los mandamientos, aunque no lo parezca, son relevantes para todas las personas en toda época y lugar.
La clave para unirnos con la Torá y vivir todos sus aspectos como una parte integral de nuestra vida diaria, es revelar el significado profundo latente en su interior.
Tratemos entonces de comprender el significado del servicio especial de Moshé dentro del túnica blanca durante estos siete días tal como está descripto en la Torá.
Explica el Tania (cap. 1)que todo judío posee dos almas: un alma Divina y un alma animal. El versículo de la Biblia que describe mejor el alma Divina es el que dice: "...una porción de Dios en lo alto..." (Job 31:2) La palabra "porción" en hebreo, jelek, se relaciona con la palabra "túnica", jaluk. Por ende podemos inferir que el alma Divina en sí misma alude a la túnica de los justos y a la de Moshé. En otras palabras, vivenciar a Moshé sirviendo con un túnica blanca es como a vivir la experiencia de nuestra alma Divina.
La Novia es como el Alma Divina
Notamos más arriba que la consagración del templo es la raíz espiritual de la construcción de un hogar judío, esto es, de una pareja que se une en matrimonio. Toda pareja que se casa y vive en santidad crea una morada para la Presencia Divina, la Shejiná, en sus hogares ("un hombre y una mujer que lo merecen, la Presencia Divina mora entre ellos", Sotá 17a), así como los es el Templo para la Presencia Divina de Dios.
Si avanzamos más allá con esta correspondencia, podemos preguntarnos ¿cuál es el paralelo entre Moshé sirviendo con un túnica blanca y la consagración de nuestra casa, es decir, al contraer matrimonio o al reintroducir al Todopoderoso en nuestro matrimonio ya existente?
La respuesta es que en relación al hombre, su novia o esposa representa su alma Divina. Es como decir que la mujer es el túnica blanca, ya que esta es como ya explicamos una de las manifestaciones del Alma Divina.
Ya hemos mencionado que el Cohen Gadol, el Sumo Sacerdote de la familia de Aarón, debía vestir ocho prendas; todos los demás, llamados cohen hediot, vestían cuatro. Pero una vez al año, en Iom Kipur, el Sumo Sacerdote debía también vestir sólo cuatro prendas, todas blancas. Por lo tanto hay en total tres números diferentes de vestimentas que un sacerdote debe llevar puestas al servir en el Templo: 1, 4 y 8.
Estos tres números son los valores de las tres letras que componen la palabra "uno" –ejad: alef-jet-dalet– en el Shemá, la declaración de nuestra fe monoteísta por excelencia: "Oye Israel, Havaiá es nuestro Dios, Havaiá es Uno". (Deuteronomio 6:4)
La primera letra, la alef, es igual a uno y esto corresponde al túnica blanca de Moshé.
La segunda, la jet, es igual a ocho y de tal manera corresponde a las ocho prendas especiales del Sumo Sacerdote.
La tercera letra, la dalet, es igual a cuatro, correspondiendo de esta manera a las cuatro vestimentas del sacerdote simple o a las del Sumo Sacerdote en Iom Kipur. Como en el rollo de la Torá la palabra ejad figura escrita con un dalet grande, inferimos que esta letra simboliza específicamente a las vestimentas del Cohen Gadol más que al cohen simple.
Vistiendo la Túnica del Alma Divina
Demos una mirada más profunda a lo que simboliza servir con un túnica blanca. Ya hablamos de la estrecha relación que hay entre la consagración del Templo y la del matrimonio. Vimos también que el túnica blanca a la simboliza a la mujer y al alma Divina. Lo que debemos comprender más plenamente es la noción del servicio.
"He Sido Creado"
Una Mishná (dicho de los sabios) que al Rebe le gustaba mucho y repitió en muchas ocasiones es: "He sido creado para servir a Dios" (Mishná Kidushín 4:14) La connotación particular de "el Todopoderoso" utilizado en esta frase es "koní", que significa "mi Dueño", refiriéndose a Dios como a quien pertenecen todas las cosas de este mundo. En el lenguaje de los sabios, este apelativo también describe a Dios como el marido simbólico de toda la creación. La palabra hebrea para "servir" utilizada aquí es leshamesh, cuya traducción literaria sería "asistir". Es también la palabra utilizada para describir las relaciones matrimoniales en el idioma de los sabios.
¿Cómo se relaciona todo esto con los tres conjuntos de prendas mencionados?
Cuando recitamos el Shemá en voz alta, la palabra "uno", ejad, se pronuncia de tal manera que la alef es corta, la jet se extiende un poco y la dalet se arrastra más.
Jasidut explica esto de la siguiente manera:
La alef alude al alma antes de su descenso para entrar al cuerpo. A este nivel ella está completamente unificada con el Todopoderoso (insinuado por el valor numérico de la alef, 1).
La jet se refiere al descenso del alma desde el cielo hasta la tierra, donde se incorpora a un cuerpo físico; el valor numérico de la jet, 8, representa a los siete cielos y la tierra por los que transita el alma en su viaje desde su unidad con Dios hasta el cuerpo que le corresponde.
La dalet representa la tarea que le fue asignada al alma para que lleve a cabo durante su vida terrenal; su valor numérico, 4, representa los cuatro puntos cardinales de la tierra, el espacio en donde cumplimos con nuestra misión Divina en la vida, por eso la pronunciamos durante más tiempo.
Entonces, aunque nuestra meditación mística durante el recitado del Shemá la iniciamos desde nuestro origen en el Todopoderoso continuando luego con el descenso hasta encarnarnos en un cuerpo, el sentimiento principal y final debe ser que hemos sido encomendados con un propósito Divino para desarrollar y llevar a cabo durante nuestras vidas.
O en otras palabras, que somos emisarios del Todopoderoso en la tierra y a través de nuestra unión con el líder de la generación, el Rebe, podemos cumplir con nuestro propósito.
Ahora, tomando esta correspondencia particular de la palabra "ejad" e integrándola con los tres conjuntos de vestimentas sacerdotales encontramos que:
- La túnica blanca de Moshé simboliza nuestra alma tal como era cuando era uno con Dios.
- Las ocho vestimentas del Sumo Sacerdote simboliza el descenso del alma desde Dios a nuestro cuerpo. El servicio del Sumo Sacerdote en sus ocho prendas evoca en la conciencia del pueblo judío el recuerdo de nuestra alma descendiendo "desde la cumbre más alta hasta el abismo más profundo". En las palabras de los sabios este recuerdo y despertar de la conciencia es descripto como: "sabe de donde has venido". Entre el origen del alma en lo alto y su estado presente en la realidad material existe un contraste enorme que es insinuado por el hecho de que cuatro de las ocho vestimentas del Sumo Sacerdote eran blancas (el origen) y las otras cuatro eran coloreadas (la realidad).
- Las cuatro vestimentas blancas del sacerdote común, inspiradas por las cuatro vestimentas especiales blancas del Sumo Sacerdote cuando entra al Sancta Sanctorum en Iom Kipur, corresponde al cumplimiento de nuestra alma de su tarea Divina durante su vida.
Para comprender esto notemos que una de las diferencias entre el Sumo Sacerdote y un sacerdote común es que el primero nunca puede abandonar los terrenos sagrados del Templo, (Levítico 21:12) no así los demás.
Al salir y entrar al reino de lo aparentemente mundano, debemos recibir inspiración desde el Sancta Sanctorum del servicio especial del Cohen Gadol, cuya unión conciente con Dios nunca es cercenada, a través del servicio Divino del sacerdote común, quien al concluir su servicio en el Templo abandona el reino de la santidad para entrar a la realidad del mundo –todo en aras del cumplimiento de su tarea en la tierra.
En cierto sentido es al sacerdote simple a quien se le confía el rol de esparcir las enseñanzas de la Torá a todo el pueblo, cada uno en su propio lugar. Y por esta razón el pueblo judío es llamado "una nación de sacerdotes" (Éxodo 19:6)
Entonces ahora podemos entendemos que servir en una túnica blanca como Moshé rabeinu, es algo así como traer la memoria de nuestra alma Divina tal como era cuando estaba en unión absoluta con Dios, y así utilizar ese sentimiento para motivar nuestra dedicación y compromiso para cumplir con nuestra tarea, que es servir al Todopoderoso aquí en la tierra, en nuestra vida presente y en nuestra realidad actual.
"No Fui Creado"
Sin embargo, la declaración de los sabios: "He sido creado para servir a mi Dueño", tiene otra lectura alternativa que dice: "no he sido creado sino para servir a mi Dueño".
Esencialmente, ambas parecen decir la misma cosa, pero en realidad son muy diferentes y llevan a una interpretación diferente de lo que significa servir al Todopoderoso en una túnica blanca como Moshé rabeinu.
La primera versión comienza con el sentimiento existencial de que "yo fui creado", el segundo lo hace con una declaración de auto anulación: "yo no fui creado".
A pesar de que eventualmente la doble negación (provocada por el la voz "sino") de la segunda lectura lleva a la misma conclusión que la primera, este es un hermoso ejemplo de cómo la doble negación no es exactamente lo mismo que decir algo positivamente. (vemos otro ejemplo de esto en el farbrenguen de Purim de este año, ver....
Si comenzamos viendo con humildad nuestro rol individual en la vida, con auto anulación (bitul), nos vamos acercando al significado simple del símbolismo de la túnica blanca de Moshé rabeinu durante su servicio en el Tabernáculo.
El alma Divina y el mismo Moshé personifican la cualidad de auto negación (lo que está de acuerdo con la frase de Moshé "Y nosotros qué...," como se explica en otro lugar). Más todavía ahora que hemos visto que la propia túnica blanca, una simple prenda usada durante el servicio en el Tabernáculo, representa el estado en que el alma está púramente en unión absoluta con el Todopoderoso, y aún no ha tenido, ni en apariencia, una existencia independiente.
Para comenzar a pensar acerca de nuestro verdadero rol en la vida se debería empezar idealmente con un sentimiento de abnegación.
En el idioma del jasidut, la primera forma de la frase refleja la noción de que "la realidad es algo permanente, mientras que la Divinidad es la novedad". La segunda por su lado nos presenta lo opuesto: "La Divinidad es permanente, mientras que la realidad es recreada contínuamente".
En esencia, ambas nociones pueden ser la base de la creación de una morada en este mundo físico para el Todopoderoso.
Individualidad y Comunidad
Estas dos modalidades están fuertemente reflejadas en la doble lectura semanal de la Torá Vaiakhel y Pekudei (ver las dos ultimas perashot del libro Shemot en Vivir con el Tiempo).
Vaiakhel refleja el sentido de "No fui creado sino para servir a mi Dueño", mientras que Pekudei refleja el sentido de "fui creado para servir a mi Dueño".
Vaiakhel significa "reunir al pueblo", como explicó el Rebe de Lubavitch, reflejando la negación de lo individual, dándole un lugar y una presencia como parte de lo colectivo, "no fui creado sino..." .
Pekudei proviene de la palabra que significa "censo"; cada individuo se cuenta por separado y cada uno se coloca en su lugar particular, reflejando la noción de "yo fui creado..."
Ambas se juntan (y esta es la primera ocasión al leer la Torá durante el año en que dos porciones se leen juntas) para reflejar que estas dos formasopuestas corresponden que vayan juntas, al contrario de lo que parecería.
En esencia, esta unión de Vaiakhel y Pekudei simboliza la unión del hombre y la mujer en matrimonio. Jasidut explica que el estado rectificado del hombre es la autoanulación, mientras que el de la mujer es la individualidad. El hombre refleja el estado del alma tal como está unidad con el Infinito en lo alto, mientras que la mujer representa el estado del alma dentro del cuerpo ocupada con su tarea y su misión en la tierra. La unión de estos dos modos de existencia es necesaria para crear un individuo completo.
De paso, observemos que Vaiakhel es la porción de la Torá número 22 desde Bereshit, Pekudei es la 23, sumando 45, el valor numérico de "hombre", adam, alef-dalet-mem, un ser completo que surge de la unión del hombre y la mujer, como se explicita en la historia de la creación.
El Balanceo del Matrimonio
Que el estado rectificado de la mujer sea la individualidad parece contradecir el significado simple de la palabra "novia", calá en hebreo, que proviene de la palabra clot, que significa "final o conclusión", como se explica en jasidut que la novia simboliza el estado de culminación del alma, clot hanefesh. El jatán en cambio se describe generalmente como alguien con su individualidad propia que infunde un sentido similar en su esposa.
La explicación es que el estado original del ser del jatán es espiritual y esto requiere de él descender en busca de individualidad para crear una relación con su esposa. Pero en definitiva el motivo de su descenso es volver a ascender a un lugar más elevado aún. En la literatura talmúdica esto es llamado: "Descenso en aras del ascenso", ieridá tzorej aliá.
La conjunción de ambos vectores de fuerza produce la unión rectificada entre los aspectos femenino y masculino de cada pareja.

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