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PESAJ - פֶּסַח
El Ohev Israel de Apta:
La Matzá No es razón para pelear
Rabi Avraham
Iehoshúa Heschel de Apta nació en 5508 (1748) de su padre, rabi Shmuel, el jefe
de Beit Din y de la ieshivá en Neustat. Después de su boda, Rabi Avraham
se convirtió en rabino en Kolvesov en Galicia, al sur de Polonia. Mientras
estuvo allí, Rabi Levi Itzjak de Berditchev y Rabi Moshe Leib de Sasov
visitaron su ciudad y lo influenciaron para que estudiara Jasidut.
Como jasid,
primero aprendió de rabi Iejiel Mijel de Zlotshov y luego de rabi Elimelej de
Lizhensk. Rebe Elimelej lo amaba y lo atrajo a su círculo íntimo
y Rabi Avraham es considerado uno de sus cuatro herederos. Antes de
su fallecimiento Rabi Elimelej le dio uno de sus poderes a cada uno de estos
cuatro discípulos: le dio sus ojos al Vidente de Lublin, su intelecto a Rabi
Menajem Mendel de Riminov, su corazón al Maguid de Kuzhnitz y su boca al
Ohev Israel de Apta.
En 5546 (1786)
los jasidim comenzaron a reunirse alrededor del Ohev Israel en Kolvesov y en
5560 (1800) se convirtió en el rabino de Apta en Polonia, donde estableció una
casa de estudio jasídica. Allí fue rabino de Apta durante ocho años y
solicitó ser conocido como Rebe de Apta. En 5569 (1809) se convirtió en
rabino de Iasi. Como Iasi era la principal ciudad judía de Rumania, rabi
Avraham Iehoshúa Heshel se desempeñó como rabi principal de Rumania. En
5573 (1813) falleció rabi Baruj de Medzhibuzh y rabi Avraham se convirtió en el
Rebe jasídico allí. Hacia 5575 (1815) era el rabi jasídico de mayor
antigüedad en Europa (después de que sus tres amigos, los discípulos del Rebe
Elimelej hubieron fallecido). Fue considerado el mayor tzadik jasídico de
su tiempo. Falleció el 5 de Nisan 5585 (1825) y fue enterrado en Medzhibuzh en
el ohel del Baal Shem Tov.
Una vez el Torat Jaim de Kosov llegó al
santo Ohev Israel de Apta para Shabat. La costumbre del santo Ohev Israel
era que cuando probaba las delicias de Shabat antes del Shabat, solo se
permitía a una sola persona que esté en el cuarto. En esa víspera de
Shabat, el Torat Jaim tuvo el privilegio de ser esa persona. Vio que se le
sirvió un tazón de pescado al tzadik y pensó que el Ohev Israel seguramente
probaría un poco y dejaría el resto. Para su asombro, el Ohev Israel acabó
con todo el cuenco. Lo mismo sucedió con la sopa y con el resto del
menú. “¿Cómo podrá el Rebe volver a comer algo en la cena de Shabat si
comió tanto solo en la degustación?” se preguntó el Torat Jaim. Pero
durante la celebración en la noche de Shabat, cuando el Torat Jaim vio el
servicio sagrado del Ohev Israel -y la cantidad de comida que consumió-
entendió que la comida entera que había comido antes de Shabat era
verdaderamente un “aperitivo”.
El Ohev Israel de
Apta era conocido por su servicio Divino de comer, por lo que fue elogiado por
los tzadikim de su generación. En su libro “Ohev Israel”, el tzadik
escribió: “Cuando una persona deja de lado su deseo y no presta atención al
aspecto físico de la comida, sino a todo lo que sale de la boca de Dios, a la
vitalidad espiritual que está investida en ese alimento, y eleva las chispas
sagradas en ese alimento, etc., entonces ese acto de comer se considera un
servicio Divino en lugar de un sacrificio, y la mesa es como el altar que
expía, porque su comer es en santidad.” Si bien se nos instruye a no
permitirnos comer demasiada carne común, por otro lado es digno comer grandes
cantidades de carne de los sacrificios en el Templo Sagrado. Quizá por
esta razón, se dice que el Ohev Israel dio instrucciones para que su ataúd
fuera construido con la madera de la mesa sobre la cual comía en santidad.
Hasta la edad de
36 años, el Ohev Israel ayunaba regularmente. Fue solo después que comenzó
a comer:
Una vez, el Ohev Israel de Apta se enfermó
tanto que parecía estar muriendo. Vio diferentes alimentos que lo estaban
reprendiendo por no comerlos y elevarlos. “Temo que comer me haga daño”, dijo
el Rebe, “ya que hace mucho tiempo que estuve acostumbrado a no comer”. El
Rebe recibió una promesa del Cielo de que no sufriría ningún daño al comer esos
alimentos. “Temo que me puedan dañar espiritualmente comer esos alimentos”,
continuó. Recibió otra promesa del Cielo para eso, y entonces comenzó a comer.
No obstante, eliminó su deseo de comer hasta tal punto que atestiguó que “Desde
que aprendí del Rebe Elimelej las intenciones especiales para comer, en todo lo
que como, literalmente pruebo el polvo”.
Si comer era un
tema importante para el Ohev Israel durante todo el año, comer matzá en la
noche del Seder era particularmente especial. Cuando se horneaban las matzot en
su ciudad, el Rebe de Apta se encerraba en su habitación y ayudaba a hornear la
matzá a su manera: Aunque no entraba muchas veces a la panadería, el Ohev
Israel se sentía particularmente responsable de la cocción, y protegía las matzot
de la gente de su pueblo desde lejos. Este deber de guardia espiritual fue
el centro de su atención, y durante esos días no recibía a sus jasidim.
Más que ser
diligente en su servicio a Dios, el Ohev Israel fue gran amante de sus hermanos
judíos, como el título de su libro, y el nombre por el que era conocido, el
“Amante de Israel”.
Una vez, después de Pesaj, una pareja vino
al Ohev Israel y le dijeron que deseaban divorciarse. ¿Por qué? La
costumbre del marido era no comer gebrojts (matzá mojada) en Pesaj,
mientras que la esposa, que no creció en un hogar jasídico no estaba dispuesta
a aceptar esta costumbre para ella. El Ohev Israel les dijo: “Les diré lo
que pasó en mi casa este Pesaj. Este año preparé matzot muy especiales
para el seder de Pesaj, con todo el rigor y las santas intenciones que pude
poner en ellas. En la víspera de la festividad, mi esposa por error tomó
mis matzá especiales y se las dio a una persona pobre que necesitaba matzá.
Cuando se dio cuenta de que había cometido un gran error, se sintió terrible y
tomó matzá simples y las puso en el lugar de mis matzá especiales. ¿Crees
que no noté la diferencia? Con mi ruaj hakodesh (espíritu
sagrado) vi lo que había sucedido. Pero no dije nada para que no hubiera
ira en nuestra casa. Si comí matzá simples este año en lugar de mis matzot
especiales sin enojo, también puedes llevarte bien con tu esposa aunque ella no
adopte la costumbre de no comer gebrojts.
El Ohev Israel,
quien heredó el poder de la boca del Rebe Elimelej de Lizhensk, sabía comer y
hablar. Podemos decir que el poder de comer es paralelo a su nombre,
Avraham, de quien está escrito: “Soy un maguén (escudo) para
ti”[1]. El
Rebe Meir de Premishlan explicó que Abraham, cuya tienda siempre estaba abierta
para los invitados, le pidió a Dios que le diera un estómago fuerte (en
idish, maguén significa estómago) para poder comer con cada
invitado, cumpliendo así la mitzvá de hospedar personas de la manera más hermosa. El poder del habla del Ohev Israel es
paralelo a su segundo nombre, Iehoshúa, sobre quien está escrito:
"Un dabar (líder) para la generación"[2] Dabar
significa 'orador' y el liderazgo tiene que ver con la capacidad de hablar.
En nuestra
historia vemos que el Ohev Israel también sabía permanecer en
silencio. “Tiene platillos (de balanza) de oro en la boca”, dijo uno de
los tzadikim sobre él, “y pesa cada palabra antes de pronunciarla”. Con su
silencio el Ohev Israel nos enseña que la unidad y la paz son posibles solo
cuando las personas no son demasiado estrictas entre sí. Esta es una de
las razones por las que los jasidim celebran la última comida de Pesaj, la
Fiesta del Mashíaj, el último día de Pesaj (que es el séptimo día hasta el
anochecer y el final de la festividad). En el último día de Pesaj en la
diáspora, incluso los jasidim comen gebrojts. La fiesta de
Mashíaj y la venida de Mashíaj dependen de la unidad entre los judíos. La
fiesta del Mashíaj tiene que ser una fiesta en la que todos los judíos, los
estrictos y los menos estrictos, puedan participar juntos.
NISAN 5768
NO SABER PREGUNTAR
¿Alguna
vez te has encontrado con un judío que no sepa cómo hacer una pregunta? ¿Por
qué, cómo, qué…? Incluso si le haces una pregunta responden con otra pregunta,
¿y por qué no habrían de hacerlo? Entonces, ¿de dónde apareció este hijo que no
sabe preguntar? ¿Pueden por lo menos responderme a esa pregunta, por favor?
De clase séptima del rabino Ginsburgh Shevat 5773 (y Seudat Mashíaj
5768)
¿Quién es la persona más importante en la mesa
del Seder? Con el debido respeto a la querida madre que se tomó tan grandes
dolores y “lo hizo posible “, al padre que se sienta a la cabecera de la mesa,
al abuelo y la abuela quienes trajeron todos los regalos, y a todos nuestros
queridos huéspedes, no hay duda de que las verdaderas estrellas del espectáculo
en esta noche auspiciosa son los niños. Desde el momento en que comienzan a
entender lo que está pasando, todo el mundo gira alrededor de los niños, los
halándolos para que se sienten alrededor de la mesa, y tratando de darles de
comer la Hagadá y la historia del Éxodo de Egipto con cuchara.
El hecho es que toda la Hagadá está relatada como una respuesta a la pregunta
épica de los niños, “¿Por qué esta noche es diferente…?”1 y las respuestas del
padre: “Esclavos fuimos…” Pero, incluso si no hay ningún niño disponible,
alguien tiene que hacer el papel de “niño”: “Si no tiene hijos, entonces su
mujer tiene que preguntarle, y si no tiene esposa debe preguntarse a sí mismo
por qué es diferente. E incluso si sólo hay dos estudiosos de la Torá en la
mesa, ambos fluidos en las leyes de Pesaj, se debe preguntar a su compañero por
qué es diferente”.2
Los cuatro hijos
Un niño es suficiente para preguntar: “¿Cuál
es la diferencia…”, sin embargo, no muy lejos en la Hagadá leemos que “La Torá
habló con referencia a cuatro hijos, uno sabio, uno malvado, ¿uno simple y uno
que no sabe cómo preguntar”? El líder de la Seder no se enfrenta a una unidad
homogénea, tiene que hacer frente a cuatro tipos de caracteres diferentes al
mismo tiempo, ajustando sus respuestas a la medida de cada uno de ellos: “En
función de la capacidad mental del niño, el padre les enseña.” Eso significa
que la noche del Seder es una lección en el arte de la educación, “Educar al
muchacho conforme a su naturaleza”.3
Algunas personas sienten ansiedad cuando se
enfrentan a una multitud de niños con una multitud de caracteres diferentes y
preferirían que todos ellos se parezcan. Pero un padre o un educador genuino no
se amilanan ante tal perspectiva, y es feliz de ver que cada uno de ellos tiene
su propio “color”. ¡Oi-va-voy si todos nuestros niños y estudiantes fueran
copias calcadas! En la terminología cabalística y jasídica, siempre y cuando la
psique no se haya desarrollado, se considera que está en un estado embrionario,
nutriéndose dentro del útero de su madre, donde sus características
individuales están sin expresarse. Pero, después del nacimiento la psique
madura a través de dos etapas más y es entonces cuando las diferencias entre
los niños se hacen más evidentes. El éxodo de Egipto es el nacimiento de todo
el pueblo judío, por eso tan pronto como empezamos a relatar la historia del
Éxodo, nos damos cuenta de que hay cuatro hijos, cada uno de los cuales tiene
su propia historia que contar.
Una nuez dura de romper
¿Cómo debemos relacionarnos con cada uno de
los hijos? ¿Cómo debemos relacionarnos con todos ellos juntos? En primer lugar,
tenemos que prestar atención a los aspectos positivos de cada uno de ellos y
saber que no obstante pueden comportarse bien o no tan bien, “Todos son
llamados hijos”.4 Si un judío es un pecador y un criminal, no importa hasta qué
punto se ha desviado del camino de la Torá, incluso si ha abandonado por completo
el yugo de las mitzvot y aunque ya no se comportan como un judío, sin embargo
ellos siempre serán considerados como hijo de Dios. Es cierto, le decimos al
hijo malvado, “Si él hubiera estado allí, no habría sido redimido”, pero cuando
todo está dicho y hecho, él está aquí con nosotros, y se nos ha prometido que
“Incluso el más alejado nunca será abandonado”.5 Puesto que Dios nos trajo al
monte Sinaí y nos dio la Torá, ningún judío volverá a perderse.
Una vez que hemos hecho esto, tenemos que
reconocer cada una de las cualidades únicas de nuestros hijos, tomando nota de
lo que más les interesa, y percibiendo cómo debemos reaccionar correctamente.
Tres de los niños tienen un diagnóstico relativamente simple: el niño sabio
hace una pregunta académica detallada, “¿Cuáles son los testimonios, los
estatutos y las leyes que Havaiá, nuestro Dios os mandó?” El niño malvado
pregunta desafiante: “¿Qué significado tiene este servicio para a ustedes?” y
el niño sencillo (que en algunas fuentes se conoce como “poco inteligente”6 le
pregunta simplemente: “¿Qué es esto?” Cada uno de estos niños se pueden
identificar por el tipo de pregunta que hace, como se explica en Jasidut que la
frase “lo que están diciendo” significa que una persona es lo que dice, es
decir, su verdadera esencia se puede identificar a través de su discurso. Sin
embargo, ¿qué sucede cuando lleguemos al cuarto hijo, que sólo se sienta
obstinadamente en silencio como si no estuviera presente? ¡No te desesperes
tampoco por ellos! “Y al que no sabe preguntar, abre el camino para él.” Él
podría ser una nuez dura de romper, pero en Pesaj nos gusta comer frutos secos.
Entonces, ¿cómo “abrimos el camino para él”?
“Y le contarás a tu hijo en ese día, diciendo, por esto Dios hizo por mí cuando
salí de Egipto.” Este verso aparece en la Torá sin pregunta previa (sólo el
mandamiento de comer matzá), de lo que aprendemos que se relaciona con el niño
que no sabe preguntar. Pero, ¿qué pasó aquí? ¿No acabamos de decir que ese
verso es nuestra respuesta al hijo malvado?! “Y tú también apretarás los
dientes, y le dirás: “Porque esto hizo Dios por mí cuando salí de Egipto, por
mí y no por ellos, porque si hubieran estado allí, no habrían sido redimidos”.
La explicación es que la Torá hace alusión a la respuesta al niño malvado en la
respuesta al niño que no sabe preguntar.7 sin embargo, todavía tenemos que
entender por qué la Torá hace eso.
El niño silencioso es un enigma. ¿Cuál es la
verdadera razón de su silencio? ¿Es porque ellos realmente no saben cómo hacer,
o porque no quieren preguntar? ¿Realmente tienen problemas para expresarse,
incluso más que el hijo simple? ¿O tal vez ni siquiera nos toman en cuenta, y
por dentro piensan como el niño malvado? Por otra parte, podría permanecer en
silencio porque es un tipo introvertido, tranquilo. Tampoco ese es el estado
óptimo, ya que “Una persona tímida no puede aprender”,8 lo que significa que
deben ser alentados a hablar, persuadidos de expresar sus pensamientos, incluso
si son negativos, el propósito es encontrar algo a que aferrarnos para poder
empezar una conversación con ellos. En cualquier caso nunca debemos juzgar a
este niño de acuerdo con la primera impresión o estigmatizarlo. Todas las
opciones permanecen viables, por lo que podemos aludir a la respuesta a la que
el niño travieso en nuestra respuesta al niño que no sabe preguntar, porque tal
vez ellos también piensan como el niño malo y también necesitan un ser
“aguijoneados” para incitarlos… Este es sólo un posible alusión, pero la
explicación literal del verso no se dice como una crítica al niño, pero “Dios
hizo por mí” tu padre, cuando yo estaba allí por mí mismo y puedes optar por
unirte a mí o hacerme frente como tu hermano, el hijo malvado.
Una pregunta abierta
Tal vez nos ingeniamos para incitar a quien no
sabe cómo preguntar, que revele que bajo ese velo de silencio se esconde un
niño malo, Dios no lo quiera. O, tal vez su reticencia podría estar escondiendo
un humilde tzadik oculto, modesto en sus caminos. Pero si este niño se queda
con la definición de “que no sabe preguntar” entonces es nuestro turno para
preguntar si ¿puede haber alguien que real y verdaderamente no sepa cómo
preguntar?
El niño que no sabe preguntar es evidentemente un hecho muy común, de hecho, se
pueden encontrar en alguna medida en todos y cada uno de nosotros. En nuestra
generación, podemos percibir los cuatro hijos como cuatro judíos, cada uno de
los cuales tiene un enfoque diferente al judaísmo. El hijo sabio es el que está
profundamente instalado en la Torá y las mitzvot y posee un interés detallado
en todos los aspectos de los preceptos y sus razones, “¿Cuáles son los
testimonios, los estatutos y las leyes?” El inicuo está enojado y desafiante
hacia los “tan poco sofisticados judíos religiosos” que se preocupan por lo
algo que ven como “rituales sin sentido”. Tal vez escribe apasionadamente
artículos educados para explicar qué anticuada y perjudicial es la Torá, pero
al menos se relaciona con ella. Es por eso que en la mesa del Seder el niño
malvado se sienta junto al niño sabio, para que el niño sabio le pueda enseñar
como su compañero de estudios y gradualmente traerlo de vuelta al redil. El
niño simple está poco familiarizado con el judaísmo, pero se interesa y está
abierto a oír hablar de eso, preguntando “¿Qué es esto?” Sólo tenemos que abrir
la boca y explicarle. Pero el niño que no sabe preguntar es completamente
indiferente al judaísmo, tanto que ni siquiera se molesta en contradecirlos.
Cuando nos acercamos a ellos parece como que no hay nadie con quien hablar. Él
podría estar dispuesto a hablar de dinero y de negocios, vacaciones o cualquier
otra cosa que el mundo material tenga que ofrecer, pero la Torá no es de ningún
interés. Es por eso que él es el último en la lista aquí, debido a que
parecería ser una causa totalmente perdida.
¡Pero, espera un momento! ¿Alguna vez te has
encontrado con un judío que no sepa cómo hacer una pregunta? ¿Por qué, cómo,
qué…? Incluso si le haces una pregunta responden con otra pregunta, ¿y por qué
no habrían de hacerlo? Entonces, ¿de dónde apareció este hijo que no sabe
preguntar? ¿Pueden por lo menos responderme a esa pregunta, por favor?
¡No te desesperes! Hacia el final del Seder
tendremos lograremos descifrar al niño que no sabe preguntar. De hecho, toda la
Hagadá está dirigida a ese niño. Ellos son los primeros en aparecer en los
versos citados de la Torá y de los cuales les decimos que aprendemos, “Por esto
-es decir, en el momento en que la matzá y las hierbas amargas son colocadas
delante de ti.”
Sin embargo, con el fin de observar correctamente
este precepto, “Tú le abres el camino” (es decir, ya que no han pedido nada, tú
inicias la discusión), tenemos que llegar a la raíz más profunda de “el que no
sabe preguntar.” Hay algo bueno acerca de la falta de cuestionamiento, porque
significa que no hay una definición. Por un lado, todo parece impenetrable,
pero por otro lado todo está abierto a la interpretación, al igual que la
etérea materia prima con la que se puede llegar a las más altas creaciones
espirituales.
De hecho, Rabi Najman de Breslev explica9 que
el niño que no sabe cómo preguntar es un potencial baal teshuvá (retornante al
judaísmo).10 El hecho de que ellos “no saben cómo preguntar” se relaciona con
su incapacidad para pedir expiación por todos aquellos pecados inconscientes
que (“no saben”) que han cometido. Para convertirlos en un baal teshuvá, en la
práctica tenemos que creer en su punto de judeidad oculto, su pulso de
vitalidad. Tienen un alma Divina, que es “literalmente una parte de Dios en lo
Alto” y si no son de hacer preguntas, significa que su alma pertenece a un
punto que está por encima de todo cuestionamiento. En cada pregunta que nos
hacemos, esperamos una respuesta, una invitación a retornar. Pero hay algunas
personas que no hacen preguntas porque están dispuestos a aceptar incluso la
mayor sorpresa. ¿Y qué pasa si por ahora disfrutan relacionándose con el mundo
material y tangible? En lo profundo de ellos están a la espera de una total
innovación, algo creado ex nihilo. Y puesto que la innovación viene de la nada,
no podemos preguntar nada al respecto. Este niño está esperando que el secreto
más abstracto y oculto se convierta en la cosa más tangible de que exista, que
la redención misma llegue de repente, aquí y ahora. “Y de pronto vendrá a Su
Templo, el Amo que buscas,”11 exactamente como el Éxodo de Egipto, que fue una
sorpresa completa, de u brinco.
Si le explicamos al niño silencioso e
indiferente cómo Pesaj es relevante para él, aquí y ahora, se convertirá en el
mayor baal teshuvá de todos. No hacen preguntas pero llegarán a la teshuvá (una
respuesta, retornar a Dios12) que resuelve todas las preguntas en su origen.
Este niño necesita algo tangible para ilustrarle la redención que tuvo lugar en
Egipto, y una vez que comenzamos a hablar de la redención, ya puede ver la
redención final tangible ante sus propios ojos.
De clase séptima del rabino Ginsburgh Shevat 5773 (y Seudat Mashíaj 5768
)
NOTAS
1
Mishná Pesajim 10: 4.
2 Shulján Aruj Harav 473:40.
3 Proverbios 22:6.
4 36a Kidushin ; Rashba Responsa Parte 1, 194.
5 Véase Samuel II 14:14.
6 Véase, por ejemplo, Rashi Éxodo 13:14: “¿Qué es esto? Esto se refiere a un
niño inteligente que no sabe cómo pedir más profundamente, pero ingenuamente le
pregunta: “¿Qué es eso?”
7 Éxodo 13:08.
8 Avot 2:05.
9 Likutei Moharán 30.
10 En hebreo , la palabra “responder” (תְּשוּבָה ) es idéntica a la palabra para “retornar
a Dios.”
11 Malaquías 3:1.
12 Ver la nota 10 arriba.
BEDIKAT JAMETZ
La noche anterior a Pesaj se hace la búsqueda del
jametz. Los jasidim de Jabad, después de limpiar toda la casa de Jametz, nos
vestimos con el capote, el sombrero y cumplimos el precepto de la búsqueda con
una cuchara de madera, una pluma y una vela. La mujer esconde 10 pedacitos de
jametz envueltos en papel o aluminio (anotando la lista de los lugares por las
dudas). El padre y el resto de la familia busca en toda la casa para
encontrarlos después de decir la bendición:
“Baruj
Atá Hashem Elokeinu Melej Haolam asher kideshanu vemitzvotav, vetzivanu
al biur jametz”
“Bendito
eres tú, Havaiá nuestro Dios Rey del Universo que nos santificó con sus
preceptos y nos ordenó eliminar el jametz.”
Luego decimos una oración de anulación del
jametz que quede en la casa y al día siguiente lo quemamos antes del mediodía.
La noche de la búsqueda de jametz. El rav
Hakadosh Rabi Levi Itzjak Shniersohn de bendita memoria, padre del Rebe de
Lubavitch, era muy meticuloso en todos los asuntos de Pesaj. Su mujer, la
rabanit Jana, sea sobre ella la paz, contó que cuando su marido buscaba el
jametz, y revisaba todos los agujeros y grietas que había en el piso de la
casa, lloraba mientras hacía la revisación a tal punto que mojaba el piso con
sus lágrimas…
¿Por qué lloraba Rabi Levi Itzjok? Cada mitzvá
hay que cumplirla con alegría, “Sirvan a Dios con alegría”. El motivo es que en
la búsqueda del jametz revisamos también el jametz que hay en el corazón, el
orgullo oculto. En la psiquis hay agujeros y grietas, “lugares que la persona
pisa con la suela de su zapato”, que se tienden a menospreciar y dejar de lado,
y en ellas se esconden migajas de orgullo.
Esto es lo que buscamos en la búsqueda del
Jametz, y quien hace este trabajo a conciencia y en profundidad, no puede dejar
de llorar por el arrepentimiento y su deseo de retornar a Hashem, teshuvá
elioná a Hashem, mientras cumple la mitzvá con alegría.
-------------------------------------------------
Es costumbre guardar el lulav, las 4 especies
de Sucot, y aunque no es jametz lo quemamos en Pesaj. Una forma de unir, los
hombres, las dos mitades del año. Las mujeres lo hacen en forma similar: tienen
un periodo antes y después de Pesaj que están apuradas, sin paciencia y se
enojan por cualquier cosa, están muy sensibles porque tienen mucho trabajo para
que no quede jametz en su casa, ¡¡¡y sobre todo en su marido!!! Pero no se
preocupen compañeros, ese tiempo solo les dura un poco. Si, solo 6 meses antes
y 6 meses después de Pesaj.
LA MATEMÁTICA DEL SEDER
Las Bases de la Educación Matemática
judía
Extracto de un próximo volumen de la Torá y Matemáticas
por Harav Itzjak Ginsburgh - Editado por el Rabino Moshe Genuth
En la Noche de Pesaj, justo antes de la celebración del Seder, la costumbre de muchas
familias es recitar o cantar el antiguo poema titulado: "¿Quién sabe
uno?" (יֹודֵעַ אֶחָד מִי ).
El poema aparece en casi todos los textos de la Hagadá, el texto recitado en
esta noche especial. Está estructurado en un formato de pregunta y respuesta.
El poema comienza:
¿Quién
sabe uno? Yo sé uno: Uno es nuestro Dios en el cielo y en la tierra.
En este formato, el poema continúa con cada
estrofa ponderando el significado judío de los números (los enteros) de 1 a 13.
La guematria de "uno" (אחד ) es 13. Por eso, en
esencia el poema comienza con 1 y termina con "uno" (אחד ).1 La respuesta dada en el poema
identifica a cada número entero con un símbolo o concepto judío muy conocido.
Es bien sabido que la Seder es uno de los rituales realizados en la práctica
por casi todos los judíos, independientemente de su nivel de adherencia
religiosa. Debido al lugar central que ocupa el Seder en la vida ritual judía,
sería apropiado decir que la forma en que este poema trata a los números sirve
en efecto como el ejemplo fundamental para la educación matemática judía.
Siguiendo el contenido del poema, podemos afirmar que el fundamento de la
educación matemática judía está forjando una asociación entre números y
conceptos judíos particulares con los que se relacionan. Se le enseña al niño
que cada número se relaciona directamente con un símbolo judío, de tal manera
que la mera mención del número hará aparecer su símbolo asociado en la mente.
Los números y el Éxodo
Podríamos preguntarnos ¿en el primer lugar, por qué aparece este poema en la
Hagadá que está dedica a relatar la salida de Egipto? Para responder a esta
pregunta debemos comenzar por señalar que la noche del Seder es el momento por
excelencia dedicado a la educación de la familia judía. La Torá ordena a todos
los padres a educar a sus hijos acerca de la salida de Egipto:
Y le
dirás a tu hijo en ese día, diciendo:
"En mérito de esto, Dios hizo esto por mí en Egipto."2
La educación es tan esencial para la noche del
Seder que la educación de nuestros hijos en esta noche es considerada como uno
de los 613 mandamientos de la Torá. Por lo tanto, se podría concluir que de
alguna manera, educar a los niños acerca de los números está relacionado con
contar la historia del Éxodo de Egipto, el cual debe incluir la mayor cantidad
posible de matemática. De hecho, los sabios que compilaron la Hagadá nos dicen
que: "cuanto más se cuenta la historia de la salida de Egipto, se es más
digno de alabanza."
En el momento del Éxodo, Egipto era la
superpotencia mundial, el centro del conocimiento y la ciencia humanos. Cuando
Dios predijo a Abraham acerca del exilio en Egipto, también le prometió que sus
hijos saldrían con grandes tesoros. Gran parte de este tesoro era físico
(representando los pagos atrasados y la reparación de 210 años de esclavitud
forzada). Pero parte de ella era más conceptual e incluyó lo que en su momento
fue el más avanzado conocimiento de la ciencia de las matemáticas.
El propósito del éxodo era en última instancia
la revelación de Dios y la entrega de la Torá en el Monte Sinaí. Por lo tanto,
el Éxodo no puede entenderse como meramente la liberación del Pueblo judío de
la esclavitud física en Egipto. Más bien, el éxodo representa el primer paso
para liberar a toda la humanidad, y todo el conocimiento de la humanidad, de
estar atrapada en una realidad puramente mundana. El propósito de la Torá es
elevar el espíritu de la humanidad a través de reconectarnos a todos nosotros
con el Creador, quien desea que lo espiritual y lo mundano existan como una
sola cosa.
Un paso sumamente importante para elevar el
conocimiento y la ciencia se logra revelando los profundos significados Divinos
de los números. Los sabios hacen hincapié en que los números son los
componentes básicos de nuestra realidad.3 Esta declaración va mucho más allá
de la famosa afirmación de Galileo de que: "La naturaleza es un libro y el
lenguaje del libro son las matemáticas."
De hecho, para hacer hincapié en la
importancia de los números y la necesidad de santificar su significado y su
uso, nos encontramos con que el primer mandamiento que Dios dio al pueblo
judío, mientras todavía estaban en Egipto, fue el precepto de santificar la
luna nueva. En otras palabras, establecer el calendario judío es la base misma
de la práctica judía. Este precepto más que cualquier otro, requiere una
profunda comprensión de la interacción entre los números y las leyes de la
naturaleza.
Por lo tanto, la primera cosa que aprendemos
de la inclusión del poema "¿Quién Sabe Uno?" en la Hagadá es que el
establecimiento de una relación adecuada con los números en particular, y las
matemáticas en general, es la piedra angular del programa educativo de la Torá.
Más adelante, cubriremos las asociaciones básicas entre números y conceptos que
se encuentran en este poema y en la Torá en general. Por ahora, vamos a
ocuparnos de analizar la estructura del poema. Veremos que sus contenidos no
sólo están destinados a desarrollar una comprensión basada en la Torá de los
números y su significado, sino que su forma también refleja algunos de los
patrones más básicos utilizados para analizar textos matemáticamente.
CABALÁ Y EL SEDER DE PESAJ
Meditaciones sobre la bandeja del
Seder
El Seder de
Pesaj está repleto de significados revelados y ocultos. El siguiente es un
pequeño esbozo de la dimensión mística de la Bandeja del Seder de Pesaj.
Zroa – "Brazuelo"
Correspondiente
a la sefirá de jesed," bondad", el Zroa representa
el brazo extendido de Dios para redimir a Su Pueblo. Con esto se nos recuerda
emular este rasgo y demostrar bondad hacia Sus creaciones.
Beitzá – "Huevo"
Corresponde
a la sefirá de guevurá, "temor-rigor",
por lo que representa nuestro temor a Dios y despierta nuestro compromiso hacia
la Torá y las Mitzvot. Hay dos versículos que son nuestra guía en nuestro
servicio a Dios. El primero dice: "Ivdu et Hashem besimjá",
"Sirvan a Dios con alegría." El segundo nos ordena a servir a Dios
con temor y regocijarnos con estremecimiento. La dimensión interior de ese temor
es la alegría.
Maror (Hierbas Amargas)
Correspondiente
a la sefirá de tiferet, "belleza y misericordia",
el maror representa lo amargo de las pruebas y tribulaciones
de este mundo y nuestras plegarias que despiertan la misericordia infinita de
Dios para redimirnos.
Jaroset
Esta mezcla
de manzanas, peras, nueces y vino simboliza tradicionalmente los ladrillos y la
argamasa utilizados por los esclavos hebreos en Egipto. Corresponde a la sefirá de netzaj,
"victoria", representando nuestra confianza en la fuerza que Dios nos
brinda para tener éxito con nuestros propósitos en la vida.
Karpás – apio o papa o cebolla
Corresponde
a la sefirá de hod, "agradecimiento",
representando nuestro sincero agradecimiento por todo lo bueno que Dios nos
concede, particularmente, en esta noche, nuestra redención de Egipto.
Jazeret – Hierbas Amargas
Correspondiente
a la sefirá de iesod, "fundamento",
el jazeret nos recuerda nuestra fuerte conexión existencial
con Dios en todas las situaciones de nuestra vida. Este es un estado de
arrepentimiento continuo, jazará (en hebreo
"retorno", que comparte la raíz gramatical de jazeret) bteshuvá.
Tres Matzot
Corresponden
a la sefirá de jojmá, biná y daat (Jabad),
"sabiduría, entendimiento y comprensión", representando nuestra meditación
y conocimiento de Dios en un estado de bitul, "auto
anulación". Las matzot también nos recuerdan
constantemente ser concientes de la continuidad del judaísmo a través de
nuestro amor por todos los judíos, compuestos por las tres categorías de Cohen,
Levi e Israel, paralelando también las tres matzot.
Las Cuatro Copas de Vino
La
habilidad de fluir libremente y conectar todos estos niveles se cumple en forma
cabal bebiendo las cuatro copas de vino en la noche del Seder. "Cuando
entra el vino salen los secretos".
El Recitado de la Hagadá
La
revelación del secreto es el recitado de la Hagadá de Pesaj,
relatando y revelando las maravillas que Dios prodigó a Su pueblo, Israel.
Con
Bendiciones para un Pesaj Casher Vesameaj.
Harav
Itzjak Ginsburg
PESAJ
TRANSFORMANDO LAS IMPERFECCIONES
EN MARAVILLAS DIVINAS
En el mes Nisán festejamos la fiesta de Pesaj.
Esta palabra se refiere a un hecho milagroso que ocurrió la noche del 15 de
Nisán, cuando el pueblo de Israel se preparaba para salir de Egipto. Era la
noche en que se produjo “la plaga de los primogénitos” en Egipto, y Hashem
“salteó” las casas de los judíos que habían pintado en los marcos de la puerta
con la sangre del cordero. En esas casas no hubo muerte, y ese “salto” o “pasaje”
es rememorado por todas las generaciones del pueblo judío desde entonces.
Esa noche damos rienda libre al potencial
especial que tiene todo judío de expresar Divinidad. En hebreo, el país de
Egipto es llamado Mitzraim, que significa “estrechez” o “restricción”,
y en especial la incapacidad de poder expresarse. En Egipto el pueblo judío
estaba restringido y no podía expresar Divinidad cabalmente. La redención de
las restricciones de Egipto es el poder Divino y el milagro de la festividad de
Pesaj.
El Salto Misericordioso
De acuerdo con el comentarista bíblico Rashi,
la palabra hebrea Pesaj, פסח , tiene
dos significados:
- Saltear o pasar por alto : Dios
salteó o brincó sobre las casas de los judíos en Egipto durante la plaga
de los primogénitos.
- Compasión : saltear las casa de los
judíos fue una gran expresión de la compasión de Dios.
En la Torá la palabra que se usa para
describir a una persona que “cojea” es pisaiaj, que comparte la
raíz con Pesaj, y en esto se basa la explicación de Rashi de
“saltear”. Esta especie de brinco que da la persona que cojea es considerado
una imperfección y excluye a un sacerdote de servir en el Templo Sagrado. De la
misma manera, un animal que es un pisaiaj es imperfecto y no
puede ser traído en ofrenda al Templo.
El Poder Transformador de Pesaj
En Ishaiahu 35:6 hay una hermosa imagen de la
futura redención:
“Y en esa época (cuando venga el Mashíaj)
el cojo brincará como un cabrito”.
A menudo observamos o experimentamos en la
vida cosas que parecen malas, pero la belleza de la creación que se encuentra
en la Torá, nos confiere el poder de transformar lo malo en bueno. Pesaj tiene
ese poder transformador; puede convertir la cojera en un salto verdaderamente
bello y libre. La visión del cojo que salta como un cabrito es una imagen
importante que debemos tener en mente en estos días y en especial en la semana
de Pesaj.
El Salto del Futuro
Nos referimos hasta ahora al salto que en
Egipto Dios dio sobre las casas de los judíos. Pero en el
Cantar de los Cantares (2:8) encontramos una clase diferente de salto:
“La voz de mi amado se acerca; salta sobre las
montañas y brinca sobre las colinas”.
De acuerdo con los sabios, las montañas
representan a los Patriarcas, y las colinas a las Matriarcas, por cuyo mérito y
poder, Dios salta sobre las montañas y las colinas y adentro de
nuestros corazones para traernos Su revelación.
La Clave para Penetrar en el Corazón
Las restricciones de Egipto son esas barreras
psicológicas impenetrables, que existen en cierto nivel en toda la humanidad, y
nos dejan cojeando a todos. Pero la Hashem siempre trae la cura antes de la
enfermedad, así encontramos que la Torá se refiere a “compasión”, con el
término jemlá ( חמלה ) que es una permutación de
la palabra majalá, מחלה , “enfermedad”. Cuando nos
acercamos al prójimo con compasión, un acto más profundo incluso que el abrazo
de amor, lo redimimos de sus barreras psicológicas. Su estado enfermizo de
cojera es así transformado en el brinco mesiánico del cabrito.
La energía transformadora de Pesaj es el poder
de romper todas las barreras psicológicas, y con compasión en nuestros
corazones brincar por el sendero que nos lleva hacia el corazón de Dios, de
nuestra esposa, de nuestra familia y amigos.
Transformando los Defectos en Milagros
El defecto que acompaña mayormente (6veces) a
la cojera en la Torá es la ceguera, por lo que estas dos condiciones son
interdependientes. El valor numérico de pisaiaj, “cojo”
es 148; el de ciego, iver, es 276;
sumando ambos 424, el valor numérico de Mashíaj ben David (Mashíaj
el hijo de David).
En efecto, el Mashíaj tiene inicialmente estos
dos defectos. También es descripto en la Torá como “leproso”, una enfermedad de
la piel. En hebreo piel, or ( עור ) tiene
las mismas letras que iver, “ciego”. Esta es una alusión a la
“piel” virtual que cubre los ojos del ciego y le impide ver. La llegada de la
Redención depende de la remoción de las barreras que se cierran a nuestros
ojos, para revelar los milagros que ocurren constantemente a nuestro alrededor.
En el momento de su arribo, el Mashíaj, con la ayuda de Dios, será redimido de
sus defectos, que se transformarán en los milagros de la redención final.
Pesaj: La Revelación de las Maravillas Divinas
En el libro de Mijá 7:15, Dios nos promete
“Más que en los días de la redención de Egipto, les mostraré maravillas
Divinas”. El poder de Pesaj es el potencial de transformar
nuestras limitaciones en maravillas Divinas. Que seamos merecedores de
acercarnos a los demás con verdadera compasión, y que en mérito de ella, quiera
Dios tener compasión por nosotros y transforme nuestra cojera y nuestra ceguera
física y espiritual en un brinco alegre del corazón y en un abrir de ojos para
revelar las maravillas de la llegada del Mashíaj.
LA SALIDA DE EGIPTO EN SHABAT
5 de Nisán 5772 - Kfar Jabad – ISRAEL – Marzo 2011
En la salida de Egipto, la acción más
importante de todas es el hecho mismo de la salida, Ietziáh, היציאה . Esta es la expresión que abre todo el proceso de la
redención: veotzeti etjem, והוצתי אתכם , veotzeti otjem, “y los saqué a ustedes”.
Este es el principio y la principal de las expresiones de la redención. HaShem
nos saca y nosotros salimos de Egipto [Mitzraim, “restricciones, pesares”].
LA SALIDA DE UN DOMINIO A OTRO DOMINIO
Meditemos sobre este asunto de acuerdo al significado halájico de
la acción de salir. Entre los 39 trabajos prohibidos en Shabat, se cuenta el
trabajo de amotzí mereshut lereshut, המוציא
מרשות לרשות , “sacar algo de un dominio a otro
dominio”. Por ejemplo, cuando uno saca un objeto de un dominio privado a un
dominio público, de una casa a la calle. Teóricamente, el hecho de sacar algo
no produce una modificación en el cuerpo del objeto mismo, como sí lo hacen el
resto de los trabajos prohibidos en Shabat, como cocinar, sembrar,
cortar, regar. De todas maneras se cuenta como un trabajo, tal cual, como todos
los demás, porque hay un significado en la ubicación del objeto.
Lo principal de la salida de Egipto es en esencia el pasaje de un dominio a
otro dominio. Del dominio de Egipto al dominio de HaKadosh Baruj Hu.
Al principio éramos esclavos del faraón y el quince de Nisán pasamos a ser
esclavos-sirvientes de HaKadosh Baruj Hu, como está escrito
en Tehilim: הללו עבדי ה' , Halelú ovdei Hashem,
“Alaben siervos de Havaiá”. Una salida que comienza en la noche
de Pesaj, cuando el faraón mismo envió al pueblo de Israel, como
está escrito: קומו צאו מתוך עמי , kumu tzeu mitoj
ami, “Levántense y salgan de en medio de mi pueblo”. Y se
completó esta salida al día siguiente, con la salida en la práctica como está
escrito: ''בעצם היום הזה יצאו כל
צבאות הי מארץ מצרים'' , veetzem haiom
hazé iatzú col tzivot Hashem meeretz Mitzraim, “y en medio
de este día salieron todas las huestes de HaShem de la tierra
de Egipto”. [n.t. Esta expresión Tzivot Hashem, “las huestes de
Dios”, es una expresión muy querida por nosotros porque todos los chicos
del Rebe, todos los jasidim, los chicos jasidim del Rebe,
y en general todos los chicos del mundo que dicen los versos y se compromete
con los preceptos, son llamados Tzivot Hashem, y es un movimiento
especial dentro de Jabad que reúne a los chicos.]
Si vemos esto en más detalle, la salida de Egipto es la salida de un “dominio
público” a un “dominio privado”. Por cuanto que “la casa de esclavitud” egipcia
que niega a Dios es el dominio público, “turei deperuda”, es el lugar
donde todo se disgrega, y cuando el pueblo sale de ahí, ingresa para ser el
pueblo de HaKadosh Baruj Hu, es ingresar al dominio privado,
como está escrito de HaKadosh Baruj Hu: Iejidó shel Olam,
“Él es el Uno del mundo”.
LA ALEGRÍA QUE HAY EN SALIR EN IOM TOV
He aquí, el trabajo de “sacar” es uno de los trabajos prohibidos en Shabat,
pero permitido en Iom Tov, [por ejemplo Pesaj es
un Iom Tov. Este año es muy especial porque este año Pesaj sucedió
justamente igual que aquélla vez en que salimos de Egipto, en Shabat. Como
está escrito: veetzem haiom hazé. Entonces al haber sido en Shabat tiene
las dos características. Por un lado es Iom Tov y
por el otro lado también es Shabat, entonces ¿cómo funciona esto de
las tareas prohibidas?]
Para entender un poco lo que es el trabajo en Iom Tov -en
los días de festividades-, el Rambam trae dentro de sus
leyes,] y vamos a decirlo en forma resumida: “Como es sabido, en Iom Tov está
permitido hacer trabajos que tengan que ver con ojel nefesh, אוכל
נפש , “alimento humano, como cocinar y
hornear. Pero de todas maneras, los sabios prohibieron realizar trabajos que se
pueden hacer en la víspera de la festividad si no hay pérdida, aunque sean
necesarios para la alimentación humana [como cosechar].
Sin embargo el trabajo de sacar no prohibieron los sabios, dice el Rambam “a
pesar de que todo acto de sacar es un trabajo que se puede hacer en la víspera
de Iom Tov. ¿Por qué no la prohibieron? Para poder
aumentar la alegría el día de la festividad, y lleva y trae todo lo que
quiera y cumple su deseo, velo ihié kemi sheiadav asurot, “no se
sentirá como quien tiene las manos encadenadas”. Al contrario del resto de los trabajos
que se pueden hacer el día anterior de Iom Tov, en que
uno tiene un trabajo, y un esfuerzo, y por eso s prohibió hacerlos en Shabat.
Se puede interpretar que sacar de un dominio a otro es una “alegría de Iom Tov”,
y así la salida de Egipto es lo principal de la festividad de Pesaj,
la alegría de que Hashem, bendito sea, nos sacó del dominio público
de los egipcios y nos ingresó dentro de Su dominio privado. En las expresión
del Rambam que leímos antes, hay una alusión a esto, en las
palabras “y no va a ser como aquel que tiene sus manos
encadenadas”, porque Egipto es una gran cárcel, donde las manos de todos
estaban encadenados, como es sabido, que ningún esclavo podía salir de allí. Y
la salida de Egipto es “completar el deseo” de HaKadosh Baruj Hu, que
es el objetivo de la creación del mundo.
Como esa tremenda alegría de la salida de Egipto de todo el pueblo de Israel,
también es la alegría de la salida de Egipto particular de
cada uno, cada día. Cada uno tiene sus sufrimientos particulares. Está el Mitzraim de
la klipá, [las cáscaras impuras] y es esclavo de una mentalidad, de
un comportamiento prohibido de acuerdo con la Torá que atan al hombre en una
prisión oscura. Y también está el Mitzraim de la santidad, de
lo sagrado, cuando hacemos todo de acuerdo con el “Shuljan Aruj”,
y aparentemente “todo está en orden”, y sin embargo también estamos confinados
a los límites de Meitzarim, [sufrimientos], una obstrucción
psicológica que no nos libera para despuntar y hacer lo que verdaderamente podemos
hacer, no nos deja completar, revelar y desarrollar todo ese potencial que
tenemos en nuestro interior; (desconocido hasta para nosotros mismos). Y ese es
el principal Egipto en nuestros días, que la persona no puede realizar, llevar
a la práctica toda esa fuerza Divina que mora en él, para poder hacer todo lo
que se pueda “Traer los días del Mashiaj” inmediatamente.
LA PROHIBICIÓN DE SACAR EN SHABAT
Este año, el primer día de Iom Tov de Pesaj,
el 15 de nisán, es Shabat, comienza el viernes a
la noche, y tenemos que meditar en el significado de la salida de Egipto en
conexión especialmente con el Shabat.
Vimos que el trabajo de “sacar” de un dominio a otro dominio está prohibido
en Shabat, y está permitido en Iom Tov. Entonces
hay que entender si sacar de un dominio a otro permitido en Iom Tov “para
que se aumente la alegría de la festividad”, ¿Cuál es el motivo interior de que
la salida está prohibida en Shabat?
La explicación es que el principal motivo del Iom Tov es
la alegría, en cambio el motivo principal del Shabat es
el placer, “oneg Shabat”. [El oneg, ענג ,que es la cualidad del keter, del pnimut haketer,
de Atik .] La alegría por naturaleza es la revelación hacia
afuera, y por lo tanto también “rompe las barreras”, y ese es el tema de las
festividades, en los cuales aumentamos la alegría, incluyendo la alegría del
cuerpo con la carne y el vino, y con la alegría del canto y el baile. La
palabra Jag, חג ,
festividad, de jug maagal, “girar en ronda”. Mientras que el placer
es una sensación más íntima, algo personal que no hace falta
revelar hacia afuera.
La prohibición de salir de un dominio a otro afecta a la alegría del Iom Tov,
pero no afecta a la sensación de placer interior de Shabat.
Dentro de ese placer sabático nos elevamos por encima de los limites y no
sentimos que “nuestras manos están encadenadas” a pesar de la limitación
exterior de transferir y sacar de dominio a dominio, porque el placer interior
nos confiere la pertenecía absoluta en toda situación al reshut haiajid,
ese dominio privado del Uno de HaKadosh Baruj Hu. Por eso en
el tratado de Shabat del Talmud, lo primero que
los jajamim estudian es la prohibición de la salida de un
dominio a otro dominio, que es lo que se llama “Ietziot hashabat”,
“el trabajo de sacar en Shabat”. ¿Por qué? Porque esta prohibición de sacar es
una novedad especial que nos enseña acerca de cuál es el motivo principal
del Shabat.
SALIMOS EN SHABAT SOBRE ALAS DE ÁGUILA
Ahora volvamos al calendario de este año, donde Pesaj cae en Shabat, y nos
preguntamos ¿HaKadosh Baruj Hu nos saca de Egipto también en
Shabat? A pesar que de acuerdo con las palabras de los sabios, jajamim,
la salida de Egipto fue en el día quinto de la semana, como está escrito que
los iehudim salieron en el día jamishi, חמישי , “quinto”. Esto es un alusión también a meshijí,
algo que tiene que ver con el Mashíaj, es jamishí, חמישי , es meshijí, משיחי , y también para alegría, simjá, שמחה .
Pero como en la noche del Seder de Pesaj,
experimentamos y revivimos de nuevo la salida de Egipto, tenemos que encontrar
un “permiso halájico” para HaKadosh Baruj Hu para que nos
saque de Egipto en ese día de Shabat, una salida de un dominio a
otro, también ¡cuando Pesaj cae en Shabat!
Aquí viene en nuestra ayuda otra halajá que dice que “en Shabat está
permitido sacar de un dominio a otro dominio por encima de diez tefajim” (y
en condiciones detalladas en la halajá), por cuanto que el dominio público no
se “aplica” sino por debajo de los 10 tefajim.
Se puede ver la salida de Egipto desde el horizonte. Salimos de Egipto y vamos
directamente hasta el Iam Suf, el mar Rojo, hacia el monte
Sinaí y al final a la tierra de Israel. Pero podemos mirar la salida de Egipto
como una salida desde abajo hacia arriba. Para poder salir de Mitzraim
HaKadosh Baruj Hu nos elevó por encima de la existencia,
de la simple realidad y nos pasó como si fuera por “correo aéreo”
directamente a Su dominio privado, como explica HaKadosh Baruj Hu mismo
cuando nos sacó de Egipto, “Atem reitem asher asiti lemitzraim vaesá etjem
al canfei nesharim veabi etjem elai”, “Y los saqué sobre alas de
águila y los traje a Mí”. Así podemos “esquivamos” esa prohibición de salir de
un dominio a dominio.
Una salida de Egipto como esta es una salida “sabática”, donde se siente el
placer interior, una visión límpida desde el aire sin ninguna fricción inútil.
Y esa es la salida de Egipto que experimentamos en especial este año, y con la
ayuda de Dios tendremos el mérito que esta salida se conecte con la redención
verdadera y completa con la llegada del rey Mashíaj, sobre el cual
está dicho que va a venir “sobre nubes del cielo”, pronto en nuestros días,
amen.
UNA HISTORIA DE INSPIRACIÓN
UN SEDER DIFERENTE
Era la media tarde de Erev Pesaj, el viernes,
04 de abril de 1958, a pocas horas de que comience oficialmente la festividad.
Un grupo de chicos de la ieshivá de Jabad en Brooklyn había terminado de
hornear la última matzá de Pesaj. El Rebe de Lubavitch acostumbraba a dar un
matzá horneada hecha a mano a las personas como un regalo espiritual en estas
últimas horas. El Rebe se quedaba de pie todo el tiempo, saludando a la gente y
entregarles matzá. La obra mística judía el Zohar, explica que la matzá
es el "pan de la fe", y simplemente comerla alimenta el alma.
El Rebe les daba matzá primero a las personas que tenían que viajar muy lejos,
ya que viajar en un coche o en metro no está permitido en Shabat y las fiestas
judías. Yo [Shlomo Cunin] tenía 16 años y tenía que llegar a casa en la 167 y
la avenida Jerome en el Bronx, que estaba bastante lejos. Cuando me acerqué al
Rebe, me entregó matzá y me preguntó si podía llevar algunas a una determinada
familia. Idealmente, me habría tomado un taxi desde la estación de metro,
pedido al conductor que me espere, entregaría la matzá y llegaría a casa a
tiempo para nuestro seder familiar.
Pero la vida raramente es ideal, ya era demasiado tarde para tomar un taxi.
Finalmente encontré la dirección, que resultó ser un complejo habitacional.
Llamé a la puerta y salió un hombre sin camisa, tatuajes y una gran barriga.
-"¿Qué es eso?" me espetó. (Es el protocolo acostumbrado que en Bronx
se salude así a la gente.) "Perdone, ¿es usted el señor Fulano de
Tal?" Le pregunté. "Sí," dijo.
Noté la hogaza de pan de centeno en la mesa, definitivamente un alimento no
tradicional del Seder. Le dije: "El Rebe me envió."
"¿El Rebe? Oh, por favor entra" dijo. La cocina pequeña contenía sólo
una pequeña mesa, algunas sillas y un plato caliente. Yo no entendía lo que
estaba haciendo allí, entregando matzá a una familia que no estaba celebrando
Pesaj. Entonces pensé, tal vez por eso exactamente estaba allí.
Le pregunté al hombre si le gustaría tener un Seder. Estuvo de acuerdo y llamó
a su esposa para que venga. Ella entró, visiblemente embarazada, con dos
hermosas niñas de tal vez cinco o seis años detrás. Ambas chicas eran ciegas.
Limpiamos la mesa, puse un sombrero en la cabeza del hombre y le dije:
"De
acuerdo, ¡vamos a tener un Seder!"
Traté de recordar las bendiciones en el orden correcto, pero era difícil sin
una Hagadá.
Comimos la matzá y utilizamos agua y vasos de papel para recordar las cuatro
copas de vino. Traté de pensar en lo que el Rebe haría si estuviera aquí. Miré
a las niñas y a su madre, a punto de tener otro hijo, y comencé a contarles
algunas cosas que había aprendido del Rebe.
Les dije que tenemos que tener fe. En esta noche, Dios liberó a nuestros
antepasados de la esclavitud, y Él nos libera a nosotros también. El esposo y
la esposa parecían estar pendientes de cada palabra, como si se estuvieran
alimentando con sólo escuchar.
Yo les dije que en Pesaj, viajamos desde nuestro Egipto personal hacia la
libertad, y que Di-s no pone sobre nuestros hombros más de lo que uno puede
llevar. Una vez que sabes eso y lo crees, ya estás liberado. Cantamos canciones
con los niños y el tiempo voló.
A la 1:00 am, la mujer puso a las chicas a la cama y ya era hora de irme, pero
yo tenía que preguntarle al hombre cómo conocía al Rebe. Resultó que era un
curtidor de cuero y estaba familiarizado con un rabino que trabajaba en otra
sección de la planta de carne.
Hacía varios meses, la esposa del hombre había quedado embarazada. Como había
una gran posibilidad de que este niño también fuera ciego de nacimiento, su
médico le recomendó un aborto. El hombre estaba muy deprimido y no sabía qué
hacer. Así que le preguntó este rabino, quien le sugirió que escribiera una
carta al Rebe de Lubavitch. El Rebe le respondió, diciendo que debían tener fe
en Dios y tener el niño.
Cuando estaba a punto de irme, el hombre me dijo:
"Sabes, mi esposa y yo no estábamos
seguros de ello. ¿Cómo se supone que vamos a tener fe? ¿Cómo se supone que
vamos a olvidar lo que es tener un hijo ciego y tener esperanzas? No pensábamos
que fuera posible. Pero esta noche, al oír acerca de la fe y de cómo Di-s nos
da la fuerza para superar nuestro Egipto personal, bueno, ahora lo
entendemos."
Así ella llevó a término su embarazo y dio a luz un hijo, que nació
perfectamente sano. Con el tiempo, he perdido contacto con esta familia, pero
años más tarde me enteré de que las hijas se habían casado y que cada una tenía
varios hijos, todos los videntes.
Describir realmente el amor del Rebe por cientos de miles de judíos y no judíos
de todo el mundo, sería imposible. Lo mejor que puedo hacer es escribir acerca
de una familia pobre en el Bronx, que vive en un complejo de viviendas para
ciegos. Y cómo el Rebe envió fe a domicilio directamente a su puerta.
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~
Fuente: Adaptado por Ierajmiel Tiles, de Lchaimweekly.org (# 765).
Nota
biográfica:
El Rabino Baruj Shlomo E. Cunin ha sido el Sheliaj principal (emisario) del
Rebe de Lubavitch y director de Jabad Lubavitch en la costa oeste desde 1966.
Este artículo fue publicado originalmente en la revista Farbrengen.
SÉPTIMO DÍA DE PESAJ:
REMEDIOS PARA LAS
ENFERMEDADES MENTALES
Los días
sagrados traen consigo remedios para la enfermedad mental:
El primer
día de Pesaj salimos de Egipto (Mitzraim, que también significa
"restricción"). Esta es la liberación de la claustrofobia, el miedo a
los lugares estrechos y contraídos. En el primer día de la liberación de Egipto
aún temíamos a los egipcios que nos perseguían, y solo en el séptimo día de
Pesaj fuimos sanados de este temor cuando los egipcios se ahogaron en el
mar. Esto es de la liberación de la paranoia. (Es posible ser paranoico incluso
cuando uno realmente está siendo perseguido).
El reposo,
en pocas palabras: la festividad de Shavuot rectifica la ansiedad. El
enorme temor en el Monte Sinaí alivia los miedos más bajos.
La
coronación de Di-s en Rosh Hashaná es la rectificación de la
megalomanía.
El
arrepentimiento, particularmente en la hatarat nedarim (la
anulación de las promesas) en Iom Kipur, es la rectificación de la
obsesión.
Sucot es la rectificación de la depresión
maníaca, el movimiento entre la alegría extrema y la tristeza extrema, porque
Sucot es "el tiempo de nuestra alegría". Tiene un enfoque
rectificador de la tristeza (en la atmósfera de arrepentimiento y el Rollo de Cohelet-Eclesiastes
que leemos en Sucot).
Purim rectifica la esquizofrenia, un
desorden donde nuestra mente se nos escapa, que rectificamos con "hasta
que uno no sepa la diferencia entre maldito es Amán y bendito es Mordejai"
y con la derrota absoluta del mal.
Janucá es salvarnos de la cultura griega
antigua, la salvación de ser irreparablemente normal
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