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domingo, 22 de octubre de 2023

5784 Lej Lejá

 BS"D



LEJ LEJA      לֶךְ־לְךָ

Génesis 12:1-17:27  Haftara: Isaias 40:27 - 41:16




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Parashá Lej Lejá

 

PARASHAT LEJ LEJÁ: ALIÁ A ALIÁ

 

PRIMERA LECTURA: CAMINAR Y VER LA DIVINIDAD

 

“Entonces Abram continuó su camino avanzando decididamente hacia el sur”

 

Dos parashot en la Torá están dedicadas a la historia de Abraham, Lej Lejá (לֶךְ לְךָ) y Vaieira (וַיֵּרָא). Sus nombres provienen de los verbos que significan caminar y ver. Lej Lejá comienza con el mandato de Dios a Abraham de caminar hacia la tierra que Él le mostrará: la Tierra de Canaán. Vaieira comienza con Dios mostrándose a Abraham a través de la visión de los tres ángeles que lo visitaron. Y entonces, podemos decir que, debido al caminar de Abraham, Dios se mostró a Abraham.

El Tzemaj Tzedek una vez lloró acerca de por qué Dios se reveló a Abraham, pero no se revela a nosotros. Aunque Vaieira comienza con la revelación a través de los tres ángeles, su punto culminante es la revelación de Dios a Abraham en el monte Moriá. Es allí donde cuando el Templo estuvo en pie, cumplimos la mitzvá de ser vistos por Dios en las tres festividades: “Tres veces al año todos tus varones se presentarán ante el Soberano, Havaiá”[1] (שָׁלֹשׁ פְּעָמִים בַּשָּׁנָה יֵרָאֶה כָּל זְכוּרְךָ אֶל פְּנֵי הָאָדֹן הוי'). Así que una vez más caminamos en peregrinación al Monte Moriá y a cambio no sólo somos vistos por Dios, sino que Dios se muestra a nosotros. De hecho, el Monte Moriá fue nombrado por Abraham, la Montaña Donde Dios será Visto (בְּהַר הוי' יֵרָאֶה).

Los 12 Sentidos

Así, en los dos parashot dedicados a su vida, la Torá se centra en los dos “sentidos” especiales de Abraham: el caminar y la vista. Nombramos estos sentidos porque son 2 de los 12 sentidos descritos en el Sefer Ietzirá. Los 12 sentidos corresponden a los meses del año y posteriormente, se correspondieron con las 12 Tribus. Caminar es el tercer sentido, correspondiente al mes de Sivan y la vista es el cuarto, correspondiente a Tamuz. Sorprendentemente, en la Torá aparecen exactamente en el mismo orden: Lej Lejá, que corresponde a caminar, es la tercera parashá de la Torá, y Vaieira, correspondiente a la vista, es la cuarta.

El versículo más importante que describe el caminar de Abraham está en Lej Lejá y dice: “Abram avanzó decididamente hacia el sur”[2] (וַיִּסַּע אַבְרָם הָלוֹךְ וְנָסוֹעַ הַנֶּגְבָּה). Después de su llegada a la Tierra de Canaán, se podría pensar que ese es el final de su viaje. Pero Abraham entiende que el mandato de Dios es que él siempre esté caminando, siempre en movimiento, por lo que sus viajes continúan a medida que avanza hacia el sur.

Los cuatro puntos cardinales corresponden a las sefirot. Específicamente, el Sur representa la bondad (así como la sabiduría). Por lo tanto, Abraham busca constantemente más y más bondad a través del acto de viajar, y a través de sus actos de bondad, se esfuerza por alcanzar un nivel de ver a Dios. Tanto a Abraham como a su descendiente Aharón el Sumo Sacerdote se les llama hombres de bondad. Pero el nombre de Aharon en hebreo (אַהֲרֹן) permutan sus letras para formar la palabra "visto", niré (נִרְאֶה), aludiendo al verso: "En Tu luz [de Dios], veremos la luz"[3] (בְּאוֹרְךָ נִרְאֶה אוֹר). En las enseñanzas Jasídicas se explica que Abraham representa el nivel inferior de amor (la experiencia interna de bondad, jesed) conocido como amor mundano, ahavá olam (אַהֲבַת עוֹלָם) y Aharon representa el nivel superior de amor conocido como gran amor, ahavá rabá (אַהֲבָה רַבָּה). Es a través del amor mayor que se ve a Dios y por eso Abraham se esfuerza constantemente por alcanzar este nivel en sus viajes al sur.

Abraham, el hombre de fe

Parashat Lej Lejá también afirma que Abraham fue el primer creyente. Hasta Abraham hubo gente justa,[4] pero ninguno tenía una fe consumada en Dios. Todo el pueblo judío es descendiente de Abraham, y sobre él encontramos el versículo: “Verás desde las alturas de la fe”[5] (תָּשׁוּרִי מֵרֹאשׁ אֲמָנָה). Así, el caminar conduce a la visión gracias a la fe. Para merecer ver la Divinidad, ver la redención, depende de abrir los ojos para ver que Mashíaj viene, y obtenemos esta capacidad del poder de la fe que heredamos de Abraham.

¿Cómo se manifestó en la vida de Abraham esta conexión entre el caminar y la fe? Abraham era estéril y Dios le prometió que tendría hijos. La Torá dice: “Tenía fe en Havaiá, y Él [Dios] la consideraba caridad” (וְהֶאֱמִן בַּהוי' וַיַּחְשְׁבֶהָ לּוֹ צְדָקָה). Este es un tremendo mensaje para todo judío: hay cosas que queremos mucho, como una mujer que quiera casarse, pero no sucede. Aun así, aunque algo lleve tiempo, al final llegará. ¿Por qué se retrasa? Para animarnos a orar por ello. De manera similar, los Patriarcas y Matriarcas eran estériles porque Dios anhelaba su oración. Dios anhela las oraciones de los tzadikim.

Como explicaremos, primero Dios quiere que tengamos fe, y desde la fe tendremos alegría. Después de que la mujer estéril da a luz, se llena de alegría, pero para dar a luz, en primer lugar, necesita tener alegría. El gozo es la clave de la redención, de lo bueno que viene. La alegría surge de creer que el bien vendrá: “piensa bien y estará bien”. La palabra “con alegría”, besimjá (בְּשִׂמְחָה) son también las letras de “pensamiento”, majshavá (מַחְשָׁבָה) que nos guían a llenar nuestros pensamientos de alegría. Al albergar sólo pensamientos buenos y alegres, merecemos ver cómo “la madre de los niños está feliz”[6], em habanim shmeja (אֵם הַבָּנִים שְׂמֵחָה), ya que el pensamiento siempre está asociado con el principio madre, en Cabalá. A través del pensamiento lleno de alegría, la madre merece quedar embarazada y dar a luz lo que esperaba. Asimismo, todo descendiente de Abraham el hebreo, una vez que llena sus pensamientos de alegría, queda como “embarazado”, por así decirlo, de lo que anhelaba y luego merece verlo cumplido.

Tomemos un ejemplo. Quiero casarme, esa es mi meta y esa es la misión que sé que Dios me ha encomendado. Pero debo saber que si aún no ha sucedido entonces es por una buena razón, es frustrante, pero la naturaleza del creyente es tener fe en que existe un propósito superior. La señal de alguien que es un verdadero creyente es que ya está gozoso ahora, anticipando el futuro, sabiendo que Dios cumplirá todas Sus promesas.

Fe simple y sincera en Dios

Una última conexión que nos gustaría establecer es entre el sur y la fe. Al entrar en la tierra, Abraham viajó constantemente hacia el sur. El sur no sólo representa la bondad, el eje derecho de las sefirot, sino que también representa la fe, porque en hebreo “derecha”, iamina (יָמִין) y “fe”, emuná (אֱמוּנָה) son palabras afines. Incluso antes de llegar a Eretz Israel, Abraham era el único que creía en un Dios Único. Por lo tanto, ya contaba con una gran fe. ¿Qué fe adicional estaba buscando ahora al viajar al sur?

Una explicación es que Abraham quería conectarse con Dios, no a través de la razón, sino por una fe sencilla y sincera. La raíz de la razón se puede encontrar en el cuarto nivel del alma conocido como “el viviente”, jaia (חַיָּה), y de hecho existe una forma de fe que se basa en la razón. Sin embargo, Abraham buscaba el nivel más elevado de fe que no depende de la razón. Este tipo de fe pura se sitúa en el quinto y más elevado nivel del alma conocido como “el singular”, iejidá (יְחִידָה). Cada día de su vida, Abraham descubrió una comprensión nueva y más profunda de Dios: la fe basada en la razón y el conocimiento. Pero al mismo tiempo, tuvo que dejar trascender esta nueva comprensión para alcanzar un nivel superior de fe. Por eso, cada día tenía que viajar más hacia el sur, más lejos en el camino de la fe.

 

(Extraído de una conferencia pronunciada el 13 de Jeshván de 5773)

 

 

SEGUNDA LECTURA:  EL ÁNGEL DE LA GUARDA

 

“Dios golpeó al Faraón y a su casa con plagas severas, por la palabra de Sarai, esposa de Abram”.

 

Cuando Dios le ordena a Abraham que viaje a la tierra que Él le mostrará, le promete que será rico. Pero Dios no le dice cómo se hará rico. Después de llegar a la Tierra de Israel, Abraham se ve obligado por una hambruna a partir hacia Egipto. Los comentarios dicen que Abraham pensó que tal vez el motivo de este exilio era que Dios planeaba cumplir Su promesa de riquezas en Egipto.

La lección de esto es que cada vez que nos vemos obligados a mudarnos de un lugar a otro, o de una circunstancia a otra, debemos saber que Dios está pensando bien en nosotros. Hay un tipo de riqueza que Dios quiere darnos y depende de nuestra ubicación. De hecho, eso es lo que pasó. Al ir a Egipto, Abraham se hizo rico. Cuando salió de Egipto, se había hecho muy rico.

Toda la riqueza de una persona depende de su esposa. Hay un versículo en Proverbios que dice esto: “La propiedad y la riqueza son heredadas de los padres, pero de Dios viene una esposa inteligente” (בַּיִת וָהוֹן נַחֲלַת אָבוֹת וּמֵהוי' אִשָּׁה מַשְׂכָּלֶת). Todas las riquezas que Abraham recibió de Egipto fueron en mérito de su esposa, Sará. La Torá nos dice que Abraham le pidió a Sará que dijera que ella era su hermana. Incluso lo vinculó explícitamente a su bienestar: “Si dices que eres mi hermana, para que me vaya bien por tu causa; mi alma se vivificará gracias a ti.”[7] ¿Es esto algo apropiado que Abraham le diga a su esposa?

El Zohar responde que Abraham vio que Sara tenía un ángel acompañándola y que nadie podría hacerle daño. Pero lo que Abraham no vio es que él también tenía un ángel que lo acompañaba, por lo que él tampoco iba a correr peligro. Lo primero que aprendemos de este Zohar es que el ángel de la esposa no es necesariamente el mismo que el ángel que tiene su marido. Lo que Abraham quiso decir es que si él y Sará eran considerados hermanos (un hermano y una hermana) porque están más cerca de ser el mismo cuerpo, hay más posibilidades de que el ángel de la esposa (que Abraham conocía) los proteja a ambos.  Abraham le estaba pidiendo que dijera que ella era su hermana para que su ángel los protegiera a ambos. Esto también explica por qué el resultado que describió se expresa en singular (לְמַעַן יִיטַב לִי) - es decir, que el ángel me protegerá - y no en plural (לְמַעַן יֵיטִבוּ לִי) - es decir, que los egipcios me beneficiarán.

De hecho, no sólo el éxito de uno en esta realidad presente depende de la esposa, sino también su éxito en el Mundo Venidero. Abraham alude a esto al describir un doble resultado: “me irá bien por tu causa” se refiere al beneficio que recibirá en este mundo y “mi alma será vivificada gracias a ti” se refiere al beneficio que recibirá en el Mundo Venidero.

El ángel de Sará

De hecho, la Torá nos dice que Sara no sufrió ningún daño: “Dios golpeó al Faraón y a su casa con severas plagas por palabra de Sarai, la esposa de Abram”[8] (וַיְנַגַּע י-הוה אֶת פַּרְעֹה נְגָעִים גְּדֹלִים וְאֶת בֵּיתוֹ עַל דְּבַר שָׂרַי אֵשֶׁת אַבְרָם). Rashi en el verso agrega que esto se debió al ángel que la protegía. El Zohar añade otra información: Sará hizo que su ángel golpeara a los egipcios diez veces. Estos fueron los precursores de las Diez Plagas que Dios traería sobre Egipto a través de Moisés y Aharón. De hecho, la palabra que Rashi usa para “golpe”, haj (הַךְ), cuando se calcula su valor usando numeración completa[9] es igual a 505, el valor de “Sará” (שָׂרָה).

Hay una pregunta sobre el orden de las palabras en el versículo que acabamos de citar. ¿Por qué las palabras “con plagas severas” aparecen antes de “y su casa”? El versículo habría sido mucho más simple si hubiera dicho: “Dios golpeó al Faraón y a su casa con graves plagas por la palabra de Sarai, esposa de Abram”. La diferencia, por supuesto, está en la gravedad de las plagas que sufrió la familia. Por la forma en que está redactado el versículo, claramente las severas plagas solo fueron arrojadas sobre el Faraón, mientras que su casa recibió una versión reducida de estas plagas.

Las Diez Guematriot Maravillosas del Mashíaj

Hemos hablado en el pasado sobre las 10 maravillosas guematriot (equivalencias numéricas) que el Mashíaj revelará. Tenemos más de 10 candidatas para estas, por lo que tendremos que dejar que el Mashíaj decida cuáles son lo suficientemente maravillosos para ser incluidas. En cualquier caso, en este versículo que citamos tenemos un candidato potencial para la consideración del Mashíaj.

El valor de todo el versículo: “Dios hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas por palabra de Sarai, esposa de Abram” (וַיְנַגַּע י-הוה אֶת פַּרְעֹה נְגָעִים גְּדֹלִים וְאֶת בֵּיתוֹ עַל דְּבַר שָׂרַי אֵשֶׁת אַבְרָם) es 3766. Consideremos ahora la palabra “plaga”, nega (נֶגַע), que también es la raíz triple de cualquier conjugación de “plaga” como verbo. Si tomamos cada una de sus tres letras (נ es igual a 50, ג es igual a 3 y ע es igual a 70) y calculamos su valor triangular,[10] encontramos que son: r50 es igual a 1275, r3 es igual a 6 y r70 es igual a 2485. La suma de los tres valores triangulares es 3766, ¡el valor exacto de todo el verso!

La identidad del ángel

Aunque el Zohar está lleno de nombres de ángeles, en este caso no nos dice el nombre del ángel de Sará a quien ella ordenó que plagara al Faraón y su casa. Pero al analizar más a fondo el versículo, podemos extraer una conjetura sobre quién podría haber sido.

Aunque no pronunciamos los nombres de los ángeles y por lo tanto no los escribiremos completos en español, podemos escribirlos en hebreo para calcular los valores de sus nombres. Los tres ángeles que habitan cada uno de los tres mundos inferiores - Creación, Formación y Acción - son Mitat (מיטטרון), Metat (מטטרון) y Sandal (סנדלפון), respectivamente. Increíblemente la suma de sus tres nombres equivale exactamente al valor de “creación, formación, acción”, Beriá, Ietzirá y Asiá (בְּרִיאָה יְצִירָה עֲשִׂיָּה).

De estos tres, conjeturamos que el que habita el Mundo de Acción, Sandal, era el ángel de Sará. ¿Cómo es eso? Observemos nuestro versículo y escribamos las letras del medio de las palabras que tienen un número impar de letras. Tenemos: וַיְנַגַּע י-הוה אֶת פַּרְעֹה נְגָעִים גְּדֹלִים וְאֶת בֵּיתוֹ עַל דְּבַר שָׂרַי אֵשֶׁת אַבְרָם y las letras del medio son: נעל אברש, que permutan para deletrear, “un zapato en la cabeza”, naal barosh (נַעַל בָּרֹאשׁ) sugiriendo que cada vez que Sará le decía a su ángel “golpea”, sentía como si un zapato estuviera golpeando la cabeza de Faraón. La conexión entre un “zapato en la cabeza” y Sandal (cuyo nombre en realidad deriva de la palabra “sandalia”) es clara.

 

 (Extraído de una conferencia dada el día 24 de Nisan 5772)

 

 

TERCERA LECTURA: ABRAM, LOT Y DOS NIVELES DE FE

 

“Lot había acompañado a Abram… Pero la tierra no podía soportar que vivieran juntos…. Lot miró hacia arriba y vio que toda la llanura del Jordán estaba bien irrigada antes de que Dios destruyera Sodoma y Gomorra…. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán.

 

Al principio, Lot, el sobrino de Abraham, viajaba con él. ¿Cuál es el secreto de su compañerismo, a pesar de que sus niveles espirituales eran tan diametralmente opuestos entre sí?

La suma de los valores de “Abram” (אַבְרָם) y “Lot” (לוֹט) es 288; el valor de Abram es 243 y el valor de Lot es 45. 288 es también el número de chispas de santidad que cayeron del destrozado Mundo del Caos a nuestra realidad. También es el valor de “rocío”, tal (טַל) y “lluvia”, matar (מָטָר), las dos cosas clave que pedimos ahora en la Amidá: “Concede el rocío y la lluvia que serán para bendición” (וְתֵן טַל וּמָטָר לִבְרָכָה). Con estas equivalencias numéricas en mente, centrémonos en el propio Lot.

Lot y la cáscara de Noga

Como se señaló, el valor de Lot (לוֹט) es 45, que es el valor del relleno del Nombre esencial de Dios, Havaiá, que es igual a 45 (יוד הא ואו הא) y conocido con el nombre de (מה), cuyo valor es 45. El nombre de existe tanto en el reino de la santidad como en la cáscara llamada noga, refiriéndose a aquellas cosas en este mundo que ocultan la Divinidad pero que aún pueden ser útiles para promover la revelación de Dios. Por lo tanto, Lot no es del todo negativo, sino que, como noga, es una mezcla del bien y del mal juntos.

El concepto de la cáscara de noga se origina en la visión de Ezequiel de la Carroza Divina. Encima de la Carroza, ve la imagen de la forma de un hombre, y ve cómo la mitad superior de esta forma está investida en lo que se conoce como el jashmal (חַשְׁמַל), un tipo particular de luz o revelación de la Divinidad; esta es la parte de santidad de noga. La parte negativa de la cáscara de noga se inviste la mitad inferior de esta forma. Abraham era consciente de que Lot era el representante de la mitad inferior de noga, y su objetivo era retener a Lot el tiempo suficiente para rectificarlo y asegurarse de que no cayera en manos del mal, en manos de los idólatras que rodeaban a Abraham. Con ese fin, por muy malos que fueran Sodoma y sus habitantes, ellos también en ese momento eran solo la parte negativa y malvada de noga.

Sin embargo, los Cuatro Reyes del este que vinieron de Mesopotamia (liderados por Nimrod que había arrojado a Abraham en el horno de fuego) para conquistar las cinco ciudades (entre las que se encontraban Sodoma y Gomorra) de la llanura del Jordán (que aún no era el Mar Muerto, sino más bien una zona muy fértil[11]), representaban las tres cáscaras completamente impuras y malignas. Por eso, cuando conquistaron las cinco ciudades, Abraham se vio obligado a perseguirlos solo para salvar a Lot - para salvar toda la cáscara de noga.

La responsabilidad del alma por el cuerpo

Abraham también tiene una conexión directa con el Nombre ma. Inicialmente, su nombre era Abram, y cuando Dios añadió la letra hei a su nombre, pasó a ser conocido como Abraham (אַבְרָהָם), que permuta para escribir “un órgano de ma”, ever má (אֵבֶר מָה). Lo que esto implica cabalísticamente es que la ma de Abraham representa el alma y la ma de Lot representa el cuerpo. La ma (el alma) de Abraham desciende a este mundo en un cuerpo para rectificar la ma (el cuerpo) de Lot, la ma de noga.

Todos somos hijos de Abraham, el primer judío, por lo que cada judío tiene una manifestación de Lot en él, que a veces puede parecer completamente desconectada de todo lo que es de santidad. Y, sin embargo, no debemos renunciar al cuerpo, nunca debemos renunciar a nuestro estado físico. En cambio, estamos obligados a comprometer toda nuestra alma para salvar nuestro cuerpo y devolverlo a la santidad. Hacerlo se considera una parte importante para elevar las 288 chispas que todos debemos elevar.

Pero para entender completamente por qué Abraham está luchando tan duro por Lot, necesitamos profundizar un poco más.

La fe de Lot y la fe de Abraham

El versículo que describe la fe de Abraham en nuestra parashá es: “Él tuvo fe en Havaiá, y Él [Dios] la consideró caridad”[12] (וְהֶאֱמִן בַּהוי' וַיַּחְשְׁבֶהָ לּוֹ צְדָקָה). En la forma en que la Torá escribe la palabra “él tuvo fe” (וְהֶאֱמִן), le falta una letra iud (וְהֶאֱמִין).[13]

Hay una explicación ofrecida por los discípulos del Ba’al Shem Tov,[14] basada en la noción de que existen dos niveles de fe. Hay fe que se basa en la razón, en la sabiduría, representada por la letra iud.[15] Pero hay fe que está por encima de la razón. La iud que falta en “él tuvo fe” indica que Abraham había ido más allá de la fe regular que se basa en la razón. Abraham fue un gran pensador. Inicialmente llegó a su fe en Dios a través de la lógica racional. En Cabalá, Abraham es considerado una manifestación de la sabiduría de la corona,[16] la forma más elevada de sabiduría. Pero la Torá nos dice que él trascendió la fe que se basa en la sabiduría - esencialmente empujó la letra iud fuera de "él tenía fe".

¿Por qué entonces la Torá dice que Dios lo consideró una caridad? Dado que Dios nos dio nuestra mente racional para usarla, llegar a la fe basándose en argumentos racionales es la forma correcta de usar la mente. Alcanzar la fe basada en la mente es similar a devolver a Dios lo que él nos dio para que lo guardáramos. Pero si alejo mi mente razonadora y logro una fe que está más allá de la razón, entonces le estoy dando a Dios, por así decirlo, algo nuevo, algo que Él no me dio. Por tanto, la fe que va más allá de la razón se considera caridad.

Fe en la Redención

Se trata de una fe más allá de la razón que los sabios afirman: “La caridad es grande porque acerca la Redención” (גְּדוֹלָה צְדָקָה שֶׁמְּקָרֶבֶת אֶת הַגְאוּלָּה). El valor de “Redención”, gueulá (גְאוּלָּה) también es 45, el valor del Nombre ma, que hemos estado analizando. Ahora podemos traer la analogía. La ma de Lot representa el nivel inferior de fe en la Redención, que se basa en la razón - la Redención es algo que me beneficia a mí y a los demás. Sin embargo, Abraham tiene fe en la Redención por sí misma, por encima de la razón y sin necesidad de ningún motivo.

Lot siguió a Abraham a la Tierra de Israel porque tenía sentido para él. Buscaba el beneficio y el placer que recibiría de la tierra. Por eso finalmente se separó de Abraham y eligió la parte más “placentera” e intrínsecamente rica de la tierra, la fértil llanura del Jordán que con el tiempo se convirtió en el Mar Muerto. Se separó de Abraham porque estaban teniendo problemas con los cananeos locales. Pero Abraham estaba cumpliendo el mandato de Dios porque sabía que traería la Redención. Incluso cuando era difícil, incluso cuando no había un beneficio claro e inmediato.

Cada judío que viene a vivir a la Tierra de Israel lo hace porque cree en la Redención y quiere impulsarla. Pero lo que ahora entendemos es que hay dos tipos diferentes de Redención y Abraham tiene la responsabilidad de incorporar la versión de Redención de Lot en la suya propia.

 

(Extraído de una clase impartida el 7 de Jeshván de 5773)

 

 

CUARTA LECTURA: ¿QUÉ SIGNIFICA SER HEBREO?

 

“El sobreviviente vino y le dijo a Abram el hebreo…”

 

Abraham es llamado “Abram el hebreo”[17] (אַבְרָם הָעִבְרִי). Los sabios[18] dan varias explicaciones para este adjetivo, “el hebreo”:

“[Él] vino y le dijo a Abram el hebreo”: Rabí Iehuda, Rabí Nejemia y los sabios [no están de acuerdo].

Rabí Iehuda dice: [se le llama “el hebreo” porque] el mundo entero está de un lado y él está del otro [la palabra para “de un lado” es, meever מֵעֵבֶר].

Rabí Nejemía dice: [A Abram se le llama “el hebreo”] porque es de los descendientes de Ever [el hijo de Shem, el hijo de Noé].

Los sabios dicen: él es del otro lado del río y habla en lengua hebrea.

Hay tres opiniones y cuatro explicaciones en este Midrash. Observémoslas más de cerca y veamos cómo se corresponden a las cuatro letras del Nombre esencial de Dios, Havaiá.

Comenzaremos con la opinión de los sabios, que realmente presenta dos explicaciones diferentes pero relacionadas. Las explicaciones de ambos sabios utilizan un enfoque puramente lingüístico para comprender esta palabra. La primera explicación que ofrecen es que “hebreo”, ivrí (עִבְרִי) alude a que Abraham vino del otro lado del río, del otro lado del Éufrates.[19] En Cabalá, la sefirá de entendimiento se describe como “la anchura del río”.[20] Por lo tanto, venir desde el otro lado del río es una metáfora para atraer la luz de la sefirá de entendimiento y esta explicación corresponde a la primera hei de Havaiá. Además, el concepto mismo de espacio (el lugar de nacimiento de Abraham, de donde viene) está asociado con la sefirá de entendimiento.[21]

La segunda explicación ofrecida por los sabios es que Abraham habla el idioma de los hebreos. El habla siempre se describe como la manifestación de la sefirá de reinado, que muchas veces es llamada “el mundo del habla” en Cabalá. Así, esta explicación corresponde a la sefirá de reinado y a la hei final de Havaiá. Así, tenemos que ambas explicaciones de los sabios están relacionadas con el lenguaje y con las dos hei en Havaiá, que en Cabalá también se describen como la madre y la hija, como dice el profeta: “Como la madre es la hija”.[22]

La explicación de Rabi Nejemia corresponde a la sefirá de sabiduría. Una conexión numérica entre Abraham y Ever y sabiduría es que Ever, el maestro de Abraham, fue la decimocuarta generación de la humanidad. Abraham era la vigésima generación. Tanto 14 como 20 son valores de rellenos de la letra iud (יד y יוד, respectivamente), que representa la sabiduría.[23] Además, la suma de Abraham (אַבְרָהָם) y Ever (עֵבֶר) es 520, que también es producto del relleno de la letra iud (יוד) y 26, el valor del Nombre esencial de Dios (י־הוה). Multiplicar el relleno de la letra iud (יוד), la primera letra que corresponde a sabiduría, por el Nombre completo enfatiza el aspecto de sabiduría del Nombre de Dios. Finalmente, el nombre Ever en hebreo está relacionada con la palabra "pasado", abar (עַבַר). Ser descendiente de Ever es ser descendiente del pasado (distante). Entonces, hay una dimensión temporal inherente en ello. Así como el espacio está relacionado con la sefirá de entendimiento, el tiempo (especialmente el pasado distante) corresponde a la sefirá de sabiduría.[24]

La explicación de Rabi Iehuda, que afirma que Abraham estaba en un extremo (un lado) y todos los demás en el otro extremo, corresponde a los seis extremos que son las seis dimensiones de Ze'er Anpin (desde bondad hasta fundamento). La explicación de Rabi Iehuda enfrenta la fe inquebrantable de Abraham en el Todopoderoso con las creencias supersticiosas del resto de la humanidad en dioses falsos. La fe es la experiencia más interna asociada con la sefirá de corona y el vínculo inherente entre las seis extremidades (Ze'er Anpin) - y el Zohar describe la fe como "Ze'er Anpin está unificada y vinculada con Atika (el aspecto más interno de la corona)”. Por lo tanto, la capacidad de Abraham para mantenerse confiado en su fe se ve alimentada por su insistencia en permanecer separado de todas las demás personas. Además, la explicación de Rabi Iehuda añade una dimensión de conciencia a la etimología de Abram el hebreo. Según él, lo que diferenciaba a Abraham de todos los demás hombres de su generación era su conciencia de Dios. En Cabalá, la conciencia se asocia con la sefirá de conocimiento, que se considera la clave de las seis extremidades de Ze'er Anpin.

Antes de concluir, observemos que ahora vemos que las 3 categorías de explicación ofrecidas por Rabí Nejemia, Rabí Iehuda y los sabios corresponden a uno de los modelos centrales del Sefer Ietzirá: mundo (espacio), año (tiempo) y psique (conciencia).

(Extraído de Shaashuim Iom Iom)

 

 

QUINTA LECTURA: CREENCIA EN LA ASTROLOGÍA

 

“Él [Dios] le llevó [Abraham] afuera y le dijo: 'Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas...'”

 

Pregunta:

He leído que en la antigüedad los sabios judíos conocían la astrología y entendían a través de la Cabalá las razones de cómo y por qué ciertas estrellas y constelaciones tienen diversos efectos. ¿Cómo puedo encontrar más información sobre esto? Escuché que el “Libro de la Formación” contiene esta información. ¿Qué es este libro? ¿es una obra reconocida?

Entiendo que la astrología judía es una disciplina compleja que puede llevar años dominar. Tengo un gran amor por este tipo de estudio. Por favor hágame saber si cree que estoy haciendo algo mal o si puede ayudarme con esto.

 

Respuesta:

Es importante entender que los movimientos de las estrellas y las constelaciones no tienen poder sobre el pueblo judío. De hecho, el Ba'al Shem Tov leyó el dicho de los sabios: "Israel no tiene mazal [constelación o fortuna]" como "la nada [Divina] es la fortuna de Israel". Además, no debes utilizar el término “astrología”, ya que éste da sustento a las fuerzas de la ilusión y la oscuridad. Dios le ordenó específicamente a Abraham que “abandona tu astrología”.[25]

En su lugar, utilice el término “la sabiduría del Sefer Ietzirá”, que contiene este tipo de información. El Sefer Ietzirá (“Libro de la Formación”) es la obra cabalística más antigua, atribuida a Abraham y editada por Rabí Akiva, el sabio del primer siglo EC. Se considera un fundamento de la Cabalá, así como de la gramática del idioma sagrado, el hebreo.

La sabiduría de las estrellas y los planetas es verdadera sólo si se estudia de acuerdo con los significados auténticos de las estrellas. Estos significados dependen de las 12 permutaciones del único Nombre de Dios de cuatro letras, el Tetragrámaton. También es esencial comprender el secreto de las correspondencias entre los meses y las Doce Tribus de Israel, y cómo se relacionan con lo anterior. Además, hay un mazal (“fortuna” o “signo”) particular para cada día y para cada hora. Más importante aún, hay una Torá adjunta a cada día (como un día santo o el día del fallecimiento de una persona santa, etc.)

Entonces, sí, es posible estudiar este material, aunque sea más complejo.

Si debe emprender este estudio, comience con la información más relevante sobre las correspondencias de los meses con las Doce Tribus de Israel y el sentido especial de cada mes según lo explica el Ari. Te animamos a que pruebes a desarrollar en tu alma el sentido de cada mes. Para más información consulta nuestra web, que tiene mucho material sobre el sentido de cada mes.

Una importante advertencia: la sabiduría de la Cabalá debe estudiarse sólo en hebreo. Una persona que no estudia Cabalá en hebreo no puede comprender las profundidades de esta sabiduría. Nuestro sitio web intenta explicar los puntos principales de esta sabiduría en inglés, pero de ninguna manera cubre el vasto mar de conocimiento de la Cabalá.

 

 

SEXTA LECTURA: DILEMAS Y CONFLICTOS

 

“Sarai dijo a Abram: 'Mira, Dios me ha impedido tener hijos. Venid a mi esclava, quizás por ella seré construido.’”

 

La palabra “quizás”, ulai (אוּלַי) aparece 17 veces en el Pentateuco. Todo sigue al inicio, y la primera aparición es en las palabras, “quizás por ella seré construido”.[26] Estas palabras fueron dichas por Sará a Abraham después de dieciséis años en Tierra Santa. Todavía no habían sido bendecidos con hijos. Le pidió a su marido que se llevara a su sirvienta y "tal vez yo sea construida a través de ella".

Está escrito después: “Y Abram escuchó la voz de Sarai”[27] y Rashi dice que escuchó la voz del Espíritu Divino dentro de ella. Mucho más tarde, cuando Sará le exige a Abraham: “Expulsa a esta sierva y a su hijo”, Dios le dice a Abraham: “Todo lo que Sará te diga, escucha su voz”.[28] Es de este episodio que aprendemos que Sará fue mayor que Abraham en profecía. La primera vez aprendemos que Abram escuchó la voz de Sarai, la voz del Espíritu Divino dentro de ella, y por lo tanto confió en su poder de decisión.

Sará nuestra matriarca: la madre de los dilemas

Recientemente[29] hemos hablado de conflictos y nos gustaría añadir algo sobre un concepto relacionado: un dilema. Dilema es la palabra más importante hoy en día en la teoría de juegos.

Sará estaba en un dilema. Era estéril, no tenía hijos y ni siquiera tenía útero. Diez años desde que llegaron a la tierra, no tuvieron hijos. Si le hubiera preguntado a Abraham qué hacer, este dilema podría haber sido demasiado grande para él. De hecho, después del primer “quizás” (אוּלַי) en la Torá pronunciado por Sará, hay seis casos de “quizás” dicho por Abraham en su discusión con Dios sobre Sodoma y Gomorra.

Pero Sará, con su uso de la palabra “quizás” también resuelve el dilema (a diferencia de los seis “quizás” de Abraham que no conducen a ninguna resolución). Sará, con el mayor entendimiento que se le da a una mujer más que a un hombre, con la abundancia del Espíritu Divino dentro de ella, decidió qué hacer: entregar mi sierva a mi marido. Hay algunas veces más que las mujeres usan esta táctica en la Torá, pero el precedente lo sentó Sará. Ella no cuenta con precedentes del cual aprender y su decisión proviene enteramente de su espíritu Divino.

"Quizás" (אוּלַי) significa "tal vez sí, tal vez no". Aquí hay un verdadero dilema: “tal vez a través de ella seré construido”. Incluso este “quizás”, esta posibilidad, es lo suficientemente fuerte como para decidir actuar de una manera excepcional, que no es estándar, al menos para nosotros. Para nosotros que estamos leyendo esta historia, hay una maravillosa novedad. La novedad de la idea de Sará era tan grande que era necesario escribir que “Abram escuchó la voz de Sarai”, escuchó al Espíritu Divino dentro de ella.

Ahora bien, ¿cuál es la relación entre un conflicto y un dilema? Utilicemos una alusión lingüística. La primera campaña del Rebe de Lubavitch fue Tefilín. Una de las alusiones a los tefilín en el contexto de una “campaña” se encuentra en el versículo que describe a la tribu de Gad: “le desgarrará el brazo y el cuero cabelludo”.[30] Este versículo alude claramente a los tefilín que se colocan sobre el cuero cabelludo y en el brazo.[31] Ahora bien, la palabra para “cuero cabelludo”, kadkod (קָדְקֹד) es un acrónimo de “conflicto-dilema-conflicto-dilema” en hebreo (קוֹנְפְלִיקְט דִּילֵמָה קוֹנְפְלִיקְט דִּילֵמָה).

Cada par de “conflicto-dilema” (קוֹנְפְלִיקְט דִּילֵמָה) tiene el mismo valor que “conocimiento” (דָּעַת). Dado que hay dos pares, se corresponden con lo que se conoce como conocimiento supremo y mundano, daat elion daat tajton (דַּעַת עֶלְיוֹן דַּעַת תַּחְתּוֹן) en Jasidut.

¿Qué se necesita para resolver dilemas? Del primer dilema, que Sará planteó y resolvió, podemos suponer que se necesita “la medida adicional de comprensión que se les dio a las mujeres sobre la que se les dio a los hombres”. Si las mujeres son buenas resolviendo dilemas, entonces podemos suponer que los conflictos internos son de naturaleza más masculina. Aparentemente, el conflicto interno está más estrechamente asociado con las emociones, mientras que los dilemas son de naturaleza más intelectual. Yo habría pensado que el hombre es más intelectual y, por tanto, mejor ante los dilemas, y la mujer es más emocional, y, por tanto, mejor ante los conflictos. Pero, sorprendentemente, ocurre todo lo contrario.

Los dos pares de conflicto y dilema y los cuatro mundos

Los dos pares de conflicto y dilema que acabamos de ver pueden describirse y corresponderse a los Cuatro Mundos: Emanación, Creación, Formación y Acción.

El conflicto en el mundo de la Emanación es si “ser o no ser”, específicamente con Dios. Este es un conflicto existencial. El conflicto en Formación es entre la inclinación al bien y la inclinación al mal.

El dilema superior que corresponde a Creación se conoce en el Zohar como “la madre está instalada en el trono”, lo que significa que se trata de dilemas intelectuales o morales. Finalmente, en el mundo de la Acción el dilema es cómo actuar con la máxima eficiencia. El mundo de la Acción es un mundo pragmático, pero alguien que sea pragmático todo el tiempo necesita resolver problemas relacionados con cómo actuar, ya que “la acción es el principio fundamental”. Cada uno de estos problemas es un dilema, no un conflicto.

Nuevamente, la naturaleza de los dilemas que corresponden al Mundo de la Creación es más abstracta mientras que los que corresponden al Mundo de la Acción son más prácticos. Por supuesto, Creación y Acción son los Mundos más femeninos, mientras que Emanación y Formación son más masculinos. Los conflictos que se encuentran en ellos son existenciales o conflictos parecidos a las guerras.

Se necesita mucho conocimiento para comprender por qué las mujeres son buenas resolviendo dilemas y se supone que los hombres son excelentes resolviendo conflictos. Podríamos decir que los sabios nos señalan esta diferencia entre hombres y mujeres con respecto a los conflictos en su afirmación de que "es la naturaleza del hombre conquistar, pero no es la naturaleza de la mujer conquistar".[32]

Todo esto lo podemos resumir en un gráfico:

 

Letra de Havaia

Mundo

Conflicto/Dilema

Tipo

iud

Emanación

conflicto

existencial

hei

Creación

dilema

intelectual o moral

vav

Formación

conflicto

De confrontación

hei

Acción

dilema

pragmático

 

Imagen por Pexels desde Pixabay

 

 

 

 

 

 



[1] Éxodo 23:17

[2] Génesis 12:9

[3] Salmos 36:10

[4] Véase Rashi sobre Génesis 7:7

[5] Cantar de los Cantares 4:8

[6] Salmos 113:9

[7] Génesis 12:13

[8] Genesis 12:17

[9] Guematria donde las letras finales tienen valores diferentes de las letras simples: kaf final es igual a 500, mem final es igual a 600, nun final es 700, pei final es 800 y tzadik final es 900.

[10] El triángulo de un número entero n se define como la suma de números enteros del 1 al n.

[11] Veáse Genesis 13:10.

[12] Ibid. 15:6

[13] ¡Tenga en cuenta que, sin la iud, la palabra “tuvo fe” (וְהֶאֱמִן) permuta para deletrear “fe” (אֱמוּנָה)!

[14] Veáse Bnei Isajar y otros.

[15] Por ejemplo, las cuatro letras del Nombre esencial de Dios, Havaiá (iud, hei, vav y hei) corresponden a las sefirot: sabiduría, entendimiento, belleza y reinado, respectivamente.

[16] Conocido como Moja Stima

[17] Genesis 14:13.

[18] Bereshit Rabá 42:8

[19] El río siempre asociado con la Tierra Prometida es el Éufrates, el último (pero el más importante y esencial) de los cuatro ríos primordiales del Génesis. En hebreo, la raíz de "río", nahar (נָהָר) es uno de los 13 sinónimos de "luz". También es la raíz de la traducción aramea de “luz” al comienzo de la creación, nehorá (נְהוֹרָא). “Y Dios vio que la luz era buena”. Numéricamente, tanto la palabra para “río” (נָהָר), que su valor numérico es 255, como “Éufrates”, perat (פְּרָת), con valor numérico 680, son múltiplos de “bueno” (טוֹב), o 17.

[20] Zohar 3:142a

[21] Basado en el versículo: “…Y dónde está el lugar del entendimiento” (Job 28:12). Tenga en cuenta también que, de las cuatro explicaciones, Rashi cita sólo ésta. El propio Rashi suele asociarse con la sefirá de entendimiento. Hay cuatro métodos diferentes para el orden del texto colocado en los tefilin. El tefilín de Rashi, que es el que usa la mayoría de la gente, corresponde al Principio Madre - la sefirá de entendimiento.

[22] Ezequiel 16:44

[23] Consulte también http://www.inner.org/parshah/deuteronomy/E68-0105.pdf  (en inglés) para obtener más ejemplos de cómo estos dos rellenos funcionan juntos.

[24] Hemos profundizado en estas definiciones en nuestro último libro: Lecturas sobre Física Moderna: Relatividad, Mecánica Cuántica, y Teoría de Cuerdas

[25] Rashi a Génesis 15:5

[26] Génesis 16:2.

[27] Ibid

[28] Ibid 21:10

[29] Conferencia pronunciada el 13 de Shevat de 5772, cap. 4

[30] Deuteronomio 33:20

[31] Rabeinu Asher, Halajot Ketanot, Tefilín 15

[32] Ievamot 65b











HISTORIAS JASÍDICAS

 

EL OHALEI IAACOV DE HUSIATIN:

LIMPIO Y FRESCO

 

Rabi Iaacov Friedman de Husiatin nació en 5639 (1879) siendo hijo de Rabi Itzjak Friedman de Bohush. En 5655 (1895) se casó con Jaia Sará Rajel, la hija de Rabi Israel Friedman de Husiatin y vivió en la casa de su suegro. Desde el momento de su matrimonio hasta que falleció su suegro (54 años después), vivió y trabajó junto a él.

Rabi Iaacov fue único en su apoyo al sionismo. Al final de la Primera Guerra Mundial, fundó (junto con Rabi Jaim Meir Iejiel Shapira de Drohovitz y Rabi Shlomo Jaim Friedman de Sadigora) el sindicato jasídico-sionista, llamado “Compañía del Asentamiento de la Tierra de Israel”. (Este sindicato se unió al sindicato Mizraji en 1918). En la Segunda Guerra Mundial, Rabi Iaacov expresó su actitud positiva hacia el voluntariado en el ejército británico. Cada año, en el aniversario del establecimiento del Estado de Israel, celebraba un farbrenguen jasídico.

En el mes de Tevet 5697 (1937), Rabí Iaacov hizo aliá a Israel con su familia y su suegro. Se establecieron en Tel Aviv y construyeron allí una sala de estudio. Después de su aliá a Israel, Rabi Iaacov dejó su función pública y dedicó su tiempo al estudio de la Torá. Cuando su suegro falleció en Januca 5709 (1949), lo sucedió.

Era famoso por arreglárselas con muy poco, a diferencia de los otros Rebe de la dinastía Ruzhin, que eran conocidos por su estilo de vida acomodado. Era un gran experto en fuentes de la Torá y muchos consultaban con él sobre asuntos de Torá. Rabi Iaacov falleció el 18 de Jeshván de 5717 (1957) y fue enterrado en el antiguo cementerio de Tibería, cerca de su suegro. En su testamento, no nombró a su sucesor y los jasidim acudirían a su viuda en busca de bendiciones. Fue sólo después de su muerte que su hijo, Rabi Itzjak, sucedió a su padre como Rebe.

 

Como descendiente de la dinastía jasídica Ruzhin, Rebe Iaacov caminaba de manera erguida, firme y mesurada. Su cabeza, sin embargo, no se mantenía erguida. Sus ojos estaban dirigidos hacia abajo y su corazón hacia arriba. Su barba estaba meticulosamente peinada y cada cabello estaba en su lugar. Sus prendas eran elegantes, planchadas, limpias y siempre impecables.

Luego de su fallecimiento, su familia relató que las prendas blancas que vestía sobre su puro cuerpo siempre estaban limpias, incluso después de que se las quitaba para cambiarlas. Era imposible discernir si siquiera si las había usado. Incluso en los calurosos y húmedos días de verano en Tel Aviv, su ropa permanecía fresca, limpia y blanca como si acabara de ponérsela.

 

La asombrosa limpieza de Rabi Iaacov es más que simplemente maravillosa. Rebe Najman de Breslov explica que la limpieza de la ropa alude a la rectificación del pacto (pureza sexual). Un cuerpo puro se reflejará en la vestimenta impecable de esa persona. Este aspecto de la rectificación del pacto tiene una conexión especial con la dinastía real Ruzhin. Su fundador, Rebe Israel de Ruzhin, era conocido por ser meticuloso en cuanto a la limpieza de sus prendas, y sus descendientes siguieron su ejemplo. Como escribe Rebe Najman, las letras finales de las palabras del versículo “En todo momento vuestras vestimentas deben ser blancas [es decir, limpias]”[1], bejol et iehi begadeija lebanim (בְּכָל עֵת יִהְיוּ בְגָדֶיךָ לְבָנִים), deletrean la palabra “reino”, maljut (מלכות). Rebe Najman también asocia este verso con la pureza sexual.

El valor numérico de “reino” también equivale a 2 veces el valor de “Abraham” (אַבְרָהָם), así como a las palabras dichas por Abraham, “Y yo soy polvo y ceniza”[2], veanoji afar vaefer (וְאָנֹכִי עָפָר וָאֵפֶר). Estas palabras expresan el sentimiento de Abraham de su propia humildad. El hecho de que equivalgan a 2 veces el valor de “Abraham” alude a su doble papel como padre del pueblo judío y como “padre de una multitud de naciones”.[3] La capacidad de asumir estos dos roles está asociada con el amoroso reino del Mashíaj: Incluirá a todos los pueblos de la tierra, preservando al mismo tiempo el papel único del Pueblo Judío.

Las vestimentas aluden a algo más que un gobierno y un reinado externos. También son una expresión de adhesión interna al Creador: una prenda que siempre permanece fresca y limpia expresa la constante renovación y refrescamiento del propio servicio a Dios, que era el sello distintivo del tzadik de Husiatin. Además, la prenda que rodea el cuerpo alude al nivel circundante cercano del alma, el viviente, el jaia (חיה). Esta es la parte del alma que descansa sobre la conciencia dentro de nosotros, tocando y no tocando nuestra conciencia y asociado con nuestra voluntad. La voluntad que nos motiva es la unión entre nuestra conciencia y lo que se encuentra más allá de ella. Una voluntad completamente rectificada, que anhela y se adhiere únicamente a Dios, es el secreto de la Tierra de Israel, que es tan querida por los Rebes de Ruzhin.



[1] Eclesiastés 9:8

[2] Génesis 18:27

[3] Génesis 17:5






41

HASHEM EL DUEÑO DEL MUNDO - VACIA TU CABEZA EN EL AMO DEL UNIVERSO

 


https://www.youtube.com/shorts/L8umym14gCY?feature=share

 

¿Qué pasa si yo creo que aquí Hashem es el dueño, y es bueno? Y también por mi fe estoy seguro de algo, estoy seguro de que Hashem es bueno y por eso va a hacer lo mejor aunque no lo entiendo, no hace falta entender.

Por eso no hace falta planificar demasiado, no hace falta pensar demasiado porque Hashem es el dueño aquí.

Por eso hay algo en la fe que ayuda a la persona a vaciar su cabeza de toda clase de pensamientos que en verdad son tonteras. Entonces puede empezar a rezar y hacer lo que tiene que hacer.

 

 

LECTURA DE LA TORÁ: LEJ LEJÁ: VE POR TI 5784

 

El descenso de la mente oculta al mundo revelado

 

 


https://youtu.be/aeURegrrgFo

 

 

 

ZOHAR DE LA PARASHÁ

https://galeinai.org/parasha/bereshit/lej-leja/zohar-lej-leja/

 

 

ABRAHAM: ILUMINANDO EL MUNDO

https://galeinai.org/parasha/bereshit/lej-leja/abraham-iluminando-el-mundo/

 

El mundo estuvo envuelto en tinieblas durante 19 generaciones, hasta que Abraham comenzó a iluminarlo. La oscuridad no es solo un estado de no reconocimiento del Creador, quien es conocido por todos los tzadikim de todas las generaciones, generaciones, también es la restricción del funcionamiento del universo dentro de los confines de la ley de conservación de la energía, que dicta que todo lo que ocurre en su interior no es más que un intercambio, reencarnación o reciclaje de la realidad inicial. El máximo del éxito de Noaj fue la conservación del mundo, nada más. Este estado de cosas continuó hasta que Abraham, que no aceptó las limitaciones del mundo, apareció en escena. En sus investigaciones del mundo, se dio cuenta de que hay un Creador fuera de los confines del mundo. A partir de ese momento se alineó con el Creador, haciendo Su voluntad. El amor de Abraham por Dios despierta-revela dentro de Dios una nueva voluntad para la existencia del mundo. Abraham camina ante Dios como un pionero y crea una nueva nación que con sus acciones orientadas hacia Dios, infunde en el universo una nueva energía.

 

 

 

42

 

LA FE EN LOS JUSTOS Y LA FE EN DIOS



https://www.youtube.com/shorts/3SE2XJUTn14?feature=share

 

"Está también el precepto tener fe en los justos. Hay que cree en el tzadik, el justo tal como hay que creer en Hashem.

¿De dónde aprendemos esto? Lo decimos cada día por la mañana en la plegaria: “Y creyeron en Hashem y en Moshé su servidor”, antes de la Canción del Mar. Hay varias explicaciones de qué es “Y creyeron en Hashem y en Moshé su servidor”. Una es que por la fe en Moshé puedo entender con mayor profundidad qué es la fe en Dios. Yo quiero saber ahora qué es creer en Hashem por tener fe en el justo, en Moshé su servidor."

 

 

43

UN REY COMPLETA LA GUERRA HASTA EL FINAL



https://www.youtube.com/shorts/jwApqV4AbsA?feature=share

El Rey completa la guerra hasta el final, y ese es justamente el problema aquí en la Tierra de Israel. Ese es el problema, y es la prueba a la vista de que no hay un reinado. Si se quiere traer una prueba en la práctica de que aquí no hay un reinado, solo una especie de institución, una burocracia, una administración, se expresa justamente en esto. Porque si no hay un reinado es imposible, no hay fuerza para terminar la guerra. La señal principal del reinado es que se completa la guerra hasta el final.

 

44

 

LA BENDICIÓN DEL TZADIK



https://www.youtube.com/shorts/pyqPrhuFkSo

 

"Hay muchas historias de tzadikim que vienen a pedirle una bendición al justo, el tzadik lo bendice y entonces el jasid, el iehudí se pone firme y dice que no es suficiente, yo quiero que me asegures. La mujer que quiere hijos, el tzadik la bendice que tenga hijos, pero ella dice no, no me es suficiente tu bendición, yo quiero que me asegures que voy a tener un hijo.

¿Qué significa? Esto se llama que creo en su poder, tiene el poder de asegurar. Aquí la fe y la seguridad van juntos, en el sentido de asegurar. Yo creo en el poder del tzadik que si él decreta, no solo le pide a Hashem sino que decreta a Hashem, Hashem tiene que cumplir lo que dice el tzadik, lo que decreta el tzadik."

 

 

45

TODO EMPIEZA Y TERMINA CON LA FE



https://www.youtube.com/shorts/kLXxv7d3S1E

 

 

"La fe es como el elemento tierra, en el sentido positivo. Porque está escrito todo vino de la tierra y todo vuelve a la tierra. Todo comienza con la fe y todo termina con la fe.

También el hombre: “porque eres polvo y al polvo regresarás”. No parece positivo, pero tiene una explicación interior. La vida del judío, del ser humano, es la fe, y comienza con la fe, como está escrito: “Y formó Havaia Elokim al hombre del polvo de la tierra.” Y vuelve a la tierra, todo es fe.

Pero en Eclesiastés está escrito acerca de la realidad en general, todo lo que hay en el universo “todo viene de la tierra, y todo vuelve a la tierra”. Todo comienza con la fe y todo termina con la fe."

46

 

Y SERÉ SANTIFICADO



https://youtube.com/shorts/y2fYfsj6J8Q

 

"El sexto precepto dentro de los 10 que constituyen los fundamentos de la Torá de acuerdo con el Rambam es el de Kidush Hashem, Santificar a Hashem, del versículo de la parashá Emor, “Dile”: “Y seré santificado dentro de los Hijos de Israel”.

Aquí el Jasidut puntualiza y profundiza que no está escrita en forma activa como todos los preceptos sino en forma reflexiva “y seré consagrado”. No hay otro precepto que esté escrito en forma reflexiva “Y seré santificado dentro de los Hijos de Israel”, como si este mandamiento se realizara por sí mismo.

Y la explicación del Jasidut es que más que cualquier otro, este precepto es la expresión propia y natural del judío, algo completamente espontáneo que expresa la esencia de la persona.

Entonces, la expresión práctica que expresa la esencia del judío más que cualquier otra es el precepto práctico singular que está escrito en forma reflexiva de consagrar a Dios, “Y seré santificado dentro de los Hijos de Israel”"

 

 

47

 

IDOLATRÍA PURA



https://www.youtube.com/shorts/L3NAeZ2P5to?feature=share

 

 

"Creer en Hashem, está prohibido creer algo más, esto significa no confiar en nada más, no buscar artimañas. Hoy en día hay personas que buscan todo tipo de métodos, como sistemas de medicina alternativa.

En verdad hay un mandamiento en la Torá “y sanar sanará”, a veces hay que ir al médico, pero invertir demasiado en la búsqueda y creer en todo tipo de métodos diferentes y extraños linda con la idolatría.

Está escrito en Jasidut que incluso quien se apoya en artimañas para ganarse la vida, para obtener sustento, si confía demasiado en esos subterfugios e incluso si piensa que el sustento viene de eso, entonces eso se llama que hace idolatría en pureza. ¿Qué significa en pureza? No piensa que es idolatría, pero en verdad es como idolatría."

 

 

Escuela de los Padres

7 Mar Jeshvan 5774

🗣 Charla Magistral 📣

¿DESAFIO O EN DI-OS ME FÍO?

✔️ 3 Técnicas para superar el miedo y confiar en Hashem

🤩 Rabino Gabriel Benayón - Conferencista Internacional y Escritor 🤩

🕐 Domingo 7 de Mar Jeshvan - 21 hs (Hora Israel)

 

 


https://youtu.be/_Vk0Lv8COsk

 

LECTURA DE LA TORÁ LEJ LEJÁ Y SU ENSEÑANZA PARA LOS DÍAS DE GUERRA ALLÍ DONDE ESTÉS

 

 


https://youtu.be/BsIDuWvwIG8

 

 

 

LOS SECRETOS DE LOS PACTOS DE UNIFICACIÓN

 

Emular a Di-s y tener la habilidad de controlar la Divina Providencia es un deseo de los hombres desde siempre. Las claves para ambas aspiraciones están ocultas en la porción de la Torá de esta semana. En esta audio-lectura, el rabino Ginsburgh explora los dos pactos realizados entre Di-s y Abraham avinu, y sus descendientes. Cuando aplicamos a nuestras vidas el significado profundo de estos dos pactos, podemos llegar a ser dignos de brindarle la verdadera alegría y el placer a Di-s por Su Creación.

Dos Pactos

El tema que domina la porción de la Torá de Lej Lejá es la celebración de los dos pactos que Di-s realizó con Abraham. Básicamente, un convenio es un acto supra racional de conexión, donde las partes acuerdan ser leales y perdonarse mutuamente ante cualquier circunstancia, incluso cuando en el plano consciente una de las partes tiene una actitud negativa.

 

Así leemos esta semana que Di-s hace un primer pacto con Abraham por el cual le otorga la herencia de la Tierra de Israel, y luego otro que es el pacto de la circuncisión.

El “Pacto de las Partes”

En los tiempos antiguos, un método muy común de realizar un convenio era sacrificar uno o varios animales y cortarlos en varios pedazos, luego de lo cual los participantes del acuerdo caminaban entre esas partes como señal de aceptación y compromiso. En el primer pacto con Di-s, llamado el “Pacto de las Piezas”, Abraham caminó entre las piezas del animal que había sacrificado y trozado, junto con una antorcha enviada Divinamente. En este pacto Di-s le prometió darle la Tierra de Israel a Abraham y a sus descendientes.

https://galeinai.org/parasha/los-secretos-de-los-pactos-de-unificacion-2/

 

 

EL REBE LO DICE DE VERDAD

Una historia inspiradora

 

Rabino Gabriel Benayon nos cuenta una historia inspiradora

 


https://youtu.be/SexeSwOuiG0

 

 





LECTURA DE LA TORÁ: LEJ LEJÁ: VE POR TI 5784

 

El descenso de la mente oculta al mundo revelado

 

 


https://youtu.be/aeURegrrgFo

 

 

 

ZOHAR DE LA PARASHÁ

https://galeinai.org/parasha/bereshit/lej-leja/zohar-lej-leja/

 

 

ABRAHAM: ILUMINANDO EL MUNDO

https://galeinai.org/parasha/bereshit/lej-leja/abraham-iluminando-el-mundo/

 

El mundo estuvo envuelto en tinieblas durante 19 generaciones, hasta que Abraham comenzó a iluminarlo. La oscuridad no es solo un estado de no reconocimiento del Creador, quien es conocido por todos los tzadikim de todas las generaciones, generaciones, también es la restricción del funcionamiento del universo dentro de los confines de la ley de conservación de la energía, que dicta que todo lo que ocurre en su interior no es más que un intercambio, reencarnación o reciclaje de la realidad inicial. El máximo del éxito de Noaj fue la conservación del mundo, nada más. Este estado de cosas continuó hasta que Abraham, que no aceptó las limitaciones del mundo, apareció en escena. En sus investigaciones del mundo, se dio cuenta de que hay un Creador fuera de los confines del mundo. A partir de ese momento se alineó con el Creador, haciendo Su voluntad. El amor de Abraham por Dios despierta-revela dentro de Dios una nueva voluntad para la existencia del mundo. Abraham camina ante Dios como un pionero y crea una nueva nación que con sus acciones orientadas hacia Dios, infunde en el universo una nueva energía.

 

40

HABLEMOS DE VENGANZA



https://www.youtube.com/shorts/nndDScExrBs?feature=share

 

 

(Atentado en la noche de Purim 5756, Dizengof, Tel Aviv)

 

Sea como sea, “Hashem es un Dios de venganza, Dios de venganza manifiéstate.” Hoy es nuevamente una mitzvá especial, por lo que pasó hoy, lo que pasó ayer, lo que pasó hace una semana, por lo que sucede constantemente para nuestro pesar, tenemos que hablar sobre el hecho de que el pueblo de Israel, por más buenos que somos, justamente porque somos tan gentiles y buenos, es tan difícil, es tan una vestimenta que aparentemente es inapropiado para nosotros, no nos sienta esta vestimenta de la venganza. Es algo tan extraño para nosotros, que justamente debemos hablar mucho de esto para imbuir un poco dentro de nuestra conciencia que en esto hay una rectificación.

 

41

HASHEM EL DUEÑO DEL MUNDO - VACIA TU CABEZA EN EL AMO DEL UNIVERSO

 


https://www.youtube.com/shorts/L8umym14gCY?feature=share

 

¿Qué pasa si yo creo que aquí Hashem es el dueño, y es bueno? Y también por mi fe estoy seguro de algo, estoy seguro de que Hashem es bueno y por eso va a hacer lo mejor aunque no lo entiendo, no hace falta entender.

Por eso no hace falta planificar demasiado, no hace falta pensar demasiado porque Hashem es el dueño aquí.

Por eso hay algo en la fe que ayuda a la persona a vaciar su cabeza de toda clase de pensamientos que en verdad son tonteras. Entonces puede empezar a rezar y hacer lo que tiene que hacer.

 

39

VACIARSE PARA SENTIR A DIOS



https://www.youtube.com/shorts/-GdjPq9_oIA

 

 

Antes de que Hashem comenzó a crear el mundo su Luz Infinita llenaba todo el universo. No existía un universo como nosotros lo conocemos, sólo una extensión infinita de la luz de Hashem.

Entonces, para hacer un lugar donde crear los mundos Hashem se contrajo, contrajo Su luz, el llamado Tzimtzum.

Hay algo muy muy importante en la contracción respecto a la persona: para poder sentir a Dios antes tiene que contraer, reducir todo el flujo de pensamientos que no se refieren a Dios. Tiene permanentemente su cabeza llena de pensamientos y aunque no los entiende lo molestan para ser un judío apegado, para ir solamente en el sendero de Hashem.

Este poder de contraer, de eliminar todo lo que hay que vaciar, porque la persona a veces tiene que vaciarse -dicho en un sentido positivo- de todos sus pensamientos.

Y este es por el poder de la fe en el alma.

 

 

 

CÓMO ENDULZAR LOS MALOS DECRETOS

 


https://www.youtube.com/shorts/1AilXrNUtkM

 

 

¿Cómo se endulzan los juicios severos?

La guerra continúa, los horrores se revelan y, además de fortalecernos para protegernos y eliminar los enemigos, también debemos buscar consuelo y dulzura.

La Torá nos enseña que en tiempos de calamidad debemos buscar un camino de arrepentimiento y corrección, y no cerrar nuestro corazón y decir que el mal llega por casualidad.

Por eso en generaciones pasadas los tiempos de penurias y destrucción fueron terreno fértil para sermones moralistas que pinchaban los tendones de los 'predicadores' de todo tipo y provocaban ayunos y panegíricos.

De hecho, nuestro maestro el Baal Shem Tov, a quien Hashem envió al pueblo de Israel durante una época oscura y plagada de convulsiones, nos enseñó que el arrepentimiento y la rectificación también deben hacerse con alegría.

Por eso las enseñanzas del Baal Shem Tov a menudo tratan de endulzar los decretos:

cambiar la actitud hacia la realidad y, por lo tanto, cambiar la realidad misma, todo con alegría y conociendo la misericordia de Dios incluso en medio de las dificultades.

__________

Tenemos que recordar

“Porque Él es quien te da le fuerza para llegar a la victoria”.

Tenemos que aprovechar en forma plena el poder que Hashem nos da, de acuerdo con la ética de nuestra sagrada Torá, pero no equivocarnos con las ilusiones de “mi fuerza y el poder de mi mano me hicieron esta victoria”






 

PARASHÁ NOAJ

 

PARASHAT NOAJ   ALIÁ A ALIÁ

 

 

 

PRIMERA LECTURA: TRANSFORMAR LA CALAMIDAD EN OPORTUNIDAD

 

“Haz al arca una apertura”

 

La oración endulza el juicio

El Baal Shem Tov presentó una pregunta[1]: “¿Cómo puede ser que a través de la oración un decreto negativo se transforme en positivo? ¿Cómo es posible que haya un cambio de voluntad en lo Alto? Más aún cuando uno está orando por otro.”[2] La respuesta dada es que la oración endulza los juicios de Arriba en su fuente.

En realidad, si leemos atentamente, encontraremos que existen tres métodos diferentes para endulzar los juicios.

La primera explicación la aporta el Baal Shem Tov en nombre de su maestro (Ajiá de Shiló). Afirma que “la oración endulza el juicio en su origen al conectar el juicio tal como aparece en la sefirá de reinado con su fuente en la sefirá del entendimiento, y allí [en entendimiento], él es una persona diferente, etc.”

El Baal Shem Tov proporcionó una segunda explicación, aclarando que “la sentencia está compuesta de letras. El mensajero puede tomar las letras y permutar su orden, creando una palabra diferente”. El ejemplo que cita es del versículo "harás una abertura para el arca". Las letras de la palabra “calamidad”, tzará (צָרָה) se pueden permutar para deletrear “apertura”, tzohar (צֹהַר) o “voluntad”, ratzá (רָצָה), lo que indica que el problema puede transformarse en una oportunidad o en una nueva voluntad Divina. Esta explicación, que utiliza la noción de permutar las letras, es la más famosa y conocida de las tres respuestas dadas por el Ba'al Shem Tov. También sirve de trasfondo para las otros dos, que también implican permutaciones.

Una tercera respuesta proporcionada por el Ba'al Shem Tov es que “uno debe encontrar la raíz de la bondad dentro del juicio/acusación; entonces el juicio se dulcifica en su raíz y se transforma verdaderamente en bondad”.

Expliquemos qué significa esto. El mundo se fundamenta en las seis sefirot emotivas - desde bondad hasta fundamento - que se corresponden con los Seis Días de la Creación. Todo en la Creación es una mezcla de estas sefirot tal como son medidas y cortadas por la séptima sefirá de reinado. Todo lo que se decreta con respecto a la forma en que se gobierna el mundo es también un corte y medida desde las seis sefirot emotivas. La oración nos permite elevarnos por encima de las sefirot emotivas divinas y entrar en su fuente en las tres sefirot intelectuales y extender una nueva combinación al mundo. Por lo tanto, es apropiado explicar las tres respuestas del Baal Shem Tov, ya que corresponden a las tres sefirot intelectuales: sabiduría, comprensión y conocimiento.

Elevando Reinado a Entendimiento

Claramente, endulzar los juicios en su fuente, en la sefirá de entendimiento, corresponde a esa sefirá. Conectar reinado con entendimiento durante la oración es una de las piedras angulares del método del Ba'al Shem Tov.[3] Lo asoció con el versículo: "¿Quién es el que se levanta del desierto?" (מִי זֹאת עֹלָה מִן הַמִּדְבָּר)[4] La palabra para “desierto”, midvar (מִדְבָּר) se puede pronunciar alternativamente como “orador”, medaver (מְדַבֵּר), lo que significa que mientras se habla en oración, uno debe unificar reinado - representado por la palabra “es”, zot (זֹאת)[5] - con entendimiento - representado por “quién”, mi (מִי),[6] o en términos mucho más simples, uno debe unir la intención y el pensamiento (entendimiento) con el habla (reino).

En el contexto de endulzar los juicios severos, esto representa una unificación entre la realidad que estamos viviendo (reinado), que por el momento parece dura y negativa, con la intención Divina (entendimiento) de que ciertamente todo es bueno.[7] Centrarse en la intención Divina detrás de todo lo que experimentamos nos ayuda a aceptar las cosas con alegría[8], incluidos los aspectos duros de la realidad. Estos aspectos negativos se tratan como bondad Divina oculta que eventualmente puede transformarse mediante el tipo de permutación antes mencionado. La alegría que cataliza este tipo de transformación es lo que resalta la dulzura de la realidad.

La sefirá de entendimiento siempre está asociada con la teshuvá[9] y, por lo tanto, elevar reinado y unirlo con entendimiento es una forma de teshuvá, específicamente el tipo superior de teshuvá que surge debido a la alegría; este es el tipo de teshuvá que está por encima de los sentimientos de amargura y ansiedad asociados con la teshuvá inferior. Recurrir a Dios a través de la oración mientras todavía se experimenta una calamidad es en sí mismo teshuvá, especialmente cuando va acompañado de la observación de que la calamidad no es arbitraria, sino que tiene el propósito Divino de dirigirnos a mejorarnos a nosotros mismos.

La teshuvá superior de este tipo es capaz de transformar los pecados cometidos intencionalmente en méritos.[10] Revela que, así como en los duros juicios instigados por Dios y que afectan nuestra realidad hay una intención oculta, así también en nuestras iniquidades había una intención equivocada de buscar a Dios o de volvernos a Él, aunque fuera por ira. Hubo un verdadero intento de conectar con Él. Al ascender de reinado a entendimiento descubrimos que en ese nivel “uno es una persona diferente”. Así como el individuo puede hacer esto orando por sí mismo, también un amigo puede orar por nosotros y revelar el mismo principio: que, a pesar de nuestro comportamiento externo, nuestra intención interna fue buena. Rabi Levi Itzjak de Berditchev era famoso por hacer esto por los demás.

El acto de permutar las letras de una palabra se puede comparar con pasar de un estado en el que estamos encerrados en nuestras transgresiones y Dios se empeña en juzgarnos duramente con lo que suena como un discurso superficialmente duro y carente de empatía, a una conversación llena de buena voluntad, con un tono más suave y dulce. Es como si las letras de las palabras dichas inicialmente se permutaran y toda la realidad pareciera más dulce.

La explicación del propio Baal Shem Tov, de que uno debe encontrar bondad (jesed) en el juicio, está relacionada con la sefirá de conocimiento (da'at) que incluye tanto bondad (jasadim) como aspectos de fuerza (guevurot), inter-incluidos unos con otros.[11] Al contemplar esto, el juicio se convierte en una fuerza que crea un número infinito de recipientes necesarios para recibir y retener la luz infinita. Este es el secreto de las palabras, “Él sostiene la vida con bondad”, mejalkel Jaim bejesed (מְכַלְכֵּל חַיִּים בְּחֶסֶד) incluidas en la segunda bendición de la Amidá, que es una bendición sobre el juicio (es decir, la formación de recipientes para contener la bondad).

A diferencia del entendimiento que se cierne sobre la realidad, la función de conocimiento (el cerebro posterior) es penetrar la realidad misma y encontrar en ella el punto de bondad incluido en el juicio. Un ejemplo de esto es el famoso sabio Najum Ish Gamzu, quien supo ver incluso dentro de una realidad de juicio un punto de luz que revela que “esto también es para bien”, gam zu letová (גַּם זוּ לְטוֹבָה), transformando así toda la realidad en bondad revelada.[12]

Cuando se revela el punto interno de bondad, se esparce, como agua dulce, para endulzar todo el juicio. La difusión del punto de bondad dentro de juicio nos recuerda la famosa enseñanza de Rebe Najman de Breslov de que cuando encontramos incluso un solo punto de bondad en otra persona, si contemplamos profundamente ese punto de bien, se expande y transforma toda la realidad del individuo.[13] Es más, cuando oramos por otro, encontrar el bien en él permite una transformación total del juicio en compasión.

Digamos unas palabras sobre cómo cambiar la permutación de una palabra (o realidad) la cambia a ella misma. Cada permutación incluye ambas dimensiones de juicio y compasión. Rabi Shneur Zalman de Liadi explica[14] que la primera letra de la permutación es dominante. Cuando identificamos un elemento aparentemente insignificante de bondad o compasión dentro de la realidad del juicio y nos centramos en él, lo traemos al primer plano y lo colocamos en primer lugar, cambiando así el orden de la permutación y su significado.

Se podría decir que el acto mismo de acudir en oración a Dios constituye una revelación de compasión dentro del juicio: aunque me encuentro en angustia, desde allí me dirijo a Dios, y una ventana de compasión ya se abre dentro de mi dura realidad. La oración cambia el tono de nuestra interacción con Dios. Simplemente hablar con el Todopoderoso y estar seguros de que Él está presente y escuchando en Su misericordia, nos lleva a descubrir puntos de luz y bondad dentro de la realidad, y una vez más, cuando nos enfocamos en ellos, llegan a dominar la permutación, cambiándola, y toda la realidad que representa se vuelve más dulce.

A veces el orden puede invertirse: para que una persona pueda orar y despertar compasión sobre sí misma, necesita primero centrarse en la realidad e identificar en ella una “grieta” o un “brillo” de la compasión revelada de Dios. Sentir la presencia compasiva de Dios en la realidad abre un camino para la oración, que a su vez expande aún más la grieta. Este orden se nos relata en muchas historias de tzadikim que antes de buscar la salvación a través de la oración primero hicieron un esfuerzo por mostrar que la situación no es tan desesperada como parecía inicialmente y que había esperanza incluso en la realidad tal como era. Luego el tzadik procedía a orar y dar su bendición para una salvación completa.

El poder de alterar la permutación se relaciona con la sefirá de sabiduría (jojmá), siguiendo la hermosa expresión de la Torá, “un crisol para la sabiduría”. La experiencia de la sabiduría es una experiencia de autoanulación, y cuando uno se anula ante la nada divina que todo lo anima - “la sabiduría surge de la nada”[15], lo que equivale a “la sabiduría vivifica a su poseedor”[16] - entonces todo las definiciones de la realidad se disuelven, permitiendo que se cambie la permutación. Esta autoanulación es lo que alimentó las historias de milagros relatadas en el Talmud.[17] Una oración, cuya esencia es el apego a la nada Divina, con completa autoanulación, revela la vitalidad Divina y la fuerza de voluntad que se encuentra en todo, permitiendo que sea cambiado. Respecto a esto se dice: “Es tiempo de calamidad para Iaacov, pero de ella será salvo”[18] (עֵת צָרָה הִיא לְיַעֲקֹב וּמִמֶּנָּה יִוָּשֵׁעַ) de dentro de la calamidad (צָרָה) misma, a través de la sabiduría de las permutaciones y al llegar a un estado de anulación, uno merece encontrar una apertura iluminada (צֹהַר).

Rebe Israel de Ruzhin, cuyo yahrzeit, el 3 de Jeshván, siempre está cerca de la lectura de Parashat Noaj, enfatizó que esta era la habilidad única del Baal Shem Tov. Así explicó las palabras de Rebe Menajem Mendel de Vitebsk:

La palabra de HaShem estaba en manos del Baal Shem Tov. Él decretaría y sucedería. No hubo nadie como él antes y nadie como él se levantará después de él.[19]

Al parecer, hubo discípulos del Baal Shem Tov que también realizaron milagros, en el cielo y en la tierra. Entonces, ¿qué tenía de especial el Baal Shem Tov? El Ruzhiner explicó además que todos los tzadikim sabían cómo anular los decretos que eran un castigo por un pecado u otro asunto, pero solo el Ba'al Shem Tov sabía cómo permutar las letras que contenían desgracias que se debían al pobre mazal (destino) de una persona con el que nació. En tales casos, las letras que sustentan el mazal y la existencia misma de la persona no pueden ser anuladas. Había que permutarlos. De hecho, fue el Baal Shem Tov quien enseñó que “la nada es el mazal de Israel”[20] (אַיִן מַזָּל לְיִשְׂרָאֵל). Esta nada es la capacidad del Baal Shem Tov de regresar a la nada Divina dentro de la esencia del mazal de cada persona y cambiarlo.[21]

La calamidad está asociada con Iaacov, quien representa un estado de conciencia restringido. Su nombre Iaacov le fue dado cuando “su mano sostenía el talón de Esav”,[22] representando figurativamente estados en los que el individuo se encuentra inmerso en la confrontación y la lucha. Por otro lado, el poder de transformar la lucha y la calamidad está asociado con el nombre más elevado de Iaacov, Israel - también el nombre propio del Ba'al Shem Tov -, que indica un estado mental de conciencia expandida que convierte la calamidad en victoria y salvación.

Para resumir, hemos visto tres métodos para transformar la calamidad (צָרָה) en una apertura iluminada (צֹהַר):

 

 

Entendimiento (biná)

Elevar reinado a entendimiento

Sabiduría (jojmá)

Cambiar la permutación

Conocimiento (da’at)

Encontrar bondad en el juicio

 

(Extraído de una conferencia pronunciada el 30 de Tishrei de 5781)

 

SEGUNDA LECTURA: TRANSFORMAR LA SOCIEDAD

 

“Noé tenía seiscientos años cuando ocurrió el Diluvio y el agua cubrió la tierra”

 

 

Noé nació en el año 1056 (2704 AEC) y falleció en el año 2006 (1754 AEC). Por tanto, la vida de Noé abarca todo el segundo milenio de la historia. El principal acontecimiento del segundo milenio es el diluvio. Es en su descripción de este diluvio global, documentado en toda la antigua Mesopotamia,[23] que encontramos la descripción de la Torá[24] que dice: “Todas las fuentes del abismo estallaron y las ventanas de los cielos se abrieron”, palabras que el Zohar interpreta como una alusión a la eventual unión de las aguas y la sabiduría divinas y mundanas en el sexto milenio.[25] En este versículo, las aguas inferiores aparecen primero (como las fuentes del abismo), lo que sugiere que en el milenio del diluvio la sabiduría mundana se desarrolló antes que la sabiduría Divina (descrita como las aguas que vienen desde las ventanas del cielo).

De hecho, encontramos que la vida de Noé, la persona más importante que vivió en el segundo milenio, está repleta de descubrimientos de sabiduría natural y mundana. Su vida abarcó tanto el mundo antediluviano como el posdiluviano.

Noé es considerado uno de los inventores más talentosos de todos los tiempos. La Torá explica que fue llamado Noaj, que significa “descanso”, nejamá (נֶחָמָה) o “consuelo” porque su padre esperaba que “Éste nos traerá descanso de nuestro trabajo y de la angustia por nuestro trabajo sobre la tierra que Dios ha maldecido”.[26] Las habilidades únicas de Noé como inventor y maestro del mundo natural le fueron regaladas por Dios. Al parecer, a una edad temprana inventó el arado,[27] quizás el instrumento más importante de la Revolución Agrícola, que hizo que la humanidad pasara de sobrevivir como recolectores a vivir como agricultores. En términos relativos, el arado ha tenido más impacto en la mejora de la condición física de la humanidad que incluso la computadora.

Más tarde, Dios le confió a Noé la monumental tarea de construir un arca[28] adecuada para sobrevivir al diluvio y llevar una muestra de organismos vivos de la Tierra a un lugar seguro. Mientras estaba en el arca, Noé exhibió una visión insuperable de todos los organismos vivos y sus hábitos, asegurando que todos tuvieran satisfechas sus innumerables necesidades a tiempo.[29]

Después del diluvio, y aún durante su vida,[30] los descendientes de Noé (posiblemente utilizando sus habilidades de ingeniería) construyeron la Torre de Babel. Este fue otro magnífico proyecto de ingeniería, que requirió un alto grado de cooperación entre los involucrados, excepto que su propósito no era servir a Dios - un propósito noble que habría unificado el conocimiento científico y Divino - sino rebelarse contra Él.[31]

Lo que la mayoría de la gente sabe acerca de Noé es que Dios forjó un pacto universal con la humanidad a través de él. El pacto de Noé, que lleva el nombre de Noé (aunque la mayoría de los mandamientos universales ya fueron dados a Adam), sirve como un contrato cuyo propósito es tanto asegurar que el mundo nunca más vuelva a hundirse en su nivel antediluviano como proporcionar un nuevo punto de partida para la persecución por parte de la humanidad de sus objetivos como amos del reino mundano. El pacto de Noé brinda a cada ser humano la oportunidad de crecer tanto espiritual como materialmente a la sombra de Dios, como lo había hecho Noé antes del diluvio. Con este pacto con la humanidad hecho a través de él, Noé era el individuo que debía servir como conducto hacia la gran revelación de la Divinidad en el segundo milenio. Pero Noé no logró vivir una vida ejemplar, dedicada a la divinidad, después del diluvio. En cambio, fue su descendiente, Abram (más tarde llamado Abraham) quien lo sucedió como el mayor receptor del conocimiento Divino en el segundo milenio.

 

 

(Extraído de Sabiduría: Integrando la Torá y la Ciencia, capítulo 4, “Seis milenios, seis integraciones”)

 

 

 

TERCERA LECTURA: LA PALOMA, EL CUERVO Y JONÁS EL PROFETA

 

“Envió el cuervo… Luego envió la paloma”

 

 

Hay un libro de Cabalá que incluye una larga discusión sobre el profeta Jonás. Llamado Dan Iadin por el Rebe Shimshon de Ostropoli (fallecido en 1648) sobre la obra anterior Dan Iadin.[32]

Rabi Itzjak Isaac Luria, el Arizal, pregunta ¿cómo es que Jonás tuvo tanta influencia como para lograr que todo un imperio hiciera teshuvá? Su respuesta es que Jonás es un paradigma del Mashíaj Ben Iosef.

De Jonás aprendemos que la principal tarea confiada al Mashíaj hijo de Iosef es ir a las naciones del mundo. Lo sabemos porque todo lo que Jonás profetizó al pueblo judío se resume en un solo versículo del Libro de los Reyes.[33] Sin embargo, todo el libro de la Biblia que lleva el mismo nombre, Jonás, describe su profecía a las naciones no judías.

Leemos su libro hacia el final de Iom Kipur para dejarnos claro que incluso si un verdadero profeta ha emitido y declarado un decreto negativo, es posible anularlo mediante la teshuvá - un regreso a Dios. Esto es cierto respecto de los no judíos, y aún más respecto de los judíos que tienen el mandamiento de hacer teshuvá.

La misión principal de Jonás era ayudar a los no judíos y, por lo tanto, se le puede considerar con razón el profeta universal. Huyó de su misión principal porque le preocupaba que terminara perjudicando a su propio pueblo. Si el pueblo de Nínive, la capital de Asiria, se arrepintiera y regresara a Dios, eventualmente conquistaría el Reino del Norte de Israel, mataría a muchos de sus habitantes y exiliaría a otros. Jonás pensó además que, si los asirios se arrepintieran, Israel quedaría mal parado debido a su conducta. Sin embargo, el Todopoderoso pensó de otra manera. Envió a Jonás a Nínive para enseñarles a los judíos una lección sobre el poder de la teshuvá.

Normalmente, sostenemos que el Mashíaj hijo de Iosef viene antes que el Mashíaj hijo de David, pero desde cierta perspectiva, el punto más elevado de la tarea del Mashíaj hijo de David es similar al del Mashíaj hijo de Iosef - llevar a toda la humanidad a servir a Dios. “hombro con hombro.”[34]

Para aclarar la relación entre las dos instancias del Mashíaj, el Mashíaj hijo de Iosef, que viene antes del Mashíaj hijo de David, emplea la teshuvá por temor para traer a los no judíos de regreso a Dios. Pero el Mashíaj hijo de Iosef que aparece como el punto culminante de la obra del Mashíaj hijo de David emplea el principio de “la mano derecha acerca” para cumplir la profecía: “Porque entonces transformaré las naciones a un lenguaje claro, para que ellos puedan invocar el Nombre de Dios, sirviéndoLe juntos”.

El profeta Jonás (Ioná, en hebreo) está vinculado con la paloma de Noé, que en hebreo es Ioná. Basado en el análisis de Arizal, Rebe Shimshon identifica la paloma con el Mashíaj hijo de Iosef, e identifica el cuervo que Noaj envió con el Mashíaj hijo de David (aunque es sabido que el cuervo es cruel). Por supuesto, la paloma es conocida como símbolo universal de la paz (con una hoja de olivo en el pico).

¿Entonces que tenemos? Inicialmente, Noaj envió al cuervo, el Mashíaj hijo de David; Luego envió la paloma, el Mashíaj hijo de Iosef. Esto es paralelo a la noción de que la tarea del Mashíaj hijo de Iosef aparece en la cima de la misión dada al Mashíaj hijo de David.

La suma de los valores de “cuervo”, orev (עֹרֵב) y “paloma”, ioná (יוֹנָה) es 343, que es 7 elevado a la tercera potencia. Como entre ellas las dos palabras poseen 7 letras, el valor promedio de cada letra es 49, o 7 al cuadrado.

¿Cuál es la diferencia entre la paloma y el cuervo? La paloma se describe como “ingenua”, ioná potá (יוֹנָה פּוֹתָה). Pero se dice que el cuervo es “sabio”, jajam (חָכָם). ¿Cómo se refleja esto numéricamente? El valor de “cuervo” (עֹרֵב) es 4 veces el valor de “sabio” (חָכָם). Dado que la palabra “cuervo” en hebreo tiene 3 letras, significa que el “anverso y el reverso” de “cuervo” (ע ער ערב ערב רב ב) es igual a 4 veces “sabio” (חָכָם).

 

 

(Extraído de una clase impartida el 12 de Tishrei de 5778)

 

 

 

CUARTA LECTURA: RECONSTRUYENDO EL GÉNESIS

 

Dios habló a Noé y le dijo: “Sal del arca tú, tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos contigo”.

 

 

Las palabras traducidas como “Dios habló” aparecen innumerables veces en el Pentateuco. En la mayoría de estas apariciones el Nombre de Dios que aparece es Su Nombre esencial de cuatro letras, Havaiá. Sin embargo, hay tres casos en todo el Pentateuco en los que el Nombre es Elokim.

Uno de los tres es el primer verso de nuestra lectura. La segunda vez es al comienzo de la parashat Vaeira, "Dios habló a Moisés y le dijo: 'Yo soy Havaiá'"[35] (וַיְדַבֵּר אֱ-לֹהִים אֶל מֹשֶׁה וַיֹּאמֶר אֵ לָיו אֲנִי הוי'). La tercera vez es en el versículo que introduce los Diez Mandamientos: “Dios habló todas estas palabras, diciendo”[36] (וַיְדַבֵּר אֱ-לֹהִים אֵת כָּל הַדְּבָרִים הָאֵלֶּה לֵאמֹר).

La diferencia entre los dos Nombres es que Havaiá denota compasión, mientras que Elokim revela el duro juicio de Dios. Los primeros dos versículos de nuestra lectura son: “Dios habló a Noé, diciendo: 'Sal del arca, tú y tu esposa, y tus hijos, y las esposas de tus hijos contigo” (וַיְדַבֵּר אֱ-לֹהִים אֶל נֹחַ לֵאמֹר. צֵא מִן הַתֵּבָה אַתָּה וְאִשְׁתְּךָ וּבָנֶיךָ וּנְשֵׁי בָנֶיךָ אִתָּךְ). Rashi no aclara cuál es el juicio en estos versos. Por el contrario, dado que estas palabras están dirigidas a Noé al final del diluvio y le permiten a él y a su familia salir del arca, que había sido su “prisión” durante un año completo, eran palabras de compasión y consuelo.

Sin embargo, con respecto a los otros dos casos mencionados, Rashi sí explica la naturaleza de la sentencia. Respecto al versículo que introduce los Diez Mandamientos, escribe:

Elokim significa juez, como dice: “No maldecirás al juez”[37] (אֱ-לֹהִים לֹא תְקַלֵּל). Hay cuestiones tratadas en la Torá que, si una persona las realiza, recibe una recompensa, y si no, no recibe castigo por ellas. Uno podría pensar que los Diez Mandamientos son lo mismo, pero la mención de "Elokim" nos enseña que Él es un juez que impone castigo según estos mandamientos.

Respecto al Nombre Elokim que aparece al comienzo de la parashat Vaeira, Rashi escribe:

Le habló con juicio porque él [Moisés] había hablado con dureza, diciendo: “¿Por qué has hecho daño a este pueblo?” Por eso, Dios respondió: "Yo soy Dios". Soy digno de confianza para recompensar a los que caminan delante de Mí. Y digno de confianza para imponer el castigo.

Tres niveles de juicio

Las tres veces “Elokim habló”, se explican en los escritos del Arizal, como correspondientes a tres aspectos de Elokim: uno correspondiente a la sefirá de reinado (maljut), uno a poder (guevurá) y otro a entendimiento (biná).

El nombre Elokim en reinado es el secreto del valor numérico de Elokim(אֱ-לֹהִים),, 86, que también es igual a “ la naturaleza”, Hateva (הַטֶּבַע). La sefirá de reinado es la raíz de la naturaleza; desciende desde el Mundo de Emanación (Atzilut) para crear, vivificar y sostener la naturaleza de los tres mundos inferiores: Creación, Formación y Acción.

Respecto a Noé, se dice que “Noé caminó con Dios”[38], et haelokim hithalej noaj (אֶת הָאֱ-לֹהִים הִתְהַלֶּךְ נֹחַ), lo que significa que Noé fluyó con la naturaleza Divina, y por lo tanto mereció gracia, jen (חֵן), sinónimo de belleza que se corresponde con reinado.[39] El propio Noaj es la décima generación de la humanidad, correspondiente a la sefirá de reinado.

Por lo tanto, el versículo inicial de nuestra lectura, “Elokim habló a Noé, diciendo”, significa que Dios devolvió a Noé y su familia a la vida natural, con las estaciones en su tiempo y orden apropiados. Les permitió una vez más llevar una vida fructífera, como todo el mundo. Además, donde las relaciones matrimoniales estaban prohibidas mientras el mundo estaba siendo destruido, ahora “a ti y a tu esposa, y a tus hijos y a las esposas de tus hijos contigo”, a cada hombre y a su esposa, se les permitía de nuevo mantener relaciones matrimoniales".

No hay lugar para interpretar esta aparición de Elokim como revelando un juicio severo (el aspecto Elokim correspondiente a la sefirá de poder). Más bien, aquí Elokim es un juicio apacible, que está mezclado con compasión.

En efecto, cuando Noé estaba en el Arca, oró a Dios y su oración transformó el atributo de juicio en el atributo de compasión.[40]

El Elokim que corresponde a la sefirá de reinado, la naturaleza, revela la hermosa equivalencia numérica por la que “Elokim” (אֱ-לֹהִים) tiene el mismo valor que “el recipiente de Havaiá”, cli Havaia (כְּלִי י-הוה). El Nombre Elokim contiene la misericordia de Dios, pero también la envuelve en lo que parecen ser eventos naturales.

La palabra hebrea para “naturaleza” (cuyo valor, como se indica, es el mismo que Elokim) también significa “anillo”, tabaat (טַבַּעַת), el cual es circular, siempre girando, lo que implica que la naturaleza está en constante cambio, cambiando de acuerdo con la devoción de los tzadikim y la profundidad de su oración[41] o la maldad de los malvados. Esto se conoce en el Zohar como el secreto del Tikla (la raíz de kelipat Noga, la capa intermedia de la impureza).

Rabí Elazar dijo: “Él a los ciclos da vuelta con Sus habilidades”[42] (וְהוּא מְסִבּוֹת מִתְהַפֵּךְ בְּתַחְבּוּל). El Santo, Bendito, rota los ciclos dando existencia a los acontecimientos. Y después de que la gente del mundo ha aceptado que estos eventos han sucedido, el Santo Bendito Es los revierte de lo que eran inicialmente... como el alfarero que forma vasijas de barro en el torno del alfarero. Todo de acuerdo a las acciones del pueblo.[43]

 

 

 

QUINTA LECTURA: LAS MATEMÁTICAS DETRÁS DEL PACTO

 

“Dios habló a Noé y a sus hijos, diciendo: ‘Estoy estableciendo Mi pacto contigo y con tu descendencia tras de ti'”.

 

 

La Torá relata una serie de pactos hechos entre el Todopoderoso y la humanidad. El primero de estos pactos se hizo con Noé y sus hijos. Con Abraham, Dios hizo dos pactos, uno con respecto a la Tierra de Israel y el segundo con respecto a la circuncisión. El cuarto pacto se hizo con el pueblo judío sobre la Torá.

Con respecto al pacto de la circuncisión, la Mishná afirma: “Grande es la circuncisión, porque sobre ella se hicieron 13 pactos”.[44] El significado de esta declaración aparentemente críptica es que, en el relato de la Torá sobre el pacto de la circuncisión, la palabra “pacto”, brit (בְּרִית) aparece 13 veces (en varias formas). Respecto al pacto hecho con el pueblo judío sobre la Torá, el Talmud afirma que “fue hecho con 3 pactos, mientras que el otro [circuncisión] se dio con 13 pactos”.[45]

¿Qué pasa con el pacto hecho con Abraham sobre la Tierra de Israel? El versículo en cuestión es: “Ese día Dios hizo un pacto con Abraham diciendo: 'A tu descendencia he dado esta Tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el río Éufrates'”.[46] La palabra “pacto” aparece sólo 1 vez.

Siguiendo el ejemplo de los sabios, se nos pide que contemos el número de veces que aparece la palabra “pacto” en el relato del pacto hecho con Noé, el Pacto del Arco Iris:

 

Y dijo Dios a Noé y a sus hijos con él: “Establezco ahora mi pacto contigo y con tu descendencia venidera, y con todo ser viviente que está contigo - aves, ganado y también toda bestia salvaje - todos los que han salido del arca, todo ser viviente que está en la tierra. Yo mantendré mi pacto con vosotros - nunca más toda carne será exterminada por las aguas de un diluvio, y nunca más habrá diluvio que destruya la tierra”.

Dios dijo, además: “Esta es la señal que puse para el pacto entre Yo y vosotros, y todo ser viviente que está con vosotros, por todos los siglos. He puesto Mi arco en las nubes, y servirá como señal del pacto entre Mí y la tierra. Cuando yo traiga nubes sobre la tierra, y el arco aparezca en las nubes, me acordaré de Mi pacto entre Mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne, para que las aguas nunca más se conviertan en diluvio para destruir toda carne. Cuando el arco esté en las nubes, lo veré y recordaré el pacto eterno entre Dios y todos los seres vivientes, toda carne que está sobre la tierra.

Esto”, dijo Dios a Noé, “será la señal del pacto que he establecido entre Mí y toda carne que está sobre la tierra.”[47]

 

Hay siete apariciones de la palabra “pacto” en estos versículos. Lo primero que observamos es que 7 es también el número de colores asociados al arcoíris; más profundamente, estos siete pactos corresponden a las 7 leyes Noájidas.

Para resumir nuestros hallazgos hasta ahora, el número de “pactos” relacionados con cada uno de los pactos hechos entre Dios y el hombre son:

 

§  Pacto de la Tierra de Israel: 1

§  Pacto sobre la Torá: 3

§  Pacto con Noé: 7

§  Pacto de Circuncisión: 13

 

Llamemos a estos 4 números “números de pacto” y exploremos un poco sus características matemáticas.

 

Usando el método conocido como Diferencias Finitas, podemos escribir:

 

 

1

3

7

13

 

2

4

6

 

 

 

2

2

 

 

La base de la serie que forman estos 4 números es 2, aludiendo a que se hace un pacto entre 2 partes. Veremos en un momento cómo esta idea se ilustra gráficamente en la forma figurada de los números de esta serie.

Ahora que hemos encontrado la base de la serie, podemos extender la serie de números del pacto hacia adelante (y hacia atrás) así:

 

1

3

7

13

21

31

43

57`

 

2

4

6

8

10

12

14

 

 

 

2

2

2

2

2

2

 

 

 

 

Si continuamos extendiendo la serie hacia adelante, encontraremos que los primeros 13 números del pacto son: 1, 3, 7, 13, 21, 31, 43, 57, 73, 91, 111, 133 y 157.

Utilizando un método desarrollado por Isaac Newton, podemos extraer la función que genera esta serie de números:

 

f[n] = n2 n 1

 

Los números del pacto se pueden representar gráficamente. Tienen la forma de dos números triangulares, uno sobre el otro, con un solo punto (en alusión a la señal de la alianza) en el medio. Aquí están los primeros números del pacto en forma gráfica:

 

 

Observemos que el versículo que describe la relación especial que Noé tenía con Dios, que formó la base para el pacto que Dios hizo con él, es: “Y Noé halló favor ante los ojos de Dios”, venoaj matzá jen beeinei Havaia (וְנֹחַ מָצָא חֵן בְּעֵינֵי י-הוה). La guematria de este versículo es 421, que también es un número de pacto, específicamente, es el número de pacto de 21, o: 212 21 1 = 421

Ahora, veamos la ubicación de los 7 pactos en los versículos citados anteriormente. Encontramos que son las palabras 13ª, 38ª, 57ª, 77ª, 91ª, 114ª y 133ª del párrafo. Podríamos advertir que cualquier otro número de ubicación es un número de pactos:

 

§  13 es el número de pacto de 3

§  57 es el número de pacto de 7

§  91 es el número de pacto del 9

§  133 es el número de pacto de 11

 

Es fácil ver que estos son los números de pacto de los números impares, faltando el 1 y el 5. Podríamos decir que el pacto de 1 y 5 necesita completarse de alguna otra manera.

El pacto de 1 es 3 (obsérvese la forma gráfica representada anteriormente). El pacto de 5 es 31. Ahora, si miramos las palabras en los lugares 3º y 31º del párrafo, encontramos que son: “a [Nóaj]” (אֶל) y “que han salido” (יֹצְאֵי). Sorprendentemente, los valores numéricos de estas dos palabras (ubicadas en lugares con números de pacto) son en sí mismos números de pacto, 31 y 111.

 

¡Qué hallazgo tan bellamente completo!

 

(Einaij Berejot BeJeshbón, págs. 67 y siguientes).

 

 

 

SEXTA LECTURA: SEM Y JAFET

 

“Shem y Iafet tomaron un manto y se lo pusieron sobre ambos hombros…”

 

El aspecto positivo de la relación entre el judaísmo y la sabiduría greco/helénica se puede encontrar en el relato de sus respectivos antepasados, los dos hermanos Shem y Iafet. Normalmente se considera que los tres hijos de Noé inspiraron tres culturas humanas fundamentales, representadas por su descendencia más importante:

 

§  Shem es el padre de Ever, quien engendró a Abraham, Itzjak y Iaacov y, por tanto, corresponde al judaísmo.

§  Iafet es el padre de Grecia y por tanto corresponde a la cultura greco/helénica.

§  Jam fue el padre de Kush, Egipto y Canaán - centros de antigua idolatría y hechicería - y por lo tanto corresponde a antiguos paganos.

La historia más importante que relata la Torá sobre los tres hijos de Noé identifica a Shem y Iafet como relativamente morales en comparación con Jam, que se presenta como impregnado de cruda materialidad. Después del diluvio, Noé, el hombre de la tierra, comenzó plantando una viña. Bebió un poco de vino, se embriagó y se descubrió dentro de su tienda. Jam, el padre de Canaán, vio la desnudez de su padre y se la describió a sus dos hermanos que estaban afuera. Shem y Iafet tomaron una prenda y se la pusieron sobre ambos hombros. Luego caminaron hacia atrás y cubrieron la desnudez de su padre, de espaldas a él, para no ver la desnudez de su padre.[48]

¿Qué simboliza la sensibilidad de Shem y Iafet hacia la modestia de su padre, una sensibilidad que Jam no compartía? En general, actuar y vestirse con modestia surge de la sensación que tiene una persona de que la esencia de sí misma reside en su interior, lo que hace que cubra su yo externo - su cuerpo.

Al cubrir el cuerpo, indicamos a los demás que para conocernos necesitan desviar su mirada hacia nuestra alma, nuestro yo que habita en nuestro interior y no centrarse en nuestro cuerpo. La modestia desvía la mirada de quienes nos rodean del cuerpo al alma.

La sensibilidad compartida de Shem y Iafet hacia la modestia de su padre sirve como testimonio de su conciencia de una realidad interna y oculta que no puede ser percibida directamente por los ojos (y los otros sentidos físicos). En este caso, eran sensibles al alma de su padre, a la imagen de Dios que subyacía en él.

La sensibilidad de Shem y Iafet contrasta con la ofensiva violación de la modestia de Noé por parte de Jam. Como tal, refleja maravillosamente la diferencia entre las tres culturas que representan. El judaísmo y la sabiduría griega reconocieron el origen divino de la Creación. Según ambos, la Creación es obra del Creador. Pero debido a que la cultura pagana carecía de sensibilidad hacia el alma dentro del cuerpo, también carecía de la conciencia del papel del Creador. Al reconocer la “imagen de Dios” imbuida en su padre, Sem y Iafet pudieron reconocer al Padre supremo original de toda la Creación - Dios.

La conexión entre los dos es más profunda. La descripción de Shem y Iafet tomando la prenda en el texto hebreo está escrita en singular, enfatizando, por así decirlo, que actuaban en perfecto unísono, como un solo individuo. Antes de las guerras con los griegos, antes de la conquista de Judea por los griegos, había paz y entendimiento entre los antepasados de las dos naciones.

De hecho, este sentido de cooperación se capta en la forma en que los sabios entendieron la bendición de Noé a Iafet: “Que Dios adorne a Iafet, pero que Él [Dios] habite en las tiendas de Shem”.[49] Según los sabios, significa que el aprecio por la belleza de Iafet debería habitar en las tiendas de Shem. O, en otras palabras, que las partes de la sabiduría griega que son buenas y hermosas deberían ser puestas bajo las alas del judaísmo y formar parte de él. Descubrimos que los sabios pusieron en práctica su comprensión adoptando muchos puntos de la sabiduría griega al judaísmo en un proceso conocido como conversión de la sabiduría.

(Olamot, págs. 230-232)

 

 

 

SÉPTIMA LECTURA: LA GENERACIÓN DE LA TORRE DE BABEL HOY

 

“Dijeron: 'Venid, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cima llegue al cielo'. Hagámonos un nombre, para que no nos dispersemos por toda la faz de la tierra.’”

 

 

La generación que construyó la Torre de Babel se hizo un nombre. No todas las generaciones “merece” tener un nombre único. Son una de las tres únicas generaciones descritas en las 64 generaciones de la Biblia que se conocen con un nombre exclusivo - La generación de la Dispersión, dor haplagá (דּוֹר הַפְּלַגָּה). Como tienen nombre, es señal segura de que como un alma que tiene nombre, serán un fenómeno recurrente. Sobre todo, porque el Arizal dice que están destinados a reencarnar. Aún hoy, como explicaremos, existe un fenómeno de generación de la Dispersión.

Hay otras dos generaciones que tienen un nombre exclusivo. Una es la generación del Diluvio, dor hamabul (דּוֹר הַמַּבּוּל), por lo que dos de las tres generaciones que fueron nombradas aparecen en la parashat Noaj. La tercera generación es la que salió de Egipto; se les conoce como la generación del desierto, dor hamidvar (דּוֹר הַמִּדְבָּר). Su historia comienza al principio del Libro del Éxodo y continúa hasta el final de la Torá.

Estas tres generaciones reaparecen a lo largo de la historia. También están vinculadas entre sí y existe alguna forma de reencarnación entre ellas. Aparte de estas tres, no hay otra generación en la Biblia que tenga un nombre exclusivo que describa al pueblo. Todas las demás generaciones son conocidas como la generación de “fulano de tal”, el gran sabio o líder de la generación.

Pero como éstas son las tres generaciones arquetípicas: el Diluvio, la Dispersión y el Desierto, podríamos analizar toda la historia a través de ellas. Cada generación de la historia corresponde a una de ellas y el orden suele ser el mismo: de la Generación del Diluvio a la Generación de la Dispersión, a la Generación del Desierto.

Las tres generaciones y las facultades intelectuales

La Generación del Desierto también se conoce como “la Generación del Conocimiento”, dor deá (דּוֹר דֵּעָה), por lo que obviamente reflejan la sefirá de conocimiento (daat), como señala el Arizal. Fueron una generación que recibió la Torá, que construyó el Tabernáculo, pero también la generación que probó a Dios 10 veces. Eran la generación de Moisés, conocido como el “conocimiento” o la “conciencia” de todo Israel.

Se deduce entonces que, si la tercera generación en el relato de la Torá corresponde a la sefirá de conocimiento, entonces las dos primeras - la generación del Diluvio y la Generación de la Dispersión - corresponden a las otras dos facultades intelectuales: sabiduría y entendimiento, respectivamente. La conexión entre el Diluvio y la sabiduría es sencilla porque el agua es un símbolo de la sabiduría.

Pero nos gustaría concentrarnos en la conexión entre la Generación de la Dispersión y la sefirá de entendimiento. Para tipificar el carácter de esta generación, podemos preguntar: Si comenzáramos un programa de estudio sobre la Dispersión en un ambiente académico, ¿en qué departamento lo ubicaríamos? La respuesta está claramente en el departamento de lingüística. Así comienza la historia: “El mundo entero era una lengua y una causa común”[50]. Dios identifica el problema con que tenían una sola lengua. Por este motivo, su castigo fue ser dispersados dividiéndolos en 70 idiomas diferentes.

Hoy sabemos con cierta certeza que el lenguaje está en el lóbulo izquierdo de nuestro cerebro, y es el lóbulo asociado con la sefirá de entendimiento. Esta es la principal facultad que acontece en el lóbulo izquierdo. Por el contrario, algunos científicos sostienen que los animales, debido a que carecen de un lenguaje desarrollado, son casi exclusivamente criaturas del lóbulo derecho. Tienen dos lóbulos, pero se centran en el lóbulo derecho. El lenguaje y particularmente el habla es el rasgo especial del hombre. Es lo que nos diferencia de todas las demás criaturas, y el “aliento de vida” que Dios sopló en nosotros es nuestra capacidad de hablar.[51]

Así, la Generación de la Dispersión manchó su facultad de habla y lenguaje, es decir, su sefirá de entendimiento. Debido a que estaba manchada, su comprensión se dividió en innumerables idiomas, tal como el Zohar dice que el entendimiento es la fuente de los juicios, lo que significa que tiene una inclinación a dividirse y dividirse. Como facultad intelectual, el entendimiento tiene la tarea de concebir detalles y particularidades. Aun así, la cohesión que tenía su entendimiento, que les permitía cooperar, se rompió, “de modo que una persona ya no podía oír [o entender] el idioma de la otra”[52].

Lóbulos cerebrales izquierdo y derecho

Dado que el pecado de la Generación de la Dispersión estuvo en el lóbulo izquierdo del cerebro, entonces necesitamos entender qué le hizo el pecado de la Generación del Diluvio al lóbulo derecho del cerebro. El lado derecho del cerebro está asociado con la intuición. Una de las diferencias entre los lóbulos estudiadas por los científicos es que el lado izquierdo del cerebro es responsable de los hábitos y del establecimiento de acciones rutinarias diarias. Pero si hay un acontecimiento repentino que requiere nuestra atención, algún acontecimiento novedoso, algo que podría amenazar nuestro bienestar, es el cerebro derecho el que se ocupa de ello.

Para usar palabras de Cabalá y Jasidut, el cerebro derecho es responsable de la renovación y el cerebro izquierdo del refuerzo. La renovación y el refuerzo son temas de los que hablamos a menudo. Cada día somos llamados a reforzar nuestro compromiso con nuestras tareas recurrentes - mantenernos al día con nuestro régimen de aprendizaje diario, orar a tiempo, etc. Permanecer firmes en nuestros caminos se logra a través del lóbulo izquierdo. Si nuestra rutina se ve comprometida es porque el lóbulo izquierdo se ha dañado.

Normalmente, nuevos estímulos o acontecimientos que entran en nuestra esfera de conciencia nos suponen una amenaza porque nos obligan a renovarnos. La explicación es que los animales están orientados en su mayoría hacia el lóbulo derecho porque necesitan hacer frente constantemente a nuevas amenazas. Para sobrevivir luchando contra una amenaza o para sobrevivir huyendo de ella, se requiere el lóbulo correcto. Estos son algunos principios importantes relacionados con los lóbulos derecho e izquierdo de nuestro cerebro.

La generación rectificada del diluvio

Otro punto: las generaciones mencionadas en la Torá no son perfectas; pecaron y mancharon su misión en la vida. Sin embargo, estas mismas generaciones aparecen nuevamente en los días del Mashíaj. Anteriormente preguntamos si nuestra propia generación es la Generación del Diluvio, la Generación de la Dispersión o la Generación del Desierto, sin embargo, parece que somos los tres y seremos testigos de la rectificación de las tres.

La iteración futura y positiva de la Generación del Diluvio se describe en el Zohar como la generación sobre la cual está dicho: “Porque la tierra será llena del conocimiento de Dios, así como las aguas cubren el océano”.[53] Será una generación con un diluvio figurado de sabiduría Divina excelsa y una oleada de sabiduría mundana inferior; la sabiduría de la Torá y la sabiduría de la ciencia convergerán juntas. El Zohar predijo que este diluvio de sabiduría comenzaría en el año 1840, cuando todas las fuentes del gran abismo brotarán, específicamente las sabidurías mundanas inferiores que alimentan la ciencia y la tecnología. Incluso antes, las ventanas de los cielos también se abrieron, y la sabiduría suprema de la dimensión interna de la Torá ha sido revelada, especialmente desde el Ba'al Shem Tov, el pináculo del estudio del alma del alma de la Torá, toda la sabiduría de lo secreto y la Cabalá. Hasta el día de hoy, todavía estamos en medio de la Generación del diluvio.

La generación positiva de la dispersión

¿Cuál puede ser la iteración positiva de la Generación de la Dispersión? ¿Qué se esforzarán por hacer? Las almas originales de esa generación querían construir una ciudad y una torre que llegara a los cielos. Los sabios dicen que querían alcanzar los cielos para hacer la guerra a Dios.

¿Qué significa hoy construir una ciudad y una torre? Hay una charla famosa, una de las primeras charlas del Rebe de Lubavitch, que explica la Generación del Diluvio no como la generación positiva del diluvio de sabiduría, sino como la generación que pereció en el Holocausto, el diluvio de la última generación.

En esa charla, el Rebe sentó las bases de lo que estamos analizando ahora, es decir, que inmediatamente después de la generación del diluvio vino la Generación positiva de la Dispersión que necesita centrarse en la construcción.

Necesitamos reconstruir al pueblo judío y construir la Tierra de Israel (no sólo espiritualmente, sino también físicamente, construyendo ciudades, caminos y asentamientos). El Rebe se centró en la construcción de muchas ieshivot: construcciones sagradas. El Rebe dijo que, si uno se involucra en una construcción positiva, eso mismo rectifica la Generación de la Dispersión.

 

 

(Extraído de una clase impartida el 27 de Tishrei de 5772)

 

 

 

 

 



[1] Keter Shem Tov, 87.


[2] Muchos sugirieron que no hay ningún cambio en la voluntad Arriba, sino que la persona que ora está experimentando un cambio y por lo tanto se ha vuelto digna de la efluencia de Arriba que estaba bloqueada debido a su pobre estado. Pero cuando uno ora por otro, esa respuesta no parece relevante. Véase Emunot VeDe'ot 2:4-5 de Rasag. Or HaShem Ma’amar 3, Jelek 2, Klal 1, Perek 1. Ikarim 4:16 y 4:18.


[3] Keter Shem Tov (Kehot edición), §67a and §405.


[4] Cantar de los Cantares 3:6 y 8:5.


[5] Zohar 2:158b


[6] Ya que hay 50 Puertas del Entendimiento, donde 50 es el valor de “quién” (מִי).


[7] “Ningún mal desciende de Arriba”, Bereshit Rabá 51:3.


[8] Berajot 60b.


[9] Ver Isaías 6:10 por ejemplo.


[10] Ioma 86b


[11] El valor de “poder” (גְּבוּרָה) es 3 veces el valor de “bondad” (חֶסֶד). Todo es bondad.


[12] Veáse Taanit 21b


[13] Likutei Moharan 1:282.


[14] Tania, Sha’ar Haijud VeHa’emuna c. 12.


[15] Iob 28:12


[16] Eclesiastés 7:12


[17] Por ejemplo, Rabí Janina ben Dosá oró: “Aquel que ordenó que ardiera el aceite [que corresponde a sabiduría], puede ordenar para el vinagre, y éste también arderá” (Taanit 25a).


[18] Jeremias 30:7.


[19] Pri HaAretz, carta 19.


[20] Ba’al Shem Tov al HaTora, Lej Leja 26; basado en Shabat 156a.


[21] Véase Taanit 25a para ver cuán maravilloso es tal cambio.


[22] Genesis 25:26.


[23] Por ejemplo, en las Crónicas de Gilgamesh


[24] Génesis 7:11


[25] Véase también el prólogo de este volumen


[26] Génesis 5:29.


[27] Rashi a Génesis 5:29.


[28] Rashi a Génesis 6:14. Véase también Likutei Sijot v. 15, págs. 34 y siguientes


[29] En una próxima monografía sobre los múltiples tipos de inteligencia humana, una teoría desarrollada por Howard Gardner de la Universidad de Harvard, identificamos a Noé como el arquetipo de la inteligencia natural, es decir, el tipo de inteligencia utilizada en una interacción directa con la naturaleza y sus innumerables criaturas. Este es el tipo de inteligencia que se encuentra en muchos entrenadores de animales, cuidadores de zoológicos, ecologistas, etc., todas disciplinas que requieren una comprensión intuitiva de los animales y sus hábitats.


[30] La construcción de la Torre de Babel llegó a su fin en el año 1996, 10 años antes de la muerte de Noé en 2006 (ver Rashi en Génesis 10:25).


[31] Génesis 11:1-9. Véase Rashi en Ibid. 11:1


[32] Citado a menudo en Yalkut Re'uveni


[33] 2 Reyes 14:25. Véase también Ievamot 98a.


[34] Zefania 3:9.


[35] Éxodo 6:2.


[36] Ibíd. 20:1.


[37] Éxodo 22:27


[38] Éxodo 6:9.


[39] Véase HaNerot Halalu


[40] Ver Rashi en Génesis 8:1.


[41] Dado que el reinado en si se compara con la oración, como en el versículo “Y yo soy plegaria” (Salmo 69:14) dicho por el rey David.


[42] Iob 37:12.


[43] Zohar 1:109b


[44] Mishná Nedarim 3:11


[45]


[46]


[47] Génesis 9:9-17


[48] Génesis 9:20-23.


[49] Ibíd. v.27


[50] Génesis 11:1


[51] Rashi sobre Génesis 2:7


[52] Ibíd. 11:7.


[53] Isaías 11:9.







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