En Jerusalem, ciudad que tenía una muralla que la rodeaba ya desde los días
de la conquista de la Tierra de Israel por medio de Ioshúa, Purim es celebrado
un día más tarde, el 15, como lo fue originalmente en Shushán, la ciudad donde
vivían Mordejai y la Reina Ester en Persia(1). Como este año el día 15 cae en
Shabat, en Jerusalem se celebra Purim también el viernes y el domingo; esta
circunstancia especial hace que este año sea de un "Purim Meshulash ",
"un Purim triple".
Todos, ya sea en Jerusalem o en cualquier otra parte del mundo, estaremos
leyendo el Libro de Ester el jueves a la noche y el viernes a la mañana. Este
libro relata los eventos que ocurrieron en Persia durante aquellos 12 años y el
milagro de salvación que allí ocurrió. Hay una conexión especial entre el Libro
de Ester y la Cabalá como la revelación de las partes profundas y ocultas de la
Torá. Revelando Tu Ser Oculto El nombre hebreo del Libro de Ester es Meguilat
Ester, que significa literalmente "el rollo o manifiesto de Ester".
Curiosamente, estas dos palabras implican una intrigante contradicción. En
hebreo, la palabra meguilá proviene de la raíz que significa "revelar", mientras
que el nombre hebreo Ester es fonéticamente (e incluso gramaticalmente) cercano
a la palabra que significa "ocultar". En jasidut se explica que esto da a
entender que el propósito principal de este texto es revelar lo que está oculto
en él. Poner de manifiesto lo que está oculto juega un rol central en la
festividad de Purim, cuando es leído el libro de Ester. Los sabios explican que
el vino bebido ese día "revela los secretos ocultos" (2) que están escondidos en
el alma judía.
La costumbre de disfrazarse también pretende facilitar la revelación del ser
interior escondido al ocultar el ser exterior revelado. Revelando la Presencia
Oculta de Dios A simple vista, el Libro de Ester narra cómo los judíos
de Persia del siglo V a.e.c. fueron salvados de la exterminación gracias a la
intervención de la Reina Ester, una joven mujer que ocultó su judaísmo cuando
fue secuestrada por el rey y luego coronada por este. Rica en significados
implícitos e insinuaciones, la narrativa es una crónica de intrincadas
conspiraciones que transforma, lo que podría haber sido una oscura tragedia, en
alegría y luz.
No nos debería sorprender, entonces, que este libro abunde en términos que
son centrales para el discurso cabalístico. La protagonista de la historia es la
Reina Ester. Habiendo sido llamada al nacer con el nombre hebreo Hadasa, adoptó
su nombre persa Ester con el objeto de ocultar su identidad judía. De acuerdo
con el talmud (3), el nombre Ester, que es fonéticamente similar a la palabra
hebrea "ocultamiento", como ya se señaló, alude a una de las profecías de Moisés
sobre el final de los días, cuando Dios proclama: "Por cierto ocultaré
Mi rostro en ese día" (4).
Como veremos, este versículo tiene una especial relevancia para el Libro de
Ester y los eventos que se describen en él. La similitud fonética señalada entre
Ester y "ocultamiento" pone de relieve la naturaleza críptica de la existencia
de la reina y, por asociación, la de los judíos en el exilio. El destierro de
los judíos de su antigua tierra natal, menos de una centuria antes de los
sucesos acontecidos en el libro de Ester por un lado, y el ocultamiento del
"rostro" de Dios , representado por la destrucción del Templo, por el
otro, obligaron a los judíos a comprometerse en una lucha del bien contra el mal
en un lugar extraño, donde los límites entre estas dos fuerzas eran a su vez
turbios.
Adicionalmente, en el exilio, los judíos estaban privados de la revelación
profética, por lo que su mundo aparentaba estar regido por acontecimientos
arbitrarios, como estaba ejemplificado por el sorteo de loterías (en persa,
purim) con el cual se decidió la fecha de su aniquilación. Fue un tiempo oscuro.
Dios aparentaba estar ausente un sentimiento enfatizado por el hecho de
que el Nombre de Dios no aparece siquiera una vez en todo el Libro de
Ester.
Pero sin embargo, el mensaje final de la historia es que la Providencia
Divina y la atención de Dios operan en todo momento y en todo lugar,
incluso cuando está completamente oculto, para asegurar la supervivencia y la
redención definitiva del pueblo judío. Aquí es donde se entrelazan el libro de
Ester y la Cabalá.
El objetivo de la concienciación cabalística es iluminar y revelar el
elemento encubierto de gracia Divina que está inherente en la creación, a pesar
del retiro aparente de Dios de nuestro plano inmediato de la
experiencia.
Notas
1. Esther 9:18.
2. Eiruvin 65a; Sanhedrin 38a.
3. Julin 139b.
4. Deuteronomio 31:18.
Cabalá, Purim y el Libro de Ester (parte 2)
La Estructura Lógica de la Lengua Hebrea
El texto del Libro de Ester también está conectado
especialmente con la Cabalá. Para entender esta conexión debemos decir primero
algunas palabras acerca del significado de las palabras en hebreo. A diferencia
de muchos lenguajes modernos, el hebreo, el lenguaje de los profetas, está
estructurado lógicamente.
Las 22 letras del alfabeto forman 231 shearim , literalmente
"portales" de parejas de dos letras, que son la base de los shorashim o
"raíces" de tres letras, de los cuales se forman todos los verbos. Al estar
estructurado lógicamente, el significado subyacente y las connotaciones
implícitas de las palabras en hebreo pueden ser descubiertas encontrando la raíz
de tres letras de cada palabra. El Significado Bíblico de la palabra Cabalá En
el caso de la palabra hebrea "Cabalá", la palabra más usada para describir las
enseñanzas esotéricas y místicas de la Torá, la raíz está compuesta por las
letras kuf-beit-lamed.
En el hebreo moderno, Cabalá es usada siempre en el sentido de "recepción".
Por ejemplo, un recibo de compra o de impuestos se llama con esta palabra. En
los Cinco Libros de Moisés, sin embargo, la raíz kuf-beit-lamed es usada
solamente para connotar "correspondencia". Sólo en las últimas partes de la
Biblia -los Profetas y los Escritos- que aparece como "recepción". Por supuesto,
la palabra Cabalá, en tanto enseñanza esotérica de la Torá, puede ser
interpretada usando ambos significados. "Como "recepción", alude a esas
enseñanzas de la "tradición recibida".
Como "correspondencia", se refiere a la metodología más importante mediante
la cual estas enseñanzas han de ser estudiadas. En el Libro de Ester, el uso de
esta raíz, kuf-beit-lamed, revela un matiz importante del significado de la
Cabalá como "tradición recibida". Cabalá en el Libro de Ester Dicha raíz aparece
en el libro de Ester en tres versos, que nos revelarán un matiz específico de la
palabra Cabalá. Procederemos a examinar los dos últimos.
“Y los judíos aceptaron lo que ya habían comenzado a cumplir,
y según Mordejai les había escrito.” (1)
“Los judíos recibieron y aceptaron sobre ellos y sobre su
simiente y sobre todos los que se unieran a ellos, de manera tal que no se
interrumpa, la observancia de estos dos días de acuerdo con lo que se les había
escrito, y cada año en la fecha señalada.” (2)
Estos dos versos son lo bastante similares como para dar a entender la
existencia de un principio único del cual derivan ambos. Los dos se refieren a
que los judíos se comprometieron a una conmemoración continua del gran milagro y
la victoria de que fueron testigos. No obstante, difieren en los términos del
contexto en que se expresó ese compromiso. El primer verso enfatiza el hecho de
que el compromiso de los judíos en ese momento fue una continuación de lo "que
habían comenzado a hacer" antes.
Los sabios interpretan esto como una referencia a la observancia de los
preceptos de la Torá recibidos en Sinaí, enfocando así el verso en el pasado
distante (3). El segundo verso, por el otro lado, genera un contexto de futuro
remarcando que se entendía el compromiso como vinculante para todas las
generaciones futuras, y también para todo prosélito que elija unir su destino al
del pueblo judío. De estos versos, se infiere que los judíos de la época
establecieron que los compromisos que hicieron en el momento de la revelación
del Sinaí habrían de constituir un vínculo perpetuo.
Al referirse constantemente a la revelación en el Monte Sinaí como "la
entrega de la Torá", ( matan Torá ) en vez de" la recepción de la Torá"
( Cabalat haTorá ), los sabios parecen sugerir que el acto del monte
Sinaí estaría mejor caracterizado por la fuerza de la iniciativa de Dios
que por la temerosa recepción de Israel. La formulación misma de tal
respuesta como "haremos y escucharemos" enfatiza la acción (el cumplimiento de
los preceptos) sobre la recepción (escuchar, en el sentido de recibir, como ya
se discutió).
En otras palabras, como explica la sensitiva lectura de los sabios de la
descripción en la Torá de la revelación del monte Sinaí, Dios
literalmente obligó al pueblo judío a recibir la Torá en ese momento (4).
La naturaleza coercitiva de esta entrega, que fue motivada por una aparente
falta de recepción por parte de los judíos, es lo que la aceptación descripta en
el libro de Ester viene a compensar. Más aún, en el tiempo de la entrega de la
Torá, Moisés subió solo al monte Sinaí, mientras el resto del pueblo se quedó en
la base de la montaña.
Al no haber ascendido al mismo nivel de su líder, el pueblo se encontró luego
vulnerable a la ofuscación y la ilusión, como está expresado por su caída en la
idolatría del becerro de oro (5). Pero casi un milenio más tarde, en el tiempo
de la Reina Ester, todos los judíos ascendieron la montaña proverbial y
vivenciaron juntos el mismo sentimiento de Cabalá, de "aceptación", que tuvo
previamente Moisés. (6)
Estos significativos acontecimientos afectaron no sólo la tradición revelada
de la ley y la práctica de la Torá, sino también la tradición esotérica. Por
ello, el Libro de Ester revela que "Cabalá" no significa simplemente una
"aceptación" calculada, de mente fría y hasta coercitiva, sino más bien una real
y sincera voluntad de absorber y subsecuentemente desarrollar internamente el
maravilloso regalo de la sabiduría interior ofrecida por el Todopoderoso.
Una vez que la recepción de la Torá completa fue realizada con la comprensión
apropiada, con una habilidad de "oír" y "aceptar" claramente su sabiduría
interior, fue abierta la puerta a esta sabiduría. No es sorprendente, en
consecuencia, otro aspecto de la sabiduría oculta que es revelada dentro del
texto del Libro de Ester, sus numerosas alusiones a conceptos y términos que en
generaciones subsecuentes devinieron en conceptos y términos básicos en el
diccionario de la Cabalá.
El Libro de Ester es único entre los libros de la Biblia por la riqueza
incomparable de lenguaje cabalístico. Específicamente, en lo que se refiere a
los nombre de las sefirot, las emanaciones de luz y energía Divina que son las
fuerzas básicas de la creación, todas menos una aparecen explícitamente en este
libro. Ningún otro texto bíblico exhibe tal densidad de terminología
cabalística. La palabra "sefirá" misma, posiblemente la más básica en el lexicón
de la tradición cabalística, encuentra frecuente en el Libro de Ester.
Notas
1. Ester 9:23.
2. Ester 9:27.
3. Shabat 88a.
4. Avodá Zará 2b.
5. Exodo, cap. 32.
6. De la experiencia de Moisés en el monte Sinaí, la Mishná dice: "Moisés
recibió [ kibel , de la raíz kuf-beit-lamed ] la Torá de
Sinaí" (Avot 1:1).
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