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domingo, 4 de marzo de 2012

La Meguila y la Terminología Cabalística - PURIM Y LA TORÁ - Rav Ginsburgh

No es sorpresivo que dentro del texto del libro de Ester, podamos encontrar numerosas alusiones a conceptos y términos que en subsecuentes generaciones habrían de convertirse en basamento del discurso cabalístico. Aparte de la importancia otorgada a la raíz hebrea de la palabra Cabalá (k-b-l) en si misma (Ester 4:4: "Y [Ester] envió vestimentas con las cuales vestir a Mordejai... pero él no las aceptó ( kibel ) "; Ester 9:23: "Y los judíos aceptaron ( kiblu ) y lo empezaron a hacer..."; Ester 9:27: "Los judíos establecieron y aceptaron sobre si mismos, y sobre su simiente"), encontramos asimismo muchas otras significativas palabras-raíces que aparecen allí.

De los once nombres de las sefirot - las fuerzas Divinas básicas de la Creación - salvo una, todas aparecen explícitamente en el libro de Ester.

Keter aparece en 1:11, 2:17, y 6:1;

Jojmá en 1:13 y 6:13; Biná en 3:8; daat en 1:13;

Jesed en 2:17; Guevurá en 10:2; Tiferet en 1:4; Hod en 2:5, 3:4, y otros; Iesod en 1:8,

y maljut en 1:7,11,19 y otros.

El único término relativo a las sefirot que no se encuentra en el libro es netzaj , como vamos a explicar más adelante. Ningún otro texto bíblico exhibe tal densidad de idioma cabalístico. El hecho de que esta abundancia de expresiones místicas coexista junto con una total falta de referencia Dios Mismo, puede acaso ser entendido a través de la analogía con un panorama de estrellas, que sólo se vuelven visibles cuando desaparece el resplandor del sol.

El término sefirá mismo, quizás el más básico dentro del léxico de la Cabalá, se expresa repetidamente en este libro por intermedio de otro término relacionado: sefer , "libro" (Ester 2:23, 6:1, 10:2, 9:25, 32, y otros), construido a partir de la misma raíz hebrea, s-f-r.

Esta raíz alberga tres distintas connotaciones, y todas ellas están reflejadas en el significado de la palabra sefirá . Como una "emanación" de luz Divina, el termino sefirá es derivado del bíblico sapir , "zafiro", cuyo brillante resplandor es asociado con el trono celestial y el escabel en las visiones de los profetas.

Sefirá también alude a un atributo específico o rasgo con el cual Dios se expresa en el mundo. Como tal, refleja una connotación adicional de la raíz s-f-r, la de "expresión", como en las palabras sipur ("historia") y sefer ("libro"). A diferencia de la asociación con la trascendente luz Divina, este aspecto de la raíz s-f-r implica un contexto más cercano y familiar con el cual identificar a Dios .

Finalmente, el término sefirá alude frecuentemente a la abstracta estructura matemática de la Creación (como esta evocada por la palabra mispar ("número"); en este sentido, el concepto de sefirá esta conectado sólo en forma indirecta a la Divinidad), reflejando una dimensión, que aunque exquisitamente abstracta, se conecta con la esfera de lo creado.

La asociación entre el término sefirá y la palabra sefer, que como hemos visto esta basada en la idea de articulación o expresividad, es acentuada por el hecho de que el libro de Ester mismo es llamado meguilá ("rollo de pergamino"), proveniente de la raíz guilá , "revelar".

La forma del rollo refuerza esta sensación de revelación, al contribuir a que el lector experimente el texto como un mensaje o idea que se va desplegando gradualmente. Este efecto intensificado aún más con el uso del sipur ("medio narrativo") como la forma literaria para comunicar el mensaje del rollo. En el sipur hay una constante tensión que deriva de la revelación selectiva de ciertos elementos de la trama y no de otros. La clarificación gradual de todos los aspectos de una historia, trae con ella una resolución purificadora de esa tensión y una más profunda conexión con los temas literarios evocados en el proceso. Ningún otro relato en todas las Escrituras, toma tan absoluta ventaja del medio narrativo como la historia de Ester.

La tradición cabalística también recurre a la narrativa alegórica cuando intenta comunicar sus profundas verdades (a menudo tal forma de exposición prueba ser más esclarecedora que el abstracto discurso teosófico. La historia de la Creación y de las primeras horas del hombre en el jardín del Edén, brindan a la Cabalá una estructura narrativa clave para plantear el entorno cósmico de la existencia humana.

Dada la conexión que hemos visto entre el libro de Ester y la tradición cabalística, no nos sorprenderá entonces, que la historia de Ester es de hecho interpretada en Cabalá, como simbólica del drama primigenio transcurrido en el Edén, en los albores de la Creación, donde el primer hombre y su mujer fueron tentados a comer del árbol del conocimiento. Las figuras claves en el libro de Ester son vistas como representando las almas reencarnadas ( guilgulim ) de los personajes del gran drama original, que vienen a rectificar su "caída" previa. Ester, al conquistar a la serpiente Haman, brinda la necesaria reparación por la trágica falla en la Creación engendrada por su primordial ancestro, Eva.

Maljut es la sefirá más nombrada en el libro de Ester. Ningún otro texto bíblico contiene una cantidad semejante de referencias a este término. Sobre un total de 167 versículos que conforman el libro, hay más de 240 apariciones de la raíz melej (rey). En uno de ellos (Ester 4:11), la palabra hamélej aparece cinco veces; en otro (Ester 5:1), aparece de formas variadas en seis oportunidades (!). Este es el mayor indicio del fuerte carácter cabalístico del Libro de Ester, teniendo en consideración que maljut es la clave para comprender el drama completo de la Creación de acuerdo con la Cabalá.

La raíz m-l-j aparece, en la mayoría de los casos, en la palabra hamélej ("el rey"), refiriéndose al rey persa Ajashverosh. Se explica generalmente, que estas repetidas alusiones al monarca persa en la meguilá de Ester, pueden ser interpretadas como una velada alusión al Rey de Reyes, el Amo del Universo, y el hecho de que siempre se refiere a él como hamélej (el rey), parecería corroborar esta tradición. La letra hei, que funciona como artículo en la palabra hamélej , es la letra asociada en Cabalá con la sefirá de maljut, correspondiente a la hei final del esencial Nombre de cuatro letras de Dios .

Otra indicación del espíritu cabalístico que permea el texto, es el hecho de que la palabra keter (que alude a la primera emanación Divina), aparece siempre en conjunción con la palabra maljut (la última emanación). La expresión keter maljut ("la corona real"), apunta a un fenómeno básico en Cabalá, descripto por el Sefer Ietzirá en el siguiente lenguaje: "su final (la sefirá de maljut) está incluido en su principio (en el de keter), como su principio está incluido en su final" (en la introducción del libro Tikunei Zohar [Pataj Eliahu] se afirma también que: "el keter supremo es el keter de maljut").

Es interesante señalar también, que la segunda sefirá más frecuentemente mencionada es hod. La relación entre hod y maljut es muy significante, de momento que hemos estudiado en Cabalá, que " hi b'hod ", "ella (la sefirá de maljut) está en hod". Ya encontramos una alusión a la fuerte asociación de estos dos términos, en el mismo primer versículo del libro de Ester, como se afirma allí hu Ajashverosh hamolej mehodu v'ad kush (él, Ajashverosh, que reina desde la India hasta el África). En otro lugar de las Escrituras (Daniel 11:21 y I Crónicas 29:25), los dos términos se combinan en la expresión hod maljut ("el aura de la majestad"), usado a menudo para dirigirse a la realeza.

Como dijimos antes, no encontramos a netzaj , la séptima sefirá , en el relato de Purim, siendo que tiene una relevancia única en esta festividad, en cuyo tiempo se conmemoran los eventos relatados en el libro de Ester. (El Arizal afirma que es en Purim cuando la sefirá de netzaj logra su tikún, es decir, su rectificación). Surge entonces que la ausencia de netzaj en el texto, así como la del Nombre de Dios , señala en realidad de una manera paradójica, la penetrante y a la vez irreconocible presencia de esos términos a través de todo el libro. Una indicación adicional de la equivalencia entre netzaj y el Nombre de Dios , es el hecho de que de todos los nombres de las sefirot, netzaj es el único que aparece en las Escrituras refiriéndose a Dios (Samuel I 15:29), a manera de una descripción poética de Dios Mismo: Netzaj Israel ("la Eternidad de Israel").

La relevancia esencial de netzaj en el libro de Ester, deriva de su doble significado: "victoria" y "eternidad". Como "victoria", representa la capacidad de sobreponerse a la adversidad en general; como "eternidad", implica la capacidad de superar la adversidad de la muerte misma. La "Eternidad de Israel", y su lucha contra la nación de Amalek (su archi-enemigo bíblico, que representan las fuerzas de la duda y la indiferencia, especialmente hacia la fe y la Providencia Divina), son los temas centrales del libro de Ester y la festividad de Purim, y están asociados íntimamente con ella. Enseñan nuestros sabios, que en los tiempos del Mashiaj serán anuladas todas las festividades que observamos actualmente, excepto la de Purim, significando que la intensidad de la revelación Divina que habrá en ese tiempo, anulará la importancia de las otras festividades pero no la de Purim. Lo mismo está dicho en cuanto al status del libro de Ester con respecto a los otros libros de los Profetas y las Escrituras, a lo que se alude en el propio libro de Ester (9:28): "Y estos días de Purim nunca serán abandonados por los judíos y nunca cesará su conmemoración entre sus descendientes".

La expresión hebrea " lo iasuf " ("nunca cesará"), evoca el término "ein sof" ("infinito" o "El Infinito"), que es la expresión idiomática utilizada en Cabalá para referirse a la existencia esencial de Dios más allá del espacio y el tiempo. (Las letras iniciales de ein sof, alef y samej, son también las dos primeras letras del nombre Ester). Es interesante notar, que encontramos una forma idiomática de eternidad, en cada uno de los tres lugares donde la Biblia cuenta explícitamente la campaña contra Amalek: En el Pentateuco, donde Moisés y Ieoshúa lideran la batalla contra ese pueblo, se nos dice " Dios peleará contra Amalek de generación en generación" (Exodo 17:16); en Profetas, donde Samuel contiende con el rey amalekita Agag, encontramos la apelación a la Divinidad antes mencionada " Netzaj Israel", la Eternidad de Israel; y en Ketuvim , donde Mordejai y Ester vencen al amalekita Haman, tenemos como ya dijimos la expresión " lo iasuf ".

De esta manera vemos que el concepto de netzaj está implícito a lo largo de la meguilá de Ester a manera de makif, "rodeando" el libro; y de hecho se encuentran dos referencias explícitas a este término, uno previo y otro posterior a la lectura de la meguilá en la festividad de Purim. La referencia previa aparece en el contexto de la haftará ("la porción anexa a la lectura de la Tora perteneciente a los Profetas o las Escrituras"), que se lee en el Shabat anterior a Purim, en cuyo versículo central (Samuel 15:29) leemos: " Netzaj Israel lo ieshaker ", "la Eternidad de Israel no mentirá". La posterior está en la breve elegía " Shoshanat Iaakov ", que se recita al concluir la lectura pública del libro de Ester. Allí, la palabra netzaj aparece dos veces, en la frase " teshuatam haita lanetzaj " ("Tu fuiste su eterna salvación"), y en la que dice " lo iekalmu lanetzaj kol hajosim baj " ("no serán humillados en toda la eternidad, aquellos que hallan refugio en Ti").

Por lo tanto, de una forma u otra se alude en la meguilá a todas las sefirot, estableciendo una conexión única entre los más esotéricos textos bíblicos y la tradición cabalística, como una totalidad.


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