BS"D
TERUMÁ תְּרוּמָה
Éxodo 25:1 - 27:19 Haftará: Reyes I 5:26 – 6-13
Contribuye con Gal Einai
Lectura Parashát Trumá Donaciones al Kodesh
Eleva el mundo material a la Santidad y La espiritualidad
Enlace del vídeo
Con el rabino Jaim Frim
Beit Hakneset Jabad Rejovot
Fuimos creados con el propósito de hacer una morada para Dios aquí abajo. Este es el segundo precepto de la Parashat Terumá: «Y me harán un santuario y habitaré dentro de ellos.» Tomar toda la tremenda energía que se invierte en tu contribución, toda la gran carrera del corazón para alcanzar alturas espirituales, y transformarlos en el tabernáculo y sus utensilios; formar los utensilios con los cuales y en los cuales morará la Presencia Divina en la tierra. De hecho, que la Presencia Divina resida abajo es una maravilla aún mayor que correr hacia arriba, porque anular nuestras almas dentro de la singularidad espiritual de Dios es en realidad más fácil para el alma que traer la Divinidad a vivir con nosotros en este mundo dentro de los límites físicos de un santuario, ya sea el Tabernáculo o el cuerpo santificado de todos y cada uno de los judíos.
EXODO 25
1 Dios le habló a Moshé, diciendo:
2 Habla a los israelitas y haz que Me traigan una ofrenda. Toma Mi ofrenda de todo aquel cuyo corazón lo impulse a dar.
3 La ofrenda que tomes de ellos consistirá en lo siguiente: oro, plata, cobre,
4 [lana] celeste, [lana] roja oscura, [lana teñida con] gusano carmesí, lino, lana de cabras,
5 pieles de carneros enrojecidas, pieles procesadas en azul, madera de acacia,
6 aceite para la lámpara, especias para el aceite de unción y el incienso de aroma dulce,
7 y sardónices y otras piedras preciosas para el efod y el peto.
8 Me harán un santuario, y Yo moraré entre ellos.
POR QUÉ HAY DESACUERDO ENTRE NOSOTROS
Rabi Jaim Rapaport rabino de Levov era un gran oponente del Baal Shem Tov.
Una vez, mientras Rabi Jaim estaba sentado en su cuarto estudiando Torá, entró un visitante de apariencia pobre con su bolso en la mano. Rabi Jaim lo saludó, “Shalom”, y le preguntó:
“¿De dónde vienes y cómo te llamas?”
El visitante le contestó
“Soy polvo del polvo y ese es mi nombre”.
Y le preguntó a Rabi Jaim
“¿Y quién eres tú?
Rabi Jaim le contestó
“Yo también soy polvo del polvo”.
Le dijo el visitante:
“Entonces si ambos somos polvo del polvo, ¿por qué tiene que haber disputa entre nosotros?
Inmediatamente Rabi Jaim entendió que el visitante era el Baal Shem Tov y desde entonces se terminó la discusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario