El primer motivo es la llave que abre las puertas de la parnasá, el sustento.
El segundo motivo es que trae entendimiento.
El tercer motivo,
se
entiende de acuerdo al versículo de Shir Hashirim: “Aretes de oro te haré con
puntos de plata”, (Shir Hashirim 1:11) y el asunto es que en verdad surge un
interrogante, porque respecto al Mishkán está escrito Oro, plata y cobre,
primero oro y después plata. Y en el relato de los Seis días de la Creación,
está escrito “Y dijo Elokim sea la Luz y fue la luz. Esa es la luz de Abraham
Avinu alav hashalom, la luz de la jesed, bondad y luego está escrito que
emanaron las creaciones del segundo día, correspondiente a la sefirá de
guevurá, y al oro.
Y la respuesta es que la
Creación del Mundo fue con Jesed, como está escrito “el Mundo con jesed se
construirá. (Tehilim 89:3) Por eso se antepone Jesed, correspondiente a la
plata, a la Guevurá relacionado con el oro, pero el Mishkán, el Santuario del
Desierto, cuya finalidad era para que Hashem contraiga y oculte, por así
decirlo, a Su Presencia Divina, la Shejiná, para que more dentro de él, y toda
contracción y ocultamiento es de carácter de rigor, por eso primero está el oro
y luego la plata.
“Pero la palabra zahav,
oro, escrita allí está vocalizada con pataj, como está escrito “oro para el
balanceo”, zahav hatenufá, el oro de la ofrenda. Y este es el punto en bondad,
los puntos de jojmá. Y pataj proviene de la expresión petaj, abertura o portal,
y nos enseña que allí se abren y vienen todas las benevolencias, jasadim, y ese
es el significado de “aretes de oro te haré,” es decir, aunque en el santuario
te haré aretes de oro, con un carácter de tzimtzum, de todas maneras es con
puntos de plata, o sea con puntos de aberturas y puntos de jesed.
Por eso el Shabat
posterior a Pesaj siempre cae en la segunda semana de la cuenta del Omer, que
es la semana de la sefirá de Guevurá, de oro, pero que está punteado de plata,
puntos de apertura que nos muestran que Hashem nos hace aperturas y portales
por los que nos vienen todas las bendiciones. Y en cada apertura y portal hay
una llave, por eso se hacen jalot con forma de llave.
Si meditamos en esto,
vemos que el primer motivo es por ser una segulá para parnasá, sustento, y el
segundo motivo es por ser una segulá para tener entendimiento, y el tercer
motivo es porque es segulá para todos los jasadim, todas las cosas buenas que
Hashem tiene para nosotros, por eso no hay que limitar la segulá de la jalá con
forma de llave sólo para el sustento, sino para todo lo que dijimos.
Tenemos que agregar que
también el mérito de todos los preceptos involucrados en la preparación de la
jalá, hafrashat jalá, netilar iadaim antes de comer, la bendición de amotzí,
bircat hamazón, pueden ayudar también para la parnasá.
Shabat Shalom y que sea
la voluntad de Hashem que venga el Mashíaj tzidkeinu y no necesitemos de
ninguna segulá. Amen
¿Cómo se llamaba el
Rebe durante el Holocausto?
Historias del Rebe
Una Increíble Historia
del Holocausto:
A través de esta historia podemos conocer
mejor al Rebe de Lubavitch antes de ser "el Rebe", dónde estaba y qué
hacía.
La historia del rabino David Aharón
Newman
"Nací en 1934 en la ciudad de Vizhnitz, Ucrania.
Cuando era niño mis padres emigraron a Amberes, Bélgica, donde vivía una gran
comunidad de cincuenta mil judíos. Mis padres esperaban que allí sus vidas
fueran mejores.
Lamentablemente nuestra estancia en Bélgica no duró
mucho. En 1940 los alemanes invadieron Bélgica e inmediatamente comenzaron a
enviar los judíos a los campos de exterminio. Y nosotros, junto con muchos
otros judíos, nos vimos obligados a huir de Bélgica. Cruzamos la frontera y nos
mudamos a la vecina Francia. Tenía solo seis años en ese momento, pero estaba
bastante maduro para darme cuenta de que estábamos huyendo.
Llegamos a Marsella, donde vivieron mi abuela y sus
dos hijas -mi madre y su hermana. Allí vivía un grupo de jasidim de Jabad y
fuimos recibidos calurosamente, pero el problema era que no tenían nada para
darnos. La guerra continuó, no había suficiente comida ni refugio para todos
los refugiados que iban llegando. Y la situación fue empeorando.
En medio de la crisis y el caos que existía entonces,
mi familia tuvo que separarse y solo después de la guerra volví a verlos.
Mientras tanto, me enviaron a un orfanato en Marsella. Cincuenta niños vivían
en el orfanato, muchos tenían tres o cuatro años y algunos sabían que sus padres
habían sido asesinados, otros no sabían lo que les pasó. A menudo escuchaba el
llanto de niños que llamaban a sus padres, que no estaban allí para
responderles...
La guerra se intensificó y las cosas empeoraron. La
comida se convirtió en un producto raro y pasábamos muchos días con hambre.
Luego, a principios del verano de 1941, llegó nuestro salvador.
No sabíamos su nombre, lo llamamos 'Monsieur', señor en francés. El señor venía
con cestas llenas de baguettes, largos panes franceses y atún o sardinas, a veces
también papas. Se quedaba con nosotros todos los días para asegurarse de que
todos los niños hayan comido. Algunos estaban en tan mal estado que no querían
comer.
Los sentaba en las rodillas, les contaba historias, les
cantaba y les daba de comer con sus propias manos. Se sentaba en el suelo junto
a algunos de los niños, convenciéndolos que coman, e incluso dándoles de comer con
una cuchara. Y no se iba hasta asegurarse de que todos habían comido.
Era como un padre para esos tristes pequeños niños.
Conocía a cada uno por su nombre, aunque nosotros no
sabíamos el suyo.
Lo amábamos y siempre esperamos su llegada. Recuerdo a
un niño que estaba celoso de sus amigos que se sentaban en el regazo de
Monsieur y escuchaban sus canciones e historias. Fingió no querer comer para
llamar su atención, y sentarse en sus rodillas.
'Monsieur' llegaba día tras día durante varias
semanas. Y en mi opinión, muchos de los niños que estaban en el orfanato le
debieron sus vidas, si no hubiese sido por él, probablemente no estaría yo aquí.
La guerra terminó y regresé y me reuní con mi familia.
Salimos de Europa y comenzamos la vida de nuevo. En 1957 vine a vivir a Nueva
York. Mi tío me sugirió que fuera y me encontrara con el Rebe de Lubavitch. Por
supuesto que acepté y me fijaron una fecha determinada para el iejidut, los
encuentros privados con el Rebe.
Cuando llegó el día, llegué a la casa 770 en NY y me
senté a esperar mi turno, leí algunos salmos y vi la procesión de hombres,
mujeres y niños de todas las corrientes que venían a ver al Rebe. Finalmente llegó
mi turno.
El Rebe me sonrió y me saludó: "¡Das is Dúdale!
¡Este es David!"
Pensé para mí mismo ¿cómo me conoce por mi nombre? ...
Y de repente sentí que me desmayaba. ¡Estaba frente a Monsieur, el Rebe era
nuestro Monsieur. ¡Y él me reconoció incluso antes de que yo lo reconociera! ¡Increíble!
Después supe cómo llegó Marsella.
El Rebe y la Rabanit Jaia Mushka intentaban salir de
la Europa nazi y para organizar los documentos requeridos viajaban ida y vuelta
entre Niza y Marsella. Él debe haber escuchado sobre la existencia del orfanato
y el grupo de niños pobres que estábamos en él, y vino en nuestra ayuda.
¡Asombroso! Un genio de esta magnitud estaba realmente
ocupado alimentando a los niños huérfanos en ese momento: nunca olvidó que
salvar a los niños era lo primero, y nunca estaría agradecido de haber salvado
mi vida, y gracias a él hoy tengo nietos y bisnietos. 😱😱😱😱
¿Luto o alegría de vivir? Una reflexión para el día del Holocausto Una reflexión para el día del Holocausto de mi hija Jana Miriam. Para pensar y sentir.
Mis padres no son sobrevivientes del Holocausto. Tampoco lo fueron mis abuelos. De hecho, nadie en mi familia es un sobreviviente del Holocausto. Los padres de mis abuelos emigraron de Rusia, Polonia y Siria hacia Argentina durante o después de la Primera Guerra Mundial.
Mis bisabuelos europeos eran personas solitarias, gente letrada y con gran cultura de trabajo. El bisabuelo Azriel, por ejemplo, abandonó la observancia de las mitzvot cuando era un adolescente dejando atrás así también a su familia, cuando sólo, decepcionado y triste fue llevado al ejército ruso en medio de la guerra. Su historia es interesante, tal vez para otro momento, porque lo que me ocupa en estos días es la idea de que en ese entonces, su familia hizo 7 días de duelo por él, así como lo hicieron mis otros tatarabuelos por sus hijos ya que también se habían alejado del sendero de la Torá y las mitzvot.
Más tarde... no mucho después, fueron esos muchachos quienes lloraron e hicieron duelo por sus padres y, de hecho, por todos sus seres queridos ya que perecieron en el Holocausto. Se separaron guardando luto y ese luto continuó con ellos durante toda su vida, y también fue absorbido por la siguiente generación, mis abuelos. El recuerdo de mis abuelos paternos siempre viene acompañado de una sonrisa y un dejo de tristeza. Ambos nos amaron infinitamente, vivieron una vida solitaria, formaron una familia pequeña tan aislada del resto de la familia como lo hicieron sus antecesores.
Así que no, mis abuelos no pasaron por el Holocausto, pero la tristeza y el duelo fueron un elemento incrustado en su carácter, en el de la generación anterior a ellos y la generación que la precedió.
Sin embargo, este luto no llegó hasta mí porque mis padres eligieron dejar el dolor evidente, la tristeza y el aislamiento. Crecí en una casa abierta a todos, donde todo se hacía juntos, con música, Torá y mitzvot. Yo me digo en estos días tan locos: quiero continuar la tradición de la alegría y la unión. Quiero aprender del pasado y especialmente de los resultados del pasado para el presente y el futuro.
Actualmente vivimos una situación delirante en la que estamos un poco apretados con toda la familia, demasiado encerrados, demasiado ahogados y demasiado lejos de los demás. El sustento se tambalea, el futuro es incierto, contamos diariamente enfermos y muertos y luchamos por una rutina más o menos aceptable.
Lo que absorbamos nosotros y nuestros hijos ahora, es lo que se filtrará e incrustará en las siguientes generaciones después de nosotros sin que siquiera comprendan de dónde viene.
¿Qué será? ¿Luto o alegría de vivir?
Sea cual sea la elección que hagamos, así vivamos e inculquemos el silencio y el aislamiento mental y emocional o la alegría de tener muchos minutos de vida fructíferos, sea cual fuere nuestra actitud, estaremos inmortalizando el sacrificio de nuestros antepasados y el nuestro, plasmando por siempre el resultado: ¿valió o no la pena?
Esto no sucede solo un día por año o durante un minuto de silencio.
Ni el duelo por los que no están, por los que sufrieron y sufren, ni su conmemoración vienen a nosotros solo por 24 horas y luego parten. Estos viven en nosotros, son parte de nuestro adn y rige nuestro ser a cada instante.
Muchas veces he oído preguntas y más aún críticas sobre el punto de vista de la Torá con respecto al día del holocausto.
En homenaje a la sublevación del gueto de Varsovia, el gobierno israelí designó el 27 de Nisan como su oficial "Día del Holocausto y el Heroísmo", y en muchas comunidades judías el día se observa como un día de conmemoración anual del Holocausto.
Pero debido a la prohibición halájica de llevar a cabo homenajes fúnebres y otros eventos tristes en el mes festivo de Nisan, por ser el mes de Pesaj, la Salida de Egipto, el Gran Rabinato de Israel, y muchas comunidades judías ya desde antes de la creación del Estado, en cambio, observan el día 10 de Tevet, (día de ayuno por la destrucción del Templo De Ierushalaim) como un día para llorar y recordar a los seis millones junto a todos los que murieron asesinados por ser judíos en todas las generaciones, incluyendo a muchos cuyo iohrtzait (fecha de fallecimiento) sigue siendo desconocido.
¿Entonces, cuales el punto de vista de la Torá?
“y la persona viva debe darle a su corazón”, refiriéndose a que los que seguimos viviendo luego de ver partir a tantos otros, debemos darle un sentido a todo los sentimientos que nos embargan.
Esa es la forma judía de conmemoración. Dar sentido al duelo y al luto. No dejar que la conmemoración pase a ser una historia nada más, ya sea con plegarias para el alma de los que partieron, ya sea haciendo obras de bien todos los días, ya sea educando a la próxima generación con alegría y ganas de vivir de la mejor manera.
El día de la shoá, holocausto, es todos los días. Nosotros decidimos de qué manera lo conmemoramos.
Miri
Piensa Bien e Irá Bien
Una mujer desesperada le escribió al Rebe que todo estaba mal en su vida, el Rebe respondió:
En nuestro mundo todo es una mezcla de bien y mal, y uno tiene que elegir qué enfatizar, en qué pensar y en qué interesarse, porque en la vida de cada uno hay dos caminos: ver el bien a su alrededor o lo contrario. Y si se dice eso de todos, más aún en los hijos e hijas de Israel, que tienen una fe absoluta en la eternidad del alma, es decir, la eternidad de lo espiritual, es decir, el triunfo del bien, el triunfo absoluto, porque es imposible que algo que cambia y se va [como los pensamientos no buenos] no sea derrotado absolutamente por lo existente y eterno".
(Cartas Sagradas, Vol. 2, p. 41) (recibido de Jaia Mushka)
De una clase del congreso del movimiento Derej Jaim, “Sendero de Vida”, 5 de Nisan 5772
En el libro sagrado de Zohar está dicho en la parashá Tzav (en la traducción): “Rabí Jizkiá solía sentarse frente a Rabi Eliezer. Le dijo: ‘¿Cuántas luces se crearon antes de que el mundo fuera creado?’ Le dijo: ‘Siete, y ellas son: luz de Torá, Luz de Guehinom, luz de Gan Eden, luz de Trono de Gloria, luz de Templo Sagrado, luz de retorno, la luz del Mashíaj’”.
Crear un mundo nuevo
El Rebe de Lubavitch se ocupó de las palabras escritas en esta cita del Zohar, continuando las explicaciones de su padre rabi Levi Itzjak, y preguntó ¿cuál es la importancia de saber cuáles luces se crearon antes de que se creara el mundo? “¿en qué afecta al servicio de la persona y su tarea en el mundo?” Y la respuesta: “Por cuanto que la tarea del judío de estudiar Torá hace que el mundo siga existiendo… El servicio del judío tiene que ser similar y un ejemplo del acto de Dios en la Creación del Mundo”. Es decir. Nuestro cometido es “crear el mundo” de nuevo, y para esto tenemos primero que ocuparnos en esas siete luces, en especial en relación a la redención que es la finalidad de la creación del mundo y su perfeccionamiento.
Explicaremos brevemente de qué se tratan esas luces en tanto siete áreas-asuntos en que tenemos que ocuparnos hoy en día en relación a nuestra orientación de “crear el mundo de nuevo” en nuestra Tierra Sagrada. Una nueva realidad, una nueva sociedad, el Reino de Israel. Primero tenemos que crear siete luces y luego tomarlas e incorporarlas dentro de la realidad, y así llegar a una eventual rectificación, “muy rápido correrá su palabra.” [Tehilim 147:15] sigue en la clase
28 de Nisan: Tercamente con toda la fuerza 💪🏻
El rabino Abraham de Ior dijo una vez: La gallina estuvo empollando los huevos durante veintiún días, pero no salen pollitos de todos los huevos, algunos de ellos se quedan cerrados cerrados. Si los abres después, huelen muy desagradables por la descomposición. ¿Por qué es así? ¿Qué determina de qué huevo saldrá un pollito y qué huevo se pudrirá?
La respuesta es muy simple. La gallina empolla y empolla, pero cuando termina su trabajo y termina la fase de incubación, se vuelve hacia el huevo y le dice: "Hice todo por ti, te puse, te empollé, te calenté y te cuidé. Ahora te toca el turno a ti, para salir del huevo al aire del mundo tú, el polluelo, tienes que golpear con tu pico el caparazón con toda tu fuerza, romperlo y salir... porque nadie puede hacerlo por ti. La elección está únicamente en tus manos. Tu puedes levantarte y hacer la acción adecuada o quedarte adentro y pudrirte por siempre"...
El Rebe hizo todo por nosotros, todo lo que pudo, ¡ahora depende de nosotros!
Qué Hacer en Época de Dificultades
- Aumentar la Fe y al Confianza en Hashem - Yo Soy Dios Tu Curador
- Apegarse al Rebe, el Mashíaj de la Generación
- Aumento de Estudio de Torá y el interior de la Torá, Jasidut: Jitat: Jumash diario, Tehilim-Salmos y Tania
- Aumentar en dar tzedaká,+
- Cuidar la salud, seguir las instrucciones de la autoridad sanitaria del país.
Junto con el estudio diario de Jitas (Parashá de la semana, Salmos y Tania)
Además leemos los salmos (de acuerdo a los años desde el nacimiento más uno) del Rebe 119, la rabanit 119, el rav Ginsburgh 76, de la familia y amigos y los que deseen (de quien tiene 20 se dice el 21)
_________________________
EL PODER MESIÁNICO DE CURACIÓN
Curar Nuestra
Enfermedad General
La única enfermedad
discutida en la Torá que incluye las leyes correspondientes a sus
manifestaciones y a su curación es tzaraat. Esto hace de ella la
enfermedad arquetípica y que comprende a todas. Usualmente se traduce como
"lepra", aunque no está claro que se trate de la lepra común de
nuestros días, pero de todas maneras tzaraat es explícitamente una
enfermedad de la piel. Si podemos curarla, tendremos el poder, el conocimiento
y la visión para curar todas las enfermedades, lo que constituye un signo de la
llegada del Mashíaj.
Rectificar lo
Negativo
Como aprendimos de
nuestra meditación en la porción Vaikrá de la Torá, cada raíz de tres letras
del idioma hebreo tiene seis permutaciones posibles. En este idioma hay sólo
siete de esas raíces cuyas seis permutaciones tienen significado.
El antiguo maestro
de la cabalá, rabi Abraham Abulafia meditaba sobre una palabra hebrea considerando
las permutaciones de su raíz y contemplando el círculo de imágenes creado por
dichas permutaciones. Notablemente, sin importar qué raíz, por lo menos una de
las seis permutaciones tiene una implicación negativa, pero cuando esta
connotación negativa es meditada como parte del círculo completo, el conjunto
purifica y rectifica esta negatividad. Por otra parte, esta connotación
negativa es necesaria para la rectificación del todo. El mismo hecho de que lo
negativo sea necesario para completar el conjunto todo, rectifica la
negatividad. Este principio del lenguaje hebreo se aplica a todos los fenómenos
de la vida. Esto está bellamente ilustrado por nuestros sabios cuando nos
enseñan que para que nuestras plegarias lleguen a Di-s, el espectro completo del
pueblo judío, desde el más justo hasta el menos, debe estar incluido en
nuestras plegarias.
Las Seis
Permutaciones de Tzará
Exploremos el
círculo de imágenes creado por la raíz de tzaraat: tzara (tzadik,
reish, ain):
Raíz
Palabra
Significado
tzadik, reish, ain
tzará
lepra
tzadik, ain, reish
tza'ar
sufrimiento,
dolor
reish, ain, tzadik
ra'atz
romper
reish, tzadik, ain
ratza
Zurrar,
marcar (azotando con una correa)
ain, tzadik, reish
atzar
Detener
o controlar, previniendo una expansión anárquica
ain, reish, tzadik
aratz
respetar
(a un tirano) por su poder
Sanar el Ciclo de Tzaraat
En este ciclo todas
las raíces aparentar ser negativas y necesitan ser sanadas. Para realizar una
verdadera curación estas permutaciones deben ser experimentadas internamente,
dentro de nuestra conciencia. Para conseguir este objetivo, debemos adquirir la
capacidad de reordenar las letras hebreas, los ladrillos espirituales, para
crear nuevas permutaciones. La capacidad de crear y vivenciar cada permutación
está vinculada a alcanzar el nivel de la nada, el punto interior de la
sabiduría. Cuando se alcanza este punto de la nada se puede vivir y
experimentar realmente estas imágenes como un círculo.
Rabí Abulafia
enseñó que es preferible que estas imágenes aparezcan a alta velocidad,
alcanzando el máximo nivel cuando las imágenes aparecen simultáneamente.
Si podemos percibir
las seis imágenes aparentemente negativas de la raíz tzará simultáneamente,
hemos alcanzado la máxima velocidad, que proviene de nuestro esfuerzo por
alcanzar la nada. Este es el poder de sanar. Todas las enfermedades son
"algo", el mal. Sanar es el poder de alcanzar la nada.
La raíz del
Problema
Nuestros sabios
explican que la palabra tzaraat es un acrónimo de "el que emana
maldad", (motzi-ra), el charlatán. La enfermedad se origina de las
malas palabras que decimos de los demás (aunque sean ciertas).
Si examinamos la
raíz de esta enfermedad que abarca a todas las demás, tzará, en un nivel
profundo vemos que su primera letra es una tzadik, una "persona
justa". La Torá refuerza la conclusión de que el leproso del que se habla
en ella es un tzadik. Al describir a este enfermo en el versículo
inicial, (Levítico 13:3) lo llama "adam", "hombre",
la forma más elevada de los sinónimos del concepto ser humano. Los sabios
enseñan que aunque la tzaraat es el origen de toda enfermedad, ya no
existe como tal, porque hoy en día nadie está a un nivel de rectitud tal que
merece una enfermedad tan terrible.
El Tzadik que
tiene Mal
Las dos letras
siguientes de la raíz tzará son reish y ain, formando la
palabra ra, "mal". De esta manera, la raíz completa alude a
una persona justa que al mismo tiempo posee el mal. La explicación simple de
esta aparente paradoja es que esto se refiere a una persona completamente justa
que experimenta negatividad en su vida. Para nosotros es imposible entender por
qué Di-s, que es pura bondad y amor, somete al justo a malas experiencias.
Jasidut explica que
un tzadik que tiene mal dentro de si, se refiere a una persona que no es
cien por ciento justa. Aún tiene una pizca de mal, porque de no ser así sería
invulnerable a las cosas malas, y porque tiene esa partícula que tiende al mal
en las profundidades de su conciencia, está expuesto a que ocurran eventos
negativos en su vida. El propósito de este sufrimiento es rectificar la ínfima
partícula de maldad que aún existe en su interior. Si tuviera una cantidad
mayor de maldad en su alma, no sería un tzadik, sino una persona
intermedia, en cuyo caso no sufriría el mismo tipo de tribulaciones, en tanto
no sean relevantes a su rectificación particular.
Cuando un tzadik
sufre, esto no interfiere en absoluto con su fe en Di-s. Este sufrimiento
incluso realza su fe, por cuanto está contento de saber que todo lo que le
sucede proviene de Di-s y es definitivamente por su bien. Este es el origen de
su curación completa.
El Leproso en
las Puertas de Roma
De acuerdo con el
Talmud, antes de su revelación el Mashíaj es un leproso que se sienta a las
puertas de Roma (la Civilización Occidental). Cuando este leproso sana se
transforma en el Mashíaj revelado, pero mientras tanto es el máximo tzadik,
que de todas maneras aún lleva profundamente en su conciencia ese ápice ínfimo
de inclinación al mal. Esto es lo que le permite conectarse verdaderamente con
todo el pueblo, el gran tzadik ama al pueblo y no tiene necesariamente
la absoluta capacidad de diferenciar entre el lado bueno y el malo de la
persona. A niveles realmente elevados de conciencia, una persona es capaz de
discriminar lo sagrado de lo malo y amar sólo la santidad que hay en el otro.
Pero la mayoría de la gente, incluso un gran tzadik, no siempre puede
alcanzar esos niveles, al final de cuentas es más importante amar al prójimo,
incluso si esto incluye su maldad, que no amar. Paradójicamente, este punto de
mal es un requerimiento necesario para el tzadik, porque necesita esta
inclinación infinitesimal hacia el mal para poder identificarse con el mundo,
un prerrequisito para redimirlo.
La Rectificación
Mesiánica
De todas maneras,
los sabios dicen que tzaraat está asociado a lashón hara,
"la mala lengua". ¿Cómo se puede asociar esto con un tzadik?
Toda persona tiene
una chispa de Mashíaj en su interior, su propio potencial mesiánico que debe
manifestar y que está en proporción con su nivel espiritual. El tremendo
potencial mesiánico del tzadik permanece insatisfecho mientras el mundo
no le permita manifestarlo. Esto lo puede llevar a una profunda frustración
existencial. A veces, debido a esta frustración, el tzadik puede
expresar inadvertidamente algunas palabras negativas, culpando a la realidad
exterior por su incapacidad de ejecutar su potencial mesiánico. En cuanto, aun
inadvertidamente, culpa a otro, a su nivel ha hablado lashon hara, lo
que lo hace vulnerable al sufrimiento y a tzaraat. Esta vulnerabilidad
proviene de su crucial partícula de maldad en el interior de su conciencia.
Los pensamientos
del tzadik y la comprensión de su propia frustración existencial, en
tanto el Mashíaj no esté aquí, son la rectificación de su estado de
sufrimiento. La curación completa y verdadera para su frustración y enfermedad
es la manifestación del Mashíaj, quien traerá redención al mundo entero.
Libro Vaikra - Levítico
La Perashá de la Semana: Metzorá
UN DIAGNOSTICO CORRECTO
En las parashot de
Tazria-Metzora aprendemos acerca de la enfermedad de tzaraat (la lepra bíblica)
y cómo es purificado el individuo que sufre de ella. Aunque hoy en día no
tenemos manera de observar activamente las leyes de tzaraat, sin
embargo, el Baal Shem Tov nos enseña que cada palabra de la Torá tiene una
aplicación práctica para cada individuo, en cada lugar y en todo momento.
Siendo este el caso, vamos a meditar sobre un punto interesante. La Torá
enumera varios tipos de tzaraat: "Cuando una persona tiene una
ampolla, o una erupción o una mancha blanca". El principal signo de
impureza es que la lesión de la piel es de color blanco (como Rashi explica que
cada uno de estos tres tipos de tzaraat es más blanco que el
anterior). Los sabios explican que hay en realidad cuatro tipos de
"aspectos de la lesión": una "ampolla" (שְׂאֵת ), o una "mancha
brillante" (בַּהֶרֶת ), una "ampolla
inflamada" (סַפַּחַת הַשְׂאֵת ) o una "mancha
brillante inflamado” (סַפַּחַת הַבַּהֶרֶת ). La diferencia entre
estos cuatro tipos es en el tono específico de la lesión: la "mancha
brillante" es "fuerte como la nieve", la "ampolla" es
"como blanca lana", "una mancha brillante inflamada" es
"como el yeso del Salón" y una "ampolla inflamada " es como
una "membrana de huevo”. Estos cuatro tonos desde el blanco
brillante hasta el color blanco mate, son una reminiscencia de un catálogo de
pintura moderna en la que se puede encontrar una asombrosa riqueza de matices
sólo del blanco.
Experto en teoría
Pero ¿cuál es el significado de las diferencias entre
estos cuatro tipos de lesión en la ley judía? El Rambam (Maimónides) escribe:
"Todas estas cuatro lesiones son similares entre sí, ya sea para ser
indulgente o para ser estricto... ¿Cómo? Una lesión totalmente blanca como la
nieve o como la tiza de la Sala o como lana limpia o como membrana de huevo es
lo mismo que una lesión de color blanco tal como la apariencia de una mancha
brillante o tal como el aspecto de una ampolla o tal como una inflamación
-todos ellos se consideran como lo mismo. "Esto significa que, en
realidad, no hay ninguna diferencia entre los cuatro tipos, el aspecto de la
lesión puede ser de cualquiera de estos tonos o una mezcla de cualquiera de
ellos, cuando hay que decidir que si lesión es impura.
En ese caso, ¿por qué tenemos que distinguir entre los diferentes tonos? Rambam
continúa: "Si es así, ¿por qué los sabios los enumeran por separado?...
Con el fin de entender sus aspectos: todo cohen (sacerdote)
que no sabe los aspectos y sus nombres, cuando se le instruye y se le informa
-no verá la lesión hasta que lo entiende y lo sabe y puede decir “esta es una
mancha brillante y esta es su inflamación, esta es una ampolla y ésta es su
inflamación.” Es decir, que a pesar de que no hay ninguna aplicación práctica
en la distinción entre los cuatro tipos de lesión, sin embargo, ¡el sacerdote
debe saber cómo distinguir entre ellos! Esta es una ley muy inusual, tal vez
incluso podemos decir que es un poco extraña: con el fin de diagnosticar tzaraat en
la práctica y para declarar si una lesión es pura o impura, el sacerdote debe
ser experto en las definiciones ¡que no tienen aplicación práctica!
Pura sabiduría de la Torá
A primera vista todo esto parece ser enigmático, sobre todo a los ojos de los
positivistas que tienen un enfoque práctico para la vida. Un mecánico de
automóviles o un técnico en computación con razón podría protestar: Si el color
de las piezas que utilizo no hace ninguna diferencia y podría lograr los mismos
resultados, aunque yo sea daltónico, entonces ¿por qué necesito una formación
especializada en información que no tiene uso práctico alguno?
La razón es que la sabiduría de la Torá no se puede medir sólo por sus
aplicaciones prácticas. La Torá tiene un valor fundamental que es independiente
de su conveniencia. Se podría pedir a los miles de estudiantes que estudian
Torá en la ieshivá, todos los días o los muchos hombres que estudian el
daf-yomi (la página diaria de Talmud) si todo lo que aprenden tiene una
aplicabilidad práctica directa, y la respuesta será: ¡absolutamente no! El
Talmud contiene infinidad de temas, páginas y páginas de discusiones largas y
detalladas sobre situaciones hipotéticas que no tienen ninguna posibilidad
razonable de llegar a ser una consulta práctica. Sabios judíos de todas las
épocas se han estrujado el cerebro con estos temas en toda la seriedad, a tal
punto que incluso hay conclusiones prácticas que establecen cómo sería la ley
sería en tal caso, ¡a pesar de que es bastante claro que esta ley no se
aplicará en práctica! En efecto, parecería que el idishe kop (“la mente judía”)
tiene gran placer de tratar ideas abstractas que están alejadas del mundo de la
acción... Pero, ¿para qué los necesitamos?
La dimensión interior de la Torá explica que cuando estudiamos Torá estamos
constantemente ocupados con la realidad actual. Así como nuestro mundo físico
parece ser tangible y real, hay también otros mundos espirituales que no son
menos reales (similar a la teoría de los "muchos mundos" de la
ciencia moderna). La verdad es que esas leyes que no tienen expresión en el
mundo físico que perciben nuestros ojos, describen realmente una realidad que
es tangible en los mundos superiores (que la dimensión interior de la Torá
aborda en detalle).
La verdadera perspectiva de la Torá viene de lo alto: la Torá es ante todo
sabiduría pura que tiene que ver con una realidad más elevada de la verdad,
literalmente, la sabiduría propia de Dios, según la cual esa verdad recibe un
atuendo práctico en nuestro mundo. Incluso un tema que tiene que ver con temas
muy materiales, como "un toro que corneó una vaca", tiene su origen
en un mundo mucho más alto en el que un toro y una vaca simbolizan ciertas
cualidades espirituales, que "descienden" hasta que alcanzan una
expresión tangible en nuestro mundo como un toro real vivo y una vaca.
Obviamente, esto no significa que debamos subestimar la importancia de nuestras
acciones físicas en este mundo. La Torá no puede permanecer sólo en el mundo
abstracto mientras descuidamos el mundo físico: "Grande es el estudio del
Talmud, porque motiva a la acción", y "lo más importante es la
acción" (como el Rebe de Lubavitch resaltaba a menudo). Sin embargo,
también es importante reconocer la importancia esencial de la Torá y del
estudio de la Torá, incluso cuando se mantiene dentro de las paredes de la sala
de estudio.
La teoría es importante en la práctica
Muy probablemente casi todo judío que estudia la Torá puede apreciar la
importancia del estudio de la Torá, incluso cuando no tiene aplicación
práctica. Sin embargo, la citada ley relativa a tzaraat revela
un nivel mucho más profundo: el gran secreto de la Torá es que para llegar a
una conclusión halájica práctica uno debe estar familiarizado con las
definiciones abstractas ¡que no tienen aplicación práctica!
Esto significa que incluso el tema más abstracto de la Torá en realidad se
convierte en una ley judía práctica, ya que, si se quiere llegar a una
conclusión práctica, ¡también debe especializarse en definiciones abstractas!
Se podría decir que se necesitan dos títulos en Torá: un primer grado en teoría
y un segundo título en aplicaciones prácticas. Si, en teoría, es significativa
la distinción entre un blanco deslumbrante y un blanco mate, debes adquirir ese
conocimiento y saber cómo nombrar correctamente la lesión y sólo después
ocuparte de los detalles externos que se refieren directamente a la decisión
halájica (como el tamaño de la lesión, etc.) Aunque no sabemos todavía cuál es
exactamente el diagnóstico del color de la lesión y su nombre es pertinente,
sin embargo, sabemos que de acuerdo a lo que determina el Rambam, en principio
hay una importancia decisiva en la definición esencial, tanto es así que
alguien que no entiende no puede afirmar si es "puro" o
"impuro."
De hecho, en algún nivel profundo, incluso las definiciones fundamentales que
parecen estar alejadas de la realidad tienen realmente alguna influencia en el
diagnóstico práctico.
Entre el padre y la madre
En la terminología cabalística, el Santo Arizal dijo que tzaraat es
consecuencia de "la retirada de la luz del principio padre". "El
principio padre" es la luz de la sefirá de sabiduría, que se conoce como
"padre", en oposición a la sefirá de entendimiento, que se llama
"madre". Sabiduría es el punto del intelecto puro y el entendimiento se
apodera de este punto inicial y lo desarrolla en un ámbito más tangible. El
alma raíz de las personas que tienden hacia el estudio puramente intelectual se
deriva de la sefirá de sabiduría, mientras que la raíz del alma de individuos
con una actitud más realista proviene más del entendimiento.
Estos conceptos de "padre" y "madre" están relacionados con
nuestra asociación habitual familiar de los dos términos: la figura del padre
define la esencia y los principios de toda la familia. Él representa la tendencia
hacia la sabiduría, ocuparse de la sabiduría en aras de la sabiduría. La figura
de la madre representa la sabiduría práctica, el "entendimiento
adicional" que se da a las mujeres y el talento para entender cómo
funciona la realidad en la práctica.
Como tzaraat es el resultado de una retirada de la sabiduría,
indica una tendencia exagerada hacia el lado práctico de la Torá y la
negligencia de la parte teórica pura y la sabiduría de la Torá. A partir de
aquí podemos entender por qué la ley especial que exige que el sacerdote esté
bien versado incluso en el lado puramente teórico de la Torá es tan pertinente
aquí, porque tzaraat en sí se deriva de la retirada de la
sabiduría. Por lo tanto, con el fin de identificar y curar, ¡uno debe ser
particularmente consciente de las complejidades de la sabiduría!
Más profundamente, la sabiduría teórica ya puede ser identificada en la corona,
el poder supraconsciente del alma (que motiva al consciente). En el lenguaje
cabalístico, la sefirá de la corona tiene dos "perfiles": el
"Anciano de Días" (עַתִיק יוֹמִין )
y "el Rostro Extendido" (אֲרִיךְ אַנְפִּין ). Jasidut explica que la esencia interior del
"Anciano de Días" es el poder del placer espiritual en el alma, que
nos motiva a amar la vida (super-conscientemente, en contraste directo con el
"principio del placer" sensualista de la psicología moderna).
La esencia interna del "Rostro Extendido" es el poder de la voluntad
en el alma. Voluntad está más orientada a la práctica y por lo tanto se
manifiesta como la sabiduría práctica de la sefirá de
entendimiento, mientras que el placer es " placer simple", que se
manifiesta como el intelecto puro de la sefirá de sabiduría. De hecho, la
rectificación tzaraat o "llaga" (נֶגַע, nega) está en
realidad en convertirlo en "placer" (עֹנֶג, oneg), que es una permutación de las mismas
letras.
Ahora queda claro por qué la lesión debe ser evaluada a través de los ojos del
intelecto puro, porque el conocimiento teórico despierta la energía del placer
puro en el alma. Este es el deber del sacerdote, el "hombre de
bondad", cuya tarea es la de inculcar el amor y el placer entre las
personas.
Sanación individual y comunitaria
La forma en que se cura la tzaraat nos
enseña cómo curar el alma. Saber cómo curar enfermedades emocionales implica
verdaderamente más de lo que parece en el plano práctico directo. Cuanto más
elevados sean los niveles del alma a los cuales uno es capaz de acceder,
incluyendo las dimensiones más internas que pueden parecer estar separadas de
los síntomas físicos reales, uno puede descender más profundo en el sencillo
mundo práctico para curar el dolor de una persona.
Desde el individuo podemos llegar a la sociedad en su conjunto: es nuestro
deseo de encontrar una cura que corrija la situación actual del pueblo judío y
del mundo en su totalidad, a partir de rectificar la sociedad judía y la
política judía aquí en la Tierra Santa. Para ello, no basta mirar sólo la
dimensión mundana, necesitamos saber cómo analizar las raíces de la realidad,
para exponer las diversas enfermedades y darles nombres correctos, hasta los
más mínimos detalles de los distintos tonos de blanco. Una vez que hayamos
logrado esto, será posible alcanzar, con la ayuda de Dios, una rectificación
verdadera y entonces, como enseña el jasidismo, podremos transformar la
enfermedad (נֶגַע ) en placer (עֹנֶג ).
De una clase del Rabino Ginsburgh del 27 de adar 5768
*Meditación
diaria de Rab Itzjak Ginsburgh*
*Tazría-Metzorá
- תזריע.מצורה *
*Semana
del Domingo 30 de Nisan 5778 – 15 de abril 2018*
1. La tristeza
del Tzadik*
Cada
meditación una lección de Jasidut y Lashón Hakodesh
Nos encontramos con la aflicción de tzara'at
específicamente en los grandes tzadikim (individuos justos). La mano de Moshé
afligida con tzaraat, Miriam la Profetisa se volvió completamente
leprosa y está escrito acerca del Mashíaj que es un leproso. La sección sobre
las aflicciones en nuestra porción de la Torá se abre con las palabras:
"Una persona (Adam), si habrá en la piel de su carne". La palabra
Adam alude al tzadik, una "persona elevada". ¿Por qué el tzadik está
afligido con tzaraat?
El tzadik tiene el 'sentido' de la redención.
Él reconoce la bondad intensa de la redención futura y, como resultado, siente
la profundidad del mal que hay en el exilio. (A diferencia de las personas
comunes como nosotros, que no se sienten mal por el exilio). El tzadik tiene
una gran sensibilidad y literalmente siente los defectos a su alrededor en su
propia piel. La raíz de tzara'at, צרע, es un acrónimo de tzadik
veralo/el tzadik que tiene mal, צ-רע. Es un tzadik, pero se siente
mal y amargado por el mal que lo rodea.
צרע también es un anagrama para צער/tzaar/dolor.
Este es el profundo dolor del tzadik leproso, que hace despertar la gran
compasión de Di-s.
*Meditación
diaria de Rab Itzjak Ginsburgh*
*Tazría-Metzorá
–תזריע-מצורה*
y Sefirat Haomer
*Martes 2
de Iaar 5778 – 17 de Abril 2018*
*3- El
Aislamiento Temporario*
Cada
meditación una lección de Jasidut y Lashón Hakodesh
"Mientras dure la afección [nega]
estará impuro,
y por eso morará aislado fuera del
campamento". [Vaikrá-Levítico 13:46]
"¿Qué diferencia hay entre él y las otras
personas impuras, que lo obliga a aislarse? Porque con su discurso malvado,
separó al hombre de su esposa y a una persona de la otra, por eso se
separará" (Rashi). Estar solo en este caso es un castigo, medida de
medida. Esta persona afectada tenía un problema serio, en lugar de tocar [lagaat, לגעת]
suavemente, tocó [נגע,
nagá, como nega, afección] con toda su fuerza y causó destrucción. Por
esta razón, le surgió la afección, (nega, de la misma raíz que nagá/tocó)
y debe apartarse de todo contacto social.
Estar solo también puede ser positivo, como en
el caso de "Una nación que vive sola" [עם לבדד ישכן, am levaded ishcón,
Números 23:9]. La persona creyente busca oportunidades para estar a solas con
Di-s, y en verdad la soledad del leproso también se convierte en una soledad
positiva. ¿Cómo se hace?
Primero, el contacto no rectificado del leproso
con otras personas creó en él un bloqueo emocional hacia sí mismo. La impureza,
tumá, está relacionada con atimá/ insensibilidad-impenetrable y timtum/atontamiento.
El habla malvada constante y el chismorreo desvían al alma de la verdadera vida
interior a una experiencia externa y ruidosa (similar a una persona que está
totalmente inmersa en su teléfono celular y se olvida de vivir su vida
real...). Ahora debe desconectarse de cualquier contacto externo, entrar en su
yo y revelar su soledad en toda su evidente crudeza. Después de haber
descubierto su verdadero ser, finalmente alcanzará la pureza del alma. En ese
momento, el sacerdote saldrá del campamento para revisar al leproso y verá que
la aflicción se ha curado.
La parashá de esta semana es Parashá
Tazría. En el inicio del parashá se relata acerca de una mujer dando a luz
a un varón, y luego hay una mitzvá,ubaiom hashminí imol
besar orlató, “y en el octavo día su prepucio será circuncidado”. Entonces
está es la mitzvá en la Torá del brit milá, “el pacto de la circuncisión”.
Hay muchas cosas
diferentes que los sabios aprenden de este verso al inicio de la parashá. Una
de ellas es que el brit milá dojá Shabat, “el brit milá desplaza al
Shabat”. Ya que dice: ubaiom hashminí, “en el octavo día”, en el
octavo día tendrá que ser circuncidado. Eso significa el octavo día desde su
nacimiento. Si el niño nació en shabat, el octavo día es el siguiente shabat.
De lo anterior aprendemos que el brit milá se impone al
Shabat, pues circuncidar a un niño involucra hacer algo que de otra manera
estaría prohibido, es uno de los actos de trabajo que están prohibidos en
Shabat. Así aprendemos que brit milá es dojá shabat.
Y la continuación
de la parashá la Torá trata acerca de todas las leyes pertinentes a la
enfermedad de la lepra, tzaraat. Los sabios también aprenden algo
sobre lo cual el brit milá se impone, es dojé, que es la lepra. Si
en ese miembro de la circuncisión, del brit, hay alguna señal de lepra. En otro
contexto está prohibido contundentemente cortar el indicio de lepra, pero para
poder cumplir con la mitzvá de brit milá, no tan sólo es
permitido, sino que es recomendado cortarlo.
¿Cuál es la
diferencia entre estas 2 leyes? Una es que brit milá es dojé Shabat,
y la otra es que brit milá es dojé tzaraat, lepra. En relación a
Shabat solamente si este es el octavo día, pero si no es exactamente el octavo
día desde el nacimiento, si por alguna razón fue imposible realizar la
circuncisión el octavo día y ahora se tiene que realizar en algún otro día, en
Shabat no puede ser. Solamente brit milá bizmaná, “en su momento”,
si es realizada en el tiempo adecuado es dojé Shabat, sino, no.
En lo que respecta
a tzaraat, no importa en qué momento es, bein bezmaná bein
shelobezmaná, ya sea que fuese en el octavo día o en cualquier otro día,
brit milá siempre está por encima de la prohibición de cortar el signo de la
lepra.
¿Qué aprendemos de
lo anterior espiritualmente, en nuestras almas? Shabat es el placer, el placer
Divino, en el nefesh haelokit, el alma judía, el alma Divina. Estar
enfermo o estar sano tiene que ver con el poder de la voluntad, que es el
origen de la sangre en el cuerpo, la sangre es el alma, la sangre se relaciona
implícitamente con el alma, hadam hu hanefesh, incluso la sangre se
la equipara con el alma. Y el poder de la sangre para fluir, y para la persona…
para que el cuerpo esté sano, también para que el funcionamiento del alma sea
correcto, el origen de la sangre en la voluntad, es también un poder
supra-racional del alma, así como el placer es supra-racional, así también la
voluntad.
Cortar un signo de
lepra, que en otro contexto seria prohibido, significa que hay algo sobre brit
milá que corta las enfermedades. Es decir, que durante toda su vida la persona
protege su pacto. ¿Qué es brit milá? Es el pacto en la carne que tenemos con
HaKadosh Baruj Hu, Dios. Esa protección del pacto, es una manera de prevenir, o
de cortar enfermedades; es decir, corregir nuestro poder de voluntad.
El hecho de que
brit milá está por encima y desplaza inclusive al Shabat, significa que se
deriva en última instancia de un poder en el alma que está por encima del
placer, ¿Cuál es el único poder del alma que está por encima del placer Divino?
Es la fe simple y pura que nos motiva a estar siempre dispuestos a entregar la
vida por Hashem, esto es llamado mesirut nefesh, auto-sacrificio.
Así que el hecho de
que el brit milá representa, en el octavo día, cuando el niño es circuncidado,
que algo es implantado profundamente en el subconsciente de su alma: que él es
judío y que está siempre dispuesto a sacrificarse por Hashem. Esto está por
encima incluso de Shabat. Existe otra cosa que hace a un lado al Shabat:
es pikuaj néfesh. Si tengo que salvar la vida de una persona en
peligro, puedo también no respetar todas las actividades prohibidas de Shabat,
y hacer todo lo necesario para salvar una vida. Eso es pikuaj néfesh.
Así tenemos 2 cosas
que son dojé Shabat, que empujan al Shabat, es decir que desplazan
al Shabat, la circuncisión y el pikuaj néfesh, salvar una vida.
¿Cuál es la relación (entre ellas)? El hecho de que el judío tiene en su
esencia la disposición de sacrificarse, ese acto en sí es pikuaj néfesh, es en
aras de salvar al pueblo judío. El Pueblo Judío existe como una unidad
colectiva en virtud de que cada judío está dispuesto a sacrificar su vida por
Dios, por la Torá, por su pueblo.
En cierta manera,
se dice que el brit milá es verdaderamente preparar a un jovencito, a un niño
para que en el futuro de su vida sea un soldado, que sea un haial,
que sea un guerrero por Hashem, cuando sea necesario, que es, obviamente, un
estado de disponibilidad continua de sacrificarse.
Así que vemos que
el origen del brit milá proviene de lo más elevado de la
corona. La corona en Cabalá es el supra-consciente que tiene 3 niveles: el
nivel más elevado es la fe pura y simple, que motiva el auto-sacrificio; luego
viene el segundo lugar de la corona que es el principio del placer, el principio
del placer Divino, el Shabat. Y luego el tercero que es la voluntad Divina, la
voluntad para realizar la voluntad de Hashem, de todos los preceptos de la
Torá, y una vez más, la voluntad tiene que ver con el sano flujo de la sangre
que previene la enfermedad.
Así que si
mantenemos nuestro pacto fuerte, y protegemos el pacto, lograremos, desde el
nivel más elevado, lograremos el placer supremo, la voluntad suprema y
perfeccionaremos. Cuando la corona es perfeccionada, dice el Zohar que la
corona perfecciona todas las sefirot, todas los poderes del alma
son perfeccionados.
Que merezcamos,
especialmente esta semana, (la lectura de la Torá inicia con la circuncisión)
de circuncidarnos. La Torá dice que primero tenemos que circuncidar nuestros
corazones, que también hay un prepucio en nuestro corazón. Que merezcamos
circuncidarnos para servir a Hashem con alegría.
En la parasha de la
semana, parashat Tazría, está el precepto de la circuncisión, el brit
milá: “y en el día octavo circuncidará la carne de su prepucio”. "וביום השמיני ימול בשר ערלתו", ubaiom
hashminí imol besar orlató. Los sabios aprenden muchas leyes de este
verso, y hay un dicho de los sabios muy importante sobre la palabra “orlató”,
sobre la que dicen “orlató vadai”, “su prepucio cierto”. Si hay
certidumbre acerca de la sobre piel, orlató vadai, entonces el día
octavo circuncidará la carne de su prepucio”, entonces la circuncisión desplaza
al Shabat. La principal revelación que se aprende aquí, “y en el octavo día”,
es que si el octavo día cae en Shabat, es decir que el nacimiento fue en Shabat
y por lo tanto la próxima semana el octavo día caerá también en Shabat kodesh,
se hace el brit milá en Shabat.
Y teóricamente
fuera de este contexto el acto de la circuncisión sería una profanación
del Shabat, pero de todas maneras “la milá desplaza al Shabat si es
en su momento”, si la circuncisión es en su momento. ¿Pero cuándo? Sólo si “su
prepucio”, si es orlató, si es “prepucio cierto”. Ahora, ¿qué
quiere decir esto? Hay 4 explicaciones de los sabios, acerca de qué es “orlató
vadai”, que “prepucio cierto”.
Ante todo, antes de
decir las explicaciones, digamos que hay algo acerca del brit milá,
en especial cuando es una circuncisión en término, que determina en la psiquis
la certeza. Nosotros sabemos del Baal Shem Tov que Amalek- עמלק es de guematria safek - ספק, “duda”, una duda en la fe. Y hay algo en
el cumplimiento del pacto de la circuncisión, y del cuidado del pacto de la
circuncisión [el miembro sexual] que determina y establece una certeza en la
psiquis, y esto está insinuado en esta palabra, en la enseñanza de los sabios
“ orlató vadai ”, “prepucio o sobrepiel cierta”.
Ahora, hay en esto
4 explicaciones. Nosotros, para resumir, lo vamos a ordenar de acuerdo a
las sefirot, de acuerdo a י - ה - ו - ה :
La primera
explicación es que esto es para descartar a quien nace circuncidado. Hay
hombres especiales, personas selectas que nacen sin orlá, sin
prepucio, entonces no hay “prepucio cierto”, orlató vadai. De todas
maneraS, si nació circuncidado, está el precepto de sacar una gora de sangre
del brit. Pero si nace en Shabat, entonces está prohibido sacar esa
gota de sangre en Shabat, porque no tenía orlató vadai y
entonces hay que esperar al día siguiente, el domingo. No es posible realizar
el brit milá, es decir la insinuación, la alusión del brit
milá, que es hacer salir una gota de sangre; esto no se puede cumplir en
Shabat, sólo después. ¿Por qué? Porque no es orlató vadai.
Luego, quien nace
en el mes octavo del embarazo (no en el séptimo mes) puede ser que nació sano y
completo, porque nació prematuro pero no en el noveno mes, hay duda si va a
sobrevivir, si este niño es bar kaiama, si vivirá. Por eso quien
nace en el octavo mes, en Shabat, no se hace el brit milá el siguiente
Shabat, no desplaza al Shabat, porque no es segura su supervivencia.
Un tercer caso, si
un niño nace andrógeno, si tiene órganos sexuales de varón y de mujer, entonces
no es orlató vadai, no es seguro que sea varón. Y si no es seguro
un varón entonces no se lo circuncida en al octavo día si es Shabat. Después de
Shabat sí se lo circuncida, en el órgano masculino que hay en él, pero no en
Shabat.
Y el último caso,
que es el más simple, si nación bein hashemashot, en el crepúsculo,
al comenzar el Shabat o al finalizar, cuando no se puede establecer ciertamente
que es Shabat cuando nació, entonces tampoco se lo puede circuncidar el
siguiente Shabat.
Ahora, dijimos que
las cuatro situaciones, de acuerdo al orden en que las nombramos, corresponden
a י-ה-ו-ה en la psiquis:
a) La parte de la
iud, י, que es la
anulación en la psiquis, quizás lo expliquemos de acuerdo a la historia
conocida, de ¿por qué Abraham Avinu tuvo el mérito de la revelación de Dios, “Y
se le mostró Havaiá”? Porque también a la edad de 99 años todavía siente que
esta incircunciso, y “me tengo que circuncidar”. “Nuevos por la mañana”, cada
mañana el hombre nace de nuevo, pero parte de su anulación es sentir que
justamente por esto que soy nuevo, tengo ahora también una orlá,
una sobrepiel nueva, y tengo que circuncidarla. Esa conciencia de que
constantemente tengo que circuncidar el prepucio, es decir que tengo vadai
orlá, “prepucio cierto”, que no nazco circuncidado. Hay un beneficio en
esto de que el hombre sabe que no nace circuncidado, que tengo una orlá y tengo
que circuncidarla, comenzando por la piel gruesa, el prepucio del corazón. Esto
proviene del punto de autoanulación en la psiquis.
b) Que mi madre me
engendró, me hizo nacer completo, que nací sano, que tengo existencia, eso
depende de la madre. Entonces esta existencia mía, en el interior de la psiquis
es una certeza de biná, de entendimiento. Es decir, que en mi
entendimiento tengo certeza. No tengo dudas, dudas respecto a la normalidad, de
la existencia cierta de un razonamiento correcto en mí, de un intelecto
adecuado. Está claro que estoy en orden, nací de una madre de forma completa.
c) Que sepa con
certeza que soy varón, y no soy mitad varón y mitad mujer… Porque hoy en día a
veces hay confusión. Hay muchos problemas, de los más graves en nuestra
sociedad actual, de confusión entre varón y mujer, que la persona no sabe. E
incluso hay métodos, Dios no lo quiera sobre nosotros, para cuando alguien
quiere cambiar su sexo. Que un varón no es seguro varón, y quizás quiere ser
una mujer.
Ahora, trae la
Cabalá que en verdad en el momento del acoplamiento, en la unión del hombre y
la mujer, cada uno debe revelar de dentro suyo la interinclusión del otro sexo.
En términos de Cabalá esto se denomina
בן ד-מה ו- מה ד-בן,
“ban
de-máh umáh de-ban”
Es también el
origen de esta discusión de la parashá de la semana, “la mujer que engendra y
da a luz un varón”, que hace falta que la mujer revele su aspecto masculino que
hay en ella, y por su lado el hombre revelará su aspecto femenino. ¿Pero cuándo
funciona esto? Sólo funciona si cada uno sabe que yo soy mah o
yo soy ban, que soy un varón o soy una mujer. Justamente cuando hay
certeza, seguridad del sexo propio, entonces puede haber también interinclusión
del sexo opuesto dentro de mí. Entonces puede haber un apareamiento fructífero
entre los sexos, entre el “hombre y mujer que lograron que la Presencia Divina
esté entre ellos”, ish veishá zajú Shejiná beneiem.
Ahora, que haya
certeza del sexo, que yo soy varón, en la psiquis es la rectificación del
corazón, la corrección de las cualidades, en especial la última cualidad, que
comprende a todas, la sefirá de Iesod, el
fundamento, donde allí se determina el sexo.
d) Que esté claro
el momento, que esté claro que no nací en el crepúsculo, entre la puesta del
sol y la salida de las estrellas. A veces el concepto de “ bein
hashemashot ”, “entre las luminarias”, es un concepto cabalístico muy
profundo. Pero aquí, en nuestro tema, “entre las luminarias” introduce la duda
acerca del día en que nací. Tiene que estar claro el día, en qué día yo me
encuentro en la vida. En qué día es como decir en qué etapa de mis actividades
o de mi servicio me encuentro en la vida, que sea claro y preciso, esto también
determina respecto a la esencia de la circuncisión, que la circuncisión sea tan
fuerte, y verdadera y esencial, que pueda desplazar el Shabat. Esto es maljut,
como si fuera la certeza respecto al tiempo, también el rey necesita programar
sus actividades, sus tiempos, tiene que ser cierto y seguro que el día es día y
la noche es la noche y la mañana es la mañana, y tiene que ser “Havaiá reina,
Havaiá reinó, Havaiá reinará”, en los tres momentos, claro y cierto.
Entonces,
nuevamente, hay una costumbre, que está muy aceptada, que en el brit milá se le
da el nombre al niño. Respecto a Hakadosh Baruj Hu está escrito “cuando es
cierto Su Nombre eso es su alabanza”, así también el nombre, en el momento de
la circuncisión, tiene que implantarse, enraizarse la certeza en la psiquis, y
por consecuencia también recibe su nombre. ¡Este es tu nombre!
Esto es algo
también muy importante. Hoy hay mucho, como dijimos que hay mucha confusión
respecto a la determinación del sexo, también hay mucha confusión respecto a
los nombres. Todos los días las personas piensan que tal vez mi nombre no es
bueno, quizás hay que agregar, cambiar. Todo esto es una falta de certeza en la
psiquis. Esto, de manera sutil, es el mancillamiento del pacto, pegam
habrit, porque el brit es “ orlató vadai ”, “la sobrepiel
cierta”, es la fijación de la certeza en la psiquis.
Que Hashem ayude a
que logremos establecer la certeza verdadera, y entonces “ Ubá leTzión
goel ”, “y viene a Tzión el redentor”.
Al principio de la parashat Tazría [Vaikrá
12:2] hay una guematria muy bella, las palabras:
אִשָּׁה֙
כִּ֣י תַזְרִ֔יעַ וְיָֽלְדָ֖ה זָכָ֑ר
Isha
kitazría veialdá zajar
“Una
mujer que concibe y da a luz un varón”
Su guematria es
1305. Si tomamos a 1000 [elef, אלף] como alef, אלף,
y שה = 305, entonces nos queda la
palabra אשה, ishá, “mujer”. Es decir que
toda la expresión “Una mujer que concibe y da a luz un varón” suma “una gran
mujer”.
¿Qué nos dice esto
según la Cabalá? Cuando decimos sólo ishá, “mujer”, se refiere a la
matriarca Rajel, correspondiente al poder del habla en el alma, maljut-reinado,
la principal.
También está Lea,
el poder del pensamiento en el alma. Y hay una cuestión, la base fundamental de
nuestro Maestro el Baal Shem Tov: unir el habla con el pensamiento. De tal
manera que toda palabra que sacamos de nuestra boca tenga una intención
interior, profunda, con apego a Dios.
Entonces Rajel se
eleva como está dicho “¿quién es esa que sube desde el desierto?” [El
Cantar de los Cantares 3:6], desde el habla [midbar-desierto, la misma raíz
que dibur-habla]. Rajel se eleva para unirse con Leá, y entonces es
llamada La Gran Rajel, Rajel haguedolá.
Este es el secreto
de la “mujer que concibe y da a luz un varón”. La mujer simple, [ishá]
306 se eleva para llegar a ser 1305, al agregarle y por medio de “cuando
concibe y da a luz un varón” que suma 999.
Ahora, al comienzo
del libro de Vaikrá, “Y [Dios] llamó [a Moshé]”, ויקרא, esta palabra está escrita con una alef pequeña, alef
zeira. Y una de las interpretaciones en Cabalá es que en el Pecado del
Becerro de Oro, fueron quitados de Moshé Rabeinu 999 luces de las 1000 que
recibió durante la Entrega de la Torá. De esta manera le quedó una luz pequeña
que es la alef pequeña de la palabra vaikra.
Hay que llegar
desde el principio del libro de Vaikrá hasta la parashat
Tazría, “la mujer que concibe y da a luz un varón”, para restituirle a
Moshé Rabeinu las 999 luces que le fueron quitadas. Es decir que aquí hubo una
verdadera rectificación del pecado del Becerro de Oro. Esta es la rectificación
para traer al Mashíaj al mundo, “La mujer que concibe y da a luz un varón”.
En la parashat
Tazría están las leyes del metzorá[enfermedad similar a la lepra].
Al final está escrito que el leproso tiene que avisar su enfermedad en público.
¿De dónde aprenden esto los sabios? Del verso: [Vaikrá 13:45] “Y clamará:
¡impuro, impuro!” Tiene que avisar a todos que está impuro. ¿Por qué está
obligado a avisar? Literalmente para que no lo toquen y se impurifiquen, pero
los sabios dijeron explícitamente que no es sólo por eso.
Es para dar a
conocer su sufrimiento en público y sientan misericordia por él. Que la
multitud escuche que sufre, que tiene un gran sufrimiento, que está impuro, es
un leproso. Y ésta es la única posibilidad de que se cure, porque curarse
de esa lepra es un gran milagro. Entonces tiene que dar a conocer su enfermedad
públicamente para que todos se apiaden de él.
A partir de esto
explica el Baal Shem Tov el conocido dicho popular “después de un incendio la
persona se enriquece”. Pregunta ¿por qué se hace rico? Porque un incendio es
algo que se conoce públicamente, está revelado, no es algo que se pueda
esconder. Y la naturaleza las personas es ser misericordiosas, por naturaleza
del judío es misericordioso, es la primera señal de que es judío. Y en esencia
la misericordia del judío es una plegaria a Hashem, la plegaria se llama rajmei,
misericordias.
Así, cuando a
alguien se le incendia la casa, Dios no lo permita, es natural para el pueblo
de Israel y en general de todos apiadarse. “Piedad, se le incendió la casa”
piensan. Y ese sentimiento de misericordia es una plegaria a Hashem, y la
plegaria de la comunidad “Hashem no detesta”, Dios nunca desprecia una plegaria
en congregación.
Y este es el motivo
por el cual después del incendio la persona se enriquece, tal como explican los
sabios sobre el versículo “y clamará ¡impuro, impuro!
PREGUNTA:
Hermosa explicación, entiendo que el dar a conocer al pueblo su condición, es
para que se genere חסד, logrando que el pueblo hiciera plegaria, de tal manera que Havaia
al escuchar la plegaria, de חסד produce el milagro.
1. La
fuerza de la oración movida por חסד
2. Havaia
no enseña, como ayudar a los demás en su dolor, a través de la oración.
BARUJ
HASEM
RESPUESTA:
El sentimiento que genera es misericordia, que
es el poder interior de Tiferet, Belleza. Ese sentimiento nos
impulsa a dar al necesitado. Jesed da sin límite, no importa
si necesita o no. Guevurá, con su poder de limitación y rigor da
sólo al que se lo merece. Misericordia es la belleza de dar al que necesita
incluso si no se lo merece.
Parashat Tazría es
la número ז''כ, 27, zaj, zain jaf de la
Torá. ¿Dónde está insinuado esto en el principio de la parashá? Está escrito
[Vaikrá 12:2] “Mujer que fecunda y da a luz un varón”. La palabra
“varón”, zajar, זכר, se
relaciona con zaj, zain jaf, “puro”, y también con zejiá, זכיה, “ameritar” o “lograr”. Zaj,
significa ser merecer a través de purificarse.
¿Cómo da a luz el
ser humano un varón en su servicio a Dios, que es ser puro como el aceite de
oliva puro? A través de que fecunda antes. Como dicen los sabios que la mujer
que fecunda primera engendra un varón. Así también todos nosotros, cada uno es
como una mujer en relación con el Cielo, frente al Santo bendito Sea. Yo soy la
mujer, la novia del Cantar de los Cantares, y tengo que fecundar primero, que
significa producir un despertar desde abajo, hiteruta deletata en
Cabalá.
Y entonces logramos
dar a luz un varón, que es el mérito, el objetivo de la Torá, la Voluntad de
Dios, que seamos puros.
Al final del libro
Tania, y como todo va de acuerdo a la rúbrica, hay una expresión especial, algo
exclusivo que no figura en ninguna otra parte del libro. El Admur Hazakén
escribe en idish, con una gran conmoción y clamor del corazón, “¡guevald,
guevald, hasta cuando nos sucederá esto para vergüenza”. Se refiere a esas
personas que son irreverentes durante la plegaria en la sinagoga, hablan y
conversan sobre asuntos vanos, etc. Es una expresión sumamente fuerte,
“Guevald, guevald”, ¡qué violento! Busquemos una alusión numérica a esta
expresión, tal como él la escribe en el Tania. Suma 50 y 50, cada גוואלד, suma 50. ¿A qué está
aludiendo?
Seguramente estaba
refiriéndose a algo cuando escribió esto el Rebe Shneur Zalmen. Es muy posible
que se refería al verso de la parashá Tazría: “Y clamará ¡Impuro, impuro! La
palabra tamé, impuro, טמא, suma exactamente como guevald, 50. Impuro
impuro es guevald guevald, ¡hasta cuando nos sucederá esto para vergüenza! Esto
refleja verdaderamente el sufrimiento del enfermo de lepra que es sacado fuera
del campamento, pecó y produjo desunión. Así también, en vez de rezar con
intención produjo separación entre las almas, y ahora tiene que hacer una
reparación, tikún.
Así también podemos
entender qué significa impuro. Tal como explican los sabios, en su clamor
“impuro, impuro”, no está simplemente avisando “estoy impuro, cuídense de mí.”
No es esta la intención. Impuro, impuro es la expresión del sufrimiento más
profundo y existencial del alma, que es justamente guevald, guevald. El impuro
grita “guevald, guevald”, y lo grita porque se arrepintió y quiere retornar,
grita porque hace teshuvá.
La parashá de esta
semana, Parashat Metzorá, comienza con el proceso de la
purificación de la lepra. Después de que el sacerdote ve que (el leproso) ha sanado
físicamente, ahora debe ser sanado espiritualmente. El proceso de la
purificación espiritual involucra cuatro objetos diferentes: primero, debe
tomar dos pájaros puros vivos, tiene que tomar un trozo de madera de cedro,
debe tomar escarlata, una cinta escarlata producido del tolaá, de
un gusano, y tiene que tomar hisopo.
¿Cuál es el secreto
y la alusión de estos cuatro elementos, ingredientes en el proceso de la
purificación espiritual? Así Rashi y los sabios nos enseñan que las aves se
toman por qué una de las razones más importantes del volverse enfermo, en
lepra, en tzaraat, es que se ha hablado lashón hará, se
han dicho cosas malas sobre otra personas, otros judíos. Y como las aves
siempre están trinando, y “hablando,” es así que esto representa el habla.
Entonces, las aves tienen que tomarse para poder expiar las malas lenguas.
¿Por qué dos aves?
Porque a veces el habla puede ser buena, entonces, una de las aves es para
sacrificar y la otra se deja libre en el campo. El ave que es sacrificada, se
dice, que es para expiación por las malas palabras. El ave que queda viva y es
puesta en libertad es porque no hemos venido a anular palabras, sino sólo
queremos asegurarnos que todas tus palabras sean dedicadas la Torá y tefilá, a
buenas palabras, palabras comprensivas que ayuden a los demás, para eso es el
habla. Así que para eso son las dos aves.
¿Qué pasa con el
segundo ingrediente, el trozo de madera de cedro? Los cedros son los árboles
más altos y poderosos y representan la arrogancia del alma y por la arrogancia
se debe expiar. También es llamada gasut ruaj, espíritu burdo, y
este también es un gran motivo para la enfermedad, incluso tal vez mayor que
hablar mal, pues el hablar mal viene de una arrogancia interior del alma. De
esta manera, eso simboliza la altanería, la altivez de espíritu.
Algunos de los
comentaristas preguntan ¿cuál es el motivo por el que tomamos algo, por ejemplo
al ave que representa las mala lenguas y también la madera de cedro que
representa el mal sentimiento de a arrogancia? ¿Por qué tomamos las cosas malas
como ingredientes en el proceso de purificación? A esto nos referiremos en un
momento.
Las últimas dos
cosas de las cuatro son remedios explícitos, por que como dijimos el escarlata
lo tomamos de un gusano porque “ shni tolaá ”, es un gusano,
esas son las palabras que aparecen en la Torá. Y el gusano representa santidad,
tal como lo dijo el Rey David de sí mismo: “ anoji tolaá lo ish ”,
“soy un gusano y no un hombre”. Y en otro versículo el Rey David dijo de sí
mismo: “ haiti shafal veenai ”, “soy muy bajo ante mis propios
ojos”. Así que ese sentimiento de ser como un gusano es un estado de bajeza
existencial del alma, que es un fundamento muy positivo y necesario para
nuestra habilidad de ser verdaderamente altruista hacia los demás y de servir a
Dios con alegría.
La última de las
cosas es el hisopo, es exactamente lo opuesto al cedro, el cedro es el árbol
más grande y el hisopo es una planta pequeña. Entonces, estudiamos que si la
persona era altiva y altanera, y arrogante como un cedro, tiene que rebajarse
como el gusano y el hisopo, esof.
¿Por qué tiene al
cedro como parte del remedio? Uno de los comentaristas dice que para poder ser
inferior ante mis propios ojos, como el Rey David, tengo que recordar y siempre
tener presente en algún lugar de mi conciencia, el conocimiento de que en mi
esencia tengo ego y que tengo un súper-ego, y que tengo un ego exagerado, que
provenían de estilo de vida anterior y ahora hago todo el esfuerzo posible para
bajarlo, de bajarme. Y debido a que tengo esta exagerada expresión de ego, que
fue la causa real de mi enfermedad, pero ahora tengo que hacerme como el gusano
y el hisopo para poder superarla. Pero tengo que retenerla (la causa de la
enfermedad) en mi conciencia. Esta es una de las interpretaciones de porqué se
utiliza la madera de cedro como parte de los ingredientes de la purificación.
Otro comentarista
dice que después que tuve éxito disminuyendo mi ego, en ocasiones puedo
regresar y utilizar mi ego para bien, eso en jasidut se le conoce como hithafja,
“dar vuelta”, transformar completamente el ego en una fuente de bien, pues a
veces hay lo que es llamado anavá psulá, falsa humildad, que es
humildad impura, negativa, aparenta humildad, pero no es para nada bueno.
Si alguien dice “no
soy lo suficientemente bueno para salir y hacer una gran campaña para ayudar al
prójimo, para ayudar a la comunidad, es algo enorme para mí, a eso se le conoce
como “ anavá psulá”, “mala humildad”. En ocasiones la persona tiene
un ego positivo y se dice a sí misma, voy a tomar la iniciativa y voy a
esforzarme tremendamente, y Hashem, por supuesto, me ayudará si tomo la
iniciativa, pero yo tengo que tomar la iniciativa. Y eso es usar su ego, que
“yo lo puedo hacer”. Está utilizando su ego positivamente.
Entonces, estaa fue
otra interpretación muy importante, que el etz erez, el árbol de
cedro tiene que permanecer inclusive después, no está allí sólo para recordarte
lo que fuiste en el pasado, sino que es algo que alude, frente a ti, delante de
ti, a donde tienes que ir, que tienes que lograr para ser realmente grande
en kedushá, en santidad, y ser capaz de hacer grandes cosas.
Así que en realidad
aquí tenemos 3 fases que corresponden al paradigma el Baal Shem Tov llamado
sumisión, separación y dulcificación. La sumisión es simplemente reconocer que
tengo que disminuirme a mí mismo, disminuir mi ego. La separación es aludida a
–en esa interpretación- que aunque disminuí mi ego, tengo que tenerlo presente
pues es responsable de ser capaz de alcanzar shiflut, bajeza.
A veces se dice que
la maldad ayuda y apoya al bien. La expresión en palabras del Baal Shem Tov es:
“ hará kisé la tov ”, “la maldad es un trono para la bondad”,
porque al compararme siempre con donde estaba antes, a donde voy y lo que soy,
con la ayuda de Dios, de alguna manera ya comencé a elevar el ego. Hay algo
sobre la presencia del etz erez, el árbol de cedro que representa
la arrogancia y gasut haruaj, en el remedio que fue responsable de
mi habilidad de llegar al shiflut. Es decir que tuve que haber
estado enfermo para ser sano. Así que hay algo sobre la enfermedad que me hizo
ser mejor que cómo estaba antes.
Pero después la
máxima dulcificación, que es llamada la máxima hithafja, invertirlo
y transformarlo en bien, es aquello que antes era malo, la arrogancia, ahora se
convierte completamente, 100% un modo y una fuerza de trabajar y actuar con
bondad en el mundo, que, una vez más, significa tomar una gran iniciativa para
hacer grandes cosas.
Y la más grande
iniciativa es que nosotros podemos traer redención al mundo, podemos traer al
Mashíaj al mundo y podemos traer sanación al mundo. Y este es el proceso de
sanación que esta descripto al inicio de parashá Metzorá.
La parashá de la semana, parashát
Metzorá comienza [Levítico 14:2]
זאת תהיה
תורת המצרע ביום טהרתו והובא אל הכהן
“ zot
torát hametzorá veiom taharató, vehuva el hacohen ”
“Esta
será la Torá del metzorá en el día de su purificación y es
llevado al sacerdote”.
Se podría pensar
que la palabra metzorá figura muchas veces en la Torá. Pero
para gran sorpresa, esta palabra figura sólo una vez en toda la Torá,
justamente al principio de esta parashá, zot torát hametzorá. En
toda la parashá anterior, Tazría, donde están los principios de las
leyes de la persona metzorá, no figura ni siquiera una vez la
palabra metzorá, sino que dice tzarúa, pero no de esta forma
como metzorá.
En todo el Tanaj
hay otras 9 veces la palabra metzorá, o sea que en toda la Torá está 10 veces,
siendo que en los 5 libros de Moshé sólo está 1 vez, zot torát
hametzorá veiom taharató. Esto significa que hay algo esencial -aquí es
el keter, la corona de las 10 apariciones- y en Keter el metzorá está
puro, “ Esta será la Torá del metzorá”.
Sin embargo, hay
quien dice que como esta forma gramatical metzorá figura sólo
una vez en la Torá, aquí, este es el motivo de que Reish Lakish explica en la
Guemará que metzorá es motzí ra, “dar mal nombre”. Y sólo si
escribimos metzorá, con mem מ, se puede explicar así. Esta explicación de Reish Lakish es
sobre este verso porque no hay otro donde figure de esta manera. Y hay quien
dice también que resalta lo especial que hay en esta única vez que figura metzorá en
la Torá.
Sea como sea,
dijimos que esta es la única vez, y hay otras 9 veces metzorá en
el Tanaj. Una de ellas es que el rey David maldice a Ioav, después
que Ioav asesinó, derramó sangre suya. Derramó la sangre de Avner ben Ner, el
ministro de defensa de Israel, y que quería unirse al rey David, y lo envidió
por supuesto, porque él quería ser el ministro de defensa y lo mató. Entonces
David lo maldijo “no te acerques a la casa de Ioav, es gonorreico y metzorá,
etc”. Dicen los sabios que esta maldición con que David maldijo a Ioav, recayó
sobre sí mismo, ¿por qué? Porque a partir de ese momento quedó en la cabeza de
David la idea de vengarse de Ioav, matarlo. Y por cuanto que esa fue su
intención y le ordenó antes de morir a su hijo el rey Shlomó, que cierre
cuentas con Ioav, y así verdaderamente lo hizo. Por cuanto que tenía planeado
dañar a Ioav no tenía que haberlo maldecido. Si quieres maldecirlo, maldícelo,
y ya; quieres matarlo, hazlo, pero no se hacen las dos cosas al mismo tiempo. Y
debido a que tenía en mente matarlo, su maldición regresó a sí mismo. ¿Cómo
regresó la metzorá? No es que volvió, sino que así como maldijo a toda la casa
de Ioav, a toda su simiente, también regresó a David y a toda su descendencia.
Y por eso hubo un descendiente de los reyes de Iehudá, de los reyes
importantes, Uziahu el rey, que se enfermó de tzaraat. Y también
hay un motivo, por supuesto hizo algo para ser castigado con esta enfermedad,
pero que el rey Uziahu haya sido castigado con esta enfermedad, así aprenden
los sabios, es la maldición de David que volvió a sí mismo. Es decir que no se
cumplió en Ioav, sino que recayó en la casa de David.
Entonces, ante todo
aprendemos aquí una regla importante de educación, que si se quiere dar un
castigo, Dios no lo quiera –a veces es necesario dar un castigo- está prohibido
dar dos castigos. Así se puede aprender un fundamento de la educación. Si
deseas hacer algo como dar un castigo, tiene que estar claro, como el Rebe
anterior escribe en el libro “Reglas de Educación y Guía”, tiene que estar
claro para el niño o al educando, el por qué del castigo, por qué es justo. A
fin de cuentas tiene que sentir que el castigo era justificado. Así tiene que
ser con el castigo que ayude. Pero es una regla importante no dar dos castigos.
Como aquí, si quieres de una manera o de la otra, pero no las dos al mismo
tiempo, dicho entre paréntesis.
¿Quién otro
era metzorá en el Tanaj? En la Torá sabemos que Miriam la
profetisa era metzoraat. ¿Quién era metzorá en el
Tanaj? Era Naaman. Y también con Naaman sucedió
algo similar a la
historia de David, que maldijo a Ioav y recayó sobre sí mismo. Naamán se
enferma de tzaraat y va a Eliashá el profeta, quien realiza
entonces uno de los prodigios más grandes. Le dijo
tenía que sumergirse 7 veces en el Iardén (Jordán) y al final a duras
penas cumple las cosas que le pidió el profeta, se sumergió e inmediatamente se
curó, de una manera maravillosa y completamente extraordinaria, entonces con
gran emoción vuelve hacia Elisha y le dice que a partir de ahora
(era el comandante del ejército de Aram, no era judío) sólo acepto a Hashem,
que hay un sólo Dios.
Entonces le quiere
dar algo a Elishá pero este se niega. Tiene un alumno, Guejazi. El alumno desea
el dinero, trasgrede los Diez Mandamientos, la regla general última, como
estudiamos en extenso, lo tajmod, “no desearás”. Elishá no quiere
recibir recompensa o pago por la curación. Entonces [el alumno] sigue a Naaman
y le dice que si de todas maneras tiene algo para darle. Naaman con sumo placer
le entrega el dinero y Guejazí regresa a Elisha. Elishá por profecía sabe lo
que sucedió. Entonces le dice que la tzaraat de Naamán se te
contagiará a ti y a tu simiente por siempre. Y así sucedió verdaderamente.
¿Qué vemos de estas
dos historias? Que tzaraat es algo que puede transferirse, que
puede cambiar de dirección. David maldice a Ioav y de repente vuelve hacia sí
mismo. Aquí Naamán era metzorá, y se cura y de repente había algo
“colgado del aire”, una tzarat condicional, que repentinamente
se escapa de Naamán y también a causa del pecado de Guejazí se contagia a
Guejazí. ¿Quién fue después metzorá ? Uziahu.
Hay una alusión muy
bella, que estos últimos tres personajes del Na”j [los Profetas y las
Escrituras] (sobre Miriam se relata en la Torá). Pero los 3 del Na”j que
fueron metzoraim, Naamán, Guejazí [la tzaraat huyó
de Naamán y llegó a Guejazí] y luego Uziahu en el que se cumple la maldición
cuando David maldijo a Ioav. Las iniciales de los 3 es נגע, nega, que es el nombre de la llaga de la tzaraat en
la Torá, “ nega tzaraat [Tihié baadam, “estará en el hombre”].
Entonces vemos que
la nega aquí es el secreto de Naamán, Guejazí y Uziahu. Hay
que meditar en estos 3 que conforman la alusión tan clara y dirigida de
la nega, la llaga. Nega, está escrito en el Libro de la
Formación, que así como “no hay en el bien más elevado que el placer [ ענג, oneg ], no hay en el mal
más bajo que la llaga [ נגע, nega ]”. La señal es que esos 3 que forman la palabra nega están
hundidos en el “no hay en el mal más bajo que nega ”, están
hundidos dentro del mal. Salvo que en el caso de Naamán, por el mérito de que
al final cumplió con la palabra de Elishá, que era para santificar el Nombre
del Cielo, entonces la tzaraat se elevó de él. Pero Gajazí
“ameritó”, entre comillas, que continúe en él, y así él se hundió, en vez de
Naamán que estaba hundido en las profundidades del mal, ahora Guejazí se hunde
en las profundidades del mal. De acuerdo a la Cabalá hay mucho que decir acerca
de Guejazí. También los sabios dicen que por lo que hizo después, que levantó a
los becerros de Ierovam en el aire por medio de brujería, y todo tipo de
brujerías y otras cosas que hizo. Y en los libros de Cabalá está escrito acerca
de sus reencarnaciones, que se relacionaba con “el hombre aquél”, etc. etc. Fue
una historia para nada simple la tzaraat de Guejazí, y cómo se
hunde en “no hay en el mal más bajo que llaga, nega ”.
Ahora, siendo que
su opuesto es “no hay en lo bueno más alto que placer, oneg ”,
indica que nega (llaga) es un oneg (placer)
al revés. O sea que son los placeres del ser humano, es hundirse dentro del
placer de este mundo.
Ahora, también
Uziahu, que también quería ser sumo sacerdote, es también como una persecución
obsesiva tras el placer. Está escrito que Cohen Gadol (el Sumo Sacerdote)
es ahavá betaanuguim, “amor con placeres”. Pero este no es un
asunto tuyo, eres un rey no un sumo sacerdote. Este fue el pecado de Uziahu.
Ahora, que la tzaarat se le “burlaba” como en el aire, como
dijimos, era la maldición de David a Ioav.
De todas maneras,
todos ellos están hundidos en los placeres de este mundo. Esa es la llaga,
la nega, y por lo tanto su rectificación es salir de eso y llegar
al placer Divino, Oneg Elokí. Como dijimos del Sefer Ietzirá que
“no hay en el bien más elevado que el placer [ ענג, oneg ], y en contraposición, no hay en el mal
más bajo que la llaga [ נגע, nega ]”.
Y de aquí
aprendemos que la parashá de la semana, la parashá Metzorá, es la
purificación del metzorá. Como dijimos existe una sola vez la
palabra metzorá, מצרע, en toda la Torá, que también la palabra metzorá suma 400, que
es 20 al cuadrado, es un número perfecto, que alude a los 400 shekel
kesef, ciclos de plata que se transfiere al vendedor de Abraham Avinu, que
es Taf [400] almín dekisufin, ת עלמין דכיסופין, “los 400 mundos del deseo”.
En Cabalá este número metzorá, 400, es el número del placer
infinito de los justos en el Mundo por Venir.
400 ciclos de
plata, 400 mundos del deseo, el placer Divino.
Que El Santo
Bendito Es nos haga meritorios justamente en esta parashá, que toda la llaga
mala se transforme en el placer sagrado, nega ra - oneg shelkedushá.
Que todas las aguas amargas, malas, inferiores, se conecten todas y se
transformen en aguas superiores dulces, en agua de la Torá, del interior de la
Torá, y así se cumplirá “Y un manantial saldrá de la casa de la Casa de Dios, y
alimentará el arroyo de Shitín”. Todos aquellos que están hundidos en la nega,
en la estupidez [shtut] del arroyo de Shitín. Y el arroyo de Shitín pasará a
ser “Y un manantial saldrá de la casa de la Casa de Dios” que endulzará todas
las aguas del mundo.
¡Profundamente
retador! Jasidut es desafiante esa dialéctica de la constante búsqueda de lo
Divino sin lograr alcanzarlo ( se desplaza continuamente y
multidimensionalmente!) la dinámica es sumamente gratificante, Moreh un
tip práctico para llevar a cabo en la práctica, hoy aquí y ahora esta
enseñanza, bvkshh? Shabat Shalom!!!
RESPUESTA: Dar tzedaká:
Nivel
uno: por mostrar que uno es generoso.
Nivel
dos: por ayudar al prójimo.
Nivel
tres: porque Dios nos ordena hacerlo.
Nivel
cuatro: porque al cumplir el precepto me uno
a Dios.
Nivel
quinto: porque hago la voluntad de Dios sin
por que, sin un motivo.
A medida que
nos vamos refinando, ya sea a través de los años o de las reencarnaciones, nos
elevamos en árbol. Estos cinco niveles corresponden a las letras del Nombre de
Dios de abajo hacia arriba:
1
letra hei,sefira de Maljut, partzuf
nukva de zeir anpin, poder de acción, mundo de Asiá, nivel
de nefesh en el alma.
2
vav,jesed a iesod, zeir anpin,
emociones, Ietzirá, ruaj.
3
hei,biná, ima, intelecto, Briá,
neshamá.
4.
iud, jojmá, aba, sabiduria, Atzilut,
jaiá.
5
punta de la iud, keter, adam kadmon,
supraconciencia, Or Ein Sof, iejidá.
VIVIR CON JASIDUT
TAZRIA 5776
Cuando una mujer tenga un
varón lo circuncidará al octavo día
No hay comentarios:
Publicar un comentario