BS"D
DEVARIM דְּבָרִים
Deuteronomio
1:1-3:22 Haftará: Isaias 1:1-27
¡Mazal Tov!
En Gal Einai en Español, cumplimos 25 años de de difusión de los manantiales del Jasidut por todo el mundo.
¿Como lo festejamos? ¡¡¡DIFUNDIENDO AÚN MÁS!!!
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Rabino Jaim Mates Frim
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TORÁ Y CIENCIA: EL MES DE AV, EL TEMPLO SAGRADO, LA
CURACIÓN Y LA SANGRE
desde Argentina
BEIT JABAD
SOHO
MALABIA 2180 – CABA
LA UNIVERSIDAD DE LA TORÁ
CON EL RABINO JAIM FRIM
El amor y la unidad de Israel es un estado saludable en el
que la sangre fluye adecuadamente por el cuerpo del pueblo de Israel, y la
división de corazones y el odio gratuito son enfermedades que resultan de
perturbaciones en el flujo sanguíneo. La meditación en los secretos de la
sangre nos enseña cómo ‘limpiar la sangre’ dentro del pueblo de Israel.
Es apropiado en este período, en los días de Bein
Hametzarim, las tres semanas de duelo y a la luz de los acontecimientos
actuales, meditar en la rectificación del sistema circulatorio:
PARASHÁ DE LA SEMANA DEVARIM, ROSH JODESH MENAJEM AV Y ANIVERSARIO DE RASHI
DESDE EL BEIT JABAD SOHO CON EL RABINO JAIM FRIM
Si un hombre hace
un voto a Dios, o hace un juramento para obligarse, no debe quebrar su palabra.
Debe hacer todo lo que expresó verbalmente.
CALENDARIO HEBREO
El Mes de Av
ESTO TAMBIÉN ES PARA BIEN
¿Qué se esconde bajo el serio rostro del Mes de Av y el 9
de Av y cómo se convierte en un mes de consuelo? Un viaje tras la novena
letra del alef-bet y el tesoro que en ella se esconde
En contraste con todos los meses del año que saludamos con
alegría, parece que el mes de Av es un invitado no deseado, como enseñan los
sabios: “Cuando llega Av, nuestra alegría disminuye”.[1] Pero, la
verdad es que es en este mes en particular que nos espera una tarea fascinante que
es más importante que cualquier otra: convertir nuestro duelo por la
destrucción en consuelo, como prometió el Profeta: “El ayuno del cuarto [el decimoséptimo
de Tamuz] y el ayuno del quinto [el Noveno de Av]… serán para la casa de Judá
[un tiempo de] regocijo y felicidad y de hermosas festividades”.[2] Por eso
tenemos la costumbre de nombrar este mes “Menajem Av” (“el Consuelo de Av”),
para infundirlo desde el principio de un gozoso consuelo. Además, en
Jasidut, el dicho mencionado anteriormente se interpreta de la siguiente manera:
“¡Cuando llega Av, disminuimos - ¡en alegría!”, es decir, disminuimos
nuestros problemas no deseados a través de la alegría.[3] Esta
interpretación sorprendente requiere una explicación más detallada: ¿cómo lo
hacemos exactamente? ¿De qué hay que alegrarse?
Como de costumbre, podemos meditar en la esencia del mes
contemplando la letra con la que fue
creado, como enseña la sabiduría cabalística. Este método es
particularmente pertinente para este mes, ya que Av (אַב),
deletreado alef-bet (א-ב)
es la primera palabra significativa de dos letras creada a partir de las letras
del alef bet. Esta es una clara indicación de que toda la
serie de letras es significativa aquí. También es interesante advertir que
el libro del Tanaj asociado con el mes de Av - el Rollo de las
Lamentaciones - es el único libro del Tanaj en el que la mayoría de sus versos
siguen un orden alfabético. Los sabios incluso se preocuparon por explicar
este fenómeno: “¿Por qué fueron afligidos por el alef-bet ? Porque
transgredieron la Torá que fue dada con el alef-bet .”[4] Además,
el número de días “entre aflicciones”, es decir, entre el 17 de Tamuz y el 9 de
Av (incluidos esos dos días) es veintidós, cada día correspondiente a una de
las veintidós letras del alef-bet .
La buena letra
El mes
de Av fue creado con la letra tet (ט). En
pocas palabras, esta letra, cuyo valor numérico es 9, alude al 9 de Av, el día
más significativo del mes. Pero eso no es todo. El significado interior
de cualquier letra se puede deducir de su primera aparición en la Torá, ya que
la Torá es el "plano" de la Creación. La letra tet aparece
por primera vez en el verso, “Y Dios vio que la luz era buena” como la letra
inicial de la palabra “bueno” (טוֹב). Esto prueba
que la letra tet es aparentemente una muy buena letra. De
hecho, el Talmud afirma que ver la letra tet en un
sueño es un buen augurio porque su primera aparición en la Torá es en la
palabra “bueno”.[5]
Esto
también explica por qué ni la palabra “bueno” (טוֹב),
ni la letra tet (ט) aparecen en el texto
de los Diez Mandamientos como aparecen en Éxodo: “¿Por qué no se menciona la
palabra 'bueno' en las primeras Tablas? Debido a que eventualmente se
romperían [y luego] Dios no lo quiera, la bondad se detendría para el pueblo
judío”.[6] Por el
contrario, en los Diez Mandamientos tal como aparecen en Deuteronomio,
la palabra “bueno” sí aparece en la frase, “Para que sea bueno para ti ”,[7] ya que esta
es la versión que fue escrita en el segundo juego de tablas, que no se
partieron. Esto significa que la letra tet y la palabra
“bueno” son adecuadas para aparecer sobre algo que tiene una existencia
continua, y no sobre algo transitorio que se romperá. Este es también el
significado literal de las palabras, “Y vio Dios que era bueno”: Dios quería
que la Creación existiera.
Entonces, es bastante sorprendente que el mes de Av sea el
mes que se creó con la letra tet, la “buena” letra, porque el 9 de
Av tuvieron lugar los eventos más severos en la historia del Pueblo Judío: el
pecado de los espías, la muerte de la generación del desierto durante cuarenta
años, la destrucción de ambos Templos y muchos otros pesares y
problemas; incluso algunos que tuvieron lugar en nuestra generación
actual. Todo está destrozado y destruido, como el primer juego de Tablas
(que ya estaban destrozadas el 17 de Tamuz), y ¿qué puede haber de bueno en
eso?
Bondad oculta
La explicación está oculta dentro de una expresión única en
el Zohar, “Su bondad está oculta dentro de él”. Este es el significado de la forma de la
letra tet (ט), que se asemeja a un
recipiente que gira hacia adentro y que parece estar apuntando a un punto
oculto en su interior. Este es el punto oculto de bondad, que debemos llegar
a ser lo suficientemente dignos de revelar.
Entonces,
algo realmente bueno se esconde dentro del mes de Av, pero necesitamos un
talento especial para poder integrarlo. Aquí llegamos al talento
espiritual del alma que está asociado con Av en particular - el sentido del
oído. Esto contrasta con el mes de Tamuz que lo precede, que está asociado
con el sentido de la vista. Además, de las doce tribus, la tribu asociada
con el mes de Av es la tribu de Shimon (שִׁמְעוֹן;
de la raíz ש-מ-ע, “escuchar”), quien
fue llamado explícitamente por el sentido del oído, como su madre Lea dijo:
“Porque Dios ha escuchado que soy menospreciada”.[8]
Cuando vemos algo, no tenemos dudas sobre su autenticidad,
nos convertimos en testigos oculares para percibir instantáneamente la esencia
del asunto, como se enfatiza con respecto al Éxodo de Egipto y la Entrega de la
Torá, de la cual la Torá dice: “ Tú has visto”,[9] “Nos has
mostrado para que sepamos”.[10] Pero, oír
no es una experiencia directa; más bien, es la intercepción de un eco
distante (es decir, el movimiento de las ondas de sonido que se mueven a través
del aire para golpear nuestros tímpanos), como llegar a conclusiones a partir
de pruebas circunstanciales en lugar de a partir de pruebas contundentes ante
los propios ojos. De hecho, el Talmud afirma que “el oído no debe ser
mayor que la vista”.[11] Sin
embargo, la letra tet y la palabra “bueno” (טוֹב) sí aparece en el
contexto de la vista, “¡Y vio Dios que la luz era buena”! Los sabios
explican que el Todopoderoso vio que el mundo no era acreedor de una luz tan
grande, por lo tanto, "se detuvo y la cubrió".[12]
Esto prueba que la verdadera bondad de la letra tet está
oculta y ya no se puede ver. Por lo tanto, solo podemos oír hablar de ello.[13]
Cuando todo es claro y revelado, podemos ver la buena luz,
como durante la era dorada cuando se entregó la Torá o durante la era cuando se
construyó el Templo. Pero, cuando llegamos a los días oscuros en que las
Tablas se rompen y el Templo es destruido y estamos en el exilio, entonces el
sentido de la vista es bloqueado, “Él me ha puesto en tinieblas, como a los
muertos del mundo”[14]. “Por esto
se nublaron nuestros ojos”.[15] Pero,
incluso en momentos como estos, uno puede sentir la bondad oculta, y aunque no
podemos percibirla, podemos escucharla, como una voz suave que resuena desde
dentro de las ruinas.
El sabio optimista
Entonces, creemos que hay algo bueno incluso en un momento
de destrucción, pero ¿qué es ese bien? Para entender de qué se trata,
necesitamos relatar una historia sobre un gran sabio
judío, que se llamaba "Najum de Gamzu", llamado así porque decía
sobre todo lo que le sucedia, gam zu l'tová, "Esto
también es para bien” (גַם זוּ לְטוֹבָה).[16] Y así cuenta
la historia: una vez, hubo la necesidad de traer un regalo de
apaciguamiento al emperador romano. Eligieron a Najum de Gamzu como
emisario y lo enviaron con un cofre lleno de piedras preciosas y
perlas. En el camino, Najum se quedó a dormir en una posada y por la noche
el posadero robó el tesoro y en su lugar llenó el cofre con polvo. Cuando
Najum se dio cuenta de esto, dijo: "Esto también es para bien..."
Cuando llegó al emperador, el emperador vio el "regalo" que los
judíos le habían enviado y quería matarlo. Una vez más, Najum dijo: “Esto
también es para bien…”. Entonces intervino Elías el Profeta, que había sido
enviado del Cielo bajo la apariencia de uno de los ministros, le dijo al rey: “Tal
vez este es el polvo asombroso con el que que Abraham, su antepasado, lucharía
contra su enemigo, y que se convertiría en espadas y flechas. El emperador
probó el polvo y descubrió que efectivamente era un arma
milagrosa. Entonces el emperador ordenó que llenaran el cofre con piedras
preciosas y perlas y despidieron a Najum con gran respeto (el resto de la
historia y lo que le sucedió al malicioso posadero se puede encontrar en el
Talmud[17]).
Najum de Gamzu creía con plena fe que en el mismo momento en
que todo parecía malo, realmente era lo mejor, y que a través de esta vía en
particular vendría la bondad genuina. Se relata además que Najum padeció
de un dolor terrible, pero se regocijó en él, porque en su alto nivel
espiritual, reconoció la bondad que le otorgaba su dolor, y la bondad que en él
estaba escondida. Así es también con respecto a la destrucción del Templo
y todos los descensos y las catástrofes del mes de Menajem Av. El consuelo
viene al ver las cosas a través del prisma de Najum
(de la misma raíz que Menajem y “consuelo”; נ-ח-ם),
cuando podemos decir de todo corazón que “esto también es para bien. Hay una
bondad oculta en la destrucción del Templo porque viene de Dios para
"despejar el escenario" para el tercer y eterno Templo, como en la
definición de la ley judía que prohíbe en Shabat, "la demolición con el
objetivo de reconstrucción"[18] es decir,
demoler un edificio para permitir la construcción de un edificio mejor que el
anterior.[19]
En terminología Jasídica, el 9 de Av alcanzamos el punto de
“nada” por cuyo poder nace un nuevo nivel de realidad que, como la
desintegración de una semilla antes de que comience a crecer, no puede aparecer
mientras la antigua realidad permanezca en la existencia. De esto podemos
entender que el servicio que se requiere de todos y cada uno de nosotros para
alcanzar la bondad oculta del Noveno de Av es estar en el nivel de “nada”, es
decir, adoptar completamente el atributo de bajeza positiva, como decimos al
final de la oración de Amidá: “Y mi alma sea como polvo para
todos”. Este es el secreto del polvo de Abraham, porque dijo de sí mismo:
“Y yo soy como polvo y ceniza”,[20] y ese es
el polvo que le fue revelado a Najum de Gamzu. La destrucción y muerte del
Noveno de Av nos lleva a la nada tras la cual puede florecer una nueva
realidad. Sin embargo, si actuamos según el atributo de humildad como el
polvo, podemos ahorrarnos todos estos problemas y podremos renovarnos
verdaderamente sin muerte ni dolor.[21]
Feliz cumpleaños
Podemos completar nuestra comprensión de la bondad
oculta volviendo a la letra tet, cuyo valor numérico es 9. “¿Quién
sabe nueve?” preguntamos en la noche del Seder y la respuesta es
“Nueve meses de parto”. Por lo tanto, podemos meditar en los primeros
nueve días del mes de Av como si fueran nueve meses de embarazo en los que cada
mes se reduce a un día.
El momento de inicio del embarazo es el primer día de Av
(Rosh Jodesh), el día conmemorativo del fallecimiento de Aharon, el Sumo
Sacerdote, “En el mes quinto, el primer día del mes”[22] (el
único día conmemorativo que se menciona explícitamente en la
Torá). A primera vista, este fue un evento triste, ya que la Torá relata
cómo todo el pueblo judío lloró después de la muerte de Aharon. Pero, en
verdad, la muerte de un tzadik (individuo justo) marca el
comienzo de una nueva etapa aún mayor en su influencia sobre el Pueblo
Judío. Como se afirma en el Zohar que cuando un tzadik
deja este mundo, se hace más presente en todos los mundos de lo que estuvo
durante su vida, ya que su influencia ya no está restringida por limitaciones
físicas. Es por eso que podemos ver el día de la muerte de Aharon como el
día en que comienza el embarazo.[23] En este
punto, la bondad oculta está presente dentro del útero de la madre en la forma
de un feto en desarrollo.[24] El que
nace el nueve de Av, después de nueve días de embarazo, no es otro que el mismo
Mashiaj, como nos enseñan los sabios que el Mashiaj nació el día en que se
destruyó el Templo.[25] Mashíaj es
la bondad escondida en la propia destrucción, porque la destrucción de la
imagen a la que estábamos adheridos previamente nos libera para esperar expectantes
la aparición de una nueva realidad. Después de la aparente desintegración
de la destrucción del Templo, Mashíaj, a quien se hace referencia como “una
planta”,[26] ahora
puede comenzar a florecer.
Hoy en día, todavía observamos las leyes de duelo y
destrucción durante este período de nueve días, porque a nuestros ojos, todavía
podemos ver solo una gran destrucción y exilio (tanto material como
físico). Pero debemos hacer un esfuerzo para “escuchar” la bondad que se
esconde en la amargura de la destrucción y desear “feliz cumpleaños” al Mashíaj
que vendrá a consolarnos, mostrándonos cómo esto también es realmente para
bien, como Najum de Gamzu. Este es el servicio de “disminuir - en alegría”
- disminuimos nuestro duelo por la destrucción al revelar la bondad oculta y la
alegría interna que finalmente saldrá a la luz. “E incluso en el nueve de
Av, que aparece como oscuridad, aunque uno debe llorar amargamente por todo lo
que nos sucedió ese día, no obstante, "E incluso en el Nueve de Av, que
aparece como oscuridad, aunque uno debe llorar amargamente por todo lo que nos
sucedió en ese día, no obstante, uno debe regocijar el corazón del rey con la
alegría futura cuando Menajem [Mashiaj] nazca y él nos redimirá rápidamente y
Dios se regocijará en sus acciones y la soberanía le será devuelta a Él como en
los días de antaño."[27]
La bondad oculta se vuelve aún más evidente en el Shabat que
sigue al 9 de Av, el cual es llamado “El Shabat de Consuelo”, cuando después de
leer la porción semanal de la Torá, comenzamos a leer la primera de la serie de
porciones consoladoras de los Profetas, “Ciertamente sea consolado, Mi pueblo.”[28] La bondad
se revela en su apogeo a la mitad del mes, el 15 de Av, cuando la luna llena nos
ilumina con la “luz que es buena”. “No hay mejores días para el pueblo
judío como el 15 de Av… en el que las muchachas de Jerusalén salían a bailar en
los viñedos”.[29]
“Entonces una doncella se regocijará en la danza [el 15 de Av] y los jóvenes y
los ancianos juntos, y convertiré su luto en alegría y los consolaré y los alegraré
desde su tristeza… y Mi pueblo se saciará con Mi bondad, dice Dios”. Que
así sea, pronto en nuestros días. Amén.[30]
[1] Mishná
Ta’anit 26:2.
[2] Zejaria
8:19.
[3] Maor
Vashemesh, Parashat Vaieshev, sobre el versículo, “Y Dios estaba con Iosef”; Siaj
Sarfei Kodesh ( Bein Hametzarim ) en nombre del
Vidente de Lublin.
[4] Sanhedrin 104a.
[5] Baba
Kama 55a.
[6] Ibíd.
54b. Véase también el comentario del Maharsha, que explica que el Talmud
también se refiere a la letra tet.
[7] Deuteronomio
5:16.
[8] Génesis
29:33.
[9] Éxodo
20:19.
[10] Deuteronomio
4:35.
[11] Rosh
Hashaná 25b.
[12] Jaguigá 12a.
[13] En
conceptos cabalísticos, la visión pertenece a la facultad de sabiduría, que destella
como un relámpago, mientras que el oído está asociado a la facultad de
entendimiento.
[14] Lamentaciones
3:6.
[15] Ibid
5:17.
[16] Taanit 21a; Sanhedrín 108b
(veáse la interpretación de Rabeinu Jananel de que Najum era de la ciudad de
Gamzu, y veáse el Maharsha ad loc.)
[17] Taanit 21a.
[18] Veáse Shuljan Aruj Harav, Oraj
Jaim 278:2.
[19] Para
más información sobre esto y la diferencia entre el nivel de Najum de Gamzu y
el de Rabí Akiva, quien diría: “Todo lo que hace el Compasivo, lo hace para
bien” - véase Torat Menajem, parte 3, p. 268 y parte 6,
pág. 125.
[20] Genesis
18:27.
[21] Véase Sotá 5a,
cómo alguien que es semejante al polvo en su vida es digno de la resurrección
de los muertos.
[22] Numbers
33:38.
[23] “Aharon”
(אהרן) y “embarazo” (הריון) comparten la misma raíz (הר).
[24] Como es
explicado en el Tania, Igueret Hakodesh 26.
[25] Eijá
Rabati 1:51.
[26] Zejaria
6:12.
[27] Avodat
Israel, Parashat Masei.
[28] Isaías
40:1.
[29] Conclusión
de Mishna Ta'anit. Se podría decir que hasta el 9 de Av, es el
nivel de Rabí Akiva quien dijo: “Todo lo que hace el Compasivo es para bien”
(como arriba, nota 18), sin que sea revelado, solo fe a pesar de la
oscuridad. Pero durante los días de consuelo que siguen al 9 de Av,
alcanzamos el nivel de Najum de Gamzu, que es la revelación de la buena luz.
[30] Jeremías
31:12-13.
UNA PROPIEDAD PARA CADA JUDÍO
Todo judío tiene
una propiedad en la Tierra de Israel. Este es un principio fundamental en
la Torá, según el cual uno debe actuar incluso hoy en la reforma del estado.
Original en hebreo escrito
por Iosi Plai
Todo judío tiene una propiedad en la Tierra de
Israel. Este es un principio fundamental en la Torá, según el cual uno
debe actuar incluso hoy en la reforma del estado.
Propiedad General y Propiedad Privada
Toda la tierra de Israel pertenece a todo el pueblo de Israel
ya que fue entregada a nuestro padre Abraham por el Todopoderoso como está
escrito en la Torá "A tu descendencia he dado esta tierra"[1].
Además de la propiedad general cada judío tiene una
propiedad especial en Israel.
"Y heredarás la
tierra por sorteo"[2] .
וְהִתְנַחַלְתֶּם אֶת הָאָרֶץ
בְּגוֹרָל
Cada uno de Israel tiene un "campo personal"
que hereda de sus antepasados e incluso cuando se vende a otro vuelve a su
dueño original en el año de Iobel, Jubileo.
"Y en tu pueblo son
todos justos, heredarán por siempre la tierra", [Ishaiahu 60:20]
וְעַמֵּךְ כֻּלָּם צַדִּיקִים
לְעוֹלָם יִירְשׁוּ אָרֶץ
Cada judío tiene una
parte de herencia en la tierra (tal como tiene una letra en el libro de la Torá), “חולקא בעמא
ובארעא קדישא”. Esa parte determinada por el mazal por encima de
razón y la comprensión pertenece a la esencia de su alma[3], "Cuán
agradable es nuestra suerte".
En los días del Mashíaj la tierra será repartida "y
repartiréis esta tierra entre las tribus de Israel" [4] (incluyendo
Guerei-Hatzedek [5], los justos
conversos, y también habrá una porción especial para los sacerdotes y levitas,[6] de
modo que cada judío recibirá una parte de la tierra), “וְתִטָּעֵנוּ
בִּגְבוּלֵנוּ”.
Redistribución de Recursos
Hoy, de hecho, no hay división de bienes en la tierra según
las tribus y el Jubileo tampoco se practica práctica (hasta la pronta venida
del Mashíaj en nuestros días). Pero incluso en esta situación debemos
actuar de acuerdo con el principio fundamental: ¡cuidar la propiedad en Israel
para cada judío!
El primer paso para reformar el país es la herencia de la
tierra y su asentamiento (según el atributo de bondad que abre y conduce los demás
atributos del corazón). En este marco se debe asegurar que cada familia
tenga un patrimonio en el país, una unidad inmobiliaria básica con plena
propiedad (en tierra o vivienda). Por ejemplo, cada pareja joven y cada
familia que inmigra a Israel recibirá tal propiedad, un privilegio especial
otorgado a cada judío (que nació de una madre judía o se sometió a una
conversión adecuada).
Por supuesto, tal política equilibrará el mercado de la
vivienda extremadamente competitivo y reducirá las disparidades en la sociedad[7]. Un
patrimonio da estabilidad a una persona, como está dicho "Toda persona que
no tiene tierra no es una persona"[8], y
especialmente en la Tierra de Israel que "tener una parte en ella es
importante como una parte en el mundo por venir"[9]. El
pueblo de Israel y la Tierra de Israel se asemejan a una novia y un novio,
"Porque como desposa un joven a una virgen, así te desposará tu hijo"[10], cada
lugar en la tierra que está habitado por judíos es un 'punto de
conexión' entre la novia y el novio y el proceso de asentamiento es "su interior está pleno de
amor", “תּוֹכוֹ רָצוּף אַהֲבָה”.
Editado por Iosef Plai, según el libro Tikun haMediná
(Rectificación del Estado de Israel)
[1] Génesis
15:18
[2]
Bamidvar 33:54
[3] Véase
לקו”ש ח”ב
Parashat Pinjás. Maljut Israel ח”א מאמר ‘ארץ
[4] Iejezkel
מז, כא.
Veáse Rambám Leyes de Reyes פי”ב ה”ג
[5] Iejezkel
מז כב-כ
[6] ראה יחזקאל פרקים מה, מח
[7] Veáse
una propuesta sobre el tema en el documento "El objetivo del Jubileo"
publicado por el movimiento Derej Jaim
[8] Ievamot
סג, א
[9] Ibn
Ezra a Génesis לג, יט
[10] Ishaiahu
62:5
CALENDARIO
HEBREO
El mes de Tamuz
UNA VISIÓN PERFECTA
Cada mes del año está asociado a un sentido. El
sentido del mes de Tamuz es la vista.
El mes de Tamuz es la época del año para rectificar nuestro
sentido de la vista.
La rectificación de la vista (en el plano espiritual, que se
manifiesta en el plano físico como buena visión) conlleva dos polos
complementarios: Ver la providencia Divina en nuestra vida y ver el bien en
cada uno.
"Veré
a Dios [en la tierra de los vivos]" ([אראה יה [בארץ החיים) se interpreta como que expresaré mi
agradecimiento a Dios por Su providencia sobre mí.
La Providencia (en contraste con lo que parece ser puro azar
y causalidad determinista) a menudo se alude con el término
"sincronicidad". Hay más en lo que nos sucede en nuestras vidas
de lo que se ve a simple vista (externo). Hay participación desde el
exterior. Si hay participación, entonces a alguien le importa, y ese
alguien es Dios. Él se preocupa por nuestro bienestar, tanto físico como
espiritual. Él siempre está obrando milagros en nuestras vidas, que en su
mayor parte no vemos. Tamuz es el mes para empezar a ver.
Todo ser humano tiene cosas buenas y malas. Tamuz es el
mes para nutrir el sentido interior de concentrarse únicamente en el bien del
otro (de Dios se dice que, aunque ve nuestra iniquidad no se concentra en ella,
sino que se concentra en nuestro bien. Debemos aprender de Dios.) Esto se
refiere a poseer un "buen ojo" (que es la fuente tanto de recibir
bendiciones como de bendecir a otros). Cuanto más observamos el bien en
los demás (y reprimimos el mal), más sacamos a relucir en ellos su bien
latente.
Se dice que Dios nos creó con dos ojos para ver lo bueno en
los demás (con el ojo derecho) y para ser críticos con nosotros mismos, para
ver lo que requiere rectificación (con el ojo izquierdo). Este es un
estado de equilibrio necesario, porque sin reconocer lo malo en nosotros mismos
no podemos apreciar lo bueno en los demás.
Con respecto a la Providencia Divina también necesitamos dos
ojos, uno (el ojo derecho) para ver las maravillas reveladas que Dios hace con
nosotros y otro (el ojo izquierdo) para ver que las cosas que nos suceden y que
no parecen buenas, también son para nuestro bien eterno (en realidad derivan de
un nivel de bien superior a las maravillas reveladas).
Nuestra fe en que todo lo que nos sucede es para nuestro
bien eterno (porque todo proviene de Dios, que es la esencia del bien)
transforma el mal aparente en bien revelado. En última instancia, ambos
ojos se vuelven uno. En Cabalá, se hace referencia a este
fenómeno como alcanzar el nivel de "el Anciano", Atika (עתיקא) de quien se dice, "no queda
nada en el Anciano, todo [tanto a la derecha como a la izquierda, a medida que
evolucionan en niveles inferiores] está bien." Lo que parecía malo
ahora se manifiesta como el mayor bien: "todo está bien".
Y lo mismo con respecto a nuestra propia observación y la de
los demás. En última instancia, todo se vuelve correcto - al rectificar
nuestro mal, ya no necesitamos mirarnos a nosotros mismos en absoluto. Sólo
vemos lo bueno en todo (el ojo derecho), incluyéndonos a nosotros mismos como
parte inseparable de todo (el ojo izquierdo), porque todo refleja a Dios, el
Creador.
Foto de Ewan
Robertson en Unsplash
CALENDARIO HEBREO
El mes de Tamuz
VER ADENTRO
En hebreo, la expresión "ver el rostro de
alguien" puede significar tanto apaciguarlo como combatirlo.
Después de ganar la pelea con el arcángel de Esav, Iaacob
dice: "Porque he visto cara a cara al ángel de Dios, y mi alma ha sido
salvada". Varios de los comentarios tradicionales explican que ver
cara a cara en este contexto significa participar en un combate
físico. (Este significado de la expresión "ver el rostro de uno"
es explícito en otro lugar de la Biblia donde el rey de Judá invita al rey de
Israel a verse el rostro, es decir, a hacer la guerra.) Más tarde, cuando Iaacob
se encuentra con Esav, él le dice "porque he visto tu rostro como el
rostro del ángel de Dios y me has deseado". Rashi, en su comentario a
este verso, alude al significado de la expresión idiomática de hacer la guerra
al tiempo que indica explícitamente el significado de apaciguar.
Nuestro sentido de la vista es nuestra capacidad para
evaluar una situación actual, ver lo que está delante de nosotros. Es
nuestra capacidad de discernir entre amigos y enemigos. Por el poder del
amor proyectado por nuestro ojo derecho apaciguamos a los que hemos ofendido y
restablecemos nuestro vínculo de hermandad con ellos. Mediante el poder de
la fuerza proyectado por nuestro ojo izquierdo, expresamos nuestra
determinación de acatar y vivir según los preceptos de nuestra fe, y luchar
contra los enemigos de la verdad y la justicia.
Los ojos rectificados no solo ven la realidad superficial
que tienen ante ellos, sino que penetran en la esencia interna de la realidad
que observan. "Rostro" en hebreo significa
"interioridad". Ver el rostro de otro es ver la realidad
espiritual dentro de él.
Tamuz, el mes de la vista, es el mes para encontrar y hacer
nuevos amigos, así como el mes para luchar y salir victoriosos sobre nuestros
enemigos espirituales, comenzando con nuestra propia inclinación al mal (quien
fija sus ojos - proyecta sus energías impuras - para destruir nuestro Templo
espiritual).
Tamuz es el mes para enamorarse (a primera vista) de la
verdadera belleza, expresada en el atuendo de la modestia, y rechazar la
belleza falsa e indecorosa. En el libro de los Proverbios, la mujer
verdaderamente hermosa simboliza la sabiduría de la Torá. Tamuz es el mes
para encontrarla y enamorarse de ella.
27 Tamuz 5783
Es costumbre
contar una historia jasídica sobre el Baal Shem Tov todos los Motzaei Shabat,
la salida del Shabat por la noche en una comida de Melavé Malká, acompañar a la
novia (el Shabat).
Una segulá para
un buen sustento, para tener hijos y tener satisfacciones de ellos, para una
vida buena y larga y para salud.
SORDERA SELECTIVA
Se cuenta acerca del rabino Najman de Hordenka, que una vez
se sentó lejos durante una clase del santo Baal Shem Tov y no escuchó las
palabras que decía el Baal Shem Tov. Inmediatamente se levantó de su lugar y se
acercó para escuchar las palabras de Baal Shem Tov, hasta que realmente acercó
su oído casi pegado al Baal Shem Tov, y fue algo extraño para todos. Los
discípulos le preguntaron al santo Baal Shem Tov:
¿Por qué rabi Najman a veces escucha desde la distancia y
otras veces no?
Les contestó:
Rabi Najman oró a Dios que le diera un regalo, que escuchara
solo palabras de Torá, y ninguna otra palabra. Hoy en clase cuando lo elogié no
escuchó lo que dije.
En su inocencia pensó que estaba perdiéndose palabras de
Torá y por eso se levantó para escuchar. Pero en la práctica, el motivo es que
Dios respondió a su oración pura y sus oídos escucharon… solo las palabras de
Torá...
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