BS"D
MATOT MASEI מַּטּוֹת - מַסְעֵי
Bamidvar
30:2
– 36:13 Haftará: Jeremias 2:4-28;
Jeremias 4:1-2; Isaias 66:1; Isaias 66:23-24; Isaias 66:23
MATERIAL DE ESTUDIO
DE GAL EINAI
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o
AUMENTO DEL NIVEL DE ANSIEDAD
Shalom! ¿Cómo estás?
Una de las cosas que nos ha pasado a todos en el último año
es el aumento del nivel de ansiedad. 😕
La incertidumbre y
la frágil situación de seguridad (especialmente en Israel) provocan en muchos
de nosotros un sentimiento de inquietud interior.
“¿Quién sabe qué
pasará hoy? ¿Y qué se desarrollará en la
frontera norte?” 😟
Es interesante
resaltar que la ansiedad proviene de los viajes mencionados en la parashá de la
semana, Masei:
"Y viajaron
desde “Jaradá” y acamparon en “makhelot".
(En hebreo moderno la palabra Jaradá significa “ansiedad”. Y
makhelot significa “orquestas”) 🎼
Según la psicología
Jasídica, todos los viajes que realizó el pueblo de Israel, también los
atraviesa cada uno de nosotros en el alma durante la vida.
Y una parte integral
de eso es el viaje de la ansiedad, que llega hacia la “orquesta” que entona el
alma luego de haber superado el desafío…🙌🏼
Pero intentemos
entender, ¿qué hacemos con la ansiedad? ¿Cómo la manejamos?
Lo cierto es que esta pregunta parte del supuesto de que la
ansiedad es algo negativo…
Pero la psicología
Jasidica nos enseña algo diferente…
¡La ansiedad no es un estado negativo!...
Y antes de correr a
buscar soluciones inmediatas, técnicas o respiraciones de cualquier tipo…
En primer lugar,
si quieres afrontar el miedo, no le tengas miedo...
La forma de afrontar
plenamente el miedo es mucho más extensa que las palabras escritas en este
artículo…
Pero una de las
primeras herramientas que enseña Jasidut del Baal Shem tov, nos ayudará a
afrontar las ansiedades correctamente: la sumisión. 😌
Lo primero a hacer es rendirnos; La misma afirmación de
que el miedo no es inherentemente negativo nos ayuda a aceptar el hecho de que
él existe dentro de nosotros, y entendemos que en él hay un mensaje para
nosotros y no debemos intentar huir de él, sino que debemos prestarle atención.🧐
En segundo lugar,
para dominar el miedo mismo, debemos llevarlo a las proporciones correctas.
La mayoría de las ansiedades son el resultado de nuestra
imaginación…
Nos estresamos por el
futuro desconocido.
Y nos estresamos por
la falta de control sobre la situación.
Pero si aprendemos a
aceptar el miedo, y reconocer la situación actual como una realidad que Hashem
nos envió… y diferenciar entre la mera imaginación y el miedo real, entonces
podrás acceder y enfrentarlo directamente.
¿cómo así? Reconociendo el valor positivo del miedo.
Luego lo “endulzas” y
te deshaces de él.🙂
Ahora bien, para comprender bien el tema del
endulzamiento es necesario conocerse bien a uno mismo, y profundizar en el
conocimiento único que nos ofrece la Jasidut en general y la psicología
Jasídica en particular. 😎
Espero que nos sigamos viendo y estudiando juntos.
Conociendo nuestra alma y así rectificando nuestra porción en el mundo para
llegar a la pronta Redención con la llegada de nuestro Justo Mashiaj y la
reconstrucción del Tercer templo en Jerusalem, que sea pronto en nuestros días,
Amén.🙏🏼
Que tengas un Shabat Shalom y que escuchemos sólo buenas
noticias.
Escuela de psicología Jasídica.
Equipo Gal einai en español.
HOGAR Y
FAMILIA
“UNA SOLA CARNE”: LO DIVINO MASCULINO Y FEMENINO EN
NOSOTROS
Una lectura atenta de la historia de la creación de Adán y
Eva nos enseña las diferencias entre hombres y mujeres, y entre lo masculino y
lo femenino dentro de cada uno de nosotros.
Los hechos más obvios son a
menudo los más asombrosos. Uno de ellos es que somos de dos sexos, masculino y
femenino. La humanidad está dividida en naciones, estados, clases, facciones
políticas, grupos de interés, escuelas de pensamiento y comunidades virtuales
en línea. Pero la división en hombres y mujeres trasciende a todas las demás,
dividiendo a todos los demás grupos humanos en dos. De hecho, no sólo nos
divide en dos grupos, sino que casi toda la vida en la Tierra, desde las
plantas hasta los animales, está dividida de la misma manera.
¿Qué nos dice la brecha entre
hombres y mujeres sobre nosotros mismos?
De regreso al Edén
La manera obvia de comenzar este
tema es analizar la historia de la creación del hombre y la mujer. Lo que nos
interesa ahora no es el significado literal de esta historia - lo que realmente
sucedió en el Jardín del Edén - sino la dimensión interna de la historia.
Queremos analizar la creación del hombre y la mujer como un mashal,
una parábola sobre los fundamentos espirituales de la masculinidad y la
feminidad.
Todo el mundo parece estar
familiarizado con la historia básica tal como aparece en Génesis: Dios creó al
hombre del polvo de la tierra, le infundió vida y lo colocó en el Jardín del
Edén; después, decidió que “no es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda
frente a él”,[1] presentó
a todos los animales delante del hombre uno por uno, pero el hombre no encontró
entre ellos una compañera; finalmente, Dios hizo que un sueño profundo cayera
sobre el hombre, tomó una de sus costillas y formó una mujer a partir de la
misma.
Cuando una costilla no es una costilla
O al menos, eso es lo que todo
el mundo piensa. En verdad, aquí se esconde un misterio mayor. Se encuentra en
la palabra hebrea original que se usa aquí para “costilla” (צֶלַע, pronunciada tzela). La traducción de esta palabra
hebrea que designa el origen de Eva como una de las “costillas” de Adán se
encuentra en la versión King James de la Biblia y a partir de ahí se ha
difundido por todo el mundo, pero no es la única traducción posible. De hecho,
si observamos todas las demás apariciones de esta palabra en la Biblia, nunca
significa costilla. Más bien, significa un lado geométrico, como en
“el lado del tabernáculo”[2] o
“el lado del altar”.
“Detrás y delante Tú me creaste”
De hecho, hay una extensa
discusión en el Talmud[3] en
la que todos los participantes coinciden en que la expresión “uno de sus lados”,
ahat mitzalotav (אַחַת מִצַּלְעֹתָיו)
significa uno de los lados de Adán, no una de sus costillas. La idea que se
discute allí es que la criatura llamada “Adán” no era ni hombre ni mujer, sino
de “doble faceta” - una persona compuesta por un lado masculino y un lado
femenino que estaban unidos espalda con espalda. Los sabios aprenden esta idea
del versículo “por detrás y por delante me formaste”,[4] que
implica que Adán tenía una “forma”, es decir, un rostro, en ambos lados, tanto
por delante como por detrás. En otras palabras, Adán no tenía una “parte
trasera” tal y como la reconoceríamos nosotros - una parte que está desprovista
de rasgos faciales, que a nuestros efectos se consideraría un lado informe del
cuerpo de Adán.
En vista de esto, el versículo
“no es bueno que el hombre esté solo”[5] significa
que la soledad de Adán fue una alienación de sí mismo, una
desconexión entre su lado masculino y su lado femenino. Cuando Dios tomó el
“lado” de “Adán” (lo que popularmente se entendía como tomar una “costilla” de
él), sugiere que fue cortado por la mitad en dos entidades, una
masculina y otra femenina, un hombre y una mujer, para que pudieran encontrarse
nuevamente cara a cara, lo que les permitió pasar de la alienación al
conocimiento.
Ahora surge la pregunta: si la
criatura original “Adán” era mitad hombre y mitad mujer, ¿por qué sólo su mitad
masculina, Adán el hombre, es descrita como su continuación directa, mientras
que Eva es presentada como una nueva persona? En otras palabras, entre Adán el
hombre y el original “Adán” de dos caras, hay continuidad de nombre y
autoconciencia, mientras que la mujer es percibida como la “otra”, que al menos
inicialmente ni siquiera tiene un nombre (recibe el nombre de “Eva” sólo más
tarde, después del pecado del Árbol del Conocimiento[6]).
¿Qué significa esto?
El consciente masculino y el inconsciente femenino
La respuesta está en el
versículo que mencionamos arriba, en el que se basa toda la idea del ser de dos
caras: “por delante y por detrás me formaste”. De este versículo se desprende
que, aunque el primer “Adán”, el andrógino, tenía caras en ambos lados, tenía
una “reverso” y un “anverso”. Pero, ¿cómo puede ser esto? Una criatura que
tiene una cara en ambos lados es aparentemente una criatura con dos caras
delanteras, sin ninguna cara trasera. ¿Puede haber una cara delantera y una
trasera? ¿Qué significa una “cara trasera”? ¿No sería eso un contrasentido?
Si una idea no se puede entender
literalmente, entonces debe interpretarse a nivel espiritual, como una metáfora
psicológica. ¿Cómo podemos interpretar las palabras “espalda” y “frente” a
nivel del alma? En pocas palabras, “frente” significa la parte consciente del
alma, mientras que “espalda” significa la parte inconsciente del
alma. Experimentamos nuestro “yo”, identificamos nuestra conciencia, nuestro
pensamiento y nuestro yo activo, como si residieran en la parte frontal de
nuestra cabeza, detrás de la frente y los ojos. Al mismo tiempo, percibimos
nuestro inconsciente como ubicado en los recovecos oscuros de nuestra mente
(como en la expresión “la parte posterior de mi mente”).
Así pues, entre las dos caras
del "Adán" de doble rostro, una simboliza su aspecto consciente,
mientras que la otra simboliza su aspecto inconsciente. Pero ¿cuál es el
consciente y cuál el inconsciente? ¿Cuál es el “frente” de Adán y cuál es la
“espalda”?
La respuesta nos la proporciona
el propio relato bíblico, al que podemos volver ahora. Del hecho de que, de las
dos mitades del “Adán” de dos caras, sólo el varón se reconocía como una
continuación directa de él, mientras que la mujer era percibida como alguien
nuevo, se deduce que Adán era la parte consciente de “Adán” mientras
que Eva era su parte inconsciente. Esto responde a la pregunta que
planteamos anteriormente, por qué sólo Adán mantiene la continuidad del nombre
y la autoconciencia con el “Adán” de dos caras, mientras que Eva es percibida
como la “otra”. Puesto que Adán el hombre era el “frente” consciente de “Adán”,
sólo él podía reconocerse a sí mismo como su continuación - sólo el “varón”, zajar
(זָכָר) podía “recordarse”, lizcor (לִזְכֹּר) a sí mismo en su estado anterior. De
manera similar, debido a que Eva era su “espalda” inconsciente, ella es
experimentada como un nuevo ser – el “trasero-reverso”, ajor (אָחוֹר), la espalda, es percibida por el “frente”
como un “otro”, ajer (אַחֵר), alguien más (como
se refleja en nuestra reacción típica a los momentos en que nuestro inconsciente
se revela como en un sueño o un desliz freudiano: “¡¿Yo Pensé eso?!”,
“¡¿Yo Dije eso?!”).
Ser humano
¿Qué aprendemos de todo esto? En
primer lugar, nos revela una nueva interpretación psicológica de la historia de
la creación de Adán y Eva. Ahora podemos entenderla como la expresión, entre
otras cosas, de un proceso psicológico que ocurre dentro de cada persona. Como
todos somos descendientes de ese “Adán de dos caras”, cada uno de nosotros
contiene estas dos caras, la masculina y la femenina. Al comienzo de nuestro
desarrollo espiritual, estas dos caras están pegadas una contra la otra, es
decir, están desconectadas una de la otra. Por lo tanto, nuestra tarea es separarlas cuidadosamente,
distinguir entre nuestro consciente y nuestro inconsciente, y luego girarlas
una hacia la otra hasta que se encuentren y se reúnan. Solo entonces el
aspecto consciente puede comenzar a aclarar y refinar el inconsciente. Al mismo
tiempo, el deber del aspecto inconsciente es suavizar y expandir los límites de
nuestro aspecto consciente.
En segundo lugar, de esta
interpretación se desprende que cuando hablamos de masculinidad y feminidad, no
sólo hablamos de hombres y mujeres, sino también de las partes
masculina y femenina que hay dentro de cada uno de nosotros: tanto en los
hombres como en las mujeres, la experiencia de nuestro yo consciente y
proactivo es relativamente masculina, mientras que la experiencia de nuestras
emociones inconscientes es relativamente femenina. ¿Qué es, entonces, lo que
distingue a los hombres de las mujeres? Pues bien, como los hombres están
encarnados en un cuerpo masculino, tienen una afinidad más fuerte con su parte
consciente y proactiva, y como las mujeres están encarnadas en cuerpos
femeninos, tienden a identificarse más fácilmente con su parte inconsciente. En
cierto sentido, esto también se refleja en el plano físico de la relación entre
los órganos reproductores: la masculinidad del hombre está orientada hacia el
exterior y se revela, mientras que la feminidad de la mujer está orientada
hacia el interior y se oculta.
¿Un rostro o una cola?
Ahora es el momento de que la
trama se complique aún más. Toda la descripción anterior sobre el ser de dos
caras es sólo la mitad de la historia porque es sólo una de las dos opiniones
ofrecidas por los sabios con respecto a la naturaleza del “Adán” pre-dividido.
La segunda opinión concuerda en que “Adán” tenía dos lados, pero no está de
acuerdo con la naturaleza del lado femenino. Según esta visión, el lado
femenino no era un “rostro” (un partzuf, es decir, una persona
completa de mujer), sino más bien una “cola” figurada. El primer humano, según
esta opinión, no era una criatura de dos caras, sino un hombre con cola, una
especie de simio sin pelo. La toma de su “lado”, por lo tanto, significa en
este caso la extirpación de la cola y su transformación en una mujer.
¿Qué significa este concepto? En
caso de que le parezca desconcertante o inquietante, recordemos que una disputa
entre los sabios no es un asunto trivial. Ninguna de las partes está jugando, y
cada opinión debe ser examinada seriamente. De hecho, el proceder de la
dimensión interior de la Torá es adoptar un enfoque unificador para todas las
disputas en el judaísmo, siguiendo el dicho de que “Estas y aquellas son
palabras del Dios viviente”.[7] También
en este caso hay un elemento de verdad en la opinión de que el lado femenino
era una persona completamente desarrollada y un elemento de verdad en la
opinión de que era una cola que se desarrolló gradualmente. Debemos comprender
esta historia en profundidad.
Rostros, colas y el inconsciente
Existen muchas interpretaciones
de este tema en la Cabalá, y examinaremos una interpretación central. Nos
basaremos en lo que se dijo antes, que el lado “frontal” masculino es la parte
consciente del alma y el lado “trasero” femenino es la parte inconsciente del
alma. El hecho de que no haya disputa sobre el lado masculino indica que la
parte consciente es relativamente simple - es racional, consistente y estable.
Por otro lado, el hecho de que haya dos opiniones sobre el lado femenino indica
que el inconsciente es más complejo - es en sí mismo de doble cara,
estratificado y multifacético.
Más precisamente, la existencia
de dos interpretaciones en relación con la parte “trasera” significa que
existen dos tipos de inconsciente, uno simbolizado por una cola y
el otro por un rostro. Y, de hecho, en nuestra generación, tenemos términos
para referirnos a estas partes.
La parte “cola” del inconsciente
es lo que Freud llamó el subconsciente. Se trata de la parte animal
de una persona, simplemente conectada con el cuerpo y la naturaleza e impulsada
por los instintos de supervivencia. El hecho de que, por ejemplo, la cola de un
perro revele su estado de ánimo nos ayuda mucho a imaginar nuestro
subconsciente como una especie de “cola” mental. Nos gusta reprimir este lado
animal, esconder la cola a nuestras espaldas. De hecho, nuestra propia anatomía
sin cola nos ayuda a convencernos de que no tenemos ese lado. Pero está ahí,
siempre moviéndose detrás de nuestra conciencia, una parte inseparable de
quienes somos.
Por otra parte, la parte
“rostro” del inconsciente es lo que se puede llamar el superconsciente.
Para Freud, este término no existía porque no creía en la existencia de un
aspecto espiritual superior en una persona; pero según el Jasidut, también
existen capas superconscientes en el alma que tienen contenido y un rostro.
Estas capas son más elevadas que nuestro yo consciente y contienen la raíz de
nuestra personalidad y voluntad, nuestro yo superior y verdadero. Al igual que
la cola, las caras superiores también son inconscientes, pero no porque las
reprimamos, sino simplemente porque son demasiado elevadas para revelarse en
nosotros. Solo a través de mucho trabajo espiritual pueden comenzar a iluminar
nuestra alma consciente.
La disputa sobre si el lado
femenino era un “rostro” o una “cola”, por lo tanto, esboza una nueva y
maravillosa descripción de la estructura del alma. Nos revela que nuestro
inconsciente femenino está dividido en dos partes, algo así como dos figuras
femeninas: una natural, terrenal y más conectada con el cuerpo (subconsciente),
y otra espiritual, elevada y más conectada con el alma (superconsciente). La
parte consciente que se interpone entre ellas se revela como un hombre que se encuentra
entre estas dos mujeres: la que está debajo de él lo sostiene, y la que está por
encima lo incita a ascender espiritualmente.
Como ya se ha mencionado, esta
estructura se aplica a todos, con una diferencia de énfasis entre hombres y
mujeres: en los hombres, la parte consciente es más fuerte, por lo que tienden
a estar relativamente desconectados del inconsciente en ambos aspectos. En las
mujeres, el inconsciente es más fuerte, pero, por otro lado, hay una tendencia
a mezclar sus aspectos: a identificar capas terrenales como espirituales y
viceversa. De esto podemos deducir que los hombres y las mujeres se
complementan: los hombres pueden ayudar a las mujeres a fortalecer la
distinción entre el subconsciente y el superconsciente, ayudando así al ascenso
desde la capa emocional a la capa verdaderamente más elevada, la espiritual; y
las mujeres pueden proporcionar a los hombres una conexión con ambas partes del
inconsciente – un enraizamiento en las emociones y una conexión con las capas
superiores, super-racionales del alma.
[1]
Génesis 2:18
[2]
Éxodo capítulo 26, en múltiples ocasiones
[3]
Berajot 61a
[4]
Salmos 139:5
[5]
Génesis 2:18
[6]
Ibid. 3:20
[7] Eiruvin 13b
MASHIAJ Y REDENCIÓN
PASÓ A LA ACCIÓN Y TUVO ÉXITO:
MASHÍAJ BEN DAVID Y MASHÍAJ BEN IOSEF
En el ámbito de la Agadá y en los aspectos esotéricos de la
Torá, se acostumbra hablar de dos figuras en proceso de la redención: Mashíaj
ben Iosef y Mashíaj ben David (y en el Zohar se menciona incluso una
tercera figura, Moshé el Pastor Fiel). Mashíaj ben Iosef, que está involucrado
en guerras, corre un gran riesgo de morir en batalla, y Mashíaj ben David, que amerita
paz y concordia, reza para que se le conceda la vida.
El Or HaJaim explica que esta diferencia es el punto
que distingue entre la redención de “si no son dignos - ‘en su momento” y la
redención de “si son dignos - ‘Yo la apresuraré’”: Cuando “no son dignos”, Mashíaj
ben Iosef es asesinado, y la redención es completada solo por Mashíaj ben
David. Sin embargo, cuando “son dignos”, Mashíaj ben Iosef es salvado, y la
redención se realiza a través de ambos Mashíaj juntos.
El objetivo de salvar al Mashíaj ben Iosef y conectarlo con
el liderazgo del Mashíaj ben David puede extenderse aún más, uniendo a ambos en
una sola personalidad. Así, en los escritos de Maimónides, no hay una división
en dos Mesías. En cambio, se reflejan en las dos etapas distintas que describe:
“Si surge un rey de la casa de David, docto en la Torá y ocupado en los preceptos
como David su antepasado, según la Torá Escrita y Oral, y obliga a todo Israel
a caminar en ella y fortalece sus divisiones, y lucha las guerras de Dios, se
presume que es el Mashíaj” (que todavía corre el riesgo de ser asesinado). “Si
tiene éxito y es victorioso sobre todas las naciones que lo rodean, construye
el Templo en su lugar y reúne a los dispersos de Israel, definitivamente es el Mashíaj”
(la tercera figura mencionada en el Zohar puede vincularse con la difusión del
conocimiento de Dios a todas las naciones como se describe en la continuación
de sus palabras). En otras palabras, cuando el Mashíaj es joven, es Mashíaj ben
Iosef, y cuando madura, se convierte en Mashíaj ben David.
¿Y cuál es la diferencia entre los dos Mesías? Está escrito
que Mashíaj ben Iosef actúa de manera natural, mientras que Mashíaj ben David amerita
milagros. A la luz de esto, uno podría pensar que Mashíaj ben Iosef trabaja en
la construcción de la corporalidad y Mashíaj ben David trabaja en la
espiritualidad, pero lo cierto es lo opuesto: Mashíaj ben Iosef se ocupa de la
rectificación del aspecto interno, a partir del cual comienza todo verdadero
proceso de rectificación, mientras que Mashíaj ben David se ocupa de la
rectificación del aspecto externo, que viene en la segunda etapa.
¿Cómo es eso? La rectificación del aspecto interno pertenece
al ámbito de lo que es naturalmente posible para una persona - el Mashíaj, a
través de su elección, “estudia Torá y se ocupa de los preceptos”, trabaja para
acercar a todo Israel y se alista en su defensa. En cambio, el éxito en la
rectificación del aspecto externo depende de la milagrosa asistencia Divina -
por lo tanto, es este aspecto el que transforma a un rey kosher en el
“Mashíaj definitivo”. La plegaria para que el Mashíaj ben Iosef no muera, es
una plegaria por una transición suave entre los “actos” y los “éxitos” - la
fusión de la naturaleza y el milagro, lo interno y lo externo.
En cuanto al Mashíaj, está dicho: “Quien tenga compasión de
ellos les guiará”. Dentro de cada uno de nosotros hay una chispa del Mashíaj.
Para merecer la redención, debemos revelar esa chispa. Necesitamos actuar con
naturalidad para rectificar nuestro interior, identificarnos con el pueblo de
Israel y sentir compasión por ellos, y desde esa compasión, otorgarles toda bondad.
Debemos orar para que las acciones que podamos iniciar dentro de nuestros
círculos se abran paso milagrosamente hacia el mundo interior y traigan la
verdadera y completa redención al mundo entero.
GULGALTA – DIVINIDAD EXCELSA
Estudio de Jasidut:
Epístola Sagrada – Igueret haKodesh
Carta 20 clase 5
A fin de que este iesh que es creado por el poder [infinito]
del Ein Sof— tenga límite y medida, la [infinita] luz Ein Sof se invistió en
los keilím de las diez sefirot de Atzilut y se une dentro de ellos tan
absolutamente que "El [la luz Ein Sof] y Sus causalidades [los keilím de
las sefirot] son uno", a fin de crear [El] con ellos, y por su intermedio,
criaturas que tienen limitación y finitud, particularmente a través de su
investidura [—la de los keilím de Atzilut—] en Beriá, Ietzirá y Asiá.
QUÉ SON LOS HEIJALOT, LOS PALACIOS CELESTIALES Y CÓMO
DISFRUTAR DE ELLOS
HEIJALOT
En la Kabbalá, especialmente según las enseñanzas del Arizal
(Rabí Isaac Luria), los Heijalot (palacios o cámaras) son estructuras
espirituales que representan niveles de conciencia y experiencia en el mundo
espiritual. Los Heijalot se mencionan en varios textos místicos y son
detallados por el Arizal en su obra Etz Jaim.
Concepto de los Heijalot según el Arizal
Los Heijalot son niveles o esferas espirituales a través de
los cuales el alma puede ascender y experimentar diferentes grados de
proximidad a la divinidad. Cada Heijalot es una especie de "palacio"
espiritual que contiene revelaciones particulares de la luz divina. Estos
Heijalot están ubicados en varios mundos y se corresponden con diferentes
estados de purificación y elevación espiritual.
ver el material completo aquí
https://galeinai.org/2024/07/25/introduccion-al-jasidut-tania-igueret-hakodesh-20/
9 de Av 5252 - 2 de agosto 1492
Salida de Colón en las tres carabelas llenas de judíos
liberados de las cárceles de la inquisición, para ir a una muerte segura que no
se dio.
Los judíos fueron obligados a abandonar España antes del 31
de julio de 1492, según el calendario común. Esta fecha corresponde al 7 de Av
del año 5252 del calendario hebreo. La orden fue emitida por los Reyes
Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, en el Edicto de
Expulsión firmado el 31 de marzo de 1492. Este edicto les daba un plazo de
cuatro meses para salir del reino, prohibiéndoles llevar consigo oro, plata,
dinero y caballos.
Así, subieron un día antes de Tishá BeAv a los barcos.
Otro bulling cometido contra los judíos el 9 de Av, el
comienzo de la decadencia de tantos que hicieron lo mismo en esa fecha y hasta
hoy se arrepienten
ESTUDIO DE JUDAÍSMO PARA TODOS
PARASHÁ
MATOT-MASEI Y LAS 3 SEMANAS 5784
DESDE LAS ALTURAS
LOS VEO
https://www.youtube.com/watch?v=PbjcHFUwvZU
Leyes y
Costumbres de las Tres Semanas (Bein HaMetzarim)
Las Tres Semanas,
también conocidas como "Bein HaMetzarim" (entre las angustias), son
un período de duelo en el calendario judío que comienza el 17 de Tamuz y
culmina el 9 de Av (Tisha B'Av). Este período conmemora la destrucción de los
dos Templos Sagrados de Jerusalén y otros eventos trágicos en la historia
judía.
Parashá Matot Masei
PARASHAT MATOT-MASEI - ALIÁ POR ALIÁ
PRIMERA LECTURA: SERVIR
A DIOS DURANTE EL EXILIO
אִישׁ כִּֽי־יִדֹּר נֶדֶר לַי-הוה אוֹ־הִשָּׁבַע שְׁבֻעָה לֶאְסֹר אִסָּר
עַל־נַפְשׁוֹ לֹא יַחֵל דְּבָרוֹ כְּכָל־הַיֹּצֵא מִפִּיו יַעֲשֶׂה (מטות ל, ג)
“Si un hombre hace un voto a Havaiá o hace un juramento
imponiéndose una obligación a sí mismo, no romperá su promesa; debe llevar a
cabo todo lo que ha cruzado sus labios” (Números 30:3)
La sección sobre
los votos aparece al comienzo de la Parashat
Matot al final del Libro de
Números. La sección comienza con las palabras: "Esto es lo que Havaiá ha ordenado", y Rashi proporciona una explicación para esta expresión - que también aparece
en otros lugares - diciendo que es la frase especial que distingue a Moisés de
otros profetas que profetizaron con "Así dice Havaiá". Hay algo en
la sección de los votos donde se revela la singularidad de Moisés sobre otros
profetas, en el sentido de que profetizó con una visión clara y con el poder
del sabio para anular los votos. El sabio es una extensión de Moisés en cada
generación y una chispa del Mashíaj. Del mismo modo, el marido con respecto a
su esposa y el padre con respecto a su hija tienen un poder similar en la
anulación de votos.
Esta sección está
muy relacionada con las mujeres, ya que trata principalmente de los votos de
las mujeres bajo la autoridad de sus padres o maridos, o en su propia
autoridad. Solo un versículo en la sección trata de los votos de los hombres,
por lo que aquí hay una rectificación especial del modo de servicio Divino de
la mujer.
Antes de comenzar, empecemos
diciendo que hacer un voto o un juramento revela un poder que no se había
revelado previamente, y está conectado con la revelación de la chispa del
Mashíaj dentro de cada persona. Tenemos 248 mandamientos positivos y 365
mandamientos negativos, pero sorprendentemente, un judío que hace un voto (un neder)
tiene el poder de agregar una prohibición o una obligación más allá de lo que
prescribe la Torá. Es como si él o ella fuera, por así decirlo, se asemejara al
Todopoderoso que nos da preceptos.
Otro prefacio
importante que hay que hacer es que Maimónides escribe que nos refrenamos de
hacer votos, y por eso acostumbrados a añadir las palabras "bli neder",
que significa "sin voto-sin promesa", a nuestros compromisos de hacer
las cosas. Esta es una actitud sorprendente, ya que el poder del voto es
realmente grande. El poder del que hace un voto proviene de la chispa del
Mashíaj dentro de él o ella, mientras que el poder del sabio que anula el voto
proviene del poder de Moisés, nuestro maestro, que tiene cierta superioridad
sobre el alma del Mashíaj. De hecho, aparte del Mashíaj existe el alma de Ra'aia
Mehemna, el alma de Moisés, el pastor de la fe, que viene después del
Mashíaj para integrar internamente las luces circundantes reveladas por el
Mashíaj.
Por lo general,
cuando hablamos de la chispa del Mashíaj, explicamos que es una inspiración
Divina que una persona recibe para perseguir la tarea de rectificar el mundo:
tikún olam. Entonces la persona se llena de la luz infinita - la revelación
infinita de Divinidad. Pero estas son inicialmente luces caóticas, orot detohu (אוֹרוֹת דְּתֹהווּ) que necesitan ser provistas de
recipientes adecuados de rectificación para que no destrocen la realidad. Aquí,
en el tratamiento que la Torá da a los votos, este poder de rectificación se
presenta como un poder de prohibición, de prohibirse a uno mismo. Es un poder
de contracción y limitación en el alma, que viene después de la revelación de
la luz infinita y no deja de ser un poder mesiánico. La revelación de la luz es
a la manera de la iniciativa y el impulso de actuar, pero después viene el
poder de limitar este impulso, y es un poder más fuerte.
Sin embargo, la
pregunta sigue en pie: ¿por qué nos abstenemos hoy de usar el poder del voto?
La respuesta está
conectada con el poder de los sabios para anular un mandamiento de la Torá. El
ejemplo traído en Jasidut para esto es la anulación por parte de los sabios de
tocar el shofar en Rosh Hashaná que cae en Shabat debido a la
preocupación de llevarlo cuatro codos en un dominio público. En Jasidut, se
explica que esta razón es sólo una razón externa que está destinada a ocultar
la explicación interna más profunda, que es que, desde la época de los sabios,
lo que el tocar-soplar el shofar logra se hace automáticamente dentro
del alma cuando es Shabat. Por lo tanto, no perdemos el cumplimiento del
mandamiento porque se cumple automáticamente por la santidad del Shabat; solo
tenemos que entender cómo.
Por supuesto, esta
es solo la situación en nuestras épocas, pero en el futuro, el shofar si
se soplará porque entonces será capaz de atraer una revelación diferente, una
revelación que normalmente no se trae en Shabat. Este es el marco paradigmático
para pensar todas las cosas que, en principio, se supone que se deben hacer
pero que hoy no se practican.
Por lo general, se
trata de una cuestión que perturba mucho a los ba'alei teshuvá, quienes
están recién motivados por los libros y no por las tradiciones y prácticas con
las que crecieron. Otro ejemplo: alguien que estudia Cabalá aprende que en
Shabat debe haber doce panes, y cuando va a la casa de su rabino, ve solo dos
panes. Cuando pregunta por qué, el rabino responde que, en la práctica, no se
hace de esta manera, lo que le decepciona enormemente. La forma de explicar
esto es que el asunto se lleva a cabo internamente de una manera diferente,
como hemos explicado.
Lo mismo se aplica
a los votos. Debido a la preocupación de que quien hace un voto no pueda ser
capaz de mantenerlo, todo Israel ha adoptado la práctica de evitarlos tanto
como sea posible y se cuidan de decir: "bli neder" (sin promesa).
Porque hoy en día, podemos acceder al poder del voto, con toda su fuerza
motivadora inherente, sin llegar a verbalizarlo. En la época del Templo, este
no era el caso. Entonces, era posible revelar mucho más con la expresión verbal
que hoy, pero lo que nos afecta internamente hoy se puede acceder incluso sin
expresión verbal. Por el contrario, se puede expresar de una manera más intensa
y sin limitaciones porque no lo verbalizamos. No sólo no hemos perdido nada,
sino que hemos ganado la disponibilidad inmediata de la fuerza de los votos
porque no necesitamos verbalizarlo y porque está constantemente accesible
internamente. Lo que esto significa es que, aunque el voto no verbalizado no
nos prohíbe en la práctica, espiritualmente es vinculante y cumple el
versículo: "El que habla con verdad en su corazón".
Un voto puede utilizarse
de dos maneras. Por lo general, se usa para crear una prohibición, para
abstenerse de hacer algo, pero también se puede usar para crear una obligación.
Este último tipo se relaciona con la consagración para el Templo. Por lo tanto,
aunque no es necesario cumplir activamente el voto no verbalizado (como si
alguien jurara traer un determinado regalo al Templo), con respecto a su
impacto interno en la psique, no hay diferencia si verbalizas el voto o no.
Otra forma de verlo es que puede haber uno que verbalice su pensamiento, pero
no tenga mucho impacto en su psique, y hay quien que no verbalizará su
pensamiento, pero tendrá un profundo impacto en su psique.
Reduciendo todo
esto en un principio importante, que podríamos decir que es el núcleo del
servicio jasídico a Dios: el trabajo principal que hacemos en nuestra época es
interno. En nuestro estado actual de exilio, el trabajo principal es interno, y
cuando llegue la redención, el enfoque se desplazará de nuevo hacia lo externo.
Es por eso que nuestros votos son un trabajo interno. Como tales, los votos son
fundamentales para todo el servicio jasídico desde el Ba'al Shem Tov, porque
representan el servicio de autocontrol: la mente gobierna sobre el corazón. De
hecho, el Tania comienza con el asunto de los votos: "Le hacen [al
alma antes de venir al mundo] jurar ser justa". Antes de que el alma
descienda a este mundo, se le da la fuerza y el efluvio necesarios para
resistir todas las pruebas y desafíos de la vida. El voto revela la esencia del
alma, que es la chispa del Mashíaj en el alma.
SEGUNDA LECTURA: LOS
ELEMNTOS DE LA ANTIGUEDAD
אַךְ אֶת הַזָּהָב וְאֶת הַכָּסֶף אֶת הַנְּחֹשֶׁת
אֶת הַבַּרְזֶל אֶת הַבְּדִיל וְאֶת הָעֹפָרֶת
(מטות לא, כב)
“Sólo el oro, la plata, el cobre, el hierro, el estaño y el
plomo.” (Números 31:22)
La porción de la Torá de Matot describe la guerra
contra Midián. Al final de la guerra, se presenta una breve sección que aborda
las leyes de los utensilios de purificación. Dice:
Y el sacerdote Elazar dijo a los
soldados que habían ido a la batalla: «Este es el estatuto de la ley que Havaia ordenó
a Moisés: Solamente el oro, la plata, el cobre, el hierro, el estaño y el
plomo, todo lo que puede resistir el fuego, lo haréis pasar por el fuego, y
será puro, excepto lo que se ha de purificar con agua rociada; y todo lo que no
puede resistir el fuego, lo haréis pasar por el agua.»
Aparte de la excepcional introducción en la que el sacerdote
Elazar transmite las palabras que Dios le dijo a Moisés, esta sección contiene
la lista más extensa de metales del Pentateuco: oro, plata, cobre, hierro,
estaño y plomo. Estos seis metales, junto con el metal conocido como "quicksilver"
en inglés, azogue en español, que hoy se conoce como mercurio, constituyen los
siete metales conocidos por la ciencia antigua. Los siete metales son
mencionados por los comentaristas del Libro de la Formación como análogos a los
siete planetas visibles (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno),
a las siete transformaciones[1],
a las siete letras dobles (בגד כפר"ת),
y más. Se deduce entonces que los siete metales corresponden a las siete sefirot
desde la bondad hasta reinado, también conocidas como las sefirot de los
atributos emotivos y conductuales del alma. Pronto veremos este paralelo en
detalle.
Los cuatro elementos de la antigüedad
Una pregunta importante que se plantea en el estudio de la
ciencia antigua, y en consecuencia en la comprensión de la percepción de los
sabios respecto de los elementos, se refiere a la relación entre los cuatro
elementos (fuego, aire, agua y tierra) y los siete metales. En la dimensión interior
de la Torá, la relación entre el 4 y el 7 se puede encontrar en la relación
entre las cuatro facultades que componen la superconciencia y el intelecto y
las facultades emotivas y conductuales que suman siete. Por lo tanto, es
realmente adecuado ubicar a los cuatro elementos de la antigüedad - fuego,
aire, agua y tierra - como correspondientes a las sefirot de corona (la
super-conciencia) y sabiduría, entendimiento y conocimiento (las facultades
intelectuales).
Sin embargo, primero, observemos que, si bien los siete
metales de la antigüedad (seis de los cuales se encuentran explícitamente en
nuestra lectura) todavía se definen hoy como elementos químicos, los cuatro
elementos antiguos no lo son. Por ejemplo, actualmente presentamos el agua como
una sustancia compuesta, una molécula que contiene dos átomos de hidrógeno por
cada átomo de oxígeno. Lo que esto significa es que no sería coherente colocar
los cuatro elementos de la antigüedad en el mismo modelo que los siete metales
de la antigüedad.
Sin embargo, si se piensa un poco, es fácil reconocer que
cada uno de los cuatro elementos antiguos corresponde a un elemento químico
moderno. El agua, como su nombre indica, corresponde al hidrógeno. El oxígeno
es el componente más importante en el aire para los seres humanos. El nitrógeno
(nitratos) es el elemento activo esencial de la tierra, que promueve el
crecimiento. Por último, el fuego corresponde al carbono, la materia prima de
la combustión. Es importante señalar de paso que casi toda la materia del
cuerpo humano (y de manera similar, los cuerpos de los animales y las plantas)
está compuesta por estos cuatro elementos esenciales: hidrógeno, carbono,
nitrógeno y oxígeno.
Ahora bien, si ordenamos los cuatro elementos y los siete
metales según las sefirot, tomando nota del número atómico de cada
elemento o metal, obtenemos la siguiente estructura (partzuf, en
terminología cabalística):
corona Aire • Oxígeno (O) Número atómico: 8 |
|
entendimiento Fuego • Carbono (C) Número atómico: 6 |
sabiduría Agua • Hidrógeno
(H) Número atómico: 1 |
conocimiento Tierra • Nitrógeno
(N) Número atómico: 7 |
|
poder Oro (Au) Número atómico: 79 |
bondad Plata (Ag) Número atómico: 47 |
belleza Cobre (Cu) Número atómico: 29 |
|
Reconocimiento Plomo (Pb) Número atómico: 82 |
victoria Estaño (Sn) Número atómico: 50 |
fundamento Mercurio (Hg) Número atómico: 80 |
|
Reinado Hierro (Fe) Número atómico: 26 |
El espíritu dentro de la materia
Este partzuf de los elementos contiene una extraordinaria
riqueza de fenómenos importantes para comprender los aspectos espirituales de
la materia. Mencionaremos sólo algunos fenómenos simples y claros.
La sefirá de conocimiento se considera un
puente entre el intelecto y los siete atributos inferiores: las facultades
emotivas y conductuales. En nuestro partzuf, el conocimiento está
representado por el elemento tierra, mientras que los siete metales se definen
esencialmente como tipos de minerales que se encuentran en la tierra.
El número atómico del mercurio es 80, que corresponde al
valor numérico del nombre de la sefirá de “fundamento”, iesod
(יְסוֹד) al que corresponde en el partzuf.
La suma de los nombres hebreos de los siete metales (כֶּסֶף זָהָב נְחֹשֶׁת בְּדִיל עוֹפֶרֶת כֶּסֶף חַי בַּרְזֶל ) es siete veces el valor numérico de
“hierro”, barzel (בַּרְזֶל ), lo que indica que entre todos los
metales, el hierro es el más central. De hecho, se sabe que la palabra hebrea
para “hierro” (בַּרְזֶל) sirve como acrónimo
de los nombres de las esposas de Iaacov - las almas femeninas arquetípicas (de
reinado): Bilhá, Rajel, Zilpá y Leá (בִּלְהָה זִלְפָּה רָחֵל לֵאֶה)
con las sirvientas precediendo a las matriarcas, un tema que hemos discutido
extensamente en otra parte.
La suma de los números atómicos de los siete metales (47,
79, 29, 50, 82, 80, 26) es 393, que es precisamente el valor numérico de la
palabra “sirvienta”, shifjá (שִׁפְחָה).
La suma de los números atómicos de sólo los cuatro metales inferiores que
corresponden a victoria, reconocimiento, fundamento y reinado (50, 82, 80, 26)
es 238, que es también el valor de “Rajel” (רָחֵל),
el alma arquetípica de reinado.
Además, la suma numérica de los nombres de las diez sefirot
(כֶּתֶר חֲכָמָה בִּינָה חֶסֶד
גְּבוּרָה תִּפְאֶרֶת נֶצַח הוֹד יְסוֹד מַלְכוּת) es 2868, que es 12
veces 239, nuevamente el valor numérico de “hierro” (בַּרְזֶל),
el metal correspondiente a reinado, proporcionando otro ejemplo de la
centralidad del hierro.
SÉPTIMA LECTURA: LAS
HIJAS DE TZLOFJAD Y EL FUTURO
זֶה הַדָּבָר אֲשֶׁר צִוָּה י־הוה לִבְנוֹת צְלׇפְחָד
לֵאמֹר לַטּוֹב בְּעֵינֵיהֶם תִּהְיֶינָה לְנָשִׁים אַךְ לְמִשְׁפַּחַת מַטֵּה
אֲבִיהֶם תִּהְיֶינָה לְנָשִֽים
(מסעי
לו , ו)
“Esto es lo que Dios mandó a las hijas de Tzlofjad,
diciendo: De quien ellas quieran se casarán, pero de la familia de la tribu de
su padre se casarán.” (Números 36:6)
Una mujer que hereda una porción de la tierra sólo puede
casarse con alguien de su tribu. Este es un mandamiento explícito en la Torá, ¡pero
fue promulgado sólo para una generación! En la generación siguiente, el
versículo “Esto es lo que se debe hacer” fue explicado como “Esto no se
promulgará, sólo en esta generación”. Y luego se declaró que la prohibición
había terminado y que las tribus podían casarse entre sí. Esto sucedió el 15 de
Av. Esta es la razón por la que este día es tan feliz.
El fenómeno de un mandamiento que se exige al principio y
luego se anula, nos recuerda las palabras de los sabios: “Las mitzvot serán
anuladas en los días futuros por venir”. Esto se refiere a una realidad futura
en la que no será necesario que se nos ordene hacer aquello que es requerido.
En otras palabras, a nivel práctico la halajá seguirá siendo la misma,
pero no será necesario que se nos ordene cumplirla.
En un nivel más profundo, aprendemos de esto que cuando la mitzvá
ha sido cumplida a la perfección una vez - como ciertamente lo hicieron las
hijas justas de Tzlofjad - el propósito de la mitzvá se ha cumplido y entonces
se puede acceder al estado futuro de “las mitzvot serán anuladas”. Si es
así, las 613 mitzvot simplemente están esperando que finalmente las
cumplamos a la perfección. En ese punto, el papel de las mitzvot como
acciones realizadas debido a un mandamiento se habrá cumplido y avanzaremos a
la siguiente etapa de apego a Dios, desde un lugar de alegría y placer.
Sorprendentemente, los Sabios explican que las propias hijas
de Tzlofjad no estaban obligadas a casarse con alguien de su propia tribu,
Menashé. “Serán esposas de quien ellas consideren conveniente”. En
cambio, la prescripción de casarse dentro de su tribu era simplemente un buen
consejo.[2] En
otras palabras, las hijas de Tzlofjad eligieron lo que consideraron conveniente
por su propia voluntad, para cumplir con lo que otras mujeres estaban obligadas
a cumplir.
Este es otro punto en el que esta mitzvá construyó un
principio general de la Torá: a saber, que, en su núcleo, todas las mitzvot son
“buenos consejos”. De hecho, encontramos que el Zohar se refiere a las 613 mitzvot
como “consejos”. La mitzvá es un buen consejo sobre cómo aferrarnos a
Dios. En este mundo, el consejo es obligatorio y a veces requiere que limitemos
nuestro sentido de libertad para hacer lo que queramos. Pero en el futuro,
veremos que este consejo es el mejor y lo abrazaremos de buen grado.
[1]
Llamado temurot en hebreo. Véase Sefer Ietzirá 4:1
[2]
Bava Batra 120a
REUNIR AL BAAL SHEM TOV
Y EL OR HAJAIM HAKADOSH
Registrado por Itiel Giladi. 12 de Tamuz 5784 –
Desde su habitación en el centro médico Hadasa
Ein Karem de Ierushalaim, Reunión
familiar de agradecimiento por el éxito de la operación y para una pronta
recuperación.
(Parte 2)
Resumen de la clase
Con la entrada del rabino a la
cirugía, la familia tomó una buena decisión - realizar juntos una reunión
familiar de agradecimiento en la festividad de la redención, el 12-13 de Tamuz.
Con la gracia de Dios, la cirugía se realizó con éxito y la familia se reunió
en el hospital para una reunión con el rabino. La reunión se centró
principalmente en el tema del día, pero también incluyó un punto de preparación
para el yahrzait del Or HaJaim HaKadosh – la ampliación del encuentro
mesiánico entre el Or HaJaim y el Baal Shem Tov, que aún no se ha llevado a
cabo, para la unificación de las comunidades en el pueblo de Israel, una unión
que traerá la redención.
Se cantó el
nigún "Pada Beshalom".
¡Lejaim,
Lejaim! Quien comenzó a hacer milagros, seguramente continuará haciendo
milagros con mayor intensidad y fuerza.
"Setenta años en ellos (bahem,
בהם)"
El domingo
será la hilulá del Baal Or HaJaim HaKadosh. Se dijo un vort en
este contexto:
El Or HaJaim
HaKadosh vivió 47 años (exactamente como mi madre, su abuela, que vivió 47 años
de día a día - su cumpleaños es el día de su fallecimiento). Como es sabido[1],
el signo de longevidad de 47 (מז mem zain) años es el versículo:
"Los días de nuestra vida son setenta
años en ellos, y si en los más robustos, ochenta años.."[2]
ימי שנותינו בהם שבעים שנה ואם בגבורות שמונים
שנה
Hay
"setenta años", hay "ochenta años" y está escrito en el
Arizal[3]
que también hay una longevidad especial de los grandes justos que viven "en
ellos, בהם
" años. Según la
interpretación sencilla, hay solo dos edades, 70 y 80, pero el Arizal dice que
hay tres porque "en ellos" equivale a 47, una longevidad especial de
grandes justos.
Entre
nuestros rabinos y líderes, quien estaba aproximadamente en esta edad era el
Rebe Maharash, un poco más, pero aparentemente también pertenece a este tipo de
justos cuya edad es "en ellos". También hoy, el 12 de Tamuz, tiene
una conexión clara con esto - la festividad de la redención del Rebe Raiatz es
exactamente en su cumpleaños número 47. En total, vivió setenta años, lo que lo
conecta completamente con el secreto de "setenta años en ellos" - una
longevidad de "setenta años" cuando su festividad de redención, en ella
se transformó el decreto de muerte en vida, cuando tenía la edad de "en
ellos"
Unificación
de las Comunidades
De sus 47
años, el Or HaJaim HaKadosh estuvo solo dos años en la tierra de Israel hasta
que falleció, de los cuales menos de un año en Jerusalén. Se sabe[4]
que si se hubiera reunido con el Baal Shem Tov, habría venido el Mesías.
Durante los dos años que estuvo en la Tierra, hubo un momento en que hubo una suposición
de que el Baal Shem Tov vendría aquí y se reuniera con él, pero no sucedió –
desde el cielo no lo permitieron porque aún no había llegado el momento.
¿Cuál es la
explicación más simple de por qué necesitaban reunirse para traer al Mesías? La
razón es que el judaísmo necesita unirse - el judaísmo ashkenazí y el judaísmo
sefardí. Se necesita que el grande de aquí y el grande de allá se unan, y ese
es el signo de que todos los judíos se unen. También en nuestra generación,
esto es lo que debe suceder. El Rebe de Kloiznberg, cuyo yahrzeit fue el
9 de Tamuz, trabajó mucho en tal unificación[5].
Por supuesto, no tuvo un éxito del 100%, pero estableció una ieshivá
para sefardíes y exigió una unidad completa.
[El Rebe estaba en contacto con el Baba Sali].
Sí, seguro. Por eso, el Rebe también dijo respecto a los matrimonios que
deberían casarse entre las comunidades[6].
El primero en el Jasidut que actuó así fue Rabi Menajem Mendel de Vitebsk, que
casó a su hijo con la hija de Harav sefardí.[7]
[Antes de él fue el rabino Gershon de Kitov]. Sí (pero dijo que por él mismo no
era capaz[8]).
"Y yo confiaré en ti"
Se puede
reunir y unificar también a través de la meditación (hitbonenut)
en sus edades - hay muchas alusiones que unen edades[9].
Como mencionamos, el Or HaJaim vivió 47 años y el Baal Shem Tov, como es
sabido, vivió 62 años. El Or HaJaim y el Baal Shem Tov vivieron juntos 47 (מז) y 62 (סב)
años - en total 109 años.
Cuando pensé en la cifra al principio, no sabía cuál de
nuestras guematrias sería la mejor para esta alusión de la unión de los dos tzadikim
- ahora estamos reuniendo al Baal Shem Tov y al Or HaJaim y resulta que sus
vidas juntas suman 109 años. Pero ahora, cuando cantamos "Pada Beshalom
Nafshi", me iluminó que muchas veces cuando cantamos esto en Iud
Tet (19 de) Kislev, analizo la guematria de "Y confiaré en ti, ואני אבטח בך ani avtaj baj"[10],
que es 109.[11]
"Confiaré"
(אבטח) es una expresión de adhesión.[12]
El "en ti" (בך) en la expresión
simple se refiere a Dios, pero también hay una interpretación de que "en
ti" alude a las 22 (כב) letras de la Torá.[13]
Aquí resulta que en la expresión también hay una unión entre dos almas generales,
y entonces la interpretación es que cada uno de ellos dice al otro "Y
confiaré [me adheriré, אדבק] en ti". Esta adhesion,
dvekut, entre el grande Ashkenaz y el grande de Sefarad es lo que trae
al Mesías
El Desafío de Nuestra Generación
Se debe aprender de esto que este es el desafío de nuestra
generación. Este tema tiene relevancia incluso en la política, exactamente como
habló el Rebe en el contexto de una coalición religiosa, que se necesita un
frente unido de todos los creyentes en Dios. El Rebe de Klausenburg también
habló mucho sobre el mismo tema. Hay muchas cosas en las que estos dos tzadikim
son prácticamente lo mismo.
Se necesita que todos los creyentes en la Torá y en HaKadosh
Baruj Hu se unan sin otras condiciones. ¿Qué lo impide? Cada uno piensa en sus
propias instituciones, cómo financiarlas. No piensan en cómo fortalecer el
judaísmo en general. Si fortalecieran el judaísmo en general - al final también
sería bueno para sus propias instituciones. No tienen una visión amplia. De
nuevo, este es el desafío de nuestra generación.
¡Lejaim, Lejaim! Que podamos ameritar la redención verdadera y completa
[1]
Libro de las generaciones, Sefer haToldot del Admur Maharash, página 22
[2]
Tehilim 90:10
[3]
Véase Megalé Amukot 252 interpretaciones, forma 150
[4]
Netiv Mitzvotejá (Kamarna), Netiv Emuná, Shvil 1, pág. 9
[5] Véase Lefid Haesh, vol. 2,
págs. 435-437 y en la nota 26; pág. 251
[6]
Shulján Menajem, vol. 5, págs. 130-131
[7]
Cartas de Jasidim de la Tierra de Israel (Edición Iad Itzjak Ben-Zvi,
Jerusalén 1980), Carta 11 (págs. 67-68)
[8]
Carta del año 5517-1757 – publicada en Birkat Ha'aretz, pág. 62
[9]
Véase en el Talmud de Jerusalén, Berajot 1:1; en el Midrash Bamidbar
Rabá 18:21 (sobre la vida de los patriarcas). Consulta también la lección
del 17 de Tevet de 5768 (2008)
[10]
Tehilim 55:24
[11]
Véase la hitvaadut del 19 de Kislev de 5776
[12]
Véase en Lev Da'at el artículo 'Fe y Confianza', pág. 56 y siguientes
[13]
Conferencia sobre la Parashá de Vaieshev de Beit Jabad del 11 de Tevet de 5732
(1972), sección 2 (según el Shaar Hamelej 1, no sobre el versículo 'Nos
alegraremos y nos regocijaremos en Ti')."
UNIVERSIDAD DE LA TORÁ: Ciencias Políticas
Parashat Pinjás
LIDERAZGO DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN
Un Estudio sobre la Ordenación de Ieshoshúa por Moshé
En la celebración del yahrzeit del Santo Or HaJaim, que ocurrió este
domingo, HaRav Ginsburgh dio una breve lección inspirada en la solicitud de
Moshé de un sucesor y la elección de Dios de Ieshoshúa. La enseñanza sugiere
que la base del liderazgo es el acuerdo entre el líder y el pueblo, derivado
del hecho de que el rey es un alma inclusiva que se identifica con todo el
pueblo. Junto con el acuerdo o reconocimiento del líder por parte del pueblo,
se requiere su lealtad a la Torá, que recibe a través de la cadena de la
tradición cuando es ordenado por el líder de la generación anterior. En
abstracción, la relación entre Moshé y Ieshoshúa se revela en cada transición
de liderazgo de generación en generación: "Una generación va, y otra
generación viene, pero la tierra [la nación] permanece firme."
Acuerdo Mutuo entre el
Líder y el Pueblo
Este año, el yohrzait del Santo Or HaJaim cae el domingo de la semana en que
se lee Parashat Pinjas. Quizás la sección más poderosa en Parashat Pinjas es la
solicitud de Moshé: "Que Havaiá, Dios de los espíritus de toda carne,
designe un hombre sobre la congregación." Ya hemos estudiado en detalle el
Or HaJaim sobre este pasaje en el pasado. El punto que surge del Santo Or
HaJaim es que Moshé, nuestro maestro, encarna todas las almas del pueblo de
Israel, un alma inclusiva. Entiende el espíritu y el alma de cada uno de los
israelitas y, por lo tanto, es digno de ser el líder. Él escribe:
Es imposible que la multitud, que es como los 600,000 de la generación de
Moshé, esté de acuerdo con un solo individuo, y que el rey que Dios les nombra
esté de acuerdo con su voluntad, excepto Moshé, de quien los sabios dijeron que
era la raíz de todas las almas de la generación del desierto, como dice
"Moshé, su pueblo"[2].
Explica un punto muy importante: el signo de cualquier líder que es un alma
inclusiva para el pueblo de Israel – o un espíritu inclusivo, o inclusivo en
algún otro aspecto – es que el líder está de acuerdo con el pueblo, y el pueblo
está de acuerdo con él ("que él esté de acuerdo con lo que ellos dicen, y
ellos estén de acuerdo con lo que él les dice").
Alma Inclusiva, Alma de
Emanación, Alma Nueva
Basándonos en lo que hemos visto del Or HaJaim, también podemos obtener algo
de comprensión sobre otro tema general que hemos discutido en el pasado. En
nuestro artículo VeTzadik Iesod Olam [4], se escribe que hay tres tipos de alma
que usualmente se atribuyen a los líderes: un alma inclusiva, un alma de
Emanación [Atzilut], y un alma nueva. Hay muchas explicaciones sobre la
relación entre estos tres conceptos, y aquí derivamos otra explicación.
Podemos explicar que un alma inclusiva siempre está relacionada con la
sefirá de hod, como acabamos de explicar que hod es acuerdo (o reconocimiento),
donde todos están de acuerdo entre sí debido a la inclusión de todos dentro del
líder que es un alma inclusiva. Si un alma inclusiva es la sefirá de hod, debe
decirse que un alma del Mundo de Emanación [Atzilut] corresponde a la sefirá de
netzaj, como se refiere en el versículo, "El Eterno [netzaj] de Israel no
mentirá ni cambiará." Atzilut no cambia, no se arrepiente, "Yo soy el
Señor, no cambio." A menudo, las cuatro sefirot victoria, reconocimiento,
fundamento y reino (netzaj, hod, yesod y maljut) corresponden a los cuatro
mundos, Emanación, Creación, Formación y Acción (Atzilut, Beriá, Yetzirá y
Asiá), en orden y así Emanación corresponde a la victoria (netzaj).
Si el alma inclusiva corresponde a hod y el alma de Emanación corresponde a
netzaj, entonces un alma nueva – que designa un alma que renueva la Torá en
cada momento – corresponde a la sefirá de tiferet (belleza), ya que la belleza
es el pilar de la Torá.
Moshé y Ieshoshúa – Alma
y Espíritu
El Or HaJaim explica que la diferencia entre Moshé y Ieshoshúa es que Moshé
es el alma inclusiva, mientras que Ieshoshúa es "un hombre en quien está
el espíritu". Ieshoshúa encarna el espíritu general del pueblo de Israel.
Entonces, ¿cuál es el secreto de la ordenación cuando Moshé impone sus manos
sobre Ieshoshúa, cumpliendo "y tú conferirás algo de tu majestad sobre
él"?
Explica que Moshé necesita extender su aspecto del alma para que también
repose sobre el espíritu de Ieshoshúa, otorgándole la cualidad del alma, no
solo la inclusión del espíritu.
La Permanencia del
Pueblo y el Cambio de Liderazgo
Hasta ahora, hemos discutido los puntos principales del Or HaJaim en honor a
su yahrzeit (con una nota adicional sobre los niveles dentro del alma del líder
de la generación). Si consideramos sus palabras en abstracción, proporcionan
una explicación del versículo que describe el cambio de generaciones: "Una
generación va, y otra generación viene, pero la tierra permanece firme."
Transición entre
Generaciones: Del Intelecto a la Emoción
Debe decirse que, así como en la transición de generaciones de Moshé a
Ieshoshúa, el alma-intelecto y el espíritu-emoción, así sucede a lo largo de
toda la historia. La relación entre la generación anterior y la generación
actual es entre intelecto y emoción. La generación anterior es siempre más
intelectual, y la siguiente generación es más emocional. Sin embargo, cuando la
transición es a través de la cadena de la tradición, la ordenación de
generación en generación, hay una continuación del intelecto de las
generaciones anteriores en las generaciones futuras.
Intelecto, Emoción y
Acción
En el proceso de "Una generación va, y otra generación viene, pero la
tierra permanece firme," que acabamos de explicar, el intelecto siempre se
va, y la emoción toma su lugar. No obstante, el intelecto de la Torá permanece
constante a lo largo de todas las generaciones, mientras que la generación en
sí experimenta un cambio en la emoción. Incluso la palabra
"generación" (דור) es un acrónimo de las dos facultades
emotivas primarias (en arameo) "temor reverencial and amor" (דחילו ורחימו,
dejilu verejimu). La relación entre intelecto y emoción está en el
secreto del versículo, "Este es Mi Nombre para siempre, y este es Mi
memorial a todas las generaciones."
El Modelo Completo
Entonces, hemos explicado que Moshé es el alma (neshamá), Ieshoshúa es el
espíritu (ruaj), y el pueblo es la psique (nefesh). Hay lugar para decir que
David también es el nefesh, por lo que él es la principal representación de la
realeza, pero hemos colocado a la nación, el pueblo, en correspondencia con el
nefesh. Por lo tanto, no necesitamos incluir a David aquí; además, el Rey David
no aparece en la Torá, el Pentateuco.
Si queremos completar nuestro modelo agregando los dos niveles superiores
del alma, el nivel de jaia y iejidá, entonces ya nos elevamos a la generación
del Mashíaj, incluyendo tanto a Mashíaj hijo de José, que es el chayah general,
y a Mashíaj hijo de David, que es el iejidá general:
Ordenación del Or HaJaim
al Ba’al Shem Tov
Podemos decir que la relación entre el Or HaJaim y el Ba’al Shem Tov es
similar a la relación entre Moshé y Ieshoshúa. Hay una historia bien conocida
que el Ba’al Shem Tov percibió el fallecimiento del Santo Or HaJaim porque
recibió de él el secreto del "lavado de manos," que se revela al
"individuo singular de cada generación." El secreto refleja cómo el
lavado de las manos eleva los atributos emotivos al intelecto y atrae el
intelecto hacia los atributos emotivos.
Este es esencialmente el secreto de la ordenación que Moshé fue ordenado a
realizar sobre Ieshoshúa: "Pondrás tu mano sobre él," y "Él puso
sus manos sobre él."
La letra samej, cuyo significado es "apoyar," es la letra de
"majestad" (hod) del alfabeto hebreo, porque es la 15ª letra y 15 es
el valor de "hod" (הוד). La forma del samej, que es esencialmente
un círculo, también simboliza hod, que es una luz circundante, como la majestad
de la realeza.
Notas al Pie:
[1] Traducido de Nifla’ot para Shabat Parashat Pinjas 5784.
[2] Isaías 63:11. Ver Talmud de Jerusalén Sanedrín 10:1.
[3] Ver en longitud en nuestro volumen "Consciousness &
Choice".
[4] En nuestro volumen en hebreo, "Lev LaDa’at".
[5] Génesis 37:2.
[6] Job 32:8.
[7] Vayikra Rabá 9:1.
Pesikta Rabatí 14.
[8] Eclesiastés 1:4.
[9] Likutei Sichot vol. 23, Pinjas, 2º discurso.
[10] Deuteronomio 33:5.
[11] Números 11:28.
[12] Éxodo 33:11.
[13] 2 Reyes 2:9.
[14] Éxodo 3:15.
[15] Salmos 145:7.
UNIVERSIDAD DE LA TORÁ: Ciencias Políticas
Parashat Pinjás
DERROTA A TUS ENEMIGOS
Del comentario del Or HaJaim sobre la Torá, podemos aprender
varios principios que vale la pena aplicar hoy en nuestra guerra contra los
enemigos de Israel:
En la porción de la Torá de Pinjás, Dios le dijo a Moisés: “Hostiga
a los midianitas y golpéalos. Porque ellos te acosaron con la conspiración que
tramaron contra ti en el asunto de Peor y en el asunto de Cozbi, la hija del
líder de Midián, su hermana, quien fue herida el día de la plaga a causa de
Peor”.[1] La
orden “hostiga… y golpéalos” tiene varias interpretaciones, todas las cuales
son relevantes para nosotros:
1.
“De aquí dijeron los Sabios: ‘Si
alguien viene a matarte, levántate con antelación para matarle primero’”.[2] Ya
que te están hostigando, ¡sé proactivo y sal a la guerra primero! La lección
para nuestros tiempos es simple y clara: ¡No esperes a que el enemigo venga a
ti, sal a él y ataca!
2.
En una guerra regular se dice: “No
destruyas sus árboles”,[3] pero
en esta guerra contra los hostigadores, hay que dañar la infraestructura,
“destruir sus árboles”,[4] como
dijo el profeta en una guerra similar: “Y talarás todo buen árbol, y cegarás
todos los pozos de agua, y destrozarás con piedras todo buen terreno”.[5] Incluso
hoy en día, no debería haber vacilación en dañar la infraestructura del enemigo
para tomar represalias y obligarle a rendirse.[6] Por
ejemplo, cortando el agua y la electricidad a las aldeas hostiles que albergan
a terroristas, y cosas por el estilo.[7]
3.
El Or HaJaim explica: Dado que los
midianitas llevaron a Israel a pecar a través de la inmoralidad, el primer paso
en la rectificación es odiar - hostigar - a quienes causan el pecado, desprenderse
mentalmente de la inmoralidad seductora y tentadora. Este es un preludio
necesario antes de salir a la guerra propiamente dicha (y esta es también la
razón de destruir los árboles, para no derivar ningún placer o sensación de
dulzura). En un sentido más amplio, la fuerza moral para luchar contra los
enemigos de Israel surge de nuestra santidad y recato. Cuanto más nos
fortalezcamos en “guardar el pacto”, distanciándonos de la inmoralidad y el
libertinaje (que prevalecen en la cultura occidental), más valor y fuerza
tendremos para luchar y derrotar a los enemigos de Israel, como se nos ha
prometido: “Porque Havaiá tu Dios camina en medio de tu campamento, para
salvarte y para librarte de tus enemigos delante de ti; por eso, tu campamento
será santo [especialmente al distanciarse de la inmoralidad], para que Él no
vea nada impuro en ti y se aparte de ti”.[8]
Golpear a los líderes
En la guerra contra Midián se dice: "Y mataron a los
reyes de Midián, junto con el resto de sus muertos, Evi, Rekem, Tzur, Hur y
Reba, los cinco reyes de Midián; y a Bilam hijo de Beor le mataron a
espada".[9] El
Or HaJaim explica: El versículo menciona "a los reyes de Midián" dos
veces para enfatizar "que los mataron con el conocimiento de que eran los
reyes de Midián y no inadvertidamente".
La lección es: no basta con eliminar a los terroristas que
portan armas y representan una amenaza directa para nuestras vidas. No basta
con apuntar a los rangos medios, como los comandantes de células y los coordinadores
de terroristas. Es necesario eliminar a los líderes, a los individuos de más
alto rango, a los jefes de las organizaciones terroristas, ¡mediante ataques
selectivos contra los líderes del enemigo! Hay que matar a la serpiente desde
la cabeza y cumplir con la regla de "La mejor de las serpientes [aunque
lleve traje y corbata] aplasta su cabeza".[10]
[1]
Números 25:17-18
[2]
Bamidbar Rabá 21:4 y también en Tanjumá, y ver Meiri sobre Sanhedrín
72a: “La Torá dijo: ‘Si alguien viene a matarte, levántate prontamente para
matarle’, ¿y dónde dice esto? Fue explicado en Midrash Tanjumá sobre ‘Hostiga
a los midianitas porque ellos te hostigan’, y el término ‘hostigar’
significa que ellos te acosan constantemente, y de ahora en adelante, debes hostigarles,
ya que su intención es hostigarte”.
[3]
Deuteronomio 20:19
[4]
Bamidvar Rabá 21:6
[5]
2 Reyes 3:19
[6]
Ver Sefer Amud HaIemini, Siman 16, que sugiere aprender de la
guerra contra Midián para nuestros tiempos, “que hay un lugar para los actos de
represalia y venganza contra los enemigos de Israel… y no hay obligación de
abstenerse de acciones de represalia debido a la preocupación de que personas
inocentes puedan resultar damnificadas, porque no somos nosotros quienes lo
estamos causando, sino ellos mismos, y nosotros estamos libres de culpa”.
[7]
En cuanto a causar daño a los árboles que producen alimentos, se debe consultar
a un experto halájico.
[8]
Deuteronomio 23:14
[9]
Números 31:8
[10]
Mejilta sobre el versículo “Y tomó seiscientos” (Éxodo 14:7), Ierushalmi
final de Kidushin.