CABALÁ, JASIDUT Y JÁNUCA
DOMINGO 14 de DICIEMBRE
Un portal hacia la Cabalá y el Jasidut en español del Instituto GAL EINAI de Israel
¿Ha Llegado la Hora de la Redención?
¿Podemos calcular la fecha de la Redención Final?
La cuestión de cuándo vendrá el Mashiaj ha acompañado al pueblo judío a lo largo de su historia, especialmente en tiempos de exilio, guerra y antisemitismo. ¿Hay algún cálculo que podemos hacer para ayudarnos a descubrir cuando todo esto llegará a un final feliz y llegará finalmente Mashíaj? En la Biblia misma encontramos ya consejos al esquivo dato de la fecha de la redención final. Los sabios relatan que antes de su muerte, Iaacov vio proféticamente la fecha de la redención final y quería revelarlo a sus hijos, diciendo: "Reúnanse a mi alrededor y les diré lo que va a pasar al final de los día",1 Sin embargo, tan pronto como dijo eso se le ocultó el final y no fue capaz de revelarlo.2De todos los personajes bíblicos, Daniel es el que más se destaca por su deseo de conocer "el final secreto"3, pero la respuesta que recibe es en forma de un enigma críptico y dice: "Estas cosas están cerradas y selladas hasta el tiempo del final de los días."4 Los sabios incluso advirtieron contra el intento de calcular la fecha de la redención con la fuerte afirmación: "¡Los que calculan 'los finales' deben respirar su último aliento!"5Sin embargo, muchos grandes sabios a lo largo de la historia judía se han ocupado de esta "peligrosa" ocupación. Un ejemplo de un sabio que se oponía a tales cálculos es Maimónides, quien explica en sus escritos por qué no es necesario calcular la fecha de la redención final, e incluso podría ser perjudicial hacerlo, porque fomenta falsos mesías y puede resultar en una triste decepción. No obstante, en esos mismos tratados Maimónides ofrece su propio cálculo de la fecha de la redención final, como si no pudiera evitarlo...Desde la perspectiva opuesta, saber cuándo llegará la redención puede ser alentador y fortalecer nuestra fe y nuestra esperanza de tiempos mejores, y nos puede motivar a hacer un esfuerzo proactivo para ayudar a que suceda con mayor rapidez.Muchas de estas predicciones de la fecha de la redención final ya fueron y pasaron, y hemos llegado al año 5775 desde la creación del mundo y Mashiaj aún no ha llegado. Pero, si hacemos las cosas bien, este año puede ser muy auspicioso, incluso puede ser el año de la redención final!En términos generales, hay una serie de escritos cabalísticos y jasídicos que afirman que hay versos en Éxodo que aluden a la fecha de la redención final. Sin embargo, para nosotros es destacable de forma especial la tradición que (más de dos siglos atrás) Rebe Shneur Zalman de Liadi dijo que este versículo alude a este año, 5775.El versículo dice: “Y de los mil setecientos cinco y setenta [siclos], hizo los capiteles de las columnas, y cubrió sus partes superior de arriba y las bases."6 ¿Cómo se relaciona este versículo con la fecha de la redención final?La forma en que se descifra esta alusión la siguiente: el número que aparece en el verso, 1775, se refiere al milenio que siguió a la destrucción del Segundo Templo (que tuvo lugar en el cuarto milenio, en el año 3828). El Zohar dice claramente que este milenio –los años 4000 a 5000- son mil años en los que el pueblo judío está "en el polvo."7 Agregando 775 años a este cálculo, se llega a este año, 775 años del sexto milenio, 5775.Desde nuestra posición en este momento en el tiempo, se pone de manifiesto con carácter retroactivo cómo el orden irregular de los números en el verso se alinea perfectamente con nuestra historia: primero viene "los mil", el primer milenio de exilio (4000-5000); luego "setecientos," otros siete siglos hasta el año 5700 (1939-1940) en el que comenzó la terrible holocausto; "y cinco" aludiendo a los cinco años del holocausto (5700-5705), que fue un momento en que Dios ocultó su providencia para el pueblo judío; "setenta", estas son las siete décadas desde el Holocausto hasta nuestros días (5775), que con la ayuda de Dios debe ser el año de la redención. Todo lo que queda por decir es "¡Amén! Que sea la voluntad de Dios".En verdad podemos decir que no es nuestra costumbre ocuparnos del cálculo de las posibles fechas de la redención, porque se nos ordena "Se sincero con Havaiá, tu Dios", como interpreta Rashi, "ir con Él con sinceridad y ante Él y no investigar el futuro."8 Sin embargo, como se nos presenta una alusión tan clara, podemos sin duda ocuparnos de ella para descubrir lo que significa para nosotros, y lo que podemos aprender de ella. Para hacerlo, tenemos que mirar el contexto original del versículo antes mencionado.En los versículos que preceden a este versículo, Moisés da su versión de lo que hizo con las contribuciones que fueron donadas para la construcción del Tabernáculo. Cada uno de los judíos dio una moneda que pesa la mitad de un siclo (shekel, una medida bíblica de peso), y toda la plata que se recogió fue utilizada en la construcción del Tabernáculo. Los medio siclos de las 600.000 personas sumaban cien talentos (cada talento pesaba 3.000 shekels) de los que se moldearon las bases de plata de los pilares del Tabernáculo. Pero el censo exacto del Pueblo Judío era 603.550, por lo que quedaron otros 3.550 medio shekels, es decir, 1.775 siclos, con los que Moisés hizo los ganchos de plata en la parte superior de los pilares y recubrió la parte superior de las columnas y sus molduras, como se menciona en el verso. ¿Cuál es el significado interior de esto?El número 600000 simboliza la totalidad del pueblo judío y por lo tanto se hizo hincapié en el Éxodo, en la entrega de la Torá, y en la entrada en la Tierra Santa, que tuvo lugar mientras éste era el total del censo. Desde una perspectiva cabalística, este número refleja las raíces del alma del pueblo judío a lo largo de la historia, y aunque hoy en día hay millones de judíos en todo el mundo, gracias a Dios, y puede haber más aun, sin embargo, el número básico sigue siendo 600.000 almas raíces, que se dividen en ramas y sub-ramas. Las almas judías tienen una estrecha relación con la Torá, como dice el Zohar, "Israel está conectado a la Torá y la Torá está conectada a Dios." Así como hay 600.000 almas judías, también "hay 600.000 letras en la Torá" (יֵשׁ שִׁשִׁים רִיבּוֹא אוֹתִיוֹת לַתוֹרָה ), un hecho que en sí alude su la relación con el pueblo judío, ya que las letras iniciales de esa frase hebrea deletrean el nombre "Israel" (יִשְׂרָאֵל ). Así, cada judío tiene su propia letra en la Torá (y de aquí es donde Rabi Menajem Mendel Schneerson, el Rebe de Lubavitch, sacó la inspiración para la maravillosa idea de escribir un rollo de Torá para todo el pueblo judío, en el que cada judío puede comprar su propia letra.)Pero, ¿qué pasa con el resto? Esas 3.550 almas restantes a las que no solemos prestar mucha atención? Hay un increíble Midrash9 que relata que cuando Moisés relató cómo uso las donaciones, cuando llegó a ese resto no podía recordar cómo había hecho con él! Moisés estaba tan preocupado que los escépticos pensarían que había profanado sus donaciones sinceras utilizando la plata para su propio uso, Dios no lo quiera, que milagrosamente recordó cómo los había utilizado.Moisés dio la Torá al pueblo de Israel y, como tal, vio en la Torá la letra asociada a cada alma judía, pero ¿por qué estos judíos desaparecieron de su mente? Rabi Moshe Sofer (un gran maestro de la ley judía autor del Jatam Sofer,) dice que esos 3.550 almas "excedentes" no tienen una letra correspondiente en el rollo de la Torá!¿Esto puede querer decir que hay algunos judíos que no tienen conexión con la Torá y están tan distanciados de ella que no tienen esperanza, Dios no lo quiera? Aunque superficialmente parecería ser así, viendo aquellas almas más cuidadosamente descubrimos que aunque incluso Moisés no podía recordarlos ellos estaban conectados a la Torá. Efectivamente, Dios mismo le recordó a Moisés cuál había sido aquella contribución al Tabernáculo correspondientes a esas almas. Esto significa que estas almas especiales tienen una conexión directa con Dios que no pasa por la conexión con la Torá y de repente puede ser revelada en ellos cuando Dios mismo les da un recordatorio personal de su raíz espiritual Divina.¡Cuando conectamos esta idea con el hecho de que el verso que alude a estas almas también alude a la fecha de la redención final, queda claro que el secreto de la redención se oculta en esas mismas almas judías!Es cierto que nuestra relación regular con Dios fluye a través de la Torá y los preceptos, y alguien que no guarda la Torá se separa de esta línea de vida verdadera con Dios. Sin embargo hay otra relación innata, oculta, que se manifiesta en la conexión directa entre estas almas judías y Dios. Este canal único de comunicación funciona incluso cuando se pasa por alto la relación oficial a través de la Torá (esto se debe a que la raíz superior y más innata de las almas judías es más elevada que la raíz de la Torá). Esta es la relación que se revela en personas judías que de repente "se vuelcan" al judaísmo en alguna etapa posterior de su vida para convertirse en ba'alei teshuvá completos (retornantes a Dios y Su Torá). Sus almas se "reavivaron", por así decirlo, desde el punto de su conexión más profunda con Dios. Una vez que la conexión se ha restablecido, la persona puede comenzar a cultivar su relación con Dios a través de la Torá (una relación que está prohibido abandonar!).El poder de estos ba'alei teshuvá es la que nos estimulará e inspirará a todos y nos transformará en ba'alei teshuvá a escala pública y: "La Torá ya nos ha prometido que el pueblo judío eventualmente hará teshuvá al final de su exilio y de inmediato será redimido".Esto significa que este año 5775 es una excelente oportunidad para traer la redención. El hecho de que exista un cálculo de la fecha final de la redención para este año, nos debe estimular para hacer que cada acto que realicemos cuente. En la práctica, es nuestra tarea tomar una postura proactiva, haciendo todo lo posible para alcanzar y "encender" al mayor número de judíos que podamos para que regresen a su alma raíz y, por otra parte, tenemos que lograr la teshuvá no sólo a un nivel personal sino también a nivel público, de manera que permita al pueblo judío llevar a cabo una vida judía en su propia tierra. Este es el tipo de teshuvá que acercará la llegada de la redención.Entonces ¿cuándo vendrá Mashiaj? Los cálculos aluden a este año, con la ayuda de Dios. Sin embargo, el propio Mashíaj ya ha contestado el enigma más precisamente, "Hoy mismo, si escuchan a Su palabra."10De un discurso de Rabí Ginsburgh en la Conferencia del Movimiento Derej Jaim, del 6 de Tishrei 5775
Vaierá
EL SACRIFICIO DE ITZJAK Y EL ENTRELAZAMIENTO CUÁNTICODe la clase del rabino Ginsburgh en el número 137 y el amor y el temor, Toronto, Av. 5770
El sacrificio de Itzjak y el Entrelazamiento Cuántico
En la Cabalá, cada cualidad central de la psique está representada por un alma judía arquetípica. Abraham, el primero de los patriarcas, es el alma arquetípica del amor, y su hijo Itzjak es el alma arquetípica del temor. Dios mismo alude a Abraham como "Abraham Mi amante",1 y para Itzjak hay una frase en la que Dios es aludido como "el temor de Itzjak".2 Así, las dos primeras generaciones de judíos, padre y hijo, representan las dos primeras emociones de la psique - el amor y el temor.
Complementariedad y Entrelazamiento
La complementariedad de la función de onda-partícula en las partículas elementales determina cuando se observa una de las funciones, la otra función colapsa. Del mismo modo, la regla general es que nunca podremos experimentar el amor y el miedo al mismo tiempo. Sin embargo, los sabios nos enseñan que en relación con Dios, podemos experimentar los dos al mismo tiempo. Este logro paradójico se realizó mediante la unión de estas dos almas arquetípicas en la última de las diez pruebas que pasó Abraham, el Sacrificio de Itzjak, literalmente el “amarre de Itzjak”.
Aunque el significado literal de la unión de Itzjak es que Abraham de amarra físicamente a Itzjak al altar para sacrificarlo como Dios le ordenó, el significado simbólico es la unión de estos dos atributos espirituales del amor y el temor.
En el momento del acto, el amor y temor a Dios que tenía uno y otro se integraron e inter incluyeron totalmente dentro del alma del otro. Dios probó a Abraham, cuya conciencia natural estaba llena de amor, a fin de evaluar su temor a Dios, y de hecho, cuando el ángel vino a decirle a Abraham en nombre de Dios, que no debía matar a Itzjak , él dijo: "Ahora sé que eres temeroso de Dios".3
Itzjak, cuya experiencia primaria era el temor puro -estaba dispuesto a convertirse en un sacrificio y dar su vida por Dios por el más alto nivel de amor y devoción pura, como se nos enseña: "Amarás a Havaiá, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma' –incluso si Él toma tu alma".4 En el clímax del Amarre de Itzjak, las almas de Abraham e Itzjak se volvieron cósmicamente "entrelazadas", como un par de partículas elementales.
Experimentar amor y temor
El entrelazamiento de las almas de Abraham e Itzjak en este evento monumental efectuó una unión similar de los dos atributos de amor y temor en cada una de sus almas. A partir de entonces se hizo posible para todos los descendientes de Abraham e Itzjak experimentar los dos sentimientos aparentemente opuestos de amor y temor a Dios al mismo tiempo, sin un "colapso" de la función contraria. Este es el secreto de la verdadera paz, como hemos estudiado, que Dios hace la paz en el mundo uniendo los opuestos.5 De hecho, la frase final de la bendición sacerdotal, "y [Él] te conceda paz" (וְיָשֵׂם לְךָ שָׁלוֹם , veiasem leja shalom),6 tiene un valor numérico de 782, que es también el valor de la frase, "El Sacrificio de Itzjak" (עֲקֵדַת יִצְחָק , akedat Itzjak)!
Para un vídeo de introducción al grupo de las clases 137, por favor ver: "Cabalá y la constante de estructura fina".
1 Ishaiahu 41:8.
2 Génesis 31:42.
3 Ibid 22:12.
4 Rashi, Deuteronomio 06:05.
5 Zohar 12b Vaikrá, ver Likutei Moharán 80
6 Números 06:26.
VaieráINCLUYENDO LA IZQUIERDA EN LA DERECHA
De un shiur del rabino Itzjak Ginsburgh, 20 Jeshvan 5773
El Judio Errante
Parashat Vaierá es la segunda parashá que se ocupa de toda la vida de Abraham (la parashá siguiente se centra en Isaac, a pesar de que Abraham estaba aún con vida). La parashá termina con la culminación del servicio de Abraham en la tierra, el sacrificio de Isaac, el décimo y último juicio que soportó.
Tal como Abraham comenzó su camino en la parashá anterior, caminando hacia una tierra desconocida, "Ve por ti mismo de tu tierra... a la tierra que yo te mostraré", así el mandamiento de Dios a Abraham que sacrificara a Isaac usa un lenguaje similar: "Toma a tu hijo... y ve a por ti a la tierra de Moriá y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”. De hecho, Abraham pasó su vida entera en una excursión sin fin, desde la primera vez que salió hacia un destino desconocido, hasta "Abraham viajó de ida y vuelta hacia el sur", entonces Dios le ordenó: "Levántate y viaja a lo largo y ancho de la tierra", seguido de "anda delante de Mí y sé sincero", hasta su última expedición al monte Moriá. Los sabios describen los “pasos de Abraham” como pasos gigantescos que cubrían enormes distancias sin cansarse.
Obviamente, el caminar de Abraham no es simplemente un acto superficial, sino también un símbolo de un avance espiritual profundo hacia un objetivo específico. ¿A dónde estaba yendo Abraham realmente? ¿No podía tener un momento de respiro de estar constantemente en movimiento?
La bondad y la fe
La clave de esta pregunta se encuentra en el versículo: "Abram viajó ida y vuelta hacia el sur." Según la Cabalá, el sur, la dirección más luminosa, siempre bañada por la luz del sol, representa el atributo de bondad, mientras que al norte es oscuro y representa el atributo del poder, el miedo y la contracción. Por lo tanto, Abraham estaba desarrollado continuamente su atributo de "bondad" y su amor por la gente y por su Creador evolucionado permanentemente.
En nuestro artículo anterior mencionamos la transición de Abraham desde la verdad a la bondad amorosa y ahora vemos que a lo largo de su vida, su amor se desarrolla continuamente y cada día se revela de nuevo que es posible ser aún más "sur", más caritativo y menos contraído.
La fe correcta
En la Torá, el sur está a la derecha, opuesto al norte que está a la izquierda. Sin embargo, la raíz de "derecha" (ימין , iemín) está relacionada con la palabra "fe" (אמונה , emuná) al punto de que a veces son intercambiados en la Biblia. Así, además de la mejora constante de Abraham de su bondad amorosa, ir hacia el sur también representa el desarrollo de su fe.
De hecho, Abraham se destacó por su fe, como se destacó por su misericordia, como está escrito: "[Abraham] tuvo fe en Dios y Él [Dios] se lo consideró caridad". Abraham es considerado como la cabeza "de todos los creyentes", estableció la verdadera fe en un sólo Dios y lo enseñó a toda la humanidad. Caminar representa un vector de fuerza de avance hacia la fe. Obviamente, sólo alguien con mucha fe puede caminar hacia lo desconocido y salir a sacrificar a su hijo por decreto divino. La fe de Abraham no estaba estancada sino en avance, creciendo y floreciendo desde su surgimiento. Abraham reveló el secreto de la fe infinita.
Estas dos connotaciones de ir hacia el sur -hacia la bondad y hacia la fe- están obviamente conectadas entre sí. Un ejemplo de cómo las dos están conectadas se demuestra con Hilel el Anciano, el hombre de ilimitada bondad amorosa, uno de los "discípulos de Aarón, [que] ama a las personas", que no sólo era una persona tan humilde y paciente que nadie nunca le molesto, sino también era un hombre de gran fe en que Dios le enviara su sustento diario, "Bendito sea Dios, día a día".
El Judío se Pregunta
Así como los efectos limitantes del juicio son relativamente "izquierda", mientras que la bondad amorosa fluye libremente de la "derecha", así el poder penetrante de la fe en la "derecha" se equilibra con los límites y fronteras de la inteligencia en la “izquierda” (la "izquierda" se refiere aquí a la parte izquierda de la santidad y no a la “izquierda” negativa).
En este contexto, Hilel, el hombre de la bondad y la fe, tiene su socio “izquierdista” en Shamai, que es más crítico y también tiene una mente aguda, como dice el Talmud que los discípulos de Shamai eran "más agudos" que los de Hilel (no obstante la ley se determina de acuerdo a Beit Hilel porque era "indulgente y modesto"). Hilel a la derecha y Shamai a la izquierda.
Con esta nueva percepción, ahora nos encontramos con que desde un punto de vista espiritual Abraham constantemente estaba yendo y viniendo entre su "intelecto" y su "fe". Obviamente, Abraham actuó sobre la base de un gran intelecto, comenzando su servicio de Dios con una curiosidad intelectual que le llevó a darse cuenta de que hay un Creador del mundo, como dice Maimónides muy claramente: "empezó a preguntar ya desde joven acerca del día y la noche... y su mente cuestionaba y razonaba hasta llegar al camino de la verdad y comprender la línea de justicia por sí mismo. Hasta darse cuenta de que hay un solo Dios”.
El intelecto de Abraham le llevó a alcanzar la fe, un estado de conciencia que ya no se rige solamente por el intelecto. A pesar de la profundidad de la inteligencia humana y su gran capacidad de expansión sigue siendo limitada, mientras que la fe en Dios no conoce límites. La fe toca la esencia, la esencia misma de la materia que está por encima de la mente. Como vemos en la Cábala, que la corona súper-consciente (la fuente de la fe en el alma) está por encima de todos los poderes concientes incluido el intelecto. Abraham dejó a un lado todos los conocimientos que había adquirido a través de su intelecto en la comprensión de que a pesar de todo lo que sabemos, en realidad no sabemos nada. Por encima de mi conocimiento está mi fe simple y sincera.
Esto no fue un acto aislado por parte de Abraham, sino un proceso constante de avance desde la inteligencia hacia la fe. Abraham no permaneció inactivo ni un momento y dedicó permanentemente su mente y conocimiento al entendimiento de la Divinidad, tanto es así que se abrían ante él nuevos horizontes de conocimiento cada día. Lo que sabe de Dios hoy es más de lo que sabía ayer, trayendo consigo una nueva "izquierda" que le obliga a moverse aún más hacia la "derecha", elevándose de lo que a él le parece que hoy es la fe que está por encima de su intelecto, hasta que eso también es entendido dando lugar al nacimiento de un nuevo nivel de fe. Abraham viajó "atrás y adelante" del intelecto hacia la fe, a un nuevo intelecto y una más nueva fe.
El último viaje
Último viaje de Abraham al monte Moriá fue el mayor pináculo de fe que tomó su “derecha” hasta el extremo más alejado. En jasidut se explica que cada prueba que soportó Abraham era una prueba de la fe, siendo el más grande la prueba de la atadura de Isaac, que puso a prueba su fe hasta el límite extremo. El intelecto humano es incapaz de percibir la paradoja del momento: Dios mandó a Abraham que tomara a su tan amado y largamente esperado hijo -la materialización de la fe de Abraham de la promesa de Dios de que convertirse en "una gran nación" y la personificación de toda su esperanza en el futuro todo- para ofrendarlo en un sacrificio de fuego! ¿Cómo no pensar que esta orden se opone directamente a la promesa Divina de que "de Isaac será llamada tu descendencia"? ¿Cómo no está en contradicción con las políticas educativas que Abraham ha enseñado a la humanidad? No se puede ofrecer una explicación lógica. Pero donde termina la luz de la lógica comienza a brillar el resplandor de la fe.
Inter-incluyendo a la izquierda dentro de la derecha
Mientras que Abraham representa la derecha, la bondad amorosa, su hijo Isaac representa la línea izquierda, correspondiente al temor y el juicio. Al unirse a Isaac en el altar y prepararse para ofrecerlo como sacrificio, parece que Abraham finalmente sale victorioso sobre la izquierda y alcanza la derecha definitivo, subiendo hasta la cima de la fe pura y descartando su intelecto por completo. Sin embargo, en la Cabalá, el sacrificio de Isaac no está representado en absoluto como una expresión de la victoria de la derecha sobre la izquierda, sino más bien como la "inclusión de la izquierda en la derecha". Después de todo, Abraham no masacró a Isaac, Dios no lo quiera, " No envíes tu mano hacia el muchacho”, sólo lo puso encima de las maderas y lo ató allí. Por lo tanto, el sacrificio de Isaac por Abraham simboliza la unión de la derecha y la izquierda juntas.
Al explicar la unión de Isaac de esta manera, infundimos una nueva significancia al acto de Abraham. Nuestra percepción habitual es que para crear una nueva identidad, debemos alejarnos de nuestra identidad anterior. Así fue que cada vez que Abraham iba "hacia el sur", a la "derecha", se trasladaba más lejos de la "izquierda". En cada paso adicional que tomó en la dirección de la "fe", necesariamente tenía que dejar su intelecto detrás en una u otra medida. Sin embargo, en este nivel superior, el sacrificio de Isaac nos enseña que hay una manera de avanzar hacia nuestra meta sin abandonar nuestro pasado. Cuando damos un paso adelante hacia un nuevo destino, traemos con nosotros el pasado, la fusionando a los dos en una unión complementaria.
Abraham alcanzó el momento culminante cuando ató a su hijo que representaba a la izquierda "en el altar, sobre la leña", pero entonces Dios revela que el fin último no es que la derecha debe masacrar a la izquierda y superarla, sino que deben unirse con la izquierda hasta que lleguen juntos su destino común.
Ahora podemos entender que la forma más elevada de la fe es que nuestro intelecto analítico y limitante de alguna manera está incluido dentro de la fe, jugando con la fe como una ballena en el océano y profundizando más y más en sus profundidades.
¿Quién conduce?
Al final de este proceso revelamos eventualmente que Isaac, la "izquierda", es superior que Abraham, la "derecha". De hecho, Abraham elevó a Isaac sobre el altar, pero no hay ningún versículo que diga que Isaac descendió desde allí. Los sabios afirman que Isaac se convirtió en un "holocausto" sin haber sido sacrificado.
En otras palabras, a través del acto de atar a Isaac en el altar, Abraham reveló que la raíz del alma de su hijo es más elevada que la suyo. A Dios se le conoce como "el temor de Isaac" (פחד יצחק , pajad Itzjak), pero esta frase también significa, "El miedo se reirá". La revelación de que la izquierda está incluida dentro de la derecha es una completa innovación que trae una indescriptible alegría y risa al mundo. A pesar de que Isaac representa el atributo del juicio y el miedo, sin embargo, es por esto de él emanan una alegría tan grande y tanta diversión.
De hecho, en la Cábala se explica que Isaac es una figura mesiánico-futurista: Isaac (יצחק ) se ríe (צוחק , tzojek) y el Mashíaj (משיח ) se regocija (ישמח , ismaj).
¿Quién reirá último?
Libro Bereshit - Génesis
Vaierá
Además de recibir alimento, bebida y albergue, los muchos huéspedes de Abraham eran convidados a disfrutar de una rasurada que les cambiaría completamente su percepción de Dios. ¿Qué verdad estaba diseminando Abraham por el mundo y cómo se refleja en la percepción de la barba? El rabino Ginsburgh explora en esta clase el secreto del misterioso eshel que Abraham plantó en Beer Sheva. Cuando comprendemos la conciencia interior de este eshel, podemos abrir el portal de la verdadera percepción del Dios Único.