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sábado, 15 de noviembre de 2025

5786 TOLDOT_MES DE KISLEV

 BS"D



TOLDOT    תּוֹלְדֹת

Génesis 25:19-28:9      Haftara: Malaji 1:1 - 2:7

 



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 LECTURA DE LA TORÁ PARA ROSH JODESH KISLEV (Completo)


ABRIRNOS A LA LUZ QUE VIENE DE LA OSCURIDAD


RABINO JAIM FRIM

 


https://youtu.be/M01xex2c898

¡Jodesh Tov y Shabat Shalom!
🕯️✨

👶¡Simjá en la Comunidad! Mazal Tov Especial
Queremos extender una bendición llena de luz y alegría por el nacimiento de Rivka Gueula bat Iosef Itzjak.

 

Que su nombre sea una profecía viva: Itzjak Rivka Iosef (agrega) Gueulá Rivka: Como nuestra matriarca en esta Parashá, que tenga la sabiduría (Jojmá) y la bondad (Jésed) para discernir la verdad y criar generaciones rectas.
Gueula: Que su vida traiga redención personal y general, iluminando el mundo y apresurando la venida del Mashíaj.

Bat Iosef Itzjak: Que siga los pasos de los justos, uniendo el fundamento (Iosef) con la alegría y el temor sagrado (Itzjak), inspirada por la luz del Rebe Anterior.

¡Que sus padres tengan mucho Najat jasídico y que la críen para la Torá, la Jupá y las Buenas Acciones!

👇 ¡Acompáñanos en este estudio para iluminar el comienzo del mes!
_____________
https://galeinai.org/2025/11/20/shabat-shalom-toldot-y-kislev/


Esta semana experimentamos una poderosa conjunción: leemos Parashat Toldot mientras recibimos el nuevo mes de Kislev, el mes de la luz revelada.

En Toldot, presenciamos cómo Iaacov revela la verdad esencial: que las bendiciones materiales deben fluir a través de quien comprende que la fuerza física debe ser un canal para la santidad espiritual. No hubo engaño, sino la revelación de una realidad superior donde el mundo es un recipiente para la Divinidad.

Al entrar en Kislev, nos preparamos para un mes cargado de iluminación:

Rosh Jodesh Kislev marca el comienzo del “mes de los sueños y las visiones”, donde la luz interior comienza a emerger de la oscuridad exterior.

19 de Kislev – El Año Nuevo del Jasidut, es el día en que el Alter Rebe, Rabí Shneur Zalman de Liadi, fue liberado de prisión, marcando el comienzo de la difusión pública de la dimensión interior de la Torá. Esta fecha representa el triunfo de la luz del alma sobre la oscuridad de la oposición espiritual. Es el “Rosh Hashaná” del Jasidut, donde se reveló que “solo la luz puede vencer a la oscuridad”.

3. Janucá, ocho días de milagros donde la luz de la fe y la dedicación superan a la fuerza bruta y la asimilación. La llama de la menorá nos enseña que una pequeña luz puede disipar grandes tinieblas.

Estos tres eventos forman una cadena de revelación: Rosh Jodesh es el potencial, el 19 de Kislev es la actualización de ese potencial a través de la enseñanza jasídica, y Janucá es la manifestación práctica de esa luz en el mundo. La Samej (ס) de Kislev -el círculo del sostén Divino- nos abraza en este proceso, recordándonos que cada paso en nuestra oscuridad personal está siendo sostenido por la Providencia.

Pensemos:

Como en la historia de Toldot, a veces la verdad superior parece “oculta” detrás de eventos confusos. Kislev nos enseña a confiar en que detrás de cada desafío se esconde una luz milagrosa esperando ser revelada. A través del estudio de la dimensión interior de la Torá (Jasidut) y el cumplimiento de las mitzvot con alegría, podemos encender esas chispas ocultas.

¡Que este Shabat y este nuevo mes nos traigan la visión para percibir la verdad interior en cada situación, y la fortaleza para ser canales de la luz de la Torá y el Jasidut en el mundo!

¡Shabat Shalom y Jodesh Tov Umvoraj!

¡Que tengamos un mes de sueños reveladores, luz jasídica y milagros evidentes!


https://galeinai.org/2025/11/20/shabat-shalom-toldot-y-kislev/


 

1 HALEL PARA ROSH JODESH KISLEV 5786  

EL CANTO DE LA LUZ NACIENTE

 

HOY DESDE JABAD REHOVOT EN ISRAEL

Rabino Jaim Frim

 


https://youtube.com/shorts/M5X_myGxlXE

Kislev no es un mes cualquiera; es el mes del sueño profundo que precede al despertar milagroso, el mes donde la luz interior comienza a germinar en la aparente oscuridad. Al recitar el Halel en su comienzo, no solo agradecemos por la nueva luna, sino que activamos espiritualmente el potencial de toda la luminosidad que se revelará con el "Rosh Hashaná del Jasidut" (19 de Kislev) y Jánuca.

🔶 ¿Qué encontrarás en este video?

La recitación del Halel completo para Rosh Jodesh, siguiendo la tradición jasídica de Jabad con nigunim y alegría.

Una breve introducción sobre la energía única del mes de Kislev y el poder de su letra, la Samej (ס) – el círculo divino que nos sostiene y abraza, especialmente en tiempos de transición.

"¡Alabad, siervos de Hashem, alabad el nombre de Hashem!" (Tehilim 113:1). Alabamos con alegría, sabiendo que el mismo Creador que inclina los cielos para escuchar nuestro canto, es el que sostiene a la caída (Somej Noflim) y nos envuelve en el misterio de Kislev: la luz que nace de la tiniebla, la fe que surge del sueño.

Que nuestra voz unida en este Halel sea un recipiente digno para recibir todas las bendiciones, la inspiración profunda y los milagros revelados de este mes sagrado.

¡Jodesh Tov Umvoraj!

Que sea un mes de sueños luminosos, sostén divino y alegría interior.

 

2 HALEL PARA ROSH JODESH KISLEV 5786


EL CANTO DE LA LUZ INTERIOR


HOY DESDE JABAD REHOVOT EN ISRAEL
Rabino Jaim Mates Frim




https://youtube.com/shorts/SwLKA4nru9A

 



Kislev: El Círculo de Confianza y la Luz desde la Oscuridad


(Basado en las enseñanzas del Rabino Itzjak Ginsburgh)


La Letra del Mes: Sámej (
ס) Según el Sefer Ietzirá, el mes de Kislev fue creado con la letra Sámej (ס). La forma de la Sámej es un círculo cerrado. En la Cabalá, el círculo representa el Or Makif (Luz Circundante), la luz infinita de Dios que rodea toda la creación por igual, sin diferenciar entre "arriba" y "abajo".

La Sámej es la letra del Somej (Apoyo). Como dice el versículo: "Somej Hashem lejol hanoflim" ("Dios sostiene a todos los caídos"). En Kislev, el mes más oscuro del año (en el hemisferio norte), experimentamos la caída de la luz solar. Pero es precisamente aquí donde se revela la Sámej: el "gran abrazo" de Dios. Un círculo no tiene principio ni fin; es un abrazo que nos sostiene incluso cuando sentimos que estamos cayendo.


El Sentido del Mes: El Sueño (Sheiná) El Sefer Ietzirá atribuye a Kislev el "sentido del sueño". A primera vista, el sueño parece un estado pasivo o negativo. Sin embargo, en el Jasidut, el sueño profundo se asocia con el Bitajón (Confianza activa). ¿Por qué dormimos tranquilos? Porque confiamos en que nuestra alma está segura en manos de Dios. Como dice el versículo: "En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque solo Tú, Hashem, me haces vivir confiado" (Salmos 4:9).


El "sueño" de Kislev no es letargo espiritual. Es el estado de "Yo duermo, pero mi corazón está despierto" (Cantar de los Cantares). Cuando la lógica racional y la conciencia limitada "duermen" (cuando no entendemos por qué suceden las cosas, cuando estamos en la oscuridad del exilio), es cuando nuestro "corazón" —la esencia del alma judía y la conexión con el Mashíaj— se despierta con más fuerza.



La Conexión con Janucá Janucá, que comienza al final de Kislev, es la fiesta de la luz que nace de la oscuridad más profunda. Los griegos intentaron romper el "círculo" protector de la santidad judía. Los Macabeos, a través de su confianza absoluta (Bitajón) en Dios —incluso cuando la lógica decía que eran pocos contra muchos— lograron despertar la luz oculta del "Aceite Puro".

Meditación Práctica para Kislev:


Visualiza la Letra Sámej: Cierra los ojos e imagina una letra Sámej (
ס) brillante, un círculo de luz dorada que te rodea completamente.
Siente el Abrazo (Makif): Siente que ese círculo es el abrazo de Dios. No hay huecos, no hay lugares por donde puedas caer. Estás totalmente sostenido.


Activa la Confianza (Bitajón): Piensa en una preocupación que tengas, algo que te parezca "oscuro" o incierto. Ahora, "duerme" sobre ello. Suelta el control racional y entrégalo a ese círculo de luz, confiando plenamente en que el "Dueño del Castillo" (Dios) está despierto y cuidando de todo.
Despierta la Luz: Siente cómo, desde esa relajación y confianza, se enciende una pequeña llama en tu corazón. Esa es la luz de Janucá, la luz que revela que incluso la oscuridad es solo un escenario para una revelación mayor.

Que tengas un Jodesh Kislev lleno de luz, confianza y milagros revelados.

 

 

 

3 HALEL PARA ROSH JODESH KISLEV 5786

 El Canto de la Luz Nueva

Hoy desde Jabad Rehovot en Israel

 



https://youtube.com/shorts/dhqyiczYNF4



Rabino Jaim Frim


¡Jodesh Tov!


Nos reunimos para recitar el Halel completo con motivo de Rosh Jodesh Kislev, el mes de los milagros y la luz.


En la tradición de Jabad, el mes de Kislev tiene un significado especial. Es el mes que contiene el 19 de Kislev, el "Rosh Hashaná del Jasidut", el día en que el Alter Rebe, Rabí Shneur Zalman de Liadi, fue liberado de la prisión zarista. Este evento marcó el comienzo de la difusión pública de las enseñanzas jasídicas de Jabad, demostrando que la luz de la Torá y el Jasidut es más poderosa que cualquier oscuridad.


Al recitar el Halel en este Rosh Jodesh, no solo cumplimos con la mitzvá de agradecer a Hashem por el nuevo mes, sino que también preparamos nuestros corazones para recibir la luz especial de Kislev. Cada palabra de alabanza que pronunciamos es un paso hacia la geulá personal y colectiva, encendiendo una chispa de fe y alegría que ilumina nuestro camino.
Que este Halel sea un canal de bendición para cada uno de nosotros, y que el mes de Kislev nos traiga luz, alegría y revelaciones divinas en abundancia.
Que a través de nuestras alabanzas, merezcamos ver la redención completa con la llegada de Mashíaj, pronto en nuestros días.

¡Jodesh Tov Umeboraj!

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4 LECTURA DE LA TORÁ PARA ROSH JODESH KISLEV:


LA TRANSFORMACIÓN DE ROMA EN LUZ DE REDENCIÓN


RABINO JAIM FRIM



https://youtube.com/shorts/j8h76sAtUcg



¡Jodesh Tov y Shabat Shalom!
🕯️✨

En este video especial de Rosh Jodesh Kislev, el "Mes de los Milagros" y de la Luz Oculta que se revela, nos adentramos en la profundidad de Parashat Toldot. Aquí no solo leemos sobre el nacimiento de dos hermanos, sino sobre el choque cósmico de dos mundos que define la historia humana hasta el día de hoy: Iaacov (Israel) y Eisav (Roma).

Dos Naciones en el Vientre: ¿Por qué la Torá describe la lucha entre Iaacov y Eisav desde antes de nacer? Descubrimos la raíz espiritual de este conflicto: la batalla entre la materia bruta (Eisav/Roma/Occidente) y el espíritu puro (Iaacov/Israel).


Roma y Jerusalén Hoy: Desde la destrucción del Segundo Templo por Roma hasta la cultura occidental contemporánea, la fuerza de Eisav ha dominado el escenario material. Pero la enseñanza jasídica nos revela un secreto: no se trata solo de vencer a Eisav, sino de refinarlo.


La Misión de Kislev: Al entrar en el mes de Janucá, aprendemos cómo la "pequeña luz" de Iaacov tiene el poder de disipar y transformar la inmensa oscuridad de la "Roma" moderna, revelando que incluso dentro de la materialidad más densa, se esconde una chispa divina esperando ser redimida.

👶¡Simjá en la Comunidad! Mazal Tov Especial

Queremos extender una bendición llena de luz y alegría por el nacimiento de Rivka Gueula bat Iosef Itzjak.  

Que su nombre sea una profecía viva: Itzjak Rivka Iosef (agrega) Gueulá Rivka: Como nuestra matriarca en esta Parashá, que tenga la sabiduría (Jojmá) y la bondad (Jésed) para discernir la verdad y criar generaciones rectas.
Gueula: Que su vida traiga redención personal y general, iluminando el mundo y apresurando la venida del Mashíaj.
Bat Iosef Itzjak: Que siga los pasos de los justos, uniendo el fundamento (Iosef) con la alegría y el temor sagrado (Itzjak), inspirada por la luz del Rebe Anterior.

¡Que sus padres tengan mucho Najat jasídico y que la críen para la Torá, la Jupá y las Buenas Acciones!
👇 ¡Acompáñanos en este estudio para iluminar el comienzo del mes!


 


 

DOS HERMANOS Y UN TÍO, AYER Y HOY

PARASHÁ TOLDOT

Un análisis de tres arquetipos bíblicos y su manifestación moderna. Ishmael representa la sumisión violenta y es identificado con el Islam actual. Eisav simboliza la permisividad y la búsqueda del placer sensual, asociado a la cultura occidental. Iaacov encarna la integridad y el dominio de los instintos, representando al pueblo de Israel.

La tesis central es que tanto el mundo islámico como el occidental sienten antisemitismo por razones opuestas: los primeros por no poder subyugar a Israel, y los segundos por la envidia hacia el placer espiritual judío logrado mediante la restricción.

Finalmente, el texto explica la actual alianza entre Occidente y el Islam como una unión pragmática donde los primeros buscan llenar su vacío espiritual sin renunciar a sus pasiones, encontrando en el Islam un dios que no exige controlar los instintos

 

TRES CARACTERÍSTICAS OPUESTAS

En nuestra porción de la semana, Parashat Toldot, nos encontramos por primera vez con los dos hermanos, Iaacov y Eisav. La Torá nos relata que Iaacov y Eisav son dos figuras opuestas en sus características y naturaleza, y constituyen la base de dos formas de vida diferentes en el mundo. A Eisav, la Torá lo describe como: "un hombre conocedor de la caza, un hombre del campo". En cambio, a Iaacov lo describe como: "un hombre íntegro, que habitaba en tiendas". Además de Iaacov y Eisav relatados en la parashá, es apropiado agregar también la descripción de la Torá hacia Ishmael, sobre quien se dijo: "Y él será un hombre salvaje, su mano contra todos y la mano de todos contra él". Cuando contemplamos estas tres figuras, descubrimos que expresan tres características opuestas:

Ishmael se impulsa por una brutalidad y crueldad manifiesta, relatada en el hecho de que le gusta someter a todos bajo su dominio. En contraste, Eisav no es cruel específicamente con las personas, sino con los animales del campo. Le gusta cazar animales, y también se identifica en su alma con esos animales. La característica de Eisav es la animalidad y el impulso de dar rienda suelta a las pasiones e instintos dentro de él. En Eisav, la fuerza animal está dirigida hacia la naturaleza salvaje, y acorde a ello, es un hombre del campo que representa el mundo de los instintos.

En contraste absoluto con Ishmael y Eisav, Iaacov guía al rebaño con misericordia. Iaacov no es cruel, ni da rienda suelta a sus instintos, sino que sabe conducirse a sí mismo y a otros con misericordia – él es "un hombre íntegro, que habitaba en tiendas".

BRUTALIDAD VERSUS PERMISIVIDAD

También hoy en día, encontramos en el mundo a los continuadores del camino espiritual de cada una de estas figuras. El mundo se divide en setenta naciones, frente al pueblo de Israel, como está dicho: "Y fue toda el alma de los descendientes de Iaacov, setenta almas". Pero la raíz de las naciones del mundo se divide principalmente en dos: los continuadores del camino de Ishmael, que son los musulmanes; y los continuadores del camino de Eisav, que son los pueblos de la cultura occidental, sobre cuya cultura se fundamenta el cristianismo.

La religión del Islam aboga por la brutalidad y la crueldad, exactamente como Ishmael, sobre quien se dijo "hombre salvaje". La aspiración de los musulmanes es someter a todo el mundo bajo su dominio (y así ven también la aspiración del mismo Dios, someter a todos bajo Su mano). El significado literal de 'Islam' es 'sumisión' – es decir, reconcíliate con que estás sometido y esclavizado, y no intentes dar lugar a tu personalidad individual o a tu independencia. Esta es la internalización de la brutalidad y la sumisión absoluta.

Frente a ellos, los pueblos de la cultura occidental, impulsados por la base de Eisav, abogan por la permisividad y dar rienda suelta a los instintos. La aspiración de vida de los continuadores de Eisav es lograr llegar al placer más grande que se pueda experimentar. Para alcanzar el placer anhelado, su método es seguir las pasiones con toda fuerza, y está absolutamente prohibido que alguien restrinja la liberación del freno y la entrega a los instintos.

DOS MOTIVACIONES PARA EL ANTISEMITISMO

Cuando estas dos raíces, Ishmael y Eisav, contemplan la existencia del pueblo de Israel, se llenan de un odio profundo. Pero en cada uno de ellos hay una motivación diferente para el odio, y en cada uno de ellos el antisemitismo surge por una razón distinta, que corresponde a la base de su camino espiritual:

Los musulmanes (continuadores de Ishmael) odian al pueblo de Israel porque su camino es la sumisión y la brutalidad. Quieren someter a todo el mundo, y solo al pueblo de Israel no logran someter bajo su dominio. El pueblo de Israel se asemeja a sus ojos al aceite que flota sobre el agua, por más que intentes hundirlo, no se sumerge ni se mueve de su lugar. Este reconocimiento, de que hay un cuerpo en el mundo que se mantiene firme frente a su poder de sometimiento, les inculca un odio enorme hacia el pueblo de Israel, y de aquí su espantoso antisemitismo, cuyo objetivo es quebrar nuestra falta de sumisión.

Los pueblos de la cultura occidental (continuadores de Eisav) también están llenos de odio hacia nosotros, pero por una razón completamente diferente. Como se escribió, los continuadores de Eisav ven en el placer la aspiración de sus vidas, y por eso dan rienda suelta a sus instintos y pasiones con la aspiración de llegar a la cúspide del disfrute. Pero cuando observan al pueblo de Israel, descubren que los judíos tienen un placer más grande que el de ellos, a pesar de que superan sus pasiones y cumplen mandamientos. El estilo de vida del pueblo de Israel los lleva a una frustración absoluta: los judíos tanto superan las pasiones, como llegan a un placer verdadero que surge del mundo del alma, y ellos, por más que se esfuerzan y se entregan a sus pasiones, no experimentan ningún placer que calme el alma y llene la vida. Ahora se entiende por qué estos pueblos están llenos de odio hacia nosotros, que nace de la envidia y la frustración por un placer que no pueden alcanzar con su camino, y su antisemitismo se intensifica.

Y FUE EISAV HACIA ISHMAEL

Hoy en día descubrimos un fenómeno interesante: los pueblos de la cultura occidental, continuadores del camino de Eisav (que abogan por la permisividad y el placer), se conectan con los musulmanes, continuadores del camino de Ishmael (que abogan por la brutalidad y la sumisión).

Esta conexión se realiza tanto dando lugar a los musulmanes para residir en sus tierras, pero principalmente se expresa en un apoyo generalizado a su brutalidad y crueldad, y especialmente cuando está dirigida hacia el pueblo de Israel. Los pueblos de Occidente alientan las guerras crueles de los musulmanes, y los ayudan de diversas maneras para tener éxito en su camino. Si prestamos atención, descubriremos que este sorprendente fenómeno ya está escrito en nuestra parashá, Parashat Toldot. La Torá relata que Eisav va y se casa con Ishmael, creando así un pacto con él: "Y fue Eisav hacia Ishmael, y tomó a Majalat, hija de Ishmael, hijo de Abraham, hermana de Nebaiot, por mujer, además de sus otras mujeres".

¿Por qué, entonces, Eisav se conecta con Ishmael?

La característica de Eisav, como se mencionó, es la búsqueda del placer y la potenciación animal. Eisav esperaba recibir la bendición de Itzjak, y lograr, mediante su seguimiento de las pasiones, ser bendecido y alcanzar un placer verdadero que también agradara a los ojos de Dios. Pero de repente descubre que, a pesar de su entrega absoluta a las pasiones, su hermano Iaacov fue quien mereció ser bendecido y agradar a los ojos de Dios, precisamente a partir de su superación de las pasiones y los instintos. Este giro en la trama lleva a Eisav a la sumisión hacia Dios. Ahora descubre, a su pesar, que las pasiones no lo conducen a lo que busca, y se somete. La sumisión de Eisav lo conecta con la característica de Ishmael, que es la sumisión ante Dios (Islam), y de aquí surge la conexión con él.

De manera similar, también hoy los pueblos de la cultura occidental (continuadores de Eisav) descubren que su fiel seguimiento de las pasiones no los lleva al placer anhelado, sino a la frustración. Estos pueblos descubren el placer verdadero que se encuentra en los judíos, y que ellos han merecido la bendición, y este reconocimiento los lleva a una gran sumisión y al reconocimiento de la necesidad de la presencia de Dios en sus vidas. A pesar de que los pueblos de la cultura occidental reconocen su necesidad de la presencia de Dios, no están dispuestos a conectarse con el pueblo de Israel, porque en ello estarían obligados a renunciar a su seguimiento de las pasiones de su corazón.

Por lo tanto, expresan su necesidad de la presencia de Dios mediante su conexión con los musulmanes, cuya característica es la sumisión ante Dios. Los musulmanes, por un lado, hacen presente con intensidad la existencia de Dios, pero por otro lado no abogan por la superación de las pasiones. Desde su perspectiva, mientras el hombre esté sumiso ante Dios y someta a todos bajo él, no hay impedimento para que siga sus pasiones. Esta es la razón por la cual los continuadores de Eisav se alían con los continuadores de Ishmael, pues encuentran en ellos la necesidad de la presencia de Dios sin tener que renunciar a dar rienda suelta a sus instintos.

Esperamos y anhelamos el reconocimiento de todas las naciones de la presencia de Dios dentro del pueblo de Israel, y se cumplirá la promesa: "Y caminarán pueblos numerosos y dirán: Vengan y subamos al monte del Eterno, a la casa del Dios de Iaacov, y Él nos enseñará de Sus caminos, y caminaremos por Sus sendas, porque de Sion saldrá la Torá, y la palabra del Eterno desde Jerusalén".

 

¡Shabat Shalom!

El Rabino Itzjak Shapira

Beit Midrash 'Od Iosef Jai'

SUFICIENTE PARA EL QUE ENTIENDE

Estudio de Jasidut  Kuntres Ajaron

Ensayo 4 clase 7

 

 


https://youtu.be/h8r_aqwLtsg

 

 

MÚSICA DE LA CLASE

NIGÚN Nº 6 CANCIÓN DE CUNA JASÍDICA

Lehania Leá – 7 de Menajem Av 5735


 

TRES INCLINACIONES: UN TERCER INSTINTO


 


El ser humano tiene una inclinación al bien (Ietzer HaTov), que tira hacia arriba, hacia el bien Divino, y una inclinación al mal (Ietzer HaRá), que tira hacia abajo, hacia los dominios de la impureza y la imaginación que están por debajo de la realidad.

Entre estas dos inclinaciones se encuentra una tercera inclinación, mezclada de bien y mal: la inclinación a conocer la realidad misma, con el bien y el mal que hay en ella. Este instinto de curiosidad es la característica humana más básica, en la cual el hombre se distingue del resto de las criaturas.

La persona curiosa no se conforma con lo que le es familiar, sino que busca siempre ampliar su conocimiento. No se satisface con el testimonio de otros, sino que quiere probarlo todo por sí misma. La falta de límites en la búsqueda hace caer en lugares negativos, pero la búsqueda sin límites es también la llave de todo el progreso humano, el desarrollo científico y también el espiritual.

La inclinación mixta, que se encuentra en el medio entre las dos inclinaciones, es en cierto sentido la arena donde ocurre la lucha humana entre el bien y el mal. Y, de hecho, la confrontación con esta inclinación, que pertenece a la definición misma del hombre, comenzó con el Primer Hombre (Adán), cuya curiosidad fue la que condujo a comer del “Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal”—a un ‘experimento’ para comprobar ‘¿qué pasará realmente si como del árbol prohibido?’. Esta confrontación se repite una y otra vez a lo largo de la historia, de diferentes formas, cuando a veces los curiosos se inclinan hacia el lado bueno y a veces, precisamente, hacia el otro lado. Al final, quien decidirá esta contienda será el Mesías, quien será un Baal Teshuvá (penitente/retornante) surgido del instinto del conocimiento (Daat) —un hombre de horizontes amplios, que conocerá todo de cerca, y precisamente sobre la base de su experiencia personal podrá tocar todos los corazones y redimir a cada uno desde su propio lugar, “allí donde se encuentre”.

En nuestra generación, es muy evidente que esta es la inclinación principal. Lo más disponible y común hoy en día es el conocimiento: una ‘explosión de información’ disponible para todo el que la busque y que evoluciona de un momento a otro. Hay en la disponibilidad del conocimiento una dimensión asombrosa de “pues la tierra estará llena del conocimiento de Dios”, cuando para cada uno está disponible una biblioteca de Torá accesible, tal como no estuvo a disposición ni siquiera de los grandes de la Torá en todas las generaciones, y en cada momento dado es posible escuchar clases de Torá en todas las formas y en todos los niveles.

Por otro lado, de la misma manera, las cosas más negativas —desde la herejía hasta la inmoralidad— se han vuelto también disponibles para todos. De este instinto de conocimiento surgen también todas las adicciones que caracterizan a nuestra generación: la adicción obsesiva a las noticias, a las encuestas, a las pantallas y a las redes, y recientemente también a la Inteligencia Artificial.

En las primeras generaciones era posible tratar con reserva a la inclinación intermedia, hasta desdibujar la distinción entre ella y la inclinación al mal, con una profunda sospecha ante cualquier intento de desviarse hacia dominios de conocimiento nuevos y ‘peligrosos’, fuera de la Torá que se nos ha transmitido de generación en generación. En nuestra propia generación, no se puede ignorar la revolución del conocimiento, con sus virtudes y sus defectos. Se debe educar sobre cómo seleccionar de ella solo el bien, mantener la inocencia (temimut) incluso dentro de toda la inundación de información, con la esperanza de merecer el destino mesiánico de “y de todo árbol del jardín comerás, y del Árbol del Conocimiento [del] Bien” (y solo “del mal no comerás”). Entonces todo el conocimiento no será un ‘puente’ que conduce de la santidad a la cáscara (klipá), Dios no lo quiera, sino exactamente lo contrario: un ‘puente’ que permite transportar a través de él todas las chispas hacia su raíz superior, hasta la rectificación de todo el mundo bajo el Reino del Todopoderoso (Maljut Shadai).

 

RECORDATORIO DE LA CLASE PASADA

1.    Existen dos tipos de servicio divino: el de los ángeles y el de las almas humanas.

2.    El servicio de los ángeles se basa en amor y temor intelectual, que son creaciones (“algo de la nada”).

3.    Este servicio es una elevación espiritual, pero es un movimiento de “partida” que no atrae la Divinidad al mundo.

4.    En cambio, el servicio humano a través de los mandamientos prácticos (mitzvot) y el estudio de la ley (Halajá) es único.

5.    Las leyes de la Torá son flujos directos de la Sabiduría Divina, no una creación.

6.    Al cumplir una mitzvá o estudiar sus detalles, se atrae la luz infinita de Dios hacia los mundos inferiores.

7.    Esto sucede porque los objetos físicos de las mitzvot (como un Etrog o los Tefilín) estimulan los niveles más elevados de la Divinidad.

8.    El propósito final es rectificar el mundo y que Dios more de manera manifiesta en lo más bajo de la creación.

9.    Por ello, el estudio de todas las leyes, incluso las que no tienen aplicación práctica, es supremamente valioso.

10. Este servicio no solo eleva lo material, sino que logra el descenso de la Divinidad, que es el objetivo de la creación.

Comparamos dos formas de servicio espiritual: el de los ángeles, basado en amor y temor intelectuales, y el de las almas, que actúan mediante mitzvot prácticas. Los ángeles surgen de un “beso espiritual”, es decir, de un flujo espiritual abstracto, mientras que las almas derivan de los recipientes de Atzilut, conectados con la realidad material. El amor y temor intelectuales elevan desde abajo, pero sólo generan ascensos temporales y no atraen luz divina hacia el mundo.

La luz divina desciende realmente sólo mediante las mitzvot de acción, especialmente cuando actúan sobre objetos físicos como etrog o pergamino de tefilín, que estimulan raíces espirituales superiores (Sa”g y Adam Kadmón). El estudio minucioso de las leyes también activa niveles elevados en Jojmá–Biná–Daat de los recipientes de las sefirot.

La finalidad de la Creación (Hishtalshelut) no es la ascensión del ser creado, sino la revelación de la luz Divina en lo bajo. Por eso incluso Moshé rogó entrar a la Tierra para cumplir mitzvot físicas. Las leyes de mitzvot —incluso las que no aplican hoy o las prohibiciones como pigul— provienen del flujo de Sabiduría Suprema investida en lo material, lo que las hace superiores al amor y temor de los ángeles, creados “algo de la nada”.

HOY ESTUDIAMOS

El Tania distingue entre el temor y amor de los ángeles, que son seres creados “algo de la nada”, y las leyes de la Torá, que son flujos directos de la Sabiduría Suprema y la Voluntad Divina. Aunque las leyes traten sobre objetos físicos que ocultan la luz, la decisión legal y su racionalidad son Divinidad pura (nivel de Neshamá) y no una creación separada, conservando su origen en Atzilut. La Torá actúa como un emisario que porta el Nombre de Dios, permitiendo que la Luz Infinita se invista en lo material, algo que el estudio logra atraer incluso sin una intención perfecta. El objetivo final es refinar la materialidad (kelipat noga) y cumplir el propósito de la creación: hacer una morada para Dios en los planos inferiores, uniendo lo alto con lo bajo. Esto supera al servicio espiritual de los ángeles, que es solo elevación pero no atrae Divinidad, mientras que la Torá rectifica el mundo y revela la luz de Dios a través de las leyes prácticas.

Un resumen en 10 renglones:

1.  El amor y temor a Dios de los ángeles son creaciones (“algo de la nada”) y pertenecen a niveles (Néfesh, Rúaj) inferiores.

2.  En cambio, los detalles de las leyes de la Torá son flujos directos de la Sabiduría Divina.

3.  El mundo físico oculta por completo la Sabiduría Divina, como la tierra oculta el poder que la creó.

4.  Pero la ley judía (Halajá) es diferente: en ella brilla manifiestamente un resplandor de esa Sabiduría.

5.  La decisión legal y su racionalidad son de un nivel (Neshamá) que es Divinidad misma, no una creación.

6.  Por lo tanto, el estudio de la Torá, incluso de sus leyes, conecta con un nivel esencial de Dios.

7.  La Torá entregada en el Sinaí es Divinidad y actúa como un “mensajero” que porta el Nombre de Dios.

8.  Así, al estudiar Torá, se atrae la luz infinita de Dios (Ein Sof) a este mundo físico.

9.  El propósito supremo es que Dios more de manera manifiesta en el nivel más bajo de la creación.

10. Por esto, el estudio de la Torá (aún sin la intención perfecta) tiene el poder de crear ángeles y rectificar el mundo.

 

 


 

Historias Jasídicas

El Maharsha: 

LAS REENCARNACIONES DE AJAV

 

Rabi Shmuel Eliezer HaLevi Eidels, uno de los más grandes comentaristas del Talmud, nació en el año 5315 (1555), siendo sus padres Rabi Iehuda HaLevi y Gittel, de la familia del Maharal de Praga, en Kazimierz, Polonia. Se casó con la hija de Rabi Moshe Lifshitz, el rabino de Brisk, y él y su esposa fueron sostenidos por su madre, Eidel, quien también mantenía la ieshivá del Maharsha. Debido a esto, el Maharsha se refería a ella como su segunda madre, de ahí su apodo "Eidels" (de Eidel).

En 5368 (1608), Eidel falleció, y tras su muerte, el Maharsha se trasladó para servir como rabino en Chelm. Más tarde sirvió como rabino en Lublin, Tiktin y Ostroh, y participó en el Consejo de las Cuatro Tierras en Yaroslav. Se hizo famoso durante su vida por sus numerosos actos de bondad, y en su puerta estaba inscrito el versículo: "Abriría mis puertas al viajero" (Job 31:32). Escribió su comentario sobre el Talmud titulado "Jidushei Halajot" y "Jidushei Agadot", y en un paso inusual, los unió en un solo libro para enfatizar la igual importancia que atribuía a ambas partes de la Torá. Los tzadikim atestiguaron que su libro fue escrito con inspiración divina, y estuvo entre los primeros estudiosos de la tradición revelada en incluir las opiniones de los cabalistas en sus libros. Falleció el 5 de Kislev 5392 (1631) y fue enterrado en Ostroh.

 

 

El Maharsha era un rabino en cierta comunidad, donde estudiaba la Torá en su ieshivá todo el día. En ese momento, había un Rabino jefe de la región bajo cuya autoridad servía el Maharsha, y todos los rabinos de las comunidades pertenecientes al Rabino Jefe estaban obligados a ir a él y recibir su permiso para servir a sus comunidades, como era costumbre en generaciones anteriores.

Todos los rabinos de las comunidades acudieron al Rabino Jefe, pero el Maharsha continuó sentado estudiando y no fue a verlo. El Rabino Jefe lo juzgó favorablemente y dijo: «¿Quizás porque está ocupado con sus estudios, no ha venido a honrarme?» El Rabino Jefe decidió viajar al encuentro del Maharsha. Cuando llegó, toda la ciudad temblaba ante él, y todos vinieron a saludarlo, pero el Maharsha se negó a ir hacia él. El Rabino Jefe nuevamente lo juzgó favorablemente, atribuyendo esto también a su renuencia a interrumpir sus estudios.

El Gran Rabino fue a la sinagoga donde estudiaba el Maharsha, pero el Maharsha no interrumpió sus estudios y no lo saludó en absoluto. Sin embargo, el Gran Rabino lo juzgó favorablemente incluso entonces, diciendo: "¿Quizás esto también se debe a que no quiere interrumpir sus estudios?" Justo en ese momento, un joven apuesto entró en la sinagoga, y de inmediato el Maharsha se apresuró a saludarlo, se puso de pie frente a él y conversó con él largamente.

El Gran Rabino se enojó mucho con el Maharsha, diciendo: "Al principio, cuando no viniste a verme, te juzgué favorablemente y lo atribuí a tu deseo de no interrumpir tu estudio de la Torá. Luego, cuando vine a tu ciudad y tú no viniste a mí, dije lo mismo. Después, cuando vine a la sinagoga y no me saludaste, nuevamente te juzgué favorablemente, atribuyéndolo a tu deseo de no interrumpir tu estudio de la Torá. ¡Pero ahora veo que todo es falso, porque has honrado a este joven y has hablado con él largamente en medio de tus estudios"!

El Maharsha dijo: "Como señal y maravilla de que hay un motivo secreto detrás de mis acciones, te diré que este joven será asesinado dentro de dos horas." El Gran Rabino no creyó esto, así que tomó al joven y caminó con él de un lado a otro, hablando con él largamente para no perderlo de vista hasta que pasaran las dos horas, con el fin de refutar las palabras del Maharsha. Mientras caminaban por la ciudad, pasó un noble, llevando casualmente un arma de fuego para disparar a algún pájaro o similar, según era su costumbre. Por error, disparó al joven, quien murió de inmediato, tal como había dicho el Maharsha.

El Gran Rabino corrió hacia el Maharsha, quien le dijo que pronto traerían a una persona muerta a la ciudad. Mientras hablaban, trajeron a una persona muerta. "¿Qué significa esto?" preguntó alarmado el Gran Rabino. “¿Qué causó la muerte de esta persona?”

El Maharsha le reveló que el joven con el que había hablado y que fue asesinado por el disparo errante del noble era una reencarnación de Ajav, rey de Israel, y por eso le había mostrado tal honor. Porque Ajav, rey de Israel, fue asesinado por una flecha errante,[1] el joven sufriría un destino similar. Con ese fin, tan pronto como nació el joven, la reencarnación de Ajav, también se creó la fuerza de su muerte para matarlo. Había estado esperando en ese lugar, cerca de nuestra ciudad, hasta que llegara el momento de que el joven fuera asesinado por ella. Como retrasaste su muerte, hasta que fue asesinado por ese noble, la fuerza de su desaparición fue transferida a otra persona en su lugar. Por lo tanto, debes arrepentirte, porque esta persona muerta ¡fue asesinada por tu culpa!

El Gran Rabino cayó ante los pies del Maharsha, le suplicó perdón y le pidió que le prescribiera una penitencia. El Maharsha le dijo: "Tu penitencia es renunciar a tu cargo rabínico y convertirte en conductor de carreta". Él aceptó esto sobre sí mismo y se convirtió en conductor de carreta.

 

Ajav, el rey, alrededor de cuya reencarnación gira nuestra historia, es uno de los reyes más recordados por su maldad en la historia judía: se casó con la hija del rey de Sidón, adoró devotamente ídolos y confiscó las tierras de sus súbditos. Si es así, ¿por qué le honró el Maharsha?

El santo Ari revela que hasta el gran pecado de Ajav de apropiarse del viñedo de Nabot, había en él una parte buena y santa, pero esta se apartó de él en el momento del pecado. Debido a esa parte buena, el profeta Elías intentó constantemente hacer que se arrepintiera. Si Elías hubiera logrado acercar a Ajav, el destino mesiánico de unir los dos reinos - "el árbol de Iosef y el árbol de Iehuda"[2] - se habría cumplido entonces, y nuestro justo Mesías habría llegado.

Esta dualidad de bien y mal caracteriza a toda la generación de Ajav. Elías, el profeta, los reprende por "titubear entre dos opciones"[3] y vivir vidas dobles: por un lado, rezando a Di-s y creyendo en Él, y por otro, inclinándose ante Baal, el popular ídolo de los cananeos. Ambos aspectos se insinúan en el nombre de Ajav (אַחְאָב), que es un compuesto de “hermano”, aj (אָח) y “padre”, av (אָב). La mitad de hermano alude a Ajimelej (אֲחִימֶלֶךְ), un predicador justo, y la mitad de padre alude a Avimelej (אֲבִימֶלֶךְ), el malvado rey filisteo.

¿Cuál era la mitad positiva de Ajav? En Ajav como individuo, había aspectos positivos de sumisión a Di-s y generosidad. Di-s lo alaba por su humildad, y el santo Ari señala que, debido a que era generoso con su riqueza, mereció proveer indirectamente a Elías a través de los cuervos que llevaban comida desde su cocina hasta el arroyo Krit, donde Elías se escondía.[4]

En términos más generales, Ajav simboliza a todo el reino de Israel: velaba por el bienestar del pueblo, fomentaba el pluralismo religioso y luchaba por lidiar con aquellos que consideraba extremistas, como el profeta Elías. En términos modernos, el Reino del Norte corresponde a los judíos liberales. El Reino de Iehuda, por otro lado, corresponde a los judíos tradicionales, que están más comprometidos con el pasado y que practican un judaísmo relativamente fuerte y cohesionado que mantiene menos vínculos con las culturas extranjeras circundantes.

El proceso que los reinos deben atravesar es similar al de una novia y un novio. Como en todo emparejamiento celestial, tienen una fuente común original. Pero luego se separaron y deben desarrollarse y consolidarse, individualmente, separados el uno del otro. La culminación de la separación ocurre cuando redescubren su conexión, esta vez a través de su propia elección libre y de manera madura. Ambos reinos tienen virtudes únicas que, en su esencia, no se contradicen: los liberales no son necesariamente seculares, y los conservadores ciertamente pueden sumarse al deseo de derechos civiles y justicia. Pero para que esto suceda, ambos bandos deben mirarse con amor, cara a cara, y acordar contener los polos tan diferentes dentro de sí mismos.

 

 



[1] 1 Reyes 22:34.

[2] Ezequiel cap. 37.

[3] 1 Reyes 18:21.

[4] Íbid. 17:5-6. Julin 5a.


 

JASIDUT

TIKUN OLAM EN LA ERA MESIÁNICA

Cada judío arde internamente con la necesidad de reparar el mundo. Hemos heredado este ardiente deseo de los Patriarcas Abraham, Itzjak y Iaacov y de las Matriarcas, cada uno de los cuales se propuso hacer lo mismo de manera distinta. La parashá de esta semana, Toldot, comienza con las oraciones de Itzjak y Rivka por tener hijos. Itzjak y Rivka son considerados los pilares de la plegaria. Para lograr el Tikún Olam, necesitamos su poder de oración, la bondad de Abraham y Sara, y la dedicación a la Torá de Iaacov y sus esposas.

En esta publicación, HaRav Ginsburgh establece una correspondencia entre estos tres caminos y la rectificación de la realidad según la dimensión interior de la Torá, basada en los conocimientos ofrecidos por el Alter Rebe.

Este artículo se publicó por primera vez en la edición de Sucot 5786 de Nifla’ot.

 

Antecedentes

Uno de los conceptos más conocidos de los sabios rabínicos es el de Tikún Olam (rectificación del mundo). Aunque en la tradición revelada de la Torá este concepto se limitaba a regulaciones legales concretas destinadas a reparar la sociedad, en la tradición oculta de la Torá siempre se ha referido a una rectificación de alcance cosmológico.

En tiempos modernos, se ha hecho tan conocido en parte debido al anhelo interior del alma judía de traer la Redención y poner fin al sufrimiento. Este anhelo siempre fue fuerte, pero se intensificó entre los judíos no tradicionalmente observantes, especialmente después de la destrucción de la comunidad judía europea.

La dimensión interior de la Torá tiene una interpretación cosmológica bien definida de lo que significa Tikún Olam. Según el Arizal, después de que Di-s introdujo la luz infinita de Su revelación en los recipientes de la realidad, estos se quebraron y sus fragmentos, junto con chispas de la Luz Infinita de la revelación de Di-s, cayeron. Luego Di-s reconstruyó muchos de estos fragmentos en el más robusto Mundo de Rectificación; pero solo completó la parte más alta de Rectificación, la parte conocida como Emanación (Atzilut).

Las tres partes inferiores conocidas como Creación, Formación y Acción permanecieron fragmentadas, con los fragmentos y sus chispas de la revelación de Di-s aún dispersos. La tarea de reconstruir estas tres partes inferiores fue asignada al hombre, específicamente a los descendientes de Abraham, Itzjak y Iaacov. Aunque generaciones anteriores lograron reconstruir gran parte de la realidad, sus esfuerzos fueron derribados repetidamente por los pecados colectivos del pueblo judío, el más reciente de los cuales estuvo marcado por la destrucción del Segundo Templo y el comienzo de nuestro exilio de 2000 años.

Como dicen los sabios rabínicos, “Por nuestros pecados, hemos sido exiliados de nuestra tierra.” Tikún Olam es, por lo tanto, la reconstrucción de la realidad a través de la teshuvá por el pasado y el compromiso con las mitzvot en el presente, lo que conduce a la revelación de la Divinidad, tal como fue la intención original de la Creación. Una vez que la Divinidad se revela y la Luz Infinita de Di-s puede ser contenida, seguirá la rectificación de la sociedad y del individuo.

Revelando la Unidad de Di-s

El Alter Rebe escribe en el Tania,[1]

…a medida que se acercan las pisadas del Mashíaj, como “la Sucá de David[2] ha caído” a un nivel de “pies” y “talones”- que es el nivel de “[el Mundo de la] Acción” - no hay forma de adherirse verdaderamente a ella y convertir la oscuridad en su luz, excepto a través de una categoría de acción correspondiente, es decir, el acto de caridad. Porque, como saben los eruditos, el plano de la Acción con respecto a la Divinidad es la noción de una difusión y efusión de vitalidad hacia aquellos más distantes, hacia quien no tiene nada propio.

En Likutei Torá,[3] el Alter Rebe escribe que, por ahora, los tres planos inferiores de la realidad, los tres Mundos[4] de Creación, Formación y Acción, no han sido rectificados del pecado y la ruptura de los recipientes que ocurrieron. Solo el Mundo de Emanación se encuentra en un estado rectificado. Es nuestro deber traer Tikún a los tres mundos inferiores. Aunque el Mundo de Emanación y su clara revelación de la unidad de Di-s penetran toda la realidad - incluso los tres mundos inferiores - por ahora su efecto está oculto. Por lo tanto, para rectificar los tres mundos inferiores debemos revelar la unidad de Di-s tal como ya existe, pero está oculta.

Tikun a través de Tzedaká, Torá y Oración.

El tikún o rectificación del Mundo de la Acción se logra mediante el acto de tzedaká y el servicio de tzedaká, como lo afirma Isaías: “Porque el acto de tzedaká será paz y el servicio de tzedaká dará calma y confianza para siempre”[5], vehaia maasé hatzedaká shalom veavodat hatzedakáhasheket vavetaj ad olam (וְהָיָה מַעֲשֵׂה הַצְּדָקָה שָׁלוֹם וַעֲבֹדַת הַצְּדָקָה הַשְׁקֵט וָבֶטַח עַד עוֹלָם).[6] Tzedaká es un acto de bondad y, por lo tanto, el acto de tzedaká es la virtud especial de Abraham, el alma arquetípica de bondad.[7]

Formación, en hebreo (moderno) también significa “creatividad”, ietzirá (יְצִירָה). Es el ámbito de las inclinaciones, ietzarim (יְצָרִים) y aunque la inclinación al mal es muy creativa en sus esfuerzos por atraernos hacia el pecado, se rectifica mediante la creatividad de la inclinación al bien, que para un judío se muestra mejor en la creatividad en la Torá y su erudición; como dicen los sabios, “no hay bien sino la Torá”, ein tov ele Torá (אֵין טוֹב אֶלָּא תּוֹרָה).

Esto se manifiesta de manera más notable en la Torá auténtica y verdadera, creada de forma novedosa por el pueblo judío de generación en generación: enseñanzas nuevas que iluminan los ojos y los corazones con la revelación de la Divinidad. Así, la rectificación del Mundo de Formación se realiza a través de la Torá. Iaacov es el pilar de la Torá, sobre quien la Torá afirma en la parashá de esta semana: “Iaacov era un hombre íntegro, que vivía en las tiendas [de Shem y Ever para aprender Torá de ellos].”[8]

El estado mental experimentado en el Mundo de la Creación es el de recreación continua, especialmente durante la oración, cuyo propósito explícito es crear una nueva voluntad en el propio Creador, como decimos: “Sea Tu voluntad…”, iehí ratzón milfaneja (יְהִי רָצוֹן מִלְּפָנֶיךָ). Este estado mental conduce a la sanación de los enfermos, a la bendición de los medios de sustento, todo de manera milagrosa que supera la naturaleza.[9] Este es el ámbito asociado con Itzjak, el pilar de la plegaria. De hecho, el valor de Itzjak Rivka (יִצְחָק רִבְקָה), cuyas oraciones por hijos comienzan la parashá de esta semana, es 515, el mismo que el valor de “oración”, tefilá (תְּפִלָּה), “Itzjak oró a Di-s frente a su esposa.”[10]

Abraham e Itzjak en la Era Mesiánica

A partir del pasaje del Tania citado anteriormente, aprendemos que para traer al Mashíaj (para levantar la Shejiná del polvo), lo más importante es la tzedaká, el servicio de Abraham que rectifica el Mundo de la Acción. Pero en el futuro, con la Resurrección - parte de la segunda etapa de la era mesiánica, cuando el mundo entra en una existencia sobrenatural - nos identificaremos con Itzjak como nuestro padre.[11] Entonces veremos que “los justos vivirán por su fe”[12] y con su fe (solamente) podrán dar vida a otros.

 

 


[1] Igueret 9

[2] Una connotación para la Shejiná, la Presencia Divina.

[3] Re’e 33d.

[4] Los mundos no denotan un espacio físico. La mejor manera de entenderlos es como estados de conciencia. A nivel de Emanación, la conciencia ve abiertamente la revelación y la unidad de Di-s, de este modo.

[5] Isaías 32:17.

[6] Consúltese Tania, Igueret 12 para ver la diferencia entre los dos.

[7] Véase Miqueas 7:20 e Isaías 41:8. Véase Pardés 23:1.

[8] Génesis 25:27.

[9] Véase Tania, Kuntrés Ajaron 4 (“Para entender el pasaje en Pri Eitz Jaim, que dice que hoy en día la rectificación principal solo se logra a través de la oración…”).

[10] Génesis 25:21.

[11] Basado en Isaías 63:16 según la interpretación de los sabios en Shabat 89b.

[12] Habacuc 2:4, siguiendo la lectura que “vivirá”, ijié (יִחְיֶה) significa “dará vida”, ijaié (יְחַיֶּה).




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CALENDARIO HEBREO: El mes de Kislev

 

EL MES DE KISLEV Y LOS SUEÑOS

El Sefer Ietzirá, uno de los textos cabalísticos más antiguos, asigna un “sentido” a cada uno de los meses. Los cinco sentidos corporales se complementan con otros siete. El “sentido” del mes de Kislev es el sueño.[1] Como Kislev es el mes generalmente más cercano al solsticio de invierno (21 de diciembre), sus noches son algunas de las más largas del año, lo que hace que el sentido del sueño sea muy apropiado. Pero por sueño, el Sefer Ietzirá no se refiere solo al acto literal de dormir. Uno de los significados más profundos es que el sueño se refiere a un sentido de serenidad, un atributo importante para servir a Di-s. En la introducción al Tania, el texto clásico de la Jasidut, está escrito que el propósito del libro, y del Jasidut en general, es alcanzar un estado interior de calma. Otra explicación del sentido del sueño es que se refiere a un sentido de soñar. Aunque casi todas las personas sueñan, no todos tienen un “sentido” de soñar.

En los Cinco Libros de Moisés, hay diez episodios donde los sueños juegan un papel significativo. Los diez sueños ocurren en el libro del Génesis. Muchos de estos son de las historias bíblicas más famosas y queridas. Los sueños continuaron desempeñando un papel importante en la vida de jueces, reyes y profetas, y están registrados en los libros de los Profetas y los Escritos.

Los temas principales subyacentes en todos los sueños del Génesis son la noción de que los sueños son un canal de inspiración y profecía divina, o el medio a través del cual los mensajes o signos divinos se transmiten al soñador. No hay duda de que el principal propósito de los sueños bíblicos es de naturaleza profética o como instrumento de intervención Divina.

Una hermosa alusión a la conexión entre sueños y profecía se observa en la siguiente correspondencia numérica. En el Libro del Génesis, hay 48 palabras cuya raíz proviene de la raíz de “soñar” (חלמ) y otras 7 palabras en los otros cuatro libros del Pentateuco. Estos números corresponden exactamente a la afirmación en el Talmud de que hay cuarenta y ocho profetas varones y siete profetisas entre los judíos cuyas profecías fueron escritas en el Tanaj.[2] Esta correspondencia numérica alude fuertemente a una conexión esencial entre los sueños y los estados de conciencia proféticos. De hecho, el Talmud establece que los sueños se consideran una sesentava parte de profecía.[3] Esto significa que incluso las personas comunes, en ocasiones, pueden experimentar un destello de profecía en un sueño.

Es importante señalar que, aunque cada año calendario es diferente, las variaciones en los primeros tres meses son menores, y por lo tanto, en casi todos los años, las porciones de la Torá leer durante Kislev incluye casi todos los diez sueños mencionados en el Pentateuco.[4] Estos incluyen dos sueños de Iaacov, dos sueños de Iosef, los sueños del copero y del panadero que Iosef interpretó correctamente, así como los dos sueños del faraón que Iosef también interpretó correctamente, lo que lo llevó a ser nombrado virrey de Egipto. ¡En el mismo mes en que predomina el sentido de soñar, leemos casi todos los sueños del Génesis! Esto obviamente refuerza la idea de que el sentido de Kislev es soñar.

Sin embargo, a pesar de que los diez sueños del Génesis son todos de naturaleza profética, el Talmud sorprendentemente explica que existen muchos tipos de sueños y que la mayoría están lejos de ser proféticos. Rabi Shmuel bar Najmani, en nombre de Rabi Ionatán, cuestiona todo el concepto de que los sueños sean proféticos, afirmando que un sueño no es más que un producto de los propios pensamientos del soñador. Rav Jisda dijo: “Un sueño positivo no se cumple en su totalidad, ni un sueño negativo se cumple en su totalidad”.[5] En otras palabras, incluso un sueño que se cumple tiene algunos elementos ajenos y sin sentido. Rabi  Iojanán dijo en nombre de Rabi Shimón ben Iojai, que así como es imposible tener trigo sin algo de cizaña mezclada, también es imposible tener un sueño sin algunos asuntos sin sentido mezclados.[6] De hecho, se presenta una opinión basada en un versículo de Zacarías que dice que “Los sueños dicen mentiras”,[7] por lo tanto, no se debe prestar demasiada atención a los sueños en general. Cuando Rabi Shmuel tenía un sueño negativo, recitaba ese versículo.

Para entender nuestros sueños, debemos darnos cuenta de que son imágenes espejo de nuestros propios pensamientos conscientes, inconscientes y subconscientes, y de nuestra imaginación, ya sea rectificada a través del estudio de la parte homilética de la Torá o distorsionada por medios ajenos a la Torá. La palabra para imaginación en hebreo es dimión (דִּמְיוֹן). Las últimas tres letras forman Iavan (יָוָן), el nombre de Grecia, mientras que las dos primeras letras forman dam (דָּם), que significa sangre, asociada con el cuerpo y el nivel más bajo del alma, el nefesh.

La batalla entre la cultura griega (helenismo) y Israel se conmemora en Janucá, cuyos primeros 5 o 6 días son en el mes de Kislev. Esto fue más que una mera batalla militar. Fue un enfrentamiento entre civilizaciones con visiones del mundo, filosofías y estilos de vida contradictorios. La mentalidad griega, basada en la fisicalidad, la naturaleza y la glorificación del cuerpo, alimentaba un sentido egocéntrico de la imaginación - dam Iavan.[8]

Es significativo que la palabra para lógica en hebreo sea higaion (הִגָּיוֹן), donde nuevamente las últimas tres letras son Iavan, es decir, “Grecia”. El valor de las dos primeras letras - hei y guimel - es 8. La lógica griega se basaba en la racionalidad, incluyendo el principio de que “si puedes verlo, es real; si no, no existe”. La lógica judía también cree en la racionalidad, pero el número 8 encontrado en la palabra hebrea para lógico simboliza aquello que está más allá de nuestros sentidos. Ello apunta a una fuente superior para la lógica, porque el número 8 en el judaísmo simboliza aquello que está por encima del mundo natural, que está simbolizado por el número 7. En un giro irónico, parece que en los últimos cien años aproximadamente, la ciencia, que alguna vez fue la abanderada del pensamiento racional y cuantificable, se ha convertido ahora en el epítome de la contra-lógica y la paradoja tras la revolución cuántica.

La Piedra de los Sueños y la Curación

Otra conexión entre el mes de Kislev y los sueños se ve en las doce piedras preciosas que aparecían en el pectoral del Cohen Gadol. Kislev es el noveno mes del año y la novena piedra correspondiente se llama “amatista”, ajlamá (אַחְלָמָה), que comparte la misma raíz que “soñar”, lajalom (לַחֲלֹם) y “curar”, lehajalim (לְהַחֲלִים).[9] Para profundizar esta conexión, necesitamos explicar brevemente una base fundamental del idioma hebreo.

Las palabras en hebreo tienen raíces de tres letras, de las cuales dos se conocen como el portal (o raíz de dos letras).[10] En “sueño”, jalom (חֲלוֹם), las dos letras esenciales son la jet y la lamed (חל). Las raíces de las palabras en hebreo suelen tener muchos significados, y esta, como muchas otras, paradójicamente, contiene significados opuestos. Las letras J-L son la raíz de la palabra “enfermo”, jolé (חוֹלֶה), “enfermedad”, majalá (מַחֲלָה), así como de “debilidad”, jalash (חַלָּשׁ). Sin embargo, las mismas letras son la raíz de dos letras de “fuerza”, jail (חַיִל) o “soldado”, jaial (חַיָּל). Eishet jail, que significa “una mujer de valor” o “una mujer prodigiosa”, son las primeras dos palabras de una sección de Proverbios, tradicionalmente cantadas por los esposos a sus esposas cada víspera de Shabat.[11] En arameo, un idioma estrechamente asociado con el hebreo, la raíz de dos letras jet-lamed significa tanto amargo como dulce. Paradójicamente, como vimos, en hebreo es la raíz tanto de enfermedad como de curación, así como de “soñar” y la piedra preciosa “amatista”.[12]

Estas mismas ideas se aplican a los sueños. Los sueños son como “materia prima” sin forma. De hecho, la palabra hebrea para “sueño” (חֲלוֹם) puede verse como un notarikon, o abreviatura, de “materia prima” jomer guelem (חֹמֶר גֶּלֶם). Esto significa que cómo moldeamos la materia prima de un sueño determinará su efecto positivo o negativo sobre nosotros. Un sueño puede arrastrarnos a las profundidades del miedo y la desesperación o elevarnos hasta los mismos cielos. La naturaleza paradójica de los sueños es que contienen tanto las raíces de la enfermedad como de la salud, debilidad y fuerza, amargura y dulzura. Cuando rectificamos nuestra imaginación, clarifica nuestros sueños, los cuales luego fortalecen y curan cuerpo y alma.

El Rebe Raiatz, el sexto Rebe de Jabad, afirmaba que, si durante el día una persona participa en la Torá y en mitzvot, podrá recibir ideas innovadoras al soñar. Su afirmación se basa en deliberaciones anteriores de que la mayoría de los sueños son producto de lo que pensamos y hacemos durante el día.[13]

Janucá es la festividad del aceite de oliva puro a través del cual ocurrió un milagro. El contenido de un frasco de aceite que hubiera sido suficiente solo por un día se quemó durante ocho días. El aceite puro en la tradición judía representa las dimensiones interiores de la Torá. Es particularmente a través del aprendizaje de estos secretos que se purifica la imaginación, lo que conduce a sueños rectificados.[14]

 

 



[1] Sefer Ietzirá 5:9.

[2] Meguilá 48a

[3] Berajot 57b

[4] Consulta la edición 131 de Wonders para ver un partzuf (modelo) de los diez sueños y obtener más información sobre este tema.

 En español en: https://galeinai.org/2024/12/26/15622/

[5] Berajot 55a

[6] Ibid.

[7] Zacarías 10:2.

[8] Mivjar Shi’urei Hitbonenut, vol. 10, "Jodesh Kislev."

[9] Éxodo 28:19

[10] La gramática de raíces de tres letras se ha utilizado desde aproximadamente el siglo XI. La gramática de raíces de dos letras fue utilizada por los sabios rabínicos antes de esa fecha y sigue siendo el fundamento del Sefer Ietzirá, el primer libro de gramática hebrea y de Cábala.

[11] Proverbios 31:10

[12] Véase también Cuerpo, Mente y Alma, págs. 127-131.

[13] Mivjar Shi’urei Hitbonenut, vol. 10, "Jodesh Kislev."

[14] Ibid. 



UNIVERSIDAD DE LA TORÁ Ciencias Políticas

 

UN NUEVO ORDEN (Político)

 

Hace dos meses, HaRav Ginsburgh dedicó su franberguen anual del 18 de Elul, conmemorando el nacimiento de los dos grandes líderes, el Baal Shem Tov y el Alter Rebe, a hablar sobre el concepto de un "orden", tal y como lo insinuó el Rebe Isaac de Homil, uno de los más grandes intelectuales jasídicos.

En esta profunda clase, el Rav presentó una visión de cómo podríamos merecer marcar el comienzo de los Días del Mashíaj a través del aparato político actual utilizado en el Estado de Israel. Únase a nosotros para descubrir cómo el primer ministro ideal de Israel podría ser considerado un rey que lidera a toda una generación en cada mandato y en cuál de las tres áreas de la vida del pueblo judío debe centrarse durante cada mandato. 

Esta clase fue particularmente importante porque a menudo se escuchaba al Rebe de Lubavitch hablar de tres áreas de la vida judía que requieren integridad absoluta: integridad de la Tierra de Israel, integridad del pueblo judío e integridad de la Torá. Políticamente, el Rebe nos animó a votar por el partido que mejor lucha por defender estas tres áreas. Sin embargo, no estaba necesariamente claro qué sucede cuando no hay un solo partido político que luche por las tres áreas. ¿Cuál es su orden de precedencia? En este farbrenguen, HaRav Ginsburgh proporciona una respuesta profunda a este enigma, que muchos enfrentan cuando van a votar.

 

Rabi Isaac de Homil es considerado una de las mentes intelectuales más grandes de Jabad, un movimiento conocido por la demanda intelectual que requiere de sus seguidores. Rabí Isaac era un jasid del Alter Rebe, el Baal HaTania, el Rebe Schneur Zalman de Liadi. Debido a su mente única, Rabi Isaac escribió sus propias interpretaciones de las enseñanzas del Alter Rebe en una serie de obras profundas conocidas por el nombre genérico, Jana Ariel. Después del fallecimiento del Alter Rebe, Rabí Isaac continuó como un jasid de su hijo, el Mitler Rebe, y posteriormente se entregó al nieto del Alter Rebe, el Tzemaj Tzedek, a pesar de que este último era muchos años menor que él. 

Aparte de sus obras escritas, hay muchas tradiciones orales que le fueron transmitidas, fragmentos de sabiduría y conocimiento que se escucharon de él a lo largo de los años. Uno de ellos dice lo siguiente: 

Reb Isaac dijo antes de su fallecimiento: El mundo se está cayendo, y necesitaremos tener en este mundo una vez más al Rebe (es decir, al Alter Rebe, de bendita memoria). Después de un rato, dijo: El mundo se está decayendo enormemente, por lo que habrá necesidad de un orden, es decir, el Baal Shem Tov, el Maguid de Mezritch y el Alter Rebe.[1]

Lo que significa que antes de que el Mashíaj pueda venir, necesitamos tres individuos que, como los primeros tres líderes del movimiento jasídico, levanten al mundo de donde ha caído. Ellos mismos no son el Mashíaj, pero le allanarán el camino

El orden es necesario después de que hay una caída, después de que la situación se desmorona. Rabí Isaac vio que debido a que el mundo se estaba cayendo, lo que lograron las primeras tres generaciones, los tres gigantes - el Baal Shem Tov, el Maguid de Mezritch y el Alter Rebe - no fue suficiente para mantener las cosas en el buen camino. Se necesitaría un nueva orden. Debido a la terrible agitación que nosotros, el pueblo judío, atravesaríamos antes de la llegada del Mashíaj, los pogromos, el terrible Holocausto, la iluminación y el distanciamiento de los judíos de su herencia, de la Torá y las mitzvot, incluso de la fe enseñada por el Baal Shem Tov, se necesitaría un nuevo orden para elevar el espíritu del pueblo judío una vez más. Necesitaremos otro Baal Shem Tov, otro Maguid, otro Alter Rebe, y tendrán que tener éxito incluso más de lo que lo hicieron las tres generaciones originales.

Cuando consideramos la declaración de Rebe Isaac con un poco más de perspectiva, vemos que la orden de los tres primeros líderes del movimiento jasídico era un orden de tzadikim. Jasidut se propuso crear un tipo diferente de relación entre el liderazgo, los tzadikim, y los particulares, los jasidim. El Tikunei Zohar comienza[2] con una enumeración de siete tipos de líderes que corresponden a las siete sefirot inferiores: hombres de bondad, hombres de poder (que controlan sus inclinaciones), maestros de la Torá, profetas, visionarios, tzadikim y reyes. El Tania, basado en la Torá, enumera tres tipos de líderes: jefes, sabios y hombres de discernimiento.[3] Estos corresponden a las tres sefirot intelectuales superiores: sabiduría, entendimiento y conocimiento. Lo que aprendemos de esto es que el liderazgo de los tzadikim es, de hecho, la novena forma de liderazgo en la historia judía (y de ello se deduce que los tzadikim están dirigiendo al regreso de los reyes, específicamente, el Mashíaj que es un rey como David). En otras palabras, el Baal Shem Tov, el Maguid y el Alter Rebe constituyen el noveno orden de liderazgo, el orden de los tzadikim.

Nuestra principal innovación ahora será explorar cuál debe ser el nuevo orden de liderazgo. Este será el orden de liderazgo de los reyes que marcará el comienzo de los días del Mashíaj. Hay fuentes rabínicas que hablan de tres generaciones de Mashíaj.[4] Lo que estamos diciendo es que quienquiera que sean estos reyes, pueden convertirse inmediatamente en el Mashíaj a través de su éxito. ¿Qué harán estos tres líderes? El Rebe de Lubavitch sentó las bases de que hay tres asuntos cuya integridad perfecta debemos mantener: la integridad de la Torá, la integridad del pueblo judío y la integridad de la Tierra de Israel.[5]

Lo que queremos decir es que para que tres líderes sean reyes incluso antes de la llegada del Mashíaj, deben ocupar el cargo de primer ministro del Estado de Israel. Cualquiera que esté familiarizado con la situación se da cuenta de que nada podría estar más lejos de un "rey de Israel", que aquellos que han ocupado este cargo hasta ahora. Sin embargo, hemos estado enseñando durante años que estamos buscando cambiar la situación desde el núcleo. Estamos buscando a alguien como el Baal Shem Tov para ser nombrado primer ministro. 

Dado que el primer ministro es elegido por el pueblo a través de elecciones que se celebran cada pocos años,[6] podemos argumentar que una generación, en el contexto de la política israelí, equivale a un mandato. La palabra generación tiene muchas interpretaciones diferentes: puede abarcar 70 años, 40 años, o incluso puede ser un solo período de gobierno. Por lo tanto, si decimos que se necesitan tres generaciones de liderazgo para establecer un nuevo orden de reyes, entonces, estas tres generaciones podrían incluso corresponder a los tres mandatos de un solo individuo designado como primer ministro de Israel. 

En el primer mandato, actuará como el Baal Shem Tov, en el segundo como el Maguid y en el tercero como el Alter Rebe. Ahora bien, el principal interés del Baal Shem Tov era el pueblo judío. Por lo tanto, en su primer mandato, nuestro primer ministro se centrará en los problemas sociales y en asegurar la integridad del pueblo judío. De hecho, debería hacer de esto el eje de la plataforma en la que se postula, ya que necesita el apoyo del pueblo, que debe votar por él, sabiendo plenamente lo que planea hacer. Todas las áreas que requieren integridad son esenciales, pero la primera prioridad aquella en la que se enfocaría el Baal Shem Tov - es la integridad del pueblo judío. 

Es el ámbito en el que más estamos sufriendo en este momento y el que más nos impide avanzar hacia los días del Mashíaj. Esto incluye el cisma entre diferentes grupos en la sociedad judía. Restaurar nuestra integridad como pueblo depende del cumplimiento del mandato de Ahavat Israel, el amor a nuestro prójimo judío. El Baal Shem Tov nos llama a amar a todos los judíos sin reservas. Nuestro amor por nuestros hermanos judíos acaba extendiéndose al amor por todos los seres humanos, así como por todas las criaturas. Si esto tiene éxito en la Tierra de Israel, se difundirá rápidamente a los judíos de todo el mundo e influirá en toda la humanidad.

La segunda generación, o el segundo mandato si resulta ser el mismo primer ministro, se centrará en la integridad de la Tierra de Israel. Si nuestra Sagrada Tierra es vista como un buen lugar para vivir, un país lleno de amor, amistad y paz entre judíos, alentará a la diáspora judía a hacer Aliá. Para declarar nuestra soberanía sobre toda la tierra, necesitamos consenso. La idea de que de alguna manera esto puede suceder sin consenso es absurda. Nadie puede conquistar la Tierra de Israel por si solo. Una vez que se restaure la integridad del pueblo judío, se puede la totalidad de la tierra y las fronteras se pueden expandir aún más posteriormente. 

Finalmente, llegamos a la tercera generación, o nuevamente, al tercer mandato, cuando el enfoque estará en la integridad de la Torá. Al igual que Schneur Zalman de Liadi, quien unió las tradiciones revelada y oculta de la Torá - el nigle y el nistar - nuestra tarea es restaurar la centralidad de la Torá en nuestras vidas. Esto se logra, ante todo, basando nuestras leyes y nuestro sistema judicial en la Torá. Esta es la verdadera reforma judicial que necesitamos, no la reforma judicial que el liderazgo actual ha estado tratando de llevar a cabo durante los últimos años.

En términos prácticos, el primer mandato no requiere que las personas se vuelvan estrictamente ortodoxas en su observancia. Es suficiente que en este primer período se centre en inculcar la fe, una vida con fe, y esto incluye la fe en el sentido que el Baal Shem Tov describía; tener fe los unos en los otros. Significa que cada individuo respeta a los demás, se interesa por los demás y, ciertamente, no los engaña ni les causa perjuicio. Los seguidores del Baal Shem Tov eran todos amigos: "Todo Israel son amigos"[7]kol Israel javerim (כָּל יִשְׂרָאֵל חֲבֵרִים). 

El segundo mandato está dedicado a utilizar el consenso que se ha creado para proteger la integridad de toda la Tierra de Israel. El objetivo del tercer mandato es que todos los judíos que viven en la Tierra de Israel vivan de acuerdo con la Torá y sus principios de justicia, con el sentimiento de que ello conduce a la alegría de la Torá, tal como fue entregada en el Sinaí, y al sentimiento de la alegría de Di-s en la Torá, que se revela a través de la alegría que se experimenta en las innovaciones de Torá. 

De primer ministro a Mashíaj

Como se señaló anteriormente, podría ser que, si los tres mandatos son liderados por la misma persona - el mismo individuo que constantemente se reinventa y renueva su enfoque - ese individuo no solo podría guiarnos hacia la venida del Mashíaj, sino que puede ser el Mashíaj mismo. Isaías describe a Mashíaj como alguien que está en un proceso continuo de elevación y superación: "He aquí, que Mi siervo prosperará, se elevará, se alzará y alcanzará grandes alturas".[8] Como se ha tratado en otros lugares, las etapas del desarrollo del Mashíaj son paralelas a las etapas descritas por Maimónides en su exposición sobre las acciones requeridas del Mashíaj

Según la descripción de Maimónides sobre el ascenso del Mashíaj, su primera acción es simplemente su formación como erudito, al igual que el rey David, su progenitor. Durante esta etapa, antes de que se le reconozca siquiera como Mashíaj en potencia, podría ser el primer ministro elegido tres veces (o esta etapa podría ser completada, como se mencionó, a través de tres individuos distintos), dedicando cada mandato sobre la fe simple del Baal Shem Tov en Di-s y la Torá, en la creación de un consenso entre el pueblo y en preparar el camino para un sistema legal basado en la Torá. Los sabios describen esta etapa como la venida del profeta Elías, el heraldo de la Redención. 

Elías es célebre por inculcar la fe sencilla en cada judío de que no hay más que un Dios y que ninguna otra fuerza gobierna el mundo: "Havaiá es Elokim"[9] (י-הוה הוּא הָאֱ-לֹהִים). Elías también es descrito como el que fomentará el entendimiento entre generaciones, generando un sentimiento de solidaridad y consenso.[10] Finalmente, Elías es encomendado a la tarea de aclarar las normas halájicas finales y aportar el genio necesario que los estudiosos de la Torá requieren para entenderla plenamente, allanando así el camino para usar la Torá como base de un sistema legal.

Una vez que este orden de la era pre-mesiánica está completo, el Mashíaj puede aparecer, primero como Mashíaj en potencia, y luego posteriormente como Mashíaj en la práctica. Por lo tanto, tenemos una nueva visión de la descripción de Maimónides[11]:

Si de la Casa de David se levanta un rey que contempla diligentemente la Torá y observa sus mitzvotsegún lo prescrito por la Ley Escrita y la Ley Oral como David, su antepasado, refleja el orden pre-mesiánico orquestado por Elías.[12]

… [Él] obliga a todo Israel a caminar en [el camino de la Torá] y rectificar las brechas en su observancia, y pelear las guerras de Di-s, podemos considerarlo Mashíaj en potencia.

El estado potencial de Mashíaj generalmente se asocia con la figura midráshica de Mashíaj ben Iosef

Y finalmente, la tercera etapa:

Si tiene éxito en lo anterior, construye el Templo en su lugar y reúne a los dispersos de Israel, definitivamente es el Mashíaj.

La tercera etapa está asociada con el estado definitivo de Mashíaj también conocido como Mashíaj ben David.

 

 



[1] Leshema Ozen, Duchman, Rabino Isaac de Homil, 5.

[2] Introducción al Tikunei Zóhar (1b). Véase también Tania, cap. 14.

[3] Ibíd. cap. 2.

[4] Ialkut Shimoni Naj 806.

[5] El Rebe de Lubavitch parece haber adoptado la misma posición que Rabi Isaac, que se necesitaba un nueva orden para traer al Mashíaj. Enseñó que la palabra "ahora", miiad (מִיָּד), que expresa la urgencia con la que se necesita la Redención, es un acrónimo de los nombres de los líderes de Jabad en las últimas tres generaciones: Menajem (el Rebe), Iosef Itzjak (el Rebe anterior), Shalom Dov Ber (el padre del Rebe anterior) - מְנַחֵם מֶענְדֶּל, יוֹסֵף יִצְחָק, שָׁלוֹם דֹּבבֶּער. Estos tres líderes marcarían el comienzo de los días mesiánicos. Sin embargo, al menos externamente, estos tres grandes líderes no eran reyes; todavía se les considera parte de la era del liderazgo de los tzadikim.

[6] Por cierto, hay muchos casos en los que un Rebe fue elegido por mayoría de votos. Un ejemplo es el propio Rebe de Lubavitch, quien después del fallecimiento del Rebe anterior fue votado para tomar su lugar por la abrumadora mayoría de los jasidim.

[7] Midrash Tehilim en el cap. 122.

[8] Isaías 52:13.

[9] 1 Reyes 18:39; véase también v. 24.

[10] Malaquías 3:23.

[11] Hiljot Melajim 11:4.

[12] En el Zóhar, esta etapa se describe como Ra'aia Mehemna, el Pastor Fiel. Es la etapa en la que el Mashíaj se identifica con la figura de Moisés que es conocido por esta connotación. 

JUDAÍSMO PARA TODOS

📖 CABALÁ Y JASIDUT

 

MÁS ALLÁ DE LA LÓGICA Y EL ENTENDIMIENTO

 

📖Con el Rabino Jaim Frim

 

 


https://youtu.be/rcNaOUsWi9M

 

La esencia de Itzjak es fundamentalmente diferente, ya que en la Akeidá (la Atadura), su alma "voló" y fue reemplazada por un alma nueva del Mundo Venidero.

 En el primer versículo de nuestra parashá observamos una duplicación desconcertante: "Y estas son las generaciones de Itzjak (Isaac), hijo de Abraham; Abraham engendró a Itzjak". Aparentemente, la Torá repite dos veces el mismo hecho. En el Jasidut se trae una explicación para esto: que las generaciones de Itzjak provienen de la fuerza de Abraham. Es decir, Itzjak por sí mismo no era capaz de engendrar, y fue Abraham quien obró en él esa capacidad.

 

 MATERIAL DE ESTUDIO

 

MÚSICA DE LA CLASE: NIGÚN NÚMERO 5

https://pnimi.org.il/%D7%94%D7%99%D7%9B%D7%9C-%D7%94%D7%A0%D7%92%D7%99%D7%A0%D7%94/%d7%a0%d7%92%d7%95%d7%9f-%d7%9e%d7%a1-5/

Este es el comienzo de un versículo famoso de los Salmos.

El versículo: "וַאֲנִי בְּחַסְדְּךָ בָטַחְתִּי" (Salmos 13:6)

Significado: "Pero yo, he confiado en Tu bondad (Jésed)" (o "en Tu benevolencia").

Esta es una expresión de fe y confianza absolutas en la bondad de Dios, incluso cuando la persona siente que está angustiada (como se describe al principio del capítulo).

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toldot

https://galeinai.org.il/t/books/toc_h2_0_h3_0_1/content/toc_h1_5

 

UN RESUMEN DE LA PARASHAT TOLDOT (GÉNESIS 25:19–28:9).

La parashá "Toldot" (que significa "Generaciones" o "Descendencia") se centra por completo en la vida de Itzjak (Isaac) y el nacimiento y conflicto de sus hijos gemelos, Yaakov (Jacob) y Esav (Esaú).

La historia se puede resumir en los siguientes eventos clave:

1.    El Nacimiento de los Gemelos: Rivka (Rebeca), la esposa de Itzjak, es estéril. Itzjak reza a Dios y ella concibe. El embarazo es extremadamente difícil, ya que los bebés "luchan" en su vientre. Dios le revela a Rivka que lleva "dos naciones" en su seno y que "el mayor servirá al menor".

o   Nace primero Esav, velludo y de color rojizo; se convierte en un "cazador, hombre de campo".

o   Nace segundo Yaakov, agarrando el talón de su hermano; es un "hombre íntegro, que mora en tiendas" (un erudito).

o   Itzjak favorece a Esav (por la comida que le trae), mientras que Rivka favorece a Yaakov.

2.    La Venta de la Primogenitura: Un día, Esav regresa exhausto del campo y encuentra a Yaakov cocinando un guiso de lentejas. Esav, despreciando su estatus, le exige a Yaakov que le dé de comer. Yaakov acepta, pero solo a cambio de que Esav le venda sus derechos de primogenitura (bejorá). Esav acepta el trato, come, se levanta y se va, "despreciando así la primogenitura".

3.    Itzjak en Gerar: Al igual que su padre Abraham, Itzjak enfrenta una hambruna en Canaán. Dios le ordena que no descienda a Egipto, sino que permanezca en Gerar, la tierra de los filisteos. Allí, Dios reafirma el pacto de Abraham con él.

o   Temiendo por su vida, Itzjak también dice que Rivka es su "hermana". Cuando el rey Avimelej descubre la verdad, decreta protección para la pareja.

o   Itzjak prospera enormemente en Gerar, volviéndose tan rico que los filisteos le tienen envidia y tapan los pozos que su padre Abraham había cavado.

4.    El Robo de las Bendiciones: Itzjak, anciano y ciego, decide dar su bendición de primogénito a Esav. Le pide a Esav que vaya a cazar y le prepare un guiso sabroso para poder bendecirlo antes de morir.

o   Rivka escucha la conversación. Sabiendo por profecía que la bendición le corresponde a Yaakov, rápidamente prepara un guiso ella misma y disfraza a Yaakov. Le cubre los brazos y el cuello con pieles de cabrito para simular el vello de Esav.

o   Yaakov entra con la comida. Itzjak duda: "La voz es la voz de Yaakov, pero las manos son las manos de Esav". Sin embargo, Itzjak se convence, come y le da a Yaakov la bendición principal: "Que Dios te dé del rocío del cielo y de la grosura de la tierra... las naciones te servirán... sé señor sobre tus hermanos".

o   Apenas Yaakov se va, llega Esav con su caza. Cuando descubre que Yaakov le ha robado la bendición, grita amargamente. Itzjak, temblando, le da a Esav una bendición secundaria, prediciendo que vivirá por su espada pero que eventualmente "romperá el yugo" de su hermano.

5.    La Huida de Yaakov: Esav jura matar a Yaakov tan pronto como Itzjak muera. Rivka se entera y ordena a Yaakov que huya a la casa de su hermano Labán, en Harán. Para obtener el consentimiento de Itzjak, Rivka se queja de las esposas hititas de Esav. Itzjak entonces llama a Yaakov, lo bendice nuevamente (esta vez conscientemente) y le ordena que vaya a Harán a encontrar una esposa de la familia de Labán.

 

LAS GENERACIONES DE ITZJAK

https://galeinai.org/2025/11/17/las-generaciones-de-itzjak/

POR EL RABINO ITZJAK GINSBURGH

(Basado en un discurso del Rebe de Lubavitch, de Shabat Parashat JaIei Sará 5719-1958)

En el primer versículo de nuestra parashá observamos una duplicación desconcertante: “Y estas son las generaciones de Itzjak (Isaac), hijo de Abraham; Abraham engendró a Itzjak”. Aparentemente, la Torá repite dos veces el mismo hecho. En el Jasidut se trae una explicación para esto: que las generaciones de Itzjak provienen de la fuerza de Abraham. Es decir, Itzjak por sí mismo no era capaz de engendrar, y fue Abraham quien obró en él esa capacidad.

Otra explicación que se trae en los discursos del Rebe en otro lugar, es que la duplicación indica una reciprocidad en la relación entre las generaciones. Itzjak se relaciona con Abraham, pero también Abraham es recordado por el nombre de Itzjak. Es como si ambas generaciones se enorgullecieran la una de la otra. El hijo se enorgullece de su padre que lo engendró, y también el padre se enorgullece de los “cultivos” que cultivó, los cuales lo superan a él mismo.

UNA VIDA DE ARREPENTIMIENTO (JAEI TESHUVÁ)

Un mensaje de Toldot para los niños

(Del Rebe de Lubavitch, adaptado del Sefer Likutei Sijot, Vol. 20, p. 108 y ss., Devar Maljut Parashat Toldot)

Aún antes del nacimiento de Yaakov y Esav, mientras Rivka (Rebeca) estaba embarazada, está escrito: "Y los hijos luchaban dentro de ella". Rashi explica el versículo citando el Midrash: "Uno corría a las sinagogas y casas de estudio, y el otro corría a los templos de idolatría. Cuando ella pasaba por las casas de estudio de Shem y Ever, Yaakov forcejeaba por salir, y cuando pasaba por la entrada de un [templo de] idolatría, Esav forcejeaba por salir".

¿Acaso no es sorprendente? Yaakov, ¿no es él el "hombre íntegro que mora en tiendas [de estudio]"? ¿Acaso no es él el símbolo del Yetzer HaTov (la buena inclinación)? Entonces, ¿cómo es posible que también Esav, el Yetzer HaRa (la mala inclinación), tenga una inclinación (yetzer)?

¿Acaso Esav es capaz de tener un anhelo por el mal? ¿Y Yaakov es capaz de tener un anhelo por el bien?

Yaakov, que es el Yetzer HaTov, no tiene inclinación (yetzer) a ser malo. Y Esav, que es el Yetzer HaRa, no tiene inclinación a elegir el bien y comportarse según las mitzvot y la costumbre (minhag) como un Tzadik (justo).

Sino que hay dos tipos de inclinaciones (yetzer): está el Yetzer HaTov, "el hombre es bueno desde su juventud", y está el Yetzer HaRa, "el hombre es malo desde su juventud". No hay [una inclinación] que empuje a la persona a comportarse bien o una inclinación que le añada [fuerza] para ser malo, sino [que hay] dos misiones de vida en el mundo; una misión que es toda buena, y otra misión que es toda mala.

Esav, en su misión de vida en el mundo, es malo, y Yaakov, en su misión de vida en el mundo, es bueno. El Yetzer HaRa es el "lugar" del que huye Yaakov. Y Yaakov, que es el Yetzer HaTov, es el "lugar" al que Esav nunca llegará. Esta es la dura realidad (metziut).

La historia de Yaakov y Esav es la historia de dos misiones de vida en el mundo. La misión de Yaakov es "vestir" (le'hitlabesh) al Yetzer HaTov y refinar el mundo con él. El Yetzer HaRa es una "piedra de tropiezo" (mikshol) en su camino, un obstáculo que su misión en el mundo es superar.

En el lenguaje de nuestros Sabios (Jazal): "El Yetzer HaTov y el Yetzer HaRa son jueces" – el Tzadik (justo) que está sentado en el trono (kisá) juzga al Yetzer Ra (la mala inclinación).

Yaakov, que es el Yetzer HaTov, es el "Juez". Tiene la capacidad de juzgar al Yetzer Ra.

El Yetzer HaTov es la Neshamá (alma). El Tzadik debe recordar siempre que es capaz de juzgar al Yetzer Ra de su generación. Démosle a nuestra Neshamá el poder (koaj), y en ese mérito recibiremos más fuerza desde Arriba para superar las pruebas de las inclinaciones.

Esav es el Yetzer HaRa del mundo. Él es quien shav (retorna) y peca constantemente. Yaakov es el Yetzer HaTov que [pelea con] el Yetzer HaRa del mundo.

Por lo tanto, Yaakov es llamado "un hombre íntegro (ish tam) que mora en tiendas". El Templo Sagrado (Beit HaMikdash) y las tiendas de estudio. Yaakov, que es el Yetzer HaTov, está [destinado] a morar en el Templo Sagrado. "Y Yaakov vino íntegro". Las tiendas son "las tiendas de nuestros Patriarcas, Abraham, Itzjak y Yaakov". El Yetzer HaTov es el Templo Sagrado (Beit HaMikdash).

 




LAS GENERACIONES DE ITZJAK: MÁS ALLÁ DE LA LÓGICA Y EL ENTENDIMIENTO

POR EL RABINO ITZJAK GINSBURGH 

Original en hebreo:

https://galeinai.org.il/t/books/toc_h2_0_h3_0_1/content/toc_h1_5

 

(Basado en un discurso del Rebe de Lubavitch, de Shabat Parashat JaIei Sarah, 5719-1958)

 

En el primer versículo de nuestra parashá observamos una duplicación desconcertante: "Y estas son las generaciones de Itzjak (Isaac), hijo de Abraham; Abraham engendró a Itzjak". Aparentemente, la Torá repite dos veces el mismo hecho. En el Jasidut se trae una explicación para esto: que las generaciones de Itzjak provienen de la fuerza de Abraham. Es decir, Itzjak por sí mismo no era capaz de engendrar, y fue Abraham quien obró en él esa capacidad.

Otra explicación que se trae en los discursos del Rebe en otro lugar, es que la duplicación indica una reciprocidad en la relación entre las generaciones. Itzjak se relaciona con Abraham, pero también Abraham es recordado por el nombre de Itzjak. Es como si ambas generaciones se enorgullecieran la una de la otra. El hijo se enorgullece de su padre que lo engendró, y también el padre se enorgullece de los "cultivos" que cultivó, los cuales lo superan a él mismo.

Tenemos un gran principio: cuando se dan varias explicaciones sobre el mismo asunto, debe existir un hilo conductor interno que las conecte. Esta conexión interna es la profundidad del concepto de ese asunto, ya que combina sus múltiples facetas en un solo Partzuf (semblante/estructura) completo.

Si es así, intentemos profundizar en la esencia del asunto de las "generaciones" (toldot), que es el tema de la parashá, y comprender también la esencia de Itzjak y su lugar especial entre los tres Patriarcas.

"Porque Tú eres nuestro Padre"

Está traído en la Guemará[1] [רלו] que en el futuro mesiánico se revelará que la existencia del pueblo de Israel se sostiene principalmente sobre Itzjak Avinu: "Porque Tú eres nuestro Padre, pues Abraham no nos conoció e Israel [Yaakov] no nos reconoció" [רלז].

Precisamente en el Mundo Venidero se reconocerán las cualidades que nos vinieron por la fuerza de Itzjak como las cualidades más valiosas y principales. Esto se debe a que la esencia de estas cualidades pertenece más a la esencia del Mundo Venidero: los atributos del temor (Pajad) y la anulación de la existencia (Bitul HaMetziut) ante Dios, bendito sea, no pueden ser los principales en la realidad de este mundo, donde la vida misma exige un cierto sentido de ser y existencia propia.

Y, de hecho, cuando contemplamos la figura de Itzjak Avinu, encontramos tres asuntos que se innovaron en él, y los tres están conectados entre sí, ya que emanan de una cualidad "israelita" existencial única: la esencialidad (Atzmiut).

Atzmiut, o ser 'atzmí' (una expresión común entre los jasidim), significa adoptar e internalizar una cierta cualidad en el alma, hasta que ya no se puede distinguir entre ella y el alma tal como era antes de que esta cualidad apareciera en ella. Cuando una persona adquiere una cualidad de forma completa, esta se convierte literalmente en "hueso de sus huesos" (etzem me'atzamav). Esto se diferencia de una persona que ha adoptado una cualidad de forma externa, o incluso de forma más interna, pero no de forma esencial. Y, por supuesto, se trata de un proceso. Toda cualidad es externa al principio, y se requiere esfuerzo para convertirla en interna y esencial.

También el nacimiento del pueblo de Israel, como cualquier otro proceso, está construido en varias etapas. La existencia del pueblo de Israel constituye la realidad de una "nación santa" [רלח], un pueblo completo sobre el cual reposa la Presencia Divina (Shejiná). Esta realidad no fue moldeada de inmediato como algo terminado, sino poco a poco.

Rabí Yehudá HaLeví escribe en el libro del Kuzari [רלט] que incluso durante las veinte generaciones desde Adán HaRishón hasta Abraham Avinu, el mundo no estuvo desprovisto de toda revelación Divina en las almas de las criaturas, sino que la revelación de Dios pasó entre las generaciones a través de individuos que fueron encontrados dignos de ello. Y al final —después del salto significativo con la aparición de Abraham Avinu— se creó el pueblo de Israel, un público completo que aceptó sobre sí el yugo del Reino de los Cielos.

Cuando venimos a observar la transición entre Abraham e Itzjak, descubrimos que las raíces de la existencia del pueblo de Israel, las cualidades que lo caracterizan y lo sostienen en la medida más fundamental, aparecen precisamente en Itzjak: "Porque Tú eres nuestro Padre".

Cualidades que en Abraham Avinu estaban en el nivel de "innovación" (jidush), y por lo tanto su arraigo en la realidad era algo incompleto, recibieron en Itzjak un estatus de esencialidad. La aparición de Itzjak es una especie de "golpe de martillo" (el acto final de terminación) a lo que comenzó a aparecer en Abraham.

A. El Mundo Venidero

La primera cualidad es la cualidad judía de la pertenencia al Mundo Venidero. Todo judío aprende a saber y sentir que hay en su interior una chispa Divina, "una parte de Dios literalmente de lo Alto", y que, en esencia, su verdadera existencia pertenece a otros reinos, por encima y más allá de este mundo. De ese mundo descendió su alma, y se le dio una función aquí en este mundo.

Si recordamos de dónde venimos, recordamos también cuál es nuestra función. Si no recordamos el Mundo Venidero, tampoco recordamos que hay algo más allá y, por lo tanto, no somos conscientes de que hay una función y un significado [רמ].

Sobre esto dijeron nuestros Sabios: "A tres personas el Santo, Bendito sea, les hizo probar en este mundo una muestra del Mundo Venidero, y ellos son: Abraham, Itzjak y Yaakov" [רמא]. Sin embargo, mientras que los tres son iguales en haber probado una muestra del Mundo Venidero, Itzjak vivió realmente la vida del Mundo Venidero.

Dicen nuestros Sabios [רמב] que en el momento de la Akeidá (la Atadura), el alma de Itzjak voló de él, y después de eso, se renovó en él un alma del Mundo Venidero, y ella fue la que latió en su interior hasta el final de sus días. Así explican también el hecho de que Itzjak fue el único que mereció que Dios, bendito sea, uniera Su Nombre a él durante su vida: "el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Itzjak" [רמג].

Es posible probar una muestra del Mundo Venidero, y ciertamente la impresión de esa prueba permanece ardiendo dentro de quien mereció probarla durante todos los días de su vida, pero un asunto completamente diferente es cuando se vive la vida del Mundo Venidero realmente. El pueblo de Israel es un pueblo del Mundo Venidero, y esta es la herencia de Itzjak.

B. Más Allá del Gusto y el Entendimiento (Lemáala mi'Taam va'Daat)

La segunda cualidad [de Itzjak] se revela en el precepto de la circuncisión (Milá), siendo la innovación en Itzjak el hecho de ser el primero en ser circuncidado a los ocho días. Ishmael (Ismael), como relatan nuestros Sabios, se burlaba de Itzjak Avinu precisamente en este punto. Según sus palabras, su mérito era mayor que el de Itzjak, ya que a Itzjak lo circuncidaron siendo un bebé de ocho días, sin conciencia ni capacidad de elección, mientras que él fue circuncidado a los trece años y no se opuso.

Aparentemente, ¡sus palabras son correctas! ¿Cuál es la virtud en un acto que se realiza sin entendimiento? Mayor es la virtud de Ishmael, que se circuncidó a los trece años, ¡y aún mayor es la virtud de Abraham, que se circuncidó con la conciencia interna y la mente madura de un hombre de noventa y nueve años! Y cabe preguntarse por qué se le ordenó a Abraham circuncidar a Itzjak a una edad tan temprana, y por qué todo Israel circuncida a sus hijos a esta edad.

La respuesta es que el propósito de establecer un pacto (brit) es la conexión. Cuando se quiere asegurar una conexión fuerte y sólida entre dos partes, la "grandeza del intelecto" (gadlut ha'mojín) no es la garantía para ello. El pacto de Itzjak se hace precisamente desde la "pequeñez del intelecto" (katnut ha'mojín), porque es un pacto que está más allá del gusto y el entendimiento (lemáala mi'Taam va'Daat). El vínculo que nuestra alma sella con Dios, bendito sea, en el momento del pacto, está completamente por encima del intelecto, por encima de toda razón y comprensión. Ni siquiera Abraham Avinu mereció este nivel: su pacto fue desde la "grandeza del intelecto" de un hombre maduro.

La desventaja de un pacto así es que, por más grande y profundo que sea el intelecto, al final, su grandeza es limitada. Un intelecto creado, incluso si es el intelecto de Abraham Avinu, de Moshé Rabbeinu o incluso del Mesías, nuestro justo, cuya percepción alaba el propio profeta: "He aquí que Mi siervo prosperará (iaskil - entenderá)" [רמד], es limitado en su esencia [רמה]. Y todo pacto que se sella sobre la base de algo limitado, es en sí mismo limitado.

Un pacto necesita llevar al pactante a una disposición constante de entregar su vida (mesirut nefesh) literalmente por su contraparte en el pacto. Esta es la esencia misma de un pacto. Y dado que entregar la vida en cualquier situación es un asunto que requiere estar en un estrato superior a todo gusto y entendimiento, entonces se entiende la ventaja del pacto de Itzjak precisamente [רמו].

C. Sin Impresionarse (Lo Mitpael)

La tercera cualidad que se innova en Itzjak Avinu es una cualidad que en el Jasidut se llama 'on-hitpaalut', que significa: sin impresionarse por nada. Hitpaalut (impresionarse/emocionarse) es la impresión que se crea en el alma de una persona en cada punto de encuentro con la realidad, y en nuestro contexto, con una realidad opuesta y amenazante. Generalmente, la realidad actúa sobre nosotros y nos mueve del lugar donde estábamos a otro lugar. Solo si uno se mantiene muy firme, no se mueve y no se "impresiona" (es decir, no se deja afectar por la acción de otro).

La cualidad de la falta de impresión es una medida clara de la cualidad de la "esencialidad" (Atzmiut). Si no hay Atzmiut, entonces la persona está expuesta a impresionarse. Si encuentra en su camino una realidad más fuerte que ella, se moverá a un lado y le cederá el paso. Pero si su postura es esencial para él, ninguna fuerza en el mundo podrá moverlo de su lugar.

Las raíces de esta cualidad se encuentran en el banquete que Abraham Avinu celebró "el día en que Itzjak fue destetado" (higamel), un banquete sobre el cual hay opiniones divididas: algunos dicen que fue el banquete del Brit (circuncisión), y otros dicen que fue el banquete del Bar Mitzvá. En cualquier caso, se trata de un banquete que marca la conexión con Dios, bendito sea, en una de las dos formas que se innovaron en Itzjak Avinu. Y en ese banquete ocurrió un hecho especial:

Dijo Rabí Yehudá bar Simón: "'Un gran banquete' – un banquete de 'grandes'. Og y todos los grandes [gigantes] con él estaban allí. Le dijeron a Og: ¿No decías tú que Abraham era una mula estéril y no podía procrear? Les dijo él: Ahora, su regalo [el niño], ¿qué es? ¿No es un shfufá (algo bajo y débil)? ¡Si pongo mi dedo sobre él, lo aplasto!

Le dijo el Santo, Bendito sea: ¿Qué desprecias Mi regalo? Por tu vida, que verás miles y miríadas de [descendientes] saliendo de sus hijos, y el final de ese hombre [Og] no será sino caer en su mano [de los descendientes]. Como está dicho: "Y Hashem le dijo a Moshé: 'No le temas, porque en tu mano lo he entregado...'" [רמז].

"'Al Valle de Shavé, que es el Valle del Rey' – el valle donde todas las naciones se igualaron (hushvú) y nombraron a Abraham sobre ellos como príncipe de Dios y como líder" [רמח]. Dado que [Abraham] tenía relaciones con los reyes del mundo, todos fueron invitados al banquete que celebró.

Durante el banquete, salieron a la superficie desacuerdos, contradicciones esenciales entre Og y Abraham. Las contradicciones revelan que, aunque todos los grandes reyes se vieron obligados a 'alinearse' con la nueva realidad política en su región después de la guerra [de los reyes], en el fondo de sus corazones no se habían igualado en absoluto a lo que Abraham expresaba: el Reinado de Dios y la conexión con Él.

Naturalmente, el gran Og, la potencia mundial grande y fuerte, no podía reprimir su sentimiento de desprecio hacia la fuerza inherente a la conexión de un pequeño bebé con Dios. Y sobre esto recibió la respuesta de la boca de Dios: "tu final no será sino caer en su mano". Precisamente en manos de un niño pequeño, y no en manos de su gran padre. Og había aceptado en su corazón estimar a Abraham, cuya grandeza había visto con sus propios ojos, pero no a Itzjak. Y fue al revés: precisamente en Itzjak estaba oculta la semilla de su caída.

Y explica el Rebe que la palabra de Dios obró en dos corazones simultáneamente: en el corazón de Og comenzó el derrumbe, y en el corazón de Itzjak se grabó esa conciencia: la del gigante Og comenzando a derrumbarse ante un niño pequeño. Si fue el banquete de Bar Mitzvá, Itzjak recordó estas cosas con plena conciencia. Y si fue el banquete del Brit, quedaron grabadas en su conciencia por una fuerza superior.

De aquí en adelante, Itzjak no se impresiona en absoluto por ningún "grande" del mundo, y en esto es aún más fuerte y esencial que su padre Abraham. También Abraham Avinu no es un hombre que se impresione por la gente. Él hacía lo suyo sin impresionarse por nadie, ni siquiera por Nimrod, que lo arrojó al horno de fuego. Y, sin embargo, se relaciona con Og con respeto (derej eretz), lo honra, lo invita al banquete.

Precisamente a Itzjak le fue dada esta fuerza con mayor intensidad. En él reside una actitud de falta de impresión esencial: no tomar en cuenta en absoluto a los oponentes de Dios y Su Torá.

El Mérito de Og

Terminaremos con un suceso que describen nuestros Sabios (Jazal), en el cual se expresa claramente la diferencia entre Abraham e Isaac. Jazal interpretan [רפ] el versículo "No le temas" [a Og]:

Que Moshé (Moisés) temía luchar, por si acaso el mérito de Abraham lo ayudara [a Og]. Como está dicho: "Y vino el fugitivo" [רפא] – este es Og, que escapó de los Refaím que Kedarlaomer y sus aliados habían derrotado en Ashtarot Karnaim, como está dicho: "Porque solo Og, rey de Bashán, había quedado del resto de los Refaím" [רפב].

El Midrash sobre el banquete del destete de Isaac completa claramente la imagen. Moshé temía al mérito de Og con Abraham (por haberle notificado la captura de Lot), y al final, Og cae en sus manos [de Moshé], pero por la fuerza de Isaac. "El final de ese hombre no será sino caer en su mano".

Por vía de la negación, podemos aprender que si Og cae por la mano de Isaac, es por la fuerza de la [cualidad] "esencial" (Atzmiut) y de no impresionarse que hay en él. Por lo tanto, el mérito registrado a favor de Og con Abraham también toca este punto. Abraham es una esencia diferente, apareció en el mundo en condiciones distintas a las de Isaac.

La luz de Abraham es una luz de amanecer, una innovación (jidush) que irrumpe en la oscuridad y la sacude. Isaac es un continuador del camino, recibe por herencia. Su movimiento es completamente opuesto al movimiento de la innovación. Él es "antiguo", Atik Yomin (Anciano de Días) [רפג].

Ambas esencias –la innovación y la antigüedad– son dos virtudes:

La innovación es fresca, nueva. Desciende como rocío de vida sobre huesos secos y hace brotar vida en todo lugar. Sin embargo, su desventaja (jisronó) es que es nueva. Las cosas nuevas necesitan tiempo para ser bien absorbidas por la realidad. Hay aquí una relación recíproca de influyente (mashpia) y receptor (mekabel), e incluso si se sabe internamente que la innovación es la verdad absoluta, se necesita una estimación muy cuidadosa de la realidad para saber hasta qué punto está madura para recibirla.

Por lo tanto, junto con la cualidad de mesirut nefesh (entrega total) de Abraham Avinu, y el hecho de que está dispuesto a ser arrojado al horno de fuego por la innovación que encarna, él de todos modos se relaciona con la realidad con derej eretz (respeto). Él es leal a las "vasijas" de la realidad, y por eso incluso Og tiene importancia a sus ojos. Con todo el mal que representa, es parte de la realidad en la que Abraham actúa, y de ello se deduce que si tiene méritos, estos son registrados en el libro de los recuerdos [רפד].

Algo antiguo es estable, fundamentado, existe para siempre. "La costumbre de nuestros padres está en nuestras manos" [רפה] – y algo que es Atik Yomin (antiguo), una herencia de los padres, no necesita prueba ni refuerzo. Es como si la actividad del padre innovador ya hubiera golpeado la realidad y hubiera introducido la novedad en ella, y ahora se trata de un hecho sólido y existente.

Cuando se viene con la fuerza de la herencia de los padres [como Isaac], uno no se impresiona en absoluto por Og, rey de Bashán. Él [Og] viene a socavar lo que recibimos de nuestros padres, y es comprensible que ningún mérito, sea cual sea, lo ayudará [רפו].

Moshé teme a Og debido al mérito de Abraham. Parece que se puede decir que él mismo mira a Og desde la perspectiva de Abraham y le recuerda su mérito (quizás porque él mismo [Moshé] trajo una gran innovación al mundo, y le es fácil identificarse con la actitud paternal de Abraham hacia la realidad).

Por eso la respuesta del Santo, Bendito sea, fue: "No le temas" por su mérito. No es que no tenga mérito, porque ciertamente con Abraham sí tiene mérito. Pero aun así, "no le temas", porque tú también eres hijo de Isaac, y con él [Isaac] no tiene ningún mérito. Contémplalo desde el atributo de Isaac, desde lo "esencial" (Yajid), y entonces verás que su mérito se desvanece como un sueño. Los malvados no tienen existencia [real], y no tienen ningún mérito con el cual puedan interponerse en el camino del pueblo de Israel.

El atributo de Isaac se despierta precisamente en el camino hacia la herencia de la Tierra, cuando la "innovación" (de Abraham) intenta alcanzar la cumbre de su establecimiento y fijeza en la realidad, cuando la santidad busca aferrarse al suelo tangible. Y, de hecho, nuestros Sabios conectan en varios lugares precisamente a Isaac con la Tierra de Israel: "'Habita en esta tierra' – No desciendas a Egipto, porque eres una ofrenda perfecta (olá temimá), y el [mundo] fuera de la Tierra no es digno de ti" [רפז]. Y es conocida la alusión de que Itzjak (יצחק) es el acrónimo de Israel, Tzvi, Jaim, Kodesh – los cuatro nombres de la Tierra de Israel.

La Tierra solo se puede conquistar cuando se viene con la firmeza de lo Atik Yomin (antiguo), "El poder de Sus obras declaró a Su pueblo, para darles la herencia de las naciones" [רפח]. No es una invención nueva, no es una idea revolucionaria, sino que el pueblo de Israel y su santidad son un hecho existente. Por eso es posible y necesario ser: "He aquí [רפט] un pueblo que mora en soledad y entre las naciones no será contado" [רצ].

 

 



[1] Estas son las palabras de la Guemará (Shabat 89b): Dijo Rabí Shmuel bar Najmani en nombre de Rabí Yonatán: ¿Qué es lo que está escrito (Isaías 63:16) "Porque Tú eres nuestro Padre, pues Abraham no nos conoció e Israel no nos reconoció, Tú Hashem eres nuestro Padre, nuestro Redentor, Tu Nombre es desde la eternidad"?

En el futuro [mesiánico], el Santo, Bendito sea, le dirá a Abraham: "Tus hijos han pecado contra Mí". [Abraham] dirá ante Él: "Señor del Universo, que sean borrados por la santidad de Tu Nombre".

Dijo [Dios]: "Se lo diré a Yaakov (Jacob), que tuvo el sufrimiento de criar hijos; quizás él pida misericordia por ellos". Le dijo: "Tus hijos han pecado". [Yaakov] dijo ante Él: "Señor del Universo, que sean borrados por la santidad de Tu Nombre".

Dijo [Dios]: "Ni en los ancianos hay juicio, ni en los jóvenes hay consejo". Le dijo a Itzjak (Isaac): "Tus hijos han pecado contra Mí".

[Itzjak] dijo ante Él: "Señor del Universo, ¿son mis hijos y no Tus hijos? En el momento en que antepusieron ante Ti 'Haremos' (Naasé) a 'Oiremos' (Nishmá), los llamaste 'Mi hijo, Mi primogénito' (Éxodo 4:22). ¿Ahora son mis hijos y no Tus hijos?

Y además, ¿cuánto han pecado? ¿Cuántos son los años de un hombre? Setenta años. Resta los [primeros] veinte, por los cuales no castigas [mientras son menores], quedan cincuenta. Resta veinticinco de las noches, quedan veinticinco. Resta doce y medio de oración, comida y [tiempo en] el baño, quedan doce y medio.

Si Tú cargas con todos ellos, bien. Y si no, la mitad sobre mí y la mitad sobre Ti. Y si dijeras 'todos sobre mí' [sobre Itzjak], ¡he aquí que he ofrecido mi alma ante Ti [en la Akeidá]!"

[Entonces los Hijos de Israel] abrieron [sus bocas] y dijeron: "¡(Porque) Tú [Itzjak] eres nuestro padre!". Les dijo Itzjak: "Antes de alabarme a mí, ¡alaben al Santo, Bendito sea!" E Itzjak les mostró al Santo, Bendito sea, con sus propios ojos. De inmediato, elevaron sus ojos a lo alto y dijeron: "Tú Hashem eres nuestro Padre, nuestro Redentor, Tu Nombre es desde la eternidad".

(El texto continúa con la explicación del autor):

A la luz de lo explicado anteriormente, se puede decir que la 'confusión' [del pueblo] entre Itzjak y el Santo, Bendito sea, proviene de que Itzjak es quien nos conecta, en su esencia y en su modo de servicio, a la Esencia y Ser de Dios, bendito sea. Él mismo está completamente ofrecido [como sacrificio], similar a lo dicho en el Zohar (Parte 1, 225a) sobre Rabí Shimón bar Yojái: "Yo soy una señal en el mundo". En el futuro, le diremos a Itzjak: "Porque tú eres nuestro padre", ya que él es quien verdaderamente nos conecta con nuestro Padre que está en los Cielos.

 



Con motivo de Shabat “Jaié Sará”, te traigo aquí un relato del libro Or Israel, con historias del Baal Shem Tov y meditaciones del rabino Itzjak Ginsburg. Los padres del Baal Shem Tov, Eliezer y Sará, tenían la misma edad que Abraham y Sará cuando dieron a luz a Itzjak. El padre del Baal Shem Tov, Rabí Eliezer, tenía cien años, y su madre Sará tenía noventa años.

LUZ Y FUEGO

Contó el Rebe Rayatz [Rabí Iosef Itzjak Schneersohn]:

Nuestro maestro el Baal Shem Tov quedó huérfano de su santo padre a los cinco años, con un breve testamento en su mano: "Hijo mío, no temas a nadie ni a nada en el mundo, solo a Dios. Ama con toda la profundidad de tu corazón y todo el fervor de tu alma a cada judío sin diferencia, quienquiera que sea y comoquiera que sea".

En este breve testamento, el santo padre entregó a su único hijo de cinco años provisiones para el camino de toda su vida. El temor a Dios (Irat Hashem) y el amor a Israel (Ahavat Israel) fueron para el Baal Shem Tov las dos tablas del pacto,[1] el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento de su santa vida.

En todo lugar donde anduvo y estuvo, brilló en él el pilar de luz de "He puesto a Dios delante de mí siempre" [1], y ardió en él el pilar de fuego santo del amor a Israel.

(Likutei Diburim 22 (en traducción libre)

 

DOS CONSEJOS

El "Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento" que recibió nuestro maestro Israel Baal Shem Tov de su padre, son dos consejos. Un consejo para la vida, y un consejo para el Daat (Conocimiento/Conexión) [2]. Un consejo para la vida es el temor de Dios (Yirat Hashem), como está dicho "El temor de Dios es para la vida" [3]. Es un consejo que toca la esencia de la vida, cómo atravesarla con éxito. Es necesario saber que en todo lugar se encuentra Dios, bendito sea, y no hay ninguna realidad de la que Él esté ausente.

Cuando el atributo del temor lleva al miedo de algo externo a Dios, se llama un 'temor caído' (irá nefulá). En verdad, no hay nada en la realidad a qué temer excepto a Dios, y por lo tanto, se entiende que aquí hay un núcleo de la experiencia del temor de Dios que ha caído al punto del error y la 'herejía' (kfirá) de temer a una de Sus criaturas. No se trata aquí de una persona que no conoce el miedo en absoluto, ya que tal persona sufre de insensibilidad y es defectuosa en todo sentido. Se trata de una persona que sabe temer a lo correcto, y eliminar la ilusión del miedo primario de todas las demás cosas.

El Baal Shem Tov estaba en el nivel de "el Temor de Isaac" [4], no tenía miedo de nada en el mundo [5]. Todos sus temores eran sagrados solo para Dios. Contó sobre él el Alter Rebe [6]: "Al santo Rabino Baal Shem Tov lo rodearon por todas partes y no temió en absoluto, debido a su reverencia sublime (irat haromemut) – ante la cual todos los temores inferiores quedaban anulados".

Después de este consejo de vida, viene otro consejo: un consejo para el Daat (Conocimiento/Conexión). Daat se interpreta en el Jasidut en muchos lugares como "conexión" (hitkashrut), basado en el versículo "Y Adán conoció (iadá) a Eva su esposa" [7]. Un consejo para el Daat es un consejo que dice cómo la vida debe salir de su punto esencial y expandirse hacia afuera, para actuar positivamente en el mundo. Cómo hacer que el "Árbol del Conocimiento sea [solo] bueno" [8], y que la conexión con la realidad no lleve a una caída en el mal que está mezclado en ella.

Por un lado nos cuidamos de los 'temores caídos', y tememos solo a Dios. Por otro lado, cuando dirigimos nuestro rostro a la realidad, con el deseo de iluminarla con amor y cercanía, debemos tener mucho cuidado de los 'amores caídos' (ahavot nefulot). Todas nuestras fuerzas de amor las debemos invertir en Israel, Su pueblo cercano, los amados de Dios.

La precedencia del temor sobre el amor tiene dos aspectos:

Primero, lo que ya se explicó: que no se puede vivir en este mundo en absoluto si no es desde un ancla fuerte de temor puro. Sin temor, una persona puede estar en el nivel de "viene a rectificar y resulta que daña"; en lugar de rectificar, se encuentra cayendo, confundido y necesitando él mismo rectificación. El temor nos salva de los amores caídos, que están llenos de deseos e intenciones extrañas.

Y segundo, para poder venir al mundo con amor, primero es necesario clarificar el temor caído. Generalmente, si se teme a algo, no se puede sentir amor por ello. Por lo tanto, antes del mandato de amar algo, es imperativo no temerle. Solo cuando se clarifican todos los temores caídos y se entiende que todo pertenece en su raíz a la existencia de Dios, bendito sea, la amenaza de la realidad se disipa del alma. Entonces puede amar, interesarse, rectificar [9].

 

NOTAS:

1 Salmos 16:8

2 El Rebe Raiatz [Rabí Iosef Itzjak] las llama también 'Las Dos Tablas del Pacto'. Y, en verdad, la tabla derecha de las Dos Tablas del Pacto está dedicada a los asuntos del temor de Dios (Yirat Hashem) y los asuntos 'entre el hombre y Dios', mientras que la tabla izquierda está dedicada a los asuntos 'entre el hombre y su prójimo' (cuyo fundamento es el amor a Israel, Ahavat Israel).

Estos dos consejos también son llamados en las palabras del Rebe Rayatz 'la Columna de Luz' y 'la Columna de Fuego'. Esto se debe a que la morada del Temor (irá) está en el cerebro (Moaj), como se explica en el Tanya (Capítulo 3), y el contenido del cerebro es una luz clara y pura que indica al corazón su camino. Irá (יראה - temor) [tiene las mismas] letras que Reiá (ראיה - visión).

A veces, el concepto de 'visión' (reiá) soporta ambos significados a la vez: "Y vio (Vaiar) Dios que la luz era buena, y separó Dios entre la luz y la oscuridad" (Génesis 1:4) – la distinción de la virtud de la luz está entrelazada con el temor (irá) de que la oscuridad la dañe. El intelecto (Mojin) es un lugar fortificado para la luz pura, que se protege de toda impureza que nace del encuentro con la realidad externa.

El Amor (Ahavá), por otro lado, pertenece al corazón (Lev), y por lo tanto arde con el calor y el fervor de una vitalidad tumultuosa (como se explica en el Tania allí). El fuego no se limita a sus fronteras; su naturaleza es expandirse y quemar todo lo que está cerca de él: "Cuando salga un fuego" (Éxodo 22:5).

Estos dos opuestos residen juntos en la maravillosa alma judía, que soporta contradicciones como su propio Creador. Pues "la Sabiduría (Jojmá) está en el cerebro (Moaj)" y "el Entendimiento (Biná) está en el corazón (Liba)" (Introducción al Tikkunei Zohar), y ellas son "dos compañeros que nunca se separan" (Ver Zohar III, 4a).

En la Cabalá, Jojmá (Sabiduría) y Biná (Entendimiento) son llamadas 'Aba' (Padre) e 'Ima' (Madre). Y sobre ellas se dice el versículo: "Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre (Avija), y no abandones la Torá de tu madre (Imeja)" (Proverbios 1:8).

"Escucha la instrucción de tu padre" – este es el atributo del Temor (irá) que está en la Sabiduría (Jojmá): "El principio de la Sabiduría es el Temor de Dios" (Salmos 111:10). "Y no abandones la Torá de tu madre" – esta es [Biná], que trae hacia abajo toda la luz atesorada en el Temor superior y produce de ella calor para entibiar las almas de Israel con amor y acercarlas a su Creador.

3 Proverbios 19:23

4 Génesis 31:42

5 Vea en nuestro libro "Vivir con el Tiempo" (que verá la luz, D's mediante, próximamente) en la explicación del discurso del Rebe sobre la Parashat Toldot, lo que se explica allí acerca de que el "Temor de Isaac" no es como el temor de Abraham. Abraham Avinu tenía una relación de cierta "paternidad" hacia la realidad; se ocupaba mucho de ella y la cultivaba. Y aunque ciertamente sabía defender su postura con la firmeza de la entrega total (mesirut nefesh) (al romper los ídolos y en Ur Kasdim), no se puede decir que la realidad no ocupara ningún lugar para él.

Isaac, en cambio, es la raíz de lo "esencial" (Atzmí) en las almas de Israel. Para él, la realidad no ocupa ningún lugar en absoluto, y todo su temor está dedicado únicamente a Dios, bendito sea.

A la luz de esto, la figura del Baal Shem Tov se revela como portadora de opuestos. El amor de Abraham está fusionado en él con el "Temor de Isaac". Isaac, como un tzadik "esencial", no se esforzó por "contagiar" a todo el mundo con su virtud del temor (como se explica en nuestro libro allí). El Baal Shem Tov, por el contrario, vivía desde un temor del Cielo puro y, al mismo tiempo, se esforzaba con todas sus fuerzas por "contagiar" con él a toda la realidad (como se explica más adelante).

6 Sefer HaMaamarim - Inianim, pág. 187

7 Génesis 4:1. La fuente más clara de ello está en el Libro del Tania (capítulo 3): «Y daat es del lenguaje de “Y el hombre conoció a Javá”, y es una expresión de conexión y unión».

8 Génesis 2:9

9 Sin embargo, cuando se trata de Dios, bendito sea, las cosas son diferentes. El otro lado de la moneda es que el Baal Shem Tov siempre temía a Dios, bendito sea, ¿acaso no Lo amaba en absoluto? Ciertamente, el Rambán (Najmánides) nos enseña que, en relación con Dios, bendito sea, pueden coexistir el amor y el temor (ver Keter Shem Tov, [sección] 36, que cita al Rambán y no se conoce su fuente, y también en el Sfat Emet, Parashat Kóraj 5649 [1889], se trae esto en su nombre sin citar fuente. Sin embargo, así se encuentra en el Sifrí Vaetjanán, Piská 32: "No encuentras amor donde hay temor, ni temor donde hay amor, excepto en el Atributo del Makom [Dios] únicamente").

Esto se puede explicar según lo que es sabido en el Jasidut: que el amor capta las revelaciones (guiluim), mientras que el temor capta la Esencia (Atzmut). La Torá relata que los Hijos de Israel temieron a las voces y al gran fuego que hubo en la Entrega de la Torá en el Monte Sinaí, y pidieron recibir la Torá a través de Moshé Rabeinu y no de la boca del Todopoderoso. Sobre esto dice Rashi (Deuteronomio 5:23) que Moshé se sintió debilitado ("se debilitó su mente"), y su fuerza flaqueó como la de una mujer, apenado por el temor [del pueblo] que no estaba en su lugar, ya que por culpa de él no merecieron recibir la revelación [directa].

El temor puro de Dios se revela hacia el punto de la Esencia, y allí reina solo. No es pertinente "acercarse" a la Esencia; la única actitud que se puede adoptar hacia ella es una actitud de temor (yirá). Sutilmente, el fundamento del movimiento del temor es la sensibilidad hacia todas las cosas. Nuestra alma se aquieta y se contrae cuando percibimos la existencia de algo que entra en nuestro campo de conciencia: 'tomamos distancia'. Generalmente, cuando nos ocupamos de cosas que están dentro de nuestra capacidad de percepción, esta sensibilidad inicial da paso a la emoción (hitrgashut), una reacción de éxtasis interno que busca acercarse a esa cosa. Pero frente al punto de la Esencia, nunca agotamos esa primera etapa, la sensibilidad misma y la conciencia de Su existencia que todo lo abarca, incluida nuestra propia existencia.

En el Jasidut se explica que en el amor siempre "hay alguien que ama", mientras que frente a la Esencia no queda "alguien" que pueda amar. Pero a partir de esta inmensa sensibilidad a la existencia de la Esencia, negamos cualquier otro temor. Si Le tememos a Él y sentimos Su presencia, no queda ningún espacio libre en el corazón para temer a Sus relámpagos o al sonido de Su Shofar.

Esa fue la queja de Moshé Rabeinu: "Ustedes no temen de verdad. Si temieran de verdad, amarían el Shofar y los relámpagos, y temerían solo a Él". Es maravillosa la precisión del lenguaje de Rashi: "Me apené por ustedes y debilitaron mis manos, pues vi que no estaban ansiosos por acercarse a Él por amor". El hecho de que no quieran acercarse a Él con amor, se debe a que no están lo suficientemente ansiosos (temerosos) ante Él.

Sobre todo, esto, consulte la famosa parábola del Baal Shem Tov sobre el despertar antes de los toques del Shofar (ver Baal Shem Tov al HaTorá, final de Parashat Vaielej), sobre cómo el hijo del rey debe superar todos los miedos externos que rodean el palacio de su padre, y así merecerá entrar ante él.

Parece que se puede decir también que este es el asunto de los Querubines y de la "hoja de la espada flameante" que guardan el camino al Árbol de la Vida, para que el hombre no coma de su fruto y viva para siempre. Porque solo se puede vivir una vida eterna cuando no se teme a nada excepto a Dios (y la alusión: Etz HaJaim [עץ החיים - Árbol de la Vida] tiene la misma guematria que Ló Lefajed Klal [לא לפחד כלל - No temer en absoluto] porque en verdad Ein Pajad Klal [אין פחד כלל - No hay ningún temor] excepto el Pajad Hashem [פחד ה' - Temor de Dios]). Entonces, la muerte no tiene ningún dominio. Si se superan todos los miedos externos que se interponen en el camino al Árbol de la Vida, se merece vivir para siempre desde un temor puro y refinado: el "Temor de Isaac" (Pajad Itzjak).

 

 

¿QUÉ ES LA CONFIANZA (BITAJÓN)?

Relatos de Tzadikim (Justos)

22 de Marjeshván, 5786

RABÍ GEDALIA MOSHE DE ZVHIL

Rabí Gedalia Moshe Goldman fue el quinto Admor (líder jasídico) de la dinastía de Zvhil. Nació de su padre, Rabí Shlomo de Zvhil, y se casó con la hija de Rabí David Shlomo de Kobrin. Después de que su padre emigró a la Tierra de Israel, fue nombrado en el año 5686 (1926) como Rabino en la ciudad de Zvhil en Ucrania, y fue conocido como un hombre santo, estricto consigo mismo y lo más indulgente posible con los demás. Fue perseguido por el régimen soviético por guardar la Torá y las Mitzvot y fue sentenciado a siete años de trabajos forzados en Siberia. También allí demostró una fe firme y valentía, diciéndoles a sus jueces que no hay nada en el mundo que se haga sin permiso del Cielo. Tras su liberación, sirvió un tiempo como rabino en un pueblo cerca de Moscú, y en el año 5697 (1937) logró huir de Rusia y ascender a la Tierra de Israel. En Jerusalén vivió con modestia, y en el año 5705 (1945), tras el fallecimiento de su padre, comenzó a servir como Admor de Zvhil. Falleció el 24 de Marjeshván de 5710 (1949) y fue enterrado en el cementerio de Givat Ram; su tumba se ha convertido en un lugar de oración para multitudes.

Relató Rabenu (nuestro maestro) que el Maguid (predicador) de Zlotshov ZI”A (que su mérito nos proteja) vino una vez a Mezritch y pidió entrar a [ver] al Maguid de Mezritch. Los miembros de su casa le respondieron que el Rebe estaba sumido en una gran preocupación por uno de los miembros de su familia, que estaba gravemente enfermo y debatiéndose entre la vida y la muerte, y no estaba recibiendo gente.

El Maguid de Zlotshov pidió de todos modos entrar a verlo, abrió la puerta, entró donde el Maguid de Mezritch y le dijo: ¿No entiendo por qué el Rebe se preocupa? ¡Si este enfermo comerá la cena con nosotros! Y así fue, el enfermo sanó y participó en la cena de esa noche.

Después, dijo el Maguid [de Mezritch], que él no había visto ninguna vía para la curación del enfermo, sino que las palabras llenas de confianza (Bitajón) del Maguid de Zlotshov obraron su efecto.

Una vez le dijo a su discípulo, R' Eli Roth: "La cualidad de Confianza (Bitajón) que yo sostengo es creer que lo que ocurre en el mundo y lo que sucede, todo es para bien. Sin embargo, hay un nivel más alto: que con la fuerza de una fe intensa, uno atrae aquello que solicita".

"¿Acaso deseas saber qué es la confianza (Bitajón)?"

 – se dirigió una vez Rabenu a su discípulo Rabí Eli', "Te contaré":

En Zvhil había la costumbre de comprometer a las hijas a los doce años, mientras que la boda no se celebraba hasta tres años después, a los quince. Esos tres años estaban destinados a recolectar una suma de dinero, centavo a centavo, para los gastos de la boda. Conocí a un judío, residente de Zvhil, que comprometió a su hija y, como era costumbre, durante los años entre el compromiso y la boda, reunió una suma considerable.

El judío pensó para sí: 'He aquí que nuestros Sabios dijeron que "todo el sustento de una persona le es asignado desde Rosh Hashaná hasta Rosh Hashaná, excepto los gastos de Shabat y Yom Tov"'. Seguramente, el dinero para los gastos de otros en honor al Shabat tampoco está incluido en la cuenta. Y dado que en Zvhil hay muchos pobres y menesterosos que no tienen dinero para los gastos de Shabat, es apropiado, por lo tanto, que la suma de dinero que ahora está en mi poder sea repartida para el beneficio de estos pobres para Shabat y Yom Tov, ya que este dinero estará fuera de la cuenta que me fue asignada. Resultará que los pobres saldrán beneficiados, mientras que yo no perderé nada en absoluto de este trato.

Y así, repartió el dinero para las necesidades de Shabat de los pobres de la ciudad. Desde entonces, comenzó con su costumbre de repartir cada miércoles una suma considerable a los pobres. Ciertamente, desde el Cielo lo ayudaron, y tampoco le faltó el dinero para las necesidades de la boda que se acercaba, y todo llegó a su lugar en paz. Desde entonces, la costumbre se extendió en Zvhil, de que cada víspera de Shabat salían carretas repletas de comida para los necesitados de Shabat.

Rabenu terminó su relato a Rabí Eli', y dijo: "¡Eso es Fe (Emuná)!".

Rabí Eli' escuchó la historia con seriedad, pero no se atrevió a preguntarle a su Rabino quién era dicho judío... 'Es posible', pensó, 'que ese judío maravilloso no fuera otro que el propio narrador...'

Para profundizar bien estas historias conmovedoras, prestaremos atención, como es nuestra costumbre, a los matices entre las muchas expresiones de fe (Emuná y Bitajón) que contienen. Si bien Rabí Guedalia Moshe las describe todas con las palabras "fe y confianza", parece que ciertamente pueden explicarse según nuestro método aquí, como expresiones de las tres facetas de la dependencia del judío en Dios, Bendito sea: Fe (Emuná), Confianza Pasiva (Bitajón Savil) y Confianza Activa (Bitajón Pa'il).

La Fe (Emuná), la más pasiva y básica de las tres, es la que Rabí Gedalia Moshe testifica que él mismo posee: una fe pura en la bondad de Dios y Su providencia, que elimina el temor a los eventos negativos.

La Confianza Pasiva (Bitajón Savil), en contraste, "interviene" en las consideraciones Divinas y está segura de que su experiencia personal tiene peso, y que el Santo, Bendito sea, dirigirá su camino de la manera deseada por el que confía. Este nivel es similar a la historia del Maguid de Zlotshov, que está seguro de que el enfermo sanará, y no simplemente consuela al Maguid [de Mezritch] diciendo "todo es para bien".

Pero el tercer nivel, y el más interesante, es el que el Rebe de Zvhil demuestra con sus propias acciones: cuando reparte las enormes sumas destinadas a la boda de su hija, con la confianza absoluta de que Dios no lo decepcionará. Esta es la Confianza Activa (Bitajón Pa'il), que confía en que Dios se manifestará a través de sus acciones y las deseará; no solo [confía] en un bien Divino abstracto, ni siquiera en el bien según su propio entendimiento, sino en el bien que Dios obra a través de él y a través de sus acciones en el mundo.

Y en verdad, la principal expresión de la fe y la confianza en Dios es aumentar en el precepto de la Caridad (Tzedaká). Tanto con su dinero, como con su cuerpo y con su alma. La entrega al prójimo, ya sea materialmente o difundiendo los manantiales [de la Torá] hacia el exterior: la persona que confía en Dios lo da todo, literalmente se abandona a sí misma para dar caridad y ayudar a un judío. En tal caridad también aparece la fe (Emuná), la fe en que cada judío es digno de que yo me sacrifique por él. Además, se requiere también la confianza (Bitajón) de que no importa cuánto le dé al otro, nada me faltará a mí.

Abraham Avinu, el primero de todos los creyentes, fue también el primero de los que confían en Dios. Sobre él se dijo: "Y creyó en Hashem, y Él se lo consideró como caridad (Tzedaká)", y él encarnó en su vida el versículo: "Mas el que confía en Hashem, la bondad (Jésed) lo rodeará". Una bondad Divina que fluye sobre él, y una bondad Divina que también fluye desde él, en una entrega sin límites. Sobre el versículo "Y creyó en Hashem, y Él se lo consideró como caridad" – se trae en el Jasidut que "la Fe es considerada como Caridad" y también "la Fe viene a través de la Caridad". La fe y la confianza están ligadas a la caridad con un vínculo profundo, y quien realmente confía en Dios, dará caridad sin límites.

(Extracto de la clase del 22 de Tamuz 5779 – Fe y Confianza 25)

 


UNA CARROZA ARITMÉTICA PARA DIOS

Razi nos contará sobre autos y carrozas, y también cómo convertir una clase de aritmética en una clase de Jasidut.

Escrito por Shilo Ofen

 

 

¡Hola, niños!

En los Shabatot pasados y en los que vendrán, estamos leyendo la historia de las vidas de nuestros santos Patriarcas: Abraham, Itzjak (Isaac) y Iaacov (Jacob). En los libros de la Cabalá y el Jasidut se explica que los Patriarcas sirven para nosotros como un ejemplo vivo de la Carroza (Merkavá) de Dios. Dios tiene una carroza, y las cuatro patas que la sostienen, aquí en nuestro mundo, incluyen a los tres Patriarcas, a los que se suma el Rey David y completa el número.

¿Alguna vez han visto un auto que arranca solo y comienza a conducir sin un conductor? No existe tal cosa. La verdad, escuché que en el extranjero ya inventaron vehículos automáticos, que saben la ruta de antemano e incluso saben cómo integrarse en el tráfico con otros vehículos sin chocarlos. De todos modos, incluso esos vehículos necesitan una mano humana que los programe de antemano.

Entonces, ¿qué significa que un judío se convierte en una carroza para Dios? La respuesta es: cuando se comporta exactamente como el vehículo. No mueve su mano, ni siquiera en el movimiento más ligero, sin la aprobación del control superior. Si Dios no obtiene satisfacción (kórat rúaj) de eso, ¡él será incapaz de hacerlo!

Esta cualidad, por supuesto, está reservada para unos pocos Tzadikim (justos), como los Patriarcas, y por eso nuestros Sabios nos enseñan: "¡Los Patriarcas, ellos son la Carroza!".

Bueno, de ángeles y carrozas entiendo un poco menos... ¡Pero podemos encontrar la carroza de Dios también en nuestras vidas! ¿Dónde? Se sorprenderán al oírlo, pero incluso en... ¡la clase de aritmética! ¿Les parece bien una clase corta?

Suma – Adición con Bondad (Jésed)

La primera operación es, por supuesto, la suma. Es lo primero que aprende cada niño en primer grado cuando recién empieza a estudiar aritmética. "Suma" (jibur) es una palabra de adultos. Generalmente, se lo explicamos al niño pequeño usando una palabra más simple: 'y más' (ve'od). Le preguntamos: "¿Cuánto es un camión y más otro camión? ¡Dos camiones! ¿Cuánto son cinco caramelos y más cinco caramelos? Diez caramelos".

¿Por qué es lo más divertido explicar primero la operación de la suma? Porque si tengo algo que me gusta —un dulce o un juguete— es obvio que me alegraré mucho de agregar más a mi inventario, tener más y más, malán (miles).

La operación de la suma me recuerda a la Sefirá (atributo) del Jésed (Bondad). Así como quiero más y más para mí, así me alegro y disfruto dando a los demás, más y más. Cuando traigo un dulce de casa y veo a mis amigos, a los que quiero, me dan ganas de repartirles. ¿Por qué debería tener solo yo? ¡Que todos tengan! Meto la mano en la bolsa y doy uno, y otro más, y otro más. ¿Se dieron cuenta cuántas veces dije la palabra 'y más'? Por cierto, la palabra 'suma' (jibur), la de los adultos, recuerda a otra palabra importante: amigo (javer). Cuando nos queremos el uno al otro y nos damos el uno al otro, ¡se revela cuánto somos amigos!

¿Quién es el Tzadik que usó mucho la operación de la suma? Abraham Avinu. Él le revela a cada persona en el mundo cuánto la ama Dios. ¡Esparce amor por el mundo y hace que todos sean amigos! Así, él se convierte en una ¡carroza para la Sefirá de Jésed!

Resta – Reducción con Rigor (Guevurá)

Ahora imaginen el siguiente caso: regresé a casa al final del día y ¿quién me espera en la puerta? ¡Moishi! "¡Ups, qué vergüenza! Se lo había prometido...". "Razi", se dirige a mí con ojos suplicantes y yo sé exactamente lo que me va a preguntar: "¿Me dejaste?".

Aunque no fue con mala intención, quería ser bueno con todos, pero me olvidé de Moishi y de la promesa que le hice. Así que resulta que, además de la operación de la suma, dar más y más a todos, debería haber usado otra operación aritmética, que es básicamente todo lo contrario. Esta es la operación de la resta. Sí, debería haber guardado a un lado para Moishi. Es decir, 50 caramelos menos 5 para Moishi = 45 para mí y mis amigos.

¿Qué Sefirá me recuerda la operación de la resta? La Sefirá de Guevurá (Rigor). Debería haberme sobrepuesto (hitgaber) a mi inclinación (buena) que quería repartir a todos sin medida, ser un poco "tacaño" y dejar para Moishi. El atributo de Guevurá teme al resultado negativo que podría ocurrir si damos indiscriminadamente. En el servicio a Dios, este temor se llama reverencia (Yirá). Quien teme a Dios y Le tiene pavor, se cuida y es meticuloso en el cumplimiento de las mitzvot con el máximo embellecimiento y detalle.

Itzjak Avinu, el maestro del atributo de la reverencia, sirve como la segunda pata de la carroza. ¡Él es una carroza para la Sefirá de Guevurá!

Multiplicación – "¡Y te expandirás!"

Hasta aquí fue un 'juego de niños' de primer o segundo grado. 'Más' o 'menos' (suma y resta, ¿recuerdan?) son las operaciones fáciles de calcular. Pero en tercer grado, el asunto ya se vuelve más complicado: empezamos a aprender la multiplicación.

¿Cuántos hijos tuvieron Abraham y Sarah? Uno: Itzjak Avinu. ¿Cuántos hijos tuvieron Itzjak y Rivka? Dos: Yaakov y Esav. Uno más uno... Pero, ¿cuántos hijos tuvo Yaakov Avinu? ¡Muchos! Reuvén, y más Shimón, y más Leví, y más Yehudá, y más... ¡Un segundo, esperen! Se me acaban los dedos. Al menos yo, solo tengo diez. ¿Hay otra forma de contarlos?

Aquí entra la operación de la multiplicación. Yaakov tuvo cuatro esposas —Leah y Rajel, Bilhá y Zilpá— y cada una de ellas tuvo varios hijos. Tres de ellas tuvieron dos hijos cada una, excepto Leah, que tuvo seis. Así que aquí tenemos un ejercicio de multiplicación: tres mujeres [Rajel, Bilhá y Zilpá] por dos hijos, más una mujer [Leah] por seis hijos [Reuvén, Shimón, Leví, Yehudá, Isajar, Zevulún].

Yaakov Avinu es ordenado y bendecido con la bendición de "Y te expandirás (U'faratztá) al oeste y al este" y con una multitud de hijos, hasta el punto de que todo el pueblo de Israel es llamado por su nombre. Yaakov sirve como la tercera pata de la carroza, la Sefirá de Tiferet (Belleza/Armonía) – ¡"La Belleza de Israel"!

División – El Control del Rey

Tenemos un Talmud Torá (escuela) gigante. Quinientos alumnos es un número nada despreciable. La costumbre en nuestra escuela es que cada Rosh Jodesh (comienzo de mes), antes de salir a casa (¡temprano!), cada alumno recibe un pequeño premio, un helado de hielo o una bolsita de chocolatada. ¿Qué creen que pasaría si a las 13:30, con el último timbre, los quinientos alumnos se presentaran en la puerta de la secretaría para recibir lo que les corresponde? ¡Claro! ¡Nadie recibiría nada! Bueno, sí, recibirían gritos y empujones... Cada uno empujaría al otro, y el director detendría el evento de inmediato.

Para controlar la situación, el director deberá recurrir a la cuarta operación aritmética: ¡necesita dividir! Ya a las diez de la mañana, cuando el envío llega a la secretaría, se dividirán los premios según el número de clases y según el número de alumnos en cada clase. Así, cada maestro solo tendrá que repartir a los 30 alumnos de su clase. Si fuera necesario, el maestro volverá a repetir la misma operación en su clase, y dividirá el botín según el orden de las filas.

¿Qué aprendo de esto? Que el director debe realizar una operación de división para 'reinar' y controlar lo que sucede (por cierto, habrá alumnos que directamente no recibirán nada, debido a un comportamiento inapropiado, y esa también es una decisión del director).

La operación de la división en aritmética pertenece al Rey. Quien sostiene la cuarta pata de la carroza es el Rey David, ¡qué sirve como carroza para el atributo del Maljut (Reino) de Dios en el mundo!

¡Que tengamos el mérito de sumar y restar, multiplicar y dividir, en honor a Dios, bendito sea!

¡Shabat Shalom U'Mevoraj!

Razi

 

 

 

HISTORIAS JASIDICAS

Rabi Naftali Tzvi de Ropschitz:

EL HUMOR MESIÁNICO SAGRADO Y LA ORACION DE MEDIANOCHE INTERCEPTADA

 

https://galeinai.org/2023/05/17/rabi-naftali-de-ropschitz-el-linaje-familiar-es-solo-el-comienzo/

 

Rabi Naftali Tzvi Horowitz de Ropschitz nació durante la festividad de Shavuot en 5620 (1760), el mismo día en que falleció el Baal Shem Tov. El padre de Rabi Naftali fue Rabi Menajem Mendel y su madre fue Baila, la hija de Rabi Itzikel de Hamburgo, bajo cuya tutela Rabi Naftali estudió Torá cuando era joven. Rabí Naftali luego estudió con el Rebe Elimelej de Lizhansk. Después del fallecimiento de Rebe Elimelej, estudió Torá de su alumno, el Vidente de Lublin y también estudió con el Maguid de Kozhnitz y el Rebe Menajem Mendel de Rimanov. Fue rabino en Ropschitz y otras ciudades, y después del fallecimiento de sus rabinos, Rabi Naftali se convirtió en Rebe jasídico.

El Rebe Naftali era conocido por ser inteligente, dotado de un agudo ingenio. En su lápida, está escrito que era "único en su generación en sabiduría divina". Revestía su sabiduría con humor y dichos inteligentes. Entre sus discípulos se encontraban el Rebe Jaim de Tzanz, el Rebe Shalom de Kaminkah, el Rebe Hanoch Henich de Alesk, el Rebe Iosef Baba"d, autor del 'Minjat Jinuj' y muchos más. Fue autor de los libros 'Zera Kodesh' y 'Aiala Shluja'. El Rebe Naftali falleció en Lantzot el 11 de Iyar de 5687 (1827) y fue enterrado allí.

 

El bufón real

Una vez, cuando el Rebe Naftali estaba estudiando en Lublin con su Rebe, el Vidente de Lublin, escuchó a dos personas discutiendo en voz alta en una de las casas adyacentes. Dos futuros suegros se peleaban sobre quién iba a pagar por el badjan, el bufón nupcial, una costumbre habitual de las bodas en ese momento. (En hebreo, la raíz de badaj / humor comparte las mismas letras que Jabad). Rebe Naftali entró en la casa y se volvió hacia los dos:

- "No me gusta escuchar discusiones tan fuertes, así que iré a la boda y seré el badjan gratis".

Los dos padres aceptaron felizmente su oferta y se restableció el buen ánimo.

Rebe Naftali, como había prometido, fue a la boda unos días después, se detuvo en una mesa y deleitó a los invitados con historias humorísticas e ingenio. Un buen badjan puede hablar sin parar. Rebe Naftali habló y habló y los invitados rieron y rieron.

El vidente de Lublin no sabía nada de esto, pero cuando se levantaba por la noche para decir el Tikun Jatzot (oraciones de medianoche y lamentaciones sobre el exilio) sentía que algo no estaba en orden. Las palabras simplemente no salían de su boca. ¡Algo le impedía decir Tikun Jatzot!

El vidente llamó a su asistente y le pidió que verificara si algo inusual estaba sucediendo en la ciudad. El asistente salió a buscar. Llegó al salón de bodas y vio la escena. Regresó junto al vidente y le contó lo que había visto: hay una boda en el otro lado de la ciudad, el Rebe Naftali está entreteniendo a los invitados con su humor y todos se están riendo. El Vidente entendió que, en el Cielo, también había mucha alegría y risas en el aire, y con todas las risas en el Cielo, no podía llorar por el Tikún Jatzot.

El vidente decidió que, si no podía decir Tikún Jatzot, también iría a escuchar el humor de su alumno. El vidente se escondió fuera de la ventana del salón de bodas y escuchó al Rebe Naftali durante mucho tiempo, disfrutando de la sabiduría divina en cada broma y juego de palabras, verdaderos secretos de los secretos de la Torá.

El Rebe Naftali continuó deleitando a la audiencia, mientras el Vidente escuchaba desde fuera, hasta que alguien le dijo que su Rebe estaba afuera, escuchando sus palabras. El Rebe Naftali inmediatamente bajo de la mesa y salió para pedirle perdón a su Rebe por hablar en su presencia - ¡y además contar chistes!

"No hay razón para disculparse", dijo el Rebe, pidiéndole al Rebe Naftali que continuara con su actuación humorística, porque estaba disfrutando de la actuación.

El Rebe Naftali sintió que era un eit-ratzon, un momento de buena voluntad, y respondió con atrevimiento de santidad que estaría dispuesto a continuar con la condición de que el Rebe aceptara bailar la mitzvá-tantz con la novia al final de la boda. (Hasta el día de hoy, algunas de las dinastías jasídicas han conservado la costumbre de que al final de la boda, el tzadik baila ante la novia, mientras que ambos sostienen extremos opuestos de un largo gartel o cordón).

'Mi propósito en esta boda es traer alegría a la gente y atraer la santidad a la boda a través del humor (específicamente a través del poder de la santidad del humor)', dijo el Rebe Naftali al Vidente de Lublin. "También le pido al Rebe, si quiere que continúe, que por favor baile con la novia". El vidente, que quería seguir escuchando las palabras de su discípulo, aceptó el "trato". Cuenta la historia que uno de los tzadikim de la generación (cuyo nombre desconocemos) nació de la unión de esta pareja de recién casados.

Por lo tanto, el ruaj hakodesh del Rebe Naftali de ofrecerse como voluntario para ser el badjan en la boda, con la excusa de detener la discusión, finalmente llevó al propio Vidente de Lublin a asistir a la boda y bailar con la novia. Y por el mérito del humor sagrado y el baile del Rebe, nació uno de los tzadikim de la generación en el seno de la pareja.

 

***

 

Locura de Santidad para doblegar la Cáscara de Impureza

 Hay muchas cosas que podemos aprender de esta historia, pero el punto principal es el poder del tzadik, el Rebe Naftali, para atraer la sabiduría más elevada, investida en asuntos mundanos - y al hacerlo, traer al Mashíaj. Este es el camino de todos los discípulos del Baal Shem Tov, cada tzadik con su sendero único. El Rebe Naftali, sin embargo, sobresalió en esto más que todos los demás. El humor es incluso parte de su nombre. Jasidut explica que Naftali se compone de dos palabras "nofet li", que significa "dulzura para mí", néctar y dulzura. Además, el mes que corresponde a la tribu de Naftali es el mes de Adar, que es el mes que corresponde al sentido de la risa. (Una guematría que agrega potencia a este pensamiento: Naftali Tzvi es igual a Purim Purim. ¡Purim, el punto álgido de la risa humana, es el valor promedio de los dos nombres de Rebe Naftali!). Atraer la divinidad a este mundo, hasta el punto de producir risas de santidad - acelera la venida del Mashíaj.

Lo bueno y lo malo están en constante conflicto en este mundo. Todo lo que está del lado de la santidad tiene su opuesto del lado de la impureza. Aprendemos de tres niveles de maldad en el primer versículo de los Salmos: "Bienaventurado el hombre que no anduvo con el consejo de los impíos, y en el camino de los pecadores no se detuvo, y en la reunión de los burladores no se sentó". Está escrito que el "consejo de los impíos" es la cáscara impura que corresponde a los "2000 años de vacío", "el camino de los pecadores" es la cáscara impura que corresponde a los "2000 años de la Torá" y la "reunión de burladores-escarnecedores-letzim" es la cáscara impura que corresponde a los "2000 años de los días del Mashíaj". Si es así, la principal batalla que tenemos hoy, en la era de los pasos del Mashíaj, en lo profundo de los últimos 2000 años, es contra la "reunión de burladores", la peor cáscara impura. (Los sabios explicaron que las tres etapas del verso describen tres etapas de deterioro).

¿Cómo derrotamos a los burladores, la risa de la cáscara impura? En su tratado jasídico, "Bosi L'gani", el Rebe Raiatz dice que para derrotar a la cáscara impura que bloquea la llegada del Mashíaj, lo que se necesita es una "locura de santidad", un santo badjan. Para oponernos a la "reunión de burladores", necesitamos bufones de santidad como el Rebe Naftali y el Schpoler Zayde, que derrotó al cosaco en su mejor juego, como se relata en el famoso nigun, "Hop Cossack". Para enfrentarnos a los juegos de la cáscara impura, la "reunión de burladores", necesitamos personas sabias que sepan cómo derrotar a la cáscara impura en su propio juego y en su propio terreno.

Está escrito que cada una de las Doce Tribus, en el orden en que están escritas según el príncipe de cada tribu, corresponde a quinientos años del mundo. Naftali es la última tribu escrita según este orden, y desde el año 5500 cuando el Baal Shem Tov tenía 42 años, seis años después de su revelación - hasta el final del sexto milenio, todo le corresponde, la rectificación de la risa y el humor sagrado. Uno puede contar los secretos de los secretos incluso dentro de chistes. Este es el humor sagrado y mesiánico de los agudos tzadikim  como el Rebe Naftali.

 

 

 




PROPÓSITO DEL DESCENSO DEL ALMA A UN CUERPO

 

En honor al nacimiento del Rebe Rasha”b, Rabi Shalom Dovber de Lubavitch

התוועדות ערב כ' מר-חשון עם הרב גינזבורג ברוסטוב

Reunión Jasídica en Rostov, Rusia, con el Rav Itzjak Ginsburgh[1]

20 de Jeshvan 5780 - 17 de Noviembre de 2019.[2]

 

Parte 1




https://www.youtube.com/watch?v=JFxZQsjUSy0

 

parte 2



 


https://www.youtube.com/watch?v=SVzeCB_Bl50

 

parte 3




https://www.youtube.com/watch?v=rTRYn1dVIrc&t=32s

 

Se entonaron melodías jasídicas: Nigún de Alegría y Nigún del Baal Shem Tov

Estamos celebrando esta noche el nacimiento del Rebe Rashab, quien pasó los últimos días de su vida aquí en Rostov. Cuando vino aquí por primera vez escuchó un nigún llamado el nigún de Rostov y le agradó tanto que le pidió a los jasidim que siempre que vaya a brindar un discurso jasídico comience con el nigún de Rostov. Y es apropiado ahora cantarlo. Espero que todos lo conozcan y quien todavía no, que lo aprenda.

Se entonó el Nigún de Rostov

Lejaim Lejaim

Cada día especial del año tiene un tópico en Jasidut que es apropiado enfocar durante ese día. Hoy es el día del nacimiento de un gran tzadik-justo y líder del pueblo judío, y cada uno aquí es afortunado por vivir en el lugar donde vivió sus últimos años.

El tópico del nacimiento es el descenso del alma al cuerpo. Cuando nace un niño su alma desciende del Gan Eden, el Jardín del Eden donde estaba antes de descender a este mundo, y se inviste en un cuerpo físico, material. Para el alma nacer es una experiencia muy dramática, porque el alma es espiritualidad pura y más todavía, por encima de lo espiritual, en un estado de Divinidad, y ahora se encuentra en este mundo que es un mundo de oscuridad. Todavía no es un mundo de luz, y tenemos la esperanza de estar en un mundo de luz muy pronto.

Pero por ahora es un mundo de oscuridad, se encuentra en la oscuridad dentro de un cuerpo que la confina como Egipto, el descenso del pueblo de Israel a Mitzraim. Y el alma cuando desciende al cuerpo desea desde el primer momento ser redimida. Cuando el niño nace lo primero que hace es llorar y llorar, nuevamente, por el trauma de descender a un cuerpo físico. Este es el tema del nacimiento, pero es por una buena razón, con un buen propósito, vale la pena nacer, y a pesar de lo dramático que es, todavía col ze kedai, todo esto es conveniente nacer en este mundo.

El alma en lo Alto, antes de descender al cuerpo, oye el decreto Divino que le avisa le llegó el momento de descender a un cuerpo, descender de lo Alto abajo en este mundo para cumplir una misión, el propósito que tiene en este mundo.

¿Cómo reacciona esta alma a ese decreto que oye en el Cielo? En Jasidut se explican dos reacciones opuestas del alma. A veces dice que el alma comienza a llorar, y dice ¡no, no, no! No quiero. Es una travesía tan dificultosa descender dentro del cuerpo que no está interesada en entrar en él. Hasta que el alma comienza a ver la mano de la Providencia Divina, que la fuerza y la obliga a entrar y cumplir su misión en la tierra. Esta es una posibilidad.

Pero hay otra posibilidad se dice en Jasidut. Cuando el alma pasa el frente y escucha el decreto de que tiene que bajar a este mundo, se da cuenta que el descenso al cuerpo es un estado potencial para alcanzar un placer infinito y serenidad en Dios, incluso más que el que sentía en el Jardín del Eden donde estaba antes. Y en cuento escucha que tiene una misión que realizar aquí, y tendrá en definitiva un beneficio por esa misión de recibir un placer infinito, el alma dice “por qué esperar ni siquiera un momento”, tal la expresión que se dice en idish, no quiere esperar ni un segundo por esta oportunidad única en el mundo de descender a un cuerpo y ameritar un placer infinito en Dios, “lahitaneg al Hashem”.

Hay dos posiciones opuestas que trataremos de entender, por qué se dice que el alma teme y llora y a veces se dice lo opuesto, que el alma está esperando tener la chance, la oportunidad de realizar su misión en la Tierra y ameritar un placer Divino.

Lejaim Lejaim

Antes de continuar, hay dos canciones en Jabad que retratan el descenso del alma en el cuerpo. Esta es una melodía relativamente simple, “el alma baja al cuerpo”, Haneshamá ioredet vetoj haguf, ¿la conocen? Dice así: el alma desciende al cuerpo y llora ¡vai, vai! Porque es un drama como dijimos antes, y entonces le dicen al alma “ieridá zo tzorej aliá”, este descenso es en aras de un ascenso, “ad she col zé kedai”, hasta que todo lo que te sucederá en este mundo en tu vida, es conveniente y vale la pena para el tikún, la rectificación y el placer que vas a recibir. 

Lejaim, Lejaim

Surge de este nigún que todo descenso, todo nacimiento, todo descenso de un alma a un cuerpo tiene este escenario, esta pena, la neshamá tiene miedo de descender al cuerpo. Y como dijimos antes, en Jasidut está dicho que el alma, espera la oportunidad de descender a un cuerpo por la oportunidad dorada por una vez cada tanto de descender a un cuerpo por que se da cuenta que es para lehitaneg al Hashem, tener un placer Divino infinito con Dios en este mundo, más que en el Mundo Superior.

Hay dos raíces de alma diferentes, hay almas raíces que tienen temor de la prueba, este es un mundo de pruebas, como las 10 pruebas que Abraham Avinu el primer judío enfrentó para poder llegar a ser el primer judío. Y es duro pasar las pruebas, por eso el alma tiene miedo de no poder pasar la prueba.

Pero las otras almas no tienen temor en absoluto, por el contrario esperan la oportunidad de disfrutar descender al mundo para tener placer con Dios.

¿A qué se asemeja esto? Hay ciertas personas que aman la aventura. ¿Todos saben lo que es aventura? Ciertos niños que les gusta tener la oportunidad de tener un pasaje a Brasil, al Amazonas, y allí es muy peligroso, hay serpientes, pueblos salvajes, que nunca tendrías semejante aventura en tu vida. Pero hay ciertas almas que son aventuradas, y otras que no están inicialmente dispuestas a la aventura, tiene miedo y quieren estar en casa, seguir estando donde están. Para esas almas el Jardín del Edén es el mejor ambiente, no aman la aventura. Pero hay otras almas que saben que la aventura es una posibilidad de tener placer con Hashem.

Lejaim, lejaim

Todos sabemos que el fundador del Jasidut, el movimiento jasídico, es Israel Baal Shem Tov. Y el Rebe Rashab que estuvo en Rostov es la séptima generación desde el Baal Shem Tov, algo muy especial. Los jasidim en esa generación le dieron mucha importancia que sea el séptimo, “Todos los séptimos son queridos”, tal como el Rebe de Lubavitch, Menajem Mendel Shneerson es el séptimo desde el primer Rebe de Jabad, Admur Hazakén, Rabi Shneur Zalmen de Liadi, por eso le damos muy importancia que el Rebe sea la séptima generación. Pero el que dio gran importancia a la primera generación fue el Rebe Rashab, porque él era la séptima generación desde el Baal Shem Tov.

¿Cuál es la enseñanza más fundamental del Baal Shem Tov? Era huérfano, sus padres murieron cuando era niño pequeño, lo último que escuchó de su padre es: “Isrulik, no tengas miedo de nada en este mundo, sólo teme a Dios”, no tengas miedo de nada. Esa fue la última voluntad y testimonio del padre del Baal Shem Tov para todos nosotros que seguimos las sendas del Jasidut. Y se aplica en especial al Rebe Rashab, la séptima generación como continuaremos explicando.

Realmente cuando escuchamos “no tengas miedo de nada”, pensamos en el niño pequeño que se interna solo en el bosque, en una situación muy peligrosa como dijimos antes, como ir al Amazonas, y no tenía miedo a nada. Pero decir “no tengas miedo a nada”, significa más que eso. No significa solo no tener miedo de animales salvajes, o personas salvajes que actúan como animales. Significa no tengas miedo de tu descenso propio.

A veces el tzadik, el justo, desciende e incluso cae, como el famoso dicho: “siete veces caerá el justo y se levanta”. No tengas miedo de ir para abajo, de descender, de caer. Puede haber toda clase estados de caída, como una persona muy rica y de repente entra en quiebra, es un descenso. No tengas miedo de descender.

El primer descenso es del alma al cuerpo, todo comienza con el nacimiento. No hay que tener miedo renacer, y de descender desde el Jardín del Edén a este mundo oscuro para cumplir un propósito, aunque aparentemente pierdas toda tu riqueza espiritual, tu entendimiento y tu luz, pierdes todo. No tengas miedo, y si no tienes miedo perteneces a esa categoría de almas que solo están esperando el momento de aceptar la aventura de bajar y vivir una vida en este mundo.

Cantemos otro shir, canción.

Ne bayus ya nikavo. I ne veriu nikamu.

Tolka Bogu adnamu. Niet, niet nikavo.

Krome Boga adnavo.

Ai-yai-yayayai-yai- yai

No le tengo miedo a nadie

No creo en nadie.

Solo en Di-s, el único.

No hay nadie, nadie excepto el único Di-s.

Ein Od Milevadó, No hay Nadie Más que Él.

 

El Rebe Rashab tiene una conferencia donde explica qué significa ser un Jasid. Todos queremos ser jasidim, del Rebe Rashab, del Rebe, de todos los Rebes, del Baal Shem Tov. En el Talmud dice que hay un verdadero jasid, y uno que aparenta ser un jasid, pero no lo es realmente, es un jasid tonto. El Rebe Rashab dedica toda una conferencia a explicar qué significa ser un jasid tonto, de lo cual podemos entender lo que significa ser un jasid verdadero. Queremos ser un jasid verdadero.

Dice: un jasid tonto, josid sheite, es una persona que piensa que deleitarse con Dios, participar en el placer Divino con Dios, es algo que la persona participa después de estar 120 años en este mundo después de morir. Va a ir al Jardín del Eden, el Mundo por Venir, y allí disfruta de la luz de Hashem. Dice esta es la definición de un jasid tonto. Piensa que tener placer de Dios se puede participar solo después de ciento veinte años en este mundo.

Pero el jasid verdadero es aquél que sabe que cada día de nuestra vida es una oportunidad única en la vida de tener placer con Hashem. Por esa razón el alma comprende que desea de un principio descender al mundo, y toda su vida tendrá días de elevación y también días de descenso. No tiene miedo de nada, como dijimos, y tiene la oportunidad Divina de “leitaneg al Hashem”, deleitarse con Dios, en su estudio de Torá, su plegaria a Hashem y en especial, más que nada al hacer buenas acciones, amar al prójimo judío, y difundir el bien al mundo en general, incluso al mundo no judío. Hay tres maneras de hacerlo, según los tres pilares sobre los que se sostiene el mundo: La Torá, la plegaria y las buenas acciones. Y cada uno de estos pilares es una oportunidad, cada día y cada momento del día de deleitarse con Hashem. Este es el motivo por el que el alma desciende a este mundo, y este es el jasid verdadero.

El jasid tonto cree en que es posible tener placer con Hashem, pero si lo merece será después de 120 años. 

La conclusión es que no queremos esperar ni un día la llegada del Mashíaj, que venga ahora dice el Rebe. De la misma manera todas las cosas buenas, las promesas y los placeres del Mundo por Venir los queremos en este mundo.

Esto lo aprendemos de la porción de la Torá de esta semana: Bereshit 24:1: “Y Abraham era anciano venido en días, y Hashem bendijo a Abraham con todo.” Abraham fue el primero en saborear el Mundo por Venir en este mundo. Este es el verso en el comienzo de la porción de esta semana en la Torá, de este día el nacimiento del Rebe Rashab.

Lejaim

 

Nuevamente, al principio de la porción de esta semana dice: “Y Abraham era anciano venido en días, y Hashem bendijo a Abraham con todo.” Los sabios interpretan la palabra anciano como “aquel que adquirió sabiduría”. No tiene que ser una persona anciana en días, no tiene que ser necesariamente un hombre viejo, de momento que tiene sabiduría es anciano, kaná jojmá, adquirió sabiduría.

¿Qué significa sabiduría? Se explica en Jasidut, sabiduría es “el sabio tiene sus ojos en su cabeza”, puede recordar cómo era su alma en su origen antes de descender a este cuerpo. Y también es capaz, con su sabiduría ve lo que va a nacer, ve hacia adelante, el futuro, ve el potencial concretándose, ve su propósito. Nuevamente, ser sabio es ver tu origen, de dónde has venido, “meain bata”, y ver tu propósito, por qué realmente estoy aquí en este mundo. Esto es ser sabio.  

Luego dice: “Y venido en días”, ba baiamim, es traer luz a cada día de su vida. Llenar su vida de luz, como está dicho al principio de la Creación: “Y llamó Elokim a la luz, día.” Trae la luz, la presencia de Dios en cada uno de los días de su vida.

Y entonces es bendecido con “col”, “todo”. Hashem beraj et Abraham becol”. ¿Qué significa col? Significa con todas las bendiciones, pero el significado místico es “clot hanefesh”, el alma tiene semejante pasión y deseo por Dios que, como dijimos antes, es el mismo concepto de deleitarse con el placer en Hashem en este mundo, por un continuo estado de clot hanefesh, entrega del alma. Hashem bendijo a Abraham con todo, es vivir el Mundo por Venir en este mundo. Y cada judío, todos nosotros podemos hacerlo por ser hijos de Abraham Avinu, luego de aprender de él.

Nuevamente, hay 3 cosas en este verso: tienes que ser Zakén, “Anciano”, recuerdas de dónde vienes y tienes un sentido de a dónde estás yendo en este mundo. Ser Ba Baiamim, “Venido en Días”, o sea traes luz a cada uno de los días de tu vida, y en especial, si tienes estas dos cosas Hashem te amerita “HaCol”, “Todo”, estás completamente enamorado de Dios, ¡y Dios está completamente enamorado de ti! “Vealai tchukató”. “Todo” es tchuká, estar enamorado de Dios, toda tu pasión es para Dios y Dios se apasiona por ti, como el novio y la novia, jatán y calá. Col es como el matrimonio, y es tener placer de Hashem en este mundo.

Lejaim, lejaim

Después de todo esto podemos concluir que para ser un verdadero jasid, el Rebe Rashab mismo explica que la palabra jasid, חסיד viene de la sefirá de jesed, חסד, bondad amorosa, más una iud, י, que proviene de la sefirá de jojmá, “sabiduría”. Como el anciano, zakén, que adquirió sabiduría como explicamos antes.

Un jasid es una persona dedicada como Abraham Avinu con bondad amorosa a recibir huéspedes, enseñar a todo el mundo. Todo esto proviene de un punto de sabiduría, ve el origen y el futuro, el propósito. Y la persona que tiene un punto verdadero de sabiduría es la persona de la cual el padre del Baal Shem Tov dijo “no tengas miedo de nada”. “Que mueran pero no con sabiduría”. ¿Cuál es el origen de todos los miedos? El miedo a la muerte, pero la persona que tiene sabiduría no muere, como está dicho “y vivirá Iaacov”, porque no tiene miedo de morir, y no le teme a nada.

 

Una vez más, la muerte es cuando una persona cae de su nivel, y todo lo que cae es llamado muerto en Cabalá. Si la persona no tiene miedo de caer, de descender y por el contrario ve el descenso como una aventura que le produce tener placer en Hashem, un placer infinito en Hakadosh Baruj Hu.

El jasid es básicamente una combinación de dos cualidades: jesed-bondad amorosa, hacer el bien a las personas, y sabiduría. El hecho de que no le teme a nada y desea descender a este mundo por esa aventura, viene de ese punto de sabiduría del “anciano venido en días”.

¡Todas las historias de esas personas que temen descender a este mundo, “vai vai vai!”, no son jasidim, provienen de la sefirá de biná, entendimiento, otro nivel del alma. El miedo a caer, del descenso.

Entonces lejaim, lejaim, “por la vida”, que todos seamos jasidim por el mérito del Admur HaRashab, que su mérito ayude a traer al Mashíaj para nosotros y para todo el mundo porque hoy el día de su nacimiento el mazal gover, su flujo de energía de lo alto es más fuerte. ¿Qué es el mazal? Cuando el alma desciende a su cuerpo le brindan un infinito poder para cumplir con su misión al nacer, por eso su mazal hoy es muy fuerte.      

Lejaim, lejaim.

Nigún de los jasidim de Rostov.

 Nuevamente, al principio de la porción de esta semana dice: “Y Abraham era anciano venido en días, y Hashem bendijo a Abraham con todo.” Los sabios interpretan la palabra anciano como “aquel que adquirió sabiduría”. No tiene que ser una persona anciana en días, no tiene que ser necesariamente un hombre viejo, de momento que tiene sabiduría es anciano.

¿Qué significa sabiduría? Se explica en Jasidut, sabiduría significa “el sabio tiene sus ojos en su cabeza”, puede recordar cómo era su alma en su origen antes de descender a este cuerpo. Y al ser sabio, con su sabiduría ve lo que va a nacer, ve hacia adelante el futuro, ve realizarse el potencial, ve su propósito. Nuevamente, ser sabio es ver tu origen, de dónde has venido, “meain bata”, y ver tu propósito, por qué estoy aquí en este mundo. Esto es ser sabio.

 

 



[1] (Traducción al español Jaim Frim)

[2] Ver aquí la Hitvaadut completa en inglés con traducción al ruso. Muchas melodías jasídicas https://www.youtube.com/watch?v=6UNOCApR3IE









































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