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domingo, 22 de noviembre de 2020

07 Vaietze 5781 - Y Salio Iaakov

07 - Parashá Vaietzé 5780 וַיֵּצֵ֥א

Y Salió Iaacov

Bendición del rabino Itzjak Ginsburgh en el día de su cumpleaños 76

(28 de Jeshvan) para los amigos de Gal Einai en todo el Mundo

Que Hashem bendito Sea bendiga a todos nuestros buenos amigos, los judíos buenos del mundo, a los piadosos de las naciones del mundo, a todos los de habla hispana que hay en el mundo. Que desde este momento se fortalezcan y continúen triunfando en todo lo que hagan, material y espiritualmente. Que haya bendición abundante en todo lo que necesiten.

LOS 32 MANANTIALES

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*“Y ese día será Hashem uno y Su Nombre uno”.* 

Dice el Admur Hazakén: “¿Y acaso hoy Su Nombre no es uno?  El Talmud explica, hoy no me llaman por Mi Nombre.” El Nombre es Iud Kei Vav Kei y se Escribe Adon-i, no se dice tal como está escrito, por eso hay dos nombres y no uno solo. Pero en el futuro por Venir tal como está escrito así se lo llamará, porque habrá una revelación completa de la Esencia. Hoy estamos en el exilio, y es todo como un sueño, solo hay una revelación del Nombre y la Esencia se inviste y se esconde en esa vestimenta.

Esto es porque el nombre es un concepto de exilio, un estado embrionario, como un sueño y la mente desaparece en lo alto. JaBa”D se retira y JaGa”D se incerta en NeH”I. El pensamiento desaparece como en el sueño, y las emociones se esconden en las conductas. Como el embrión en el útero, los órganos superiores se envuelven dentro de los inferiores, y todavía el pensamiento y la conciencia es casi imperceptible. La mentalidad de exilio es una mentalidad embrionaria inmadura en donde sólo se ve lo superficial y no se puede percibir la esencia.  

“Y cuando volvamos a Tzión será como su hubiéramos soñado”.

(De la clase de hoy 6 de Kislev del Rav Ginsburgh sobre el mes de los sueños y su raíz: Concretar el Sueño de la Fe.)

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LOS PERSEGUIDORES


https://www.youtube.com/watch?v=puNLH-UxQkA

Al final de la parashá “Y salió”, (Génesis 31:23) está escrito: “Y lo persiguió en el camino durante 7 días”. Labán persiguió a Iaacov cuando huyó de su casa con mujeres e hijos y todas sus posesiones. Porque en verdad todo le pertenecía a Iaacov, pero Labán se enojó muchísimo y lo persiguió durante siete días por el camino, así está escrito.

El Maguid da una explicación muy importante, fundamental para entender lo que nos sucede en este mundo. La motivación interior que tenía Labán para perseguir a Iaacov es que como nuestro patriarca es la columna de la Torá, amuda deemtzaita, la columna central del Árbol de la Vida, llamada Iaacov, tenía que lograr rescatar las chispas Divinas de la casa de Labán representadas por sus hijas, los niños y el ganado. Todo esto eran letras que en el futuro iban a revelarse al Pueblo de Israel y escribirse en la Torá para ser entregada por Moshé Rabeinu a los Hijos de Israel.

Todo eso estaba al principio en posesión de Labán el arameo, el ramaí-estafador. Iaacov logró extraer muchas de esas letras a través de trabajar duro durante muchos años, y en el futuro llegarían a ser muchas de las palabras de la Torá. Pero Labán en su inconsciente, en la raíz de su alma sabía que el cometido de Iaacov era rescatar esas letras de la Torá, y ahora sentía que Iaacov se estaba escapando sin avisarle, antes de tiempo porque todavía tenía muchas letras de la Torá que Iaacov no pudo extraer aun, muchas chispas Divinas. Por eso lo persiguió para que siguiera con su tarea y la completara del todo, extraer de Labán todas las letras de la Torá, de esa Torá de Iaacov que todavía permanecían con Labán.

Es una idea fabulosa, y de esta manera explica que así sucede con todo justo. Si el tzadik tiene acosadores y oponentes que lo persiguen, es porque inconscientemente saben que el tzadik tiene que rectificarlos, extraerles lo sagrado que hay en ellos y todavía no lo ha hecho. Por eso lo acosan para que termine la rectificación, sacar de ellos las chispas sagradas de acuerdo a la cualidad que caracteriza a cada justo, Iaacov es la misericordia, la Torá, Abraham el amor, e Itzjak el temor, etc. Cada tzadik tiene que extraer de sus oponentes las chispas de acuerdo a su misión particular, y si no lo hace entonces es como si esa cáscara impura, al acosar al justo le está rogando que lo haga, al perseguirlo y oponérsele de esa manera tan fuerte.

Entonces así comprendemos ante todo por qué hay acosadores y oponentes, y logramos extraerles, con la ayuda del Todopoderoso y tal como ellos lo piden íntimamente, inconscientemente, todas las chispas sagradas atrapadas en ellos.

 "EL SECRETO: AGRADECER"

Y VIENE EL REDENTOR A TZIÓN

6 de KISLEV 5772 - Kfar Jabad - ISRAEL - 2 DE DICIEMBRE 2011


https://www.youtube.com/watch?v=RoZSdhRQdQ4

En la Parashat Vaieitze nacieron la mayoría de las tribus de Dios, 11 de las 12 tribus nacieron en nuestra parashá. Comenzando por Lea, sus hijos fueron Reubén, Shimón, leví, y el cuarto fue  Iehudá. Luego dejó de parir, y la Torá continúa contando acerca del resto de las tribus. Cuando Lea nuestra matriarca dio a luz a su cuarto hijo -el hijo ligado a la realiza, la cuarta pata de la Carroza Divina del cual surge el reinado de Israel, el rey David, y de él el Mashíaj-  ¿Qué está escrito en la Torá, acerca de por qué lo llamó Iehudá, יהודה , el único nombre en toda la Torá que tiene todas las letras del Nombre Havaiá y una letra más, la dalet ד , que también es la dalet de David, דוד , como vamos a explicar?

Está escrito así: [Bereshit 29:35] 

"ותהר עוד ותלד בן ותאמר הפעם אודה את הוי' על כן קראה שמו יהודה ותעמד מלדת"

"vatahar od vateled ben, vatomer hapam odé et Havaiá. Al ken kará shemó Iehudá vataamod miledet"

"y concibió nuevamente y parió un hijo y dijo 'esta vez agradeceré a Dios' y por eso lo llamó Iehudá, y dejó de parir".

Sobre esto hay una enseñanza de los sabios en el tratado de Berajot: "Dijo Rabí Iojanán en nombre de rabí Shimón Ben Iojai: 'desde el día en que el Santo bendito Es creó Su mundo, no hubo una persona que agradeció al Santo Bendito es, hasta que vino Lea y le agradeció, como está dicho: 'esta vez agradeceré a Havaiá'". No sólo esta vez [הפעם , hapaam] es la primera desde el nacimiento de sus hijos, sino la primera vez [הפעם , hapaam] en la historia desde la creación del mundo, como dice Rabi Shimon Bar Iojai, que alguien se  preocupó de agradecer a Dios.


Explican los comentaristas por qué justamente aquí en el cuarto nacimiento agradeció a Dios. La explicación simple es que vio proféticamente que Iaacov Avinu iba a tener 12 tribus, y tendría 4 esposas, por ahora desposó sólo 2, dos hermanas, pero en el futuro iba a desposar a otras 2 mujeres. Entonces iba a tener 4 esposas, y por un simple cálculo, si tiene 4 esposas y 12 tribus, a cada esposa le corresponde 3 hijos. 

Y he aquí ahora que tuvo el cuarto hijo entendió que "no lo merezco". Y por cuanto que recibió más, que "no lo merezco", entonces agradeció. De aquí aprendemos que debemos agradecer cuando recibimos algo que sentimos íntimamente que "no lo merezco". 

Ahora, quien estudia Jasidut, en especial Torát Hanefesh, psicología de la Torá, y tikún hanefesh, la rectificación de la psiquis, sabe que al final de cuentas "no me corresponde nada". Nos dirigimos a Dios a manera de súplica, "el pobre dirá palabras de súplica" [Proverbios 18:23] porque no merezco nada. Es algo muy importante repetirnos y aprender hasta que lo arraiguemos en lo profundo de nuestra psiquis que nada me corresponde y por lo tanto todo es un regalo gratuito de Dios. Cada neshimá, respiración, "Toda Neshamá tehaleliá", "toda respiración te Alabará Dios", "Col Atzmotai tomarna Havaiá", "Todos mis huesos te dirán Dios", hay que agradecer. Y en realidad Iehudá, el agradecimiento, tiene que nacer en cada momento, no hay que esperar hasta el cuarto hijo. Todo es Iehudá, y por eso es el reinado, el reinado es todo, todo es Iehudá y por eso él es la tribu real en el pueblo de Israel. Entonces hay que llegar hasta el punto en que "no merezco nada", y automáticamente agradezco por todo lo que Hashem me da.

Hay quienes preguntan, puesto que Adam el primer hombre estuvo antes que Lea, y en los Salmos capítulo 139, adjudicado a Adam Harishón, relata cómo Dios lo creó, etc., y allí hay un verso que dice:

[Salmos 139:14]

"אודך על כי נוראות נפליתי נפלאים מעשיך ונפשי ידעת מאד"

"Odeja al ki noraot nifleti niflaim maaseja venafshi iodaat meod"

"Te agradeceré, pues fui formado de manera maravillosa e imponente; insondables son Tus obras, aunque mi alma comprende muy bien."

Vemos que este es un verso de agradecimiento a Dios "porque has hecho maravillas, etc.", agradeciendo a Hashem por los actos maravillosos. Entonces ¿por qué Rabi Shimon Bar Iojai dice no hubo nadie hasta que vino Lea y agradeció a Hashem? Explican que, y así lo vamos a explicar nosotros más claro y simple, tal como escribimos en varias lugares que para las palabras הוד , hod, "reconocimiento" o "agradecimiento" y להודות , lehodot, "agradecer", hay varios significados.

 Está el agradecimiento por un regalo, "muchas gracias". Te agradezco porque me has hecho un bien que no merezco. Y está el agradecimiento, como trae el Tania en Igrot HaKodesh, la Epístola Sagrada 15, en donde explica el Rebe Shneur Zalmen todas las sefirot superiores, hay que agradecer por todas las maravillas de Dios. Hay quien diferencia entre las dos formas gramaticales הודיה והודאהhodaiá y hodaá, "agradecimiento" y "reconocimiento" pero en esencia ambos son un agradecimiento. Está el agradecimiento por la verdad de Hashem, en especial por aquellas cosas que son terribles y maravillosas como dice el verso citado, "Te agradeceré, pues fui formado de manera maravillosa e imponente; insondables son Tus obras, aunque mi alma comprende muy bien", que enorme y maravilloso es todo lo que Tú haces. 
Y está el agradecimiento simple por el regalo que Me has dado, que no es el agradecimiento por las maravillas de Dios. Aquí vemos el origen de que agradecer por las maravillas ya lo había hecho Adam HaRishón, pero dar gracias por cosas simples, por lo que no merezco, no hubo una persona que agradeció hasta que llegó nuestra matriarca Lea.

¿Qué hay de especial en Lea nuestra matriarca? "El nombre de la mayor es Lea." [Bereshit 29:16] Lea es la hei " ה grande", es "biná", "entendimiento". Como trae la Cabalá: 

"בינה עד הוד אתפשטת"

"Biná ad hod itpashetet"

"Entendimiento se extiende hasta Agradecimiento".

Estudiamos hace algunas clases que Lea es un estado de humildad, como en Proverbios 22:4: "La base de la humildad es el temor a Havaiá". Entonces Lea es pensamiento, es entendimiento, biná, Lea es modestia, y allí está el origen del agradecimiento simple. Por cuanto que entiendo perfectamente que no me corresponde nada en el mundo, entonces agradezco a Dios.

Ahora, dijimos que en el nombre de Iehudá, "יהודה, "y lo llamó Iehudá", están todas las letras del nombre Havaiá, "Hashem es todo", y por eso Iehudá es todo, esa acción espiritual de agradecer a Dios abarca todo,  es maljut, el reinado. Como está escrito "hod maljut", el resplandor del reinado", "Ella [Maljut] está en Hod". Además hay una daletד , de David, דוד . Cuando interpretamos las letras de acuerdo a "Las Letras de Rabí Akiva" donde la alef,  א , se deletrea תלף , אמת למד פיך , emet lamed pija, "verdad enseñará tu boca". ¿Y qué es dalet?

ד'ע ל'ומר ת'ודה- da lomar todá, "sabe decir gracias".

Entonces está el Nombre Havaiá y la dalet está entre las letras vav y hei de Iehudá, en cuyo nombre está el Nombre Havaiá en su orden, iud-hei-vav-hei. Entre la Vav y la Hei, que forman en Cabalá lo que se denomina Iuda tataá, "unión inferior", y para generar esa unión tiene que estar en medio la dalet de "sabe decir gracias". Esto comprende toda la Torá porque toda la Torá es para unir a Havaiá con la Presencia Divina en nombre de todo Israel, [Leshem Ijud Kudsha Berij Hu uShjinte beshem col Israel] Esto es la unión vav-hei del Nombre.

Y para unirlos tiene que estar allí la raíz del rey David que viene de Iehudá, "Da lomar todá", "sabe decir gracias". Y de esta manera será Hashem, Havaiá, Rey sobre toda la Tierra". Cuando todos reconocerán a Dios, no sólo su existencia, no sólo por Sus maravillas tremendas, sino que simplemente agradecerán por cada respiración, por cada movimiento del cuerpo, por cada instante de vida. Esto es Iehudá, el cuarto hijo, [רבע reva] el secreto de רבע ישראל מספר את , mispar et roba Israel, que también implica "zivug, "pareja", el aparejamiento de la vav y la hei del Nombre de Dios.

Entonces que logremos cumplir con esto tan simple como "sabe decir gracias", "y viene a Tzión el redentor".

IAACOV EN BUSCA DEL AMOR PATERNAL

Y 4 NIGUNIM CANTADOS POR EL RAV


https://youtu.be/l1-fMoqAm8M

9 de Kislev 5773 - Kfar Jabad – ISRAEL – 22 de Noviembre 2012
Recordación de Iaael Lederbeg, Shaarei Jesed, Ierushalaim

La introversión del mes de Kislev

Hoy es Tet Kislev, el noveno día del noveno mes, tet shebetettet en tet. En el Zohar está escrito de la letra tet “lo bueno en él está oculto dentro de sí mismo”. Es decir que la ט dentro de laט representa el bien introvertido. Esa luz buena escondida para los justos en el futuro. “Y vio Elokim que la luz era buena”. El mes nueve alude a “¿quién sabe nueve? Nueve son las 9 lunas del nacimiento”. El bien oculto en su interior. 

El Baal Shem Tov es Atik; El Maguid de Mezeritch es Arij, el Admur Hazakén es Jojmá, padre, el Admur Haemtzaí, biná, “rejovot hanahar”, “la extensión del arroyo”, madre; y el Tzemaj Tzedek es Daat, hasta aquí oímos, así está escrito. Rabí Dov Lederberg lleva su hombre por el Maguid, por ser su descendiente. Hoy es el cumpleaños y el aniversario del fallecimiento del Admur Haemtzaí, el segundo Rebe de Jabad. Explicó que a veces un descendiente físico está más consustanciado que uno espiritual, pero con Moshé Rabeinu, sus hijos espirituales eran más esenciales que sus hijos físicos. Eso dijo respecto a su hijo y el nieto del Baal shem Tov, rabi Baruj de Mezibush. Por lo tanto el Admur haemtzaí es verdaderamente nieto del Maguid y por eso lleva su nombre. Una misma alma, como saben los alumnos del Maguid. Después de la muerte del Maguid sus discípulos más encumbrados disputaron cuál de sus hijos iba a recibir su alma, el Admur Hazakén tuvo ese mérito, el Rebe Shneur Zalmen de Liadi, el primer Rebe de Jabad. Y así, el Admur “Intermedio” lleva su nombre, rev Dov Ber y también su alma. Esta es la conexión entre 9 de Kislev, Hilula de Rabi Dov Ber de Lubavitch y el 19 de Kislev, hilulá del Maguid. Nuevamente, ט tet Kislev es el bien oculto y el potencial del nacimiento, todos los niños que nacerán en el futuro están en él, en tet del tet

Entre los grandes tzadikim del jasidut el Admur HaEmtzaí, el segundo Rebe de Jabad, es el único que nació y murió el mismo día, completó sus días de día a día, como está escrito en el Talmud sobre los tzadikim. Dice el Rebe de Lubavitch que esto lo vemos aparentemente sólo en el Admur Haemtzaí, ¿y qué sucede con el resto de los tzadikim, el Baal Shem Tov, etc.? Dice que hay alguien en especial que es el ejemplo de todos los demás, y justamente el Admur haemtzaí enseña que en esencia todos los justos completan sus días de día en día, y por cuanto que “en tu pueblo todos son justos”, y en especial en la generación de la redención y del Mashíaj, todos los iehudim son tzadikim y completan sus días. Cuando un iehudí termina su misión en este mundo y sube arriba, y muy pronto “se levantarán y se regocijarán los que moran en el polvo”. Todo esto aprendemos de rabi Dov Ber de Lubavitch, el segundo Admur de Jabad.

Chispas de Havaiá ocultas por Elokim 

 [Bereshit 28:20-22] 
“Y expresó Iaacov una promesa, diciendo: ‘Si Elokim ha de estar conmigo

y me ha de cuidar en este camino por el cual voy, y me dará pan para comer y ropa para vestir.
Y moraré en paz en la casa de mi padre y será Havaiá para mi Elokim.
Y esta piedra que puse como monumento será la Casa de Elokim
 y de todo lo que me dé diezmar te diezmaré’”.

ַיִּדַּר יַעֲקֹב נֶדֶר לֵאמֹר אִם יִהְיֶה אֱלֹהִים עִמָּדִי 
 וּשְׁמָרַנִי בַּדֶּרֶךְ הַזֶּה אֲשֶׁר אָנֹכִי הוֹלֵךְ וְנָתַן לִי לֶחֶם לֶאֱכֹל וּבֶגֶד לִלְבֹּשׁ.
 
וְשַׁבְתִּי בְשָׁלוֹם אֶל בֵּית אָבִי וְהָיָה יְהוָה לִי לֵאלֹהִים.
וְהָאֶבֶן הַזֹּאת אֲשֶׁר שַׂמְתִּי מַצֵּבָה 
יִהְיֶה בֵּית אֱלֹהִים וְכֹל אֲשֶׁר תִּתֶּן לִי עַשֵּׂר אֲעַשְּׂרֶנּוּ לָךְ
 .

אלהים-הוי'-לאלהים-אלהים = שדי 314 =

3 veces Elokim, 288 [rapa”j chispas Divinas caídas del mundo del Tohu al mundo del Tikún] más una vez Havaiá, 26 suma 314, Shada-i (porque Dios dijo a Su Mundo she dai, “que hasta aquí”, y así dijo “hasta aquí” a los sufrimientos de Iaacov.  288 son las chispas que Iaacov fue a rescatar a Jarán. Este es el significado de los escritos del Arizal, que רפח , rapa”j, 288 más 26 es 314, Shada-i.)

Significa que aquí hay un secreto y lo principal, es decir la “masa” de este asunto está en el Nombre Elokim. Y llega al sumun en “Y será Havaiá para mí Elokim”. 

Eisav ama a Eisav, no a Iaacov

Hasta ahora explicamos que la conciencia Divina, Havaiá, pasa a ser la naturaleza (hateva, de guematria Elokim) por medio de un et ratzón, un “momento propicio, de buena voluntad”, por el servicio de la teshuvá hasta llegar a que “Havaiá será para mi Elokim”, hasta que Havaiá sea Elokim.

¿Cómo se puede explicar? Dijimos que Iaacov es un hijo que sabe interiormente que “no soy como mi padre”, pero quiere al final sí ser como su padre. “Y moraré en paz en la casa de mi padre”, y como dijimos “y moró Iaacov en la tierra donde moraba su padre”, significa que quiere llegar a la Tierra de Israel y ser como su padre. 

Esto es algo muy profundo psicológicamente. Sale de la Tierra de Israel, sabe que su padre ama a su hermano (Eisav) y no a él. ¿Por qué Itzjak amaba a Eisav? Es una historia claramente psicológica. Porque Eisav en algo se parecía a su padre, pero yo no. 

¿Por qué mi padre no me ama? Porque soy diferente, tengo una cualidad diferente a la suya. Primero tuve que robar la primogenitura, después las bendiciones y ahora también tengo que escaparme de la Tierra de Israel. Literalmente tiene que escaparse de Eisav. Como dice el Midrash: “De Beer Sheva, escapar “del pozo (beer) “de la primogenitura” y “del pozo de la bendición”. 

Pero dijimos que suena más lógico que estaba escapando de Avimelej, del juramento (shvuá), insinuado en el significado de Beer Sheva, lit “pozo del juramento”, el acuerdo de paz. Entonces tiene que escapar, pero en verdad en el fondo de su corazón quiere llegar a “y moraré en paz en la casa de mi padre”. Por eso también a continuación está escrito “Anhelar anhelaste la casa de tu padre”, también Labán reconoce esto. Anhela regresar a la casa de su padre, Itzjak Avinu, a pesar de toda la frustración psicológica que padeció con él constantemente. 

El Regreso de Iaacov (misericordia) a la cualidad de rigor de Itzjak

Iaacov sabe que hay algo esencial, Itzjak Avinu es la revelación de la Esencia. Está escrito que la Torá fue entregada “de la boca de la Guevurá”, la cualidad de Itzjak Avinu. La boca de la Guevurá se refiere a la Esencia, a Dios. Hay más esencia en “la boca de la Guevurá” de Itzjak que en Abraham y Iaacov, por eso de Itzjak se dice respecto al futuro por venir “porque tú eres nuestro padre”. “Y moré en paz en la casa de mi padre, “y será Havaiá para mi Elokim”, והיה הוי' לי לאלהים, de guematria “Itzjak”. Como todo se relaciona con el Nombre Elokim (rigor) ya lo hubiera podido entender desde el principio. (Al principio huye de la Tierra de Israel para no jurar a Avimelej, pero al final jura a Laván).

Nuevamente. ¿Por qué comienza con “Si Elokim ha de estar conmigo y me ha de cuidar en este camino por el cual voy…”? ¿Qué quiere? Quiere todo el tiempo que su padre esté con él. Porque Elokim representa a su padre, la cualidad de rigor. Iaacov es Havaiá (la cualidad de misericordia) y Elokim es Itzjak (rigor). Entonces dice que “Si Elokim ha de estar conmigo y me ha de cuidar en este camino por el cual voy, y me dará…” Se dirige a su padre; quiere restaurar el nexo con su padre, justo en este momento, al cumplir su orden. ¿Quién le dijo que salga de Israel? Su padre, aunque lo organizó su madre, pero su padre se lo dijo y lo bendijo. Y ahora Iaacov dice: “Si Elokim ha de estar conmigo y me ha de cuidar en el camino por el que voy, y me ha de dar pan [¿quién da el pan? el padre da el pan] para comer y vestido para vestir [entonces] y moraré en paz en la casa de mi padre [todo es por el padre, entonces] “Havaiá” [yo, Iaacov] será para mi Elokim”. Me conectaré completamente con la raíz de la Guevurá, el rigor, que es la raíz de la Esencia misma, que es Elokim. Entonces todo lo que haré estará consagrado en nombre de papá, todo será para eternizar a mi padre. “Esta piedra que he erigido como monumento será la Casa de Elokim”, la casa de mi padre. “Y de todo lo que me de diezmo diezmaremos para Ti”.
El Rambam escribe que Itzjak es quien comienza a cumplir el precepto del diezmo. Cuestionan al Rambam que teóricamente tal vez Abraham también dio el diezmo, pero quien comenzó con este precepto fue Itzjak. Entonces la finalidad aquí es “De todo lo que me has de dar diezmar diezmaremos para Ti”. Es decir, iré por el camino de mi padre. Yo me retracto (Iaacov es un baal teshuvá) Yo, Iaacov quiero ser como mi padre. [cuya raíz está en alma d’Itkasia, el mundo de lo oculto, en Ima Ilaá, la Biná-Madre suprema]. Quiero que mi padre me ame, quiero amarlo. Si meditamos en esto esta explicación es sorprendente.

EL DINERO ES TU ESCALERA


https://youtu.be/nnuHJ3NsRXo

Sobre el sueño de Iaacov en la parashat Vaietzé, “Y salió” [Bereshit 28:12] está escrito que ve una escalera afirmada en la tierra y cuya cabeza llega hasta el cielo.
El Baal Shem Tov dice que escalera, 
סולם , sulam, cuando se escribe completo, con la vav, es igual a ממון , mamón, “dinero”. ¿Cuál es la relación entre una escalera y la plata, el dinero? Dice que el dinero de la persona es verdaderamente su escalera. Está apoyado en la tierra, comienza con lo material, pero si sabe cómo utilizarlo correctamente puede llevarlo hasta la altura más elevada. Su cabeza llega hasta el cielo.

Luego está escrito: “Ángeles de Dios”, significa las almas de las personas, nosotros somos ángeles de Dios. Está aquel que por el poder de la plata, cumpliendo el precepto [amarás a Dios…] “con toda tu fuerza”, con todo tu dinero, puede llegar hasta la cima de los peldaños, donde no se puede llegar en absoluto sin dinero. Se necesita dinero para llegar a los Cielos. Pero está aquel que es exactamente lo contrario, a quien lo derriban, y desciende verdaderamente hasta el abismo a causa del dinero. Así explica el santo Baal Shem Tov.

VIVIR CON EL TIEMPO 5771

https://www.youtube.com/watch?v=i6berEiTh5o


VIVIR CON EL TIEMPO 5772


https://www.youtube.com/watch?v=rw1t2jZzzTI

VIVIR CON EL TIEMPO 5773


https://www.youtube.com/watch?v=aYn7haYb2AM

VIVIR CON EL TIEMPO 5775


https://www.youtube.com/watch?v=t1muzwZEOuM

VIVIR CON EL TIEMPO 5776


https://www.youtube.com/watch?v=Q1XzGqtJOYU

ZOHAR VAIETZÉ


https://www.youtube.com/watch?v=keHgrrypKH8

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Las Dos Esposas de Iaacov:

Dos Perspectivas - Vaietzé 5780

Rajel y Leá representan dos perspectivas diferentes.  Iaacov necesitaba de ambas para construir su hogar.


https://youtu.be/ws5yyPm2Xx0

Extraído del libro que pronto será publicado por el rabino Ginsburgh: "La Dimensión Interior".

Extraído del libro que pronto será publicado por el rabino Ginsburgh: "La Dimensión Interior".

En la porción de Torá de Vaietzé, Iaacov se casa con Lea y luego con Rajel, y nacen once de sus doce hijos, las doce tribus de Israel. Cuando nació Iosef, Rajel le dio su nombre diciendo: "Que Dios me agregue otro hijo",[1] aludiendo al nacimiento de Biniamín, el duodécimo hijo de Iaacov.

La base del pueblo de Israel es la familia en el hogar. Vemos que los hogares de Abraham e Itzjak incluyeron a Ishmael y Eisav, elementos extranjeros que finalmente fueron alejados. Pero la familia de Iaacov representa al "hogar judío" consumado del cual ha evolucionado el pueblo judío. La casa es la constante en el pensamiento e inconciente del judío. Así, Iaacov fue el primero en referirse al Monte del Templo como una "casa de Dios".[2] En la siguiente porción de la Torá dice que Iaacov "se construyó una casa".[3] La Torá y los Profetas se refieren a todo el pueblo judío como la "Casa de Iaacov".[4] Iaacov tiene una relación especial con su casa y su hogar.

Cada detalle mencionado sobre el desarrollo de la casa de Iaacov tiene un gran significado, y aquí nos enfocaremos en la diferencia entre sus dos esposas, Rajel y Leá para ver los diferentes matices que encontramos en toda familia.

¿Dos madres?

Desde el junto de vista de Iaacov, él amaba a Rajel y quería que ella fuera su esposa, por eso trabajó un total de catorce años cuidando los rebaños de Labán para casarse con ella.

En cambio Leá entró en la casa de Iaacov sin su consentimiento explícito. A pesar de que se casó primero con ella, siempre permaneció en segundo lugar, como Rashi comenta en el versículo: "Llamó a Rajel y Leá, primero llamó a Rajel y luego a Leá, porque Rajel era el pilar de la casa".[5] Leá era "despreciada"[6] dice el salmista, al menos en comparación con Rajel.

Sin embargo desde la perspectiva Divina Leá tiene un estatus relativamente superior. Las tribus que nacieron de Leá constituyen la base del pueblo judío y constituyen la mayoría en términos numéricos. Las tres "coronas" otorgadas al pueblo judío se otorgaron a los hijos de Lea (la corona del sacerdocio, la corona de la Torá y la corona del reinado).[7] Los cohanim (sacerdotes) y levitas elegidos para servir a Dios eran de la tribu de Leví. Moshé, quien recibió la Torá directamente de la boca de Dios, también era de la tribu de Leví. La tribu de Iehudá, otro de los hijos de Leá, recibió la "corona del reinado", y el rey David y su dinastía de monarcas descendían de él. Además desde el exilio de las diez tribus al final del período del Primer Templo, se perdieron para Israel las tribus de Menashé y Efraím, nacidas de Iosef el hijo de Rajel. La mayoría del pueblo judío de hoy desciende de la descendencia de Leá, incluso la palabra hebrea que significa "judío" (יְהוִּדִי, iehudí)[8] deriva del nombre de la tribu de Iehudá (יְהוָּדָה).

Sin embargo, como Iaacov, también estamos muy unidos a Mama Rajel. Ella espera nuestro regreso del exilio, como dice el Profeta: "Rajel llora por sus hijos que no están".[9] Incluso aquellos judíos que no descienden directamente de Rajel son considerados sus hijos.

Rajel y Leá son nuestras matriarcas junto con Sará y Rivká, por eso todos los judíos son igualmente bienvenidos a rezar en la tumba de Rajel en Beit Lejem o en la tumba de Lea en la cueva de Majpelá en Hebrón. Podemos recurrir a cualquiera de ellas como lo haríamos con nuestra propia madre, como un bebé en los brazos de su madre, o un niño perdido que finalmente encuentra su camino a casa. En general, cada tribu está incluida en todas las demás y cada una incluye facetas de las otras. Por lo tanto, todos somos hijos de Leá y Rajel.

Estos dos pilares de la casa de Iaacov, Rajel y Leá, son los cimientos más profundos del pueblo judío. Cada una brinda su aporte único e indispensable.

Un mundo oculto y un mundo revelado

La Torá dice que Rajel tiene: "Hermosos rasgos y un semblante hermoso".[10] Estas cualidades son evidentes para todos los que la ven, pasa su tiempo al aire libre pastoreando sola las ovejas de su padre. 

Leá se queda en casa. Todo lo que sabemos sobre ella es que sus ojos son "suaves".[11] Esto no significa que no sea hermosa, pero su belleza no es tan evidente como la de su hermana menor. Rashi explica que los ojos de Leá eran suaves por el llanto, una cualidad apropiada para alguien de naturaleza introspectiva.

De acuerdo con la interpretación literal de los versos, la Cabalá y el Jasidut explican que Rajel representa la dimensión revelada de la realidad, mientras que Lea representa su dimensión oculta. Una ilustración de la diferencia entre estas dos dimensiones es la distinción entre el mundo de la halajá, la ley judía, que representa la dimensión revelada de la Torá, y el Midrash, la Cabalá y el Jasidut, que representan varios niveles de la dimensión interior más oculta de la Torá.

Las relaciones de Iaacov con Rajel y Leá también reflejan los aspectos revelados y ocultos de la realidad. Iaacov se siente conscientemente atraído por Rajel y la identifica como su compañera en la vida, es su esposa revelada. Leá en cambio está escondida de Iaacov, no está en primer plano en su conciencia. Incluso en su boda con Leá, él creía que se había casado con Rajel, no se dio cuenta de su verdadera identidad hasta la mañana. Iaacov se sentía atraído por el aspecto revelado del mundo y, por lo tanto, se sentía atraído por Rajel. No estaba tan enamorado de la dimensión oculta de la realidad, razón por la cual no tuvo especial interés en Leá. 

Esto nos lleva a profundizar en un interrogante personal

¿Dónde puedo encontrar a Dios?

Dios es el más oculto de todos. Uno podría imaginar que solo las personas que entienden Sus misterios se sentirán cerca de Él, no esperamos que encuentre la misma cercanía con Dios quien que está involucrado con el mundo material y su impresión obvia en nuestros sentidos físicos. Pero esto es un error, la conexión con lo Divino es igualmente posible tanto para los involucrados con la dimensión interior como la exterior de la realidad. No obstante, la conexión que cada tipo forja con el Creador tiene una fuerza vectorial diferente.

Quien tiene una tendencia hacia las dimensiones ocultas de la realidad se identifica con la raíz del alma de Leá, necesita dirigirse hacia lo Alto para contemplar lo Divino abstrayéndose más y más de la materia física. Esta persona se da cuenta cada vez más de que en el mundo en que vivimos Dios es invisible. La materialidad oculta su origen Divino, por eso la raíz de su alma se siente atraída por las dimensiones ocultas, porque allí, paradójicamente Dios es más evidente. Sin embargo, tal persona nunca alcanzará su objetivo final, porque cuanto más se eleva en la búsqueda para resolver el profundo misterio de Dios, llega cada vez más alto y allí le esperan más niveles ocultos y misteriosos. Sin importar cuán alto se eleve, Dios permanece infinitamente más allá de su alcance. Este es el secreto de los suaves ojos de Leá, ojos que contemplan tanto los secretos de Dios que se cansan de mirar al infinito.

Por el contrario, un individuo cuyas sensibilidades lo conducen a la dimensión material revelada de la realidad se identifica con la raíz del alma de Rajel. Tal persona cree que “los secretos son para Dios, nuestro Dios y las cosas reveladas son para nosotros y para nuestros hijos".[12] Sin embargo, ellos también pueden descubrir la presencia de Dios aquí mismo en nuestro mundo revelado. ¿Cómo? Al observar los mandamientos de Dios. La primera ley en el Shulján Aruj, el código de la ley judía, es para encontrar a Dios: “[El versículo] 'Puse a Dios delante de mí en todo momento' es un gran principio en la Torá y el nivel alcanzado por los justos que caminan delante de Dios".[13]Esta es una meditación práctica que se adapta a la persona realista: donde quiera que esté, haga lo que haga, está en presencia de Dios. Aquí no hay misterios involucrados, la idea es simple y al grano.

Puede que no sea fácil vivir con esta conciencia constante de lo Divino, como vimos es "un nivel alcanzado por los justos que caminan delante de Dios". Sin embargo, la tarea del realista es reforzar la santidad que yace oculta en la realidad mundana, hasta que llegue a la conciencia de que Dios se manifiesta en todo lo que hace. En esta línea, el Rebe Levi Itzjak de Berditchev cantaba su canción Dudele ("du" en idish significa "tú"): "arriba, Tú; abajo, Tú; al este, Tú; al oeste, Tú; al sur, Tú; al norte, Tú. Dondequiera que miro, estás Tú, Tú y otra vez Tú".

Iaacov necesita tanto a Rajel como a Lea

Iaacov "moraba en la tienda",[14] estudió la Torá durante catorce años[15] antes de continuar su viaje para encontrar una esposa. Durante todo ese período se privó de dormir.[16] Sin embargo su interés principal estaba en la realidad mundana, por eso se sintió atraído por Rajel y no por Leá. La meditación interminable sobre los secretos de Dios es un pasatiempo agradable, pero el mundo revelado requiere rectificación.[17] El Jasidut explica que la redención depende de "la construcción del partzuf o rostro cabalístico de Rajel". La dimensión oculta ya está rectificada, nuestra tarea principal es rectificar la realidad mundana.

Sin embargo Dios quería que Iaacov se casara también con Lea. Esto nos enseña que nunca debemos descartar nuestro interés por la dimensión oculta, en última instancia, debemos incorporarlo en los aspectos revelados de la realidad. Si parece suficiente simplemente ser conscientes de que Dios es el Rey, sin experimentar la vida del mundo interior, es probable que nos veamos arrastrados a tentaciones materiales. Debemos profundizar cada vez más en los misterios de la Torá para comprender las profundidades ocultas de su océano, y cuando regresamos a la realidad mundana después de ese viaje, lo vemos bajo una nueva luz. El Rebe Levi Itzjak de Berditchev podía cantar su sencillo Dúdele solo porque estaba sinceramente apegado al mundo oculto, y veía a Dios en cada uno de sus aspectos.

En la misma medida en que profundizamos en aquello que no se ve a la vista, no podemos prescindir de buscar el aspecto Divino que se encuentra dentro del mundo físico en la vida cotidiana. Por maravillosa que sea la meditación de Leá sobre los secretos de Dios, la conciencia directa de Rajel de "pongo a Dios delante de mí en todo momento"[18] es aún más cautivante. Su inocente sorpresa es tomar conciencia de nuestra distancia infinita a Dios. Esto es aún más encantador que reflexionar sobre las luces y los mundos de las esferas superiores, donde Dios parece estar más cerca y más accesible.

Al elevarnos más alto, absorbemos infinitamente más Divinidad. Cada logro finito es una gota en el océano con referencia al infinito. Rajel entiende que en lugar de elevarse hacia el cielo para descubrir "luces elevadas" necesitamos ver la esencia de Dios que ilumina la realidad mundana. Rajel, aún más que su hermana, nos enseña la maravilla de Dios.

Misterio y maravilla

Meditar en la dimensión oculta de la Torá revela la "luz trascendente" de Dios. Esta es la luz que rodea la realidad, pero nunca podemos integrarla por completo. Meditar sobre las enseñanzas reveladas de la Torá revela la “luz inmanente" de Dios, la luz que llena la realidad y es inmediatamente accesible para el intelecto.

En hebreo, el valor numérico de "trascendente" (סוֵֹבֵב, sovev) es 70, que también es el valor numérico de "secreto" (סוֹד, sod). El valor numérico de "inmanente" (מְמֵַלֵא) es 111, que también es el valor numérico de "maravilla" (פֶּלֶּא). Leá es, por lo tanto, la "mujer del misterio"; Rajel es la "mujer de la maravilla".

Cuanto más nos elevamos hacia la luz trascendente, más profundos son los misterios que revelamos. El simple reconocimiento de que la luz inmanente de Dios es su reino en la tierra revela la tremenda maravilla, a Dios mismo, que elige nuestro mundo y lo recrea en cada momento.

Así dice la meguilat Rut: "Casa de Iaacov, vámonos y seguiremos a la luz de Dios".[19] Que podamos unirnos a Rajel con Lea en la casa de Iaacov. Crezcamos con la maravilla de la luz inmanente de Dios e infundámonos con el secreto de su luz trascendente. Al igual que Rajel y Leá, "quien construyó juntos la casa de Israel [es decir, Iaacov]",[20] entonces, al estudiar la Torá revelada junto con los misterios de la Torá, se manifiesta la perfecta Luz Infinita de Dios.


TORAT HANEFESH 5780  VAIETZE

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*La carta que no fue enviada*

Una asombrosa historia única en su tipo que acabamos de escuchar en un fascinante taller en la Conferencia Mundial de Shlujim de Jabad en 770, NY:

Un señor llamado Eliezer lo cuenta. Crecí en Har Nof en el seno de una amorosa familia lituana jaredí (ortodoxa), pero cuando era adolescente degeneré en cigarrillos, drogas y robos seriales.

En un momento determinado dejé la ieshivá y viajé a los Estados Unidos al gran mundo para probar suerte…

Pensé que ganaría dinero, pero mi adicción era más fuerte que cualquier otra cosa. Vagaba por los beit Jabad. Estaba buscando comida gratis y trabajos casuales cuando gasté todo el dinero en mi adicción. Desafortunadamente, a veces robé de las casas de Jabad en las que me hospedé y causé daños... simplemente no podía controlarme.

Pasó un tiempo y me encontré viviendo como un vagabundo, vivía en un auto que tampoco era mío… sin esperanza alguna.

A pesar de todo, cada vez que llamaba a casa le decía a la familia que tenía éxito en Nueva York y que tenía un negocio. Era demasiado orgulloso para pedir ayuda. Ellos pensaban que todo estaba bien conmigo y 'me iba bien en la vida'. No podía decirles la verdad, no podía pedir ayuda.

En un momento perdí la esperanza de la aventura en América. Carecía de todo, adicto a las drogas y los robos y lo único que me quedaba era el boleto de avión de regreso a Israel.

Conduje hacia el aeropuerto JFK y en el camino me encontré deteniéndome en el “ohel”, la tienda montada en la tumba del Rebe de Lubavitch. Sabía que había galletas y un rincón de café gratis y que podía encontrar sobras de una comida de mitzvá o bar mitzvá... De hecho, satisfice mi hambre, pero como ya había llegado decidí ir al Rebe para pedir una bendición.

La costumbre en el ohel del Rebe es que antes de entrar se sientan y escriben una carta con el nombre y el nombre de la madre y vierten todo lo que está en el corazón. Nunca fui fuerte en la escritura... pero esta vez sentí que estaba descargando toda la tensión y frustración en las líneas apretadas que escribía desde el corazón.

Termino página tras página y le escribo al Rebe lo que nunca le he contado a ningún ser vivo... sobre la adicción, sobre los robos, sobre dañarme a mí mismo y al medio ambiente, sobre el fracaso y la desesperación de la vida... escribo y escribo, deteniéndome de vez en cuando para un cigarrillo, escribo otra página... Pero siento que algo me está bloqueando... simplemente no puedo entrar al santuario por dentro... no puedo leer la carta en la tienda sagrada... mientras miro el reloj y veo que el vuelo se acerca... Doblé las páginas y salí del lugar sin entrar al ohel.

Regresé a Israel y no olvidaré la sensación en el aeropuerto Ben-Gurion de juntar shekel sobre shekel como un mendigo para poder tomar un taxi de servicio a Jerusalén.

Regresé a casa... donde por supuesto puse mi sonrisa falsa... les cuento a todos sobre la buena vida en los Estados Unidos, sobre mi 'negocio' sobre el país dorado... En mi cabeza pienso para mí mismo cómo pellizcar de mi padre una suma seria para mi adicción... no le conté a nadie… mi alma clamaba por ayuda pero no me atrevía a pedir.

A la noche siguiente recibí una llamada telefónica emocionada de mi hermana, trabajadora social de profesión. 'Eliezer, debo encontrarme contigo para hablar frente a frente. Es urgente encontrarnos en el restaurante'

No sabía qué pensar, tenía miedo de que había pasado algo, quizás alguien de la familia esté enfermo. Llegué a la reunión y no soñé que mi vida iba a cambiar.

Nos reunimos y luego sacó de la bolsa un montón de páginas arrugadas llenas de caligrafía congestionada... mi carta.

Resulta que cuando mi madre quiso lavar la ropa encontró todas las páginas que le escribí al Rebe... Por primera vez la familia de repente entendió y se dio cuenta de lo que realmente estaba pasando y vino al rescate.

Mi hermana me llevó al centro 'Retorno' para el tratamiento de adicciones y esta vez estaba abierto al cambio. Me convertí en una nueva persona. Pasé por un proceso profundo de sanación física y espiritual. Dejé de mentirme a mí mismo y al mundo entero y tomé las riendas de mi vida.

Hoy estoy casado, con niños y activo en un instituto de rehabilitación para adictos en nombre de 'Retorno'.

Todo, desde una carta al Rebe que nunca se envió.

En esta ocasión me gustaría agradecer a los emisarios que han estado ahí para mí durante los años difíciles... para disculparme con todos los que he lastimado y agradecer al Rebe de Lubavitch que encontró la manera de responderme por la carta que nunca fue enviada.

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El Poder en Nuestros Ojos

 

Mirar con la intención de revelar bendición, bondad y vida

En su bendición al pueblo de Israel al final de su vida, Moshé les dijo:

"Israel morará independiente y seguro, [como] el ojo de Iaacov"[21]

(וַיִּשְׁכֹּן יִשְׂרָאֵל בֶּטַח בָּדָד עֵין יַעֲקֹב)

La palabra "seguro" (בֶּטַח, betaj) es un acrónimo de tres palabras muy importantes para todos: Bendición-Bueno-Vida (בְּרָכָה טוֹב חַיִּים, brajá tov jaim). Cuando miramos a algo o alguien, tenemos elegir verlo desde la perspectiva de la bendición, la bondad y la vida. El ojo de todo aquel que continúe el camino de Iaacov debe centrarse solo en estos atributos positivos, esforzándose por ponerlos en el primer plano.

Si miramos el mundo sin intención vemos una mezcla de componentes, algunos positivos, otros no. Pero cuando miramos con intención, podemos elegir qué ver y enfocarnos en ello, dejando nuestra huella activamente con la vista en ese aspecto de la realidad. Ver solo lo bueno en alguien o algo es una forma masculina de impresión visual. Es similar a la energía que se proyecta activamente fuera del ojo y se embebe con ese atributo que elegimos para ver en eso y en nada más.[22]

Elegir mirar solo los buenos efectos tiene un tremendo poder birur, de clarificación, de depuración de la realidad. La Torá usa esta palabra para representar el proceso de rectificación del mundo, de liberar las chispas de santidad que sostienen (y ocultan dentro) a la realidad. Este proceso está conectado con la sefirá de jojmá-sabiduría, como dicen los sabios: "Todo se aclara con sabiduría"[23] y la sefirá de sabiduría se asocia con los ojos, algo que aprendemos del hecho de que los “sabios” son descriptos como "Los ojos de la congregación".[24]

La aclaración que efectuamos con nuestro poder de la vista positiva, activando nuestro buen ojo, juzga favorablemente a otras personas y situaciones. Solo vemos la bendición y no la maldición, solo la vida y no la muerte, solo la bondad y no el mal. Así es como funciona la huella visual activa que deja del tzadik (y está dicho “y tu pueblo son todos tzadikim”[25], así que esto se aplica a todos nosotros). Es el poder de "Betaj badad ein Iaacov", “Independiente y seguro como el ojo de Iaacov”, para producir bondad en la realidad. Así, el último verso de la Torá dice: "Que Moshé hizo delante de los ojos de todo Israel". Moshé trabajó para rectificar los ojos de la nación de Israel para que tuvieran el poder de la santidad para irradiar e embeber solo las cosas que el ojo debe ver: bendición, bondad y vida. Así es como el tzadik juzga favorablemente a los demás y los eleva.

El secreto de los puntos positivos

En el verso "y solo un poco más y no habrá persona malvada, y mirarás su lugar y él no está allí"[26] El Rebe Najman de Breslev explica que cuando vemos a una persona como malvada, estamos percibiéndolo con nuestra alma animal. Está en nosotros encontrar el "solo un poco más" en él, el punto en el que no es una persona malvada y verlo bajo una luz favorable.

Cuando un tzadik mira a un pecador lo juzga favorablemente activando su ojo bueno. Lo mira, lo contempla y elige resaltar "solo un poco", el lugar donde el objeto de su mirada no es malo.

Si nos enfocamos fuertemente en la espalda de alguien, de repente e inexplicablemente lo sentirá y se dará la vuelta. Este fenómeno ejemplifica el hecho de que la energía irradia de los ojos e influye en la realidad.

Los sabios dicen: "No juzgues a tu amigo hasta que no estés en su lugar".[27]Hay muchas explicaciones diferentes de este dicho. Siguiendo lo que acabamos de exponer, debemos esforzarnos para que nuestra mirada positiva sea capaz de alcanzar ese "lugar" donde se encuentra la otra persona, pero no solo dónde parece estar, sino dónde realmente está, el "solo un poco" que es su naturaleza positiva. 

¿Qué sucede cuando nuestra mirada alcanza ese lugar, el lugar donde realmente se encuentra la esencia de una persona? Aunque la mirada es aparentemente una fuerza espiritual, es tan fuerte que afecta el objeto de la mirada. Y así, del mismo modo que dos objetos físicos no pueden ocupar el mismo lugar al mismo tiempo y, por lo tanto, uno empujará y moverá al otro, el poder activo de la mirada positiva de nuestros ojos mueve favorablemente al individuo que estamos mirando.

En Jasidut hay un concepto muy importante llamado hazazá atzmit,[28] que podríamos traducir como auto desplazamiento. Esto se refiere al poder del individuo que lo motiva para cambiar. Cada acto de teshuvá, cada retorno a Dios, cada cambio en la esencia de uno comienza con un shock que nos motiva a movernos desde donde estamos actualmente. Pero, a veces, una persona no puede desplazarse a sí misma. A veces, el poder de movernos, de descongelarnos tiene que venir de alguien o de otra cosa. Debido a que todos somos responsables los unos de los otros, como está dicho: "Todos los Hijos de Israel son responsables unos de los otros"[29], podría ser nuestra mirada la que motive a alguien a moverse.

Nuevamente, esto solo puede suceder si la luz que emana de nuestros ojos alcanza su lugar, su punto de "un poco más", donde no lo percibimos como malvado. Tenemos que conectarnos con él y resaltar sus aspectos buenos. De esta manera nuestro buen ojo, junto con nuestra impresión visual activa, puede alcanzar su punto bueno y lo mueve, como vimos: "y mirarás su lugar y él no está allí", porque en realidad lo has movido hacia adelante y más alto. Si comenzó a moverse, continuará moviéndose ascendiendo de un nivel de santidad al siguiente. Todo podría depender de nuestra mirada positiva.

 

Estudio Diario del Jitas - Perasha Vaieshev

Meditación diaria sobre el día 1 del Jitas

El verso que da comienzo a la parashá es: “Y Iaakov se asentó en la tierra de la morada de su padre, en la tierra de Canaán. Estas son las generaciones de Iaakov, Iosef…”

Uno de los pensadores jasídicos más importantes fue Rabí Hillel de Paritch. En sus discursos, publicados bajo el título Pelaj Harimón (“Un Tajada de la Granada”), para el libro de Génesis, escribió que había escuchado del tercer Rebe de Jabad, el Tzemaj Tzedek:

Respecto al verso “Y Iaakov se asentó en la tierra de la morada de su padre”. Es sabido que la palabra “moraron” (מגורי, megurei) tiene dos significados. El primero es similar a Irmiahu 20:3: “…temor abarcador”, que indica un temor interior o superior a Dios, la experiencia equivalente a la anulación total y absoluta de nuestro ser.

El segundo significado proviene de la palabra que significa “granero”, cuando está lleno de frutos, aludiendo al verso; “y el temor a Dios es Su reserva” y al dicho de los sabios que este tipo de temor es un recipiente para la esencia de la vida, la esencia del Infinito. Los sabios nos quieren enseñar que esto nos permite recibir placer de Él, cada vez más y elevado, como está dicho en Tikunei Zohar que “el temor es un granero para la sabiduría”, es decir, la sabiduría que está oculta en la esencia.

Ahora, la naturaleza del temor es tal que provoca huir de nuestro lugar, como en el Monte Sinaí: “El pueblo vio… y se mantuvieron alejados”. Al igual que en el verso: “Entrarán en las cavernas… por miedo a Dios…”. Pero Iaakov nuestro patriarca pudo experimentar la experiencia interior del temor y a la vez morar confortablemente en ese estado, permaneciendo allí por mucho tiempo. Esto es porque la raíz del eje central [de las sefirot] incluyen las dos facultades de [los ejes derecho e izquierdo] amor y temor. Por lo tanto, aunque experimentó la cualidad del temor, que lleva a la anulación del ser, interiormente siguió experimentando el amor, en especial el amor placentero, la capacidad de recibir placer de la fuente oculta del placer como se explicó. Y como dijimos: “Todos los corazones Te temerán, y los órganos y riñones cantarán Tu Nombre [con amor placentero]”.

Aprendemos de Rebe Hillel que “la morada de su padre” se refiere a “el miedo de Itzjak”. Itzjak es el alma arquetípica de la sefirá de rigor, cuya experiencia interna es el miedo o temor. Por cierto, Iaakov describe a Dios como “el miedo de mi padre Itzjak”, señalando que experimentar al Todopoderoso despierta en su alma el sentimiento de temor. Basándonos en las enseñanzas de Rebe Hillel, también aprendemos que aparentemente, Itzjak siempre estaba escapando por su temor y miedo a Dios. Pero Iaakov, debido a su origen en el eje intermedio de las sefirot, que incluye amor y temor, pudo asentarse y tener temor a Dios junto con una total y absoluta anulación.

En otras palabras, Iaakov nos heredó el poder de anularnos a Dios que proviene la conjunción del amor y el temor al Creador. A pesar de su tremenda importancia, el temor a Dios no puede ser tolerado por el alma por un período muy prolongado de tiempo sin la inter inclusión del amor a Dios, porque la carencia de este amor lleva a que la persona se escape de la experiencia de buscar y sentir a Dios, porque no encuentra paz en su mente.

Antes de continuar, necesitamos ver cómo se conecta con las sefirot la noción de escapar o huir. El eje central de las sefirot, que en la terminología cabalística es llamada la “viga central” (בריח התיכון, bariaj hatijón), va desde la sefirá de la corona en lo alto hasta el reinado en lo bajo, conectando todas las estaciones intermedias. La palabra hebrea “viga” es בריח, bariaj, que sugestivamente proviene de la misma raíz (ברח) que “huir” o “volar”, בריחה, berijá, indicando que el eje central es bidireccional. Uno puede huir volando de abajo hacia arriba, desde reinado hasta la corona, o al revés. El temor de caer en el abismo hace que uno huya hacia arriba, mientras que el temor a Dios, Quien está por encima de todas las causas, escapar desde arriba hacia abajo.

De igual manera, podemos asociar el temor de Itzjak a Dios con el vector que baja por el eje central. Esta  dirección del movimiento por temor a Dios es descripta por Iejezkel en su visión de la carroza Divina. Específicamente, es el movimiento de “ir y venir”, de “correr y retornar” de los “vivientes” (jaiot, un tipo de ángeles). Rashi escribe: “Correr y retornar como un relámpago de luz”. Nuestros sabios asocian esto con el fogonazo que sale de la explosión del rayo y luego se revierte. Así, ellos [los vivientes], cuando introducen su cabeza en el firmamento por sobre sus cabezas, como está descripto [en la visión de Iejezkel] inmediatamente se retiran de la Presencia Divina que mora por encima de ese firmamento, bajando la cabeza rápidamente.

Pero recordemos que Rebe Hillel definió el temor de Itzjak como el temor superior, o temor que provoca una “anulación total y absoluta de nuestro ser”. Claramente, esto no es lo mismo que escaparse de Quien está por encima nuestro a causa de un terror repentino inspirado por el temor a Dios, porque este tipo de huida trata de preservar al ser, ¡no de anularlo! La capacidad de lograr la anulación cuando se siente temor a Dios es una cualidad especial del alma judía. Esto está en contraposición a los diferentes tipos de ángeles, que cuando perciben súbitamente a Dios, son sacudidos por un temor inferior y superficial.

En hebreo estos dos tipos de temores son diferenciados por las dos preposiciones diferentes que aparecen en las expresiones: יראה את ה', Iráa et Hashem, “Temer a Dios”, que representa el miedo o temor superior a Dios, mientras que el miedo inferior a Dios es llamado יראה מה', iraá meHashem, “temer de Dios”[30]

Entonces, debemos concluir que el temor de Itzjak por Dios produce una huida de abajo hacia arriba. El Zohar interpreta el verso “huye a tu lugar”, como refiriéndose al alma que retorna a su origen en la esencia del Todopoderoso. Ya dijimos que huir de abajo hacia arriba se origina en el temor de caer en el abismo. Entonces ahora podemos concebir el abismo como la experiencia de “ser”, de estar separado y diferenciado de Dios, que incita al alma a que busque su existencia verdadera y nunca separada en su origen, despertándola a un estado rectificado de total y absoluta autoanulación.

En el Zohar, el retorno a nuestro origen, o sea la unificación desinteresada con el Todopoderoso, está asociada con “ser absorbido en el cuerpo del Rey”. Pero lejos de ser una experiencia traumática, esta huida desde abajo es motivo de felicidad, alegría y risa, porque este es el estado permanente de Itzjak de temor a Dios, cuyo nombre significa “risa” en hebreo. Luego de su ascenso al regresar a su fuente de origen, el abismo se vuelve un objeto de burla para Itzjak. Por cierto el valor numérico de “abismo”, תהום, tehom, es igual a ישמעאל “Ishmael”.

En la Casa Gal Einai – Ierushalaim - 27 de Tamuz 5768

VIVIENDO CON EL TIEMPO - ESTUDIO DIARIO DEL JITAS

PARASHÁH VAIETZÉ DÍA 2

Basado en el Mensaje Diario de Torá del Lunes, 2 Kislev 5768 – Noviembre 12, 2007

 

MUNDOS, ALMAS, Y DIVINIDAD EN LA PARASHÁ

EL ESPACIO DE DIOS

La segunda palabra del segundo versículo es: “en el lugar” במקום, bamakom. Ya hemos mencionado que en este lugar Itzjak fue atado y colocado en el altar y donde eventualmente el rey Shlomóh habría de construir el Templo Sagrado: el monte Moriáh.

Esta palabra במקום aparece tres veces por el principio de nuestra parasháh:

“Él se encontró con el lugar”,[31] ויפגע במקום, vaifgá bamakom.

“Y durmió en ese lugar”,[32] וישכב במקום, vaishcav bamakom.

“Ciertamente, el Eterno está en este lugar”,[33] אכן יש הוי' במקום הזה, ajen iesh Havaiáh bamakom hazéh.

Estas tres instancias de la palabra “en el lugar” puede ser vistos como que corresponden a uno de los modelos más importantes enseñados por el Baal Shem Tov: Mundos, Almas y Divinidad.[34] El modo más sencillo de entender este modelo, es pensar en él como la descripción de tres diferentes niveles de revelación de Dios en la realidad: “Mundos” denota un estado en el que la naturaleza y las dimensiones físicas sólo son aparentes. En el nivel de los Mundos, existe una pequeña o nula revelación de Dios. “Almas” ya revelan a Dios, pero en un alto grado esta experiencia de revelación es aun subjetiva y no puede ser compartida por todos de forma igual. La “Divinidad” es una revelación completa de Dios, que puede ser experimentada de forma objetiva por todos.

En el primer ejemplo en el que aparece la palabra, no existe aún una conexión real entre Iaacov y el lugar. De hecho, lo opuesto es verdad. El verbo que significa “se encontró”, ויפגע indica una llegada repentina. El Midrash explica que Iaacov experimentó un cambio espacio-temporal similar a lo que hoy es llamado un pliegue en el entramado del espacio, al dejar Beer Sheba y llegar al Monte Moriáh (el lugar) el mismo día.[35] Esto es claramente una experiencia en la dimensión de los Mundos (espacio y tiempo), una experiencia que no involucra al alma, al intelecto subjetivo y a las emociones del que lo experimenta.

En el segundo ejemplo en donde aparece esta palabra, Iaacov es hallado acostado allí listo para dormir. Para prepararse para eso, Iaacov toma de las piedras del lugar y las coloca alrededor de su cabeza. Existe una planificación e intención en estas acciones, indicando un más elevado nivel de contacto con el lugar. Las palabras exactas de la Torá en este segundo ejemplo son: “y se recostó en ese lugar”. El pronombre relativo “ese” precede a “lugar”, e indica una familiaridad con el lugar.

EL MONTE DE DIOS

La primera vez que aparece la palabra “en el lugar”, Rashi escribe: La escritura no menciona qué lugar, pero (esto significa) el lugar mencionado en otra parte, que es el Monte Moriáh, concerniente a lo que dice: “Y vio el lugar desde lejos”. [36] [37] La visión inicial del Monte Moriáh –el lugar– fue desde lejos. Pero Iaacov ya tenía consciencia de esta ubicación y conscientemente se prepara para dormir allí. El conocimiento del lugar que tiene Iaacov, indica una relación en el nivel de las almas y la revelación de ese lugar –lo que será la casa de Dios– con el alma de Iaacov.

El tercer y último ejemplo de esta palabra aparece en el versículo: “Iaacov despertó de su sueño y dijo: ‘Ciertamente el Eterno está en este lugar, y yo no lo sabía’”. Es una revelación simple y clara de Divinidad, indicando una revelación en esa dimensión. Y que haya dicho “y yo no lo sabía” indica que esta revelación lo afecta a un nivel supra-consciente, relativo a un nivel consciente, que podría indicar una revelación que puede ser contenida por un alma. Ahora Iaacov llama al lugar “este lugar”, no solamente “el lugar” o “ese lugar”[38]. Este lugar alude a las profecías de Moshé Rabeinu, que comienzan con la palabra “este (o “esto” es lo que Dios ordenó), que los sabios describen como el nivel más alto de profecía, comparado a mirar a través de un cristal completamente traslúcido; una vez más, el nivel más alto de revelación Divina. Iaacov usa el pronombre “éste” dos veces más: “Éste no es otro lugar que la casa de Dios, y este, es el portal del cielo”.[39]

En esta dimensión sumamente elevada de Divinidad, la opacidad normal de la dimensión física que vela su esencia interior se disuelve y lo físico se vuelve translucido, permitiendo que pueda ser observado su aspecto espiritual interior –como viendo a través de un cristal. Los sabios relatan que la relación entre Dios y el espacio-tiempo es tal que “Él es el espacio del mundo, pero el mundo no está en Su espacio”. Así, cuando lo físico se vuelve translúcido, Dios puede ser visto como su realidad subyacente (su espacio-lugar). Pero aun así, no podemos identificar la realidad física con Dios, porque Dios no puede ser contenido solamente en lo físico.

Matemáticamente, el valor de “Él es su espacio” הוא מקומו, hu mekemó, es igual a “tzadik” צדיק, o “Él” הוא veces “bueno” טוב (12 x 17). “Del mundo” של עולם, shel olam, es igual a 2 veces “Rajel” רחל, o “poder” כח, coaj veces “bueno” טוב, tov (28 x 17)

 

LA REVELACIÓN DE DIOS

Ya mencionamos que los sabios interpretan la palabra “Y se encontró” ויפגע, vaifgá, como un rezo íntimo. También ya hemos notado que rezar en Cabalá es considerado el ejemplo más importante del trabajo de unificación, creando una unión entre el hombre y Dios, y entre varios partzufim, que sólo puede ser comparada a la unión entre esposo y esposa. Hasta ahora hemos descrito cómo estos tres ejemplos de la palabra “lugar”, forman una progresión en la revelación de la santidad de Dios, desde Mundos, a Almas, a Divinidad, relacionando esta revelación al individuo. Ahora, veamos cómo esta progresión puede ser vista en el contexto de la relación entre el marido y su mujer. Esto preparará el camino para nuestra siguiente exploración del establecimiento de Iaacov del rezo de la tarde.

LAS TRES ETAPAS DE LA PROCREACIÓN

Desde una perspectiva más amplia, las tres dimensiones de Mundo, Alma, y Divinidad, corresponden a las tres etapas de la procreación entre el marido y la esposa descritos en la Cabalá. La primera involucra la entrega de la esposa a su marido. El Talmud establece que una mujer no cierra un pacto, o sea no pertenece a un hombre, a menos que ella “se haya convertido en un recipiente”, un eufemismo para describir la primera copulación, cumpliendo un precepto de la Torá.[40]

La segunda etapa es la segunda copulación. Los sabios estipulan que una mujer no puede quedar embarazada en la primera copulación. El Arizal explica que esto es porque su propósito en la primera vez es manifestar la alianza entre ella y su esposo. Así, sólo durante la segunda etapa se produce generalmente la oportunidad del embarazo. La tercera etapa involucra el embarazo en sí mismo, cuando el óvulo es inseminado y se forma el feto. Claramente, estas tres etapas están descritas en la Cabalá desde su perspectiva espiritual tal como se corresponden uno a uno con las tres dimensiones de Mundos, Alamas, y Divinidad. Ahora, veamos cómo los encontramos referidos en los versículos.

UN SALTO EN EL ESPACIO-TIEMPO

Como mencionamos anteriormente, Iaacov experimentó un pliegue de tiempo-espacio, que en hebreo es llamado קפיצת הארץ, kfitzat haaretz, literalmente un salto de la tierra. La tierra (Monte Moriá), como si fuera, saltó hacia él permitiéndole completar su viaje en un tiempo milagroso. Este es un ejemplo del vínculo inicial que se forma entre la esposa, simbolizada por la tierra, que necesita dar un salto de fe para crear un pacto con su esposo, simbolizado por Iaacov. El vínculo de esta alianza es más bien algo instintivo, en el sentido de que es una decisión no consciente porque un pacto no es una expresión del intelecto o las emociones de la persona. Es descrito en Jasidut como un vínculo que está por encima de la razón y es inconsciente, y por lo tanto es independiente de todas las circunstancias. En cierto sentido, la primera etapa de la relación de una pareja sana no puede ser experimentada de forma consciente.

Entonces Iaacov se prepara conscientemente a dormir en el lugar. Esto corresponde a la segunda etapa de la relación, donde la pareja puede ocuparse de las diferentes preparaciones espirituales que incrementan la sacralidad y la presencia de Dios entre ellos. Como es explicado en Cabalá, la intención y el propósito que tiene la pareja en su acto de procreación define el tipo de alma que bajarán a este mundo en el cuerpo de su hijo (correspondiendo así a la dimensión del Alma, como vimos antes).

 EL HIERRO DE DIOS

En la tercera etapa, Iaacov llega a una completa conciencia de Dios, particularmente de Su Nombre esencial Havaiá. El significado de este Nombre proviene de la palabra “ser” o “venir a ser”, como volverse algo a partir de la nada. En nuestra experiencia diaria, el ejemplo más fuerte de llegar a ser/Havaiá es la inseminación del óvulo y la formación del niño en el útero. La exclamación de Iaacov “está Havaiá” en este lugar, alude al tercer socio, Dios, quien consuma la unión del óvulo y el esperma.

 Iaacov comienza su exclamación con la palabra “ciertamente” אכן, ajén, cuyo valor numérico en hebreo es 71. Esta palabra insinúa el futuro descenso de Iaacov y 70 de sus descendientes a Egipto, el hoyo de la tierra, también llamado el pozo de hierro. Hierro en hebreo es ברזל, barzel, un acrónimo también para los nombres de las 4 mujeres de Iaacov: Bilhah בלהה, Rajel רחל, Zilpah זלפה y Lea לאה.

EL PACTO DE DIOS

Las letras de “ciertamente” son también las letras primarias del Nombre sagrado אנכי, Anoji, que significa “yo”, que aparece en el versículo en donde Dios (אנכי) promete a Iaacov que lo acompañará y lo redimirá sin peligro de Egipto: “descenderé contigo a Egipto y también te sacaré”. El Nombre Havaiáh y los 70 de la progenie de Iaacov también están insinuados en las dos primeras letras "de Iaacov" יעקב. La letra, י (iud) es la primera letra de Havaiáh, el Nombre esencial de Dios. La segunda letra es ע (ain) cuyo valor numérico es 70!.

La guematria de la frase entera “el Eterno está presente en este lugar”,יש יהוה במקום הזה  es 541, también el valor numérico "de Israel", ישראל, el nombre que indica la revelación de Dios en el propio Iaacov y en sus descendientes, el pueblo judío.

“Ciertamente el Eterno está presente en este lugar” אכן יש יהוה במקום הזה, ajén iesh Havaiáh bamakom hazéh, es exactamente igual a la palabra “pacto” ברית; brit, y a la frase “y yo no sabía”, ואנכי לא ידעתי!, ¡veanoji lo iadati!

[1] Génesis 30:24.

[2] Véase Pesajim 88a; "Iaacov lo llamó una casa".

[3] Génesis 33:17.

[4] Éxodo 19: 3; Isaías 2: 5

[5] Ver Parashat Toldot con referencia al "servicio de aclaraciones" de Iaacov.

[6] Salmos 16:8

[7] Pirkei Avot 4:13.

[8] Aparece muchas veces en la historia de Purim

[9] Irmiahu 31:14

[10] Ver Pesajim 88a; “Iaacov la llamo Su casa.”

[11] Génesis 33:17

[12] Deuteronomio

[13] Salmos 16:8

[14] Bereshit 25:27.

[15] Rashi, Genesis 28:9.

[16] Rashi, Genesis 28:11.

[17] Ver Parashá Toldot y el Servicio de Clarificación de Iaacov.

[18] Salmos 16:8

[19] Rut 4:11

[20] Deuteronomio 29:28.

[21] Deuteronomio 33:28

[22] Hay un término legal utilizado en las leyes relativas a la propiedad: la “huella ocular” (טְבִיעוּת עַיִן, tviut ain). Al profundizar en estas leyes, surge claramente que hay dos tipos diferentes de impronta: la primera es una huella o impronta pasiva en la que un objeto de nuestra propiedad se imprime en nuestra vista. Esta es una tipo de huella llamada or jozer, relativamente "luz reflejada" o luz que vuelve. Así es como podemos explicar la opinión del Iam Shel Shlomo, uno de los grandes comentaristas del Talmud que escribe que la impronta general de la vista se basa en una impresión general que carece de una elección consciente. pero ver solo lo bueno que hay en los demás es un tipo de huella categóricamente diferente. Se puede tipificar como una forma activa de impresión visual, similar a lo que en la Cabalá se llama or iashar o "luz directa". Es muy especial  porque es capaz de enfocarse en un componente, según la intención del corazón que elegimos.

[23] Tania, Igueret Hakodesh 21 en nombre del Zohar (ver Taamei Hamitzvot del rabino Jaim Vital, parashá Ekev).

[24] Números 15:24.

[25] Isaías 60:21.

[26] Salmos 37:10.

[27] Pirkei Avot 2: 4.

[28] Torat Menajem 5714 v. 4 (Mishpatim), p.330.

[29] Shavuot 39a.

[30] Uno de los mejores ejemplos de esta distinción se encuentra en el primer capítulo del Libro de Ioná. El profeta huye de Dios, pero su huída lo lleva al fondo de un barco en medio de una tremenda tormenta donde se queda dormido, es decir, se anula ante la tremenda revelación del poder de Dios. Los marineros y los otros pasajeros muestran terror frente a la revelación de Dios y tratan de salvarse. Cuando enfrentan a ellos, Ioná les explica su inactividad (auto anulación): “Soy un hebreo, y temo a Havaiá, el Dios de los cielos Quien hizo el mar y la tierra seca” (Ioná 1:9)

[31] Génesis 28:11.

[32] Ibid

[33] Ibid. 28:16.

[34] Para una profunda discusión, vea la intruducción a Las Letras Hebreas.

[35] Julin 91b.

[36] Rashi en Génesis 28:11.

[37] Génesis 22:4.

[38] Esto, aunque el valor numérico de “este lugar” הזה , hazéh, y “aquel lugar,” ההוא , hahú son iguales

[39] Génesis 28:17.

[40] En principio, todos los pactos, es decir los compromisos verdaderos, que pueden ser realizados por seres humanos, se manifiestan a través de la realización de las mitzvot físicas. Esto está insinuado por la palabra "pacto" en el hebreo, ברית, brit, cuyo valor numérico es 612, que con el pacto de la carne (la circuncisión) iguala 613, el número de mandamientos positivos y prohibidos.

LA BÚSQUEDA DE LA PAREJA

Matchmaker, Matchmaker...

Toda persona que hace de casamentero, que se ocupa de formar parejas,  eventualmente tendrá que hacer frente a esta pregunta: ¿Para armar una pareja es mejor que el joven y la joven sean de una misma naturaleza o es preferible buscar personas de caracteres marcadamente contrastantes,  que se complementen entre sí y se sientan atraídos uno por el otro, como los polos opuestos de un imán? ¿Cuál tiene mayor probabilidad de éxito?

En la práctica, la respuesta a esta pregunta depende de quién hace el partido: En los lugares donde el partido se logró principalmente a través de los padres de la pareja, la tendencia es hacer todo lo posible para que coincidan, que sean semejantes. En los lugares donde los mismos jóvenes inician sus propias relaciones y deciden con quién se han de casar, nos encontramos con muchos casos de personalidades opuestas que se atrajeron el uno al otro y fueron felices.

Estos dos tipos de parejas también se caracterizan por tener diferentes costumbres en la escritura de las invitaciones de boda. Por un lado, están los que escriben:

"Está cordialmente invitado a la boda de nuestros hijos... [el nombre del novio]

con la joven de su edad (עִם בַּת גִּילוֹ ) [el nombre de la novia]"

que no sólo se refiere a la edad del novio y la novia, sino también a la similitud general entre ellos , como dos gotas de agua. Por otro lado, están los que escriben:

"Estamos felices de invitarlo al casamiento de [el nombre del novio]

con la elegida de su corazón ( עִם בְּחִירַת לִבּוֹ ) , [el nombre de la novia]."

Mientras que el primer tipo se refiere a un matrimonio entre personas similares, el segundo se refiere a un tipo de matrimonio en el que ambos pueden ser muy diferentes entre sí. Sin embargo, esto es justamente lo que los mantiene unidos.

Iaacov elige una esposa

Iaacov recibió la bendición de despedida de sus padres, pero se fue de su casa completamente sólo. Eligió una esposa sin siquiera una llamada telefónica a sus preocupados padres (al parecer, no había recepción en Jarán). La elección de Iaacov de Raquel como esposa fue totalmente "la elección de su corazón". Como dice el verso, incluso antes de que se casaran, "Y Iaacov amó a Rajel". Su relación comenzó literalmente con un amor a primera vista. Pero los padres de Iaacov, Itzjak y Rivká, nunca habían visto a Rajel antes del casamiento, y Labán, el suegro de Iaacov, no estaba para nada contento con su elección. A tal punto que Labán intercambió a Rajel y Le, contra la voluntad de Iaacov y sin ningún aviso previo.

Pensemos por un momento, ¿cuál la hermana era más similar a Iaacov? Rajel es "de bellas virtudes y de bella presencia”. Rajel tenía una personalidad activa, a tal punto que salía sola a pastorear las ovejas. Lea, por el contrario, era de personalidad introvertida, un poco aislada. Aunque era la hermana mayor no iba a pastorear los rebaños, se queda en casa. Así tiene tiempo para sus reflexiones intelectuales y para las lágrimas, como dice la Torá: "Y los ojos de Lea eran suaves [llorosos]". Hay algo acerca de Lea que se asemeja más a Iaacov, el "hombre sincero que se sienta en las tiendas" Incluso cuando nos fijamos en la generación de los hijos de Iaacov, vemos que la mayoría significancia espiritual que asociamos con Iaacov aparece en los hijos de Lea a través de las generaciones. Los levitas y los cohanim (sacerdotes) descienden de Levi, la Torá fue dada por medio de Moshé, quien era también un levita, y la familia real desciende de Iehudá. Por el contrario, los hijos de Rajel permanecen en un segundo plano, a tal punto que una parte importante de ellos fueron incluso separado por un período prolongado de tiempo de la nación judía (durante el exilio de las diez tribus).

Dos mundos se encuentran

Según la Cabalá, la pareja entre Iaacov y Leá es más elevada que la de Iaacov y Rajel. Lea es llamada "El Mundo Oculto", y Rajel "el mundo revelado". Lea representa el reino del pensamiento, mientras que Rajel representa el reino de la palabra. El alma de Iaacov tenía una profunda raíz oculta que era idéntica a la de Lea, que destacó y reforzó en su camino de Canaán a Jaran. En medio de este viaje, que pasó catorce años estudiando Torá en la ieshivá de Shem y Ever. Pero después de que el tiempo que pasó allí, se fue para seguir su vida en Jarán. Allí en jarán entró en contacto con la dura realidad del mundo exterior, y tuvo que hacer frente a estafadores y enemigos. Como resultado de la necesidad de confrontarse con la realidad exterior, Iaacov también estaba fuera de su núcleo interno o elemento. Y por eso no encontró nada particularmente atractivo en Lea.

Pero así como Iaacov era un "hombre sincero que vive en tiendas”, Lea también moraba en la "tienda" de su propia casa. Se la podría haber considerado más bien como su hermana o javruta (compañero de estudio), y no encontraba en ella nada del otro mundo. Si sus padres hubieran participado en la formación de la pareja, podrían haber aconsejado formar la pareja entre Iaacov y Lea. Pero en cambio siguió a su corazón que era atraído naturalmente por Rajel. Tenía algo en ella que le resultaba atractivo, algo que encontraba excitante y se enamoró, y casarse con ella era una aventura hacia nuevo dominio.

Sin embargo, Iaacov todavía tiene que casarse con Lea, así como con Rajel. Se podría decir que en lugar de sus padres, la Divina Providencia se aprovechó de la tortuosa maquinación de Labán para efectuar el matrimonio de Iaacov con Lea. Retroactivamente Iaacov entiende -y también nosotros- que Lea también es su pareja perfecta, porque es “una chica de su edad”. El origen de la conexión de Iaacov con Lea no es desde el corazón, sino que es una profunda relación intelectual que necesita ser reconocida, cultivada y apreciada, incluso si el devenir natural de las cosas, inicialmente, no conducen a que Iaacov quiera casarse con ella.

Muy por el contrario, parece que la idea de novela aquí es que la Torá aprueba aquí que Iaacov vaya tras el impulso de su corazón. Por lo general, la actitud de la Torá es de sospechar de las tendencias naturales del corazón, "La inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud" "Los pensamientos de su corazón se dirigen al mal todo el día." De hecho, si dejamos que una mala persona siga los designios de su corazón ¡nos meteríamos en serios problemas!

Pero Iaacov es un tzadik, un hombre justo cuyo corazón desea sólo cosas buenas, "el deseo de los justos es solamente el bien". Por lo tanto, Iaacov podía confiar en su corazón para decidir con total certeza que Rajel debía ser la base y la figura más prominente de su casa. Este enfoque se refuerza incluso después cuando Lea da a luz a más hijos que Rajel. De todas maneras a lo largo de toda esta historia, Rajel continuó siendo la esposa más amada de Iaacov.

Rajel redime

Sin embargo, el shiduj [formación de la pareja] no es el único problema aquí. En un sentido más amplio, los matrimonios de Iaacov con Lea y Rajel constituyen toda la historia del pueblo judío, los hijos de Israel (el otro nombre de Iaacov) y también la forma en que nos relacionamos con el Todopoderoso.

La relación de Iaacov con Lea es lo que podríamos llamar una forma de vida religiosa normal. La mayoría de nosotros no estudiamos la Torá y cumplimos con las mitzvot porque tengamos un instinto natural que nos lleve a hacerlo. Sin embargo, entendemos intelectualmente que este es el estilo de vida que se adapta a nosotros como judíos, y este es el sendero dorado que nuestros antepasados ​​pisaron. Los judíos religiosos también saben que necesitan dominar su atracción hacia caminos extraños y anular su voluntad para servir a la voluntad de Dios. En la terminología jasídica, este es el servicio que pertenece a la "personalidad Lea" (פַּרְצוּף לֵאָה , partzuf Lea).

Por el contrario, la relación entre Iaacov y Rajel es un estilo de vida natural. A primera vista, podríamos pensar que un estilo de vida natural no expresa ninguna conexión con Dios. Uno puede comer, beber, dormir, hacer el amor o andar en bicicleta naturalmente, pero todo esto es parte de nuestra vida secular. Pero en el momento en que nos acercamos al reino de lo sagrado, parecería que esos instintos naturales simplemente no quieren cooperar, y a lo sumo podemos esperar que no interfieran demasiado con nuestros esfuerzos ¡hacia lo Divino!

No obstante, estamos convencidos de que también tenemos una naturaleza judía innata que va más allá de nuestros instintos naturales. Ese profundo nivel de nuestra naturaleza judía está simple y naturalmente enamorada del Todopoderoso. Esto es a pesar de la distancia infinita que hay entre nosotros, como dice el versículo: "Dios está en los cielos, y que ustedes están en la tierra". De hecho, este mismo abismo produce esa fuerza de atracción entre dos polos opuestos que en última instancia se complementan entre sí. Esta es una razón por la cual el Jasidut explica que la parte principal de la redención es "reconstruir la personalidad de Rajel" (בִּנְיָן פַּרְצוּף רָחֵל , binián partzuf Rajel), que se refiere en última instancia a la revelación de una conciencia judía natural. Este nivel de conciencia no sólo observa la Torá y realiza mitzvot, porque "eso es lo que debemos hacer", sino porque eso es lo que nuestro corazón desea realmente.

Por eso podemos seguir a nuestro corazón si somos justos, y de hecho, toda la nación judía se llama una "nación de tzadikim (justos)", y en el futuro todos vamos a merecer actuar de acuerdo a nuestra conciencia judía rectificada natural.

Adaptado del libro del rabino Ginsburg en hebreo, Rujó shel Mashíaj [El Espíritu del Mashíaj] y Mejol Hakramim [La Danza de los Viñedos]

1 “Edad” (גִּיל , guil) también puede referirse a “fortuna” (מַזָל , mazal)

2 Génesis 29:18

3 Génesis 29:17

4 Idem

5 Idem 25:27. De hecho, la palabra “tienda” (אהל ) es la permutación de las letras de Lea (לאה )

6 Idem 8:21

7 Proverbios 11:23

8 Avot 2:4

9 Eclesiastes 5:1

 

LAS DOS ESPOSAS DE IAACOV – LEA Y RAJEL

En la parashat Vaietzé Parashat leemos el relato de los matrimonios de Iaacov y el nacimiento de once de sus doce hijos, las doce tribus de Israel. De hecho, Benjamin,  el nacimiento duodécimo hijo de Iaacov es también aludido en la parashá en palabras de Rachel con la que da sentido a nombre de José, "Dios añadirá [Yosef] mi otro hijo"

.
En contraste con Abraham y los hogares de Isaac, que aún contenía Ismael y Esaú, los elementos extraños que deben ser disipadas, la familia de Iaacov es un consumado "hogar judío" de la que el pueblo judío ha evolucionado hasta el día de hoy. El concepto de una "casa" es aplicable sólo a Iaacov, a partir de su referencia a la Montaña el Templo una "casa de Dios" y siguiendo hasta la próxima parashá, donde dice, "y me edificará una casa." Del mismo modo, el profeta se refiere a todo el pueblo judío en la "Casa de Iaacov."


Cada detalle que se menciona en la parashá sobre el desarrollo de la casa de Iaacov tiene una gran importancia, en esta ocasión se refieren a la diferencia entre sus dos esposas, Raquel y Lía.


Madre de dos

Es difícil decidir cuál de las dos mujeres es la más importante. Desde la perspectiva de Iaacov, está claro que ama a Rachel desde el principio y hasta el final. Él quiere que Rachel por su mujer, y es por esta razón en que él trabajaba catorce años en total atender los rebaños de Labán.
Por el contrario, Lea entra en la casa de Iaacov, involuntariamente, a través de truco artero Labán, y ella sigue siendo la segunda mejor, ya que los comentarios de Rashi sobre el versículo, "llamó a Raquel ya Lea" - "Primero llamó a Raquel ya continuación, Lea, ya que Rachel era el pilar de la casa. "No olvidemos que Lea es también conocida como" despreciado "(al menos en comparación con Rajel).

Sin embargo, desde el punto de vista de la divina providencia, Lea aparentemente tiene un estatus superior. Está claro que la columna vertebral de los judíos en todas las generaciones se basa principalmente en las tribus que han nacido de Lía, que también constituyen la mayoría en términos de números. La tribu de Leví, por ejemplo, se convirtieron en los sacerdotes y los levitas escogidos para servir a Dios (la "corona del sacerdocio"). Moisés, quien recibió la Torá directamente de la boca de Dios, también era de la tribu de Leví (la "corona de la Torá"). Del mismo modo, la tribu de Judá, otro de los hijos de Lea, recibió la "corona del reino", y de ellos vino el rey David y su pedigree. Así que vemos que los tres "coronas" que ofrece a los judíos se les dieron a todos los hijos de Lea. Además, ha habido muchas generaciones desde que los hijos de Raquel no forman parte integrante del pueblo judío (ya que el exilio de las diez tribus al final de la época del Primer Templo) y la mayoría de los judíos de hoy son descendientes de Lea. Incluso la palabra hebrea que significa "Judío" (יהודי) se refiere a la tribu de Judá (יהודה).

Pero Rachel y Lea son matriarcas. A pesar de que no seamos descendientes directos de Rachel, todas las tribus son intercambiables incluidos uno dentro del otro y cada uno de ellos incluye las facetas de todos los demás. Cada Judío es bienvenido a rezar a la tumba de Raquel en Beit Lejem o en la tumba de Lea en la Cueva de Majpelá en Hebrón. Podemos convertir a cualquiera de ellos como lo haríamos con nuestra propia madre, como un niño en brazos de su madre, o como un niño perdido que vuelve a casa para nido de su madre.


Aquí estamos tocando sobre las bases más profundas del hogar judío, el alma, las raíces del pueblo judío y nos revelan que se construyen a partir de dos pilares, Rachel y Lea, cada uno contribuyendo con su propio énfasis único e indispensable.


Un mundo oculto y un mundo revelado

Cabalá y Jasidut explica que Rachel representa la dimensión revelada de la realidad, mientras que Lea representa su dimensión oculta. Un ejemplo de la diferencia entre estas dos dimensiones se puede encontrar en la distinción entre el mundo de la halajá, la ley judía, en representación de dimensión revelada de la Torá, y el Midrash, la Cabalá y el jasidismo, que representan interior de la Torá, la dimensión más oculta.

Vinculación Rachel y Lea con los mundos revelados y ocultos se ancla en el revelado, el literal (pshat), es decir en los versículos de la Torá. Rachel se describe como teniendo ", hermosas facciones y un rostro hermoso", cualidades que son evidentes para todos los que la vean. Ella rebaños de ovejas de su padre solamente, mientras que su hermana Lea es aparentemente escondidos en casa. Todo lo que sabemos acerca de Lea es que sus ojos eran "suaves", que no significa necesariamente que no era hermosa, pero su belleza era ciertamente no es tan obvia como la de su hermana menor. Rashi explica que los ojos de Lea eran suaves del llanto, otra cualidad de alguien que esté involucrado en su mundo interior, a diferencia de alguien práctico (como Rachel) que tiene poco tiempo para llorar y las lágrimas...

Relación de Iaacov con Raquel y Lea también refleja esta diferencia entre el revelado y oculto el. Rachel es la esposa de revelado de Iaacov, a quien le atrajo conscientemente y en los que se identifica a su pareja en la vida. Por el contrario, Lea se oculta de Iaacov. Por supuesto que también es su esposa, pero Iaacov aparentemente no tiene este hecho en el primer plano de su conciencia. Sea testigo de la sorpresa inicial por la mañana después de la boda Lea, él creyó que él se había casado con Rachel, y no era consciente de la verdadera identidad de Lea. En otras palabras, Iaacov le encanta el aspecto revelado del mundo y por lo tanto se siente atraído por Rachel, pero no es tan atraídos con la dimensión oculta del mundo, razón por la cual no se interesa en especial Lea.


¿Dónde puedo encontrar a Dios?

Uno podría pensar que sólo las personas que tienen una comprensión de los misterios ocultos se siente cerca de Dios, mientras que los involucrados con el mundo material y su huella marcada en nuestros sentidos físicos no va a experimentar esa cercanía. Porque Dios, por supuesto, es el más oculto de todos. Pero esto es un error. Una conexión con lo Divino es tan importante y posible para aquellos que participan en la dimensión interna de la realidad y las personas involucradas con aspectos revelados de la realidad. Sin embargo, la conexión de cada uno forj con el Creador tiene un vector de fuerza diferente.


El individuo se inclina hacia la realidad las acciones de las dimensiones ocultas raíces de Lea alma. Este individuo debe girar hacia arriba para encontrar a Dios. Él o ella contemplan la Divina con creciente abstracción de la materia física. Este individuo se da cuenta cada vez más que en el mundo en que vivimos, Dios es completamente invisible y físico que oculta su origen divino, que es exactamente por qué su raíz alma es atraída a las dimensiones ocultas. Allí, paradójicamente, Dios es más evidente. Este individuo nunca puede realmente llegar a su meta final, ya que como intento de resolver el misterio de Dios llegue a más y más alto (o, algunos podrían decir, más profundo y más profundo), siempre hay otro nivel de misterio que tenemos por delante. Sin embargo, Dios sigue siendo infinitamente más allá de su alcance. Este es el secreto de suaves ojos de Lea, ojos que miran constantemente más y más profundamente en los secretos de Dios hasta que se cansan de contemplar estas luces brillantes y celestiales.

Por el contrario, el individuo cuya sensibilidad le conduzca ni su realidad revelada, las acciones materiales dimensión de Rajel raíz espiritual. Tal individuo no se encuentre asuntos ocultos muy reveladores. En su opinión, "Los secretos son para Dios, nuestro Dios." Sin embargo, él también encuentra a Dios, aquí en nuestro mundo reveló con gran sencillez, observando los mandamientos de Dios. La halajá por primera vez en el Shulján Aruj, el código de la ley judía, presenta una fórmula para encontrar a Dios aquí en la dimensión revelada de la realidad con la ley es: "establecer que Dios delante de mí en todo momento" es un gran principio de la Torá y la nivel alcanzado por los justos que caminan delante de Dios "Este es un pequeño y práctico con los pies en la tierra meditación que se adapte a la persona conectada con la realidad material: todas partes soy, Dios es el Rey que me mira. No hay secretos en esto, todo lo que se pone de manifiesto y evidente, corto y al grano.

Puede que no sea fácil vivir con esta conciencia constante, por lo que se trata de "un nivel alcanzado por los justos que caminan delante de Dios." Sin embargo, es la tarea de reforzar el nivel de revelado, hasta llegar a la conciencia de que todos los lugares que mira, vemos a Dios antes que nosotros. En este orden de ideas, el Rebe Levi Itzjak de Berdichev cantaba su canción "Dudele" ("du" en yiddish significa "usted"): "Arriba, Tú, abajo - Tú, al este, Tú, al oeste, Tú, al sur, Tú, al norte, Tú, "Por todas partes veo que eres tú, tú y tú otra vez..”

Iaakov necesita tanto Rachel y Lea


Amar a Raquel como él, Iaacov es al parecer un hombre de mundo revelado. Por mucho que él es una "tienda-habitante" y por mucho que a medida que estudia la Torá durante catorce años enteros, privarse de dormir todo el tiempo, sin embargo, su interés principal reside en este mundo se revela en la que debemos trabajar y que necesita una aclaración y rectificación (véase el artículo de la semana pasada). Esta es la razón por Iaacov no atrajo a Lea. Meditación sin fin sobre los secretos de Dios es un juego agradable, pero hay que rectificar el mundo revelado. Así es también como el jasidismo explica que la parte principal de la redención depende de "la construcción de la personalidad de Raquel" - ya que la dimensión oculta soportes ya rectificados, mientras que nuestra tarea principal es rectificar el revelado.


Sin embargo, en contraste con la opinión obvia de Iaacov, Dios quería que se casara con Lea también. Nunca debemos prescindir de nuestro interés por la dimensión oculta, y al final tenemos que unirnos con el revelado. Si tratamos de hacerlo con la conciencia simple y reveló que Dios es el Rey y está en frente de mí donde quiera que vaya, sin experimentar las profundidades del mundo interior, somos propensos a secarse. Tenemos que profundizar más y más profundamente en los misterios de la Torá, sondear las profundidades ocultas de su océano y luego la vuelta al mundo revelado aparecerá totalmente diferente. Rabí Levi Itzjak de Berdichev podía cantar el "Dúdele" sólo porque él estaba conectado con todo su corazón al mundo oculto.

En la misma medida, no podemos prescindir de la búsqueda de Dios en la dimensión revelada la realidad, porque la verdad es que, por muy maravilloso Lea la meditación de los secretos de Dios es, el conocimiento directo de Rachel de "Pongo a Dios delante de mí en todo momento" tiene algo aún más maravilloso sobre ella. Su asombro se presenta en forma de una conciencia del mundo reveló que admite que estamos infinitamente lejos de Dios. Su asombro nos infunde con un mayor sentido de la maravilla que experimentamos por reflexionar sobre las luces y los mundos de las esferas superiores, en donde Dios parece ser de alguna manera más cerca y más accesible.
Elevándose por mayor absorbemos Divinidad más y más, pero este es un proceso infinito y cada vez que conseguir algo finito, es como una gota en el océano en relación con el infinito en el que cada avance es relativamente parado en un solo lugar. Rachel comprende que al cielo en vez de subir por descubrir "luces altas" tenemos que saber ver la esencia que brilla en nuestro mundo. Por lo tanto, Rachel, en particular, que nos enseña las maravillas de Dios, incluso más que su hermana.


El misterio y maravilla

En términos jasídicos, meditando en las dimensiones ocultas de la Torá se describe como revelador "trascendente" la luz de Dios, la luz que rodea toda la realidad (y la conciencia), pero nunca se puede integrar completamente. Al meditar en las enseñanzas reveladas de la Torá se llama meditación de "inminente" de Dios la luz - la luz que llena toda la realidad y es inmediatamente accesible a nuestro intelecto.

En hebreo, "trascendente" (סובב) es numéricamente equivalente a "secreto" (סוד) y "inminente" es igual a la guematria de "maravilla" (פלא). A partir de ahora, podemos identificar Lea como la "mujer de misterio" mientras Rachel se describe mejor como una "mujer de maravilla."
Cuanto más alto subimos hacia la luz trascendente nos revelan los misterios superiores, y en contraste, el simple reconocimiento de que la luz de Dios es inminente su reino en la tierra revela

Bendición del rabino Itzjak Ginsbugh para todos

 Gal Einai en todo el Mundo

Que Hashem bendito Sea bendiga a todos nuestros buenos amigos, los judíos buenos del mundo, los piadosos de las naciones del mundo, todos los de habla hispana que hay en el mundo. Que desde este momento, se fortalezcan y continúen triunfando en todo lo que hagan, material y espiritualmente. Que haya bendición abundante en todo lo que necesiten.

 





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