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domingo, 15 de diciembre de 2024

5785 Vaieshev y 19 Kislev

 

BS"D

 VAIESHEV     וַיֵּשֶׁב

Génesis 37:1-40:23   Haftara: Zajaria 2:14 - 4:7

 


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 DE GAL EINAI

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EL SERVICIO DEL JASIDUT:

 LA HUMILDAD Y LA AUTOANULACIÓN EXPLICADAS

 

Las enseñanzas de la Jasidut oscilan entre una profunda exigencia de verdad y autoconciencia, y reflexiones sobre las virtudes y logros de grandes tzadikim. Entonces, ¿qué implica el servicio divino del judío sencillo, y cómo beneficia reflexionar sobre las virtudes de los tzadikim?

El camino de la Jasidut establece un estándar muy elevado en el servicio divino: nos envuelve en historias de tzadikim asombrosos, enseña sobre niveles elevados y los logros más sutiles en el servicio del corazón. Sus melodías nos transportan a mundos superiores. Por otro lado, los jasidim han dicho que todo el libro fundamental de la Jasidut, el Tania, puede resumirse en una frase: "No seas un farsante".

Es decir, conoce tu lugar: no eres un tzadik, “¡si al menos fueras un beinoní (persona intermedia)!” y no persigas asuntos demasiado grandes y maravillosos para ti. (Una hermosa alusión numérica: el valor promedio en hebreo de "no seas un farsante" (אל תהיה רמאי) y "si al menos fueras un beinoní" (הלוואי והיית בינוני) es emet [verdad]). ¿Cuál es la relación entre reconocer los niveles más elevados, que una persona común nunca alcanzará, y el trabajo práctico requerido de todos?

El sentimiento de humildad desde la autoanulación

La persona rectificada se compone de humildad (shiflut) y autoanulación (bitul). La humildad es el reconocimiento de la propia inferioridad, una autoconciencia sobria que permite saber exactamente cuál es su servicio a Dios y no caer en fantasías. La autoanulación es una conciencia divina que inunda a la persona hasta el punto de olvidarse de sí misma y ser consciente únicamente de la presencia de Dios.

Para la mayoría de nosotros, la humildad es un sentimiento existencial y tangible, mientras que la autoanulación es una experiencia maravillosa que solo vislumbramos ocasionalmente. Sin embargo, la humildad por sí sola, sin reconocer la posibilidad de una completa anulación hacia la divinidad, deja a la persona atrapada en su lugar bajo y oscuro, sin salida ni dirección verdadera hacia el servicio divino.

Rabí Itzjak de Homil, uno de los más grandes intelectuales de Jabad, dijo una vez: “No tengo inspiración divina, pero tengo 'comprensiones' en la inspiración divina”. Un jasid tiene “comprensiones”: un “sentido” y “sensación” interior, incluso en niveles que están por encima de él. Así, un jasid siente humildad, pero también debe desarrollar en sí mismo un “sentido” de la esencia de la autoanulación.

Además, no solo el sentido de la autoanulación equilibra el sentimiento realista de humildad al presentar un sueño maravilloso frente a la realidad turbia, sino que también profundiza el sentimiento de humildad. Solo una persona que tiene un verdadero sentido de autoanulación puede sentir la profundidad de su propia inferioridad en relación con el verdadero servicio a Dios.

Refinamiento de los rasgos de carácter

El sentido de autoanulación no solo aumenta cuantitativamente el sentimiento de humildad al compararlo con un estándar más elevado que muestra a la persona cuán pequeña es, sino que crea un cambio cualitativo:

El objetivo último del servicio jasídico a Dios es el refinamiento de los rasgos de carácter. La persona promedio no puede cambiar sus rasgos de un extremo al otro, y por lo tanto no se le exige esto. Sin embargo, no debe contentarse solo con controlarlos; debe procesarlos y refinarlos.

El poder de refinar los rasgos depende de una iluminación desde los niveles superiores, una luz que proviene del Jardín del Edén hacia nuestro mundo. La vergüenza interior frente a la verdadera autoanulación, que uno logra percibir desde lejos, rompe la rudeza de sus rasgos y los refina con el anhelo de un lugar más elevado e iluminado. Precisamente de esta manera, se produce un cambio interior en su verdadero lugar, sin autoengaño.

¡Que seamos inscritos y sellados para un buen año en el estudio de la Jasidut (que proporciona un "sentido" y "sensación" en los niveles más elevados de autoanulación) y en los caminos de la Jasidut (de trabajo interior y refinamiento de rasgos desde un sentimiento de humildad)!

 

 





Partzufim

 

Partzuf:

 LOS CUATRO PECADOS

ABARCADORES DE LA TORÁ

 

A veces, los elementos o ideas que reunimos y organizamos en un partzuf - un modelo cabalístico - no se han estructurado en el pasado. Aunque puede tener mucho sentido conectarlos entre sí, siempre es útil fortalecer su conexión a través de otro tipo de análisis. Para el partzuf de esta semana, vamos a ver los pecados todo-inclusivos descritos en la Torá. Estos son los pecados cuyos efectos todavía se sienten hoy en día, por lo general no solo por el pueblo judío, sino por toda la humanidad. Además, el conflicto o problema que los causó aún no se ha remediado.

 

 ¿Qué es un pecado?

Un pecado es una prueba que tiene el potencial de revelar la esencia de un individuo o de una comunidad o, si falla, de descarrilar la vida y desviarla hacia un camino alternativo. Jasidut analiza el potencial de revelar la esencia en detalle en el contexto del versículo: "Porque Havaia tu Dios te está probando para saber si amas a Havaia tu Dios".[1] Puesto que Dios ya sabe si lo amamos o no, el versículo debe leerse como diciendo: "Dios te está probando para que sepas si amas a Dios". 

Si es un individuo el que peca porque no pasa la prueba, entonces su vida personal se descarrila. El remedio para un pecado personal es la confesión, la parte más importante de hacer teshuvá. Un ejemplo de ello es el relato del pecado de Iehuda contra su nuera, Tamar, que aparece en nuestra parashá, parashat Vaieshev. Cuando Tamar lo confronta, Iehuda admite su mala conducta y dice: "En verdad, ella tiene más razón que yo, por cuanto no se la di a mi hijo Shela".[2] 

El descendiente de Iehuda, el rey David, ejemplifica la capacidad de confesar los pecados. Después de ser interpelado por el profeta Natán con respecto a sus intrigas contra Urías, el esposo de Batsheba, David confiesa de inmediato: "He pecado ante Dios".[3] Debido a que David se sometió de inmediato a la reprensión de Dios que se pronunció por medio de su profeta Natán, es considerado el ejemplo de humildad ante Dios y el decano de todos los que procuran arrepentirse ante de Dios. Como tal, la confesión de David se contempla como una importante rectificación del el intento de Adán de eludir la responsabilidad por haber comido del Árbol del Conocimiento. El descendiente de David, el Mashíaj, está destinado a llevar a toda la humanidad a rectificar esta predilección por evitar la responsabilidad de nuestras acciones. 

Los pecados todo-abarcadores

La Torá describe muchos pecados que podrían ser candidatos para ser incluidos en este grupo, pero no hay una fuente rabínica clara que enumere cuáles podrían ser los más importantes. Por lo tanto, es útil y tal vez incluso sorprendente que podamos usar el análisis matemático para encaminar y luego respaldar nuestra decisión de incluir determinados pecados en nuestro grupo.

Comencemos por señalar los pecados más generales que son fáciles de identificar. El primero es, por supuesto, el pecado de comer del Árbol del Conocimiento de Adán y Eva en el Jardín del Edén. Ningún pecado ha afectado más a la humanidad que éste y, en cierto sentido, toda la historia humana, todas las dificultades, todas las luchas, son resultado de este pecado. Al comer del Árbol del Conocimiento, nuestros ojos se abrieron, pero nuestra conexión natural con Dios se truncó. Desde entonces, hemos estado buscando un camino de regreso. 

El pecado de comer del Árbol del Conocimiento inició el proceso de empujar a la Presencia Divina, la Shejiná, siete niveles más arriba de morar en nuestra realidad. El retorno de la Shejiná a la conciencia humana comenzó con la vida y los esfuerzos de Abraham y se completó con la entrega de la Torá en el Monte Sinaí, siete generaciones después. Los sabios describen que el veneno inoculado en Adán y Eva por la serpiente primordial fue neutralizado por la Shejiná que descendió sobre el Monte Sinaí.[4] Sin embargo, la sanación fue efímera y cuarenta días después, el pueblo pecó con el Becerro de Oro, un pecado todo-inclusivo y que una vez más arrojó al pueblo judío en un estado de disonancia con Dios. 

El tercer pecado prominente de la Torá es el pecado de los espías que fueron a ver la Tierra de Canaán y luego regresaron con un informe difamatorio, lo que hizo que el pueblo desconfiara de la capacidad de Dios para traerlos a la Tierra. El resultado de este pecado fue cuarenta años de vagar por el desierto y, finalmente, llevó a que Moisés no entrara en la Tierra. Si Moisés hubiera guiado al pueblo a la Tierra de Israel, habría construido el Templo permanente en Jerusalén y la era mesiánica habría comenzado.

En busca de la simplicidad matemática

Después de que el Rav Ginsburgh enseñó por primera vez sobre estos tres pecados todo-inclusivos en la Ieshivá Od Iosef Jai en Shejem, meditó sobre las porciones de la Torá en las que aparecen desde una perspectiva cuantitativa. El pecado de comer del Árbol del Conocimiento está en la parashat Bereshit, la primera parashá de la Torá. El pecado del Becerro de Oro se describe en la parashat Ki Tisá, la parashá número 21 de la Torá. El pecado de los espías aparece en la parashat Shelaj, la parashá número 37. Estos tres números - 1, 21 y 37 - se pueden ver como una serie. Una técnica básica utilizada para analizar series es el método de las "diferencias finitas". Es el equivalente discreto de encontrar la derivada de una función y fue desarrollado originalmente por Isaac Newton. Si los números de una serie tienen una segunda "diferencia finita" constante, forman una serie cuadrática. Por ejemplo, el número 1 3 6 forma una serie cuadrática ya que podemos escribir:

 

1

 

3

 

6

 

2

 

3

 

 

 

1

 

 

 

La diferencia entre 1 y 3 es 2, la diferencia entre 3 y 6 es 3 y la diferencia entre las diferencias (2 y 3) es 1, también conocida como la base de la serie. Podemos usar la base para encontrar el siguiente número de esta serie:

 

1

 

3

 

6

 

10

 

2

 

3

 

4

 

 

 

1

 

1

 

 

 

El siguiente número es 10. Podemos usar la base para seguir generando el resto de los números de la serie. 

Ahora, volvamos a los tres números 1, 21, y 37. Organizándolos en la forma de diferencias finitas obtenemos:

 

1

 

21

 

37

 

20

 

16

 

 

 

-4

 

 

 

Pero podemos hacerlo mejor asumiendo que hay falta un número en esta secuencia, entre 1 y 21. Si añadimos el número 9, obtenemos lo siguiente: 

 

1

 

9

 

21

 

37

 

8

 

12

 

16

 

 

 

4

 

4

 

 

 

Al agregar el 9, hemos supuesto que hay otro pecado todo-inclusivo en la 9ª parashá de la Torá, que resulta ser la parashat Vaieshev. Otra cosa que ha cambiado es que la base de la serie ahora es 4, lo que a su vez alude a que hay 4 pecados todo-inclusivos. Otro cambio importante es el valor promedio de los cuatro números: 1, 9, 21, y 37. Su suma es 68, lo que significa que su promedio es 17, el valor de la palabra pecado, jet (חֵטְא).

Uno debería cuestionar inmediatamente esta guematria, ya que el valor de "pecado" (חֵטְא) es 18. Sin embargo, hay un caso excepcional de la palabra en la Torá donde está escrita sin la alef, con respecto a una situación en la que la congregación rindió culto inadvertidamente de una manera prohibida. Ellos entonces traen "un macho cabrío como ofrenda por el pecado"[5] (וּשְׂעִיר עִזִּים אֶחָד לְחַטָּת). Dado que el valor promedio es 17, apuntamos en la dirección de la parashá número 17 de la Torá, que es Itró, sugiriendo que el remedio a todos los pecados todo-inclusivos se encuentra en la Entrega de la Torá descrita en esa parashá. Dado que la Torá es la que designa lo que es un pecado y lo que no lo es, se deduce que solo la Torá también puede anular un pecado a través del camino de la teshuvá.

Antes de identificar el pecado todo-inclusivo en la parashat Vaieshev, la novena parashá, veamos cuál es el número que precede al 1. Podemos encontrarlo extrapolando hacia atrás:

 

-3

 

1

 

9

 

21

 

37

 

4

 

8

 

12

 

16

 

 

 

4

 

4

 

4

 

 

 

Puede sonar un poco extraño, pero si seguimos los números lógicamente, podemos decir que la 3ª parashá negativa es la tercera parashá hacia atrás desde Bereshit, que es Nitzavim. La Parashá Nitzavim contiene lo que se conoce como la parashá de la teshuvá, una hermosa alusión a la afirmación de los sabios de que "la teshuvá precedió a la creación del mundo".[6]

Un punto más que será importante para nuestra construcción del partzuf de los pecados todo-inclusivos en un momento, es observar el número de versículos en estas parashot. En la 1ª y 9ª - Bereshit y Vaieshev - hay 146 y 112 versículos, respectivamente. El total es de 258. En las parashot 21ª y 37ª - Ki Tisa y Shelaj - hay 139 y 119 versos, respectivamente. De nuevo, su suma es de 258.

Esto proporciona apoyo matemático adicional para agregar la 9ª parashá, así como para preparar el escenario para dividir los 4 pecados todo-inclusivos en 2 pares, al igual que las dos primeras letras del Nombre esencial de Dios, Havaia, se conocen como "lo oculto", Hanistarot (הַנִּסְתָּרֹת)[7] y las dos letras finales se conocen como "y lo revelado", VeHaniglot (וְהַנִּגְלֹת).

Pero lo que es aún más interesante es que el número de versículos en la parashat Itró - la parashá 17ª de la Torá, que dijimos que es el remedio para los pecados todo-inclusivos - es 72,[8] que es 4 veces 18, o 4 veces el valor de "pecado" (חֵטְא), aludiendo a que es el remedio para estos 4 pecados.

El pecado todo-inclusivo de Vaieshev

No es difícil identificar el pecado todo-inclusivo en la novena parashá de la Torá, parashat Vaieshev: el pecado de los hermanos que vendieron a Iosef como esclavo. Es un pecado todo-inclusivo porque todo el pueblo judío estaba involucrado. Cuando decimos que todos estuvieron involucrados, esto no excluye la posibilidad de que haya excepciones.[9] En efecto Benjamín no estuvo presente cuando Iosef fue vendido, al igual que los levitas no participaron en el Becerro de Oro.

De hecho, al principio los hermanos decidieron matar a Iosef, después de haberlo juzgado y llegado a la conclusión de que debía ser condenado a muerte. Sin embargo, la halajá dicta que, si todos los jueces encuentran unánimemente a alguien culpable de una ofensa capital, esa persona es liberada. Del mismo modo, si todos los hermanos hubieran estado presentes y hubieran decidido unánimemente que él era responsable de la muerte, entonces Iosef habría sido puesto en libertad. 

Al poner de relieve la esencia del pecado de vender a Iosef, vemos que fue avivado por la duda de si un hijo de Rajel era equiparable a los hijos de las otras esposas de Iaacov. En otras palabras, la atención se centró en la condición de la descendencia materna, ya que todos los hermanos compartían un padre común, Iaacov. 

Agregar este pecado a la serie también completa lo que parecía ser un salto espiritual demasiado grande desde el Árbol del Conocimiento hasta el Becerro de Oro, como ahora veremos. 

Construyendo el Partzuf

Puesto que tenemos 4 pecados todo-inclusivos, se deduce que debemos corresponderlos con el modelo más conocido de la Torá de las cuatro letras del Nombre esencial de Dios, Havaia. Siempre que tenemos 4 elementos que están bien ordenados en la Torá, la lógica dicta que su orden debe conservarse. Por lo tanto, creamos el siguiente partzuf

 

Letra de Havaia

Sefirá

Pecado

todo-inclusivo

Pecar contra

 

iud

Sabiduría

Árbol del Conocimiento

Uno mismo

י

Hei

Entendimiento

Vender a Iosef

Hermandad/

Madres

ה

vav

Belleza (Conocimiento)

Adoración al Becerro de Oro

Moisés

ו

Hei

Reinado

Espías

Tierra de Israel

ה

 

Vamos a repasar las partes de este partzuf con un poco más de detalle, aunque un tratamiento completo está más allá de nuestro alcance aquí. 

Primero, queremos ver a quién iba dirigido el pecado. En una primera inspección diríamos que el primer y tercer pecado - comer del Árbol del Conocimiento y Adorar al Becerro de Oro - fueron pecados dirigidos a Dios, mientras que el segundo pecado fue contra Iosef y el cuarto fue quizás contra Moisés. Sin embargo, en una inspección más detallada, podemos analizar los pecados de manera diferente. 

A pesar de que comer del Árbol del Conocimiento parece ser un pecado contra Dios mismo, en realidad era una forma de autolesión, similar al suicidio. Debido a que Dios le había advertido a Adán que comer del árbol lo llevaría a una muerte segura, el hecho de que Adán eligiera comer del árbol fue un acto suicida. De hecho, esta es la raíz de todos los pecados - ignorar el propio bienestar y actuar de manera masoquista, infligiéndose daño a uno mismo. Pero en cada nivel de pecado, el daño se inflige a una parte más distante y aparentemente menos íntima del yo.

Los cuatro pecados todo-inclusivos presentan varios grados de daño autoinfligido. Adán se dañó a sí mismo directamente. Su pecado atacó la esencia misma de su ser, conocida como el "poder de la esencia", coaj má (כֹּחַ מַה), una de las permutaciones de "sabiduría", jojmá (חָכְמָה). 

Los hermanos de Iosef atacaron a uno de los suyos, alejados un nivel de dañarse a sí mismo. La conexión entre los hermanos y Iosef era familiar, pero como se mencionó anteriormente, debido a que no eran de la misma madre, el ataque era contra la maternidad como base de la nación. En hebreo (así como en otras lenguas semíticas), la palabra "nación", umá (אֻמָּה) deriva de "madre", em (אֵם).

 El pecado del Becerro de Oro no fue contra Dios. Como Maimónides y otros explican, el pueblo estaba reemplazando a Moisés - el emisario de Dios - no a Dios mismo. Como tal, el Becerro de Oro fue un ataque al liderazgo de Moisés.

Finalmente, el Pecado de los Espías fue dirigido no solo contra Moisés, quien prometió llevar a los israelitas a Tierra Santa, sino contra el liderazgo de Moisés ya que sería elevado al estatus de rey, específicamente en la Tierra de Israel. Y así, fue un ataque contra la patria. 

Resumamos este análisis adicional con una forma aumentada de nuestro partzuf:

 

Letra de Havaia

Sefirá

Pecado

Todo-Inclusivo

Pecado contra

 

iud

Sabiduría

Árbol del Conocimiento

Uno mismo

י

Hei

Entendimiento

Vender a Iosef

Nación

ה

vav

Belleza (Conocimiento)

Adoración al Becerro de Oro

Liderazgo

ו

Hei

Reinado

Espías

Patria

ה

 

(basado en una clase dada el 24 de Siván, 5754 en Shejem)

 

 

 

 



[1] Deuteronomio 13:4

[2] Génesis 38:26

[3] 2 Samuel 12:13

[4] Shabat 146b y Ievamot 103b

[5] Números 15:24. Por cierto, esta es la base de la conocida costumbre mencionada en el Shulján Aruj (Oraj Jaim 583:2) de no comer nueces en Rosh Hashaná, ya que el valor de "nuez", egoz (אֱגוֹז) es el mismo que el valor del pecado, cuando se escribe sin alef (חֵט) como en este versículo.

[6] Bereshit Rabá 1:4

[7] Según Deuteronomio 29:28, las dos primeras letras, iud y hei, aluden a los poderes intelectuales relativamente ocultos, sabiduría y entendimiento. Las dos últimas letras, vav y hei (a las que se alude en la palabra “y lo oculto”, וְהַנִּגְלֹת) aluden a los poderes emocionales y activos revelados, belleza (tiferet) y reinado (maljut).

[8] Hay una serie de diferentes cálculos del número de versos en Itró. Dependen de cómo se divida en versículos el texto de los Diez Mandamientos. Sin embargo, 72 es el número asignado por la mesorá y traído a la mayoría de los Jumashim.

[9] Una vez más, demostrando el principio de que "la excepción confirma la regla", o en el lenguaje de los sabios, "no hay regla que no tenga una excepción" (אֵין כְּלָל שֶׁאֵון לוֹ יוֹצֵא מִן הַכְּלָל). 





Y EL SOPLÓ EN SUS FOSAS NASALES EL ALMA DE VIDA

Estudio de Jasidut:

Epístola Sagrada – Igueret haKodesh

Carta 25 clase 3

 

 


https://youtu.be/kPwN9KuJjSQ

Ahora bien, es por todos sabido que el alma del hombre [judío] incluye en sí diez sefirot: jojmá, biná, dáat, etc. Aunque éstas [facultades del alma] derivan, todas, del aliento de Su boca —como está escrito: "Y El sopló en sus fosas nasales [el alma de vida]"—, no obstante, más específicamente, [las facultades de] JaBaD de su alma son análogas a las [emanaciones intelectuales Divinas de] JaBaD en las Diez Sefirot. Estas son denominadas

 

LECTURA DE TORÁ VAIESHEV,

 Y SE ASENTÓ IAACOV,

 

 Dios bendice a los justos por traer la Luz del Jasidut

 

 


https://youtu.be/6tXiUkPEFUc

 

 

En la tradición jasídica, el día 19 de kislev es conocido como «el Año Nuevo del Jasidut», día de la liberación de la prisión y redención del rebe Shneur Zalman, autor del Tania, texto clásico de Jasidut, discípulo del Maguid de Mezerich, el sucesor del Baal Shem Tov. Fue encarcelado por diseminar los más profundos misterios de la Torá y su liberación implica que es a través del canal espiritual de este día que se baja a este mundo la sabiduría interna del Jasidut y el poder de integrar esta sabiduría a nuestra vida diaria. La base del sendero del Jasidut es la confianza y la fe en la omnipresencia de Di-s y la omnipotencia de Su providencia Divina.

 Iaakov se asentó en la región donde su padre había vivido en la tierra de Cnáan.

2 Éstas son las crónicas de Iaakov: Iosef tenía 17 años de edad. Siendo un joven, cuidaba de las ovejas con sus hermanos, los hijos de Bilhá y de Zilpá, mujeres de su padre. Iosef le llevó a su padre un mal informe acerca de ellos.




TORAT HANEFESH (Psicología Jasídica)

 REDUCE TU EGO, NO LO APAGUES

Contenido del articulo

El Jasidut enseña que, en lugar de intentar eliminar el ego (bitul), debemos disminuirlo a través de la humildad (shiflut). La humildad implica reconocer nuestra pequeñez frente a Dios, lo cual nos libera de la autoexaltación y fomenta un estado de gratitud y alegría. Mientras la anulación del ego puede ser inalcanzable y estar llena de trampas como el autoengaño o la depresión, la humildad nos permite avanzar espiritualmente de manera más realista, aceptando nuestras imperfecciones. Este camino promueve una conexión sincera con Dios y un enfoque más puro en nuestra misión personal.

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TÉCNICA INFALIBRE PARA…

Cierra los ojos. Más apretados. Concéntrate, borra todos los pensamientos. Ahora di tres veces con gran intención: "¡No hay un yo! ¡No hay un yo! ¡No hay un yo!" Ahora abre los ojos, y... ¡Felicidades, has perdido tu ego! Muy pronto verás que la vida sin ego es mucho más feliz y menos estresante y te enviarán una factura que incluye un doble regalo: una camiseta con la inscripción "¡Estoy iluminado!", y un pin en la solapa que dice "Pierde tu ego ahora, pregúntame cómo".

Perdona, ¿cómo dijiste? Oh, ¿aún no has perdido tu ego? ¿Sigue estando...? Ya veo. Bueno, a veces ocurren este tipo de accidentes, probablemente no estabas lo suficientemente concentrado. No te preocupes. Empecemos por el principio (no te preocupes, tu tarjeta de crédito se cargará automáticamente): Cierra los ojos. Más apretados...

*  *  *

Anular el ego es un asunto complicado. Comienza con una idea significativa: que nuestro "yo" egocéntrico, competitivo y auto engrandecido es la fuente de todos nuestros rasgos negativos y, en consecuencia, es la razón oculta de nuestra tristeza y sufrimiento. A raíz de esta percepción, surge el deseo de eliminar el ego, de fusionarse con algo cada vez más elevado; pero cuanto más lo intentas más complicado se vuelve y a menudo parece que el mismo intento solo nos aleja de nuestro objetivo, ya que irónicamente, todos los intentos de deshacerse del ego se centran en el ego.

De acuerdo con Jasidut, la anulación del yo (bitul atzmi) es de hecho un nivel elevado e importante (aunque, como pronto veremos, se define de manera algo diferente a lo que la mayoría de la gente se encuentra familiarizada). Pero Jasidut reconoce que hay una trampa inherente al tratar de lograrlo directamente. Por esta razón, se presenta una etapa intermedia, más realista y accesible en el camino hacia la anulación. Se llama humildad (shiflut), y su esencia no es la anulación del ego, sino su disminución, es decir, adquirir la experiencia de ser pequeño y distante de nuestro Creador. La humildad es el estado que se experimenta cuando el ego se usa de la manera correcta y con él, uno puede eventualmente alcanzar con la ayuda de Dios, un estado de verdadero desinterés.

 

¿Cómo se dice "ego" en hebreo?

Pero demos un paso atrás y empecemos por el principio. Para entender correctamente un tema desde una perspectiva judía, primero debemos concentrarnos en su palabra hebrea precisa. La palabra "ego" es la traducción latina de "yo", y no está directamente relacionado con el idioma hebreo, aunque se parece mucho a la palabra hebrea para "orgullo" (גאוה, gaavá) y cuando ego se escribe con el artículo definido, el ego, האגו, haego, es literalmente una permutación de "orgullo". 

Jasidut usa otro término para referirse a un sentimiento inflado de uno mismo: ieshut (ישות). Ieshut deriva de la palabra iesh, que significa "hay" o "existencia", y connota la experiencia de ser "algo en sí mismo" (יש ודבר נפרד, jesh vedabar nifrad, “una existencia y una cosa separada”), un sentimiento de que somos un ser distinto, independiente y autosuficiente.

Por lo tanto, en la terminología jasídica anular el ego es realmente lo mismo que anular el ieshut. ¿Qué es lo opuesto a ieshut? Es "no-ser" o ain: la experiencia (o, mejor dicho, la ausencia de una experiencia) de que no somos una entidad independiente de nosotros mismos, sino más bien parte de Dios, anulado a Él. Es sumamente bello el hecho de que la palabra hebrea ain (אַיִן, nada) se compone de las mismas letras que "yo" (ani, אני). Esto sugiere que la rectificación última del yo es un estado de no-ser o nada.

Según el Jasidut Moshé encarna la autoanulación más que nadie. Se dedicó por completo a su misión de guiar al pueblo de Israel negando su deseo personal y sin atribuirse ningún mérito por todos sus grandes logros, nada menos que la liberación de los israelitas de Egipto, la división del Mar Rojo, traer la Torá, la construcción del Tabernáculo, etcétera.

Es importante explicar que la autoanulación no significa la eliminación de nuestra personalidad. No se trata de borrar lo que somos. Lo que sucede en la anulación es que nuestra conciencia se desvía de enfocarse en nosotros mismos y en su lugar se enfoca en Dios, hasta que esencialmente nos "perdemos" en Él.

Por ejemplo, Moshé no se atribuyó el mérito de todos sus exitosos logros, sino que se los atribuyó todos a Dios. De hecho, la autoanulación no sólo no borra nuestro sentido individual y único del yo, sino que permite que se exprese más claramente: a medida que dejamos de tratar directamente con nosotros, nuestra personalidad se despoja del engorroso ropaje de nuestra propia imagen y es capaz de expresarse más libremente. Al liberarnos de la necesidad de centrarnos en nuestra reputación, por así decirlo, liberamos nuestra energía para centrarnos en hacer más.

 

Las trampas de la anulación

Aunque hay varios grados y etapas en la anulación del ego, representa un nivel muy alto que una persona ordinaria no puede alcanzar directamente por sus propios esfuerzos. ¿Quién puede ser como Moshé?

Además, el camino acia la anulación está plagado de escollos que impiden su logro. Una trampa es la decepción aplastante después de repetidos fracasos por anular el ego, lo que puede conducir a la depresión e incluso al odio hacia uno mismo. No es de extrañar: si nos fijamos una meta imposible y nos convencemos de que, si no la logramos, somos unos egoístas imperfectos, cuando fracasamos acabamos odiándonos a nosotros mismos (ciertamente hay lugar para el arrepentimiento por la terquedad de nuestro ego, pero odiarnos por su mera existencia es injusto y destructivo).

Una segunda trampa, derivada de la primera, es la conclusión de que es imposible anular el ego y, por lo tanto, no tiene sentido intentarlo. Esta conclusión refuerza la creencia de que debemos aceptar plenamente el ego tal como es y, en cambio, invertir en mimarlo, amarlo y justificarlo. El resultado final es un empoderamiento del ego en lugar de su anulación.

Por último, está la peor trampa de todas: caer en la ilusión de que ya hemos anulado el ego. Esforzarse en la anulación crea una fuerte expectativa de que se realice, lo que a su vez presenta una tremenda tentación de interpretar varios logros y experiencias, así como los cumplidos que recibimos, como señales de que "Oye, mírame: No tengo ego". Caer en esta dulce ilusión es, por supuesto, lo que más infla el ego...

Debido a todas estas razones, Jasidut delinea una meta previa para la rectificación espiritual, que está relacionada con la anulación, pero nos salva de las trampas enumeradas: la humildad o bajeza, que es la forma en que comenzamos nuestro periplo actual hacia el ego.

 

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre anulación y bajeza?

Primero, en un estado de bajeza, tenemos un ego. Está ahí, lo sentimos, y no hay ninguna pretensión de habernos librado de él, o de poder hacerlo fácilmente. Pero el ego está en un estado disminuido. La experiencia de la bajeza, como su nombre indica, es la de estar en un lugar más bajo en comparación con algo más alto. ¿Qué es este lugar más alto en comparación con el que nos sentimos bajos? Bueno, la humildad es el reconocimiento de que tenemos un alma divina que Dios nos ha confiado, que nos fue dada por una razón elevada, que tenemos un propósito exaltado que cumplir, ¡y cuán lejos estamos de lograr todo esto! En otras palabras, la bajeza es el reconocimiento de cuánto no nos hemos anulado a nosotros mismos.

En segundo lugar, la humildad no es lo opuesto al egocéntrico Ieshut. No es un estado de nada o de no-ser. Más bien, es lo opuesto al orgullo, es decir, la arrogancia y la autoexaltación. Es la sensación de que somos y estamos bajos comparados con algo que está por encima de nosotros. De hecho, la raíz hebrea de humildad (שפל) y la palabra hebrea para orgullo (גאות) también significan "marea baja" y "marea alta", respectivamente. Sorprendentemente, tienen el mismo valor numérico, lo que sugiere que son proporcionales entre sí: cuanto más orgullosos somos, más humildes debemos ser para rectificarnos. Cuanto más sentimos que la oleada de orgullo se eleva en nosotros, más necesitamos contrarrestarla con humildad, recordándonos que nuestros logros no son realmente nuestros, pero que nuestros fracasos ciertamente lo son.

La humildad reconoce que, en relación con la naturaleza infinita de Dios, siempre estamos infinitamente distantes y, por lo tanto, no importa cuánto hayamos hecho, logrado o acumulado, siempre estamos al mismo nivel que todos los demás y no tenemos derecho a engrandecernos.

Así como la auto-anulación es encarnada por Moshé, así también la humildad es encarnada por otra importante figura bíblica: el rey David. David fue quizás el guerrero más grande de la Biblia, quien conquistó Jerusalén y estableció allí su trono, y de quien se escribieron canciones de alabanza incluso antes de que cumpliera los treinta años. Sin embargo, todo esto no le impidió sentir que no era más noble que los sirvientes y doncellas más sencillos, y durante el transporte del Arca de la Alianza de regreso a Jerusalén, "saltó y bailó" con ellos como un hombre del pueblo.

Cuando su esposa Mijal, hija del rey Shaúl, le reprochó esto, su respuesta fue: "Soy aún más indigno que esto y soy bajo a mis propios ojos".[1] Aunque el término "bajeza" en este sentido positivo se menciona varias veces en la Biblia, este es el único caso en el que alguien es llamado específicamente por este título. Por lo tanto, David es un símbolo de humildad.

El término "bajeza" puede sonar negativo. De hecho, existe un tipo de bajeza negativa, que se expresa en depresión, odio hacia uno mismo y complejos de culpa. Pero esta bajeza es en realidad orgullo disfrazado: se deriva de vivir a la sombra de una autoimagen inflada, y luego no ser capaces de tolerarnos a nosotros mismos cuando no cumplimos con el ideal perfecto que nos exige. Nuestro orgullo genera una falsa bajeza con el fin de extraer cumplidos de las personas que nos rodean, o para que sirva de excusa para caer en la depresión cuando no logramos alcanzar nuestras metas.

La verdadera bajeza no consiste en vivir bajo la ilusión de que somos perfectos, sino más bien en todo lo contrario: una experiencia lúcida de nuestra imperfección. Naturalmente, el que es verdaderamente humilde no cae en la desesperación cuando descubre que no alcanza la perfección; en primer lugar, nunca esperó ser perfecto. Esto se relaciona también con la trampa que analizamos anteriormente con respecto a la auto-anulación y la decepción de descubrir que todavía tenemos un ego. A diferencia de aquellos que se esfuerzan por la anulación, aquellos que se esfuerzan por la humildad son inmunes a esta decepción, ya que nunca afirmaron haber perdido su ego. En el peor de los casos, simplemente descubren que no son lo suficientemente humildes, ¡y este entendimiento solo fortalece su humildad!

Otra diferencia entre la bajeza negativa y la positiva es que, mientras que la falsa bajeza va acompañada de un sentimiento de que Dios está decepcionado con nosotros o incluso nos odia, la verdadera bajeza va de la mano con el sentimiento de que Él nos ama y está presente con nosotros aquí y ahora en nuestro verdadero estado. En otras palabras, cuando la verdadera humildad está presente, somos agudamente conscientes de la compasión de Dios por nosotros, de Su fe en nosotros. No se trata de un tipo de compasión condescendiente, sino amable y acogedora, como la de un padre que ama a su hijo tal como es y le sigue dando más y más oportunidades. 

Es cierto que Dios siempre espera que seamos mejores de lo que somos y que corrijamos nuestros defectos, pero, por otro lado, a Él no le gustan las mentiras ni el engaño, ni siquiera el autoengaño. Por lo tanto, cada vez que admitimos honestamente nuestra verdadera bajeza, Él nos recibe con placer.

Humildad y alegría

De todo esto se desprende que, aunque hay un elemento de tristeza que acompaña a la humildad, hay un elemento mucho más fuerte de alegría: la alegría en nuestra liberación de la carga de una imagen propia inflada. Al reconocer que somos bajos y estamos muy lejos de cumplir nuestro propósito en la vida, alcanzamos una ligereza y una libertad de voluntad que nos empuja a esforzarnos por más. Nos permite ser felices con nuestra suerte (ya que no nos sentimos con derecho a algo más), y sentir que todo está aún por delante. Cuando estás en la parte inferior, solo puedes ir más alto.

De hecho, cuando estamos en un estado de humildad, no solo nos regocijamos en nuestra propia suerte, sino también en Dios. El que es humilde de espíritu sabe que todo lo que tiene en la vida es un don de la gracia de Dios. Por esta razón, está lleno de gratitud y alegría constante, ya que siente que, a pesar de su distancia de Dios, Dios está cerca de él y lo enriquece con su bondad. Este sentimiento se expresa en el versículo: "Y los humildes aumentarán su gozo en Dios...[2] El gozo de los humildes - es decir, los humildes de espíritu - está en Dios, Él es el objeto de su alegría. (Otra interpretación del versículo es que los humildes también añaden alegría a Dios, que disfruta de verlos abrir sus corazones a Él).

Aquel que se rebaja a sí mismo en el sentido positivo del que hemos hablado y disminuye progresivamente su ego ante sus propios ojos, puede un día, sin siquiera darse cuenta, también trascender verdaderamente su ego. 



[1]  2 Samuel 6:22.

[2] Isaías 29:19




QUÉ HACEMOS CON LAS DEBILIDADES

ayúdanos a difundir la dimensión interior de la torá

¿Qué hacemos con las debilidades? ¿Cómo avanzamos de verdad?

 

Hay momentos en los que nos sentimos al límite 🥵:

Cuando la ira nos domina, cuando las debilidades nos sobrepasan, cuando parece que no hay esperanza y todo nos queda grande.

Queremos que alguien nos hable de forma realista, sin sermones, sin desconectarnos de nuestra realidad, porque sabemos muy bien dónde estamos realmente.

Y luego llega alguien y habla de perfección ideal, de no enojarse nunca, de amor infinito, y suena tan inalcanzable 😳 que a veces nos hace sentir aún más lejos, como si hubiera algo en nosotros que simplemente está mal.

💡 Pero el Jasidut ofrece otro enfoque:

Por un lado, nos ve en nuestros lugares de dolor y debilidad, sin ocultar ni ignorar lo que hay. Pero por otro lado, no se rinde con nosotros. Nos recuerda que tenemos un alma grandiosa, que dentro nuestro existen fuerzas superiores.

Nos ilumina los escalones más elevados y puros, que, aunque no lleguemos a ellos por completo, pueden impulsarnos hacia arriba.

¿Por qué es importante

Porque si no nos recordamos el ideal, el alma pura que llevamos dentro, acabaremos conformándonos con nuestras debilidades, con nuestra ira, y nos quedaremos estancados exactamente donde estamos ahora.

Pero cuando tenemos una meta elevada a la cual aspirar, aunque no lleguemos a ella mañana por la mañana, cambiamos poco a poco, nos volvemos más resilientes y descubrimos fuerzas dentro de nosotros que no sabíamos que existían.

Esa es la singularidad de la “Torat HaNefesh” jasídica:

Nos conecta con nuestro lugar actual, pero también nos eleva, paso a paso, hacia nuestra fuente. Y entonces, lo que hoy todavía nos parece lejano, puede convertirse en parte de nuestra vida mañana.

¡Mucho éxito! 💫

 

 

 

LA ALEGRÍA DE LA TORÁ EN 19 DE KISLEV

 

El tema de la alegría se enfatiza especialmente en relación con el estudio de la Torá, tanto respecto a la Nigle deTorá (parte revelada de la Torá), y con mayor razón aún – respecto a la Pnimiut haTorá (parte interna de la Torá). 

 (Del discurso de Yud Tet Kislev 5715) 

¡Sueños jasídicos! ❤️❤️ 

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ENTENDER EN EL IDIOMA PROPIO

Una vez, un judío que no entendía idish visitó al Rebe, el Admur anterior, y se necesitaba traducirle las palabras del Rebe a su idioma. Sobre esto, el Rebe dijo que no es una falta, sino al contrario: cuando se quiere hablar sobre un asunto interno e influir en la parte interior de la persona, se debe hacer en su lengua hablada. 

 

El Rebe trajo una prueba de esto del final del Tania, donde el Admur HaZaken (autor del Tania) reprende a quienes no rezan correctamente y expresa su dolor en idish, “Gewald, gewald”, a pesar de que también podría haberse expresado en lashon hakodesh (lengua santa). Sin embargo, escribió esas palabras en idish, y así fueron impresas y permanecen por siempre, porque no hay en esto ninguna degradación, sino un llamado al interior de la persona en su propio idioma. 

También encontramos muchas melodías jasídicas cuyas palabras no están en lashon hakodesh, sino en idish o en el idioma local, ya que mediante la lengua hablada las palabras penetran en la profundidad del alma. 

(Shabat Bereshit 5714)

¡Sueños jasídicos! ❤️❤️ 

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DIFUNDIR LOS MANANTIALES

Es necesario preparar un plan detallado sobre cómo aprovechar este día (Yud Tet Kislev) para difundir los manantiales (el Jasidut) de manera que su impacto sea evidente durante las semanas y meses posteriores, dado que se le llama Rosh Hashaná del Jasidut y de los caminos de la Jasidut

(Igrot Kodesh, Volumen 16, pág. 132) 

¡Sueños jasídicos! ❤️❤️ 😊

 

 


Registrado (de memoria) por Itiel Giladi. No confirmado. Sábado Vaetzé 5785 – Kfar Jabad


TRANSFORMAR A ESAV


El Avodat Levi para la parashá Vaishlaj


Resumen de la clase

El último Shabat, al caer la tarde (al momento de Minjá), el rabino enseñó a los estudiantes de su Ieshivá de Jerusalén, Tom Vedaat, un discurso del Avodat Halevi (Trabajo del Levi) sobre la parashá Vaishlaj.

Capítulo 1: Tras una introducción con una melodía adecuada para cuando es difícil levantarse por la mañana, el rabino se refirió a la lucha diaria con Laván (en la plegaria) y con Esav (en la acción). Explicó el proceso de deterioro de Esav hacia Edom y luego hacia Amalek.

Capítulo 2: Aquí se habla de Iaacov y Esav como "Ain" (la nada) y "Iesh" (la existencia). Se profundiza en su raíz en la esencia divina, donde el Ain (nada) y el Iesh (existencia) son iguales. Además, se explicó el concepto de "Ratzó Veshov" (ascenso y descenso espiritual): anulación hacia el Ain y la revelación del Iesh verdadero dentro de la existencia creada.

Capítulo 3: Un estudio continuo del núcleo principal del discurso, que aborda las dos formas de refinar a Esav:

1.             Itkafia (someter las inclinaciones negativas), un método "apropiado" para el carácter combativo de Esav, que él está dispuesto a aceptar.

2.             Ithapja (transformar las inclinaciones negativas en positivas), que representa una amenaza a su propia existencia y a la cual él siempre se resistió (hasta nuestra generación actual, donde incluso Esav está preparado para la redención).

La clase, de carácter fundamental, se enfocó en cómo estudiar un discurso jasídico de manera completa. Estuvo llena de fundamentos de Jojmá (intelecto) y Avodá (trabajo espiritual), además de incluir comentarios relevantes y actuales.

 

A. Laván y Esav Cada Día


La melodía del descenso del alma al despertar[1]

 

[El rabino comenzó con una melodía y luego preguntó a los estudiantes:]

"¿Quién sabe de quién es la melodía que acabamos de cantar?"
[R: Rabí Shlomó de Tsashnik].

"Correcto. ¿Cuántas melodías de él conocemos?"
[R: Cinco].


"Él tenía muchas melodías, pero hoy conocemos cinco. ¿Cómo se llama esta melodía?"
[El descenso del alma al cuerpo].


"Correcto. Cantamos la melodía tal como la escuchamos con precisión de Rabí Eliyahu Ribkin,[2] un descendiente directo de Rabí Shlomó de Tsashnik. La melodía está compuesta por tres partes. ¿Cuál es su contenido?"


[En la primera parte, le anuncian al alma que debe descender al cuerpo: “El tribunal celestial informa al alma que debe bajar a este mundo.” En la segunda parte, el alma lamenta esta decisión, suplica y protesta: “La protesta y el sufrimiento del alma.” Y la tercera parte…]


"¿No recuerdas desde que enviaron tu alma hacia abajo? ¡La tercera parte es 'La firma del decreto: ¡a la fuerza vives, porque este descenso es necesario para tu ascenso'!"

 

Algunas veces está escrito[3] que cuando se le explica al alma lo que habrá abajo y la elevación que puede alcanzar, el alma ya se apresura y dice: '¿Cuándo bajaré ya?' – pero parece que esto es cierto solo para almas excepcionales. La mayoría de las almas no se convencen tan fácilmente y deben ser obligadas a descender, por lo que está escrito: “A la fuerza vives”[4].

"¿Cuándo es apropiado cantar esta melodía?"
[R: En el nacimiento].


"Es una buena idea cantar esta melodía al ir a la sala de partos. Pero, ¿cuándo en nuestra vida cotidiana?"
[R: En un cumpleaños].


"Queremos cantar esta melodía más de una vez al año… En realidad, cada mañana nuestra alma desciende al mundo nuevamente. En las Birkot HaShajar (bendiciones matutinas) decimos: 'Elokai, el alma que me diste es pura…' – cada mañana es un nuevo nacimiento.

Cuando alguien se despierta por la mañana y le cuesta levantarse, siente que su alma es obligada a bajar al mundo y no ve ninguna razón para ello, no encuentra un propósito para levantarse. Hay que convencer al alma de que este descenso es necesario para su ascenso, que tiene un significado levantarse y hacer algo. “A la fuerza vives” – no se puede dormir para siempre…

El despertar por la mañana es un desafío y debemos superar ese desafío – "Que se fortalezca como un león para levantarse por la mañana y servir a su Creador"[5] (hay una conexión entre la palabra "etgar" – desafío – y "hitgabrut" – superación). Ese es el momento adecuado para cantar esta melodía.

Rabí Shlomó de Tsashnik fue un jasid importante y un baal menaguen (maestro de melodías) en la corte del Admur HaZaken (el Alter Rebe). Se cuenta[6] que, mediante su música, también lo inspiraba a decir enseñanzas jasídicas (Dvarim Atikin Hadashim), en el espíritu del versículo: “Y sucederá que cuando el músico toque, vendrá sobre él el espíritu de Hashem”[7](un pasaje que el Alter Rebe explicó, aludiendo a cómo el canto y la melodía lograban sacarlo de la 'seriedad' y del aislamiento en su habitación). Tras su fallecimiento, Rabí Shlomó se conectó con Rabí Aharón de Strashele,[8] cuyo discurso sobre Parashat Vaishlaj estudiaremos ahora.[9]

 

La lucha diaria contra Laván y Esav

El discurso comienza explicando que el paso de Parashat VaYetze a Parashat Vaishlaj representa la transición del enfrentamiento de Iaacov con Laván – durante los veinte años en los que construyó su familia y logró estabilidad económica[10] – al enfrentamiento con Esav, que busca luchar contra él. Tanto Laván como Esav poseen raíces espirituales sagradas y elevadas: Laván proviene de Lavan HaElyon (la blancura suprema), un nivel aún más elevado que el de Iaacov, su yerno; y Esav está conectado en su raíz espiritual con Iaacov, su gemelo (e incluso un poco por encima de él, ya que es el primogénito, precediéndolo, en el misterio de la primacía del Tohu sobre el Tikún – el Nombre Sag respecto al Nombre Mah, como se explica en profundidad en el discurso). Sin embargo, de estas raíces superiores descienden y caen hacia las kelipot (fuerzas de impureza), manifestándose en Laván y Esav en su forma terrenal y malvada, con quienes Iaacov debe enfrentarse en este mundo.

En este discurso – como en otros anteriores – se explica que las luchas que experimentó Iaacov en su vida son luchas que cada judío enfrenta a diario, una y otra vez. La confrontación con Laván ocurre al inicio del día, como está escrito: “Y Laván madrugó por la mañana”,[11] y se asocia principalmente con la plegaria del judío. No obstante, la plegaria solo precede a la acción diaria del judío: esta comienza con el estudio de la Torá y continúa con todas las ocupaciones mundanas, el cuidado del cuerpo y las preocupaciones de la subsistencia (“de la sinagoga a la casa de estudio” y luego “condúcete con el camino del mundo”,[12] como el Rebe repitió una y otra vez). En estas ocupaciones, se debe enfrentar a Esav.

En la plegaria, se busca alcanzar la raíz espiritual, el Lavan HaElión, y expresarlo en las diferentes etapas del rezo. Por otro lado, la acción diaria ocurre en la realidad inferior, donde el enfrentamiento no es con la raíz sagrada de Esav, sino con el Esav terrenal, que debe ser enfrentado, corregido y finalmente restaurado a su raíz espiritual.

 

Labán, Esav, Edom y Amalek

¿Cuál es la diferencia entre Esav y Labán? Labán, según el sentido literal,[13] no odia a Iaacov – incluso lo acepta como yerno... simplemente lo explota y lo engaña, actuando según sus propios intereses, como lo señalan sus hijas: "Porque nos ha vendido y además ha devorado nuestro dinero"[14]. En contraste, Esav está en una lucha constante con Iaacov desde que estaban en el vientre materno; Esav odia a Iaacov y busca hacerle daño.

Sin embargo, Esav es el hermano de Iaacov, y su relación experimenta altibajos. Por otra parte, Esav tiene un nieto, Amalek, que odia al pueblo de Israel de manera absoluta, y existe un mandamiento de borrar su memoria bajo el cielo. ¿Hay una jerarquía entre Esav y Amalek? Al comienzo de la parashá, Iaacov envía ángeles “a Esav, su hermano, en la tierra de Seir, campo de Edom” [15] – Esav también es llamado Edom. Esav es descrito como "rojizo" desde su nacimiento,[16] pero recibe el nombre de Edom cuando le dice a Iaacov: "Dame, por favor, de ese rojo, rojo" [17]. Desde su infancia, Esav no es el mejor de los niños... pero recibe el nombre de Edom el día en que se desvía por completo (y Dios adelanta la muerte de Abraham cinco años para que no vea cómo su nieto se aparta del buen camino)[18], cuando desprecia la primogenitura y el servicio divino que esta conlleva, convirtiéndose en un “Israel apóstata”.[19]

Así también, el último y más difícil exilio se llama el exilio de Edom (y no de Esav) – Edom es peor que Esav, pero todavía no es Amalek. Esav y Edom, el reino de Roma, odian a Israel principalmente cuando sienten una amenaza o un desafío, como veremos más adelante. Sin embargo, Amalek odia a Israel de manera absoluta y sin ninguna razón. Amalek es menos común hoy en día; hay un gran debate sobre si es necesario buscar a Amalek para eliminarlo.[20] El rabino de Brisk dijo que un gentil que odia a Israel tiene la condición de Amalek,[21] pero, aun así, no es tan frecuente. Por otro lado, Esav-Edom es una parte central del mundo actual; toda la cultura occidental está bajo su influencia – tenemos un enfrentamiento con ellos, pero también la necesidad de discernir y acercar a aquellos que son dignos en la cuarta revolución.[22]

¿Cómo explicamos la jerarquía de Esav-Edom-Amalek? A menudo, Iaacov y Esav representan las dos inclinaciones, el alma divina y el alma animal, que luchan por el cuerpo humano en la dinámica de “Una nación se fortalecerá más que la otra” [23]. Esav todavía pertenece a la klipat noga (la cáscara luminosa), la raíz del cuerpo y del alma animal de Israel.[24] Su desviación hacia el mal absoluto, el día en que asesina, comete adulterio, etc., marca su transición del mal en nogá a las tres impurezas impuras (y como pista: Edom equivale numéricamente a tres veces “ay”, en referencia a las tres impurezas). Se explica, como mencionamos recientemente[25], que a veces klipat noga es incluso peor, porque cuando no tiene un propósito de reparación, sirve como transición que arrastra la santidad hacia la cáscara de la impureza.[26]

De todas formas, en klipat noga hay chispas de bien que pueden ser refinadas, e incluso en las cáscaras impuras se pueden encontrar chispas – todavía poseen un aspecto periférico conectado con la santidad (su corona, conocida como “levoná zaká”[27] o “incienso puro”). Amalek, en cambio, es el descenso absoluto – las cáscaras impuras están “debajo de la realidad”, como dice el rabino Isaac de Homil,[28] y Amalek está incluso “por debajo de las cáscaras”. Es la “esencia del mal”[29], no tiene ningún bien en absoluto, y, por lo tanto, debemos destruirlo[30].

 

B. Iaacov y Esav – Hermandad y Separación


Unión y Anulación frente a Egoísmo y Separación

Sobre la reparación de la acción cotidiana, la lucha con el Esav de abajo, escribe Rabí Aharón:

"Ahora es necesario corregir esta dimensión de la acción, que en sí misma está en el nivel de Esav, la percepción de la existencia material como algo completamente separado. Esto está en un nivel de ruptura y es opuesto a Iaacov, cuya raíz es la unidad y la anulación. Iaacov atrae el nivel de la letra Yud de Jojmá (‘Koaj Mah’ - fuerza de la anulación) y el aspecto de unidad…”

El tema de Esav es la separación y la existencia, mientras que Iaacov es la raíz de la unidad y la anulación.[31] La unidad corrige la separación y la anulación corrige la existencia. (Un indicio: Perud (separación), Ieshut (existencia), Yijud (unidad) y Bitul (anulación) suman “Tiferet” (belleza), la medida de Iaacov, que también es la medida de Esav, su hermano gemelo. En Esav, esto es una arrogancia negativa de la klipá (impureza), mientras que Iaacov sabe cómo enorgullecerse en el lugar correcto para rectificar la klipá, como se explica más adelante en el tratado, en relación con lo que Iaacov envía a Esav).

La acción en el mundo inferior, el “mundo de la separación” – en el secreto de “y de allí se separó y fue a cuatro cabezas”[32] (después de que el río que fluye de Edén-Jojmá pasa por el mundo de Atzilut, el mundo de la unidad, hasta que riega el jardín, Maljut de Atzilut[33]), es la primera aparición de la raíz Perad (separación) en la Torá, y se refiere a una separación real. ¿Pero es toda separación en la Torá negativa? Abraham le dice a Lot: “Por favor, sepárate de mí”[34] y también sobre Iaacov y Esav, se dice a Rivká: “Dos naciones se separarán de tus entrañas” (Génesis 25:23).

Esta es una separación positiva – la separación de la klipá de la santidad, conocida en los conceptos del Baal Shem Tov como sumisión, separación y dulzura.[35] La separación es una preparación para la dulzura, para una reconexión rectificada de Iaacov y Esav, como se explica más adelante en el tratado. Sin embargo, es un paso necesario. Antes de la separación hay sumisión, que en el caso de Rivká se manifiesta en la experiencia de “Los hijos luchaban dentro de ella, y dijo: ‘Si es así, ¿por qué estoy yo aquí?’”[36], lo que la llevó a buscar a Dios.

 

La raíz del ‘Ain’ (nada) y el ‘Iesh’ (algo)

Rabí Aharón enfatiza que el contraste y la lucha entre la existencia de Esav y la anulación de Iaacov es solo como se manifiestan aquí abajo, pero en su raíz, hay una unidad completa entre ellos: “¿No es Esav hermano de Iaacov?”[37] (Malaquías 1:2-3):

"Pero arriba, en su raíz, ellos están en un estado de unidad y hermandad completa, como dice el versículo: ‘¿No es Esav hermano de Iaacov?’. Porque allí, en su fuente, en la revelación de Su esencia bendita, el ‘ain’ y el ‘iesh’ son completamente iguales, como dice el versículo: ‘Como la oscuridad, así es la luz’.”

Solemos pensar que todo el Jasidut se basa en el contraste entre el Ain (nada) y el Iesh (existencia), como dijo el Maguid de Mezritch:[38] "El Eterno crea el mundo de la nada a la existencia, y los justos devuelven la existencia a la nada" (al introducir la anulación en la existencia). Sin embargo, aquí Rabí Aharón afirma algo que encaja perfectamente con la Jasidut del Rebe: la Esencia Divina no está limitada por ninguna definición, ni siquiera por la del "Ain" o "Iesh". En la Esencia, el "Ain" y el "Iesh" son completamente iguales.[39] (O, dicho de otro modo: en la creación hay una diferencia entre el potencial y la acción, que son "Ain" y "Iesh". Pero en la capacidad pura de la Esencia – " sí puede y no puede por igual"[40] – el Ain y el Iesh son iguales).

En ese nivel, como se explica más adelante en el tratado, Esav y Iaacov son hermanos completamente unidos – no solo como hermanos, ni siquiera como "simples" gemelos (que tienen un parecido externo completo)[41], sino que son en el misterio de “y aquí hay gemelos en su vientre”[42], sin la letra Alef (en un sentido positivo[43]), lo que implica que “juntos serán completos en su cabeza”[44] (esto también se manifiesta en el fenómeno extraordinario de que la mano de Iaacov sujeta el talón de Esav[45], expresando el vínculo en la raíz incluso en la realidad). Iaacov por sí solo es "un hombre íntegro" (Ish Tam),[46] pero es precisamente en su unión con Esav que se alcanza el nivel de “completo” (Tamim), como una forma plural de Tam [47] (y se puede destacar que por eso el Rebe Rashab llamó a los estudiantes de la Ieshivá que fundó “Temimim[48] – cada Tamim incluye en sí mismo tanto a Iaacov como a Esav, las dos almas del Beinoni (el término medio), como se mencionó antes, en el que "el mayor servirá al menor". Al ser un Tamim jasídico auténtico, su misión es luchar en la última batalla para traer al Mashíaj, enfrentarse a Esav, vencerlo e incluirlo en la santidad, y revelar el verdadero Iesh dentro del Iesh creado.

Además, en ese nivel de unidad absoluta, el "Iesh" (existencia) de Esav tiene ventaja sobre el "Ain" (nada) de Iaacov – por lo tanto, Esav es el primogénito. Del Ain surge un orden espiritual descendente, que no puede generar una existencia material[49]. Sin embargo, del "Iesh" supremo de la Esencia Divina, el verdadero "Iesh", surge la existencia separada de abajo, sin intermediarios:

"Pero la creación del 'Iesh' material no proviene en absoluto de la espiritualidad, ni siquiera en términos de contracción y descenso (Tzimtzum), sino que debe decirse que la creación del 'Iesh' material proviene del verdadero 'Iesh', que es la Esencia Divina misma, sin contracción ni ocultamiento alguno".

El Admur HaEmtzai guía a meditar diariamente en todo el orden de la creación (Seder Hishtalshelut) para sentir la anulación de la realidad frente al Ain que la sostiene[50]. Rabí Aharón, quien junto con el Admur HaEmtzai fue parte del grupo de los “Buscadores de la Unidad” (Dorshei Yijudeja) al comienzo de su camino,[51] aquí habla sobre el reconocimiento de que el Iesh creado proviene directamente del verdadero Iesh. En este mundo, el Iesh ha caído y transmite una separación absoluta, diciendo: "Yo y nadie más",[52] pero cuando sea rectificado, se revelará que el verdadero Iesh se refleja en el Iesh creado. Más aún, se revelará que el verdadero Iesh es el Iesh creado.[53] La meditación en el orden de la creación es la preparación para la plegaria, el “Ratzó” de anular el Iesh al Ain (el proceso de aclarar a Labán mencionado antes). Sin embargo, la rectificación de Esav, en las acciones diarias cuando no hay tiempo para meditar, se logra con la mirada correcta a la realidad, desde una fe simple que revela el verdadero Iesh en el Iesh creado (en el camino de “Shov”“Retorno a la Unidad [la verdad]” – después del “Ratzó” de la plegaria, como se explica más adelante en el tratado).[54]

 

Encontrar gracia a los ojos de Esav

A la luz de estas ideas, Rabí Aharón explica los versículos que Iaacov puso en boca de los ángeles que envió "delante de él" para decir “a mi señor Esav” (todo esto con el reconocimiento de que Esav tiene una raíz por encima de él): “Con Labán habité y me quedé hasta ahora. Y he tenido buey y asno, ovejas, siervos y siervas, y he enviado para informarle a mi señor, para hallar gracia en tus ojos”:[55]

"Con Labán habité" – “me arrastré hacia abajo con el nivel del Lavan HaElión (la blancura suprema), como el agua que fluye hacia abajo”. Iaacov se deja arrastrar con el Lavan HaElión hacia abajo, incluso al mundo de Esav, para arrastrarlo y convertirlo (al final todos somos “prosélitos arrastrados”)[56]. “Y me quedé hasta ahora” – extendí la blancura suprema también al nivel de Ajoraim (la parte posterior, la máxima contracción en el lugar) y también al nivel de "Atá" (“ahora”), la máxima contracción en el tiempo ("lo cual es opuesto al Nombre Havaia que abarca pasado, presente y futuro, mientras que 'Atá' es un tiempo específico, ahora y solo ahora"[57]).

"Y he tenido buey y asno, ovejas, siervos y siervas", extendí la unión también a todas las dimensiones del caos (Tohu) (cuyos tres niveles superiores son los animales vivientes) – “y he enviado para informarle a mi señor”, te envío esta extensión (la palabra “Hagada” implica una transmisión)[58].

Todo esto con el propósito de “hallar gracia en tus ojos”, encontrar y revelar (en un proceso de ocultamiento y revelación) la gracia, el secreto de la Corona (Keter) en la santidad, oculta dentro de “tus ojos”, el nivel de la sabiduría (Jojmá) en la impureza de Esav. Así como en la santidad se dice: “¿Quién es sabio? El que ve lo que nacerá”,[59] también en la impureza hay “sabiduría y visión para mantener la existencia como separada”.

En la santidad, “ver lo que nacerá” es, en un sentido simple, ver el bien esperado como resultado de las mitzvot y lo opuesto como resultado de las transgresiones (y en un nivel más profundo, ver cómo todo Iesh surge a cada momento del Ain)[60]. En la impureza, existe la capacidad de ver qué hará que la realidad permanezca separada. Esta capacidad de preocuparse por la existencia le permite a la impureza dominar el mundo. Solo cuando encontremos la gracia divina positiva oculta dentro de esta preocupación por la existencia (en contraste con el “engañoso es el encanto”[61] de Esav caído) y adoptemos la perspectiva que reconoce el valor del Iesh creado – y ve su origen en el verdadero Iesh – podremos nosotros dominar el mundo.

 

C. Itcafia e Ithapja hacia Esav

 

De Itkafia a Itzhapja

Después de todas las introducciones fundamentales, el Rabí Aarón llega al núcleo del discurso, el cual leeremos directamente:

"Y regresaron los ángeles... vinimos a tu hermano, a Esav, y también viene hacia ti". La expresión "y también viene" no es clara en su significado literal. Debería haber dicho simplemente "y viene".

Esta es una buena pregunta desde el punto de vista literal (peshat): ¿Por qué aquí se utiliza la palabra "y también" (vegam), cuando aparentemente no se mencionó previamente algo adicional?

Esta es una buena pregunta en el sentido literal (Pshat) – ¿por qué aquí está escrito “también” (“Vegam”), cuando aparentemente no se dijo algo adicional antes? Sobre esta pregunta se explicará, desde aquí hasta el final del tratado, que en realidad Iaacov envió a Esav dos "propuestas", dos caminos en el servicio a Dios para rectificar a Esav. La primera, Esav está dispuesto a aceptar, y sobre ella los ángeles dicen: “Hemos venido a tu hermano, a Esav”. Sin embargo, la segunda propuesta la rechaza rotundamente, “también va a tu encuentro con cuatrocientos hombres junto a él”, para luchar contra ella.[62]

Sin embargo, es sabido que deben existir dos niveles en el servicio a Dios.

Los dos niveles en el servicio a Dios, como se ampliará ahora, son el trabajo de los beinonim (intermedios), cuyo enfoque principal es itkafia (sujeción del mal), y el trabajo de los tzadikim (justos), cuyo enfoque es ithafja [63] (transformación del mal en bien). Se puede entender del Tania que el beinoni está ocupado toda su vida únicamente con itkafia, y que la ithafja pertenece exclusivamente a los justos. Sin embargo, como hemos hablado recientemente[64], cada persona debe también aspirar a alcanzar ithafja. ¿Cuándo se piensa en esto cada día? Cuando se dice en el Shemá la frase "con todo tu corazón" (bejol levavja)[65], que los Sabios interpretaron como "con tus dos inclinaciones",[66] la buena y la mala. (Y, como hemos aprendido, en ithafja misma hay tres niveles, todos ellos después de completar el trabajo de itkafia, en el estado de "mi corazón está vacío dentro de mí" [67] – un estado donde el mal ha sido eliminado completamente[68].

La itkafia es separación; no es la finalidad. Incluso cuando uno está completamente inmerso en ella durante toda su vida, debe recordar que la meta es la dulcificación[69], la ithafja, y por eso se necesita lo que el Rebe anterior llama "itkafia que conduce a ithafja".[70] Como se explicará aquí, la itkafia es algo que Esav está dispuesto a soportar – Esav es fuerte y acepta incluso la fuerza aplicada en su contra, como si fuera un "juego" para él. Sin embargo, él rechaza por completo la ithafja, que transformaría completamente su esencia.

Itkafia hasta el clímax de la existencia

Primero, el Rabí Aharón se explaya en la itkafia, explicando que abarca muchos niveles más allá de la simple autodisciplina con la fuerza de "la mente gobierna el corazón". De hecho, es el camino de vida del beinoni, incluso en su contemplación y entusiasmo más profundos:

“El primer nivel es itkafia, apartarse del mal y hacer el bien, que es la anulación del ‘yo’ para que no haya nada que obstaculice el servicio a Dios, tanto en la acción de las mitzvot con esfuerzo físico como con el esfuerzo espiritual en la Torá y la plegaria. Todo esto se refiere a la acción en su sentido literal. Del mismo modo, en el trabajo del corazón – Biná liba (el corazón entendido como comprensión) – para contemplar y entender cómo toda la existencia de los mundos y las criaturas, desde el nivel más elevado hasta el más bajo, son insignificantes y absolutamente nada en comparación con la esencia divina.

Debido a la profundidad de esta meditación, la persona alcanza un estado de clímax espiritual (klot hanefesh), escapando de las limitaciones corporales y espirituales y declarando: ‘¿A quién tengo en el cielo? Y contigo no deseo nada en la tierra’.”

Incluso la contemplación de “todo ante Él es como si no existiera”, que es la cúspide de la meditación descrita en el Tania – el pensamiento de que Dios llena todos los mundos, trasciende todos los mundos y todo ante Él es como nada[71] – solo trata la anulación de la creación en relación con la esencia divina, pero no la esencia en sí misma. Esta meditación lleva realmente a un estado de klot hanefesh (un deseo de disolverse en lo divino), e incluso a la declaración que era común en boca del Alter Rebe[72]: “¿A quién tengo en el cielo? Y contigo no deseo nada en la tierra”[73].

No obstante, todo esto aún pertenece al "Libro de los Beinonim", es decir, la itkafia del beinoni, que implica alejarse del mal y de la existencia misma hasta el extremo, con el fin de revelar la divinidad.

"Apártate del mal y haz el bien"[74]

(No según la interpretación de hamtaká [dulcificación] en la enseñanza jasídica, donde "apártate del mal" se logra a través de "haz el bien", e incluso "apártate del mal y conviértelo en [algo] bueno", sino en el sentido simple de separación: primero "apártate del mal" para que puedas llegar a "haz el bien"). En contraste, en el Libro de los Tzadikim – que el Alter Rebe escribió, pero fue quemado[75] – el trabajo del justo habría aparecido de manera diferente (y no como está descrito en el Tania en términos de klot hanefesh).

Sin embargo, este nivel, que es el "ratzó levjá" (el impulso espiritual del corazón hacia Dios), no puede ser constante; pasa y se desvanece inmediatamente después de la plegaria y la meditación. A la fuerza, uno debe vivir y permanecer en el cuerpo físico y en la existencia material, y regresa a su estado original, pudiendo incluso caer de nuevo en el iesh (la sensación de existencia material separada) y en los deseos mundanos, como antes de la plegaria y la meditación. Aunque el propósito principal de la creación de los mundos es, en definitiva, la revelación de Su voluntad y sabiduría a través de las luces en los recipientes, y específicamente la revelación del iesh (la existencia material).

Todo el "ratzó" (el impulso espiritual) en el trabajo del beinoni requiere un "shov" (retorno)[76]: "Si tu corazón corre, vuelve" [77] (shov leajor – volver hacia atrás, shov lemakom – volver a tu lugar, y shov le'ejad – volver a la Unidad Divina, como se menciona en el Tania a partir de los Tikunéi Zohar,[78] y como explicamos extensamente)[79]. El objetivo del trabajo del beinoni es que quede durante todo el día un reshimo (impresión) de la meditación y el entusiasmo de la plegaria[80], pero ciertamente es posible que después de toda la exaltación espiritual, regrese y caiga a su estado original, lleno de iesh y deseos. De todos modos, Dios no quiere un "ratzó" sin "shov" – el propósito es la revelación de las luces en los recipientes, en este mundo, "baal korjá ata jai" (a la fuerza vives, como mencionamos al inicio de la lección sobre el descenso del alma al cuerpo).

¿Quién logró realmente abandonar el mundo y no regresar? El Admur HaEmtzai (el Rebe intermedio), cuya hilulá (día de su fallecimiento) es esta semana, dice que el servidor de Dios, el baal teshuvá (el penitente), debe despreciar su vida[81]. Él mismo rechazó la vida en este mundo y pidió permiso a su padre para abandonar el mundo – y su padre actuó para que le concedieran ese permiso, otorgándoselo como un regalo[82]. Quizás esta es también la razón por la que mereció una perfección que no vemos abiertamente en nuestros demás[83] Rebes (y que es extremadamente rara): el nacimiento y el fallecimiento en el mismo día, el 9 de Kislev. Parece que si recibes la histalkut (partida del mundo) como un regalo, puedes recibirla incluso en el día de tu nacimiento. Sin embargo, como regla general, Dios quiere que regresen al mundo – y por eso el beinoni, cuyo klot hanefesh (consumo del alma en el amor a Dios) pertenece a la itkafia (la sujeción del mal) y al sur mera (apartarse del mal), debe renunciar a ello y regresar a la realidad.

Por lo tanto, este nivel es llamado el nivel de Esav: él no se opone a los ángeles de Iaacov al alcanzar este nivel porque la anulación es temporal y pasajera; después de la plegaria, uno permanece en el nivel de Esav, como antes.

Esav no se opone al trabajo de itkafia, incluso en el sentido amplio descrito aquí, porque es temporal. Incluso en las definiciones del Tania, una de las distinciones claras entre el beinoni y el tzadik es que el alma animal del beinoni, aunque esté "dormida" durante la exaltación espiritual de la plegaria, se despierta de nuevo, mientras que el tzadik permanece justo de manera permanente[84]. El reino de Esav no tiene problemas con los judíos observantes de la Torá y las mitzvot siempre que sean "normales" – que participen en la vida del mundo, vivan según la cultura, etc. No le molesta a Esav que un judío rece una hora al día, mientras que el resto del tiempo sea un ciudadano normal. El antisemitismo se despierta cuando sienten que los judíos no son lo suficientemente "normales", que rezan demasiado y amenazan la cultura en lugar de integrarse en ella.

 

Una transformación constante

La segunda categoría en el servicio a Dios es la transformación (ithafja), de la oscuridad en luz y de lo amargo en dulce, es decir, que la existencia material separada sea incluida en Su voluntad y sabiduría. Esto se logra a través de la Torá y las mitzvot. El pergamino del tefilín, la lana del tzitzit, el lulav, el etrog y similares, en su misma materialidad y medida limitada – en cuatro párrafos, cuatro compartimentos, y ocho hilos – son en sí mismos Su voluntad sin ninguna causa o efecto, y sin ningún orden de hishtalshelut (cadena espiritual). Él, bendito sea, es Todopoderoso, y por lo tanto, la existencia material se convierte en una revelación de Su esencia.

Este nivel puede ser constante en la persona, ya que no implica anulación del recipiente en absoluto. De hecho, el recipiente mismo, que es medida y límite, es en sí mismo Su voluntad, como es sabido.

En el trabajo del ishtapjá (transformación) no hay "ratzó vashov" (como aprendimos recientemente[85], que en el futuro, en la resurrección de los muertos, la conexión entre el alma y el cuerpo será tan perfecta que ya no habrá necesidad del pulso de "ratzó vashov" que surge de la brecha entre ellos – y por lo tanto los muertos podrán levantarse tal como están, sin necesidad de reiniciar el pulso...). En el momento en que la esencia del Iesh (existencia material creada) se transforma, porque en su interior se revela el Iesh verdadero, la esencia de Dios, y también la medida y los límites son "las medidas de la Torá" que provienen de la esencia divina, este trabajo es constante y sin cambios (como se ampliará a continuación).

Mencionamos que la perfección del trabajo, la unión de Iaacov y Esav, es llegar a ser "tamim" (íntegro). El "tamim" hace su trabajo de manera constante (tamid; donde mem y dalet se intercambian). El Rebe Rashab dijo[86] que la medida de la temimut (integridad) es casi imposible de adquirir – o una persona es tamim o no lo es. La temimut es una conducta constante en cierto modo, una especie de conciencia natural inmutable – a diferencia de todo lo que una persona logra a través de la meditación y el entusiasmo, que luego desaparecen[87] – y, por lo tanto, no es una adquisición externa de la persona.

Este cambio constante, que en esencia anula a Esav – no solo una anulación transitoria, sino una anulación de su esencia, que deja su existencia, pero transforma definitivamente su naturaleza anterior – es lo que Esav no acepta:

"Por lo tanto, Esav no está de acuerdo con este nivel en absoluto y se opone a luchar contra el nivel de Iaacov, porque este nivel es la anulación total de la esencia de Esav tal como está abajo, y es constante."

A Esav no le molesta decir palabras de Torá – como algunos líderes de las naciones de hoy – o incluso ponerse tefilín en las campañas de los mivtzaim. Pero advierte: "¡No me conviertas en un dos (religioso practicante), no me hagas jaredí (ultraortodoxo)!"

"Porque, aunque la meditación es transitoria, el acto de la Torá y las mitzvot no cambia en absoluto y no puede ser sustituido o intercambiado, y en cada movimiento y acción todo es verdaderamente Su voluntad y sabiduría. Comer y beber en sí mismo, y las actividades comerciales en sí mismas, y todas las necesidades del cuerpo, son en sí mismas Su voluntad divina."

Hay un dicho de R' Shimele de Zlichev, anterior al Holocausto[88], que afirma que el problema principal es que los judíos viven con una cultura ajena, incluso cuando rezan, estudian y cumplen las mitzvot. Esa es la idolatría contra la cual la Torá advierte y la que lleva al desastre, Dios nos libre. Si Israel tiene una cultura propia, se expresa en que todas las acciones del día son la realización de la voluntad de Dios – no solo en el momento de la plegaria, sino también en la Torá y las mitzvot (cuyo núcleo es la gmilut jasadim – actos de bondad), en todas las necesidades del cuerpo y también cuando un judío sale a trabajar y gana mucho dinero, "dinero bueno" [89] (para aumentar la tzedaká, dinero con el cual se hace el bien).

Esta es una situación que a los gentiles les resulta difícil soportar, lo que Esav rechaza. Pero si los judíos se asimilan en la cultura ajena, y aceptan lo que Esav quiere, Dios se enoja y hace que los gentiles se enojen con nosotros.

"Ratzó vashov"

Rabí Aharón agrega que este nivel no está tan revelado hoy[90], y solo se revelará verdaderamente en el futuro, según la meditación previa (la itkafía que lleva a la itjapjá). Sin embargo, esta es la realidad verdadera:

"Pero no está tan revelado ahora, solo en el futuro se revelará, y toda carne verá juntos… pues ojo a ojo verán… Pero en verdad, incluso ahora el mundo en sí mismo es Su voluntad y Su esencia divina. Sin embargo, de acuerdo con el nivel de anulación previa en un estado de 'incomparabilidad', en el cual Él, bendito sea, no está en la categoría de los mundos en absoluto y los mundos son como nada y nulidad absoluta ante Él, bendito sea, en proporción a la profundidad de esta meditación, después se revelará la luz de Su esencia divina en el estado de Iesh (existencia material), cuando el Iesh mismo se transformará en divinidad real."

Como ya se insinuó anteriormente, el trabajo de meditación en la anulación de todo ante Dios, el trabajo de itkafía del beinoní (intermedio), el núcleo del Sefer haTania, es el "ratzó" (impulso hacia lo divino). La itjapjá (transformación) que ocurrirá en el futuro es el "shov" (retorno), encontrar el Iesh verdadero dentro del Iesh creado. El shov solo existe en proporción al ratzó"Si me esfuerzo [en el 'ratzó'] y encuentro [en el 'shov'], créelo".[91]

No se puede llegar a la itjapjá sin que preceda la itkafía, y cuando el trabajo de itkafía se realiza debidamente, sin duda se alcanzará el nivel de itjapjá[92](de beinoní a tzadik)[93].

Esav ya está preparado


El Rabí Aarón concluye:

De todas formas, la respuesta de los ángeles a Iaacov fue: "Vinimos a tu hermano, etc. y también viene hacia ti". Esto significa que vimos en la cualidad de tu hermano Esav dos aspectos: aquellos a los cuales podemos acercarnos sin que haya una oposición tan fuerte, y también vimos en él un aspecto muy opuesto, que viene hacia ti para la guerra mencionada anteriormente, lo cual representa la oposición. Y esto es suficiente para quien lo entienda.

Es importante destacar que así fue en ese entonces: Esav estaba preparado para la "guerra de Itkafía" (la sumisión), en la que, a veces, él se rinde y a veces tiene la victoria ("y la mayor lucha fortalecerá al más fuerte"), pero se niega a aceptar Ithafja (la transformación) que anule completamente su esencia inferior y revele su raíz superior (esto precisamente a través de "y el mayor servirá al menor" de manera constante). Iaacov envió ángeles a Esav para decirle que estaba dispuesto a la rectificación completa, pero Esav los rechazó. Sin embargo, como el Rebe dice[94], hoy Esav ya está preparado. En el trabajo de Itkafía, el judío llega a un punto de repulsión por la vida, pero luego debe regresar a la realidad, "por necesidad vives". Para que Esav acepte Ithafja, él debe rechazar su vida tal como es en este mundo, en el Iesh y en la separación, y desear un cambio real. Hoy en día, muchos de los descendientes de Esav ya sienten esto y están listos para el cambio. Y es probable que aquellos que aún no lo sienten necesiten experimentar un desdén por la vida, cuando se revele la luz de la Torá, "apártate del mal" a través de "haz el bien", el objetivo de la cuarta revolución, hasta que él desee este cambio esencial.

 

Reflexiones y puntos de “trabajo”

• ¿Es difícil levantarse por la mañana? Toca la melodía de "la bajada del alma al cuerpo" y recuerda que "por necesidad vives", y esta es una "bajada necesaria para una ascensión".

• En la oración nos enfrentamos con Lavan, y en la acción posterior nos enfrentamos con Esav.

Lavan explota a Iaacov y Esav lo odia y lucha contra él.

Esav es la cáscara de Nogá, Edom es la impureza de las tres "impurezas" (Guf, Kelipot y Amalek) y Amalek es la esencia del mal.

• La unidad y la anulación de Iaacov corrigen la separación y la existencia de Esav.

• En la esencia, el "Ein" (Iaacov) y el "Iesh" (Esav) son iguales, e incluso hay una ventaja para el "Iesh" verdadero — la raíz del ser creado.

• El término "Tamim" incluye tanto a Iaacov como a Esav — ambos son "los perfectos" — y de esta manera trae la llegada del Mashíaj.

• Antes de la oración, uno debe reflexionar sobre la anulación del "Iesh" al "Ein" ("Ratzó"), y durante todo el día debe ver el verdadero "Iesh" reflejado en el "Iesh" creado ("Shuv").

• La cáscara (impureza) domina el mundo porque se preocupa por la existencia del ser, y para que nosotros podamos dominar el mundo debemos amar el "Iesh" creado, ver el ser divino reflejado en él, y preocuparnos por su existencia.
Esav, el poder material, está dispuesto a tolerar la Itkafía (sumisión forzada) contra él, pero se opone totalmente a la Ithafja (transformación).

• No se puede llegar a la Itkafía sin Ithafja, y quien llegue a Itkafía eventualmente alcanzará Ithafja.

• El reino de Edom acepta ciudadanos cultos que rezan y cumplen los mandamientos, pero no tolera una cultura judía independiente.

Itkafía puede incluir reflexión y agotamiento del alma, pero al final la persona regresa a su estado original.

Ithafja no es solo anulación en la realidad, sino una anulación de la esencia de Esav de forma permanente e irreversible.

• En la verdadera cultura israelita, todo es la voluntad de Dios — la oración, la Torá, los mandamientos, las necesidades del cuerpo, e incluso las ganancias de "dinero bueno".

• Hoy en día, Esav también está listo para la redención — desprecia su vida y anhela un cambio verdadero.

 

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v    Cantamos la melodía tal como la escuchamos con precisión de Rabí Eliahu Rivkin, descendiente directo de Rabí Shlomo de Chashnik.

v    Cuando alguien se despierta por la mañana y le cuesta levantarse, siente que están forzando el alma a descender al mundo y no ve el propósito. Es necesario convencer al alma de que esta bajada es necesaria para una elevación, de que tiene sentido levantarse y hacer algo.

v    "Por necesidad vives" – No se puede dormir indefinidamente...

v    Las pruebas que enfrenta Iaacov en su vida son pruebas que cada judío enfrenta una y otra vez, todos los días.

v    Lavan, según el significado simple, no odia a Iaacov – incluso lo acepta como yerno... Solo lo explota y lo engaña, actuando según sus propios intereses.

v    Esav es hermano de Iaacov y su relación con él pasa por altibajos. Por otro lado, Esav tiene un nieto, Amalek, que odia al pueblo de Israel profundamente, y tenemos el mandato de borrarlo de bajo los cielos.

v    Amalek ya no es tan común hoy en día. Sin embargo, Esav-Edom es una parte central del mundo hoy, toda la cultura occidental – tenemos un enfrentamiento con ellos y también la necesidad de discernir y acercar a aquellos que son dignos de ello.

v    Las cáscaras están "debajo de la realidad", según las palabras del Rabí Isaac de Homil, y Amalek está "debajo de las cáscaras". Es la "esencia del mal", no contiene nada bueno, por lo que debemos erradicarlo.

v    El propósito de Esav es la separación y la existencia, mientras que Iaacov es la raíz de la unidad y la anulación – la unidad corrige la separación y la anulación corrige la existencia.

v    ¿Es siempre negativo todo tipo de separación en la Torá? Abraham Avinu le dice a Lot "separa de mí" y también se dice sobre Iaacov y Esav a Rebeca: "dos naciones se separarán de tu vientre", y esto es una separación positiva – separar la cáscara de la santidad.

v    Estamos acostumbrados a pensar que todo el jasidismo se basa en el contraste entre el "Ein" (nada) y el "Iesh" (ser), pero aquí Rabí Aharon hace una afirmación que se adapta perfectamente al jasidismo del Rebe – la esencia de Dios no está definida por ningún límite, ni siquiera por el límite de "Ein" o "Iesh", y en la esencia, el "Ein" y el "Iesh" son completamente iguales.

v    Iaacov por sí solo es "un hombre perfecto", pero solo en su unión con Esav alcanzan el nivel de "perfectos", como un plural de "Tam".

v    Rabí Rashab llamó a los estudiantes del seminario que fundó "perfectos" – cada "Tam" incluye dentro de sí tanto a Iaacov como a Esav, las dos almas del intermedio.

v    El Rebe de la segunda generación guía a reflexionar todos los días sobre todo el proceso de creación para sentir la anulación de la realidad frente al Ein que la constituye. Rabí Aharon habla aquí sobre el reconocimiento de que el Iesh creado proviene directamente del Iesh verdadero.

v    La reflexión sobre todo el proceso de creación es una preparación para la oración, pero el trabajo con Esav, en las acciones cotidianas – cuando no hay tiempo para la reflexión – se hace mediante una mirada correcta sobre la realidad, con una fe simple, que revela el Iesh verdadero dentro del Iesh creado.

v    Iaacov tira de la blancura superior de Lavan de arriba a abajo, incluso dentro del mundo de Esav, para arrastrar a Esav consigo y convertirlo.

v    Solo cuando descubramos la gracia divina positiva oculta dentro de la preocupación por la realidad, y logremos adoptar la perspectiva que reconoce el valor del Iesh creado – y que identifica su origen en el Iesh verdadero – podremos dominar el mundo.

v    Iaacov envió a Esav dos "ofertas", dos caminos en el servicio a Dios para corregir a Esav. La primera está dispuesta a aceptarla, pero la segunda la rechaza rotundamente.

v    Se podría entender a partir de los escritos del Tanya que el Benoni (intermedio) está ocupado toda su vida solo en la Itkafía (subyugación), y que Ithafja (transformación) solo pertenece a los justos, pero como hemos hablado recientemente, cada uno debe llegar también a Ithafja.

v    Esav está dispuesto a soportar la ItkafíaEsav es poderoso, y está dispuesto a aceptar la fuerza cuando se utiliza en su contra, es un tipo de "juego" para él. Sin embargo, rechaza totalmente la Ithafja, que transformaría completamente su esencia.

v    La Itkafía incluye muchas etapas más allá de la simple autocoerción mediante el "cerebro domina el corazón", y en realidad es el modo de vida del Benoni incluso en sus reflexiones y más profundas emociones.

v    Incluso toda la reflexión de "Todo lo que está frente a mí no tiene valor real" trata solo sobre la anulación de la creación en relación con la esencia, pero no en la esencia misma.

v    El propósito del trabajo del Benoni es que permanezca todo el día con un "registro" de la reflexión y la emoción de la oración, pero es posible que después de toda la emoción regrese a su lugar original, con toda la existencia y los deseos.

v    Rabí Aharon despreciaba la vida en este mundo y pidió permiso a su padre para abandonar el mundo – y su padre le otorgó el permiso que deseaba. Probablemente, si aceptas la partida como un regalo, también puedes recibirla en tu cumpleaños...

v    El reino de Esav no se molesta si en él hay judíos que observan la Torá y los mandamientos mientras sean "normales" – dedicándose a la construcción del mundo, viviendo según la cultura, etc. Esav no tiene problema en permitirle a un judío rezar una hora al día, mientras que el resto del tiempo sea un ciudadano normal.

v    En la resurrección de los muertos, la conexión entre el alma y el cuerpo será tan completa que ya no será necesario el latido de "Ratzó y Shuv" que proviene de la brecha entre ambos – y por lo tanto los muertos podrán levantarse tal como son, sin necesidad de reactivar el latido...

v    La perfección es una conducta constante en cierto sentido, una especie de conciencia natural inmutable – en contraste con todo lo que el ser humano alcanza mediante reflexión y emoción, que luego desaparecen.

v    Esav no tiene problemas en decir una lección de Torá – como parte de algunos líderes de las naciones hoy en día – o incluso en ponerse tefilín en el contexto de "campañas". Pero, advierte: "¡No me hagas religioso, no me hagas un jasídico!"

v    Hay un dicho de Rabí Shimáel de Zhelikhov antes del Holocausto, que dice que el principal problema es que los judíos viven con una cultura extranjera, incluso cuando rezan, estudian y cumplen los mandamientos – esta es la idolatría que la Torá critica y que traerá desastre, Dios no lo quiera.

v    Israel tiene su propia cultura, que se expresa en el hecho de que todas las acciones de todo el día son una manifestación de la voluntad de Dios – incluso cuando un judío sale a trabajar y ganar mucho dinero, "dinero bueno" (para aumentar la caridad, dinero con el que se hace el bien).

v    No se puede llegar a Ithafja sin pasar por Itkafía, y cuando el trabajo de Itkafía está bien hecho, definitivamente se llegará a Ithafja.

v    Esav está listo para la "guerra de Itkafía", en la que a veces se rinde y a veces tiene la ventaja, pero se niega rotundamente a la Ithafja, que eliminaría su esencia inferior de manera definitiva y revelaría su raíz superior.

Para que Esav acepte Ithafja, necesita rechazar su vida tal como es en este mundo, en existencia y separación, y desear un cambio real. Hoy en día, muchos descendientes de Esav ya sienten



[2] Nigunim Jasídicos 7 (y consulta también el libro de los nigunim, nigun Re'a).

[3] Calendario "haiom Iom" 15 de Jeshván: El alma espera arriba el momento en que podrá descender al cuerpo, porque el alma siente cuán capaz es de actuar al estar aquí abajo. Puede llegar a "deleitarse en el Eterno". Entonces, ¿por qué se pospone esto?

[4] Avot 4:22

[5] Apertura del Shulján Aruj

[6] Teshuvá Wolf-Hejt 5770, página 55.

[7] II Reyes 3:15.

[8] Beit Rabi, edición del Admur Hazaken, capítulo 26 (en el título: Rabí Shlomo de Tchashnik).

[9] Avodát HaLeví, Vaishlaj, "Vaishlaj" (el primero). En la clase se estudió el artículo completo de adentro, y aquí se presentan solo los puntos principales por razones de brevedad.

[10] El Rambam (Hiljot Deot 5:11) guía que primero se debe cuidar la parnásá (sustento) y luego casarse, pero de nuestro patriarca Iaakov aprendemos un orden inverso: primero establecer la familia, con años dedicados a la paz en el hogar y el nacimiento de hijos, y luego, años dedicados a la adquisición de ganado, etc.

[11] Génesis 32:1.

[12] Berajot 35b. "El comportamiento adecuado" equivale al total de las 613 mitzvot de la Torá durante el día (y también "comportamiento adecuado", la abreviatura de "Adam Lemafré", el secreto de "Zot Torat HaAdam", "Adamá Leelion" a través de la Torá y las mitzvot, que son los caminos del Eterno por los cuales se nos ordena caminar y asemejarnos a Él, "y caminar en Sus caminos").

[13] Pero consulta el texto de la Hagadá de Pésaj, donde dice "Lavan quiso erradicar todo".

[14] Génesis 31:15

[15] Génesis 32:4

[16] Génesis 25:25

[17] Allí, versículo 30 (y es conocido entre nosotros el indicio de que "el rojo, el rojo" equivale a "Gvald Gvald", según las palabras del Admur Hazaken al final del Tanya).

[18] Baba Batra 16b; Bereshit Rabá 63:12. Y en varios otros lugares.

[19] Según Kidushin 18a.

[20] Y consulta en Jínuj Mitzvá 479 y en el Minjá Jínuj, allí en la letra Hei, y en el libro "Ikvot Minjá Jínuj" en Ki Teze, y más.

[21] En Harerei Kedem, Tomo I, Simán 165, se cita en nombre de R. M. de Brisk, y sobre los alemanes (y luego los nazis, que el nombre sea borrado) se acepta en nombre del Gra (citado en el Shút Shevet HaLevi, Tomo 5, Simán 149).

[22] Y consulta en detalle en el libro "La Revolución Cuarta", y en el capítulo 7.

[23] Génesis 25:23: Tania capítulo 9, פ״ט

[24] Tania, capítulo 1.

[25] Consulta Magen Avot, Toldot, "Vayareaj Et Reaj Bigdá", parte 2 – estudiado en la parashá Toldot de este año (ver también allí los comentarios para Shabat Teshuvá, "Shir HaMa'alot", y en Ohev Yisrael, Devarim, página 885).

[26] Lekuté Torá (de HaAri zal) al final de Shoftim. Ver Lekuté Torá, Masé, 89a.

[27] P'eh'ach Sha'ar Olam HaAsiá, parte 4. "LeBoneh Zajá" (Levítico 24:7) equivale a Z"P (promedio de cada letra), bueno, el opuesto del "Oí" de Edom (como en el interior).

[28] Jana Ariel, Lejá Lejá, "Cinco adquisiciones". Y consulta en la clase de 1 de Sivan de 5775.

[29] Sidur con Da'as Jabad, sección de Purim, 278b.

[30] En los conceptos del artículo a continuación, Esav y Edom (en este mundo) se oponen a la obra de los justos (Itahpajá) pero están dispuestos a aceptar la obra de los intermedios (Itkafia). Amalek, en cambio, es un "pueblo-maligno" (Tania, Parte 3, 3b, y en otros lugares), quiere separar completamente la cabeza y el corazón, y negar incluso el "señorío de la mente sobre el corazón" (Zohar, Vol. 3, 234a; Tania, capítulo 12) que es fundamental en la obra de los intermedios, y observa bien.

[31] La unidad y la anulación aquí están en el secreto de "Koaj-Ma" (Koaj en gematría es unidad, y Ma es anulación, como dice Moshe Rabenu "Y nosotros, ¿qué somos?"). El "Yud" (sabiduría, el Yud-Jojmá también remite a la unidad) que Jacob extiende hasta el "Akév". Unidad (la profundidad de la sabiduría) y anulación (la profundidad del conocimiento) suman confianza (la profundidad de la eternidad: el poder de enfrentarse a Esav y vencerlo, y en general, el poder de iniciativa y acción dentro del mundo, como se explica más adelante). En una suma particular: 10 veces 2, 8 veces 9, 6 veces 6, 4 veces 30 – da Abraham (como se dice, "Tú eres sacerdote para siempre").

[32] Génesis 2:10

[33] Zohar, Vol. I, 26a; Vol. III, Remaz 1.

[34] Génesis 13:9

[35] Keter Shem Tov (Kehot), Sección 28, y en otros lugares.

[36] Génesis 25:22

[37] Malaquías 1:2-3. "Y amé a Jacob y a Esav lo odié" forma el sello de "Un solo día" en la obra de la Creación – el día de la unidad (la unión de Jacob y Esav) – "Y llamó Dios a la luz día [Jacob] y a la oscuridad llamó noche [Esav], y fue la tarde y fue la mañana, un día [el objetivo, la unidad simple de las raíces de Jacob y Esav, como se dice más adelante]" (Bereshit 1:5). Añadiendo la expresión de la unidad, "Hermano Esav para Jacob", todo suma 2738, el cuadrado doble de la unidad (por ejemplo, "Y el espíritu de Dios se cernía sobre las aguas", que nuestros sabios explican como "Este es el espíritu del Rey Mesías" – la extensión de luces intensas del caos de "y la tierra estaba en caos", las luces de Esav y el Mesías del caos, hacia los utensilios de la rectificación de "y haya luz", de la cual Dios vio que era buena, "buena para ser guardada" en el utensilio, el utensilio de Jacob, el Mesías de la rectificación, cuando el Mesías verdadero, el Mesías hijo de David, es la unidad de ambos, siendo uno en realidad, y así sucesivamente).

[38] Or Torá (Emor), sección Kaf; Yosher Divrei Emet, capítulo 12; Noam Elimelej, Terumá, "Vea'asu Aron" (y harán el arca).

[39] En los términos tratados recientemente – la lección de víssperas del 20 de Tishrei (impresa en la revista Noaj) y más adelante – el 'Yesh' (carácter de Esav) es el aspecto del objeto de la esencia, y el 'Ain' (carácter de Jacob) es el aspecto del sujeto de la esencia. "Y el mayor servirá al menor" (Bereshit 25:23) hace referencia al nivel de la Torá oral sobre la Torá escrita (cuando "La verdad brota de la tierra" alcanza el nivel de la verdad en su forma más verdadera), como se explicó en las lecciones anteriores, y toma nota.

[40] Según Tikkun Zohar, Tikkun 57 (Zohar, Vol. 2, 61a). Y ver Sha'ar HaYichud, capítulo 15.

[41] Los dos tipos de gemelos más comunes en el mundo son los gemelos fraternos (que provienen de dos óvulos diferentes) y los gemelos idénticos (que provienen de la división de un solo óvulo). A primera vista, Jacob y Esav, que no se parecen en nada, ni exterior ni interiormente, serían gemelos fraternos. Pero según la explicación interna aquí, la verdadera unidad entre ellos, "Tomim" (completos, no "gemelos"), es aún más que la unidad de gemelos idénticos. Así que existen tres tipos de gemelos, correspondientes a los tres procesos de anulación, separación y rectificación: gemelos fraternos, de dos óvulos diferentes, cuando "el mayor servirá al menor" en la anulación; gemelos idénticos, de un óvulo que se divide, lo que significa separación (cuando ambos se separan de los demás seres humanos); "Tomim" entre los cuales hay una hermandad de unidad simple (una verdadera unidad fraternal, como se dice en el discurso), en el secreto de "Mejores son dos que uno" (Eclesiastés 4:9), en el aspecto de rectificación (cuando "su fin está en su principio", la anulación con rectificación), que se revelará en la etapa de rectificación del mundo entero, en los días del Mesías, la completa unión entre Jacob y Esav, como se explica más adelante.

[42] Bereshit 25:24

[43] A diferencia de lo explicado en Bereshit Rabá 63:8 (y citado por Rashi en ese versículo) sobre la distinción entre "gemelos" (que se menciona solo una vez en la Torá, con Peretz y Zéraj, los hijos de Tamar) y "Tomim" (que se menciona una sola vez en la Torá, en Jacob y Esav).

[44] Shemot 29:29 (y también en 26:24) – y observa allí que esta es la cualidad cuando se llega a "su raíz" (al principio), en contraste con el "Tomim" desde abajo. Toma nota.

[45] Siguiendo la nota M, existen gemelos siameses que están conectados por sus órganos (un fenómeno que ocurre cuando el óvulo se divide después de más de 12 días desde la fertilización), pero están conectados por un mismo órgano, y la ciencia no reconoce un fenómeno de conexión entre la mano y el talón (es decir, aquí hay una especie de "combinación" de gemelos siameses y gemelos fraternales, y tómalo en cuenta).

[46] Bereshit 25:27.

[47] Así como Jacob es "un hombre íntegro" por ser "morador de tiendas", Esav es "un hombre íntegro" que sale al campo a cazar (como es sabido, en Israel hay dos raíces de almas, los "moradores de tiendas" y los "hombres de negocios" – aunque hay que tener cuidado de que los negocios no se conviertan en explotación... – "semilla de hombre y semilla de bestia", ya que precisamente en su conexión se cumple "Dios salvará a hombre y bestia", cuando la raíz de la bestia está en el nombre Ság, el nivel de la obra de "con todo tu poder", sobre el cual nuestros sabios dijeron "con todo tu dinero", y toma nota).

[48] En sus palabras después de las vueltas de Simjat Torá en 1899 (citadas en el calendario "Hoy es el día", 15 de Elul).

[49] Tania, Igueret HaKodesh, capítulo 20

[50] Sha'ar HaIjud. Y consulta sobre la cuestión de la oración y la meditación, p. 41 y siguientes

[51] Consulta el libro "Beit Rebbe", capítulo 26, en su contexto.

[52] Isaías 47:8; lo mismo, versículo 10; Sofonías 2:15.

[53] Explicaciones del Zohar del Rebe Mittel (el Rebe Intermedio), Parashat Beshalaj, D'var "Od Yil" (Zohar 43b); Seder HaTorá 1901, p. 173 y siguientes; continuación de Tarbut 5722, vol. 2, p. 89-100.

[54] Y de aquí también se deriva el orden de estudio y trabajo de la persona en general – primero debe profundizar en las enseñanzas del Rebe Intermedio, con una gran expansión de la mente, y a partir de ahí (cuando la grandeza de la mente no es suficiente para los dichos del Rebe Intermedio) pasar a los comentarios de su compañero, el Rebe Aharon, en el trabajo del Leví (en el concepto de 'grandeza antes que pequeñez', "examina tu humildad" a lo largo del día, desde la grandeza de la oración hasta la pequeñez del trabajo diario, y toma nota).

[55] Bereshit 32:6.

[56] Avoda Zara 3b; Yevamot 79a. Y en otros lugares

[57] A menudo se explica que el trabajo del "bénoni" (intermedio) es el trabajo del "ahora", dejando de lado las caídas del pasado y las dificultades del futuro (y en este momento se puede decir de él "nunca ha cometido pecado, y nunca cometerá"), el punto del "presente" como algo positivo. Pero aquí el énfasis está en el presente que está desconectado del pasado y del futuro buenos (que para el "benoni" del Tanya son los méritos de los padres y la confianza en la venida del Mashíaj), un presente que es un momento limitado y efímero – "el pasado no existe, el futuro aún no ha llegado, y el presente es como un abrir y cerrar de ojos" (Morar Musar, p. 5; Pele Yoetz, artículo 'preocupación'), un detalle desconectado del todo de "fue, es y será como uno solo" – y aún así, Jacob continuó el blanco superior.

En los términos que hemos estado manejando recientemente, en el año marcado como el año de la supervisión privada, esto es una revelación de que la supervisión privada emana directamente de la esencia misma (y no es un fenómeno de las fuerzas creadas, como podría pensarse – consulta también la clase de Rosh Hashaná de este año). Mientras que la supervisión general, sobre todo Israel, es más espiritual (proviene de lo "no-ser"), la supervisión privada es material (revela en la total restricción del ser, el ser verdadero), y toma nota.

[58] Maor Einaim, Parashat Ha'azinu, D'var "Mishajarav"; Tiferet Shlomo, Sha'ar HaTefilá, D'var "Zajor Rajameja"; Ismaj Israel BaMidbar, p. 21 y en p. 24.

[59] Tamid 32a.

[60] Tania, capitulo 43

[61] Proverbios 31:30.

[62] Sin los "cuatrocientos hombres con él", puede interpretarse "hacia ti" también de manera positiva. Y de hecho, al final, todos los cuatrocientos hombres se dispersaron y Esav quedó solo (de manera similar a "y quedó Jacob solo" antes, cuando luchó con el ángel de Esav – cuando ambos se quedan solos, existe una buena posibilidad de que alcancen el secreto de "Yahid" que está por encima de "Echad", es decir, el ocultamiento de la esencia misma de Hashem, donde ambos son iguales y alcanzan una unidad simple de "la verdad única", como se explicó anteriormente, y como se sabe que "solo" en la Cabalá significa "Iajid", y toma nota). Los sabios dicen (Bereshit Rabá 78:15) – como lo menciona Rashi – que recibieron su recompensa como los cuatrocientos hombres que escaparon de David montados en camellos (1 Samuel 30:17). Es decir, en esos cuatrocientos hombres en sí – que vinieron a luchar contra el "ithafja" – ¡se produjo una inversión! (Y huyeron de David porque se había relacionado con ellos su raíz en el bien, la raíz que los hizo separarse de Esav mientras se identificaban con Jacob).

[63] Tanya, Capítulo 27.

[64] Clase de Shabat, Jaie Sará (publicada en el boletín Toldot) este año.

[65] Deuteronomio 6:5.

[66] Berajot 89a.

[67] Tehilim 122:22.

[68] Talmud de Jerusalén, Berajot 9:5

[69] La finalidad es la realeza (como se ve en el cuarto de los conceptos: materia-forma-acción-finalidad, etc.) – el mundo del habla, la revelación de la divinidad misma, el secreto de 'mal' (lenguaje de habla), 'mal' de la dulcificación, que incluye la dulcificación de los juicios de '¿Quién narrará las grandezas de Hashem?'; con la interpretación de Jash-mal-mal (el hablar-el engendrar) después del 'mal' de la palabra, que es un medio para engendrar con santidad), y reflexión

[70] Discurso: 'He venido a mi jardín' 1950, en el segundo volumen de Sefarim Beit

[71] Tanya, capítulo 3

[72] Tania, capítulo 3, 43 y 45.Vease Sod Hashem Lireav volumen 3, Reunión de Purim 2009 (Tishrei 5769). Purim para nosotros, artículo 'La especialidad en Amalek', capítulo 4

[73] Salmos 73:25

[74] Salmos 34:15

[75] Se cita en el libro Be'urim del rabino Nisan Nemanov sobre Tanya (1996), página Alef Y allí se señala para la charla de Shabbat Parshat Miketz 1962 Escritos del rabino H.A. Biyakhovsky, página 228." De las correcciones, etc., para Sefer She'erit Yisrael (1995), al final de la página 4."

[76] Tania capítulo 50

[77] Sefer Ietzirá, capítulo 1, Mishná 8:

[78] Tania, capítulo 50 (según la introducción de Tikunei Zohar 7, 1)

[79] Nefesh Beriá, vol. 2, capítulo 1 (pág. 64 y siguientes); Lecciones sobre el secreto de Hashem para sus temerosos, vol. 1, introducción, capítulo 5 (pág. 133)

[80] Tanya, capítulo 12; Kuntres HaAvodá, capítulo 3

[81] Shaar HaIjud, capítulo 6.

[82] Véase el libro 'Sefer HaToldot', del Rebe medio, capítulo 10.

[83] Discurso de Shabat Parshat Vayeitzei, 9 de Kislev, 5752.

[84] Y véase en Tania, capítulo 13, que el amor al tzadik es 'verdad' porque es constante, y en relación a esto, el amor del intermedio (beinoni) que cambia 'no se llama verdad en absoluto' (sino que se considera 'palabra de verdad' según su valor, porque siempre pueden regresar y despertarlo).

[85] Lección de Shabat Parshat Jaie Sarah (impresa en la revista Toldot) este año."

[86] Torat Shalom, discurso de Motzei Shabbat Kodesh, 21 de Kislev, 5733

[87] Y como se mencionó antes, el ver la verdadera existencia que aparece en la existencia creada no es contemplación – y lo que no requiere un esfuerzo de contemplación puede ser eterno (por lo que los tzadikim de Polonia se opusieron al método de Jabad, el trabajo del intermedio basado en la contemplación, y querían saltar directamente del mal al bien, a través de un proceso de transformación, saltando al intermedio – que en realidad no es tan común en la realidad... – pero entonces pierden el valor de la comunidad, acrónimo de Tzadik, Beynoni y Resha, que 'no muere', y queda una gran dificultad... y así sucesivamente).

[88] 19 de Kislev, 5699. Impreso en Nehari Esh, artículo 2 ('Shuva Yisrael')

[89] Buen dinero' se hace cuando se trabaja con fe y confianza, y ten en cuenta

[90] Y se puede decir que lo que se revela de ella hoy es la luz del 'עצמות' (la esencia), de manera de 'עצם' (esencia) y expansión, y no lo que se revelará en el futuro de manera de ocultamiento y revelación ('para hallar gracia ante tus ojos', como se explicó más arriba), y así sucesivamente.

[91] Meguilá 6, B.

[92] Este proceso de 'Ratzó veShuv' (correr y volver) es de acuerdo a lo que se dice sobre Rabbi Akiva – que es hijo de conversos, una chispa de la boca de Esav – que 'entró en paz y salió en paz' (Shir HaShirim Rabá 1, 27), paz en gematria es Esav (y cuando se entra en paz, con una decisión interna de regresar a la realidad de este mundo, la cual es la cualidad de Esav, donde justamente está la paz, también se logra salir en paz, como es sabido)


[93] Y como es sabido, el indicio en el nombre del Rebe (que implica que en nuestra generación debemos pasar de la labor del intermedio a la labor de los tzadikim) – Menajem-Mendel – suma 'Beynoni-Tzadik', y ten en cuenta


[94] Discurso de la Parshá Vayeitzei, 9 de Kislev, 5752

HISTORIAS JASIDICAS

Rebe Avraham Dov de Avritch: 

 QUÉDATE A MI LADO

 

Rabi Avraham Dov de Avritch, autor del libro Bat Ayin, nació en 5520 (1760) siendo su padre, Rabi David, un maguid en Khmilnyk. Se casó con la hija de Rabi Nasan Neta de Avritch, un discípulo del Baal Shem Tov, y fue alumno de Rabi Menajem Najum de Chernobil, de Rabi Mordejai de Chernobil y de Rabi Levi Itzjak de Berditchev. Sirvió como rabino en Zhitomir y Avritch, y en 5591 (1831) hizo aliá a la Tierra de Israel, cuyo amor por ella se refleja fuertemente en su libro. Sin embargo, no permitió que su amor por la Tierra influyera en sus perspectivas: cuando Sir Moses Montefiore se acercó a él con una solicitud "para alentar la construcción de la Tierra de acuerdo con el espíritu de los tiempos", respondió con dureza: "¡El espíritu de los tiempos es herejía!" Al llegar a la Tierra, Rabi Avraham Dov se estableció en Tzfat, donde fue aceptado como rabino de la comunidad jasídica. Permaneció en Tzfat por el resto de su vida, incluso frente a enormes dificultades como los disturbios de Fellaheen en 5594 (1834), el terremoto de 5597 (1837) y los disturbios drusos de 5598 (1838). El 12 de Kislev de 5601 (1840), Rabi Avraham Dov falleció y fue enterrado en su ciudad, Tzfat.

 

 

Rabi Avraham Dov, cuya reputación de genio y hombre santo le precedió, fue el primer Rebe que se estableció en Tzfat después de que los Rebes Menajem Mendel de Vitebsk y Avraham de Kalisk fundaran el asentamiento jasídico en la Tierra de Israel y vivieran en Tzfat durante un tiempo, unos sesenta años antes que él.

Fue recibido con honor real y temor reverencial de santidad por la comunidad jasídica de Tzfat, que quedó encantada con su gran y distinguida personalidad. Lo coronaron como Rabi y líder de la comunidad, dirigente del kolel jasídico de Polonia, y se unieron a él con amor y admiración.

Rabi Shmuel Heller, el rabino de Tzfat, encontró en él un maestro y guía y se conectó con él en corazón y alma. Rabi Avraham Dov también se relacionaba con su alumno, Rabi Shmuel, con un amor especial y lo llamaba, aunque no estuviera en su presencia, "mi Rabi Shmuel". Lo influenció para que dejara el ayuno que se había impuesto. Siempre que Rabi Shmuel iniciaba un nuevo ayuno, Rabi Avraham Dov lo percibía y le invitaba a su casa, honrándolo con una taza de café.

En cierta ocasión, Rabi Shmuel se sumergió en la mikve para marcar el comienzo de un ayuno de tres días consecutivos. Rabi Avraham Dov lo encontró cuando regresaba a su casa después de su inmersión y le dijo: "Shmuel, deja de mortificarte con ayunos, ¡porque los ayunos y las mortificaciones despiertan juicios severos!" Las palabras de su rabino eran sagradas para él y las siguió sin dudarlo.

El hermano menor de Rabí Shmuel, Moshe Iehuda Leib, el matarife ritual de Tiberíades, también se apegó con toda su alma al Rebe de Avritch. Lo visitaba a menudo en Tzfat. Por amor a la mitzvá, no viajaba en animal, sino que recorría a pie todo el largo camino desde Tiberíades, subiendo la montaña hasta Tzfat.

Cada víspera de Iom Kipur, después del intenso trabajo de sacrificar los pollos para kaparot la noche anterior, Moshe Iehuda Leib mantenía su costumbre y caminaba desde Tiberíades hasta Tzfat para pasar el día sagrado de Iom Kipur con su rebe. Un año, se extravió y llegó a Tzfat al final de la tarde. Cuando entró en la casa de Rabí Avraham Dov, el Rebe ya estaba terminando la última comida antes del ayuno. “¡Moshe Leib!”, le dijo. “¡Toma algunas sobras!” Y le dio unas cucharadas de sopa para que tomase. Reb Moshe Leib contó más tarde que a pesar de su severo agotamiento por haber deambulado todo ese día sin comer, su sensación física y espiritual en ese Iom Kipur fue más elevada que nunca.

Reb Moshe Leib falleció en Tzfat en el año 5630 (1870), el 13 de Tevet, que ese año cayó en vísperas de Shabat. Poco después de su muerte, se acercó a su hermano en un sueño y le dijo: "Cuando ascendí al mundo superior inmediatamente después de mi muerte, Shabat se acercaba, y debido a su santidad, no me convocaron a la corte celestial durante todo ese período de 24 horas. Al final de Shabat, un mensajero de la corte celestial vino a mí y me invitó a presentarme ante ellos para dar cuenta de mis acciones en este mundo. Le dije al mensajero: 'Nunca hice nada sin consultar primero a mi Rebe, Rabí Avraham Dov de Avritch, y por lo tanto te pido que me traigas ante él - para buscar su consejo'. El mensajero accedió a mi pedido y me llevó ante él. Entré en presencia del Rebe mientras el mensajero se quedó afuera esperándome y le conté sobre mi citación a la corte celestial como se mencionó anteriormente, y él me dijo: “¡Quédate aquí conmigo!”. Y desde entonces, he estado en su presencia…”

***

Durante el terremoto en Tzfat, Rabi Avraham Dov se encontraba en su sala de estudio, rezando la oración de la tarde. Cuando llegó a la parte de Tajanún de la oración, comenzaron los temblores del terremoto. Inmediatamente se postró en el piso de la sala de estudio, rezando y suplicando a Dios, y llamó a los fieles a reunirse a su alrededor. Los temblores se intensificaron, la cúpula principal de la sala de estudio y sus paredes se derrumbaron, pero la pequeña área donde el Rebe y los fieles se habían reunido permaneció indemne y milagrosamente intacta.

El pánico se apoderó de los sobrevivientes, pero Rabi Avraham Dov no permitió que el caos y la impotencia los vencieran. Declaró: "Este no es momento de llantos ni de lamentos. Debemos brindar ayuda rápidamente a los necesitados y salvar lo que podamos". Inmediatamente, se organizaron equipos de rescate para retirar los escombros de encima de las personas sepultadas bajo ellas. Se apresuraron a enviar mensajeros a las ciudades cercanas para informarles del terrible desastre y solicitar su ayuda. Juntos se afanaron por salvar vidas y enterrar a los muertos. Trabajaron día y noche, pero la tarea superó sus capacidades y se prolongó durante muchos meses.

Algunos de los jasidim afirmaban que Tzfat no tenía futuro y exigían seguir el camino de los judíos no jasídicos y abandonar la ciudad. Este fue el tercer terremoto que destruyó Tzfat en ese siglo. En 1837, la ciudad fue destruida dos veces por terremotos. Pero el Rebe ejerció todo el peso de su influencia y autoridad para frustrar este consejo apresurado. Les aseguró que este golpe no los visitaría nuevamente en el futuro, basando esta promesa en la declaración talmúdica: "Los estudiantes de Rabí Iosi ben Kisma le preguntaron: ¿Cuándo vendrá el hijo de David (Mashíaj)? Él les dijo: Cuando esta puerta caiga y sea reconstruida, y caiga y sea reconstruida, y caiga una tercera vez". Al explicar estas maravillosas palabras, explicó que la palabra “puerta”, shaar (שָׁעַר) tiene el mismo valor numérico que “Tzfat” (צְפַת), y las letras de la palabra “puerta”, cuando se leen en orden inverso, forman la palabra “terremoto”, raash (רָעַשׁ). En otras palabras, “la puerta”, Tzfat, caerá debido al terremoto solo tres veces, y no más, hasta la llegada del Mashíaj.

Esta solemne promesa obró milagros: insufló nueva vida a los huesos secos, disipó mágicamente la desesperación que los había envuelto y los animó a comenzar la obra de reconstrucción con fe y confianza en su futuro. De hecho, cuando el viajero Robinson visitó Tzfat al año siguiente del terremoto, la reconstrucción ya estaba en pleno apogeo, y escribe: "En el barrio judío se han reconstruido muchas casas y han empezado a reaparecer signos de vida mucho más de lo que se podía esperar dado el terrible desastre".

 

El tema recurrente en las historias sobre el “Bat Ain” es el amor y la veneración con que le consideraban los miembros de la comunidad de Tzfat. Es particularmente sorprendente el hecho de que estos sentimientos nacieron del autosacrificio excepcional del tzadik - falleció sin hijos, pero invirtió su dedicación y amor en sus jasidim y en las enseñanzas de Torá que escribió. Así como en la primera historia, salvó a su jasid de la corte celestial, también en la segunda historia, salvó a sus estudiantes del terremoto y del pánico que le siguió.

Rabi Avraham Dov siguió sacrificando su vida incluso después del terremoto: se enfrentó a los pogromos contra los judíos (en 1838, por ejemplo, el tzadik fue capturado por asaltantes drusos y escapó milagrosamente), y también sufrió plagas y pobreza. En todos estos casos, apoyó a los miembros de la comunidad material y espiritualmente, envió pedidos de ayuda y alentó a los sobrevivientes. Incluso su propia muerte está acompañada de una historia similar: en el año 5601 (1841), estalló una plaga en Tzfat y se cobró muchas víctimas, Rabi Avraham Dov prometió que él sería la última víctima de la plaga. Y, en efecto, el 12 de Kislev de 5601 (1841), el tzadik partió de este mundo debido a su enfermedad, y la plaga terminó.



ESTUDIO DE JUDAÍSMO PARA TODOS

EL ALMA DESCIENDE AL CUERPO

PARASHÁ VAIESHEV – “Y SE ASENTÓ"

 

 


https://youtu.be/pSTXc4NbO8w

 

 

NIGÚN EL ALMA DESCIENDE AL CUERPO

   • מרדכי ברוצקי - ניגון ירידת הנשמה לגוף... 



https://youtu.be/f01_MTnNONA

 EL ALMA DESCIENDE AL CUERPO

 

Comentario
HaNeshamá yoredet letój haGuf vetzoeket vai vai – La bajada del alma al cuerpo le causa sufrimiento y angustia; clama y desea regresar a su fuente original, lo divino.


Yeridá zo tzórej aliyá – Esta bajada del alma conduce a su elevación. El alma desciende al cuerpo porque es precisamente en él, en el mundo de las acciones terrenales, donde la vida espiritual tiene significado, al aspirar a conectarse con lo espiritual y fundirse con ello.

El alma desciende al cuerpo,
y grita: "¡Ay, ay!"
Este descenso es necesario para una elevación,
hasta que todo esto vale la pena.

 

HaNeshamá yoredet letój haGuf
Vai tzoeket vai vai
ieridá zo tzórej aliá,
Ad shekol ze hu kedái

הנשמה יורדת לתוך הגוף

הַנְּשָׁמָה יוֹרֶדֶת לְתוֹךְ הַגּוּף
וַי צוֹעֶקֶת וַי וַי
יְרִידָה זוֹ צוֹרֶךְ עֲלִיָּה
עַד שֶׁכָּל זֶה הוּא כְּדַאי

 

Cuando alguien se despierta por la mañana y le cuesta levantarse, siente que su alma es obligada a bajar al mundo y no ve ninguna razón para ello, no encuentra un propósito para levantarse. Hay que convencer al alma de que este descenso es necesario para su ascenso, que tiene un significado levantarse y hacer algo. “A la fuerza vives” – no se puede dormir para siempre… El despertar por la mañana es un desafío y debemos superar ese desafío – "Que se fortalezca como un león para levantarse por la mañana y servir a su Creador" (hay una conexión entre la palabra "etgar" – desafío – y "hitgabrut" – superación). Ese es el momento adecuado para cantar esta melodía. Ven a cantarla juntos.

 

Capítulo 1: Tras una introducción con una melodía adecuada para cuando es difícil levantarse por la mañana, el rabino se refirió a la lucha diaria con Laván (en la plegaria) y con Esav (en la acción). Explicó el proceso de deterioro de Esav hacia Edom y luego hacia Amalek.

Capítulo 2: Aquí se habla de Yaakov y Esav como "Ayin" (la nada) y "Yesh" (la existencia). Se profundiza en su raíz en la esencia divina, donde el Ayin (nada) y el Yesh (existencia) son iguales. Además, se explicó el concepto de "Ratzó Veshov" (ascenso y descenso espiritual): anulación hacia el Ayin y la revelación del Yesh verdadero dentro de la existencia creada.

Capítulo 3: Un estudio continuo del núcleo principal del discurso, que aborda las dos formas de refinar a Esav: 1. Itkafia (someter las inclinaciones negativas), un método "apropiado" para el carácter combativo de Esav, que él está dispuesto a aceptar. 2. Ithapja (transformar las inclinaciones negativas en positivas), que representa una amenaza a su propia existencia y a la cual él siempre se resistió (hasta nuestra generación actual, donde incluso Esav está preparado para la redención). La clase, de carácter fundamental, se enfocó en cómo estudiar un discurso jasídico de manera completa. Estuvo llena de fundamentos de Jojmá (intelecto) y Avodá (trabajo espiritual), además de incluir comentarios relevantes y actuales. A. Laván y Esav cada día La melodía del descenso del alma al despertar [El rabino comenzó con una melodía y luego preguntó a los estudiantes:]

"¿Quién sabe de quién es la melodía que acabamos de cantar?" [Rabí Shlomó de Tsashnik]. "Correcto.

¿Cuántas melodías de él conocemos?" [Cinco]. "Él tenía muchas melodías, pero hoy conocemos cinco.

¿Cómo se llama esta melodía?" [El descenso del alma al cuerpo]. "Correcto.

 Cantamos la melodía tal como la escuchamos con precisión de Rabí Eliyahu Rabkin, un descendiente directo de Rabí Shlomó de Tsashnik. La melodía está compuesta por tres partes.

¿Cuál es su contenido?" [En la primera parte, le anuncian al alma que debe descender al cuerpo: “El tribunal celestial informa al alma que debe bajar a este mundo.” En la segunda parte, el alma lamenta esta decisión, suplica y protesta: “La protesta y el sufrimiento del alma.” Y la tercera parte…] "¿No recuerdas desde que enviaron tu alma hacia abajo? ¡La tercera parte es 'La firma del decreto: ¡a la fuerza vives, porque este descenso es necesario para tu ascenso’!".

 




HISTORIAS DE TZADIKIM

19 DE KISLEV

EL ALTER REBE | ENSEÑAR A TODOS


22 de Tevet 5784

Rabí Shneur Zalman Barujovitch de Liadi, autor del Tania y del Shulján Aruj HaRav, nació el 18 de Elul del año 5505 (1745) como hijo de Rabí Baruj y Rivka. Desde su infancia fue conocido como un prodigio. En el año 5524 (1764), se convirtió en discípulo destacado del Maguid de Mezeritch, y tras el fallecimiento del Maguid, fue discípulo y compañero de Rabí Menajem Mendel de Vitebsk. Con la emigración de Rabí Menajem Mendel a la Tierra de Israel, y siguiendo sus instrucciones, el Alter Rebe asumió el liderazgo de los jasidim en Rusia y Bielorrusia.

Escribió el Tania, un texto fundamental en el pensamiento jasídico y especialmente en el jasidismo Jabad, conocido como la "Torá escrita del jasidismo". Debido a las acusaciones de sus opositores, fue encarcelado dos veces. El día de su primera liberación, el 19 de Kislev de 5559 (1798), fue establecido como un día festivo y el "Año Nuevo del Jasidismo".

El 24 de Tevet de 5573 (1812), mientras estaba de viaje, el Alter Rebe falleció y fue sepultado en Haditch.

Una vez, el santo Maguid dijo a sus discípulos: "En los cielos hay reclamos de que no se dedican lo suficiente al estudio de la parte revelada de la Torá". Al escuchar estas palabras, cada uno de los discípulos asumió sobre sí mismo incrementar su dedicación al estudio de la Torá revelada: El santo autor del libro "Haflaá", de bendita memoria, decidió escribir innovaciones sobre las cuestiones del Talmud y redactó el libro "Makné" sobre Kidushin; el santo autor del Tania, de bendita memoria, quien era uno de los discípulos más jóvenes, asumió escribir un tratado sobre las cuatro secciones del Shulján Aruj [aunque principalmente se publicó sobre "Oraj Jaim", ya que la mayoría de sus escritos sobre "Ioré Dea", "Joshen Mishpat" y "Even Haézer" se quemaron]; y el santo Rabino Abraham Kalisker, de bendita memoria, quien tenía una mente prodigiosa y, en su juventud, fue compañero del Gaón de Vilna, asumió responder a cualquier persona que enfrentara una dificultad en cualquier tema, sea cual fuere.

El autor del Tania se acercó al Rabino Abraham y le planteó una pregunta profunda y muy difícil que había escuchado de un gran sabio. El Rabino Abraham respondió de inmediato a la pregunta con buen razonamiento y comprensión. Sin embargo, cuando terminó de responder, comenzó a sentirse enfermo y débil, hasta el punto de no poder mantenerse en pie, y tuvieron que acostarlo en la cama.

El santo Maguid fue a visitarlo y le preguntó: "¿Sabes por qué caíste enfermo?" El Rabino Abraham respondió: "Porque cuando respondí al autor del Tania sobre su profunda pregunta con buen razonamiento y comprensión, pasó por mi mente un pensamiento de orgullo, extremadamente sutil. Por ese pensamiento fui castigado desde los cielos".

Gracias a que admitió ante el Rabino Ber que era consciente de su falta y la reconoció, recuperó su fuerza y se levantó de la cama.

Tras la caída del comunismo, se descubrió en Rusia un tesoro invaluable: el archivo original de la investigación realizada al Alter Rebe (el primer Rebe de Jabad), durante su primer encarcelamiento. En este archivo se documentan veintitrés preguntas, junto con sus respuestas escritas en hebreo de puño y letra por el Rebe.

Detalles sobre el arresto del Alter Rebe y su conexión con el Arizal

Muchos detalles de la historia salieron a la luz entonces por primera vez: la implicación personal del zar en el caso, las instrucciones que dio al equipo de investigadores e incluso el nombre del informante, Hirsh ben David. Uno de los aspectos más interesantes fue el contenido de la denuncia: contrario a la suposición que prevalecía antes de la revelación del archivo, la denuncia no se centraba únicamente en los vínculos del Rebe con el Imperio Otomano. Si bien se le pidió al Rebe explicar por qué enviaba dinero de caridad a la Tierra de Israel, la acusación más significativa del informante estaba relacionada con Francia. Según el informante, el Alter Rebe, y el movimiento jasídico en general, apoyaban la Revolución Francesa.

La revolución sacudió todos los regímenes de Europa, y el zar enfocó sus órdenes únicamente en este tema. Instruyó que se le notificara de inmediato si la sospecha se confirmaba. De ser así, se habría sentenciado, Dios no lo permita, al Rebe a la pena de muerte. Aunque el Rebe Shneur Zalman rechazaba la "cáscara" de herejía asociada con Francia y falleció catorce años después mientras huía de Napoleón, el hecho de que esta fuera la acusación del informante sugiere que algo de verdad había detrás de esto. (Recordemos la afirmación del Rebe de Lubavitch, que el principal tikún (rectificación) es el de Francia, cuyo nombre en hebreo comparte las letras de "paratzta", que significa "has irrumpido").

Entre las preguntas abordadas en el caso, hubo una que se centró en los jasidim que viajaban hacia el Rebe: unas dieciocho mil personas en ese tiempo. Le preguntaron: "¿Por qué tanta gente viene a verte? ¿No indica esto preparativos para una rebelión o para proclamarte como su rey?" El Alter Rebe respondió: "De todos los que vienen a mí, no obtengo ningún placer personal. Todo el dinero que aportan es destinado a la caridad, y el propósito de su llegada no está relacionado conmigo personalmente" (por supuesto, estos eran los conceptos de los investigadores, cuya visión de "placer" estaba limitada al dinero o al honor). Continuó explicando: "Los recibo porque, en nuestra fe, existe la obligación de enseñar al que no sabe".

En esta historia se ilustra esta obligación, ejemplificada en el camino que los discípulos eligieron para eliminar las acusaciones en su contra: escribir tratados y responder preguntas. Ellos ya tenían suficiente aprendizaje para sí mismos, pero ese no era el defecto señalado por el Maguid. El "estudio revelado" que el cielo les pedía no significaba solo aprender por ellos mismos, sino revelar el conocimiento y no dejarlo solo en manos de los sabios.

Para concluir esta sección, compartiremos una hermosa historia sobre otra misión que el Alter Rebe asumió: la clarificación del texto de la plegaria.

El encuentro del Alter Rebe con el Arizal

El Admur HaEmtzai (el Rebe Intermedio) le preguntó una vez a su padre: "¿Cuál es la razón de la especial consideración que tiene hacia el Arizal, hasta el punto de haber compuesto su sidur (libro de oraciones) específicamente 'según el nusaj (versión) del Arizal'? [El nusaj que fue revisado y clarificado meticulosamente a partir de numerosos sidurim, y aunque generalmente el Rebe falló según el Arizal, surgió la pregunta: ¿Cuál es el significado de esta énfasis?]". El Alter Rebe (el Rebe de Ladi) respondió: "Porque merecí ver al Arizal estando despierto". El Admur HaEmtzai preguntó: "¿Cómo, en qué momento y lugar?". Pero el Alter Rebe no respondió.

El Admur HaEmtzai deseaba mucho saber más sobre esto, y el asunto no lo dejaba en paz. En diferentes ocasiones le pidió a su padre que le contara dónde y cuándo había visto al Arizal, pero cada vez el Alter Rebe evitaba responder. Un día, algunos años después, el Alter Rebe le pidió a su hijo que organizara algo para él. Entonces, el Admur HaEmtzai le dijo que, si respondía a su pregunta sobre este asunto, cumpliría con lo que le pedía. El Alter Rebe accedió y, tras resolverse el asunto, relató lo siguiente:

Una vez, todos los discípulos estaban sentados alrededor de la mesa del Maguid. En medio de la reunión, el Maguid pidió que comenzaran a cantar melodías (nigunim) para que después él pudiera decir palabras de Torá. El Alter Rebe, quien era conocido por ser uno de los más jóvenes entre los discípulos, estaba sentado al final de la mesa. El Maguid se encontraba en la cabecera de la mesa, y su silla era amplia, de manera que dos personas podían sentarse a sus lados, pero, por supuesto, ninguno de los discípulos se atrevía a sentarse en su silla.

Después de que cantaron algunas melodías, se hizo un silencio, y todos esperaron a que el Maguid comenzara a hablar. De repente, la puerta se abrió, y entró un hombre joven con un semblante imponente, cuyo rostro irradiaba una luz extraordinaria. Sin dudarlo, caminó hacia la cabecera de la mesa, se sentó junto al Maguid en su silla, y entonces el Maguid comenzó a enseñar Torá. Durante toda la enseñanza, el visitante miraba atentamente el rostro del Maguid, escuchando con gran concentración. Cuando el Maguid terminó de hablar, el hombre se levantó con un rostro lleno de alegría, mostrando aprobación por las palabras de Torá, y luego salió de la habitación.

Después de esto, los discípulos volvieron a cantar melodías hasta que también el Maguid se retiró. Cuando los discípulos comenzaron a levantarse de la mesa, el Alter Rebe se acercó a cada uno de ellos para preguntarles si sabían quién era ese hombre. Sin embargo, cada uno respondió que no había visto a nadie entrar o salir, ni había notado nada especial.

Al ver esto, el Alter Rebe decidió preguntar directamente al Maguid. Este le respondió: "Puesto que solo tú lo viste, te contaré: fue el propio Arizal, en persona".

[Memorias para bendición, sección del Maguid]

 

 


19 DE KISLEV – LA FIESTA DE LAS FIESTAS

LA CORONA DEL MASHÍAJ

HITVAADUT CENTRAL

Con el Rav Itzjak Ginzburg Shlit"a

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Sábado por la noche, después de Shabat, parashá "Vaieshev"

A las 20:30 hs.

En el Salón Principal de Beit Rivká, en Kfar Jabad"

Con mucha música y canto

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Dirección musical:

Rev Ajiá Rab Asher Kohen Alloro, con la participación especial del Rev Shlomó Katz.

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Cena de despedida de Shabat (Melavá Malka)

Sección de Mujeres - Venta de libros del Rav.

 

Los días viernes y sábado, 19 y 20 de Kislev,

se celebra el Jag HaGeulá (Festividad de la Redención) o el Rosh Hashaná de la Jasidut

en conmemoración de la liberación del fundador de Jabad, Rabí Shneur Zalman de Liadí, de la prisión rusa.

En este día también se conmemora el Hilulá (aniversario de fallecimiento) del Maguid de Mezeritch, quien fue alumno y sucesor del Baal Shem Tov.

El Alter Rebe (Rabí Shneur Zalman) dijo sobre quienes se alegran con su liberación (el 19 de Kislev):

“A quien se alegre con mi alegría, lo sacaré de la estrechez a la amplitud, tanto en lo material como en lo espiritual, y cuidaré de él en este mundo y en el mundo venidero”.

Les deseamos a todos:

"Que seamos inscritos y sellados para un buen año en el estudio de la Jasidut y en los caminos de la Jasidut".

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¿Por qué necesitamos a Esav?

Episodio 18

Yaakov cree en dos caminos en el servicio a Dios: el camino de "iskafia" (superar los impulsos negativos) que conduce al camino de "ithapja" (transformar el mal en bien absoluto). Esav el malvado está dispuesto a aceptar la idea de "iskafia", pero se opone rotundamente a "ithapja", y por eso lucha contra Yaakov. Sin embargo, resulta que Esav, a su manera, protege algo muy importante: la existencia del "yo" creado, la realidad individual del mundo.

Al profundizar en las diferentes perspectivas de Yaakov y Esav comprenderemos cómo son relevantes para nuestra vida cotidiana y si ha llegado el momento de unir ambos caminos.

 

*Recibimos de nuestro maestro, el Baal Shem Tov:*

Cuando se escucha algo negativo sobre un judío,

incluso si no lo conocemos,

es necesario sentir un profundo pesar,

porque uno de los dos está en un estado no bueno.

Si lo que cuentan sobre tal persona es cierto,

entonces, él no está en un buen estado.

Y si no es cierto,

entonces quien lo relata es quien está en un estado no bueno.

(Hayom Yom, 12 de Kislev)

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