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miércoles, 6 de noviembre de 2024

5785 LEJ LEJA El mes de JESHVAN

 BS"D



LEJ LEJA      לֶךְ־לְךָ

Génesis 12:1-17:27  Haftara: Isaias 40:27 - 41:16

 




MATERIAL DE ESTUDIO

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LA FUERZA DE LA PALABRA

Un propietario de la aldea de Mezhibuzh tenía una disputa con otro judío de la misma aldea. En medio de la pelea, entraron a la sinagoga, donde el Baal Shem Tov estaba sentado con sus discípulos. En el calor de la discusión, el judío le gritó de repente a su oponente: "¡Te destrozaría como a un pez!". En ese instante, el Baal Shem Tov ordenó a sus discípulos que entrelazaran sus manos y se pararan a su alrededor con los ojos cerrados. Él mismo colocó sus santas manos sobre los hombros de los dos discípulos que estaban junto a él. De repente, los discípulos gritaron aterrados, pues en su visión interior vieron cómo el hombre realmente desgarraba a su oponente como a un pez…

Con esta historia, Rabí Israel Baal Shem Tov mostró a sus discípulos que cada fuerza tiene un impacto, ya sea en forma material o espiritual, perceptible solo con sentidos más elevados y refinados.

(HaIom Iom, 29 de Tishrei)

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ESTUDIO DE TORÁ PARA TODAS LAS NACIONES
La cuarta revolución en el estudio de la Torá se ha convertido en un concepto fundamental en las enseñanzas del Rav Ginsburgh. Es la revolución de la difusión de la Torá para todo el mundo, que sigue a tres revoluciones previas en la expansión de la Torá: la redacción de la Torá Oral (por Rabeinu HaKadosh), la autorización del estudio de Torá por pago (por Maran Beit Yosef) y el estudio de la Torá para mujeres (por el Jafetz Jaim).

¿Cómo se puede hablar de cambio y revolución en nuestra Torá eterna, que es una verdad Divina inmutable? En su profundidad, cada nuevo descubrimiento verdadero en la Torá genera un cambio, e incluso a veces una revolución, hasta el punto de que se puede ver la Torá eterna como una "Torá nueva". Hashem le dio al pueblo de Israel, los que se esfuerzan en la Torá, la fortaleza especial para provocar un cambio en la Torá: agregar al "no hay ‘verdad’ sino la Torá" de la Torá Escrita, el "no hay ‘fuerza’ sino la Torá" de la Torá Oral. La valentía sagrada de los estudiosos de la Torá, llena de humildad y disposición para reconocer públicamente los errores y cambiar de opinión, impulsa a todo el mundo hacia su rectificación y su verdadero propósito.

Las clases que impartimos y todas nuestras publicaciones abordan las dos facetas que se revelan en la Torá, en Israel y, por así decirlo, también en Hashem –el aspecto eterno, inmutable, y el aspecto de fortaleza, lleno de capacidad de cambio positivo. 
¡Una misión revolucionaria! Participa y comparte para traer la redención a todas las naciones.

❣️Shavua Tov uMevoraj (buena semana) ❣️
☀️Jodesh Tov uMevoraj (buen mes) ☀️

💎💎Para la elevación del alma de💎💎
MOSHE CALMEN BEN ITZJAK.
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💎💎 PARA CURACIÓN COMPLETA DE💎💎
ITZJAK FEIVISH BEN BREINA MALKA

PARASHÁ LEJ LEJA – MAR JESHVAN 5785

 

ES TIEMPO DE LA CUARTA REVOLUCIÓN

 

 


https://youtu.be/hcKvnh6jJcI

 

Jeshvan es siempre un momento de normalidad. Es el único mes en el que no hay absolutamente nada: ni un día festivo, ni un día de ayuno, ni nada. Es como un martes de la semana; no es el principio ni el fin, sólo está en medio. Entonces, ¿qué hacemos con Mar Jeshvan, un mes al que los rabinos de la antigüedad incluso le agregaron el título de Mar Jeshvan, "amargo"? No hay nada en él. Podríamos imaginarnos tomando prestado de los muchos días festivos anteriores y posteriores para agregar algo a este mes vacío. ¿Qué hacemos?

 

 

ENTRE NOSOTRAS 🌸 

LA MARAVILLA DE LA UNIÓN ENTRE LO SERES HUMANOS

 


 

https://youtu.be/VTWZrOc-l-8

 

 




CALENDARIO HEBREO: el mes de Jeshván

 

JESHVAN: EL SENTIDO DEL OLFATO

 

 

Por el rabino Nir Menussi

 

El sentido del alma de Jeshván es el olfato - el más espiritual de los sentidos. Al desarrollar el sentido espiritual del olfato, uno puede identificar la esencia de las cosas incluso sin experimentarlas directamente.

 

 

 

Según la Cabalá, el sentido del alma asociado con el mes de Jeshvan es el sentido del olfato.

Aunque el sentido del olfato es sólo uno de los doce sentidos del alma (y también uno de los cinco sentidos corporales), puede considerarse como la encarnación del concepto de "sentidos del alma" en general. La característica central del sentido del olfato es que percibe sustancias sutiles e invisibles que flotan en el aire. De manera similar, el propósito de los sentidos del alma es identificar cualidades delicadas en la realidad que no son captadas por las facultades ordinarias del alma. Así como una persona sin sentido del olfato podría percibirlo como un sentido casi "telepático" (mucho más de lo que la vista y el oído parecerían a una persona ciega o sorda, que necesariamente son conscientes de su discapacidad), así también los sentidos del alma no pueden definirse con precisión, y una persona que no haya experimentado uno de ellos puede encontrar difícil creer en su existencia.

La conexión del sentido del olfato con el conjunto de los sentidos del alma se expresa en el hecho de que la palabra “ריח”, reiaj (olfato) está relacionada con “רוח”, ruaj (espíritu). El sentido del olfato, el más sutil y delicado de los sentidos, es también el más “espiritual” de ellos. Así, los sabios dijeron que es el único sentido del que “el alma obtiene placer” y que no fue manchado por el pecado de Adán y Eva. De hecho, el profeta nos dice que el Mashíaj, que vendrá al Final de los Días, juzgará a las personas basándose únicamente en el sentido del olfato: “Olerá el temor a Dios, y no juzgará por la vista de sus ojos ni decidirá por lo que oigan sus oídos” (Isaías 11:3). Quizás por esta razón, al Mashíaj se le llama en otro lugar “el espíritu de nuestras fosas nasales” (Lamentaciones 4:20).

El hecho de que el sentido del olfato pertenezca específicamente al mes de Jeshván también refleja su naturaleza general, ya que la palabra "חשון" (Jeshván) contiene en su interior la palabra "חוּש", jush (sentido). Además, incluye "חֹשן", joshen (peto), una palabra que representa a las doce tribus cuyos nombres estaban grabados en las piedras del pectoral que usaba el Cohen Gadol. Esto también se insinúa en la tribu correspondiente a Jeshván y al sentido del olfato: la tribu de Menashé, cuyo nombre está compuesto por las letras de "נשמה", neshamá (alma), que es el alma de la nariz.

Aquellos que no probaron el sabor del pecado

El olfato está conectado con el gusto, hasta el punto de que a menudo parecen dos "facetas" de un único sentido. Cada uno tiene su desventaja y ventaja con respecto al otro: el gusto nos proporciona el sabor de algo de la forma más vivencial, pero para que esto ocurra, debe introducirse directamente en nuestro cuerpo (lo que supone un inconveniente importante en el caso de alimentos poco saludables, por no hablar de venenos). El olfato, en cambio, aunque sólo nos da una impresión sutil del sabor, nos permite percibirlo sin necesidad de mezclarnos con él e introducirlo en nosotros mismos. Se podría decir que el olor es como una "copia" del sabor que se ha desprendido y retirado de él, y el olfato sabe atraparlo en el aire.

El sentido físico del olfato nos enseña sobre el sentido del olfato en el alma: es un sentido capaz de percibir la esencia de las cosas - lugares, culturas, personas, costumbres - sin experimentarlas realmente. La creencia común es que para conocer algo, uno debe experimentarlo directamente; hasta entonces, es imposible entender verdaderamente lo que es. No hay duda de que un estudio frío y académico que no aborde su tema a un nivel experiencial casi siempre pierde su esencia por completo. Pero ¿significa esto que hay que experimentarlo todo? El concepto del sentido del olfato sugiere que existe un reino intermedio entre la distante contemplación intelectual y la degustación experiencial que implica el contacto directo: al agudizar los sentidos internos, es posible captar la esencia de muchas cosas desde la distancia. Por el contrario, se podría decir que, así como el sentido del gusto embota y opaca la experiencia del olfato, así también la evasión de demasiadas experiencias agudiza y potencia la capacidad de percibir su espíritu desde la distancia.

Esta idea está relacionada con la interpretación que los sabios dieron a un conocido versículo del Cantar de los Cantares: “Las mandrágoras desprenden un olor” (Cantar de los Cantares 7:14) - estos son los jóvenes de Israel que no han probado el sabor del pecado”. Este Midrash establece una conexión directa entre el olor y la ausencia de sabor, afirmando que quien no ha probado el sabor del pecado produce, por así decirlo, el mejor olor. En términos más generales, se podría decir que esa persona no sólo produce un buen olor, sino que su sentido del olfato es refinado en general (por lo tanto, el Mashíaj, que se encuentra en la pináculo de los justos, es capaz, como se mencionó, de oler las almas de las personas).

La idea de que es posible percibir algo negativo sin llegar a transgredir, nos permite explicar un principio fundamental por el cual se condujeron todos los grandes líderes jasídicos: no dar consejos a un pecador que buscaba rectificar su alma hasta que no encontraran dentro de sí mismos, aunque fuera en lo más mínimo, algo similar a ese pecado y lo rectificaran en sí mismos. ¿Cómo pudieron estos grandes tzadikim encontrar dentro de sí mismos matices de transgresiones que nunca habían cometido? La respuesta es que no encontraron el sabor de esos pecados dentro de sí mismos, pero sí encontraron su aroma.

De la contemplación al aroma

Los seis sentidos de los meses de Nisán a Elul pueden ser vistos como una especie de preparación para los seis sentidos de los meses de Tishrei a Adar, en paralelo. El mes que se encuentra frente a Jeshván en el ciclo anual es Iyar, cuyo sentido es el sentido de la contemplación. Este sentido puede ser visto como el que prepara el camino, de alguna manera, para el sentido del olfato.

La contemplación y el olfato son, en realidad, sentidos totalmente opuestos. El olfato, más que cualquier otro sentido, pasa por alto el pensamiento lógico y consciente y toca las capas inconscientes del alma. En el plano físico, esto se refleja en el hecho de que el sentido del olfato activa el subconsciente - las capas más primarias e instintivas del cerebro, que se encuentran por debajo de las capas intelectuales superiores (de ahí la intensa repulsión que provoca el olor a podrido, por ejemplo, y, a la inversa, el gran atractivo de los perfumes). En el plano espiritual, el «olor» expresa específicamente el poder del supraconsciente - el nivel más alto del alma, que puede ir más allá del pensamiento intelectual y percibir el espíritu interior de las ideas.

Se podría decir que el olor que precede a la contemplación es instintivo y material, mientras que el olor que sigue a la contemplación es elevado y espiritual. Así pues, resulta que el sentido de la contemplación afina y clarifica el sentido del olfato, allanando el camino desde el olor inferior al superior.

Leá y Rajel

El sentido de la contemplación está vinculado de forma única con la figura de nuestra matriarca Leá, gracias a cuya excepcional comprensión nació Isajar, la tribu asociada con el sentido de la contemplación. También existe una conexión sorprendente entre el sentido del olfato y la hermana menor de Leá, Rajel. Más allá del hecho de que el nombre "Rajel" hace alusión a "ריח" (olor), el día del fallecimiento de Rajel es el 11 de Jeshván, el mes asociado con el sentido del olfato.

Identificar a Lea y a Rajel con los sentidos de la contemplación y del olfato, respectivamente, nos permite releer la historia de su matrimonio con nuestro patriarca Iaacov. Inicialmente, Iaacov sólo deseaba a Rajel, a quien amó desde el primer momento en que la vio. Sin embargo, el padre de Rajel, Labán, lo engañó y le dio a su hermana mayor, Leá, en matrimonio. Sólo después de descubrir el engaño, cuando ya estaba casado con Leá, Iaacov pudo casarse también con Rajel. Aunque el intercambio de hermanas se realizó mediante engaño humano, se nos enseña a verlo - como todo lo demás en el mundo - como algo dirigido desde Arriba. Iaacov estaba destinado desde el principio a casarse con Leá y Rajel, y en ese orden.

Si trasladamos la historia al ámbito de los sentidos del alma, surge la siguiente idea: el amor de Iaacov por Rajel y no por Leá significa que anhelaba alcanzar el sentido del olfato y no valoraba en absoluto el sentido de la contemplación. El hecho de que, no obstante, se viera obligado a casarse primero con Leá significa que se vio obligado a dominar el sentido de la contemplación antes de que se le concediera el sentido del olfato. La historia de Iaacov es una alegoría del camino correcto para adquirir el verdadero sentido del olfato: primero la contemplación intelectual y sólo después (y a costa de un esfuerzo adicional) la adquisición del sentido del olfato.

 

Imagen de  Jenny Johansson  en  Pixabay 









VIDA DE ABRAHAM AVINU EN PARASHÁ NOAJ Y LEJ LEJÁ

 

El Midrash relata varios episodios fascinantes sobre la niñez de Abraham Avinu, destacando su valentía y su búsqueda de la verdad en un mundo lleno de idolatría. Aquí algunos de los relatos más conocidos:

 

1. Descubrimiento del Único Dios

Según el Midrash, Abraham comenzó a reflexionar sobre el mundo y la creación desde muy pequeño. Al ver el sol y la luna, pensó que ellos podrían ser los gobernantes del universo, pero al ver cómo el sol se ocultaba y la luna tomaba su lugar, comprendió que ambos estaban limitados y no eran dioses. Continuó buscando hasta llegar a la conclusión de que existía un único Creador que controlaba todo lo que existe.

 

 2. El Incidente con los Ídolos de Teraj

   Uno de los relatos más conocidos describe cómo Abraham desafió las creencias de su padre Teraj, quien era un vendedor de ídolos. Un día, mientras estaba a cargo de la tienda de su padre, Abraham rompió todos los ídolos excepto uno y colocó un martillo en las manos del ídolo más grande. Cuando su padre le preguntó qué había sucedido, Abraham explicó que el ídolo más grande había destruido a los demás. Teraj respondió que esto no era posible, ya que los ídolos no tenían vida ni poder alguno. Abraham entonces aprovechó la oportunidad para señalarle que era absurdo adorar a ídolos inertes, iniciando así una gran disputa entre ellos.

 

 3. El Horno de Nimrod

   Otro midrash cuenta cómo el rey Nimrod, enfurecido por la negativa de Abraham de adorar ídolos, lo arrojó a un horno de fuego como castigo. Sin embargo, Abraham salió ileso gracias a la protección de Dios. Este milagro consolidó aún más su fe y su misión de difundir el monoteísmo.

 

 4. El Desafío de la Sociedad Idolátrica

   Abraham creció en una sociedad profundamente pagana, y desde joven comenzó a predicar la existencia de un solo Dios. Según el Midrash, sufrió muchas persecuciones y dificultades por sus creencias, pero continuó enseñando y convenciendo a otros sobre la importancia de reconocer al Dios Único. Su dedicación y valentía lo convirtieron en el primer gran patriarca y un ejemplo de fe para las generaciones futuras.

 

Estos relatos del Midrash resaltan la fortaleza y sabiduría de Abraham desde su juventud, mostrando cómo su búsqueda espiritual y su compromiso con la verdad lo guiaron hacia su papel como el primer patriarca del pueblo de Israel.

 

JASIDUT DE LA NIÑEZ DE ABRAHAM

 

En el Jasidut Jabad, los Midrashim sobre la niñez de Abraham Avinu son analizados en profundidad para revelar enseñanzas espirituales y psicológicas sobre la relación entre el individuo y Dios, el propósito de la vida y el proceso de búsqueda de la verdad.

 

 1. El Descubrimiento del Único Dios 

   El Jasidut Jabad ve en este episodio una metáfora para el proceso interno de cada persona en la búsqueda de la verdad y la Divinidad. Desde una edad temprana, Abraham desafía la superficialidad del mundo físico y las creencias populares, buscando comprender la fuente última de todo lo creado. Según Jabad, esto simboliza el viaje del alma humana que anhela conectarse con algo más allá de lo aparente y limitado, revelando que toda persona puede llegar a descubrir la verdad de la existencia de Dios mediante la contemplación y la reflexión.

 

   El Rebe de Lubavitch enseña que este tipo de meditación es un componente esencial de la práctica diaria: la hitbonenut, la reflexión profunda, permite al individuo conectar su mente con la presencia divina en el mundo, tal como hizo Abraham al observar la naturaleza y concluir que existe un Creador.

 

 2. El Incidente con los Ídolos de Teraj 

   Jabad explica este incidente no solo como una crítica a la idolatría literal, sino también a la "idolatría moderna", es decir, la dependencia de cosas materiales y deseos mundanos que muchas veces reemplazan la verdadera espiritualidad. Al destruir los ídolos, Abraham simboliza el proceso de quebrar los "ídolos internos", esos aspectos dentro de nosotros que impiden nuestra conexión con Dios y que nos desvían de nuestra misión en la vida.

 

   Según el Jasidut, cada persona tiene "ídolos" que deben ser destruidos: el ego, el materialismo, y las distracciones que nos alejan de nuestra esencia espiritual. Este acto de Abraham representa la valentía que cada persona necesita para desafiar las creencias limitantes y los condicionamientos sociales que obstaculizan su crecimiento espiritual.

 

 3. El Horno de Nimrod: El Poder de la Mesirut Nefesh 

   El Jasidut Jabad interpreta la historia del horno como un ejemplo de mesirut nefesh (auto-sacrificio) en su máxima expresión. Abraham estaba dispuesto a arriesgar su vida por su fe, demostrando una devoción absoluta a Dios. En la tradición jasídica, la mesirut nefesh no significa necesariamente morir por la fe, sino vivir con un compromiso tan intenso y firme que uno estaría dispuesto a enfrentar cualquier desafío por su conexión con Dios.

 

   Este episodio inspira a los jasidim a comprometerse en su servicio a Dios con un sentido de entrega y firmeza, independientemente de las dificultades. El Jasidut Jabad alienta a las personas a fortalecer su compromiso de manera que estén dispuestas a "superar el horno de fuego" de las pruebas y desafíos de la vida, manteniendo su conexión con Dios a pesar de las presiones externas.

 

 4. La Enseñanza y Difusión de la Fe: El Modelo de Abraham como "Mashpia" 

   El Jasidut también destaca a Abraham como el primer mashpia (mentor espiritual), alguien que no solo alcanzó la verdad para sí mismo, sino que la compartió con otros. Jabad enfatiza la importancia de enseñar y compartir la fe con quienes nos rodean, siguiendo el ejemplo de Abraham. Él no se contentó con su propia conexión con Dios; buscó inspirar a otros, abrir sus corazones y mentes hacia la verdad.

 

   El Rebe de Lubavitch enseñó que cada judío es un "discípulo de Abraham" y, por lo tanto, tiene la responsabilidad de iluminar a los demás, ayudándoles a encontrar la espiritualidad y la verdad en sus vidas. Esto significa convertirse en una fuente de luz y bondad, promoviendo la justicia y la conexión con Dios en cada oportunidad.

 

 5. El Modelo de Transformación del Mundo: No Rechazar, Sino Redimir 

   Finalmente, el Jasidut Jabad enseña que Abraham no abandonó su entorno a pesar de su idolatría. En cambio, permaneció y buscó transformar su sociedad. Esto representa la enseñanza jasídica de que la misión del judío es elevar el mundo, no rechazarlo. Según Jabad, cada individuo debe esforzarse por refinar su entorno, encontrando y revelando la santidad dentro del mundo material.

 

Estos comentarios del Jasidut Jabad sobre la niñez de Abraham destacan su rol como un pionero espiritual y un modelo a seguir en la búsqueda de la verdad, el sacrificio por ideales, y el compromiso con la misión de difundir la Divinidad en el mundo, elementos esenciales en la filosofía jasídica.

 

MIDRASH SOBRE LEJ LEJÁ

Bereshit Rabá 39:9: "Y dijo el Santo, bendito sea, a Abraham: 'Vete de tu tierra...' ¿Por qué lo probó? Para hacerle querido y para hacerle conocido en el mundo."

 

El Midrash sobre "Lej Lejá" explora profundamente el llamado de Dios a Abraham para que dejara su hogar y comenzara un viaje hacia una tierra desconocida. Este mandato, aparentemente simple, es rico en significados y simbolismos, y los Midrashim desarrollan varios aspectos que revelan la grandeza de Abraham y el propósito de su misión. A continuación, algunos de los puntos destacados:

 

 1. La Prueba de Fe 

   El Midrash explica que "Lej Lejá" fue una gran prueba de fe para Abraham. Al decirle "Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre," Dios le pedía que dejara atrás todas sus raíces y seguridades. Según el Midrash, Dios quería que Abraham se desconectara de su pasado y de las influencias familiares y culturales que podían interferir con su misión.

 

   Este viaje no solo fue físico, sino también espiritual. Al abandonar todo lo que conocía, Abraham demostraba su disposición para seguir la voluntad divina sin condiciones, confiando plenamente en Dios. Esta prueba fue el comienzo de una serie de desafíos que Abraham enfrentaría para demostrar su lealtad y devoción a Dios.

1. La Prueba de Fe y el Viaje

  • Midrash Bereshit Rabá 39:9: Explica el significado del mandato "Lej Lejá" y cómo Dios le pidió a Abraham dejar todo atrás. También discute la prueba de fe de Abraham al responder al llamado de Dios sin saber adónde iba.
  • Bereshit Rabá 39:1: Habla sobre la valentía de Abraham al seguir a Dios a una tierra desconocida y cómo esto estableció un ejemplo de fe total.

JASIDUT

1. La Prueba de "Lej Lejá": Salir de las Zonas de Confort

El Jasidut Jabad enseña que el mandato "Lej Lejá" – “Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre” – simboliza un desafío espiritual continuo en la vida de cada persona. No se refiere solamente al acto físico de dejar un lugar, sino a la necesidad de abandonar las zonas de confort, las limitaciones propias y los condicionamientos externos que impiden la conexión auténtica con Dios.

Según Jabad, esta prueba representa la salida de los hábitos y perspectivas que el "yo" ha creado debido a influencias externas (el ego, la sociedad y la cultura). El Rebe de Lubavitch explica que cada judío tiene un "Lej Lejá" personal, un llamado para trascender sus limitaciones y descubrir su verdadero propósito espiritual.

 

 2. El Significado de "Lej Lejá": Ir Hacia Ti Mismo 

Zohar I, 78b: Ofrece una interpretación mística del término "Lej Lejá," explicando cómo representa un llamado a descubrir la esencia interior y alcanzar un nivel más profundo de autoconciencia espiritual. Explica que "Lej Lejá" significa "ve hacia ti mismo," interpretando el mandato como un viaje espiritual hacia el autoconocimiento y la conexión con la esencia de la persona.

Tania, Likutei Amarim, Capítulo 4: Aunque no es un Midrash clásico, el Tania explora el concepto de Lej Lejá en términos de un viaje hacia la verdadera esencia del alma.

Bereshit Rabá 39:2: Desarrolla la idea de que el mandato de "Lej Lejá" fue un desafío espiritual para desconectarse de la influencia de su entorno y conectarse con su propósito divino.

El Midrash interpreta la frase "Lej Lejá" no solo como "Vete," sino también como "Ve hacia ti mismo," sugiriendo que este viaje era una exploración interna. Dios estaba instando a Abraham a descubrir su verdadera esencia y potencial espiritual. Al emprender este camino, Abraham no solo iba hacia una nueva tierra física, sino también hacia un nuevo nivel de autocomprensión y desarrollo espiritual.

Según el Midrash, este mandato es una lección para todos: a veces, para descubrir nuestro verdadero propósito, debemos alejarnos de nuestras zonas de confort y de las influencias externas para conectarnos con nuestro ser interno y escuchar nuestro llamado divino.

 

JASIDUT

"Lej Lejá" Como "Ve Hacia Ti Mismo"

Jabad interpreta "Lej Lejá" también como "Ve hacia ti mismo," es decir, a tu verdadera esencia. El llamado divino a Abraham no solo fue un viaje físico, sino una travesía hacia el descubrimiento de su propósito divino. En el Jasidut, este llamado representa la idea de que cada alma tiene una misión única que Dios le asigna, y para cumplirla, uno debe conocerse a sí mismo profundamente y conectarse con su verdadero ser, el alma.

Este concepto, enseñado por el Rebe de Lubavitch, inspira a cada persona a emprender un proceso de introspección, a ir "hacia adentro" para descubrir la chispa divina y el propósito único que tiene en este mundo

 

 3. La Promesa de Bendiciones 

Bereshit Rabá 39:11: Detalla las bendiciones que Dios le prometió a Abraham, incluyendo la bendición de ser una gran nación y que su nombre sería engrandecido.

Midrash Tanjuma, Lej Lejá 3: Detalla las bendiciones que Dios le prometió a Abraham, interpretándolas como bendiciones espirituales y materiales que se extenderían a sus descendientes y a toda la humanidad.

Bereshit Rabá 39:11: Explica el significado de la promesa "serás una bendición" y cómo Abraham sería una fuente de bendiciones para todos.

Dios le promete a Abraham grandes bendiciones si acepta el llamado: "Te haré una gran nación, te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás una bendición." El Midrash señala que estas bendiciones no solo son materiales, sino también espirituales. La grandeza de Abraham sería reconocida no solo en su vida, sino también a través de sus descendientes, quienes llevarían el mensaje de la fe en un Dios único al mundo.

 

El Midrash también explica que la promesa "serás una bendición" significa que Abraham se convertiría en una fuente de bendición para toda la humanidad. Este es el comienzo de su rol como "padre de muchas naciones" y un símbolo de bondad y justicia en el mundo.

La Promesa de Bendiciones: El Poder de la Entrega y el Sacrificio

En los Midrashim, Dios promete bendiciones a Abraham si acepta el desafío de "Lej Lejá": "Te haré una gran nación... y serás una bendición." Según el Jasidut, esta promesa representa el principio de mesirut nefesh (auto-sacrificio), donde la entrega absoluta a Dios trae consigo bendiciones y éxito.

El Rebe de Lubavitch explica que, al igual que Abraham, cuando una persona abandona sus apegos mundanos y confía plenamente en Dios, recibe bendiciones y ayuda divina en su vida. Esta entrega no es un sacrificio de negación, sino una conexión auténtica y profunda que permite que las bendiciones espirituales se manifiesten también en el plano físico.

 

4. El Desafío de Difundir la Fe en Tierra Extraña

El Desafío de Difundir la Fe

Bereshit Rabá 39:14: Relata cómo Abraham y Sara difundían la creencia en un Dios único, enseñando a los hombres y mujeres sobre la existencia de Dios, convirtiendo así a muchas personas a la fe en el Creador.

Midrash Bereshit Rabá 39:14: Relata cómo Abraham y Sara hicieron proselitismo en la tierra de Canaán, enseñando a las personas sobre la existencia de un Dios único y la verdad del monoteísmo.

Talmud Bavli, Sotá 10b: Menciona la dedicación de Abraham y Sara a enseñar y difundir la fe en Dios a los habitantes de la tierra.

 

Uno de los Midrashim relata cómo, al llegar a la tierra de Canaán, Abraham no solo se instaló, sino que comenzó a predicar sobre la existencia de un Dios único. Esto no fue tarea fácil, ya que la tierra estaba dominada por el paganismo y la idolatría. Sin embargo, Abraham, junto con su esposa Sara, dedicó sus esfuerzos a difundir la fe en Dios, enseñando a las personas sobre la bondad y la justicia divinas.

Este acto de valentía y perseverancia fue un testimonio de su compromiso con su misión. Abraham no buscaba asentarse y vivir tranquilamente; él entendía que su propósito era más profundo: transformar el entorno, influir en los demás y traer una mayor consciencia de Dios al mundo.

Abraham es conocido por difundir el monoteísmo, enseñando a otros sobre la existencia de un solo Dios. El Jasidut Jabad enfatiza que este aspecto es esencial en el servicio divino: no basta con alcanzar un nivel espiritual personal; uno debe compartirlo e inspirar a otros.

En Jabad, esto se conoce como el rol de mashpia (inspirador o mentor). Según el Rebe, cada judío es un discípulo de Abraham y debe esforzarse por ser una fuente de luz para su entorno, enseñando con el ejemplo y compartiendo la sabiduría de la Torá y las enseñanzas de Hashem con aquellos a su alrededor.

 

5. La Fuerza del Viaje en Medio de los Desafíos

Bereshit Rabá 40:3: Describe la reacción de Abraham frente a la hambruna en la tierra de Canaán, resaltando su fortaleza y su fe en Dios a pesar de los desafíos inesperados.

Midrash Bereshit Rabá 40:1: Describe cómo, inmediatamente después de llegar a Canaán, Abraham enfrentó una hambruna, y sin embargo, no cuestionó a Dios, mostrando su fortaleza espiritual y su confianza.

Talmud Bavli, Sanhedrin 111a: Discute la reacción de Abraham a las dificultades en la tierra prometida y cómo esto mostró su devoción y fe inquebrantables.

 Otro Midrash resalta que apenas Abraham llegó a Canaán, encontró hambre en la tierra, lo cual podría haber sido desalentador. Sin embargo, él no dudó ni cuestionó a Dios, sino que continuó su viaje hacia Egipto con fe. Este episodio resalta la fortaleza de Abraham para soportar pruebas y dificultades sin perder su fe ni su dirección.

Según el Midrash, esta es una lección para todos: en el camino de la vida, incluso cuando seguimos un llamado divino, podemos encontrar desafíos. La grandeza de Abraham fue su capacidad para mantener su confianza en Dios, incluso cuando las circunstancias eran difíciles o parecían contradecir las promesas divinas.

 

La Prueba del Hambre en Canaán: Fe Ante las Dificultades

En los Midrashim, se relata que Abraham enfrentó hambre en la tierra prometida y debió ir a Egipto. El Jasidut Jabad interpreta esta prueba como un ejemplo de cómo mantener la fe en momentos de desafío. Abraham no cuestionó a Dios ni se desanimó por la aparente contradicción entre la promesa divina y la realidad difícil; siguió adelante con fe.

Esta enseñanza subraya que, incluso cuando una persona enfrenta dificultades que parecen contradecir su misión espiritual o las promesas divinas, debe confiar en que cada prueba tiene un propósito y que Dios está siempre presente, guiando el proceso. Esta fe en medio de la dificultad fortalece la conexión con Dios y permite que el individuo crezca espiritualmente.

 

 6. El Simbolismo de Abraham como Precursor Espiritual 

Midrash Tanjuma, Lej Lejá 3: Compara el viaje de Abraham con el futuro exilio y redención del pueblo de Israel, indicando que su camino fue una preparación y un precedente para la historia de sus descendientes.

Pirkei deRabí Eliezer, Capítulo 26: Relata cómo el viaje de Abraham es un modelo para todos los futuros viajes espirituales, representando la búsqueda continua de crecimiento y conexión con lo divino.

Zohar I, 77a: Profundiza en cómo el llamado a "Lej Lejá" simboliza un viaje espiritual que no se limita a Abraham, sino que sirve como un paradigma eterno para todos los judíos.

Estos mekorot ofrecen una visión rica y profunda sobre la historia de "Lej Lejá," proporcionando una base para entender los mensajes subyacentes del viaje de Abraham y su relevancia espiritual a lo largo de las generaciones.

 

Estas fuentes se encuentran principalmente en Bereshit Rabá, que es un midrash antiguo sobre el libro de Bereshit (Génesis), así como en el Zohar, un texto fundamental de la mística judía que proporciona interpretaciones profundas y esotéricas de los textos bíblicos. Estas referencias ayudan a entender los aspectos espirituales y las lecciones derivadas del mandato de "Lej Lejá" en la vida de Abraham Avinu.

 

Finalmente, el Midrash interpreta el viaje de Abraham como un modelo para el viaje espiritual de todo el pueblo judío. Así como Abraham dejó su hogar y fue hacia una tierra desconocida, los judíos también deben estar preparados para salir de sus zonas de confort en su misión espiritual. Este "Lej Lejá" se convierte en un llamado eterno a cada judío para que avance y crezca, para descubrir su propósito divino y trabajar por su conexión con Dios.

 

En resumen, los Midrashim sobre "Lej Lejá" destacan la valentía, la fe, y la dedicación de Abraham a su misión divina, presentándolo como un modelo de emuná (fe) y bitajón (confianza). A través de su obediencia y compromiso, Abraham se convirtió en el arquetipo de alguien que sigue el llamado divino sin reservas, influenciando al mundo a través de su fe y valores.

 

JASIDUT

Finalmente, Jabad ve en "Lej Lejá" un modelo de crecimiento espiritual continuo. El Rebe de Lubavitch enseña que, incluso cuando uno ha alcanzado un cierto nivel espiritual, siempre debe esforzarse por ir más allá. "Lej Lejá" implica que el viaje nunca termina; siempre hay nuevos niveles de autoconocimiento y conexión con Dios a los que aspirar.

Según el Jasidut, el propósito de la vida es progresar constantemente, superando las limitaciones de ayer y avanzando hacia un nivel espiritual más profundo. Esto no solo es relevante en el contexto de Abraham, sino que también es aplicable a cada persona en su servicio a Dios.

Conclusión

En el Jasidut Jabad, los Midrashim de "Lej Lejá" se convierten en un mapa espiritual para el crecimiento, la entrega y la misión de vida. Este mandato divino es entendido no solo como un evento histórico, sino como un llamado eterno que cada persona puede aplicar en su propia vida. Desde salir de las limitaciones personales, pasando por la autoexploración y el sacrificio, hasta la misión de inspirar a otros, el camino de "Lej Lejá" es un modelo integral de cómo vivir una vida de propósito y conexión profunda con Dios.

 

RABINO GINSBURGH

El Rabino Yitzchak Ginsburgh, líder de la comunidad Gal Einai y reconocido cabalista, presenta enseñanzas profundas sobre "Lej Lejá" basadas en el Jasidut y la Kabalá. En sus interpretaciones, el Rabino Ginsburgh analiza los aspectos espirituales y psicológicos del mandato "Lej Lejá" (Génesis 12:1), enfatizando el viaje interior que debe hacer cada persona para cumplir su propósito divino y lograr una conexión auténtica con Dios. Sus enseñanzas se fundamentan en textos tradicionales, como el Zohar, el Tania, y los comentarios jasídicos del Baal Shem Tov y del Rebe de Lubavitch.

1. "Lej Lejá": Ir Hacia Tu Esencia

El Rabino Ginsburgh explica que "Lej Lejá" no solo significa "Vete" sino "Ve hacia ti mismo". Dios le pide a Abraham que deje atrás su tierra, su patria y la casa de su padre, representando tres niveles de condicionamientos y limitaciones. Según el Jasidut, cada uno de estos términos alude a un aspecto específico del ego y la identidad que limita nuestra conexión con el alma divina.

"Tu tierra" representa los deseos naturales y las inclinaciones físicas.

"Tu patria" simboliza el entorno cultural y social que moldea las creencias y actitudes de una persona.

"La casa de tu padre" alude a la influencia más íntima y arraigada, los paradigmas familiares que moldean la identidad.

Estas influencias pueden ser positivas, pero, según el Rabino Ginsburgh, para descubrir el propósito único del alma, uno debe trascenderlas y reconectarse con la esencia de su identidad, la chispa divina en su interior. Este proceso, como el viaje de Abraham, es desafiante, pero es esencial para lograr una relación profunda con Dios. El Tania, de Rabí Shneur Zalman de Liadí (cap. 2), resalta este concepto, explicando que cada judío tiene una "parte de Dios en lo alto", y el propósito de la vida es revelar esta esencia en el mundo.

2. La Dimensión Cabalística del "Lej Lejá"

En el Zohar (Lej Lejá 78a), se menciona que "Lej Lejá" es un viaje hacia los niveles más elevados de la conciencia, hacia el "yo" esencial de la persona. Ginsburgh profundiza en esta idea, explicando que el "Lej Lejá" es un proceso de auto-descubrimiento espiritual que trasciende el ego. Para lograrlo, se requiere de la práctica de la hitbonenut (meditación contemplativa) para explorar la verdadera naturaleza del alma y conectarse con la Divinidad en todas las áreas de la vida.

Según Ginsburgh, este viaje también implica el desarrollo de las sefirot (atributos divinos) en el ser humano, especialmente las cualidades de Jojmá (sabiduría), Biná (entendimiento) y Daat (conocimiento), que permiten percibir y experimentar la presencia de Dios. El Rabino enseña que, al igual que Abraham, cada persona tiene la capacidad de conectarse con la conciencia divina y de elevar su realidad física a través de este proceso.

3. La Promesa Divina y el Propósito Universal

Dios promete a Abraham bendiciones y grandeza si sigue el mandato de "Lej Lejá" (Génesis 12:2-3). Según el Rabino Ginsburgh, esto simboliza la idea de que el sacrificio personal y la entrega absoluta a la voluntad divina permiten acceder a niveles de bendición y éxito que trascienden las limitaciones terrenales. El Baal Shem Tov enseña que, al entregar completamente su voluntad a Dios, la persona se convierte en un "vehículo" para la Divinidad, y su vida se transforma en una expresión de la voluntad divina en el mundo.

Además, Ginsburgh interpreta que "serás una bendición" significa que, al igual que Abraham, cada persona tiene el potencial de ser una fuente de luz para los demás, elevando a aquellos que están a su alrededor. En su comentario a este versículo, el Rebe de Lubavitch explica que la misión de Abraham es también la misión de cada judío: ser una fuente de bendición y transmitir el mensaje de la unicidad de Dios a toda la humanidad.

4. La Dimensión Interior del Exilio y Redención

El Rabino Ginsburgh señala que "Lej Lejá" es el comienzo de la misión espiritual de Abraham, que incluye el exilio en Egipto y la eventual redención de sus descendientes. Según Ginsburgh, este ciclo de exilio y redención no es solo histórico, sino también un proceso personal. Cada persona experimenta "exilios" internos, estados de desconexión espiritual o crisis de identidad, que tienen como propósito llevarla hacia una redención más elevada.

Así, "Lej Lejá" se convierte en un modelo de crecimiento espiritual constante. El viaje de Abraham es también el viaje de cada judío y cada ser humano, quien a través de su servicio y entrega, puede alcanzar niveles de redención personal y colectiva.

En resumen, la interpretación del Rabino Ginsburgh sobre "Lej Lejá" es una enseñanza integral que combina la psicología espiritual y la mística judía, mostrando que el viaje de Abraham representa el viaje eterno del alma hacia su verdadera esencia y propósito divino.

 

 

QUÉ ES EL MIDRASH RABÁ?

El Midrash Rabá es una colección de comentarios y enseñanzas rabínicas sobre los cinco libros de la Torá (Pentateuco) y los cinco rollos (Meguilot) de Ketuvim (Escrituras), que incluye Ester, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés y Cantar de los Cantares. La palabra "Rabá" significa "grande" o "extenso," indicando que se trata de una recopilación de Midrashim considerable en profundidad y amplitud.

Características Principales del Midrash Rabá

Explicación y Expansión de la Torá

El Midrash Rabá interpreta y amplía los relatos y las enseñanzas de la Torá, proporcionando contexto histórico, lecciones éticas y enseñanzas espirituales. A menudo incluye historias y metáforas que ilustran el significado de un versículo o revelan dimensiones ocultas de la narrativa.

Formatos Alegóricos y Narrativos

Utiliza formas literarias variadas, incluyendo alegorías, parábolas y narrativas, para comunicar ideas complejas en formas accesibles y cautivadoras. Los relatos pueden parecer cuentos, pero su propósito es transmitir profundos mensajes teológicos y morales.

Textos que Expresan la Tradición Oral

El Midrash Rabá forma parte de la tradición oral judía, una expansión de la Torá escrita, cuyo propósito es explicar, detallar y llenar los vacíos de la narrativa de la Torá. Estas interpretaciones y enseñanzas fueron transmitidas oralmente durante generaciones hasta que fueron recopiladas y escritas.

Interpretación Multinivel

Los comentarios en el Midrash Rabá operan en varios niveles de interpretación: el peshat (sentido literal), remez (alusión), drash (exégesis) y sod (secreto o misticismo). Estos niveles ayudan a entender la Torá no solo desde el punto de vista literal, sino también espiritual y místico.

 

Estructura del Midrash Rabá

  • Bereshit Rabá (Génesis Rabá): Exégesis sobre el libro de Bereshit (Génesis).
  • Shemot Rabá (Éxodo Rabá): Comentarios sobre el libro de Shemot (Éxodo).
  • Vayikrá Rabá (Levítico Rabá): Interpretaciones sobre el libro de Vayikrá (Levítico).
  • Bamidbar Rabá (Números Rabá): Exégesis sobre el libro de Bamidbar (Números).
  • Devarim Rabá (Deuteronomio Rabá): Comentarios sobre el libro de Devarim (Deuteronomio).

Además, incluye interpretaciones sobre los cinco rollos, como Ester Rabá y Rut Rabá.

Ejemplos de Temas en el Midrash Rabá

Relatos sobre los Patriarcas: Explica episodios de Abraham, Isaac y Jacob con relatos que resaltan sus virtudes, desafíos y pruebas de fe, como el llamado de "Lej Lejá."

Interpretaciones Éticas: Enseñanzas morales y éticas derivadas de la conducta de figuras bíblicas, mostrando cómo sus decisiones y actos tienen repercusiones universales.

Metáforas y Parabolas: El Midrash Rabá emplea parábolas y comparaciones para explicar conceptos complejos, mostrando cómo ciertos principios aplican a situaciones de la vida cotidiana.

Importancia del Midrash Rabá en el Judaísmo

El Midrash Rabá es fundamental en la literatura rabínica y es ampliamente estudiado en el judaísmo porque ofrece una visión profunda y enriquecedora de los textos sagrados. Además de ser una obra de interpretación bíblica, también es una guía de ética, espiritualidad y filosofía. Ha influido en otros textos, como el Talmud, y en movimientos posteriores, como el Jasidismo y la Cabalá, al ofrecer un marco para interpretar la Torá de una manera profunda y reflexiva.

En resumen, el Midrash Rabá es una obra esencial que complementa y expande la Torá escrita, ofreciendo interpretaciones que profundizan en la comprensión de los textos bíblicos y transmiten enseñanzas valiosas sobre la fe y la vida judía.

 

MIDRASH TANJUMA

El Midrash Tanjuma es una colección de interpretaciones y enseñanzas rabínicas sobre la Torá, y es una de las obras midráshicas más importantes en la literatura judía. Lleva el nombre de Rabí Tanjuma bar Abba, uno de los sabios de la época del Talmud, quien es citado frecuentemente en el Midrash y que, según la tradición, tuvo una gran influencia en su contenido.

 

Características Principales del Midrash Tanjuma

1. Estructura y Organización 

El Midrash Tanjuma está organizado según las parashot (porciones semanales) de la Torá y ofrece comentarios sobre pasajes específicos de cada sección. Cada parashá contiene varios comentarios, llamados petijot (aperturas), que suelen comenzar con un versículo de la Torá o de los Profetas y luego desarrollan enseñanzas o explicaciones basadas en ese pasaje.

 

2. Enfoque en Enseñanzas Morales y Éticas 

El Midrash Tanjuma destaca por su enfoque en la moralidad, la ética y la devoción a Dios. Utiliza historias, parábolas y anécdotas para comunicar lecciones profundas sobre la conducta correcta, la justicia, la bondad, y la fe.

 

3. Métodos Alegóricos y Exegéticos 

Similar a otros Midrashim, el Midrash Tanjuma emplea interpretaciones alegóricas y simbolismos para extraer significados profundos de los textos de la Torá. A menudo, los relatos parecen estar compuestos para enseñar no solo el sentido literal, sino también valores y principios abstractos.

 

4. Uso de Parábolas (Mashal) 

El Tanjuma utiliza muchas parábolas (mashalim) para ilustrar sus enseñanzas. Estos mashalim a menudo comparan eventos o personajes bíblicos con situaciones de la vida cotidiana para hacer más comprensibles y accesibles las lecciones espirituales y éticas.

 

5. Fuente de Inspiración Espiritual y Devocional 

Al igual que otros Midrashim, el Tanjuma no solo busca proporcionar una comprensión literal del texto bíblico, sino también inspiración para la vida espiritual y devocional del lector. Las interpretaciones suelen hacer hincapié en la relación personal con Dios, el papel de la fe, y el crecimiento moral.

 

Importancia del Midrash Tanjuma en la Literatura Judía

El Midrash Tanjuma es altamente valorado por su capacidad para traducir los conceptos abstractos de la Torá en enseñanzas prácticas y aplicables. Es una fuente de inspiración que ha influido tanto en la halajá (ley judía) como en la agadá (narrativas y enseñanzas éticas). A lo largo de los siglos, el Tanjuma ha sido ampliamente estudiado y citado, y sus enseñanzas se encuentran en numerosos textos de la literatura judía.

Ejemplos de Temas en el Midrash Tanjuma

 

1. Las Pruebas de los Patriarcas: Examina las pruebas y desafíos enfrentados por figuras bíblicas como Abraham, Isaac, y Jacob, y cómo sus experiencias sirven como ejemplos de fe y perseverancia.

2. La Bondad y la Justicia: Desarrolla enseñanzas éticas sobre el trato correcto hacia los demás, el valor de la justicia, y la importancia de ser bondadoso y compasivo.

3. La Divina Providencia: Explica cómo Dios supervisa el mundo y cuida de cada ser, enfatizando la confianza en la Providencia Divina y en el plan divino.

 

Origen y Autoría SEFER HABAHIR

El Sefer HaBahir (ספר הבהיר), también conocido como "El Libro de la Claridad" o "El Libro Brillante," es uno de los textos cabalísticos más antiguos y fundamentales. Es una obra mística judía que ofrece enseñanzas profundas sobre los secretos de la creación, la estructura de las sefirot (atributos divinos), el alma, y la relación entre Dios y el universo. Aunque su autoría y fecha exacta de composición son inciertas, se considera que el Sefer HaBahir tiene sus raíces en la época de los Tanaim (sabios de la época de la Mishná), y su primera aparición documentada fue en el sur de Francia en el siglo XII.

El Sefer HaBahir es atribuido tradicionalmente al sabio Rabí Nejunia ben HaKaná, quien vivió en el siglo I y fue contemporáneo de Rabí Akiva y Rabí Ishmael. Sin embargo, muchos estudiosos modernos creen que el texto fue compilado y editado en la Provenza (Francia) en el siglo XII, influido por tradiciones místicas y esotéricas que se transmitieron durante siglos en forma oral.

 

El nombre "Bahir" significa "brillante" o "claro," tomado de un versículo en el libro de Job (37:21): "ועתה לא ראו אור בהיר הוא בשחקים" ("Y ahora no ven la luz, que es brillante en los cielos"). Este nombre sugiere que el libro ilumina conceptos profundos y misteriosos, haciendo que el conocimiento oculto sea más claro y accesible para quienes buscan entender la divinidad.

 

 Contenido y Temas Principales

 

El Sefer HaBahir trata una variedad de temas místicos, siendo algunos de sus puntos clave los siguientes:

 

1. Las Sefirot: Uno de los primeros textos en introducir el concepto de las sefirot como emanaciones o atributos de Dios. Describe cómo estas sefirot actúan como intermediarios entre Dios y el mundo, y cómo forman la estructura espiritual del universo. Aunque no presenta un sistema de sefirot tan desarrollado como el que se encuentra en el Zohar, el Sefer HaBahir sentó las bases para el sistema cabalístico que se desarrolló más tarde.

 

2. El Árbol de la Vida: La metáfora del árbol es usada para describir la relación entre Dios y la creación. El "árbol" representa el flujo de energía divina desde las sefirot superiores hacia las inferiores, y de ahí hacia el mundo físico. Esta imagen del "Árbol de la Vida" sería posteriormente fundamental en la Cabalá.

 

3. El Alma y su Conexión con Dios: El Sefer HaBahir explora la naturaleza del alma humana y su relación con la divinidad. Describe cómo el alma proviene de una fuente divina y tiene el potencial de unirse con Dios a través del estudio, la oración y el cumplimiento de los mandamientos.

 

4. Interpretaciones Esotéricas de la Torá: El Sefer HaBahir emplea una lectura mística de las letras y palabras de la Torá. A menudo, analiza el valor numérico (guematria) y el significado oculto de las letras hebreas para descubrir secretos divinos. Este enfoque es característico de la literatura cabalística y se basa en la idea de que cada letra de la Torá tiene un significado profundo y un poder espiritual.

 

5. La Luz Primordial: La "luz" es un tema central en el Bahir. La obra describe la luz primordial (אור הגנוז) creada en el primer día de la creación, que es diferente de la luz natural y representa una manifestación de la presencia divina en el mundo. Esta luz es oculta, reservada para los justos en el futuro, pero puede ser vislumbrada a través del estudio místico.

 

6. Dualidad y Polaridad: El Sefer HaBahir explora conceptos de polaridad y equilibrio en la creación, tales como masculino y femenino, derecha e izquierda, y cómo estas fuerzas opuestas se armonizan en la divinidad. Este concepto influiría en el desarrollo posterior de la Cabalá Luriánica.

 

 Influencia y Legado

 

El Sefer HaBahir es considerado una de las obras fundacionales de la Cabalá, ya que introdujo muchas de las ideas y símbolos que serían desarrollados en el Zohar y en las enseñanzas cabalísticas posteriores. Su estilo es enigmático y simbólico, utilizando relatos breves, parábolas y frases poéticas que requieren interpretación profunda. Esta estructura llevó a que muchos cabalistas dedicaran grandes esfuerzos a desentrañar sus significados y enseñanzas.

 

Entre sus comentaristas y estudiosos más conocidos se encuentran Rabí Moshe Cordovero, el Arizal (Rabí Isaac Luria) y, más tarde, cabalistas del movimiento jasídico. La obra ha sido estudiada y venerada tanto por los cabalistas sefardíes como asquenazíes, y su influencia es visible en muchas de las ideas que dominan la Cabalá clásica y la Cabalá contemporánea.

 

 Ejemplo de Enseñanza en el Sefer HaBahir

 

Una de las enseñanzas más conocidas del Bahir es su descripción de la primera sefirá, Kéter (Corona), que es la fuente de toda creación. El Bahir describe a Kéter como una fuente de luz infinita que no tiene forma ni límite, pero de la cual emanan las demás sefirot. Esto representa la idea de que toda la creación surge de una fuente divina incognoscible, y que la estructura del universo refleja esta unidad divina.

 Conclusión

El Sefer HaBahir es una obra mística esencial que sentó las bases para el pensamiento cabalístico. Su estudio y comprensión requieren una inmersión en la filosofía mística judía, ya que presenta temas profundos y complejos sobre la creación, la naturaleza de Dios, y la conexión del alma con lo divino. Aunque enigmático, el Bahir sigue siendo una fuente de inspiración para aquellos que buscan entender los secretos de la creación y la sabiduría oculta en la Torá.

 

 





VENTANAS DE LOS CIELOS, FUENTES DE LAS PROFUNDIDADES: 

Unificando Torá y Ciencia

 

 

La ciencia moderna es, sin duda, uno de los mayores logros de la humanidad. En poco más de trescientos años, la humanidad ha descubierto una intrincada red oculta de leyes matemáticas que rigen los fenómenos naturales y ha logrado maravillas en los ámbitos del transporte, la industria, la medicina y la comunicación que han transformado tanto el medio ambiente como a nosotros casi hasta el punto de ser irreconocibles. 

Sin embargo, en las últimas décadas, las nubes del éxito científico han comenzado a disiparse y están apareciendo grietas en la fachada de su grandeza. La visión que reinaba en Occidente a finales del siglo XIX - que la racionalidad y el progreso tecnológico resolverían los problemas humanos y traerían iluminación, prosperidad y felicidad – se hizo añicos contra las abruptas rocas del siglo XX. Nos referimos no sólo a los horrores de las dos guerras mundiales que vio este siglo, sino también al vacío materialismo que marca sus años más apacibles. Precisamente porque la abundancia material y la prosperidad eran el cumplimiento de la promesa de la ciencia, ponen de relieve con crudeza cómo el progreso científico no logró resolver los misterios y dilemas fundamentales de la existencia.

Se han hecho intentos de redimir los activos perdidos de las culturas precientíficas, en particular el movimiento de la "Nueva Era - New Age" y sus variantes. Sin embargo, más allá de revivir un sentimiento de asombro hacia la creación y una diversidad de prácticas espirituales (muchas de ellas cuestionables), también carece de la capacidad de complementar verdaderamente a la ciencia. Una cosmovisión tan impresionante como la de la ciencia requiere un repositorio más completo de sabiduría, que pueda integrar tanto la ciencia como la metafísica, así como proporcionar una caja de herramientas éticas para resolver los dilemas morales que la ciencia y, más aún, la tecnología plantea, cuestiones que ella misma no puede dirimir.

La tradición judía contiene una visión del mundo que reconoce tanto el ámbito material como los niveles espirituales y divinos de la existencia, y además ofrece tanto un sistema metafísico estructurado (Cabalá) como un sistema ético complejo (Halajá). Sin embargo, ¿qué tan lejos está el judaísmo tradicional de abrazar plenamente la ciencia? Los ultraortodoxos, los tradicionalistas más devotos, han optado en gran medida por rechazar el mundo de la investigación científica, eligiendo en cambio reforzar el énfasis en el estudio de la Torá. 

No es sorprendente que la mayor parte del mundo judío no se identifique con este planteamiento. Gran parte de él, ha perdido la fe en el sendero de la Torá, enarbolando en su lugar el estandarte de la ilustración y la ciencia. Parece que el judaísmo será incapaz de contribuir a la ciencia hasta que reconozca que no sólo la ciencia lo necesita, sino que él necesita a la ciencia.

Un torrente de sabiduría

Todo esto nos lleva a un pasaje intrigante en el Zohar, que aborda la tenue relación entre fe y razón o Torá y ciencia. Se encuentra en medio de una lectura cabalística de la historia del diluvio. Con respecto al versículo: "En el año seiscientos de la vida de Noé... todos los manantiales del gran abismo estallaron y las ventanas de los cielos se abrieron",[1] afirma el Zohar[2]:

Y en el año seiscientos del sexto [milenio], las puertas de la sabiduría arriba y los manantiales de la sabiduría abajo se abrirán, y el mundo se preparará para entrar en el séptimo [milenio], tal como una persona se prepara el viernes para entrar en Shabat cuando el sol se pone.

Aquí, el Zohar predice una especie de diluvio futuro que inundará el mundo, no un desastre natural destructivo, sino una revolución espiritual positiva, un diluvio de sabiduría. El año especificado aquí es el año del calendario hebreo de 5600 (1840 del calendario civil), poco después del punto medio del sexto milenio, cuando el séptimo milenio comienza a asomarse. 

Según la tradición, la historia del mundo es como una "semana" de siete mil años. Los primeros seis milenios son similares a los seis días de la semana, y el séptimo milenio se asemeja al Shabat. Con base en esta analogía, el año 5600 marca la "última hora de la mañana" del "viernes", el momento en que comienzan los preparativos para el Shabat. Así como uno acostumbra sumergirse en una mikve el viernes, así también la sabiduría inundará la Creación en el sexto milenio sirviendo como una inmersión espiritual, purificando a la humanidad y preparándola para la era del Shabat. 

Esta visión se hace eco del versículo: "La tierra se llenará del conocimiento de Dios como las aguas cubren el mar", [3] que también utiliza la representación de un diluvio en el contexto de la conciencia Divina. La representación negativa de un diluvio mortal que no deja tierra seca se convierte así en una visión positiva en la que todas las áreas de la vida están llenas de reconocimiento hacia el Creador y de la conexión con Él.

Obsérvese que el denominador común de los dos diluvios es su estructura bidireccional: así como en el diluvio original, el agua fluyó de las "ventanas del cielo" y de las "fuentes del abismo", así también se espera que las aguas del diluvio de sabiduría fluyan de las "puertas de la sabiduría de arriba" y de los "manantiales de la sabiduría de abajo". La idea de dos fuentes distintas y separadas de flujo de salida es bastante comprensible en el caso de un diluvio literal, pero ¿qué significa cuando se aplica a la abundancia espiritual?

La imagen de las aguas superiores e inferiores separadas por el firmamento es fundamental en los escritos cabalísticos y se utiliza para describir dos tipos de flujos o efusiones. Las aguas superiores representan la abundancia divina que desciende desde arriba, y las aguas inferiores representan la abundancia humana y terrenal que surge desde abajo. En nuestro caso, donde las dos fuentes de agua se refieren a dos fuentes de sabiduría, los comentaristas explican que simbolizan, respectivamente, la Torá que desciende del cielo y la sabiduría humana que se eleva como desde el suelo de la realidad. En cierto momento de la historia, las profecías afirman, la Torá y la sabiduría humana saldrán a la superficie y luego se fusionarán en una sabiduría unida y todo-abarcadora.

 Dos revoluciones

El año mencionado por el Zohar es 1840. Este período surgió más tarde como un momento en el que dos procesos paralelos alcanzaron su punto álgido. En la cultura occidental, fue la era del ascenso de la ciencia moderna. Tras eclosionar en la revolución científica del siglo XVII y madurar a lo largo del siglo XVIII, la nueva ciencia finalmente irrumpió en el mundo en todo su esplendor e impulsó la revolución industrial del siglo XIX. Pronto transformó por completo nuestra visión del mundo y nuestro modo de vida.

Al mismo tiempo, en las ciudades judías alejadas del centro de la escena de la historia, fue el período de la difusión del Jasidut, el movimiento que comenzó a revelar la sabiduría oculta de la Torá a muchos. Aunque el Jasidut no movió montañas, ni construyó torres, como las revoluciones científica e industrial, no fue menos revolucionario. Al igual que ellos, ofrecía nuevas herramientas de pensamiento y creatividad capaces de desarrollar nuestras capacidades intelectuales y espirituales, al igual que la ciencia desarrolló nuestra mente práctica y nuestros cuerpos. 

Si la revolución científica fue la apertura de las fuentes del abismo, Jasidut fue la apertura de las ventanas de los cielos.[4]

Cualquiera que sea nuestra actitud hacia las profecías, no podemos negar que la visión presentada en el Zohar es revolucionaria y desafiante. En una breve declaración, desafió una de las suposiciones más profundamente arraigadas de la conciencia moderna, sostenida por la mayoría de creyentes y no creyentes por igual: que la religión y la ciencia son inherentemente contradictorias y no pueden ni deben coexistir. Muchas devotas figuras religiosas adoptan una actitud hostil o desdeñosa hacia los descubrimientos científicos, y muchos científicos muestran una actitud similar de distanciamiento y arrogancia hacia la religión, en particular la Torá. Incluso aquellos que participan en ambos mundos generalmente se esfuerzan solo por conciliar algunas contradicciones entre ellos - una postura que solo refuerza la noción de que son entidades fundamentalmente opuestas que necesitan ser compartimentadas.

La visión que nos ofrece el Zohar es de una relación diferente entre la religión y la ciencia, o más precisamente, entre la Torá y la ciencia. Sugiere que, aunque la Torá y la ciencia son de naturaleza opuesta, y aparentemente fluyen desde direcciones opuestas, ambas expresan por igual la sabiduría unificada del Único Creador. Además, sólo a través de su fusión puede uno conocer al Creador completamente. Por esta razón, están destinados a conectar con mayor intensidad que la mera conciliación de contradicciones; su propósito es fundirse en una sola sabiduría.

Restauración de la Torá Primordial

La metáfora de las aguas superiores e inferiores tiene implicaciones de gran calado. 

Según el relato del Génesis, en el primer día de la creación toda el agua era una sola entidad unificada. Fue solo en el segundo que el Creador los separó en aguas superiores e inferiores con el firmamento. Dado que el agua representa la sabiduría, esto significa que la Torá y la sabiduría humana no deben verse como formas completamente separadas de sabiduría, sino más bien como una sola sabiduría que se dividió en dos. Además, las aguas anhelan reunirse unas con otras: la sabiduría de la Torá (las aguas superiores) está destinada a reunirse con la sabiduría mundana y humana (las aguas inferiores).

¿Qué es esta sabiduría primordial? El Talmud describe la Torá como "sabiduría caída desde lo alto"[5], novelet jojmá shel mala (נוֹבֶֶלֶת חָכְמָה שֶֶל מַעְלָה), como la fruta más pequeña que cuelga de un árbol mucho más grande, la mayor parte de la cual está oculta a la vista. 

Esta suprema sabiduría primordial (representada por las partes más altas del gran árbol) también se conoce como "Torá", pero en un sentido más amplio de la palabra. Es una especie de meta-Torá, de la cual se dice en los Midrashim que precedió al mundo,[6] que sirvió como el plan arquitectónico por el cual el Santo Bendito Es creó el mundo,[7] y que en el futuro será revelada como la "nueva Torá”[8] o la "Torá del Mashíaj", con la cual toda la Torá conocida palidece en comparación.[9] 

Esta Torá abarca todas las verdades - incluidas las ocultas dentro de los reinos mundanos y científicos fuera de la Torá. Un estudio adecuado de la naturaleza, que destila sus verdades divinas y eternas desde las aguas turbias de los miedos, fantasías y prejuicios mundanos, se revela así como nada menos que el estudio de la sabiduría de Dios: cada expansión del conocimiento es un hilo adicional de comprensión que nuestro intelecto logra extraer del tapiz infinito y oculto de la Torá superior, e integrarse en la conciencia humana. 

Por lo tanto, la unificación de la Torá y la ciencia está destinada a producir un evento verdaderamente maravilloso: la revelación, tanto desde el cielo como desde la tierra, de la Torá primordial de la cual se originaron todas las innumerables sabidurías del mundo, divinas (Torá) y mundanas (ciencia).

La visión de unir la Torá y la ciencia se refleja en un conocido versículo de Daniel:

וְהַמַּשְׂכִּלִים  יַזְהִרוּ  כְּזֹהַר  הָרָקִיעַ

VehaMaskilim Iazhiru KeZohar HaRakia

"Y los que son sabios resplandecerán como el resplandor [Zohar] del firmamento."[10]

El firmamento es, por supuesto, la línea invisible que une las aguas superiores e inferiores, la cual, según el versículo, debería inspirar el establecimiento de una nueva iluminación.

Sin embargo, la luz de esta iluminación no debe ser de la fría luz del intelecto, sino del zohar supra-intelectual, un resplandor que abarca e integra la ciencia racional con la revelación profética - los dos faros que Dios envió para permitirnos conocerLe.



[1] Génesis 7:11

[2] Zohar 1:117a

[3] Isaías 11:9

[4] Existe un paralelismo similar entre los individuos que encarnan las raíces de estas dos revoluciones: el santo Arí, Rabi Itzjak Luria, y Copérnico, también fueron contemporáneos en el siglo XVI.

[5] Bereshit Rabá 17:5

[6] Pesajim 54a

[7] Bereshit Rabá 1:1

[8] Zohar 2:161a

[9] Kohelet Rabá 11:7

[10] Daniel 12:3






JASIDUT

Partzuf:  LA MITZVÁ DE ASENTARSE EN LA TIERRA DE ISRAEL EN NUESTRO TIEMPO

 

Letra de Havaia

Opinión sobre la colonización de la tierra en nuestro tiempo

Esencia

 

Iud

Una obligación de la Torá

(mitzvá de'oraita)

Deber absoluto

Jová

(חוָֹבָה)

י

 

 

Hei

Una obligación rabínica

(mitzvá de rabanan)

una obligación

Mitzvá

 (מִצְוָָה)

ה

Vav

No hay obligación por temor al fracaso

Transgresión

Averá

 (עֲבֵרָה)

ו

Hei

No hay obligación por los peligros del viaje

Peligro

Sacaná

(סַכָָּנָה)

ה

 

El Rambán y el Rambám

La aliá a la Tierra de Israel es la mitzvá evidente que encontramos en la parashá de esta semana, Lej Lejá. Con respecto a la aplicabilidad de esta mitzvá en nuestros tiempos, hay varias opiniones. Existe la opinión de Najmánides, el Rambán, que sostiene que incluso en este tiempo - durante el exilio - hay un mandamiento positivo de hacer aliá a la Tierra, conquistarla y establecerla. Esto se deriva de varios versículos explícitos de la Torá.

La opinión más difícil de comprender completamente es la de Rambam. Por un lado, trae todas las virtudes y alabanzas que los sabios afirman con respecto a aquellos que viven en la Tierra de Israel, incluyendo todas las halajot que se derivan de ellos. Por otro lado, no escribe que es un mandamiento positivo de la Torá. Por esta razón, la mayoría de las autoridades halájicas posteriores (los Ajaronim) creen que, según Rambam, en nuestro tiempo, vivir en la Tierra de Israel es un mandamiento rabínico - uno elevado y exaltado, pero no obstante rabínico.

Sabemos cuánto el Jasidut aprecia y defiende el principio de que "las palabras de los escribas [los rabinos] son más entrañables que las palabras de la Torá", y por lo tanto, hasta cierto punto, uno debe ser aún más cuidadoso con una mitzvá rabínica que con una mitzvá de la Torá. Entre las autoridades posteriores, la que principalmente discute este tema, y en quien se basan la mayoría de los poskim posteriores, es el autor de Pe'at HaShulján, Rabí Israel de Shklov, el prominente discípulo prominente del Gaón de Vilna (el Gra). Él escribe que, según el Rambam, esta mitzvá es de origen rabínico. Hay otra forma de explicar esto, que se desarrollará brevemente más adelante.

En cualquier caso, este es el entendimiento directo: Rambán sostiene que morar en la Tierra de Israel es una mitzvá de la Torá incluso en nuestro tiempo. Por supuesto, esta mitzvá se aplica al individuo - esa es la "trampa", por así decirlo. No es una mitzvá comunitaria. Si se tratara de una mitzvá comunitaria, es decir, que todos deben hacer aliá, se consideraría un "ascenso por la fuerza", Aliá baJomá (עֲלִיָּה בַּחוֹמָה), lo cual está prohibido por uno de los conocidos Tres Juramentos, lo que complica toda la cuestión.

Rambam no menciona el tema de los Tres Juramentos en su Mishné Torá, incluyendo el juramento de no hacer aliá o ascender por la fuerza. No lo menciona en sus obras halájicas, pero en su Epístola al Yemen, lo menciona enérgicamente y afirma que un ascenso por la fuerza del pueblo judío a la Tierra representa un gran peligro para el pueblo. 

En mi humilde opinión, esto podría explicar por qué no incluye el asentamiento en la Tierra de Israel como una mitzvá de la Torá en el Mishné Torá, y también por qué no menciona el juramento en sus escritos legales. Hay algo en el juramento: "Os hago jurar, oh hijas de Jerusalén" que anula la mitzvá, por así decirlo, porque ¿cómo podría haber una mitzvá que no se aplique a todos juntos? Lógicamente, una mitzvá debería aplicarse y obligar a todos, pero aquí, no se aplica a todos - solo a aquellos que, de una manera especial, desean (la esencia y el significado de la Tierra de Israel, eretz אֶֶרֶץ, es desear, ratzon רָצוֹן) a aquellos que verdaderamente "rezan a través de su tierra".[1]

El autor de Pe'at HaShulján trae todas las autoridades anteriores (como el Tashbetz, Rashbash y otros) que están de acuerdo con el punto de vista del Rambán y declara: "esta es la opinión principal". En otras palabras, el único en nuestra generación que dictamina que en la práctica la halajá sigue al Rambán es el Pe'at HaShulján. También parece que el Minjat Jinuj, que vino después de él y es uno de sus seguidores, así como muchas autoridades posteriores, siguen su punto de vista, aceptando la opinión del Rambán como principal - que la mitzvá de establecerse en la Tierra de Israel es un mandamiento positivo de la Torá, incluso en nuestro tiempo.

Una vez más, Rambam no lo menciona como un mandamiento positivo, aunque sí trae en sus escritos halájicos todas las virtudes y alabanzas de vivir en la Tierra de Israel, todo lo que los sabios dijeron al final del tratado Ketubot en la discusión sobre el Mishná que dice: "Todos son traídos a la Tierra de Israel"[2], (הַכֹּל מַעֲלִין לְאֶֶרֶץ יִשְׂרָאֵל).

Dos opiniones más en los Tosafot

Hay un breve y algo extraño Tosafot al final de Ketubot,[3] que parece socavar todo, pero al hacerlo, completa la estructura de nuestro partzuf/modelo que corresponde a cuatro opiniones sobre la mitzvá de establecerse en la Tierra de Israel con las cuatro letras del Nombre esencial de Dios, Havaia, que pronto veremos. Este es un Tosafot pequeño pero muy significativo. Cita a uno de los grandes Ba'alei HaTosafot, Rabeinu Jaim HaKohen,[4] quien argumenta que no hay mitzvá de habitar en la Tierra de Israel en nuestro tiempo - ni de la Torá ni de la ley rabínica. ¿Por qué? Debido a que hay muchas mitzvot de la tierra que no se pueden cumplir correctamente, y debido al riesgo casi seguro de que una persona falle en cumplir con estas mitzvot, la mitzvá de establecerse en la tierra se anula en nuestro tiempo:

Él dice que ascendamos [a la Tierra de Israel], etc.: No se practica en nuestros tiempos, ya que hay peligro en los caminos. Y Rabeinu Jaim dice que hoy en día, no es un mandamiento vivir en la Tierra de Israel, ya que hay varios mandamientos que dependen de la tierra - y varios castigos - con los que no somos capaces de tener cuidado y de ser conscientes.

No se trata de que cualquiera haga tal afirmación, sino que, dado que esta opinión es tan peculiar, todo el mundo - como mencionamos anteriormente, como el autor de Pe'at HaShulján - hace diversos esfuerzos por explicarla como un error textual y que en el Mordejai, por ejemplo, hay una versión diferente de su opinión, que aclara que fue Rabeinu Jaim HaKohen quien mencionó el tema de los peligros del viaje,  y que el argumento sobre la falta de una mitzvá debido a las complicaciones con las mitzvot  dependientes de la tierra es incorrecto. Pe'at HaShulján aconseja además que, si alguien desea cumplir con las mitzvot dependientes de la tierra, debe comprar una parcela de tierra en la Tierra de Israel y cumplir con los mandamientos vinculados a la tierra.  En cualquier caso, es muy difícil aceptar la opinión de Rabeinu Jaim HaKohen.

En ese mismo Tosafot, antes de presentar la opinión de Rabeinu Jaim HaKohen, se ofrece otra explicación - a saber, que la mitzvá de ascender a la Tierra de Israel no es aplicable en nuestro tiempo, no porque no haya mitzvá, sino debido a los peligros del viaje. Todas las halajot concernientes a un esposo que obliga a su esposa o una esposa que obliga a su esposo a ascender a la Tierra de Israel - "ya sean hombres o mujeres" - no se aplican ahora debido al peligro que implica viajar a la Tierra. El principio en juego aquí es "el peligro es más severo que una prohibición", sacanta jamirá meisurá (סַכַּנְתָּא חֲמִירָא מֵאִסּוּרָא). Por lo tanto, la obligación de hacer aliá se suspende de acuerdo con esta opinión debido a la naturaleza peligrosa del viaje, más que a la inaplicabilidad de la mitzvá.

Así que, esencialmente, tenemos cuatro opiniones con respecto a la mitzvá de establecerse en la Tierra de Israel en nuestro tiempo. Las cuatro opiniones corresponden a las cuatro letras del Nombre esencial de Dios, Havaia, de una manera sencilla:

                  Que establecerse en la Tierra de Israel es una mitzvá de la Torá, un de'oraita, corresponde a la letra iud (י) y a la sefirá de sabiduría. Esto es sostenido por el Rambán y refleja la sabiduría que proviene directamente del mandato Divino - la Torá Escrita, como en el versículo: "Escucha, hijo mío, a la disciplina de tu padre",[5] que representa el mandato inmutable y esencial de la Torá.

                  El hecho de que sea una mitzvá rabínica sin ningún debilitamiento de la obligación corresponde a la segunda letra, hei (ה), y a la sefirá de entendimiento. Se puede ver una fuerte obligación en la norma que obliga a alguien a hacer aliá, "ya sean hombres o mujeres", que se encuentra en el Rambam. Ser rabínico (tal vez debido al tema de los Tres Juramentos mencionado anteriormente) está conectado con la Torá Oral, la "Torá de tu madre", que refleja el profundo razonamiento y entendimiento dentro del marco halájico empleado por los rabinos.

                  Cancelar la mitzvá debido a la preocupación por el fracaso en el cumplimiento de otras mitzvot corresponde a la letra vav (ו) y las seis sefirot desde bondad hasta fundamento, que constituyen el núcleo de Zeir Anpin (el pequeño semblante). Esta es la clara opinión de Rabeinu Jaim HaKohen en Tosafot - la idea de que la mitzvá de establecerse en la Tierra de Israel está anulada porque probablemente uno fracasaría en otras mitzvot vinculadas a la Tierra. Este acto de sopesar los pros y los contras en función del éxito y el fracaso es típico de las consideraciones hechas en el ámbito de Ze'er Anpin.

                  Finalmente, suspender la mitzvá por completo debido al peligro corresponde a la segunda hei (ה) en Havaia, y a la sefirá de reinado. La idea de que uno no puede obligar a otro a hacer aliá a la Tierra de Israel debido a los peligros del viaje refleja la sefirá de reinado sobre la cual está dicho: "Sus pies descienden hasta la muerte"[6] , raglei irdot mave (רַגְלֶיה יְרְדוֹת מָוֶֶת). Reinado es práctico y consciente de los peligros del mundo físico donde "viven en ellos"[7], vaji bahem (וָחַי בֶָּהֶם) tiene prioridad, lo que significa que una consideración importante en la realización de cada mitzvá es su seguridad física.

Juntas, las cuatro opiniones con respecto a la mitzvá de establecerse en la Tierra de Israel forman un entendimiento holístico, que se puede resumir como un partzuf, de la siguiente manera:

 

Una obligación de la Torá

(mitzvá de'oraita)

Deber absoluto

jová

 (חוָֹבָה)

Una obligación rabínica

(mitzvá de rabanan)

una obligación

mitzvá

 (מִצְוָהָ)

Sin obligación por la preocupación por el fracaso

Transgresión

averá

 (עֲבֵָרָה)

Sin obligación debido a los peligros del viaje

Peligro

sacaná

(סַכָָּנָה)

 

Tan pronto como reconocemos la estructura completa - el partzuf completo - todo tiene su lugar y existe un estado de paz entre las diferentes opiniones. El aparente conflicto entre las opiniones se transforma en un sistema coherente, y todo es armonioso. La tensión que causó Rabeinu Jaim HaKohen se resuelve una vez que vemos su visión como parte de un panorama más amplio, contribuyendo a la integridad del partzuf. De hecho, resulta que necesitamos su opinión sobre el peligro para completar el partzuf. Obsérvese que ambas opiniones traídas en el Tosafot encuentran su lugar en este modelo y contribuyen al equilibrio general, aportando claridad y armonía a los diferentes puntos de vista.

Peligros espirituales en nuestros tiempos

De hecho, algunos pueden argumentar que hoy en día ya no hay peligros físicos en el viaje a la Tierra de Israel, pero tal vez todavía hay un tipo general de peligro. 

Necesitamos preguntarnos si las opiniones de Rabeinu Jaim HaKohen y la preocupación por el peligro presentada en el Tosafot siguen siendo relevantes hoy en día, aunque en una forma diferente. Si alguien quiere descartar el argumento de Rabeinu Jaim HaKohen diciendo que hoy en día uno puede venir a la Tierra de Israel y cumplir fácilmente las mitzvot, debemos considerar que, en su tiempo, esto puede no haber sido tan simple. En aquel entonces, cumplir con todas las mitzvot dependientes de la tierra podría haber sido mucho más difícil, pero hoy, con un mayor acceso al estudio y la orientación de la Torá, es factible e incluso se ve como un gran mérito.

También se podría argumentar que no hay más peligro físico en el viaje a la Tierra de Israel. Entonces, ¿cuál podría ser exactamente el contraargumento? Para responder a esta pregunta, veamos un ejemplo de hace unas décadas.

Rabi Israel Abuhatzera, conocido como Baba Sali (que recibió su nombre del Baal Shem Tov) hizo aliá desde Marruecos en la década de 1960. Después de pasar algún tiempo en la Tierra de Israel, le escribió al Rebe de Lubavitch que planeaba regresar a Marruecos y que recomendaba que todos los judíos marroquíes hicieran lo mismo. ¿Por qué Baba Sali quería regresar al extranjero? De hecho, parece que, si no fuera por el Rebe de Lubavitch, quien insistió en que se quedara en la Tierra de Israel debido a su responsabilidad con su comunidad. ¿Acaso no amaba a la Tierra de Israel? 

Fue debido a lo que vio que estaba sucediendo en el país, el espíritu del lugar, que la gente se quitaba las kipot y los tzitzit, y se cortaba los rizos laterales (peiot). No es necesario extenderse sobre este penoso asunto. Esta es la razón que él mismo da y por la que dijo que es mejor ser un judío temeroso de Dios en Marruecos que vivir en la Tierra de Israel por el peligro espiritual presente aquí.

La conclusión es que los dos niveles inferiores de nuestro partzuf - la transgresión y el peligro - siguen siendo relevantes. Estos dos niveles corresponden a la "lo revelado es [responsabilidad de] nosotros y nuestros hijos"[8] y, por lo tanto, cambian de generación en generación, tomando una forma diferente. No hay que negar su existencia. Pero al final, el Rebe de Lubavitch obligó a Baba Sali a quedarse. Le escribió a Baba Sali: "Tú eres un rey, y tu pueblo está aquí, el rey no abandona a su pueblo, y el capitán no abandona el barco". Al final, Baba Sali aceptó la decisión del Rebe y se quedó.

 

 

 



[1] Véase 1 Reyes 8:48

[2] Mishná Ketubot 13:11

[3] Ketubot 110b s.v., Hu omer la'alot.

[4] Es citado con frecuencia en Tosafot. Su nombre, Rabeinu Jaim HaCohen (רַבֵּינוּ חַיִּים הַכֹּהֵן), tiene el mismo valor numérico que "estéril", tohu (תֹּהוּ), como en el versículo (Isaías 45:18) "Él no la creó [la Tierra] para que fuera estéril; Él la formó para ser habitada".

[5] Proverbios 1:8

[6] Proverbios 5:5

[7] Levítico 18:5

[8] Deuteronomio 29:28