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sábado, 27 de enero de 2024

5784 ITRÓ

 BS"D

ITRÓ     יִתְרוֹ

Éxodo 18:1 - 20:23       Haftara: Isaias 6:1-13



MATERIAL DE ESTUDIO

 DE GAL EINAI

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Y un Mensaje de Torat HaNefesh

 

¡Hola a todos!,

 

Hemos estado en esta guerra durante más de 3 meses y una de las mayores dificultades es lidiar con las emociones y pensamientos que a menudo nos abruman.

Nos hacen sentir que los problemas son más grandes de lo que somos capaces de resistir y que no podremos arreglarnos solos.

La forma de afrontar esta sensación de “falta de control” se encuentra en la parashá de esta semana Itró en el versículo: “No hay ningún recipiente para recibir la bendición para Israel sino la Paz -shalom”.

¿Qué tiene que ver la paz con todo esto?

Cuando hacemos las paces y creamos una conexión real con nosotros mismos, con nuestras relaciones y en especial con nuestras parejas, entonces también cuando estemos abrumados habrá alguien con el cual uno pueda conversar y compartir nuestros sentimientos.

En el Midrash de nuestra parashat Itró se explica que el significado del versículo “Recuerden el día de Shabat para santificarlo”, es recordar la promesa hecha por Dios de que Shabat fue el único día de la Creación que quedó sin su “pareja”, ya que recién en el futuro iba a tener su pareja con la creación del Pueblo de Israel.

¿Por qué Shabat necesita una pareja? Porque un día bendito y una bendición es un flujo de abundancia Divina que llega a un recipiente y se desborda, por lo tanto, es necesario que haya una “pareja” que la pueda recibir y absorber.

Entonces entendemos por qué el socio requerido para Shabat es precisamente el pueblo de Israel, del cual está dicho “en Su pensamiento precedió al mundo” y por lo tanto también puede contener abundancia infinita.

Pero, ¿Quién quitará de nosotros la carga de encima cuando nuestro “recipiente”, y nuestra capacidad de absorción ya no soporte el peso de la carga?

Aquí es cuando viene la Paz – Shalom.

Nuestra tarea es crear una conexión verdadera y profunda de tal manera que sea un “recipiente capaz de sostener la bendición”, que pueda contener todas las energías, tanto positivas como negativas, incluso cuando mis capacidades solas no podrían contenerlas.

Aprendamos a ser un recipiente de contención, de él a ella y de ella a él.

 

Escuela de Psicología Jasídica




RESPETA A TU PADRE Y A TU MADRE

 Cabed et avija veimeja

כַּבֵּד אֶת אָבִיךְ וְאִמֶּךָ

 

¡Hola niños!

¡En Shabat, todos nos pondremos de pie mientras leemos la Torá en el momento que escuchamos del lector ¡los Diez Mandamientos!

Supongamos que a medida que se acerca tu cumpleaños, un compañero de clase, que también es miembro del comité estudiantil, se acerca a ti y te pregunta cuál es tu preferencia para el regalo en común de la clase - "Tienes dos o tres opciones para ofrecer". Tiene sentido que esas opciones que presentes sean las que más importantes para ti. Por supuesto, también podría completar una lista de veinte opciones - pero si solo se asignaran dos o tres, elegiría las cosas que son más queridas para mi corazón.

Continúen con mi línea de pensamiento: En la Torá se nos ordena en los 613 mandamientos, tariag mitzvot, cada uno de los cuales expresa la Voluntad de Dios. Sin embargo, en la exaltada ocasión de la entrega de la Torá, cuando Hashem Itbaraj Se revela con voces y relámpagos frente a toda el pueblo, Él elige pronunciar solo diez mandamientos para nosotros. Esto me dice que esas diez cosas que ocuparon su lugar en la parte superior de la lista tienen un estatus único. El resto de las 613 mitzvot en realidad se "pliegan" dentro de ellas.

Entre ellas, la mitzvá que quería que analizásemos esta vez es la mitzvá de Honrar de los Padres, mitzvat kivud horim, מִצְוַת כִּבּוּד הוֹרִים, que fue elegida en el quinto lugar entre las diez primeros.

Gratitud

¿Alguna vez has intentado despertarte en medio de la noche, a las 2:47? Creo que solo conozco esta hora en la noche en vela de Shavuot u Hoshana Rabá. Para mantenerme despierto a esa hora, tengo que tomar café solo (de todos modos, ¡¿desde cuándo los niños beben bebidas amargas como esta?) y ocuparme de todo tipo de patentes diferentes y cambiantes. Pero, ¿despertarse a esta hora y levantarse de la cama caliente? Es una operación única.

No hay una cantidad recordada, pero la madre de todos y cada uno de nosotros hizo esta acción no una ni dos veces. Docenas de veces, si no cientos, en el primer período de nuestras vidas, y estoy hablando a veces de un año entero, ella se levanta todas las noches al menos dos veces para amamantarnos, y no es que por la mañana ella se desentienda ... ¿Qué pasa con el cambio de pañales, lavar la ropa, cocinar y la limpieza? Dimos todo esto por sentado. Obviamente, es así. Así que recordemos: para el "así son las cosas" alguien aquí trabajó duro y se esforzó, así que está claro que merece gratitud.

De hecho, de mi mamá y mi papá obtuve lo mejor que pude haber obtenido: ¡mi vida! Después de todo, sin ellos nunca habría venido al mundo. Aparte de esto, desde el momento en que nací hasta el día de hoy, no descansan ni un momento, e invierten toda su energía para hacerme lo mejor posible. Esto podemos olvidarlo. Precisamente porque es tan evidente, se convierte en algo sencillo a nuestros ojos, como una hoja que se mueve en el viento. Nos concentramos principalmente en lo que estamos viviendo, aquí y ahora.

La mitzvá de honrar a los padres nos la dicta el sentido común: Los padres y su inversión en su hijo no es algo liviano que se evapora. Es pesado y serio. El gran peso que debemos darle a la dedicación de los padres es la mitzvá del respeto de los padres. Quien sabe agradecer a los padres, también sabrá agradecer a quien dijo y fue el mundo – Hashem Itbaraj.

La cadena de la Torá

¿Quién dijo que hay que lavarse las manos por la mañana? Obviamente así está escrito en todos los libros de halajá. Pero espera un momento, ¿a qué edad aprendí a leer? La mayoría de los niños hacen esto hasta los seis o siete años, y hay quienes lo hacen uno o dos años antes, pero un niño de tres años también hace netilat iadaim por la mañana. ¿Cómo lo sabe? ¿Quién le enseñó? ¿Y cómo sé que recibimos la Torá en el Monte Sinaí? Por supuesto, todo esto lo aprendemos de nuestros padres.

Recibimos la Torá en el Sinaí y desde entonces se ha transmitido de boca en boca, de padres a hijos, de generación en generación. No sólo la Torá oral pasa por este camino, sino también la Torá escrita. Evidentemente, ¿Quién me dijo que el libro más sagrado del mundo es la Torá? ¿Quién deseaba que cada momento libre que tuviera lo usara para reflexionar sobre ello? Mi padre, el que sudaba mientras me montaba sobre sus hombros en las hakafot de Simjat Torá, Y mi madre, quien me proporcionó motivación con una bolsa abundante de caramelos.

Es cierto que, a una edad más avanzada, en el Talmud Torá o en la escuela y más tarde en la ieshivá, aprendemos Torá principalmente de nuestros rabinos, quienes también aprendieron de sus rabinos, pero el papel de los padres en la transferencia de la Torá es insustituible. Con la ayuda de Di-s, cuando crezca me casaré, y con los niños que me nacerán, continuaré la cadena y también les transmitiré el mismo mensaje. De hecho, nuestros padres son nuestros rabinos a esta edad, por lo que la cadena de transmisión de la Torá de generación en generación pasa a través de vosotros. El respeto a los padres tiene la intención de dar peso e importancia a su papel en la transmisión de la Torá.

El tercer socio

Más allá de la Torá y las mitzvot que los padres se esmeran en inculcarnos a nosotros, los hijos, hacen otra cosa muy importante, a la que ni siquiera ellos siempre prestan atención. Uno de los eventos más emotivos que conozco es la posición de la jupá al comienzo de cada boda. Se puede sentir realmente una tensión eléctrica en el aire, especialmente en el momento en que se detiene la interpretación de “Arba Bavot” y se hace el silencio en toda la extensión de la celebración. Esta tensión y emoción apuntan a algo muy misterioso. ¿qué es? "El tercer socio".

En cada encuentro nupcial entre el novio y la novia envuelve la Shejiná. Hashem Itbaraj toma el papel de casamentero y los conecta. Para nosotros los hijos, los padres sirven de ejemplo vivo para que Hashem Itbaraj, dispuesto a inspirar Su Shejiná dentro de nosotros. Una pareja que se casa seguirá teniendo hijos, que crecerán y también tendrán hijos, y así hasta el infinito. ¿Cómo es posible que un hombre limitado realice una acción infinita, que nunca termina? Este es el poder infinito del "tercer socio": ¡Hashem Itbaraj!

De acuerdo con esta explicación, la mitzvá de honrar a los padres tiene un nuevo sabor: la honra paternal es en realidad la honra a Dios. Cuando trato a mis padres, padre o madre con respeto, invito a Dios a que venga y habite en nuestra familia.

"Sobre tres cosas se sostiene el mundo..."¿Quién no conoce el comienzo de Pirkei Avot? Estos son los tres pilares sobre los que se asienta el mundo. Gratitud a los padres pertenecientes a las buenas acciones, gmilut jasadim; El papel de los padres en la transmisión de la Torá pertenece, por supuesto, al pilar de la Torá, amud haTorá; el ejemplo de vida que los padres nos sirven para inspirar la presencia Divina pertenece al pilar del servicio a Hashem, avodat Hashem, del iehudí, quien se pone de pie y se derrama en oración ante Dios.

 

¡Que tengamos el mérito de honrar a los padres e inspirados por la presencia Divina dentro de nosotros!

¡Shabat Shalom y bendiciones!



Parashat Itró:

UNIDOS FRENTE AL MONTE SINÁI

 

Frente a la montaña

La parashá Ytró describe la entrega de la Torá en el monte Sinaí. Cuando el pueblo judío llegó ante el Monte Sinaí, la Torá dice: [Éxodo 19:1-2]

Al tercer mes de su éxodo de la tierra de Egipto, en este día, llegaron al desierto del Sinaí. viajaron desde Refidim, entraron al desierto del Sinaí, acamparon en el desierto; Israel acampó allí frente a la montaña.

 

En la frase final, "Israel acampó allí frente a la montaña", la Torá usa la forma singular del verbo "acampar", vaiján (וַיִּחַן), aunque unas pocas palabras antes usaron la forma plural más natural, "acamparon", vaiajanu (וַיַּחֲנוּ). Los sabios explican que, a diferencia de todos sus otros campamentos, esta vez el pueblo judío estaba unido como un solo individuo con un solo corazón (es decir, un propósito singular). Por esta razón, esta frase siempre se cita como símbolo de la unidad judía.[1]

La raíz de dos letras del verbo "acampar" es חן, que en hebreo significa “gracia”, jen (חֵן). Esta palabra también significa "simetría". En una figura simétrica, los dos lados están uno frente al otro.

Egipto Unido

La unidad que experimentó el pueblo frente a la montaña en la que se entregaría la Torá vino a rectificar una situación similar en la que se enfrentaban a los egipcios en el mar. Allí, la Torá también utiliza el singular, “Y he aquí, Egipto los perseguía…” No “los egipcios”, sino “Egipto”, lo que indica que los egipcios también, en su intento de capturar al pueblo judío, estaban unidos como un solo individuo con un solo corazón. En el Talmud, los sabios nos enseñan que “la reunión (unidad) de los malvados es mala para ellos y terrible para el resto del mundo, mientras que la reunión de los justos (tzadikim) es beneficiosa para ellos y un beneficio para todo el mundo.”

Mente y corazón

¿Cómo podemos diferenciar entre la unidad de los malvados y la unidad de los justos? Respecto a los malvados, está dicho que su unidad es “con un solo corazón, como un solo hombre”. El corazón precede al hombre, es decir, la mente, el intelecto. Los malvados se unen para seguir su corazón, para lograr lo que su corazón desea. El corazón es la morada natural del alma animal y de todos sus anhelos (como se explica en Tania). Pero, acerca de la unidad de los justos, dice que se reúnen, “como un solo hombre, con un solo corazón”. Su mente, su intelecto y alma Divina, precede y guía su corazón, sus inclinaciones naturales.

Además, los egipcios - que representaban a los malvados - lograron la unidad durante su impulsiva persecución del pueblo judío. El pueblo judío - que representa a los justos - alcanzó un estado de unidad cuando se encontraba en un período de descanso apacible en su campamento (después de haber regresado a Dios en sus corazones, como explica Rashi en su comentario al verso anterior). El campamento, que vimos antes, proviene de la raíz de dos letras que significa “gracia” o “favor” (חֵן) da a entender que la unidad de los justos se basa en que favorezcan mutuamente. En otras palabras, simplemente disfrutan el uno del otro y de su compañía. Pero los malvados no pueden unirse sin un impulso que les conduzca a lograr alguna meta. Incluso cuando avanzan juntos, no sienten amor el uno por el otro.

Del reposo al movimiento

Aun así, una vez que los justos han logrado la unidad en su reposado estado de “campamento” (וַיִּחַן), tienen que comenzar a moverse y perseguir una meta juntos. Las dos letras de la raíz de dos letras de "acampar" (חֵן) son las iniciales de estas dos palabras, "campamento" (חַנַיָה) y "movimiento", nesiá (נְסִיעָה). También son las iniciales de las dos raíces de las palabras jasid (חָסִיד) y mitnagued (מִתְנַגֵד), el discípulo del Ba’al Shem Tov y el judío que todavía se opone (en cualquier medida) al camino del Ba’al Shem Tov. Por lo tanto, estos dos están destinados a encontrar favor, a encontrar gracia a los ojos del otro.

Análisis matemático

Veamos algunas guematriot respecto a esta notable última frase.

La frase completa que describe el campamento ante el monte Sinaí dice: “Israel acampó allí, frente a la montaña” (וַיִּחַן שָׁם יִשְׂרָאֵל נֶגֶד הָהָר). La guematria de estas palabras es 1222, o dos veces 611, la guematria de u “Torá” (תוֹרָה), lo que implica la unificación de la Torá escrita con la Torá oral. 1222 es también el producto de 26 y 47, o Havaia (י־הוה) y Havaia Ekié (י־הוה א־היה), una hermosa unificación de estos dos Nombres de Dios.

Las dos primeras palabras, “acampado allí” (וַיִּחַן שָׁם) es igual a 414 o el doble del valor de “luz”, (אוֹר), 207. 414 es también, por tanto, el valor de “la luz infinita”, or ein sof (אוֹר אֵין סוֹף), ya que “luz” (אוֹר) es igual a “el infinito” (אֵין סוֹף). Es también el valor de la frase “fuente de vida”, makor jaim (מְקוֹר חַיִים) y la palabra “Y amarás” (וְאָהַבְתָּ), con las que comienza el primer párrafo del Shemá.[2]

Sólo las palabras, “frente a la montaña”, negued haHar (נֶגֶד הָהָר) son igual a 267, o “carroza”, merkabá (מֶרְכָּבָה), aludiendo al secreto de la Carroza Divina.

Juntos 414 y 267 (וַיִּחַן שָׁם נֶגֶד הָהָר) son igual a 681, o 3 veces “bendición”, berajá (בְּרָכָה), en alusión a la triple bendición de la Torá, la Bendición Sacerdotal. Además, 681 es el valor del “soplido de trompeta [o shofar]”, teruá (תְרוּעָה), inherente al cual es el poder de unificación - el sonido del shofar y la trompeta hace que nuestro apego a lo material y mundano se haga añicos, como en el versículo: “Tocad la trompeta por Havaiá, por toda la tierra.”

Finalmente, la guematria de la primera, media y última letra de la frase “Israel acampó allí, de cara a la montaña” (וַיִּחַן שָׁם יִשְׂרָאֵל נֶגֶד הָהָר) es 406, o 28 (léase: el triángulo de 28, la suma de números enteros desde el 1 al 28). 406 es también 7 veces “gracia” (חן), en alusión a los 7 tipos de tzadikim que acogerán a la Presencia Divina.[3]

 

(basado en la conferencia dada el 11 de Shevat de 5769)

 

[1] Véase nuestro artículo Liderazgo: del Amor a la Unidad (anexo1)

[2] Véase nuestro artículo: AMOR Y TEMOR: Un Estudio de Guematria Intermedia (anexo 2)

[3] Véase Vaikrá Rabá 30:2


 LIDERAZGO: DEL AMOR A LA UNIDAD 

Cierto jasid dijo una vez que escuchó de boca de Rab Dunin, de bendita memoria, un Jabadnik famoso en Eretz Israel (la Tierra de Israel), que por mucho tiempo creyó que la meta de todo judío era el Ahavat Israel, el amor por cada judío. Pero, cuando pasó el tiempo –sin que nada indique que se hallara envuelto un proceso psicológico de maduración– entendió que la meta es alcanzar Ajdut Israel (la Unión de Israel) y que Ahavat Israel es solo el medio para alcanzar esta meta final. Permitámonos expandir este punto.

Existe una gran diferencia entre ambos conceptos. Todos estamos obligados a cumplir la mitzvá de Ahavat Israel y, como dice el Alter Rebe en el Tania[1] “Tanto si uno tiene éxito o no en acercar a una persona a la Torá y a servir a Dios, aun tiene el mérito de amar a su prójimo judío". Pero cuando llega al Ajdut Israel, la unión del pueblo judío, tiene que haber un punto primordial, un punto central alrededor del cual gira todo. En otras palabras, la unidad puede ser alcanzada sólo cuando existe alguna luz, alguna idea acerca de qué gente está unida.

Meditando sobre el monoteísmo

Esto lo vemos en la forma en que se entiende la palabra "uno" (אֶחָד), la palabra final y la meta del Shemá, la aseveración esencial de la fe judía. Se da por entendido que las letras de esta palabra aluden a la unidad de Dios: que Él es uno, esto constituye la primera letra א cuyo valor es 1; en los siete firmamentos y la tierra, constituye la segunda letra, ח , cuyo valor es 8; y que Él es uno en los 4 puntos cardinales, constituye la cuarta letra y final, ד , cuyo valor es 4. Incluso el estado de unidad más global y absoluto que es la unicidad de Dios, aún para que esto nos capture, debemos llenarlo con algo de contenido.

Una lección acerca al amor de Abraham

Lo que queremos explicar es que el amor simplemente no es suficiente. Observemos por ejemplo a Abraham. Sabemos que dedicó su vida a difundir el monoteísmo – la fe en la unidad, que Dios es uno. Para esto abrió su tienda a todo viajero, lo que constituye un tremendo amor por la humanidad sin ninguna medida. En realidad, la conducta de Abraham es el mayor ejemplo del amor por el hombre que jamás se haya visto. Daba a los viajantes todo lo que pudiese necesitar, comida, una cama para descansar, incluso dinero para el viaje.

Pero había un propósito para todo esto. Al final de la comida, Abraham pedía a sus huéspedes que bendigan al Todopoderoso, y si su invitado se rehusaba, por la razón que fuere, Abraham se comportaba contra su propia naturaleza amorosa diciendo "Si tú no bendices al Dios único, la fuente de todo lo que recibiste, deberás pagarme por mi hospitalidad". Esto es buscar la unidad; así es como Abraham trabajaba en pos de la unidad humana bajo la fe en un sólo Dios.

Esto es lo que separaba a aquellos que veían a Abraham simplemente como individuo amable y caritativo, y aquellos que querían bendecir a Dios, juntarse a él, y uniéndose a él en derredor del punto focal central de la unicidad de Dios. Estos más tarde se transformarían en conversos, que la Torá los describe como "la almas que ellos [Abraham y Sará] hicieron en Jarán". Ciertamente el mensaje es claro. El punto inicial es el amor, pero la meta es alcanzar la unidad, basada en una fe rectificada.

La Unidad Judía Requiere un Rey

Ahora, yendo un paso adelante, no es suficiente solo tener alguna idea o algún contenido como punto focal. Para lograr la unidad verdaderamente debe haber alguien que establezca el contenido que servirá como punto focal. En otras palabras, es necesario un rey. En la tercera parte de su Guía de los Perplejos, Maimónides trata acerca de las varias razones lógicas que hay detrás de las mitzvot de la Torá. Se ocupa del motivo de que la Torá no establece explícitamente que el Templo Sagrado deba ser construido en el Monte Moriá, aunque su ubicación era bien conocida por Moshé Rabeinu y los otros líderes de otras generaciones, como el lugar donde Abraham llevó a Itzjak para ser sacrificado.

Escribe que la razón más fuerte para dejar implícita la ubicación en el Pentateuco era prevenir que las tribus discutieran y se dividieran por la posesión del Monte Moriá. Consecuentemente, escribe Maimónides, "la orden de construir el Templo Sagrado está condicionada a que primero designen un rey, así el poder estaría en manos de un sólo individuo y de esa manera no habría guerra entre hermanos, como cuando fue establecido el sacerdocio[2]". Maimónides dice que sólo gracias al rey puede haber unidad y paz entre los judíos. Esto puede sonar como algo simple y obvio, pero aparentemente hay que ser un gran filósofo como Maimónides para establecerlo.

Las democracias pueden ser amorosas y pluralistas, pero la unidad necesita designar un rey. Al observar estas dos palabras, “amor” (אהבהahavá) y unidad (אחדותajdut) numéricamente, hallaremos que su promedio es 216, el valor de "miedo" o "temor" ( יראהirá). Podemos interpretar esto como que el común denominador del amor y la unidad es el temor. Cuando al Torá nos ordena nombrar un rey, estipula que el rey debe ser tratado de tal manera que tengamos temor y miedo de él. Aun así, como exploraremos en un próximo artículo, el rey está capacitado para producir el mensaje unificador para el pueblo judío sólo debido a su propio tremendo amor por cada judío. Analizaremos este tema más adelante en un próximo artículo.

Democracia en Israel

El sistema político que adoptó el moderno estado de Israel es la democracia, y esta es la razón por la que todo se desmorona y absolutamente no hay unidad, porque al final no hay un rey ni liderazgo, y consecuentemente no hay un contenido real en el que todos podamos concentrarnos y unificarnos en torno suyo. El Baal Shem Tov dice muy severamente que cada comunidad debe nombrar un líder, alguien que los conduzca. Y si no lo hace, entonces Dios libre, el samej mem (la inclinación al mal) mismo se convierte en su cabeza.

En definitiva, el amor y la unidad deben venir en juntos. Esto es similar a la unificación que experimenta la persona cuando estudia Torá, en donde la Torá lo rodea y lo llena al mismo tiempo[3]. Amor es el medio ambiente, la atmósfera que nos envuelve. La gente naturalmente se dirige y es atraída por una atmósfera de amor. Y entonces esas mismas personas están unidas cuando encuentran el punto focal alrededor del cual pueden unirse.

De esta manera, podemos decir también que el amor es como todos los preceptos (incluyendo el estudio de la Torá). Todas las mitzvot están descriptas en la Cabalá como una luz abarcadora. Pero, la unidad es como entender verdaderamente la dimensión interior de la Torá, encontrar el punto central en derredor del cual todos podemos unirnos.  

(Basado en un farbrengen efectuado en Shabbat, Rosh Jodesh Shevat, 5767 – Ramat Aviv) 



[1] Capítulo 32

[2] Guía para los Perplejos III: 45

[3] Véase Tania, capítulo 5



AMOR Y TEMOR: Un Estudio de Guematria Intermedia 

Los Números Figurativos

Uno de los conceptos más importantes en guematria es el de los números figurativos. Cada número entero tiene una o más figuras geométricas característica que nos permite darles una visualización formal. Por ejemplo, la serie de los números cuadrados: 12 = 1, 22 = 4, 32 = 9, … pueden ser dibujados como cuadrados de 1 punto, 4 puntos, 9 puntos, etc., como vemos a continuación:  


Lo mismo es cierto para la serie de los números triangulares: 1, 3, 6, 10, … donde cada número de la serie es una suma de enteros. 1 es por supuesto la suma de 1; 3 es la suma de 1 y 2; 6 es la suma de 1, 2 y 3; 10 es la suma de 1, 2, 3 y 4 y así en adelante. Los números triangulares se pueden visualizar de la siguiente manera:


 

Obviamente hay muchas otras figuras regulares que pueden ser utilizadas para bosquejar visualmente los números enteros. Cada figura regular tiene su significado místico en Cabalá, pero este tema está más allá del objetivo de este artículo. Utilizando las figuras geométricas para graficar los números enteros también crea un sistema de correspondencias entre números que normalmente no están relacionados aparentemente. Por ejemplo, todos los números triangulares son congruentes entre sí.

La mentalidad y el método de análisis cabalístico está basado en encontrar correspondencias entre las cosas. Utilizando los números figurativos podemos encontrar relaciones entre las palabras y los versos basados en su representación geométrica. Este artículo, que discute la relación entre los dos pasajes más importantes de la Torá, está basado exactamente en ese análisis utilizando los números figurativos.

Dibujando los Versos

Los dos pasajes más importantes de la Torá son los Diez Mandamientos que se recibieron en el monte Sinai y el Shemá, donde se establece la creencia fundamental del judaísmo que es la creencia en la unicidad de Dios. Los primeros dos mandamientos "Yo soy Dios, tu Dios…" y "No tendrás dioses extraños ante Mi", los escuchamos directamente de la “Boca del Poder”, directamente del Todopoderoso (Talmud Bavli, Makot 24a)

Los Diez Mandamientos aparecen dos veces en la Torá, la primera en la parashá Itró (Éxodo 20:2-14) y luego en la porción Vaetjanán (Deuteronomio 5:6-18). Los primeros dos versículos en las dos versiones son exactamente iguales, letra por letra (la primera diferencia aparece en el tercer tercero). En estos dos versos hay exactamente 64 o 82 letras:

אָנֹכִי י־הוה אֱ־לֹהֶיךָ אֲשֶׁר הוֹצֵאתִיךָ מֵאֶרֶץ מִצְרַיִם מִבֵּית עֲבָדִים. לֹא־יִהְיֶה לְךָ אֱ־לֹהִים אֲחֵרִים עַל־פָּנָי.

Anojí Havaiá Elokeja asher hotzitija meeretz Mitzraim mibeit avadim.

Lo ihié lejá Elokim ajerim al panai

Es interesante notar que el mismo fenómeno puede ser encontrado en la porción del Shemá, (que aparece en la Torá en la continuación de Vaetjanán, (Deuteronomio 6:4-9), con la "Shejiná ["la Divina Presencia"] hablando por la boca de Moisés" [Zohar III, 232]). En los primeros dos versos, "Oye, Oh Israel…" y "Y amarás a Dios, tu Dios…" también hay 64 o 82 letras:

שְׁמַע יִשְׂרָאֵל י־הוה אֱ־לֹהֵינוּ י־הוה אֶחָד. וְאָהַבְתָּ אֵת י־הוה אֱלֹהֶיךָ בְּכָל־לְבָבְךָ וּבְכָל־נַפְשְׁךָ וּבְכָל־מְאדֶךָ.

Shemá Israel Havaiá Elokeinu Havaiá Ejad.

Veahavta et Havaiá Elokeja bejol levavjá uvejol nafshejá uvejol meodeja

Como cada par de versos tiene 64 letras, podemos organizarlos gráficamente cada uno en una matriz cuadrada de 8 x 8 de la siguiente manera:

 

Análisis Geométrico

Lo primero que notamos es que cada cuadrado contiene en la primera línea 8 letras, correspondientes a las dos primeras palabras de la porción, siendo el valor numérico promedio de las dos líneas 529 o 232.

Más importante aún, encontramos que las letras en los cuatro vértices del primer cuadrado (Anojí…) forman la palabra יראה, irá, "temor". Dicen los sabios que estos dos mandamientos fueron dichos por pi haguevurá, la “Boca del Poder”, aludiendo al Todopoderoso. En hebreo guevurá, גבורה, = 216 suma igual que irá. Respecto a la entrega de la Torá también dicen los sabios: "Igual que allí [en el Sinaí donde fue entregada la Torá] fue entregada con terror, temor, estremecimiento y temblor, también aquí [al aceptar nuevamente la Torá cada día] con terror, temor, estremecimiento y temblor" [Talmud Bavlí, Brajot 22a]).

Por otro lado, en el cuadrado interior de la segunda matriz formada por los dos versos del Shemá, "Oye Oh Israel…" y "Y amarás…" (que Moisés pronunció en primera persona, de quien está dicho "Moisés amaba a Israel" [Talmud Bavlí, Menajot 65a], se lee la palabra אהבה, ahavá, "amor", reafirmando que el sublime sitio espiritual para declarar y penetrar en el Shemá está en la suprema "Cámara del Amor", como está explicado en Cabalá).

Un Temor Sabio 

Respecto al efecto de la entrega de la Torá en el Sinaí dice la propia Torá: "para que el temor a Él esté sobre sus rostros" (Éxodo 20:17), los sabios comentan que el aspecto particular del temor que se está hablando aquí es la vergüenza, בושה, bushá (Talmud Bavlí, Nedarim 20a). En Cabalá está explicado que este temor, el temor de la vergüenza, irá boshet, ירא בשת, es una de las tantas permutaciones de la palabra בראשית, bereshit, "En el principio"; aludiendo al verso "el principio de la sabiduría es el temor a Dios". (Salmos 111:10)

Explica el Jasidut que es el temor a Dios que se traduce como vergüenza es un producto de la auto anulación de la propia existencia que fluye de la sefirá de sabiduría. Esta sefirá representa el conocimiento y el compromiso en la Torá, porque "la Torá surge de la sabiduría" (Zohar II, 62a, 85a, y 121a) iluminando el rostro de la persona, porque allí es donde se revela su naturaleza íntima, como está dicho: "La Sabiduría de un hombre brilla en su rostro" (Eclesiastés 8:1).

La palabra "rostro", פנים, panim, está relacionada con "esquina", פינה, piná. Se dice del sacerdote colocando los sacrificios en el altar que “Asciende la rampa [del altar] y gira hacia el borde que lo rodea" [Mishná Zevajim 5:3]). Está explicado en Jasidut que la habilidad de girar realmente, que implica cambiar el curso de una dirección a otra se adquiere a través del poder de la esquina, que sirve como una metáfora visual de la “nulidad”, es decir, la auto anulación del alma que halla su fuente en la sabiduría, como dijimos antes. Esta es la razón de que, en los dos primeros mandamientos, cuyo propósito fue traer “temor a nuestros rostros”, la palabra irá, יראה, está escrita en las esquinas.

La Revelación del Amor

Los dos pares de 4 letras que forman el corazón geométrico de ambos cuadrados forman las palabras “el poder del amor”, עצמת אהבה, otzmat avahá, haciendo del amor el corazón compartido o la raíz del poder inherente en los Diez Mandamientos y en el Shemá. El valor numérico de esta frase עצמת אהבה, “el poder del amor”, es 613, el número de preceptos de la Torá, observación que requiere mayor explicación.

Los 613 preceptos se dividen en 248 requerimientos positivos y 365 prohibitivos. Además, “el [sentimiento de] amor por el Todopoderoso es la fuente de los 248, y el temor al Todopoderoso es la fuente de los 365 prohibitivos”. (Tania, capítulo 4) Como el precepto negativo de temer a Dios –“a Dios, tu Dios, temerás” (Deuteronomio 6:13)- es en sí mismo un mandamiento positivo, o sea que como ya explicamos debe estar motivado por el amor, podemos concluir que el amor es a la postre la fuente de todos los preceptos, positivos y negativos.

Una observación relacionada con esto es que el valor numérico de la suma los dos pares de 8 letras de la última línea de los cuadrados ר י ם ע ל פ נ י ו ב כ ל מ א ד ך, es también 613, aludiendo al hecho que los 613 preceptos están representados en estos dos pasajes seminales de la Torá.

Veamos ahora los dos grupos de las cuatro esquinas, que llamamos el rostro de cada cuadrado. Las 8 letras son: י ר א ה ש ל ו ך, cuya guematria es 572 = 13 x 44, o “amor” (אֲהַבָה , 13) x 44, aludiendo nuevamente al hecho que la raíz de toda la Torá es por cierto el amor. (44 es el valor numérico de uno de los “rellenos de letras” alternativo del Nombre esencial de Dios, Havaiá. Ver en el “curso de guematria”).

Finalizamos notando que el amor penetra totalmente estos dos versos, porque la suma de las 128 letras que los componen es 5953, cuyo punto medio es 2977, que es igual a 13 x 229. Ya sabemos que 13 es “amor”, y 229 es la suma de los valores de “amor” y “temor”. Tenemos así amor multiplicado por la suma de amor y temor:

2977 = אֲהַבָה · יִרְאָה אֲהַבָה!

 


UNIVERSIDAD DE LA TORÁ: Ciencias Políticas 

LIDERAZGO PARA ISRAEL. ¿UN TZADIK O UN REY? 

¿Cómo imaginamos al líder del pueblo judío? El Tikunei Zohar escribe que los Hijos de Israel fueron llamados por diez nombres diferentes: sabios, profetas, maestros de la Torá y más, que son paralelos al orden de las sefirot. El pueblo judío se compone de diez tipos arquetípicos diferentes. Además, esta es una descripción viva de la historia de la Nación de Israel: en nuestra historia, tenemos una era de profetas, una era de sabios, etc. Centrémonos en dos de estos tipos: los tzadikim (personas piadosas) y los reyes.

Claramente, la “era de los tzadikim” fue en los últimos trescientos años, desde la aparición del Baal Shem Tov fundador del movimiento jasídico. No es coincidencia que el nombre espiritual de aquellas personas que dirigieron el Jasidut sea “Tzadikim.” En las enseñanzas del Jasidut, el tzadik no se separa del mundo. Casi siempre es la personalidad de un líder y guía espiritual, un tzadik con características de realeza. Paralelamente a los tzadikim en la enseñanza jasídica, existen otras figuras prominentes, como los “maestros de la Torá”. Estas personalidades también han sido notables durante los últimos trescientos años. Sin embargo, es el Jasidut el que caracteriza el espíritu de esta era en la historia de la Nación de Israel.

Ahora nos acercamos a nuestro destino final, la era del Mashíaj. Por lo tanto, la próxima era será la era de los reyes. Esto también encaja con el orden cabalístico: los tzadikim son paralelos a la sefirá de iesod (fundamento - “Y el tzadik es el fundamento del mundo”) y el rey es paralelo a la sefirá de reinado.

¿Dónde estamos exactamente en la cronología? Hay que admitir que es difícil revitalizar la grandeza especial de los tzadikim del Jasidut de las generaciones anteriores. Es hora de una nueva era, la era del reino de Israel. En este momento, nos encontramos en una etapa de transición entre los tzadikim y los reyes, lo que puede darnos la sensación de que nos faltan en ambos extremos.

En nuestra lejana historia, algunos de los reyes no fueron exactamente justos. ¿Significa esto que vamos a volver a un liderazgo injusto? En absoluto. El Rey Mashíaj es un gran tzadik. También es jasid y profeta, como escribe el Rambam. El Mashíaj incluye todas las diferentes figuras. Pero, en última instancia, es un rey y las otras figuras se reflejan en su forma de liderazgo.

Aspiramos a encontrar la conexión entre las figuras del tzadik y el rey, para que la transición entre estas dos eras sea suave y lo más consistente posible. No hay duda de que la figura del Rebe de Lubavitch en nuestra generación fue un ejemplo vivo de la conexión entre un tzadik jasídico y un líder real.

El mes de Shevat alude a una conexión consumada entre el tzadik y el rey. La letra de este mes es la tzadik. ¡El valor numérico de tzadik es melej (rey)! Además, si cambiamos los puntos vocales de la palabra Shevat, se leerá “shevet”, que significa “gobernante” o “rey”, como en los versos: “El shevet (cetro) no se apartará de Iehudá, ni la vara de gobernante de entre sus pies…[1]  “Una estrella saldrá de Iaacov y un shevet (cetro) se levantará desde Israel…”[2]

Estos versículos se refieren al Rey Mashíaj, que venga pronto en nuestros días, amén.  


[1] Génesis 49:10

[2] Números 24:17


EITAN RELATA UNA INCREIBLE HISTORIA DEL SABIO CABALISTA SHALOM SHARABI

Una importante enseñanza para nuestras vidas. 


https://youtu.be/MERnQEhvIQQ 


HISTORIAS JASÍDICAS

 

Rebe Menajem Mendel de Kotzk 

y Rebe Leibele Eiger:  

AFILANDO CUCHILLOS PARA LA ORACIÓN 

Para el Baal Shem Tov y sus discípulos, la preparación para el cumplimiento de una mitzvá es la forma principal de servicio a Dios. Lo que viene después, ya sea frescura o aridez, es estrictamente un regalo del Cielo. Entonces, ¿cómo nos preparamos para el servicio del corazón?


Rabi Menajem Mendel Morgenstern, conocido como el “saraf” (ángel de fuego) de Kotzk, nació en 5547 (1787) siendo su padre, Rabi Iehuda Leibush, quien era un opositor al Jasidut. En su juventud, fue enviado a la ieshivá en Zmoshtz. En 5567 (1807), Rabi Menajem Mendel se casó con Glickel, la hija de una de las personas importantes de Tomshov. Después de su matrimonio, Rabi Menajem Mendel fue a estudiar bajo la tutela del Vidente de Lublin y luego se conectó con su discípulo, el Santo Judío de Pshisja. Después del fallecimiento del Santo Judío, se convirtió en el discípulo preeminente del sucesor del Santo Judío, Rabí Simja Bunim de Pshisja.

Cuando Rebe Simja Bunim falleció en 5587 (1827), la mayoría de los jasidim eligieron a Rebe Menajem Mendel como su nuevo líder. Inicialmente se establecieron en Tomshov, pero debido a desacuerdos de opiniones y costumbres con la gente del pueblo, se mudaron a Kotzk. Después de Sucot 5600 (1840), el discípulo del Rebe de Kotzk, Rebe Mordejai Iosef de Izhbitza, lo dejó, junto con muchos jasidim. Como resultado, el Rebe de Kotzk cortó casi toda su conexión con sus jasidim y permaneció encerrado en su habitación durante veinte años, hasta su fallecimiento. Durante estos años apenas salía de su casa y a muy pocas personas se les permitía entrar en su habitación. No obstante, muchos jasidim continuaron yendo a Kotzk. Rebe Menajem Mendel de Kotzk falleció el 22 de Shevat de 5619 (1859) y fue enterrado en Kotzk. Antes de su muerte dijo: “Quien ponga su cabeza en la Torá (estudio), le garantizo que algo saldrá de él en este mundo y en el próximo”.

Rabi Iehuda Leib Eiger de Lublin nació en 5675 siendo su padre Rabi Shlomo Eiger, un rabino de Kalish y Pozna, que era hijo del ilustre Rabi Akiva Eiger. Rabi Iehuda Leib se casó con la hija e Rabi Azriel Gertstein de Lublin y contó con el apoyo de su suegro durante varios años. Originalmente, Reb Leibele, como se le conocía cariñosamente, se oponía al Jasidut. Más tarde, los jasidim de Lublin influyeron en él para convertirse en jasid del Rebe de Kotzk. Cuando Rabi Mordejai Iosef de Izhbitza dejó al Rebe de Kotzk, Rebe Leibele lo siguió y se convirtió en su discípulo principal. Cuando murió el Rebe de Izhbitza, los jasidim nombraron a Rebe Leibele su Rebe, el Rebe de Lublin, donde sirvió hasta su fallecimiento el 22 de Shevat de 5648 (1888).

 

La primera vez que Reb Leibeleh Eiger viajó a casa después de haberse vinculado con el Rebe de Kotzk, entró en la habitación de su Rebe para recibir su bendición y le preguntó: “¿Qué debo decir cuando me preguntan por qué transgredes lo que está escrito en el Código de Ley Judía y rezar después del tiempo prescrito? Mi padre es un gran rabino y mi abuelo es un rabino aún mayor. ¿Qué les diré?

El Rebe de Kotzk, que también fue un gran erudito de la Torá, respondió lo siguiente: Hay una ley relativa a un trabajador contratado, que dice que, si tiene que preparar herramientas, afilar su cuchillo o su hacha, la preparación de las herramientas es a expensas del tiempo de la persona que ordenó su trabajo. Para orar, tenemos que afilar nuestros cuchillos, porque, como dicen los sabios, “el tiempo de la oración es el tiempo de la batalla”. Y eso requiere tiempo. Ese tiempo es a expensas del Santo, Bendito Sea. Entonces, según la dimensión revelada de la Torá, está justificado posponer las oraciones hasta que todas las herramientas estén preparadas.”

 

El servicio de preparación para el cumplimiento de las mitzvot es el objeto principal del servicio a Dios para el Baal Shem Tov y sus discípulos. Cualquier cosa que venga después - ya sea vitalidad en el servicio a Dios o aridez - es estrictamente un regalo del Cielo. ¿Cómo nos preparamos para el servicio del corazón?

Mientras que otros tzadikim veían el corazón como un instrumento musical que necesitaba ser afinado, Rebe Menajem Mendel de Kotzk lo veía como un hacha afilada. Para el Kotzker, la oración es una guerra, una batalla contra todas aquellas partes de la personalidad que se niegan a presentarse honestamente ante Dios. Él y sus discípulos se dedicaban a afilar constantemente sus herramientas. Todos los comentarios y aforismos que surgieron de la sala de estudio del Kotzker fueron suaves y afilados, perforando montañas enteras con una sola palabra.

El Rebe de Kotzk no aprobó el enfoque intermedio, que no contempla qué es lo que Dios quiere de una persona en una situación particular. En uno de sus famosos aforismos, el Kotzker dijo: “La gente camina al costado de la carretera. La mitad del camino es para los caballos…” Un camino en el servicio a Dios que parece extremo es en realidad el resultado de una verdadera adhesión a Dios. El camino que es cómodo para todos probablemente no sea más que seguir tontamente a la multitud. Una persona que quiere ser fiel a sí misma debe estar dispuesta a llegar al extremo y orar a Dios para que llegue al extremo correcto.

En este dicho, como en muchos otros, el Rebe de Kotzk divide la realidad en dos y sugiere una elección: ¿Quieres ser “una persona”, fiel a ti misma? Levántate y empieza a trabajar. Encuentra tu camino y llega al extremo. ¿Prefieres ser un caballo? Quédate en el medio del camino con todos los demás.

Junto con su demanda de verdad y pensamiento independientes, el Rebe de Kotzk dirigió a sus jasidim como un general del ejército. Exigió obediencia absoluta y plena colaboración entre ellos. Sus severas exigencias se centraron en borrar cualquier atisbo de honor y eliminar cualquier autoengaño. Quien no cumpliera con estos altos estándares era rechazado del círculo de discípulos del Kotzker. El Rebe también exigió que sus jasidim renunciaran a cualquier adquisición personal. Inicialmente, cuando los jasidim llegaron a vivir a Kotzk, vivían en una especie de comuna jasídica de unos pocos cientos de personas. Con amor y muy pocos medios, con rechazo intencionado a las tentaciones del mundo, la comunidad vivió bien durante mucho tiempo.

Rebe Leibele Eiger, nieto de Rabi Akiva Eiger, fue uno de los jasidim más destacados del Rebe de Kotzk. En su deseo de ser “una persona”, fiel a sí mismo tal como lo define el Rebe, Rebe Leibele se negó a recorrer el camino recorrido por su padre y su abuelo, y sufrió por ello. Su familia quedó asombrada y consternada por el hecho de que se hubiera unido a los jasidim, y casi se vio obligado a divorciarse de su esposa. Adoptó la verdad al estilo Kotzk y la adhesión a Dios durante toda su vida, incluso después de dejar Kotzk y emprender su propio camino.

Cuando Rebe Leibeleh Eiger se convirtió en Rebe, decía las oraciones de la mañana muy tarde, a veces cerca del anochecer. Si se celebraba una circuncisión en su salón de estudio, hacía largos preparativos espirituales. Esto a menudo significaba que la circuncisión en sí no se realizaba hasta cerca del final del día. Los grandes rabinos opuestos al Jasidut criticaron duramente a Rebe Leibele por esto. Después de todo, los sabios dicen con respecto a la circuncisión que “aquellos que actúan con presteza son los primeros en cumplir las mitzvot”. ¿Por qué Rebe Leibele retrasaría específicamente la mitzvá de la circuncisión? La disputa fue muy acalorada y Rebe Itzjak de Worki, el Jidushei Harim de Gur y otros tzadikim salieron en su defensa. Claramente, no hay parábola más apropiada para la mitzvá de la circuncisión que la parábola del cuchillo afilado.

Rebe Leibele fue uno de los dirigentes de los que se unieron al Rebe de Izhbitze cuando dejó Kotzk. Cuando el Izhbitzer falleció en 5614 (1854), el Rebe de Kotzk todavía estaba vivo y Rebe Leibele consideró regresar con él. Los jasidim veteranos de Kotzk, que dirigieron el tribunal jasídico durante los años que el Kotzker estuvo encerrado en su habitación, acordaron aceptar a Rebe Leibeleh con la condición de que borrara los catorce años que había sido jasid de Izhbitzer. Rebe Leibele no estuvo de acuerdo y se convirtió en Rebe de Lublin. No obstante, Rebe Leibele falleció el día en que falleció el Rebe de Kotzk, su primer Rebe. Finalmente, sin abandonar su propio camino, Rebe Leibele regresó a Kotzk. 

EL VÍNCULO DEL PADRE Y EL HIJO


Estudio de Jasidut:

Epístola Sagrada – Igueret haKodesh

Carta 15 clase 5  

https://youtu.be/oSPQlTp2ScQ  

La categoría de iesod es, a modo de ejemplo, el vínculo mediante el cual el padre liga su intelecto al intelecto de su hijo mientras le enseña con amor y buena disposición, pues desea que su hijo entienda. Sin éste [vínculo], aun si el hijo escuchara las mismísimas palabras de boca de su padre [como habla y estudia para sí. En la sagrada escritura del Tzemaj Tzedek - sea su memoria bendición - (en el Discurso titulado Ki Iedaatív, secc. 14, donde se cita este párrafo,) estas palabras no figuran], no [las] entendería tan bien como ahora, cuando su padre liga su intelecto a él y le habla cara a cara con amor y deseo, porque desea enormemente que su hijo entienda. Y cuanto más grande sea el deseo y deleite del padre, tanto más grande es la influencia y el aprendizaje, porque entonces el hijo puede absorber más y el padre comunica más [proporcionalmente].


DOS CONSEJOS PARA ESTOS DÍAS

La primera vez que la raíz “aconsejar” aparece en la Torá, es aquí en nuestra parashá, cuando Itró dice: “Yo te daré un consejo” (אִיעָצְךָ). Esta raíz en sí misma es muy rara en el Pentateuco, (aparece muchas veces en el resto de la Biblia)- sólo 3 veces. Dos veces en esta forma especial “Yo te daré un consejo” y la tercera vez “consejo” (עֵצֹות). La primera vez es aquí y todas siguen el principio. Permíteme darte consejo y Di’s estará contigo.

La segunda vez no viene de Itró, quien viene de un lugar totalmente fuera de la santidad. La segunda vez, con esta palabra exacta, es cuando Balam el malvado dijo a Balak, הַיָּמִים בְּאַחֲרִית לְעַמְּךָ הַזֶּה הָעָם יַעֲשֶׂה מַה אִיעָצְךָ לְכָה.  Déjame aconsejarte qué hará este pueblo tuyo al final de los días. Este es el consejo de Balam. Pero, los sabios preguntan qué tipo de consejo está aquí, él sólo dice aquello que podría pasar. Así los sabios agregan que esto también incluyó el consejo que él dio a Balak sobre cómo hacer que el pueblo judío transgrediera a través de una conducta sexual inapropiada. Todos los diferentes intentos para maldecir al pueblo judío no funcionaron, entonces él fue en esta dirección. Además él dijo lo que podría pasar en el fin de los días.

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A Punto de volar a Argentina, pensamos sobre Itró, los huesos de Iosef y los ministros de guerra




https://youtu.be/wcx5A2xCF7A

¿CÓMO HAGO A LA CABALÁ Y EL JASIDUT PARTE DE MI VIDA DIARIA?
La dimensión interior de la Torá es una parte integral de la Torá y sus preceptos. Es por cierto uno de los aspectos de la Torá, el cuerpo es la Ley y el alma es la Cabalá. Por eso, idealmente los estudiantes serios estudian tanto la ley como la Cabalá simultáneamente.
Un cuerpo no puede vivir sin el alma. El alma es enviada desde lo Alto para entrar en el cuerpo, para apegarse al cuerpo unidos, en el misterio de la vida. En Cabalá, la unión del cuerpo y el alma es llamada Maasé Mercavá , “Las Acciones de la Carroza”, y es considerado el misterio más profundo de la Torá. Para poder acceder a este mayor secreto de los secretos uno tiene que estudiar el alma y el cuerpo de la Torá.
Hay períodos de la vida, por supuesto, cuando uno da más énfasis a uno o a otro. Hay asuntos personales y particulares para los cuales no se pueden definir reglas. En general, para todo debe haber equilibrio, balance y unión. Debemos dedicarnos al estudio de las leyes de la Torá y a la sabiduría y motivos que hay detrás de las leyes. Simultáneamente, para poder encontrarse con Dios, el Dador de la Leyes, debemos estudiar Cabalá.
El estudio de la Torá reestructura nuestro proceso de pensamiento de acuerdo a la lógica entregada por Dios inherente en la Torá. Los patrones de razonamiento innatos y los marcos de referencia de la Torá, se asimilan en nuestro intelecto y se reflejan en nuestra vida.
En vez de proceder con un estilo linear como se acostumbra en la cultura Occidental, el estudio de la Torá y la Cabalá actúan con un estilo circular. Uno estudia y luego repasa una y otra vez, cada vez agregando un estrato más profundo de conocimiento.
Con esta manera de estudiar, la Torá Escrita, el Talmud, los códigos de la ley judía y la Cabalá, son vistos como un todo único y abarcador. No se puede hacer separación entre el estudio y la práctica de la dimensión legal de la Torá, la Halajá (“el sendero” o “el método”), y su contrapartida mística espiritual.
Los textos de la ley talmúdica están unidos intrínsecamente con las enseñanzas místicas de la Cabalá. Similarmente, la Cabalá no puede ser estudiada sin dedicarse al Talmud, sus comentarios y los códigos legales.
Por eso, un estudiante de la ley de la Torá debe comprender que existe una dimensión interior mística en el más minúsculo aspecto de la observancia de la Torá. Inversamente, un estudiante excitado por el poder de las enseñanzas místicas de la Cabalá debe comprender que la expresión más completa de estas enseñanzas provienen de la observancia diaria de la ley de la Torá.

18 shevat 5784

POR LA VICTORIA Y LA VIDA DE LOS BRAVOS SOLDADOS DE ISRAEL

POR EL REGRESO DE LOS CAUTIVOS SANOS Y SALVOS A ISRAEL

Es costumbre contar una historia jasídica sobre el Baal Shem Tov todos los Motzaei Shabat, la salida del Shabat por la noche en una comida de Melavé Malká, acompañar a la novia (el Shabat).

Una segulá para un buen sustento, para tener hijos y tener satisfacciones de ellos, para una vida buena y larga y para salud 

 

El sidur del Baal Shem Tov

Una vez, el sidur, libro de oraciones, de Rabi Israel Baal Shem Tov se gastó y dejó de usarse. Sus seguidores fueron a buscarle otro sidur. Fueron de casa en casa hasta llegar a la del pastor de ovejas del pueblo. El pastor se alegró por la visita de los sabios a su casa y preguntó el motivo de su visita. Le dijeron que estaban buscando un sidur para su rabino, cuyo viejo sidur ya no era apto para su uso.

El pastor les dijo: Tengo un sidur, y es una herencia de mi abuelo de bendita memoria, quien fue un predicador importante en uno de los pueblos.

Incluso heredó el sidur de su padre, que era un rabino muy conocido de su comunidad, y su padre de su padre,

hasta nuestro bisabuelo nuestro maestro el rabino Mintz de bendita y justa memoria, de quien se dice que escribió el sidur con sus propias manos.

Pero yo, no sé rezar en absoluto...

Los jasidim se dijeron unos a otros: este judío ni siquiera sabe leer ni escribir; y el sidur que posee es seguramente digno de ser utilizado por nuestro Rabino el Baal Shem Tov en su oración.  Se pararon y convencieron al pastor para que dejara el sidur en sus manos. Los jasidim se regocijaron por el tesoro que les tocó y se apresuraron a ir a la casa de su rabino. Tomaron el sidur viejo que estaba sobre la mesa de oración del Baal Shem Tov, lo guardaron y colocaron el nuevo sidur en reemplazo.

Cuando llegó el momento de la oración, el Baal Shem Tov fue a su mesa de oración y vio el nuevo sidur. Lo miró durante mucho tiempo. Finalmente ordenó al sheliaj tzibur, el oficiante que comenzara la oración. Cuando el Baal Shem Tov llegó a la oración de pie, todos los fieles vieron que algo le estaba sucediendo a su rabino. De repente vieron en su rostro gestos de enojo y toda su frente se llenó de manchas. Su rostro se puso más blanco y un temblor se apoderó de sus labios. A medida que continuaba la oración, su rostro empeoraba cada vez más y el temblor se extendía por todo su cuerpo. Un sudor frío empezó a gotear de su frente y estuvo a punto de desmayarse. Todos los fieles se miraron unos a otros y esperaron aterrorizados a que el rabino terminara su oración.

Tan pronto como el Baal Shem Tov terminó la oración, gritó en voz alta: ¡Ya mismo, inmediatamente devuelvan al “roé baal tefilá”, el pastor experto en la plegaria su sidur! ¡No hay oración tan hermosa como la oración del pastor baal tefilá!

Todos los jasidim temblaron e inmediatamente tomaron el sidur, corrieron a la casa del pastor y le devolvieron el sidur. Los fieles se preguntaban unos a otros sobre las palabras de su Rabino:

¿Cuál es la oración del sencillo pastor, que tanto elogió nuestro Rabino?

Entraron silenciosamente a la casa del pastor y se escondieron en un rincón de la casa. Cuando llegó el momento de la oración, el pastor entró en su casa. Tomó el sidur y lo colocó en la mesa de oración que estaba allí. El pastor se envolvió en su talit, se puso los tefilín y se acercó a la mesa de oración. Abrió el sidur en su lugar, el pastor cerró los ojos y empezó a mecer su cuerpo hacia adelante y hacia atrás. Mientras continuaba con su oración, sus movimientos se hacían más y más fuertes, hacia adelante y hacia atrás, hasta que todo su cuerpo tembló de un lado a otro. Así permaneció el pastor durante mucho tiempo, con los ojos cerrados, la boca sellada y el cuerpo moviéndose violentamente. Cuando el pastor terminó, cerró el sidur, se sacó sus tefilín, se quitó el talit y se fue. Los seguidores se sonrieron entre ellos:

¿Y esto es una oración? ¡Si el pastor no pronunció ni una sola palabra!

E inmediatamente regresaron desconcertados:

¿Y por qué el Baal Shem Tov elogió a Shem Tov con tal "oración"?

Durante una larga hora permanecieron desconcertados.

Cuando su asombro aumentó dijeron: Llamemos al pastor y pidamos una explicación de su propia boca.

El pastor les dijo: En verdad soy un hombre sencillo, pastor de ovejas y vacas, pero sé que tengo una virtud, que soy hijo de grandes rabinos y recuerdo bien los tiempos cuando aún era niño y yo seguía a mi abuelo, la paz sea con él, a la sinagoga. Entonces me parecía un verdadero ángel, envuelto en un talit y coronado con sus tefilín, y su sidur en la mano. Recuerdo cómo me paraba detrás de él cuando él estaba en oración, mirándolo y maravillándose. ¡Con qué dveikut, apego a Hashem elevaba su oración a lo Alto! Su cuerpo se movía hacia adelante y hacia atrás y un hilo de bondad recorría su rostro y sus ojos cerrados.  Una vibración de santidad pasaba a través de mí en este momento, ¡y me prometí a mí mismo que cuando sea mayor oraría como él!

Pero mi destino no me favoreció y me convertí en un simple pastor. Y ni siquiera sé leer las letras escritas en el precioso sidur que heredé de mi abuelo fallecido. ¡Pero todavía recuerdo esas santas oraciones! ¿Entonces qué hago?

Mientras toda la comunidad se reúne en las sinagogas y yo me quedo en casa, tomo el sidur y lo pongo en la mesa de oración de mi abuelo. Entonces cierro los ojos y, sin palabras, sacudo mi cuerpo como vi a mi abuelo en ese momento. En mi corazón me dirijo al Soberano de los mundos para que considere mis acciones como una oración completa. El pastor terminó su historia y los jasidim regresaron a la casa de su rabino. Vieron que el Baal Shem Tov los esperaba en la puerta de la casa sonriendo.

El Baal Shem Tov les dijo:

Sé que estáis desconcertados por la oración del pastor, porque él no sabe orar en absoluto, y sólo conoce los movimientos de la oración; ¿Y qué valor tienen los movimientos de la oración sin las palabras mismas de la oración? Pero díganme realmente, ¿existe alguna persona en el mundo a quien le gustaría decir de sí mismo que sabe orar? El Baal Shem Tov añadió y dijo:

"Y nosotros, aunque no sepamos cómo servir a Hashem".

Sin embargo, tenemos la seguridad de que si hacemos todo lo que podemos, incluso si no logramos alcanzar la perfección, Dios aun vendrá y posará Su Shejiná en las obras de nuestras manos...

 

LA ETERNIDAD DE ISRAEL NO MENTIRÁ NO SE APIADARÁ

¡¡¡AM ISRAEL JAI!!! EL PUEBLO DE ISRAEL VIVE

❣️SHAVÚA TOV❣️*

Que tengas una hermosa y bendecida semana

💎💎 para elevación del alma de 💎💎

Los soldados de Israel caídos al Kidush Hashem 



Una tierra de trigo, cebada, viñas, higueras y granadas, una tierra de aceite de oliva y miel

EL RABINO ITZJAK GINSBURGH CANTA
 JUNTO A DUDI BEN AMI, A"H, 
Y LOS JASIDIM EL HIMNO A LA TIERRA DE ISRAEL


 

“Porque Havaiá tu Dios te está trayendo a una buena tierra, una tierra de arroyos de agua, de manantiales y profundidades, que brotan en valles y colinas. Una tierra de trigo, cebada, viñas, higueras y granadas, una tierra de aceite de oliva y miel”.

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