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domingo, 7 de septiembre de 2025

Ki Tavó Jai Elul

 BS"D



KI TAVÓ   כִּי־תָבוֹא

Deuteronomio 26:1-29:8         Haftará :   Isaias 60: 1-22



MATERIAL DE ESTUDIO

 DE GAL EINAI

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EL SONIDO DEL SHOFAR EN ELUL, 

EN LA CLASE DE JUDAÍSMO: 

PRIMICIAS DE CADA DIA 




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*🕯 MEZUZÁ PROTEJE LAS PUERTAS DE ISRAEL*

*📖CHARLA SOBRE LA MITZVÁ DE MEZUZÁ*

*DESDE EL BEIT JABAD SOHO, CABA, ARGENTINA*

CLASE COMPLETA

https://youtu.be/uukJ-vsQ94k


CLIP CON UN SOFER STAM

LA MEZUZA PROTEJE EL HOGAR DEL PUEBLO DE ISRAEL JABAD SOHO

https://youtube.com/shorts/UBvCMaE6rfo

MATERIAL DE ESTUDO

https://galeinai.org/2025/09/10/mezuza-proteje-las-puertas-de-israel/


*📖Con el Rabino Jaim Frim*

 


El umbral de la casa no es un lugar neutro. Según la Kabalá, la puerta es un punto de transición entre el mundo caótico (afuera) y el espacio ordenado y sagrado (adentro). Colocar una mezuzá en el marco derecho es como clavar una señal luminosa que dice: “Esta casa está bajo el dominio de Hashem.” El Nombre שדי en el reverso, visible desde fuera, ahuyenta lo negativo antes de que entre.

El Baal Shem Tov explicó que la mezuzá no solo protege el espacio físico, sino también la conciencia del judío. Cada vez que uno entra o sale y ve la mezuzá, recuerda: Hashem está conmigo en cada paso. La protección no es mágica, sino que surge de la conexión de la persona con la Torá a través de este acto de fe.


Un periódico con texto e imagen

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

כוזו במוכסז כוזו

 

Queridos amigos,

el Zóhar nos revela un secreto sobre la mezuzá. Dice así:

En la mezuzá está escrito el Nombre santo שדי. Cuando Israel entra en sus casas, este Nombre los protege de los ángeles destructores, que no pueden ingresar.”

¿No es maravilloso? El Zóhar nos muestra que la mezuzá no es un simple símbolo, ni un adorno en la puerta. Es un escudo espiritual, un sello de Hashem en el umbral de nuestro hogar.

🌄 La puerta: un lugar de paso

Pensemos un momento: la puerta de la casa es un espacio especial. Es un puente entre lo de afuera y lo de adentro. Afuera hay ruido, caos, preocupaciones… Adentro queremos paz, familia, santidad.

La mezuzá, con el Nombre שדי escrito en el reverso, es como un guardia fiel que nos dice:

👉 “Hasta aquí llegan las fuerzas de confusión, de miedo, de oscuridad. Aquí dentro reina la luz de Hashem.”

🛡️ Shaddai: el Nombre que protege

El Midrash explica que שדי significa: “Aquel que dijo a Su mundo: ¡Basta!”

Es decir, Hashem fue el que puso límites al caos y le dijo al universo: “Detente, aquí termina tu poder.”

Cuando colocamos una mezuzá, declaramos que en nuestro hogar, Hashem sigue diciendo “¡Basta!” a todo lo que amenaza nuestra paz: a la enfermedad, a la angustia, al temor.

❤️ El corazón en el umbral

El Baal Shem Tov enseñó que la mezuzá no solo protege las paredes de la casa, sino también al corazón del judío.

Cada vez que entramos y salimos, vemos la mezuzá, la tocamos, la besamos… y recordamos:

👉 “Shema Israel, Hashem Elokeinu, Hashem Ejad.”

Recordamos que no estamos solos, que nuestra vida tiene dirección, que todo lo que hacemos —en la casa, en el trabajo, en la calle— está bajo el cuidado de Hashem.

Una historia

Se cuenta que un jasid vino al Rebe de Lubavitch pidiendo una bendición porque había dificultades en su hogar.

El Rebe lo escuchó y le dijo con suavidad:

👉 “Revise sus mezuzot.”

El jasid volvió a casa y encontró que una letra estaba dañada. Puso una mezuzá kasher… y poco tiempo después, las tensiones en la familia comenzaron a aliviarse.

¿Fue un milagro?

Sí. Pero no un milagro mágico, sino el milagro de abrir de nuevo el canal de luz que conecta nuestro hogar con Hashem.

Queridos amigos,

cuando colocamos una mezuzá, no solo cumplimos una mitzvá más. Ponemos un sello de amor divino en la entrada de nuestra vida.

El Nombre שדי en la mezuzá es como un susurro de Hashem que nos dice:

👉 “Yo protejo tu salida y tu entrada, ahora y para siempre.”

Que podamos cuidar nuestras mezuzot, revisarlas, besarlas con conciencia… y que cada hogar judío se llene de esa luz y esa protección.

Shabat Shalom – que Hashem guarde nuestras entradas y salidas.

 

 

Zóhar – Mezuzá

1. Zóhar, Parashat Vaetjanán (Zóhar Jadash, Rut 95a)

מקור:

"מאן דזהיר במזוזתא – הקב"ה רחמי עלוהי ושומר ליה, כתיב 'ה' ישמור צאתך ובואך'."

Traducción:

“Quien cuida la mitzvá de la mezuzá, el Santo Bendito Sea tiene compasión de él y lo protege, como está escrito: ‘Hashem guardará tu salida y tu entrada’ (Tehilim 121:8).

🔑 El Zóhar enseña aquí que la mezuzá trae protección divina no solo dentro de la casa, sino también en los caminos de la vida.


2. Zóhar, Parashat Re’eh (Zóhar II, 266b)

מקור:

"במזוזה אית שם הקדוש שדי… כד ישראל נכנסין לבתייהו, שומרי להו ממלאכי חבלה דלא יכילין לאעלא."

Traducción:

“En la mezuzá está escrito el Nombre santo Shaddai. Cuando Israel entra en sus casas, los protege de los ángeles destructores, que no pueden ingresar.”

🔑 Aquí el Zóhar explica el sentido místico del Nombre שדי, escrito en el reverso del pergamino: es el escudo espiritual que protege la casa.


3. Zóhar, Parashat Pinjás (Zóhar III, 255a)

מקור:

"מאן דקבע מזוזה בפיתחיה ויהיב ליה לביה לשמא דקודשא בריך הוא, יתדבק ביה ויתרחיש עליה רחמי."

Traducción:

“Quien fija la mezuzá en su entrada y entrega su corazón al Nombre del Santo Bendito Sea, se adhiere a Él y sobre él se despierta misericordia.”

🔑 La mezuzá no es solo protección física, sino también un acto de devekut (adhesión a Hashem).

 

Mezuzá – la mitzvá de edificar la realeza

Por ejemplo: quien posee la midá de hishtavut (la cualidad de la ecuanimidad) no se ve afectado por la búsqueda de honores. La hishtavut corrige la mayoría de los rasgos del alma, y entonces no le importa si lo honran o lo desprecian, porque todo le resulta igual y no se impresiona más por una cosa que por otra.
¿Y cómo se alcanza esta midá? A través del versículo: “Shiviti Hashem lenegdí tamid – Puse a Hashem siempre frente a mí”. Así la persona adquiere para sí la cualidad de la ecuanimidad.

Está escrito en nombre del Baal Shem Tov que para llegar a la hishtavut hay que meditar en el Nombre כוז"ו = 39 = ט"ל, que alude a “Hashem Ejad”. El Baal Shem Tov explica:

  • כ"ו = 26 = Hashem (Havaia)
  • ז"ו = 13 = Ejad (Uno)

Es decir: la palabra זו – esto” se aplica a cada cosa por separado: esto es Hashem y esto también es Hashem… todo en el mundo es Hashem. Por eso, este Nombre tiene la capacidad de llevar al hombre a la midá de la hishtavut, que es, como dijimos, la principal corrección del ser humano.

Además, el valor completo de este Nombre (כף ואו זין ואו = 193) corresponde a טפטפי"ה = “iodea nagen” (el que sabe tocar/melodizar), que se denomina el “Nombre del pensamiento”, la edificación de Maljut. De aquí se entiende que la corrección de la hishtavut es la corrección de Maljut.

Aprendimos del Baal Shem Tov que la midá de la hishtavut está relacionada con el Nombre כוז"ו. Se acostumbra a escribir este Nombre en la parte trasera del pergamino de la mezuzá, frente a las tres apariciones del Nombre en el versículo:

“Shemá Israel, Hashem Elokeinu, Hashem Ejad”

de la siguiente manera:

י-ה-ו-ה אֱלֹהֵינוּ י-ה-ו-ה
כ ו ז ו במוכסז כ ו ז ו

De acuerdo con la cabalá, la mezuzá es la corrección de Maljut – la corrección de la casa. La mezuzá es la mitzvá por excelencia de la construcción de Maljut. Mezuzá = 65 = Adnut, el Nombre sagrado asociado con Maljut. En los escritos del Arizal está claramente afirmado: la mezuzá es la mitzvá de la edificación de Maljut.

El verbo “likboa” – fijar (en la brajá: “… vetzivanu likboa mezuzá”) viene de la raíz זוז = moverse. La palabra mezuzá incluye las letras זו  y también מה = 45, que es el valor del “milui” (relleno) del Nombre de Hashem (Y-H-V-H = 26). Así, en la propia palabra mezuzá vemos la conexión con el Nombre כוז"ו.

Sobre la mezuzá bendecimos: “…asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu likboa mezuzá”. No existe otra mitzvá en la Torá sobre la cual se bendiga con la expresión “likboa – fijar”. El concepto de “kviut” (fijeza) existe – como en “fijar tiempos para la Torá” – pero no decimos una brajá así. La única mitzvá cuya esencia es la “kviut”, y así se bendice, es la mitzvá de la mezuzá, que se fija en el umbral de la casa.

Por lo tanto, en la mitzvá de la mezuzá existen dos opuestos: la mezuzá es lo más firme y estable del mundo, y al mismo tiempo toda ella transmite la idea de movimiento (lazuz). Fijeza y movimiento: dos contrarios. La mezuzá es el secreto de la estabilidad absoluta, y sin embargo su raíz etimológica es “moverse”.

El Maguid de Mezritch, sucesor del Baal Shem Tov, escribe que todo sustantivo que comienza con la letra מ (como mezuzá) tiene relación con la forma causativa (hif’il), incluso si según el pshat no lo parece. Entonces, la mezuzá misma no se mueve, pero hace mover a todos. Es el elemento que pone en movimiento, pero él mismo permanece fijo.

Este fenómeno se conoce entre los primeros filósofos como: “el motor inmóvil”. Es decir, para poder mover, uno mismo debe ser inmóvil.

 

LA MEZUZÁ SEGÚN LAS ENSEÑANZAS DEL REBE

Rabí Meshulam Zusha de Anipoli nació en el año 5490 (1730) de su padre Rabí Eliezer Lipa y su madre Mirel, y fue el mayor entre sus hermanos. Se acercó a su maestro, el Maguid de Mezritch, durante los años de exilio que llevó junto a su hermano, Rabí Elimelej de Lizhensk, y se convirtió en uno de sus discípulos más destacados.

Un vínculo personal se forjó entre él y el Admur Hazakén, Rabí Shneur Zalman de Liadí, quien lo llamaba “el ministro de la Torá” (Sar HaTorá), y le pidió su aprobación para el Libro del Tania – a pesar de que Rabí Zusha siempre se esforzó en aparentar ser una persona simple. Falleció en Anipoli el 2 de Shevat 5560 (1800), y en su tumba fue escrito: “Aquí yace el santo… siervo de Dios en amor, alegre en los sufrimientos, y que a muchos hizo retornar del pecado”.

Antes de ir a dormir, Rabí Zusha solía dirigirse a Dios diciendo:
“¡Buenas noches a Ti, Dios! Buenas noches a todos los judíos” (en idish: A gute najt dir, A gute najt ale idn).
Él mismo decía que esto podía sonar un poco atrevido, pero lo explicaba: “Cuando uno ama a la madre, ama a los hijos. ¿A quién le decimos ‘buenas noches’ antes de dormir? A la madre. Yo digo que me está permitido decirle a Dios ‘buenas noches’, porque Él es como mi madre. No es atrevido decirlo: buenas noches a Ti, y buenas noches a todos los judíos”.

El Admur Hazakén, amigo de Rabí Zusha, transmitió un dicho similar en nombre del Maguid, quien lo había escuchado del Baal Shem Tov: “Cuando se ama al Padre, se ama a Sus hijos”. Y explicaba: de un amor verdadero a Dios debe necesariamente surgir el amor a Israel.
Sin embargo, hay una diferencia significativa entre las dos expresiones: Rabí Zusha se refirió a Dios con el título poco usual de “madre”. Y en verdad, no hay título más apropiado para el momento maternal del dormir. También el alma, que asciende al cielo durante el sueño, vuelve a integrarse en el “Yesod Ima”, el útero de la Madre Suprema, fuente de todas las almas.

La comprensión que revelaba Rabí Zusha en este movimiento del alma, y en la manifestación divina que lo origina, tenía su raíz en la conexión especial que él mismo tenía con su madre, gracias a la cual nació.

Y así fue la historia:

En aquellos días, los pobres solían andar en grupo pidiendo limosna. Una vez, un grupo de mendigos llegó a la casa de los padres de Rabí Zusha, cuando su padre estaba fuera trabajando y solo la madre estaba en casa. Dentro de ese grupo había un mendigo del cual incluso los demás pobres se alejaban, porque estaba lleno de llagas, y resultaba muy desagradable estar cerca de él.
La madre de Rabí Zusha lo vio, se apiadó de él, y con sus propias manos le lavó las heridas y le dio ropa nueva y limpia para vestir. Antes de que los mendigos se marcharan, aquel mendigo enfermo la bendijo diciendo: “Que tengas hijos como yo”.

Cuando ella escuchó esto, comenzó a llorar amargamente y su corazón se quebró dentro de sí. Cuando su esposo regresó a casa, le contó lo sucedido. Él la tranquilizó – aunque no estaba seguro – pero comprendió que quizás se trataba de un tzadik oculto. Y en mérito de aquel acto, nació Rabí Zusha.

Gracias a ese cuidado maternal hacia el cuerpo herido de aquel mendigo santo, la madre de Rabí Zusha mereció tener hijos como él. No es de extrañar, entonces, que su primogénito fuera un “niño de mamá”, que se dirigía de ese mismo modo también a Dios. En este espíritu, cubría con amor toda falta o herida que encontraba en otro judío, y aprendía incluso de un ladrón – como una madre, que no puede ver los defectos de su hijo y solo percibe sus virtudes. Así también Rabí Zusha no veía culpa en ningún judío. (De hecho, en el Zohar, la biná – entendimiento, la que descubre el bien oculto incluso dentro del pecado – es llamada “madre”).

Como observación adicional, es posible que esta historia haya inspirado el célebre relato de Rabí Najman de Breslov, “El cuento de los siete mendigos”. En ambos relatos aparecen mendigos justos, cuya deformidad externa oculta una perfección espiritual sublime. Tal como en el cuento de Rabí Najman los mendigos transmiten sus cualidades a los niños que criaron, así también aquí el mendigo transmite sus cualidades a los hijos de la madre que lo cuidó.

 

Una vez, Rabí Zusha fue a visitar a un enfermo.
De repente salió a la entrada de la casa, se dirigió a la mezuzá y la reprendió:
“¡Está escrito sobre ti Sh-D-I – Shomer Dlatot Israel (Guardián de las puertas de Israel) – ¿cómo permites que la enfermedad entre en la casa?!”.
Y agregó: “Lo que pasó, pasó. Pero de ahora en adelante, cumple lo que está escrito sobre ti”.
Y el enfermo sanó.

La simplicidad de Rabí Zusha se expresa en su hablar sincero y verdadero, ya sea consigo mismo (como se describe en muchos de sus relatos) o en su trato directo con Hashem o con las almas de los justos.
Aquí, Rabí Zusha, en su inocencia, incluso se dirige a la mezuzá con una exigencia-petición de que cumpla su función.

En casos similares, los tzadikim solían indicar revisar la mezuzá, suponiendo que los dueños de la casa no habían cumplido correctamente con la mitzvá. Rabí Zusha plantea algo distinto: el judío debe estar sano y, si no lo está, ¡hay que reprender a la mezuzá!

La mitzvá de Bikur Jolim (visitar a los enfermos), según el Rambam, forma parte del cumplimiento de “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Rabí Zusha no se conforma con la expresión de cariño sencilla que, según la tradición, “quita una sesentava parte de la enfermedad”. En su visita, exige de la mezuzá que proteja mejor a los habitantes de la casa, hasta quitar toda la enfermedad.

 

ZOHAR

“Quien cuida la mitzvá de la mezuzá, el Santo Bendito Sea tiene compasión de él y lo protege, como está escrito: ‘Hashem guardará tu salida y tu entrada’ (Tehilim 121:8).

“En la mezuzá está escrito el Nombre santo Shaddai. Cuando Israel entra en sus casas, los protege de los ángeles destructores, que no pueden ingresar.”

Traducción:

“Quien fija la mezuzá en su entrada y entrega su corazón al Nombre del Santo Bendito Sea, se adhiere a Él y sobre él se despierta misericordia.”

Amor y unidad – el denominador común de la suká y la mezuzá

En la cabalá hay una idea hermosa: tanto la suká como la mezuzá son múltiplos de trece – el valor numérico de ahavá (amor) y ejad (uno/unidad).

  • Mezuzá suma 65, que es 5 veces 13. Además, está compuesta por las letras זו = 13 y מזה = 52 = 4 veces 13.
  • Suká suma 91, que es 7 veces 13. Además, la palabra suká se compone de:
    • las letras וכ = 26 = 2 veces 13,
    • dentro de las letras סה = 65 = 5 veces 13 = mezuzá.

Esto enseña que en la suká, el Nombre de Hashem, Havaiá = 26, se encuentra “sentado” dentro de la mezuzá, que equivale al Nombre Adnut (א–דני = 65), la pronunciación (kri) del Nombre Havaiá.

Estas dos mitzvot tienen un denominador común: el amor. Son mitzvot de amor – amor a Hashem y amor entre las personas.

El amor provoca que yo actúe, que tenga mesirut néfesh (entrega de la vida), que dedique mi vida a los judíos, que dedique mi vida a traer a Hashem a la realidad y a llevar Su amor a los judíos en el mundo.

________________

🕯️ Historia 1: La mezuzá y la salud de un niño

Un padre viajó a Nueva York para pedir al Rebe una bendición, porque su hijo estaba muy enfermo y los médicos no encontraban solución.
El Rebe lo escuchó y le preguntó con serenidad:
👉 “¿Revisaron las mezuzot de su casa?”
El hombre respondió que no. El Rebe le indicó que las revisara inmediatamente.

Al regresar, el hombre llamó a un sofer, quien descubrió que en la habitación del niño, la mezuzá estaba pasul (inválida) porque una letra estaba rota. La reemplazaron por una mezuzá kasher.
Poco después, el estado de salud del niño empezó a mejorar hasta recuperarse por completo.

Enseñanza: Para el Rebe, la revisión de mezuzot no era un “milagro automático”, sino la forma de restablecer el canal espiritual de protección y bendición que la mitzvá trae al hogar.


🕯️ Historia 2: Protección en un viaje peligroso

Un empresario israelí debía viajar a un país en guerra por cuestiones de negocios. Preocupado por su seguridad, fue al Rebe a pedir consejo.
El Rebe le preguntó:
👉 “¿Sus mezuzot ya fueron revisadas en el último tiempo?”
El hombre respondió que no, y el Rebe le indicó que lo hiciera.

Revisaron todas sus mezuzot y encontraron varias inválidas. Luego de corregirlas, el hombre emprendió su viaje. Durante una emboscada en el trayecto, todos los vehículos de la caravana fueron atacados excepto el suyo, que inexplicablemente quedó intacto.

Enseñanza: El Rebe veía la mezuzá como una protección activa —no superstición, sino la energía espiritual real que la mitzvá genera cuando se cumple correctamente.

 

La Mezuzá según el Rebe de Lubavitch

Tema central: La mezuzá como símbolo de protección, identidad y conexión diaria con Hashem.

1. Introducción: El umbral de la vida judía

  • Pregunta inicial al público:
    👉 ¿Qué es lo primero que vemos al entrar a una casa judía?
  • Respuesta: la mezuzá.
  • Idea clave: No es solo un adorno, sino la declaración más visible de que en ese hogar mora la presencia de Hashem.

2. La protección de la mezuzá

  • Cita del Talmud (Menajot 33b):
    “Todo aquel que tiene mezuzá en su puerta está protegido por Hashem.”
  • El Rebe explicaba que la mitzvá misma genera protección, no como amuleto, sino porque conecta el espacio con la santidad.
  • Ejemplo inspirador: el Rebe aconsejaba revisar las mezuzot como primer paso cuando alguien pedía bendiciones por salud o parnasá.

👉 Mensaje para la comunidad: La mezuzá es un escudo espiritual y físico.

3. Identidad judía en el hogar

  • El Rebe la llamaba la “tarjeta de identidad del hogar judío”.
  • Explicación: así como el tefilín une la mente y el corazón con Hashem, la mezuzá une la casa y la vida cotidiana con la Torá.
  • Actividad sugerida: pedir a la gente que recuerde la primera vez que notó una mezuzá en su casa o en casa de sus abuelos → generar conexión emocional.

👉 Mensaje: La mezuzá nos recuerda quiénes somos cada vez que entramos y salimos.

4. Campaña del Rebe: Mivtza Mezuzá

  • En los años 70, el Rebe lanzó la campaña de mezuzot como parte de los Diez Mivtzoyim.
  • Historia: shlujim iban casa por casa ayudando a colocar y revisar mezuzot → miles de judíos volvieron a conectarse con su identidad.
  • Reflexión: Un acto tan sencillo como revisar o colocar una mezuzá puede cambiar el destino de una familia.

👉 Mensaje: La mezuzá es accesible, práctica y tiene un impacto enorme.

5. La dimensión interior de la mezuzá

  • El pergamino contiene el Shema Israel → declaración de unicidad de Hashem.
  • Según la Jasidut, representa que la santidad debe llegar hasta los “umbrales” de la vida → al trabajo, al estudio, a lo cotidiano.
  • El Rebe explicaba: al besar la mezuzá al entrar y salir, recordamos que en todo lo que hacemos estamos conectados con Hashem.

👉 Mensaje: La mezuzá santifica el ir y venir de la vida diaria.

6. Conclusión inspiradora

  • La mezuzá:
    • Protege.
    • Identifica.
    • Conecta.
  • Frase del Rebe:
    👉 “Colocar una mezuzá puede cambiar un hogar entero, traer protección y abrir un canal de bendiciones.”

📌 Dinámica final:

  • Invitar a todos a revisar sus mezuzot en los próximos días.
  • Entregar un folleto o contacto de un sofer que pueda ayudar.

Frase para cerrar la clase

“Así como la mezuzá está en la entrada de la casa, que la conciencia de Hashem entre en cada rincón de nuestras vidas.”

 

2. Fuente en la Torá

La mitzvá de colocar una mezuzá aparece dos veces en la Torá:

  • Parashat Vaetjanán (Devarim 6:4–9):
    “Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus portones.”
  • Parashat Ekev (Devarim 11:13–21):
    “…Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus portones.”

Estas secciones son los párrafos del Shema y el Vehaiá im shamoa, que son justamente los textos que se escriben dentro de la mezuzá.

📜 TEFILIN

Shemá Israel – Devarim / Deuteronomio 6:4–9

“Shemá Israel, HasheM Elokeinu, Hashem Ejad…”

Habla de la unicidad de Hashem y de amarle con todo el corazón.

Contiene el precepto de colocar tefilín en el brazo y la cabeza.

Vehayá im shamoa – Devarim / Deuteronomio 11:13–21

“Vehayá im shamoa tishmeú…”

Promete bendiciones si Israel cumple la Torá, y advierte sobre las consecuencias si No lo hace.

También repite la mitzvá de tefilín.

Kadesh Li kol bejor – Shemot / Éxodo 13:1–10

“Kadesh li kol bejor…”

Relata la santificación de los primogénitos y recuerda la salida de Egipto.

Contiene la orden de recordar el éxodo diariamente.

Vehayá ki yeviaja – Shemot / Éxodo 13:11–16

“Vehayá ki yeviaja Hashem…”

Habla del mandamiento de redimir a los primogénitos y vuelve a mencionar la señal de los tefilín como recuerdo de la salida de Egipto.

3. Contenido de la Mezuzá

  • En el pergamino (klaf) escrito por un sofer stam se encuentran:
    1. Shema Israel (Devarim 6:4–9).
    2. VehaIá im shamoa (Devarim 11:13–21).
  • En el reverso del pergamino se escribe el Nombre de Hashem: שדי (Shadai), acrónimo de Shomer Dlatot Israel — “El Guardián de las Puertas de Israel”.

4. Halajot principales

  1. La mezuzá se coloca en el lado derecho de la puerta, al entrar a la habitación.
  2. Se coloca en la tercera parte superior del marco.
  3. Se inclina un poco hacia adentro (según la costumbre ashkenazí; los sefardíes la colocan vertical).
  4. Cada cuarto que se usa regularmente debe tener mezuzá (dormitorios, comedor, estudio, etc.), excepto baños.
  5. Debe ser revisada periódicamente (se recomienda cada 3 A 5 años, o antes si hay humedad).

 

5. Significado espiritual y jasídico

  • La mezuzá es un recordatorio constante de la unicidad de Hashem cada vez que entramos o salimos de un lugar.
  • Según el Rambam (Hiljot Mezuzá 6:13), cuando una persona toca la mezuzá y recuerda el amor a Dios, se despierta su conciencia espiritual.
  • En la tradición jasídica se explica que la mezuzá es como una corona protectora sobre el hogar, que conecta la vida cotidiana con la santidad.
  • El Baal Shem Tov enseñó que mirar la mezuzá ayuda a mantener el bitajón (confianza en Hashem) en todas las áreas de la vida.

 

6. Costumbre práctica

  • Al entrar o salir, muchos tienen la costumbre de tocar la mezuzá con la mano y luego besar los dedos.
  • Es un acto de cariño hacia la Torá y de conexión personal con Hashem.

 

7. Mensaje central

La mezuzá no es solo un símbolo externo, sino un recordatorio interno: cada hogar judío debe estar impregnado de Torá, amor y reverencia a Hashem.

 

📌 Actividad para la clase:

  • Mostrar un pergamino real de mezuzá (o imágenes).
  • Explicar cómo identificar si es kasher.
  • Reflexión grupal: ¿Qué significa para ti tener una mezuzá en tu casa?

 

PERGAMINO

El “gvil” (גויל) del Sefer Torá es uno de los tipos de pergamino de cuero que la Torá permite usar para escribir:

  • Cuando se prepara un cuero para escritura ritual (Sefer Torá, tefilín, mezuzot), se lo puede procesar de tres formas:
    1. גוויל (gvil): el cuero entero, con sus dos caras, procesado junto.
    2. קלף (klaf): la capa externa del cuero (blanca), separada y procesada.
    3. דוכסוסטוס (dujsustus): la capa interna del cuero (más oscura), separada y procesada.

📖 En la práctica halájica:

  • Sefer Torá: según la halajá de Moshe en el Sinaí (halajá leMoshe miSinai), lo ideal es escribirlo en gvil (el cuero completo). Hoy en día, la mayoría se escriben en klaf, que también es válido.
  • Tefilín: deben escribirse en klaf.
  • Mezuzá: deben escribirse en dukhsustos (aunque en la práctica la mayoría de los poskim permiten klaf, y así es la costumbre extendida).

🔑 Entonces: el gvil del Sefer Torá es el cuero completo, procesado como una sola pieza, que se usaba tradicionalmente para escribir los rollos de la Torá.

DE QUÉ ANIMALES

se puede obtener el cuero para el sefer torá, los tefilin y la mezuzá?

📜 Regla general

El cuero debe provenir de un animal kasher (שֶהַתּוֹרָה מַתִּירָה בַּאֲכִילָה).

  • Incluso si el animal no fue faenado (shejitá) de forma kasher, el cuero sí puede usarse.
  • Lo que importa es que la especie sea kasher (vaca, oveja, cabra, ciervo kasher, etc.).

Esto se aprende del pasuk למען תהיה תורת ה’ בפיך (“para que la Torá de Hashem esté en tu boca” – Shemot 13:9), que los Sabios interpretan: מִן הַמֻּתָּר בְּפִיךָ → “de lo permitido en tu boca”.

🐂 Animales válidos

  • Vaca / toro / ternera
  • Oveja
  • Cabra
  • Ciervo (y otros animales kosher de cuatro patas)

🚫 Animales no válidos

  • Animales no kasher (cerdo, caballo, camello, etc.).
  • Tampoco aves o peces (aunque sean kasher), porque no son aptos para pergamino ritual.

📘 Aplicación práctica

  • Sefer Torá: lo ideal es sobre gvil de vaca. También es válido klaf de vaca u otro animal kasher.
  • Tefilín: deben ser en klaf (capa externa del cuero de animal kasher).
  • Mezuzá: halajá leMoshe miSinai dice dujsustos, pero en la práctica se usa klaf de animal kasher.

Nota jasídica

Se explica en el Zóhar y en el pensamiento jasídico que usar la piel del animal kasher eleva la “nefesh habehemit” (alma animal) hacia la santidad, pues se convierte en soporte de palabras de Torá y mitzvá.

El klaf es el pergamino que se coloca dentro de la caja de la mezuzá. Su elaboración es un proceso meticuloso y sagrado, siguiendo estrictas leyes halájicas (judías) para asegurar su santidad y validez. Aquí te detallo los pasos principales:

  1. Preparación de la piel:
    • Animales Kosher: El klaf debe ser hecho de la piel de un animal kasher (permitido para el consumo según la ley judía), como una vaca, oveja o cabra.
    • Proceso de curtir (Hashjafá): La piel se cura mediante un proceso especial para convertirla en pergamino. Este proceso debe ser realizado "para el propósito de la santidad" (l'shem kedushat sefer Torá, Tefillin u'mezuzot). Esto significa que la persona que curte la piel debe tener la intención explícita de que será utilizada para un objeto sagrado. Es preferible que el curtido se realice con agentes naturales y, tradicionalmente, se usa un método que no requiere productos derivados de animales impuros.
    • Alisado y preparación: Una vez curtida, la piel se alisa cuidadosamente para crear una superficie uniforme y adecuada para escribir. Esto puede implicar raspar, estirar y pulir la piel.
  2. Preparación para la escritura:
    • Marcado de líneas (Siru): El escriba (Sofer Stam) marca líneas horizontales en el klaf utilizando una herramienta sin tinta, como una aguja o un estilete, para asegurarse de que la escritura sea recta y uniforme. Estas líneas no son solo una guía estética, sino un requisito halájico.
  3. La escritura (Ktav Ashurit):
    • El Sofer Stam: Solo un "Sofer Stam" cualificado y piadoso puede escribir el klaf. Un Sofer Stam es un escriba especializado en la escritura de Sifrei Torá (rollos de la Torá), Tefillin (filacterias) y Mezuzot. Debe ser un judío observante y haber recibido una formación extensa.
    • Intención (Kavanah): Cada letra debe escribirse con la intención consciente y explícita de que se está escribiendo "para el propósito de la santidad" de una mezuzá. Si falta esta intención, el klaf es inválido. Antes de comenzar a escribir, el Sofer recita una bendición especial.
    • Tinta (Dyo): La tinta debe ser negra y especialmente preparada a partir de ingredientes naturales (como hiel de agallas de roble, goma arábiga y hollín) según especificaciones halájicas.
    • Pluma (Kulmus): La pluma utilizada debe ser de un material kasher, generalmente una pluma de cálamo o de un ave kasher.
    • Letras individuales: Cada letra debe ser escrita de forma individual y completa, sin que dos letras se toquen. La forma de las letras debe ser precisa, siguiendo el estilo de escritura hebrea conocido como "Ktav Ashurit" (escritura asiria), que es la forma tradicional utilizada para textos sagrados. Hay reglas muy específicas sobre la forma de cada letra y sus adornos (tagin).
    • Pasajes de la Torá: El klaf debe contener los dos pasajes completos del Shemá (Deuteronomio 6:4-9 y 11:13-21) en su orden correcto.
    • Nombre de Dios: Los nombres de Dios deben escribirse con especial reverencia y concentración.
    • Reverso del klaf: En el reverso del klaf, en el exterior, tradicionalmente se escribe el nombre de Dios, "Shadai" (שד"י), que es un acrónimo de "Shomer Daltot Yisrael" (Guardián de las Puertas de Israel).
  4. Inspección (Hagahá):
    • Una vez terminado, el klaf es inspeccionado cuidadosamente por el propio Sofer y, idealmente, por un segundo Sofer o un experto en halajá para detectar cualquier error. Cualquier letra mal formada, borrón, omisión o adición, o incluso la falta de intención al escribir una letra, puede invalidar el klaf. Hoy en día, muchos klafim también son revisados digitalmente.

Una vez que el klaf ha sido escrito e inspeccionado y se considera válido, se enrolla desde el final hacia el principio, con la palabra "Shadai" visible en el exterior cuando está en la caja. Luego se coloca en la caja protectora para la mezuzá.

Todo este proceso asegura que la mezuzá sea un objeto de gran santidad y un cumplimiento válido del mandamiento divino.

TINTA

📜 Reglas de la tinta para mezuzot (y STaM en general)

1. Origen en la halajá

  • En la Guemará (Shabat 103b, Gittin 19a) se mencionan varios tipos de tintas y la halajá exige דיו” – dio, es decir, la tinta tradicional usada para escribir.
  • Rambam (Hiljot Tefilín uMezuzá 1:4):
    👉אין כותבין אלא בדיו” – “No se escribe sino con tinta.”

2. Requisitos básicos

  • La tinta debe ser negra (Shulján Aruj, Yore Deá 271:6).
  • Debe ser duradera y no borrarse fácilmente.
  • Debe adherirse bien al pergamino (klaf).

3. Composición tradicional

La tinta kasher clásica se prepara con:

  • Humo (de aceite o madera) → para el pigmento negro.
  • Goma arábiga (o savia vegetal) → como aglutinante.
  • Agua o vino → como disolvente.
  • A veces se agregaba miel o sustancias naturales para fijar.

Se hacía una pasta sólida que se mezclaba con agua al escribir.

4. Din “leshemá”

  • Algunos poskim escriben que también la tinta debe prepararse “leshem kedushat mezuzá”, especialmente cuando se cocina.
  • Otros permiten usar tinta ya preparada de fábrica, si se tiene kavaná al momento de escribir.

5. Colores inválidos

  • Cualquier color que no sea negro (rojo, azul, verde, etc.) → pasul (inválido).
  • Negro que tiende a verde o azul → también cuestionable.

6. Dimensión jasídica

La tinta negra simboliza la auto-anulación (bitul):

  • El pergamino blanco representa la luz divina.
  • La tinta negra son las letras de la Torá, que limitan y canalizan la luz.
  • Así, la mezuzá une luz infinita (pergamino) con revelación finita (letras), haciendo que la Torá se haga realidad en el mundo.

En resumen:

  • La mezuzá debe escribirse con tinta negra especial de STaM.
  • La tinta debe ser duradera, kasher y preferentemente hecha leshemá.
  • Representa la unión entre lo oculto y lo revelado en la Torá.

 

KAVANOT

La cuestión de la kavaná (intención) en la preparación del cuero y en la escritura de STaM (ספרי תורה, תפילין, מזוזות) es central en la halajá.

📜 1. En la preparación del cuero

  • Rambam (Hiljot Tefilín 1:11): el Sefer Torá y los tefilín requieren que el cuero sea procesado “leshem kedushat Sefer Torá / tefilín”, de lo contrario son pesulim (inválidos).
  • Sobre la mezuzá, el Rambam dice que no requiere leshemá (como vimos antes), aunque la mayoría de los Rishonim y Ajaronim discuten con él y sostienen que sí necesita kavaná.
  • La discusión de los últimos poskim: ¿“leshemá” significa un pensamiento consciente y verbalizado (majshavá) o basta con una aceptación y conformidad (hitratzut) de que se está haciendo para kedushá?

✍️ 2. En la escritura

  • Todos los poskim están de acuerdo que la escritura del Sefer Torá, tefilín y mezuzá requiere kavaná.
  • El sofer debe declarar al comenzar: הריני כותב לשם קדושת ספר תורה / תפילין / מזוזה.
  • En casos especiales (como la palabra del Nombre de Hashem), la halajá exige incluso verbalizar claramente la intención antes de escribir.

🕯️ 3. Dimensión espiritual

  • Según el Baal Shem Tov, “leshemá” no es solo una formalidad legal, sino que la intención impregna la kedushá real en el objeto.
  • Sin la kavaná adecuada, el pergamino puede ser kasher técnicamente (según ciertas opiniones), pero no cumple el propósito espiritual de vehayú hadvarim haele… al levaveja (“estas palabras estarán… sobre tu corazón”).

Resumen

  • Sí, se necesita kavaná en la escritura, siempre.
  • En el procesamiento del cuero:
    • Rambam → no en mezuzá, sí en Sefer Torá y tefilín.
    • Rishonim/Ajaronim → también en mezuzá.
  • Cuanto más consciente y verbalizada sea la intención, más completa es la mitzvá y más duradero el objeto sagrado.

esquema paso a paso con las kavanot requeridas en cada fase de confección de STaM (Sefer Torá, Tefilín, Mezuzá), útil como manual de repaso para soferim o para estudiantes de halajá.

📜 Esquema de Kavanot en STaM

1. Preparación del cuero

  • Sefer Torá y Tefilín: el sofer (o el que procesa el cuero) debe decir:
    👉 “L’shem kedushat Sefer Torá / Tefilín.”
  • Mezuzá:
    • Rambam: no requiere.
    • La mayoría de poskim: sí requiere, igual que Sefer Torá y Tefilín.
  • 🔑 Kavaná: intención consciente de que el cuero servirá para la mitzvá.

2. Sirtut (marcar las líneas)

  • Antes de marcar las líneas en el klaf:
    👉 “L’shem kedushat Sefer Torá / Tefilín / Mezuzá.”
  • Sin esta kavaná, el escrito es inválido.
  • 🔑 Kavaná: que las líneas son para guiar la escritura sagrada.

3. Escritura de letras

  • Al comenzar a escribir:
    👉 “Harini kotev l’shem kedushat Sefer Torá / Tefilín / Mezuzá.”
  • Cada letra debe escribirse de forma que sea “nikret al shem otiot” — reconocible como letra.
  • 🔑 Kavaná: escribir cada letra con cuidado y belleza, con conciencia de kedushá.

4. Nombres sagrados de Hashem

  • Antes de escribir un Shem Kodesh (י־ה־ו־ה, אדני, אלוקים, וכו’):
    👉 Declarar verbalmente: “Harini kotev shem zeh l’shem kedushat Hashem.”
  • Si escribió el Nombre sin kavaná → no se borra, pero no se usa para mitzvá → el klaf puede ser inválido.
  • 🔑 Kavaná: santificar el Nombre y escribirlo con temor y amor.

5. Orden de escritura

  • Se exige “kesidran” (escribir en orden):
    • En Tefilín y Mezuzá, si se salteó o corrigió fuera de orden, queda pasul.
    • En Sefer Torá, hay más posibilidades de corrección, pero sigue siendo ideal mantener el orden.
  • 🔑 Kavaná: escribir según el orden exacto que Moshe recibió en el Sinaí.

6. Colocación en batim (para Tefilín)

  • Al colocar los parshiot en los batim:
    👉 “L’shem kedushat Tefilín.”
  • También al coser los batim y al pasar las retzuot.
  • 🔑 Kavaná: que los batim y retzuot son parte integral de la mitzvá.

7. Colocación en la caja (para Mezuzá)

  • Al enrollar el pergamino:
    👉 “L’shem kedushat Mezuzá.”
  • Al insertarlo en el estuche y fijarlo en la puerta:
    👉 “L’shem mitzvat mezuzá.”
  • 🔑 Kavaná: que la mitzvá protege y santifica el hogar judío.

Resumen en tabla

Etapa

Sefer Torá

Tefilín

Mezuzá

Kavaná clave

Procesar cuero

Leshem ST

Leshem Tefilín

(Discusión)

Preparación sagrada

Sirtut (líneas)

Obligatorio

Obligatorio

Obligatorio

Marcar para kedushá

Escritura inicial

Leshem ST

Leshem Tefilín

Leshem Mezuzá

Intención explícita

Nombres de Hashem

Declarar

Declarar

Declarar

Santificación

Orden (kesidran)

Ideal

Pasul sin orden

Pasul sin orden

Exactitud

Colocación en batim

Leshem Tefilín

Santidad en unión

Colocación en caja

Leshem Mezuzá

Mitzvá del hogar

 

TEXTO

El Shemá es la declaración esencial de la fe Judía: “Oye Israel, Havaiá es nuestro Dios, Havaiá es Uno”. La primera palabra “Oye” ( שְׁמַע , shemá), tiene 3 letras que pueden ser permutadas en seis formas diferentes, que alude cada una a una parte de un verso o de un dicho rabínica. Vamos a ver:

  • שמע“Alcen sus ojos a las alturas” ( שְ אוּ מְ רוֹם עֵינֵיכֶםseú marom eineijem), es una frase de Ishaiahu 40:26.
  • שעמ – “una llama se eleva por sí misma” ( שַׁ לְהֶבֶת ע וֹלָה מְאֵלֵיהַshalhebet olá mielea ), una expresión rabínica de Shabat 21a (ver también Rashi sobre Éxodo 27:20).
  • מעש – “¿Quién ha ascendido a los cielos?” ( מִ י עָ לָה שָׁמַיִם , mi alá shamaim ), una frase de Proverbios 30:4.
  • משע – “El lugar del Mundo” ( מְ קוֹמוֹ שֶׁ ל עוֹלָם , makom shel olam ), una connotación rabínica para el Creador.
  • עשמ – “En las Alturas has colocado Tu residencia” (עֶ לְיוֹן שַׂמְתָּ מְעוֹנֶךָ ), una frase del Salmo 91:9.
  • עמש – “El yugo del Reino de los Cielos” ( ע וֹל מַלְכוּת שָׁמַיִםol maljut Shamaim ), una expresión rabínica específicamente relacionada a la intención del Shema, es decir, tomar el yugo del Reino de los Cielos. Ver Berajot 13a.

 


Sol brillando en el pasto

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SHNEUR: DOS LUCES

Farbrengen de Kaf Dalet Tevet 5768 con el Rabino Yitzchak Ginsburgh

Se cantó el nigun "Keili Ata".

¡Lejaim Lejaim!

Hoy es el yahrzeit del Alter Rebe, el fundador de Jasidut Jabad. El significado literal de su primer nombre, Shneur, es "dos luces". El propio Baal Shem Tov dijo que el alma del Alter Rebe descendió al mundo para unificar los dos aspectos/luces de la Torá, lo oculto y lo revelado. La comprensión simple de esta afirmación es que la luz oculta de la Torá se refiere a la Jasidut, cuyo estudio, al estilo de Jabad, permite comprender los misterios del Zóhar y las enseñanzas de la Cabalá de una manera que puede nutrir el alma con comprensión interna. El Alter Rebe trajo la Cabalá del Baal Shem Tov a todo el mundo, especialmente en su texto clásico, el Tania. En cuanto a la luz revelada de la Torá, la Halajá, el Alter Rebe fue su mayor codificador, desde su tiempo hasta el presente, cuyos resultados tenemos como el Shulján Aruj del Alter Rebe. De esta manera, ambas luces de la Torá se unificaron en la persona del Alter Rebe.

Dos luces en el Tania

Una comprensión adicional, más profunda, de las dos luces del Alter Rebe se encuentra en un discurso del Rebe. Él señala que en la primera edición del Tania solo había dos partes, el Libro de los Intermediarios y la Puerta de la Fe y la Unificación. El tema de la primera parte es cómo cada individuo puede llegar a comprender y sentir que toda la Torá está cerca de su boca y su corazón; la primera parte, por lo tanto, acerca al Todopoderoso a cada individuo. La segunda parte trata sobre las unificaciones superiores e inferiores. La unificación superior es cómo el mundo —traído por Dios a la existencia cada (momento de cada) día de la nada— es nulo dentro de la esencia de Su conciencia, por encima del tiempo y el espacio. La unificación inferior es cómo el proceso de recreación continua refleja, en nuestra conciencia, la presencia del Creador en el contexto del tiempo y el espacio. El Rebe explica que la primera parte del Tania está destinada a llevar la Divinidad, la luz de Dios, al corazón del hombre, mientras que la segunda parte está destinada a atraer la Divinidad a la tierra y revelar la presencia del Creador en todas Sus creaciones. Él dice que entonces podemos ver las dos primeras partes del Tania como "dos luces", una oculta (en el corazón del hombre) y otra revelada (en el mundo en general). El Rebe continúa explicando que incluso en la primera parte del Tania mismo hay dos luces, la luz de la mente que ilumina las emociones del corazón, revelando así la luz innata del corazón. (El segundo nombre del Alter Rebe, Zalman [ídish para Salomón], en hebreo se permuta para deletrear lizman, "al tiempo", y por lo tanto puede verse que corresponde a la segunda parte del Tania que atrae las dos luces a la realidad del tiempo y el espacio).

En Séfer Yetzirá (el Libro de la Formación), la realidad se describe como compuesta por 3 dimensiones: mundo, tiempo y alma. Usando esto como referencia, podemos decir que la primera parte del Tania se enfoca en atraer la Divinidad a la dimensión del alma (el individuo). La segunda parte se enfoca en atraer lo Divino a las dimensiones del mundo y del tiempo.

Dos luces en el hombre

El tercer versículo de la Torá dice: "Y Dios dijo: '¡Sea la luz!' Y hubo luz". Así que la primera vez que se menciona la luz en la Torá, aparecen dos luces. Hay muchas explicaciones en la Cabalá sobre la naturaleza de cada una de estas dos luces. El valor numérico del versículo וַיֹּאמֶר אֱלֹהִים יְהִי אוֹר וַיְהִי אוֹר, "Y Dios dijo: '¡Sea la luz!' Y hubo luz", el primer dicho de la creación, es exactamente el mismo que el valor de וַיֹּאמֶר אֱלֹהִים נַעֲשֶׂה אָדָם, "Y Dios dijo: 'Hagamos al hombre'", el dicho que lleva la creación a su culminación en el sexto día. En las palabras del Séfer Yetzirá, "el fin está incrustado en el principio". El verbo "hacer" ("Y Dios dijo: 'Hagamos al hombre'") implica rectificación y perfección, como veremos más adelante. Por lo tanto, no hay mayor rectificación del hombre que conectar las dos luces primordiales del primer día de la creación.1

Entre Janucá y Purim

El mes de Tevet se encuentra en medio del período entre Janucá y Purim. [Dentro de este período se encuentran las semanas de Shovavim, llamadas así por las iniciales de las porciones de la Torá leídas (Shemot, Va'eira, Bo, Beshalach, Yitro, Mishpatim), que según los cabalistas es el tiempo para rectificar nuestra conducta sexual.] Una vez que comprendamos la importancia de todo este período, comprenderemos mejor la importancia del 24 de Tevet.

Si miramos en el Kedushat Levi, la colección de enseñanzas de Rav Levi Yitzchak de Berdichev, vemos que él se detiene en el punto de Janucá y explica extensamente cuál es la diferencia entre Janucá y Purim. Al observar sus enseñanzas, podemos llegar a comprender más plenamente la esencia del período entre Janucá y Purim.

En Jasidut se explica que el tema común de estas dos festividades, establecidas por los sabios, es que los milagros que conmemoran ocurrieron bajo un disfraz natural —el milagro está oculto dentro de la naturaleza—. Esto contrasta con las festividades de la Torá que conmemoran los eventos sobrenaturales y los milagros revelados que ocurrieron en el éxodo de Egipto. El Kedushat Levi, sin embargo, explica que dentro de la categoría de milagros ocultos, como Janucá y Purim, hay dos tipos. Él dice que en Janucá el milagro ocurrió porque nosotros aquí abajo actuamos con un tremendo autosacrificio y que nuestras acciones se unieron a la ayuda de Dios desde arriba. Aún así, fue nuestro despertar desde abajo lo que atrajo la luz del milagro. Pero, en Purim, aunque hubo un cierto despertar desde abajo, no fue en absoluto al mismo nivel que la cantidad de autosacrificio que se encuentra en los actos de los Hasmoneos. La grandeza de Janucá es, por lo tanto, el autosacrificio de los seres humanos. En Purim también hubo autosacrificio que entró en juego cuando los judíos no se convirtieron durante todo un año a pesar de que parecía seguro que todos los judíos serían asesinados. Sin embargo, no fue lo mismo en absoluto.

¿Qué se deduce de esto? Por un lado, podríamos pensar que el milagro de Janucá fue mayor porque participamos y contribuimos a que el milagro ocurriera. Pero el Kedushat Levi dice que el milagro de Purim es mayor en el sentido de que fue mucho más claro que el milagro vino de Dios, desde arriba y que fue un milagro. En otras palabras, la conclusión del Kedushat Levi es que el milagro de Janucá está más oculto dentro de la naturaleza, más revestido que el milagro de Purim.

Aunque los sabios dicen que la naturaleza del varón es salir y conquistar, pero que no es la naturaleza de la mujer hacerlo, hay una historia asombrosa relacionada con Janucá, la de Judit que mató a Holofernes. En hebreo, "Judit" se pronuncia Yehudeet, y es también la forma femenina de Yehudee, que significa "judío". Así, Judit es también la forma femenina de "judía". El Arizal escribe que Judit fue una reencarnación de Ya'el quien mató a Sísara, el comandante de las fuerzas cananeas en tiempos de Devora y Barak.2 Al igual que Ya'el antes que ella, Judit atrapó a Holofernes. Sin embargo, hay una diferencia crucial entre las dos. Para atrapar a Sísara, Ya'el tuvo que cometer un pecado, sobre el cual los sabios dicen que un pecado por amor al Cielo es mayor que una buena acción que no es por amor al Cielo.3 Pero Judit no necesitó esto; ella pudo atrapar a Holofernes sin cometer un pecado.

Además del hecho de que Judit es la heroína femenina de Janucá y estamos ahora en el período entre Janucá y Purim, mencionamos a Judit por otra razón. En hebreo, la guematria de Judit, יהודית es 435, que es también el valor numérico exacto de la fecha de hoy, el cumpleaños del Alter Rebe: 24 de Tevet, o כד טבת. Además, 435 es igual a r29, lo que significa la suma de todos los enteros del 1 al 29. ¡Las iniciales de כד טבת son iguales a 29! Así que hay una razón especial para estudiar sobre Judit y su forma hebrea, Yehudeet, hoy.

Ya hemos mencionado que Judit se asocia con Janucá, pero también está conectada con Purim. El héroe de Purim es Mardoqueo el judío. Mardoqueo es la primera persona que no era de la tribu de Judá en ser llamada judío, Mardoqueo el Yehudee. Los sabios explican que a partir de ese momento, una persona que niega completamente la idolatría es llamada judío (no solo alguien de la tribu de Judá). Así que todo este período de tiempo entre Janucá y Purim puede describirse como el tiempo entre Judit y Judío, o en hebreo, entre Yehudeet y Yehudee, las formas femenina y masculina de "judío". En guematria, la suma de Judío y Judit es 470, que es también el valor numérico de "¡'Sea la luz' y hubo luz!" יהי אור ויהי אור, los dos tipos de luz, los tipos de luz masculina y femenina que mencionamos anteriormente y también el valor numérico de נעשה אדם, algo a lo que nos referiremos en la segunda mitad de la charla de hoy.4

Para unir las cosas, hemos visto ahora que el milagro de Janucá es más femenino, porque fue el resultado de nuestro despertar de abajo, que en la Cabalá se llama aguas femeninas, y por lo tanto estaba más completamente revestido en la naturaleza, que también es femenina. El milagro de Purim fue más masculino porque fue principalmente un despertar de arriba, llamado aguas masculinas en la Cabalá y por lo tanto también más revelado y contrario a la naturaleza.

Judit como modelo de mujer guerrera judía

Volvamos a Judit. En Shabat fue el yahrzeit (día de fallecimiento) de Maimónides (20 de Tevet). Una vez se pensó por error que el yahrzeit de Maimónides era el 24 de Tevet. Aunque fue un error, nos dice que existe una fuerte conexión entre Maimónides y el Alter Rebe y, por lo tanto, como veremos, entre Maimónides y Judit. En la generación del Maguid, la gente describía al Alter Rebe como poseedor de la mente de Maimónides.

En el Yad, la codificación de la ley judía de Maimónides, Hilchot Melachim son leyes que son de gran relevancia para nosotros hoy porque tratan sobre la monarquía judía y nuestra tarea en esta generación es renovar la monarquía con la venida del Mashíaj. En estas leyes, Maimónides escribe que hay conflictos, guerras entre Israel y sus enemigos, en las que la Torá nos manda participar. Según Maimónides, las guerras de los Hasmoneos fueron tales guerras mandadas por la Torá, porque tenemos que defendernos de nuestros enemigos y no permitirles conquistar nuestra tierra y prohibir nuestra observancia de la Torá. Maimónides escribe que en tal guerra, incluso un novio y una novia tienen que dejar su dosel nupcial para unirse a la batalla. Los diferentes comentaristas a lo largo de las generaciones intentaron comprender esta desconcertante afirmación, porque es de conocimiento común que solo los hombres participan en la guerra, como dicen los sabios: "Es la costumbre del hombre conquistar, pero no la costumbre de la mujer conquistar". Hay algunos comentaristas que proponen que Maimónides quiere decir que el papel de la mujer es apoyar el esfuerzo bélico, por ejemplo, llevando comida, suministros, etc. a los soldados. Pero, los rabinos de hoy dicen que incluso esto la mujer no debe hacer. Sugieren una lectura de la halajá traída por Maimónides: Si el novio deja la boda para ir a la guerra, simplemente se le dice a la novia que abandone su dosel nupcial porque sin la presencia del novio no hay razón para que ella esté allí.

Pero, hay un comentario medieval, el Meiri, que dice que esta afirmación debe entenderse literalmente. Excepto que incluir a una mujer en combate no es una buena idea, no porque no sea modesto, sino porque es probable que tenga más miedo que un hombre y que ante el combate físico y el derramamiento de sangre pueda huir. Y así, incluso a una mujer que quiera alistarse en el ejército del Mashíaj, se le debe persuadir para que no lo haga. Entonces, ¿cuál es el significado de esta halajá? El Meiri responde que Maimónides se refiere a actos como el de Judit. Toda mujer debe pensar y planificar una forma de ayudar físicamente a salvar al pueblo judío, como, por ejemplo, usando su poder de seducción para matar al jefe del ejército enemigo. Esto es lo que la novia debe estar pensando cuando está bajo su dosel nupcial, si hay un llamado a la guerra. Vale la pena buscar en el propio Meiri para ver cómo lo explica.

Judit en la Biblia

Cuando miramos en la Biblia, encontramos que el nombre Judit aparece solo una vez. Fue un nombre inventado que Esaú le dio a su esposa para convencer a sus padres de que ella era seguidora de lo que se llama dat Yehudeet, la religión judía. Aparte de eso, Judit aparece 6 veces más, y en todos estos casos significa "el idioma hebreo hablado"5 (esta cuenta fue originalmente traída por el Rabino Tzadok de Lublin). En la Biblia no se usa la palabra moderna que usamos para describir el idioma hebreo, Ivreet, sino que se usa esta palabra Yehudeet.

Esaú es comparado con un cerdo que extiende sus pezuñas para convencer a la gente de que es kosher, mientras esconde el hecho de que no rumia, lo que lo hace no kosher. De manera similar, la esposa de Esaú, Judit, simboliza una cáscara o atuendo impuro que se pone una persona que, por diversas razones, quiere hacerse pasar deshonestamente por judío.

Dado que Judit es también el nombre del idioma hebreo hablado en la Biblia, surge la pregunta de si el hebreo hablado, por ejemplo, el hebreo moderno, necesita aclaración (בירור). Así, históricamente, tenemos que primero fue el nombre de una mujer, luego el nombre del hebreo hablado, y finalmente, en la Tradición Oral, Judit es el nombre de otra mujer rectificada y santa.

Costumbre judía

Mencionamos la noción de dat Yehudeet, que puede traducirse libremente como "religión judía" o "costumbre judía". La Mishná en el tratado Ketubot6 explica que dat yehudeet consiste en aquellas cosas que si una mujer no las cumple, puede ser divorciada sin que el marido le deba su Ketubah. La Mishná menciona dos cuerpos de costumbres o leyes, dat Moshe (costumbre o religión mosaica) y dat Yehudeet. La palabra dat, que hemos estado traduciendo como religión, ley o costumbre, se encuentra en el versículo "...A su derecha, el fuego de dat [ley o costumbre], para ellos".7

De paso, recordamos que el Baal Shem Tov dijo que extrajo el alma y el nombre de su hija, Odel (אדל), de las iniciales de esta frase: אש דת למו. Como se sabe por las muchas historias sobre ella, Odel era una profetisa. El bisnieto del Baal Shem Tov, Rabí Najman de Breslav, escribe8 que hay tres tipos diferentes de mujer: una mujer malvada, una mujer sabia y una profetisa, que corresponden a los 70 idiomas de las naciones, el arameo, el idioma de la traducción, y la Lengua Santa, el idioma de la Biblia, respectivamente. Todo esto, por supuesto, profundiza las conexiones que hemos visto.

¿Cuál es la diferencia entre dat Moshe y dat Yehudeet? Cuando una mujer no cumple la primera, significa que está causando directamente a su marido, a propósito, a cometer transgresiones contra los mandamientos de la Torá. Por ejemplo, si le cocina comida no kosher y le dice que es kosher, o si está ritualmente impura y le dice que está pura, etc.

Esta última, dat Yehudeet, se refiere a cuestiones relacionadas con la modestia, diferentes cosas que las mujeres judías a lo largo de las generaciones se comprometieron a cumplir. Estas son las costumbres de modestia que constituyen la marca especial de una mujer judía. Por ejemplo, incluso si una mujer se cubre el cabello de alguna manera, pero la cobertura no está fuertemente conectada y sale así a la calle, o si exige el coito tan fuerte que los vecinos pueden oírla, o si habla mal del padre de su marido delante de él, todos estos son ejemplos de no cumplir la costumbre judía, las buenas costumbres de la mujer judía en lo que respecta a la modestia. Así es como se usan estos dos términos en un contexto legal.

Principios de fe

Pero, si miramos el comentario de Maimónides al capítulo 10 de Sanedrín, vemos que usa la expresión dat Yehudeet en referencia a la creencia en la resurrección de los muertos. Es de este capítulo del Talmud que Maimónides formuló su doctrina de principios de fe. Muchos de los contemporáneos de Maimónides no estaban de acuerdo con todo su enfoque, mientras que otros discutían sobre el número correcto y la enumeración de los principios. El Séfer Ha'ikarim, por ejemplo, disputó a Maimónides en ambos puntos. Argumenta que no es cierto que quien no cree en los principios que él describe sea un hereje y, en esencia, haya sido expulsado del seno judío. También, al final, afirma que solo hay tres principios de fe, no trece.9 En cualquier caso, en cuanto a la resurrección de los muertos, no hay mucho que incluso el Séfer Ha'ikarim pueda disputar, porque incluso si no fuera por Maimónides, sabríamos que una persona que no cree en ella no merecerá ser resucitada. Esto se afirma claramente en la primera mishná del capítulo 10 de Sanedrín:

"Todo Israel tiene parte en el Mundo Venidero... Y los siguientes no tienen parte en el Mundo Venidero: El que dice que la fuente de la resurrección de los muertos no se encuentra en la Torá, y que la Torá no es del Cielo, y un epicúreo."

La creencia en la resurrección de los muertos es, por lo tanto, verdaderamente central. Hay quienes preguntan, ¿qué pasa si alguien sigue el Shulján Aruj al cien por cien? También cree en la resurrección, pero cree que no se declara en la Torá sino que es una tradición transmitida por los sabios. ¿Por qué tal persona no debería tener parte en el Mundo Venidero? Esta es una pregunta muy importante, y daremos una respuesta para ella más adelante, pero esto es lo que nos dice la mishná.

Es bien sabido que Maimónides dedica mucho tiempo en la Guía a cuestionar si es necesario que una persona crea que la materia del mundo físico fue creada ex nihilo, es decir, de la nada y no existió siempre, como era la creencia de Aristóteles y la mayoría de los filósofos griegos. Llega a la conclusión de que si Aristóteles hubiera probado esto, entonces él, Maimónides, habría reinterpretado la Torá de acuerdo con sus reglas homiléticas para que la Torá estuviera de acuerdo con esta prueba.10 Esto suena muy descabellado, pero esto es lo que dice Maimónides. Sobre este punto, el autor del Séfer Ha'ikarim escribe que debido a que Maimónides no incluyó la creación ex nihilo entre los trece principios de fe, entonces, en su opinión, una persona que no cree en ella no debe ser considerada hereje. Pero como este es un artículo importante de la creencia judía, sin embargo, el Séfer Ha'ikarim lo ubica en una nueva categoría, a la que llama: dat yehudeet! No parece que él alguna vez mencione que Maimónides mismo usó este mismo modismo, dat yehudeet, para describir el principio de la resurrección. Así que ahora tenemos un segundo significado de dat yehudeet: principios de la fe judía.

Todo lo que acabamos de decir debería servir como alimento para el pensamiento, y la razón por la que lo mencionamos hoy es, de nuevo, porque יהודית (Judit-Yehudeet) es igual a la guematria de la fecha de hoy, el 24 de Tevet, כד טבת. Así que hoy es el día para hablar de todas esas cosas que tienen que ver con dat yehudeet. De hecho, la conexión con el Alter Rebe es clara, porque su objetivo y tarea en la vida fue llevar estos pilares de fe a la mente y el corazón de cada persona.

Fe y modestia

En cualquier caso, ahora tenemos dos definiciones para dat yehudeet, que es muy tentador traducir simplemente como "religión judía": 1) las costumbres de modestia para las mujeres y 2) los principios de fe.

Pongamos esto en perspectiva: Creer que el mundo fue creado de la nada y, más aún, creer, como explicó el Baal Shem Tov, que el mundo es recreado de nuevo en cada momento, esta es la religión judía. [Maimónides no sostenía esta idea de recreación continua. De hecho, ridiculizaba y consideraba necio a cualquiera que pensara de esta manera.]

¿Cómo se relacionan la fe y la modestia entre sí? ¿Cuál es la conexión entre ellas?

El Rebe Rashab escribe que la creencia en la recreación continua de la realidad corresponde al aspecto circundante inferior del alma, el nivel de "la viviente" (chayah). La viviente se cierne sobre la mente y se describe en la Cabalá como "tocando y no tocando" (הנוגע ואינו נוגע). Por ello, una persona que rectifica y purifica su corazón puede casi sentir y ver la recreación de la realidad en cada momento. También hay principios de fe que corresponden al nivel más alto del alma, la singular, la yechidah. La fe en la resurrección cae bajo esta categoría. Basándose en el versículo "Un tzadik vive por su fe", la Jasidut explica que cada uno de los dos aspectos circundantes del alma, la chayah y la yechidah, se aferra a un pilar de fe diferente.11 En cualquier caso, cuanto más una persona siente la recreación continua del mundo, más está entrando en la esencia de dat yehudeet, la religión judía. Asimismo, la modestia es algo que una persona debe tener un sentido interno, un sentido instintivo interno que la guía en cómo ser modesta. ¿Por qué es así? Porque en su esencia, ser modesto es emular a Dios, que también es modesto (siempre ocultando Su Presencia dentro de la vestidura de la naturaleza), por lo que necesitamos fe en primer lugar. Si Dios se revelara claramente, no necesitaríamos fe de la misma manera que la necesitamos ahora. Es debido a la modestia de Dios que algunas de las realizaciones más fuertes de la Presencia y Providencia de Dios solo se pueden alcanzar a través de la fe. Para desarrollar un sentido de modestia hay que emular la modestia de Dios.

De hecho, encontramos que en el Zóhar la modestia y la fe están claramente conectadas en la parte llamada Sifra Detzni'oota, que significa "El Libro de la Modestia". La modestia en su título es una referencia a la cabeza incognoscible de la corona, que en Cabalá proviene de la cabeza más alta de la corona supernal, la fuente de la fe en el alma.

Resurrección en la Torá

Centrémonos ahora en la relevancia de todo esto para nosotros hoy. Nuestra parashá de esta semana es la parashat Va'eira. Comienza con estos versículos:

"Dios habló a Moisés, y le dijo: 'Yo soy DIOS. Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob con [el nombre] Dios Todopoderoso, pero [por] Mi nombre Havayah, no me di a conocer a ellos. Y también, establecí Mi pacto con ellos para darles la tierra de Canaán, la tierra de sus moradas en la que moraron."

¿Cómo se relacionan directamente estos versículos con nuestro tema? Como explicamos, el capítulo 10 de Sanedrín comienza con el tema de la resurrección de los muertos. Los sabios dicen que la fuente de nuestra creencia en la resurrección de los muertos se encuentra en la Torá escrita, es decir, la Biblia. Si cuentas, encontrarás que el Talmud trae exactamente 22 versículos como prueba de que la resurrección de los muertos proviene de la Torá. Como veremos, los versículos iniciales de nuestra parasháparashat Va'eira, contienen la primera prueba (en el orden de la Torá) de que el concepto de la resurrección proviene de la Torá.

De paso, mencionemos que hoy la resurrección de los muertos también está conectada con el tema de la vida eterna, un tema que al Lubavitcher Rebe le gustaba vincular con la resurrección. Explicaremos esto con más detalle más adelante.

En cualquier caso, estos 22 versículos se dividen de la siguiente manera: 9 de los Cinco Libros de Moisés, 5 de los Profetas y 8 de los Escritos. Como vimos anteriormente, Maimónides utiliza la mishná que describe el requisito de creer en la resurrección de los muertos como fuente para todos sus 13 Principios de Fe. Así, los 13 Principios de Fe tienen su fuente en la creencia en la resurrección de los muertos. El Rebe de Komarna corresponde los trece principios de fe a las 13 vestiduras (tikunim) de la barba de Arich, uno de los temas centrales en el Zóhar y la Cabalá del Arizal.12,13 Siguiendo esta correspondencia, el 13º principio, la fe en la resurrección de los muertos, se equipara al 13º atributo de la misericordia de Dios, ונקה(pronunciado venakeh).14 Venakeh, en su sentido más literal, se refiere a que Dios limpia el pecado del cuerpo, creando un cuerpo inmortal que no perece, el estado de estar en el Mundo Venidero después de la resurrección de los muertos. Venakeh es el último de los 13 principios de misericordia. Las palabras que siguen a venakeh en los versículos que enumeran el principio de misericordia son לא ינקה, que significa "Él no limpiará", refiriéndose, por lo tanto, a una persona que no cree en la resurrección de los muertos y, por lo tanto, no la experimentará. En Cabalá, vanakeh es también la fuente del principio madre (Eema), que a su vez corresponde al Mundo Venidero.

Como se mencionó, en el orden de la Torá, el primer versículo que se trae como prueba del origen de la resurrección de los muertos en la Torá es el tercer versículo de parshat Va'eira. Dios dice: "...Establecí Mi pacto con ellos [Abraham, Isaac y Jacob] para darles la tierra de Canaán". El Talmud15 se centra en la palabra "[para dar]les" porque literalmente significa que Dios dará, en el futuro, la Tierra de Canaán a los patriarcas. Pero, como ellos ya han fallecido, esto implica que tendrán que ser resucitados para que Dios cumpla Su pacto con ellos. Incidentalmente, esta palabra "les" es la palabra número 29 de la parashá. ¡Recordemos que la guematria de כד טבת (el 24 de Tevet) y יהודית (Judit) es 435, o r29!

Así, la primera vez que escuchamos sobre la resurrección es en la palabra número 29 de la segunda parashá del segundo libro de la Torá, Éxodo. Esto implica que podemos estudiar todo el libro del Génesis y no saber nada sobre la resurrección.

El segundo versículo, siguiendo el orden de la Torá, traído como prueba de que la resurrección proviene de la Torá está en la cuarta parashá del Libro del Éxodo, parshat Beshalach.16 El cántico del mar comienza con el versículo introductorio: "En aquel tiempo, Moshé y el pueblo judío cantarán este cántico...".17 No dice "Moshé y el pueblo judío cantaron", dice "En aquel tiempo, Moshé... cantará" en tiempo futuro, implicando nuevamente que en el futuro Moshé Rabenu cantará este cántico con el pueblo judío. Este versículo es el primer versículo en la Torá después del ahogamiento de los egipcios en las aguas del Mar Rojo y así completando las plagas infligidas por Dios a Egipto. Así, vemos que la resurrección de los muertos rodea la descripción de la Torá de las plagas de Egipto y el éxodo de Egipto.

Resurrección y redención

Volviendo a parshat Va'eira, del hecho de que la parashá comienza con los versículos que nos enseñan sobre la resurrección de los muertos, entendemos que es el mensaje más importante para la generación de la redención de Egipto. Sin saber sobre la resurrección, no habría sido posible que el pueblo judío fuera redimido de su esclavitud. Dado que nuestra generación es también la generación de la redención de este, nuestro exilio final, se deduce que para que seamos redimidos rápidamente, la fe en la resurrección de los muertos es clave.

Para entender esto, primero tenemos que explicar que los sabios dicen que si alguna calamidad está a punto de sobrevenir a un judío, Dios primero provee el remedio antes de dar la aflicción. Ahora, aquí vemos algo sorprendente: que incluso cuando Dios está a punto de afligir a los no judíos con una calamidad, en este caso las plagas infligidas a los egipcios, primero provee al pueblo judío con un remedio, en este caso: la fe en la resurrección.

Anteriormente preguntamos por qué es tan importante creer que la fuente de nuestra fe en la resurrección de los muertos es la Torá. Quizás la respuesta más profunda a esta pregunta es que la Torá misma es la fuente de la resurrección de los muertos. Esta es una lectura alternativa de la frase expresada en la mishnáתחית המתים מן התורה, que significa literalmente: "La resurrección de los muertos es de la Torá". El poder de la resurrección proviene de la Torá. Sin la Torá no puede haber resurrección, porque como dicen los sabios: "Es el rocío de la Torá el que da vida" (טל תורה מחייהו). En la zarza ardiente, Dios le dijo a Moshé Rabenu que una vez que fueran liberados de Egipto vendrían a adorarle en el Monte Sinaí. Todo el propósito del éxodo de Egipto es la entrega de la Torá en el Monte Sinaí, y la entrega de la Torá fue la entrega de la resurrección de los muertos.

Dado que ya estamos hablando del éxodo y las plagas, mencionemos que, a diferencia del milagro de Purim y Janucá que estaban relativamente ocultos dentro de eventos naturales, los milagros en Egipto fueron todos muy revelados y causaron estragos en la naturaleza. El propósito de estos milagros no era estar revestidos dentro de eventos naturales, sino más bien mostrar que Dios está por encima de la naturaleza y es capaz de aplazar sus leyes. En total, ahora tenemos cuatro niveles de naturaleza y milagros, que juntos corresponden a las cuatro letras del Nombre esencial de Dios, Havayah:

Letra de Havayah

Acciones de Dios

Festividad

Yud

milagros revelados (suspensión de la naturaleza)18

Pésaj

Heh

milagros parcialmente ocultos

Purim

Vav

milagros ocultos

Janucá

Heh

naturaleza

Rosh Hashaná

Así que resulta que el período entre Janucá y Purim es el período que media entre, por un lado, la creación del mundo en Rosh Hashaná basada en leyes naturales, y los milagros revelados del mes de Nisán y la suspensión de las leyes naturales, por el otro. En las letras de Havayah, esta es la unificación del vav con la primera heh, o en otras palabras, la unificación del corazón con la mente, lo emocional con lo intelectual, todo el programa de las enseñanzas del Alter Rebe.

La creencia en la resurrección revela al Mashíaj

Ahora, volviendo a cuál es la moraleja de todo esto para nosotros. Para salir de la oscuridad de nuestro exilio, ¿cuál es la categoría principal de fe que tenemos que fortalecer? Podríamos pensar que el principio de fe más importante es el 12º, la creencia en la venida del Mashíaj. Pero, aquí vemos del Talmud que todo el éxodo está rodeado por la creencia en la resurrección de los muertos.

Los sabios dicen que gracias a su fe, el pueblo judío fue redimido de Egipto. ¿Fe en qué? Los sabios también dicen que en mérito de mujeres justas fueron redimidos de Egipto. Pero estas dos afirmaciones corresponden exactamente a las dos categorías de dat yehudeet que vimos anteriormente: fe y modestia de las mujeres. Dado que Maimónides sitúa la creencia en la resurrección de los muertos en la categoría de dat yehudeet, esto implica, por lo tanto, que incluso más que la fe en la venida del Mashíaj, necesitamos tener fe en la resurrección.

Situando esto en el marco del Libro del Éxodo, vemos que primero tuvo que haber fe en Moshé Rabenu como el redentor, que es de lo que trata la primera parasháparshat Shemot. Pero parshat Shemot termina con un tono agrio: parece que la redención está más lejos que nunca. Pero la siguiente parasháparshat Va'eira —que describe el comienzo real de la redención con las plagas infligidas a Egipto— comienza con la necesidad de tener fe en la resurrección.

De manera similar hoy, para saber que la redención se acerca, debemos tener fe en la venida del Mashíaj, que es la fe que el Lubavitcher Rebe se empeñó en inculcar a toda nuestra generación. Hoy en día, todos sienten y se dan cuenta de que la redención está muy cerca. Pero, para poner en marcha el proceso, para darle un empujón, necesitamos centrarnos en aumentar y fortalecer nuestra fe en la resurrección de los muertos, que, como dijimos, está en la Torá.

Así, ahora dedicaremos la segunda mitad de esta noche al tema de la resurrección de los muertos y la vida eterna, dos temas muy cercanos.

¡Lechayim, lechayim… a la vida eterna!

Se cantó el nigun "Kol Dodi" del Alter Rebe.

En un año regular hay 70 días entre Janucá y Purim. En un año bisiesto, cuando añadimos otro mes al calendario, como este año, hay 100 días. En un año regular, el 24 de Tevet es el día 21 de este período, y luego Purim es 49 días después. Dado que 70 = 10 · 7 y 21 = 3 · 7 y 49 = 7 · 7, esto significa que el 24 de Tevet es el día que conecta los 21 días que corresponden a las 3 sefirot intelectuales, sabiduría, comprensión y conocimiento, con las 7 sefirot de las emociones y los hábitos. Las tres primeras y las siete últimas sefirot constituyen las dos luces principales del alma que brillan dentro del cuerpo; así, una vez más el Alter Rebe conecta dos luces, Shnei'or, juntas.

El estudio de la Cabalá bajo el Alter Rebe

Ahora bien, es bien sabido que los estudiantes del Alter Rebe se dividían en tres clases según su dominio de la Torá. Los de la primera clase conocían toda la Torá revelada: la Mishná, el Talmud y todas las decisiones halájicas. Los de la segunda clase también conocían toda la Cabalá: el Zóhar y los escritos del Arizal. Y los de la tercera clase también conocían todas las obras filosóficas. La más elevada de todas las obras filosóficas era (y es) por supuesto la Guía de los Perplejos de Maimónides. La tradición de dedicar tiempo al estudio de la Guía sabemos que formó parte del régimen de estudio que el Rebe el Tzemach Tzedek tuvo con su hijo el Rebe Moharash durante varios años. El Tzemach Tzedek escribió un libro llamado Séfer Hajakirá específicamente para este propósito.

El Alter Rebe instruyó a aquellos interesados en unirse a la segunda clase a comenzar el estudio de la Cabalá con la séptima y última parte (llamada heichal) de Etz Chaim. Esta parte del Etz Chaim, titulada Heichal Abiya, explica muchos de los principios más básicos del estudio de la Cabalá del Arizal.

Intermediarios

Uno de los principios explicados en el capítulo 1 de la primera puerta de esta parte es que al considerar los diferentes modelos que contienen cuatro niveles, por ejemplo, los Cuatro Mundos, o los cuatro elementos de la Torá (marcas de cantilación, signos vocálicos, adornos de letras y letras) o en lo que nos centraremos, los cuatro niveles taxonómicos de criaturas en el mundo: inanimado, plantas, animales y hablante (es decir, el hombre), siempre que consideremos estos modelos debemos ser sensibles a los intermedios que conectan cada dos niveles:

"En todos estos ejemplos de cuatro aspectos (o niveles), siempre hay un aspecto inclusivo que es un ejemplo inclusivo de todo en un nivel particular, y en sí mismo es un intermedio que conecta ese nivel con el nivel superior. Por ejemplo, los naturalistas han escrito que entre lo inanimado y las plantas está el coral (llamado almogim, en hebreo). Entre las plantas y los animales está el Adonei Hasadeh [lit. el señor del campo], que se menciona en el tratado de Kilayim19 y tiene la forma de un perro: crece de la tierra y está conectado por una raíz similar a un cordón a través de la cual recibe sustento y si este cordón se corta, muere. Y, entre los animales y el hombre está el mono."

Las últimas palabras del pasaje citado nos despiertan inmediatamente una asociación preliminar y no rectificada con la teoría de la evolución de Darwin. Aún así, hay algo en esta asociación que vamos a investigar.

Simio ve, simio hace

Siempre hemos enseñado que el punto de partida para investigar la relación entre el mono y el hombre es un midrash en el que los sabios nos dicen que, después de asesinar a su hermano Abel, la descendencia de Caín se transformó de hombres en monos. Hoy diríamos que involucionaron en monos. De aquí vemos explícitamente que los sabios aceptan la idea de que un ser humano puede convertirse en mono. Si uno puede involucionar de un humano a un mono, podemos conjeturar que los sabios también estarían de acuerdo en que es posible evolucionar de un mono a un humano.

Dado que los sabios no son biólogos en el sentido limitado del término, no se están enfocando necesariamente de manera estricta en el mecanismo físico en juego. ¿Qué quieren decir cuando afirman que los descendientes de Caín se convirtieron en monos? Para comenzar a comprender lo que quieren decir, primero debemos ver lo que el mono simboliza. Los sabios dicen que, comparada con la belleza de Sara, todas las demás mujeres son "como un mono ante un ser humano". El mono es un imitador: "simio ve, simio hace". Solo imita las acciones humanas. La palabra hebrea para "mono" es kof (קוף). ¡Hay personas que argumentan que la palabra "copia" en sí misma proviene de esta palabra hebrea, kof! Hoy en día todo el mundo se dedica a copiar. La tecnología se está utilizando para producir copias verdaderamente realistas de objetos reales. En la Cabalá, la fuente de toda copia se encuentra en la parte de la corona llamada Atik, que en hebreo significa copiar. Lo que Atik copia ante todo es la imagen de Dios en nuestra realidad física. Una copia de Dios, como el Arizal continúa explicando, es lo que era Adán antes de pecar y comer del Árbol del Conocimiento.

Resurrección del polvo

Volvamos al principio de Sanedrín y a la discusión sobre la resurrección de los muertos. El Talmud relata varias historias de no judíos que pidieron a los sabios pruebas de la resurrección de los muertos. Quizás la prueba más importante que aportaron fue el versículo de Isaías: "Despertad y alegraos, vosotros que moráis en el polvo".20 El comienzo de este mismo versículo es "Tus muertos vivirán, sus cuerpos se levantarán". Claramente, esta es una prueba muy fuerte de que la resurrección es profetizada por Isaías.

Aun así, alguien en Sanedrín pregunta: ¿Este versículo realmente significa que Dios tomará polvo y lo reconstituirá en un ser humano completo? ¿No son estas personas polvo? ¿Cómo puede el polvo convertirse en un ser humano? La respuesta es que este es un caso de razonamiento mayor y menor.21 La proposición mayor es que Dios inicialmente creó a Adán del polvo de la tierra. Entonces, si Dios lo hizo para crear al hombre, la proposición menor es que, por supuesto, Él puede hacerlo de nuevo para recrear al hombre. Dicho al estilo de otro pasaje del Talmud: si el polvo que aún no estaba vivo fue usado para crear un ser humano vivo, entonces mucho más el polvo que ya ha estado vivo alguna vez (en el cuerpo de algún ser humano vivo) puede ser recreado como un ser humano.

Este versículo de Isaías —"Despertad y alegraos los que habitáis en el polvo"— nos dice que la resurrección de los muertos está específicamente relacionada con el aspecto del polvo y, por lo tanto, con el segundo relato de la creación en Génesis, donde encontramos que el hombre fue creado del polvo: "Dios formó a Adán, polvo de la tierra". Este versículo también contiene el primer uso del verbo "formar" en la Torá. En el primer relato de la creación, solo se encuentran los verbos "crear" y "hacer". Tomemos un momento para ver qué significa esto. Estos tres verbos, crear, formar y hacer (o, literalmente, "actuar") corresponden a los tres Mundos inferiores del modelo básico en Cabalá de cuatro Mundos. Así, lo que encontramos es que en el primer relato de la creación solo hay referencia a los Mundos de la Creación y la Acción, pero no hay referencia al Mundo de la Formación.

Esto tiene otra implicación. En Eclesiastés se dice que todo fue hecho de polvo, incluso el sol: "Todo viene del polvo y todo vuelve al polvo".22 Aquí la referencia es al polvo primordial, la hyle griega,23 no al polvo físico real de la Tierra. En cualquier caso, lo que aprendemos es que la formación tiene que ver con el polvo de la Tierra. Como nota al margen, mencionemos que debido a que "formación" ahora está tan fuertemente ligada al polvo, ahora tenemos una nueva kavanah (intención) para la bendición que decimos después de ir al baño: "Asher Yatzar". Como el verbo es "formó", significa que cuando decimos esta bendición, debemos experimentarnos tan bajos como el polvo de la Tierra. Aparentemente, experimentarse a sí mismo como proveniente del polvo y destinado a volver al polvo es un ingrediente clave para la salud, que es lo que decimos en esta bendición: "Bendito seas Tú, Dios, Señor del universo, que formó al hombre con sabiduría... Bendito seas Tú, Dios, que cura toda carne y obra maravillosamente".

El torno del alfarero y el mundo de la formación

Ahora bien, ¿qué pasa con el primer relato? En el primer relato de la creación el versículo es: "Dios creó al hombre a Su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó". Como explica Najmánides, la palabra "crear" en hebreo significa ex nihilo: creación de la nada. Rashí, que ofrece la interpretación más literal y directa de la Torá, explica que el segundo relato de la creación es simplemente un relato más detallado del primero. Siendo este el caso, ¿debemos entender, según Rashí, que el hombre fue creado (primer relato) del polvo (segundo relato)? Entonces, ¿fue el hombre creado del polvo o fue creado ex nihilo? Estamos comenzando a tocar un punto muy importante aquí.

Cuando decimos que el hombre fue formado del polvo, tenemos una imagen del hombre siendo creado como una olla se crea en el torno del alfarero. Es la forma en que el midrash describe que Dios tomó tierra y añadió agua hasta que pudo darle forma. Este es un relato muy diferente al de que el hombre fuera creado ex nihilo, es decir, de la nada en absoluto. De hecho, el segundo relato ofrece una descripción muy diferente, mucho más humillante, porque estamos formados del polvo de la tierra. Esta es la mentalidad del Mundo de la Formación. El Mundo de la Formación, que explicaremos con más detalle más adelante, nos muestra que de hecho hay dos formas posibles de ver la creación del hombre, ya sea algo de la nada —ex nihilo, como en el Mundo de la Creación—, o algo de algo (cercano a él, es decir, que se le parece un poco) como en el Mundo de la Acción. El Mundo de la Formación actúa como un intermediario entre estos dos extremos. El hombre siendo formado del polvo es un origen intermedio del hombre, entre la imagen del hombre siendo creado ex nihilo en un momento y de la nada y entre una imagen del hombre como evolucionando de seres inferiores como un mono. Hay muchas alusiones al origen del hombre como en la formación, por ejemplo "No hay Dios como nuestro Dios", donde la palabra para Dios en este versículo (tzur) es cognado de la palabra para formador o artesano.

Tres orígenes

A lo que estamos llegando es que la Torá quiere que comprendamos que existen tres enfoques diferentes para entender el origen del hombre. El primero es la creación de la nada, un concepto con el que estamos familiarizados. Como explicamos, para el Baal Shem Tov, esto no significa un evento único de creación, sino un evento recurrente, en cada momento del tiempo, en el que el hombre es creado de la nada.

Pero también existe la formación. La formación es un proceso en el que algo se forma a partir de algo que no se parece en absoluto al producto final. Un ejemplo de formación es exactamente lo que hemos estado discutiendo: tomar polvo y añadir agua y luego de alguna manera convertir esto en un ser humano. Claramente se ha añadido una forma totalmente nueva (tanto física como espiritual).

El tercer origen del hombre se revela a través de la acción (Asiyah). Es importante comprender la diferencia entre "hacer" (Asiyah, la conciencia del Mundo de la Acción) y "formar" (Yetzirah, la conciencia del Mundo de la Formación). "Hacer" simplemente significa tomar algo que aún no está completo y completarlo, porque el significado literal de "hacer" en hebreo es "completar". Pero este proceso de acabado no significa cambiarlo o reformarlo. La formación, por otro lado, significa formar algo cambiando su forma. Así, por ejemplo, la arcilla húmeda en el torno del alfarero no se parece en nada a la vasija de arcilla cocida terminada que es el producto final. Al "hacer" algo, se puede reconocer claramente la relación entre el estado inicial y el producto terminado. Un ejemplo de "hacer" (Asiyah) es el mandamiento de la circuncisión. Se toma un ser humano casi completo, pero aún no del todo completo, y con un solo acto se le lleva a su culminación, a su estado final.24 "Hacer" puede pensarse como una mejora.25 Por lo tanto, por mucho que se haya mejorado, no hay una nueva forma aquí. Este es claramente el equivalente en la Torá al proceso evolutivo. Otro ejemplo de "hacer" se encuentra en la relación entre un marido y una mujer. Los sabios señalan que: "Una mujer no hace un vínculo excepto con aquel que la hizo un recipiente [es decir: aquel que la 'conoció' por primera vez]". Hacerla un recipiente no significa añadir una nueva forma. Ella sigue siendo la misma mujer y no cambia su apariencia. Más bien, significa hacerla en el sentido más simple de llevarla a su capacidad final y última para poder tener hijos.

Estos son tres conceptos muy básicos y clave que debemos tener en cuenta cada vez que leemos escritos jasídicos:

  • Crear: algo de la nada
  • Formar: algo de algo (añadiendo una nueva forma)
  • Actuar o Hacer: algo de algo (mejorando sin añadir nueva forma)

La Torá es una, y en los dos relatos de la creación utiliza estas tres palabras para describir el origen del hombre. ¡El hombre es descrito como creado, como formado y como hecho! ¿Cómo pueden coexistir las tres?

Mente, corazón y hábitos

Como se explica en Jasidut, los tres Mundos, Creación, Formación y Acción corresponden a diferentes facultades de nuestra conciencia. La Creación corresponde a nuestro intelecto (cerebro); la Formación corresponde a nuestras emociones (corazón); y la Acción a nuestros hábitos (pies). Por lo tanto, se deduce que:

  • La mente y sus sentidos (vista y oído) comprenden procesos que involucran la creación ex nihilo, algo de la nada.
  • El corazón, que es a lo que la Torá se refiere cuando dice que Adán fue formado del polvo26, comprende procesos que involucran cambios de forma: la formación. En Jasidut, el corazón siempre se describe como el ámbito en el que se dibujan nuevas formas.
  • Los hábitos, que corresponden al Mundo de la Acción, funcionan a través de procesos de mejora gradual. Todo nuestro desarrollo en términos de la bondad de nuestras acciones es algo que evoluciona lentamente con el tiempo. Cada noche, antes de ir a dormir, el gran maestro jasídico, Rebe Zusha, le decía a Dios: "¡Oh Todopoderoso! Hoy Zusha [su comportamiento] no fue bueno, mañana Zusha será bueno". Los hábitos mejoran continuamente, por lo que están en sintonía con la conciencia del Mundo de la Acción, con algo que proviene de algo en el sentido de mejora. Para decirlo sin rodeos, cada uno de nosotros tiene que decirse a sí mismo: "¡Hoy actué como un mono! Mañana, actuaré como un ser humano". Otro ejemplo de esto es la famosa historia contada por Rav Sa'adia Gaon de que cada día debo aprender suficiente Torá nueva para poder decir que, en comparación con hoy, ayer fui como un bruto que no es consciente de Dios en absoluto.

Reformulemos esto de otra manera. Dado que estos tres tipos de procesos corresponden a otra tríada de términos jasídicos/cabalísticos: inspiración, revestimiento y evolución,27 podemos decir que la mente siempre está siendo inspirada; el corazón tiene que ser reformado (o, revestido con un armario completamente nuevo) todo el tiempo; mientras que nuestros hábitos deben mejorar o evolucionar día a día.

Así que, antes de aplicar esto directamente a la ciencia, resumamos lo que hemos visto. Si comienzas tu estudio de la Cabalá según las instrucciones del Alter Rebe, lo primero que te llamará la atención es que entre el animal y el hombre hay un intermedio: el mono. La regla es que entre cada dos niveles siempre hay un intermedio que une a los dos.

En cierto sentido, esta es la primera lección que la Torá en general nos enseña, porque en el primer relato de la creación encontramos que hay creación ex nihilo y creación como acción (algo de algo). La creación ex nihilo refleja una conciencia superior de la creación, mientras que la creación como acción (algo de algo) refleja una conciencia inferior. Y luego obtenemos el segundo relato, que de repente nos introduce a un nivel intermedio de creación, llamado formación (algo de algo añadiendo forma).

Este es también el secreto del propio Moshé Rabenu. Entre el pueblo judío y Dios se encuentra Moshé. El pueblo judío es humano y Dios es lo Divino, y en medio media Moshé Rabenu que es, como describen los sabios: "mitad hombre, mitad Divino". Y, como nos dice el Zóhar, Moshé mismo se extiende en cada generación en la forma del líder de la generación. Así, el secreto de la persona de Moshé es el secreto de los intermediarios. Como el propio Moshé afirma: "Y yo soy el que está entre Dios y vosotros".28

Niveles de anulación

Antes de terminar esta parte de nuestra charla y continuar, digamos que es muy difícil entender por qué alguien se horrorizaría tanto al decir que solía ser un mono. El propósito de esta afirmación es aumentar mi propia auto-anulación ante Dios. ¿Por qué es más fácil decir que el hombre vino del polvo? La metodología del Alter Rebe siempre fue traducir las cosas a niveles de auto-anulación. Así, en esencia, lo que tenemos aquí es que:

  • La anulación de la mente comienza con admitir que vine de la nada.
  • La anulación del corazón se describe con la oración "que mi ser [mi corazón] sea como polvo ante todos los hombres", y
  • La anulación de mis hábitos comienza con admitir que solía ser un mono, lo que significa que no actuaba correctamente.

Uno incluso puede convertir esto en una declaración de auto-anulación: "Yo solía ser un mono (Mundo de la Acción). Yo solía ser polvo (Mundo de la Formación). Yo solía ser nada (Mundo de la Creación)." Asombrosamente, la palabra הייתי, que es la palabra hebrea para "Yo solía ser...", tiene la misma guematriaque יהודית (Yehudeet) y כד טבת, "el 24 de Tevet".

Religión y ciencia

Ahora bien, ¿cuál es el estado de la ciencia hoy con respecto a todo lo que acabamos de ver? La ciencia aún no ha alcanzado la religión judía, la dat yehudeet de la que hablamos antes, ni los principios de fe. Aún así, incluso la ciencia hoy cree que el mundo fue creado en algún momento. Todavía no creen en la recreación del Baal Shem Tov en cada momento (que en esencia es la conciencia continua de las almas del Mundo de la Emanación, una chispa de la cual está presente en el alma de cada judío), pero ciertamente creen que hubo un momento particular antes del cual no había universo y luego hubo un universo. Luego los científicos rastrean un proceso que en su esencia se asemeja al proceso descrito en el primer relato de la creación.

En algún momento de este proceso, la tierra comienza a existir, incluyendo el polvo. Y luego la vida comienza a aparecer. El polvo comienza a transformarse en vida. Y, como en la Torá, al principio hay vida simple, como la vida vegetal. Luego, todo en principio es lo mismo. Animales y, finalmente, el hombre (y por supuesto, según el Arizal, el vínculo entre animal y hombre: los monos). En principio, según el análisis en tres tipos de creación, hay tres etapas principales:

  • el primer día: creación de cielos y tierra y todos sus ejércitos (es decir, todo, incluyendo el hombre) ex nihilo – algo de la nada.
  • el tercer día: formación de vida simple – algo de algo (de la tierra, el polvo, aludiendo a la formación del hombre del polvo en el segundo relato de la creación).
  • el sexto día: creación del hombre ("Hagamos al hombre") – algo de algo (en el sentido de mejora), después, y culminando la creación del reino animal.

Ahora, al observar estas tres etapas o tipos de creación, el científico diría que la diferencia entre ellas es la cantidad de separación que existe entre causa y efecto. Si estás dispuesto a admitir una gran separación, obtendrás lo que parecen ser creaciones de algo a partir de la nada, pero cuanto más te acerques, por así decirlo, al proceso, verás que todo es realmente creado de algo a partir de algo en el sentido de causa y efecto directo, como la evolución. Hasta cierto punto estamos de acuerdo con esta evaluación, pero solo hasta cierto punto. Porque en esencia, cada uno de estos tipos de creación es una categoría en sí misma. Hay saltos (como los saltos cuánticos) entre ellos. No es tan simple que si permites cada vez más distancia entre la causa y el efecto evolutivos, terminarás con la formación, ni es cierto que si permites suficiente distancia entre las formas, terminarás con la creación ex nihilo. En realidad, las tres imágenes son verdaderas simultáneamente, desde diferentes perspectivas, pero solo una de ellas es objetivamente verdadera, y explicaremos lo que queremos decir en un momento.

Velocidad de la luz

Pero, primero echemos un vistazo a otra teoría: la teoría de la relatividad especial de Einstein. Lo que Einstein descubrió nos ayuda a comprender por qué toda la cuestión de la edad del universo es realmente una tontería. Una de las consecuencias de los descubrimientos de Einstein es que si viajas a la velocidad de la luz, no ha transcurrido tiempo alguno desde el momento de la creación hasta este momento. La luz se extiende en el espacio sin pasar por el tiempo. Así que, desde la perspectiva de un rayo de luz, lo más lejano de nosotros en la creación (la "causa" más lejana, para usar la conciencia científica) que en la Cabalá se describe como algo que se crea de la nada absoluta y total, está aquí en este momento. Así que, si compartes la conciencia de la luz, tú también experimentarás la nada absoluta aquí, ahora mismo. Esta es la conciencia de la creación ex nihilo, la conciencia que la mente puede alcanzar.

Si eres un poco más lento que la velocidad de la luz, lo que significa que estás experimentando las cosas a través de las facultades de tu corazón, entonces en este momento Dios te está formando del polvo. Y esta formación es algo de algo.

Y si eres aún más lento, entonces quizás sientas que tienes la costumbre de llamar mono a tu bisabuelo. En este nivel de percepción, solo ves procesos evolutivos de creación algo a partir de algo a través de mejoras y perfeccionamientos graduales.

En cualquier caso, la forma en que comprendemos la creación depende de nuestra velocidad. En Jasidut se explica que la mente viaja a la velocidad de la luz, y por lo tanto, desde el punto de vista de la mente Divina, todo existe en este momento, directamente de la esencia misma del Infinito de Dios. La mente Divina guíalas palabras de la Torá. Son una y la misma en el sentido de que la Torá ve y describe todo desde la perspectiva del infinito. A la velocidad de la sabiduría Divina, no puedes ver polvo o monos.

Percepciones de la creación

Expliquemos esto con un poco más de profundidad. Si tu conciencia de la creación se centra en el primer día, tienes una intuición muy fuerte sobre el Mundo Venidero, en el que, como veremos en breve, hay vida eterna. Pero, si tu conciencia se centra en el tercer día, tu intuición es más sobre el presente. Lo que esto significa es que para tener una verdadera percepción del momento presente, tienes que sentirte constantemente formado del polvo. La consecuencia de este razonamiento es, por lo tanto, que si solo puedes identificarte con la creación del hombre como un proceso evolutivo de algo a partir de algo como en el sexto día, pero no puedes en absoluto identificarte con la creación como lo fue en el tercer o primer día, entonces se deduce que la forma más alta de rectificación que puedes alcanzar es evolutiva. Todo lo que puedes hacer es intentar mejorar tus hábitos. En ese sentido, tus acciones permanecen externas y superficiales, y terminas simplemente copiando las acciones de los hombres, como un mono.

Cuanto menos de la creación pasada puedas ver, más probable es que sientas que tu origen está en un mono. No obstante, Dios quiere incluso el Mundo de la Acción, así que no hay razón para desesperar. De hecho, esto es lo que probablemente quisieron decir los sabios cuando afirmaron que los descendientes de Caín involucionaron en monos. Sus descendientes perdieron los dos niveles superiores de conciencia y se convirtieron en algo parecido a Darwin, defensores únicamente de la evolución. En ese sentido, podemos decir que Darwin y quienes le siguen son los herederos espirituales de Caín.

La imagen de Dios

Uno de los modelos más básicos que nos dio el Arizal es el de tzelem, o "imagen" en español, refiriéndose a la imagen de Dios en la que el hombre fue creado. En hebreo, esta palabra se escribe con las tres letras: צ (tzadik), ל (lamed) y ם (mem). El Arizal explica que la división de la palabra en tres letras alude a la división tripartita del alma en: aspectos internos, aspecto circundante proximal y aspecto circundante distal. Estas tres partes del alma corresponden a la división de cinco partes del alma más conocida, de la siguiente manera:

  • aspectos internos (צ): psique (nefesh), espíritu (ru'ach) y alma (neshamah)
  • aspecto circundante proximal (ל): viviente (chayah)
  • aspecto circundante distal (ם): singular (yechidah)

Cuando traducimos estos niveles del alma en niveles de conciencia, podemos entender que una persona que está ejerciendo sus aspectos internos (psique, espíritu y alma) solo puede alcanzar la conciencia evolutiva. A través del aspecto circundante proximal de la viviente (chayah), uno puede alcanzar la conciencia de formación y experimentarse continuamente como proveniente del polvo. Esto se alude al final del versículo que describe al hombre como formado del polvo: "Y el hombre se convirtió en un espíritu viviente [nefesh chayah]".29 Finalmente, a través del aspecto circundante distal del alma, la singular (yechidah), la mente puede tomar conciencia del origen del hombre en la nada completa y absoluta. Señalamos anteriormente que este último nivel de conciencia está relacionado con la letra ם, la mem final. De manera similar, este nivel de conciencia más alto y final se refleja en las letras finales mem (ם) que flotaron milagrosamente en las Tablas del Pacto en las que estaban grabados los Diez Mandamientos. Estas letras estaban en un estado similar a la animación suspendida, que es más o menos cómo experimenta las cosas la conciencia de este nivel más alto.

La percepción del Alter Rebe

¿Dónde vemos un ejemplo de alguien que alcance el nivel más alto de conciencia, donde el hombre (y, por supuesto, todo lo demás) es creado de la nada? En este mismo día, el 24 de Tevet, en el año de su fallecimiento, el Alter Rebe llamó a su nieto, el Rebe el Tzemach Tzedek, a su lecho de muerte y le dijo que debía creer que él, el Alter Rebe, ya no podía ver la viga del techo, sino la luz Infinita de la que se crea la viga (ex nihilo). Este es un ejemplo de la perspectiva a la velocidad de la luz de la mente Divina que tiene un verdadero tzadik. Alguien que, como un tzadik, ve de igual a igual con Dios, tal persona experimenta la vida eterna. Así, esta es la vida eterna de la que hemos estado hablando.

La ubicuidad de la evolución

¿Por qué el pensamiento evolutivo es tan común (quizás incluso de sentido común), mientras que la conciencia del hombre que proviene de la nada es muy rara? Otra forma de preguntar esto es ¿por qué hay, al menos exteriormente, más biólogos evolucionistas que tzadikim? El Arizal explica que, después del pecado de Adán de comer del Árbol del Conocimiento, todos los Mundos (es decir, los niveles de conciencia) descendieron 14 niveles. Antes del pecado, el nivel más bajo era la sefirá de la belleza del Mundo de la Formación. Dado que no había nada más bajo y hemos estado explicando que la conciencia del origen del hombre en los monos corresponde al Mundo de la Acción (que es, por supuesto, más bajo que el Mundo de la Formación), se deduce que antes del pecado habría sido imposible incluso imaginar que el hombre proviniera de los monos. Pero, con el pecado llegó el descenso y es este descenso de los Mundos lo que nos conectó con la teoría de la evolución de Darwin.

De la resurrección a la vida eterna

¿En qué se diferencian la vida eterna y la resurrección de los muertos? La vida eterna está en la mente. Según lo que hemos visto, la resurrección de los muertos corresponde a la conciencia del Mundo de la Formación, del polvo que se transforma en un ser humano. Así, la vida eterna no es necesariamente lo que viene después de la resurrección de los muertos temporalmente, sino más bien la siguiente etapa de conciencia superior. Para decirlo de otra manera, una vez que una persona ha entrenado su mente para ver la formación, es capaz de comprender la resurrección de los muertos. Después de eso, una persona está lista para elevar su conciencia al Mundo de la Creación, donde puede comprender y experimentar la vida eterna. Los sabios afirman que el tiempo necesario para que experimentemos la muerte y seamos resucitados es apenas un instante. Esto indica que no necesitamos experimentar la muerte real, sino que necesitamos pasar por la conciencia de la resurrección de los muertos para alcanzar la conciencia de la vida eterna.

Ahora veamos qué sucede cuando sumamos las tres categorías de conciencia del origen del hombre. Tenemos las tres frases:

  • האדם נברא מאין – "El hombre fue creado de la nada"
  • האדם נוצר מעפר – "El hombre fue formado del polvo"
  • האדם נעשה מקוף – "El hombre fue hecho del mono"

Si sumamos las tres frases האדם נברא מאין, האדם נוצר מעפר, האדם נעשה מקוף encontramos que su suma numérica es 1891, o r61 (léase: el triángulo de 61, o la suma de todos los números enteros del 1 al 61).30 61 es la guematria de אין, "nada". ¿Cómo podemos entender esta relación? Claramente, el significado es que el propósito de todos los tres modos de conciencia es llevarnos de vuelta a un reconocimiento del אין, la nada que precede a la creación. Como enseñó el santo Maguid de Mezritch: las acciones de los tzadikimson mayores que los actos de Dios. Porque, para crear el mundo, Dios convirtió la nada en algo, y por sus enseñanzas y estatura moral, los tzadikim convierten la algo de la creación en nada. Cuando una persona es capaz de progresar a través de los tres modos de conciencia con respecto al origen del hombre, ese es el verdadero retorno a la nada del Infinito del Todopoderoso.

Alcanzando el nivel del tzadik

Es bien sabido que los Rebes de Jabad rara vez hablaban de sí mismos, si es que lo hacían. Era muy raro, de hecho, oírlos decir una palabra sobre dónde estaban, qué estaban experimentando. Así que, para el Alter Rebe, compartir su estado de conciencia y lo que percibía con su nieto es todo un acontecimiento. De hecho, dado que ocurrió horas o quizás incluso momentos antes de su fallecimiento, en cierto sentido, el Alter Rebe estaba describiendo el momento culminante de su viaje en la conciencia. Con estas palabras completó su misión en el mundo, y reveló que era consciente de la vida eterna y, por supuesto, de su propia vida eterna. Como todas las grandes realizaciones, todos los grandes cambios en la conciencia, la conciencia de la vida eterna entra a través de la experiencia del tzadik de la generación y luego se filtra a todas las personas porque el papel del tzadik de la generación es actuar como un vínculo intermediario. ¿Cuándo entra esto en la conciencia de los demás? El Alter Rebe explica en la epístola 27 del Tania que esto comienza a suceder una vez que el tzadik ha fallecido, momento en el que su conciencia y su esencia se liberan de sus limitaciones corporales y pueden ser experimentadas por cualquier otra persona. Por supuesto, cuanto más cerca esté una persona del tzadik durante su vida, más cerca estará de compartir la conciencia del tzadik cuando este fallezca.

Hemos visto, entonces, tres niveles de trabajo espiritual:

  • La mente se esfuerza por alcanzar la vida eterna, una experiencia de eternidad, como un rayo de luz.
  • El corazón debe buscar experimentarse a sí mismo como polvo de la tierra, que necesita ser transformado a imagen de Dios.
  • Y finalmente, debo aspirar a que mis hábitos, como un mono que evoluciona en un humano, mejoren cada día y alcancen un nivel superior cada día.

Notas al pie:

  1. Así como las dos instancias de luz en el tercer versículo de la Torá corresponden a la luz directa y reflejada, o a los aspectos masculino y femenino de la luz, así el "hombre" que fue creado contiene un aspecto masculino y femenino.

Para los amantes de la guematria: Esto significa, por supuesto, que יהי אור ויהי אור = נעשה אדם.

La guematria de los tres verbos en estas dos frases, יהי ויהי נעשה = 481, o 13 · 37, que es un número triangular (el 16º número inspirador = 15^2  16^2).

Así que ahora tenemos dos luces y un hombre. Veamos las diversas guematrias de estos: אור אור אדם = בעל שם טוב, que también es el producto de 27 y 17, o זך · טוב = וירא א־להים את האור כי טוב. "Un buen hombre", אדם טוב = טוב מאד.

Ahora, si escribimos estas tres palabras, אור אור אדם, como una figura cuadrada, obtenemos:

ר

ר

ם

 

ו

ו

ד

א

 

א

א

 

Nótese que la diagonal de derecha a izquierda deletrea אום, uno de los 72 Nombres de Dios, mientras que la diagonal de izquierda a derecha deletrea אור.

El mispar kidmi de אור אור אדם es 1  21  795  1  21  795  1  10  145 = 1790 = 5 · משיח, o el frente y la parte de atrás de משיח: מ מש משי משיח משיח שיח יח ח.

El llenado de letras de אור אור אדם es אלף וו ריש אלף וו ריש אלף דלת מם = 1891, o r61, o rאין, que como veremos más adelante es también el valor de האדם נברא מאין, האדם נוצר מעפר, האדם נעשה מקוף.

El segundo llenado de אור אור אדם es igual a 3700, o 100 · 37, donde 37 = el הבל de la creación.

Así que tomando el valor normativo, el primer llenado y el segundo llenado juntos (estos tres corresponden a la corona, la sabiduría y la comprensión de las palabras), obtenemos 6050 o 2 · 55^2, donde 55 es la guematria de הכל "todo". 6050 es, por lo tanto, el doble cuadrado de 55, aludiendo a las unificaciones superior e inferior (יחודא עילאה יחודה תתאה) en lo que respecta a la creación del mundo. Si a esto le sumamos el valor del mispar kidmi, obtenemos 7840, o 10 · 28^2, donde 28 = יחי.

Usando el mapeo de letras de Albam, אור se convierte en לפט = 119 = 7 · טוב (la palabra טוב se menciona 7 veces en el relato de la creación, האור כי טוב, siendo la primera). Así que אור אור es לפט לפט = 238 = רחל. En Albam, אדם se convierte en לסב = 92 = הכל הבל. Así que juntos, en Albam, אור אור אדם se convierte en לפט לפט לסב = 330 = 6 · הכל, las seis permutaciones de הכל.

Los tres mapeos Atbash, Albam y Achbee, juntos forman un anillo de transformación matemática, y en Cabalá se denominan malbush, el atuendo de una palabra. אור אור אדם en Atbash se convierte en תפג תפג תקי = 1476. En Achbee se convierte en כונ כונ כחש = 480. Así que el malbush es אור אור אדם ┴ 2286 = 2745, ¡o el producto de אדם y אין!

  1. Ver Jueces cap. 4.
  2. Ver nuestro volumen en hebreo Teshuvat Hashanah, pp. 253ff.
  3. Ver también las conferencias del 6 y 7 de Av, 5766.
  4. Ver 2 Reyes 18:26 y 18:28; Isaías 36:11 y 36:13; 2 Crónicas 32:18; y, Nehemías 13:24.
  5. Ketubot 7:6.
  6. Deuteronomio 33:2.
  7. Likutei Moharan 1:19.
  8. Para más información al respecto, véase Kabbalah and Meditation for the Nations, cap. 1.
  9. Guía de los Perplejos 2:25.
  10. En hebreo, las palabras "por su fe" son una sola palabra, באמונתו, que se permuta para deletrear באמונות, que significa "dos fes", o dos categorías diferentes de fe, una asociada con la viviente (chayah) y la otra con la singular (yechidah).
  11. Véase extensamente en nuestro volumen en hebreo Emunah Vemooda'oot (Fe y Conciencia). Allí explicamos que los 13 principios enumerados por Maimónides corresponden a las 13 vestiduras de la barba de Arich Anpin y son las declaraciones universales de fe. Pero también hay 9 vestiduras de la barba de Ze'er Anpin y estas corresponden a 9 Principios de Fe adicionales que fueron centralizados por la Jasidut y son más centrales específicamente para la vida en la Tierra de Israel. En total, hay así 22 Principios de Fe, que pueden verse que corresponden a los 22 versículos que apuntan a la resurrección de los muertos en la Torá.
  12. Según su cálculo, el principio de la resurrección de los muertos corresponde al tikún de ונקה.
  13. Éxodo 34:6-7.
  14. Sanedrín 90b.
  15. Ibíd. 91b
  16. Éxodo 15:1.
  17. El valor numérico de yud es 10, lo que también alude a las 10 plagas que encajan en esta categoría.
  18. Véase Kilayim 8:5; Yerushalmi Kilayim 39a.
  19. Isaías 26:19.
  20. קל וחומרkal vachomer, en hebreo.
  21. Eclesiastés 3:20.
  22. היולי, en hebreo.
  23. De hecho, diríamos que sin la circuncisión, el hombre está por siempre destinado a permanecer en el nivel de conciencia de los procesos evolutivos únicamente. Como dicen los sabios: "Ustedes [el pueblo judío] son llamados 'hombre', pero las naciones del mundo no son llamadas 'hombre'". El título "hombre" aquí se refiere claramente al nivel de hombre formado, hombre que tiene la forma de la imagen de Dios en él, separándolo así de los monos.
  24. שכלול, en hebreo.
  25. Los sabios señalan que la doble yud (י) en la palabra "formó" וייצר en hebreo alude a la naturaleza dualista del corazón donde residen tanto las inclinaciones buenas como las malas.
  26. Véase la introducción a Lo que necesita saber sobre la Cabalá.
  27. Deuteronomio 5:5. Véase extensamente en Torat Menachem vol. 3 (5711), p. 105ff. Véase también nuestro volumen en hebreo Lev Lada'at, "Vetzadik Yesod Olam" (El tzadik es el fundamento del mundo).
  28. Génesis 2:7.
  29. Si solo sumamos los tres verbos נברא "creado", נוצר "formado" y נעשה "hecho", obtenemos 322 = 1024, o 2^10, que es el número de letras en el Shemá.

 


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*PRIMICIAS DE CADA DÍA*


El versículo “y será, cuando entres a la tierra” alude a la entrada al ámbito de lo cotidiano: al comer, beber y todas las necesidades materiales.

El judío debe saber que todo esto lo recibe de la Tierra que Hashem le da, y por lo tanto debe traer de ello “primicias a Hashem”. Es decir, comenzar cada cosa con un reconocimiento a Hashem y conectarlo con la Torá y las mitzvot.

Por ejemplo:

•  Si come, debe hacerlo con la intención de tener fuerza para estudiar Torá o rezar.

•  Si trabaja en su negocio, debe hacerlo con el propósito de dar tzedaká y cumplir mitzvot con lo que gane.

Esto es “primicias a Hashem” en cada asunto de la vida.





La Universidad de la Torá

Ciencias Exactas y Naturales

BIOLOGÍA



TAXONOMÍA

LA CLASIFICACIÓN DE LA VIDA

Introducción

El tema de nuestra nueva investigación es la Taxonomía, la ciencia de la clasificación, especialmente de los organismos vivos sobre la Tierra.

La clasificación está basada en la observación de que entre las miríadas de formas de vida que Dios ha creado en nuestro mundo, muchas poseen similitudes entre sí, en mayor o menor grado. La palabra para “similitud” en hebreo es דמיון,dimaión, que también significa “imaginación.” Como podemos ver, clasificar las especies correctamente requiere una imaginación rectificada. Hemos discutido esta relación y otros aspectos de la clasificación en nuestra serie sobre la evolución. 

Así, la ciencia intenta agrupar esas similitudes en categorías más generales y al hacer esto clasificar esa tremenda variedad de criaturas en familias de organismos relacionados. Debido a que la taxonomía es hoy una ciencia en sí misma, como cualquier otra investigación científica o intelectual, también debe tener su origen en la Torá. Ya que tiene que ver con la creación, también esperamos que su fuente este en la primera parte de la Torá, en el relato de la creación. Como podremos ver más adelante, éste también es el caso.

El presente estudio está dividido en dos partes. La primera parte comienza revisando la naturaleza relativista de cada sistema de clasificación y la jerarquía en la cual está basada. Después continúa buscando en las traducciones hebreas para las palabras “especies” y “género”. Luego, veremos en la segunda parte la definición para el significado de la traducción hebrea de “especies”. Entonces procederemos a discutir la traducción al hebreo y la correspondencia con las sefirot, del sistema taxonómico de 10 niveles usado actualmente en biología para clasificar a los organismos vivos.

En la segunda parte, investigaremos el uso de la palabra hebrea para “especies” tanto en la Torá escrita (los Cinco Libros de Moshé) como en la Torá Oral. Terminaremos introduciendo un modelo Cabalístico para definir las especies.

La naturaleza relativista de la clasificación

Empezamos nuestro viaje dentro de la clasificación observando cómo los filósofos judíos medievales trataron este tema, su terminología y uso. Mucha de la filosofía judía escrita en la Edad Media estaba en árabe, debido a que era el lenguaje de la filosofía de aquel tiempo. Una familia particular de escribas, la familia Ibn Tibón, es famosa por sus traducciones de los principales trabajos de filosofía judía de ese tiempo del árabe al hebreo.

Como una introducción general a su trabajo, Shmuel Ibn Tibón, (la familia de Ibn Tibón era bien conocida como grandes traductores del árabe al hebreo de la Edad Media.) escribió una pequeña obra llamada Perush Milot Zarot (Explicación de Palabras Extranjeras), en la cual define y explica todas las palabras básicas y conceptos encontrados a través de los diferentes textos filosóficos. Hay unos cuantos cientos de estas que aparecen en esta introducción y se consideran básicas para entender la filosofía judía. Muchos de estos términos son por supuesto interpretaciones hebreas de términos que aparecen originalmente en la filosofía griega (con la cual los filósofos judíos medievales estaban íntimamente familiarizados). Pero, obviamente, una vez que estas palabras y conceptos fueron traducidos al hebreo, estas traducciones nos permiten captar con mayor profundidad y mucha mayor dimensión de entendimiento y significado cada una.

Significativamente, los primeros dos conceptos que define Ibn Tibón son las dos palabras básicas usadas en la clasificación: “especies,” que en hebreo es min ( מין , su forma plural es minimמינים ) y “categoría,” la cual en Hebreo es sug ( סוג y la forma plural es: suguimסוגים ). Es bastante normal que los conceptos filosóficos aparezcan como parte de un grupo o sistema de conceptos que van juntos. Nuestra tarea por supuesto es entender cuánto se relaciona una con otra dentro del marco de referencia de un sistema completo dado. Como podríamos esperar la relación entre estos dos conceptos es jerárquica, es decir, las especies están siempre bajo una categoría.

Ahora, podría parecer que tener sólo dos palabras para la clasificación es una limitación. Sin entrar todavía en detalles, los biólogos hoy definen 9 distintos niveles utilizados para clasificar las formas de vida. Sin embargo, es muy importante recordar que esa clasificación siempre es relativa. Ibn Tibón nota que, usadas apropiadamente, debido a la relatividad de cada clasificación, dos términos deben bastar para definir claramente cualquier especie. De modo similar, para identificar una especie en particular los científicos usan lo que se llama una nomenclatura binomial, señalando, en orden, el género y la especie del ejemplar. Para este propósito, incluso los dos términos min y sug son suficientes, como lo señala Ibn Tibón.

Para usar estas dos palabras adecuadamente, debemos entender que pueden ser usadas no solo como la traducción de Especies y Género (dos niveles en la taxonomía biológica moderna), sino como términos relativos que puedes ser usados de forma relativa a cualquier nivel de una taxonomía, para poder diferenciar entre los distintos niveles. Esto es similar al uso que hace la Cabalá de muchos otros términos y conceptos que se repiten en muchos contextos diferentes, reteniendo cada vez las relaciones entre ellos. 

Etimología

Regresemos a la palabra hebrea para “especies,” מין, min. ¿Qué significa esa palabra?

La mayoría de la gramática hebrea tradicional basa sus explicaciones de esta palabra en su significado en otras lenguas Semitas. Ya que en definitiva todas las lenguas derivan del lenguaje primordial de la Torá —el hebreo, el lenguaje de la creación— es posible tener una mejor idea o comprensión del significado de una palabra hebrea estudiando su significado en los lenguajes que todavía retienen la misma forma, las lenguas Semíticas.

Entonces, basados en el significado de la palabra que tiene en esas lenguas, los estudiosos de la gramática explican esta palabra como “imaginación del corazón”. Específicamente, dicen que la palabra “especies” en hebreo viene de la habilidad del corazón de comparar y clasificar diferentes cosas bajo una idea o imagen en común.

En la biología moderna todavía hay un gran debate respecto a cómo clasificar a las especies. Pero la definición más simple y directa tiene que ver con la forma de reproducción, aunque hay aproximadamente otras diez definiciones. Tal cantidad de desacuerdos implica por cierto que el concepto de especies está inseparablemente ligado al entendimiento subjetivo (la imaginación del corazón) de cada científico. 

Como la clasificación es el corazón de la biología, esta es una de las razones por la que los físicos están en desacuerdo con la biología - sienten que hay demasiada subjetividad involucrada y muy poca objetividad. Al llegar a la biología química las cosas se hacen más objetivas, pero la clasificación depende en gran parte de la mente como de la imaginación. En hebreo, la palabra para imaginación (דמיוןdimaión) significa literalmente “semejanza” o “parecido.”

Entonces este es nuestro primer punto sobre la clasificación que aprendemos de la palabra hebrea para “especies.” Cuando los biólogos quieren clasificar especies, para definir formas de vida (tanto más cuando empiezan a hablar sobre la evolución de las especies, un esquema todavía más problemático), están proyectando su poder de imaginación del corazón, más que en cualquier otro aspecto de la ciencia. El término que se usa en los libros de gramática hebrea para explicar la palabra “especies” (מיןmin) es בדו מלבbadó milev, “la conjetura del corazón”.

La Torá nos dice que Adam fue el primer taxonomista, ya que fue el primero en dar nombre a los animales. El nombre “Adam” en sí mismo proviene de la palabra hebrea para “semejanza” (como él fue creado “a semejanza de Dios”). Entonces, para clasificar las especies de animales y llamarlas por su nombre, Adam los llamó a partir de la sabiduría de su corazón. Todo esto, relata la Torá, ocurrió antes que Adam comiera del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal.

La primera vez que la palabra “especie” aparece en el primer relato de la creación en la Torá es en relación a los árboles. Es fácil por lo tanto entender que cuando Adam comió de la fruta prohibida del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal, perdió su estado prístino de ser capaz de hacer asociaciones apropiadas; perdió su habilidad de categorizar apropiadamente y poner las cosas juntas.

Además de las pruebas gramaticales de otras lenguas semitas de que “especie” significa “conjetura del corazón,” ¿Dónde vemos en la Torá que este es el significado correcto de esta palabra? La prueba real de esto en hebreo es que la raíz de la palabra “especie” (מין) es la misma que la raíz de la palabra para “cuadro” o “imagen” (תמונה, tmuná ). Entonces la idea es que los especímenes de una especie particular tienen la misma “imagen”. El concepto especie definido como una imagen, usado por muchos biólogos modernos para definir especie.

Esta definición está usualmente en desacuerdo con la definición de especie basada en la habilidad de reproducir descendencia fértil. La imagen no siempre implica una forma física, puede también referirse a una representación genética. Hay muchas taxonomías que definen a las especies basadas en la semejanza genética —o sea que los ADN son suficientemente similares, independientemente de si la reproducción fértil es posible.

Esto revela otro aspecto de la creación que a veces se considera una contradicción entre el primero y segundo relatos. En el primer relato, el verbo usado para describir el acto de la creación es “creó” (בראbará), denotando la creación ex nihilo, o “hizo” (עשהasá), que alude a mejorar, casi una visión evolucionista de la creación. Pero en el segundo relato, la Torá usa una forma intermedia de creación, “formó” (יצירהietzirá). Esta diferencia en la elección de los verbos aparece específicamente en relación al hombre.

Cuando Dios habla por primera vez del hombre, la Torá dice: “Hagamos al hombre” (de acuerdo a uno de los comentarios Jasídicos, se estaba refiriendo a toda la creación, dando más fuerza a la asociación de el “hacer un hombre” con un proceso evolucionista del cual el hombre es el resultado final). Allí, cuando realmente crea al hombre, el verbo para “crear” aparece tres veces —implicando que la creación real fue un acto ex nihilo: “Dios creó al hombre a Su imagen, A imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”[1]

Pero cuando llegamos al segundo relato de la creación, encontramos que el hombre fue “formado”. Y, como dijimos, la formación es un método intermedio de creación.[2] ¿Por qué el primer relato de la creación dejaría fuera este verbo?

Especie y Categoría

Veamos algunas propiedades lingüísticas y matemáticas de las traducciones hebreas de “especies” y “genero”. El valor numérico de la palabra para “especie”, מין es 100, o 10 2. Como se ha explicado ampliamente, en la Torá los números cuadrados representan la realidad rectificada o perfecta.

Ahora, si añadimos una alef (א) cuyo valor es 1, a la palabra מין (min, “especie”) se convierte en מאיןmeain, que significa “de la nada” o ex nihilo, como se conoce comúnmente. Entender la creación ex nihilo es el reto más importante que la ciencia moderna enfrenta hoy. La alef que hemos añadido representa el infinito. Entonces, aunque מין es un 100 lo cual es perfecto, todavía hay algo que falta, y eso es la א, que representa el “de la nada.”

Si añadimos a la palabra para “especie” (מין) la palabra hebrea usada por los filósofos medievales para denotar un espécimen individual, איש , ish, obtendremos איש מין , ish min , cuyas las letras se permutan para formar la expresión hebrea completa יש מאין , iesh meain, “algo de la nada”. Las especies, por su capacidad reproducirse dando descendencia fértil, son una exhibición del infinito. Cuando Dios creó las especies las imbuyó de la inmortalidad, en el sentido de su capacidad de reproducirse. Esta es la motivación espiritual que sustenta la inclusión de la capacidad para producir descendencia fértil [3]en la definición de especie. El poder de la reproducción fértil es llamado el poder del infinito en Jasidut. Esto significa que aunque el espécimen individual de cada especie muere, la especie continua gracias a la reproducción, gracias al poder del Infinito que se ejerce en la reproducción.

Ahora veamos la palabra para “categoría” (o Género), סוגsug . Su valor numérico es 69. Cuando se suman a min se obtiene 169, otro número cuadrado: 13 2. Entonces desde el 102 hemos llegado a 132. Las letras iniciales, ס y מsamej y mem, 60 y 40, suman 100, entonces las letras restantes juntas deben ser igual a 69, el valor de סוג, que además de deletrear la palabra סוגsug, forman también la palabra יגון , iagón, “agonía”, o יונג , Jung, quien identifico la conciencia colectiva (tal lectura no está por supuesto en la tradición conservadora del análisis de la Torá, pero sin embargo nos permitimos introducir a Jung en nuestra discusión para tener un punto de vista diferente).

Esto significa que, a nivel de género, aunque no hay capacidad de reproducción fértil, aparentemente hay algún tipo de conciencia colectiva. En todos los niveles por encima de género hay una conciencia colectiva, que conforme vayamos subiendo en la clasificación jerárquica, se hace más y más inconsciente. Entendemos que esta conciencia colectiva gobierna el comportamiento total de todas esas criaturas clasificadas bajo un encabezado.




La Taxonomía Biológica Moderna

Veamos ahora la clasificación biológica normal, y demos a cada una traducción hebrea. Estamos buscando las palabras más cercanas al término en español.

  • Especie: ya hemos visto la traducción medieval de esta palabra como min (מין).
  • Género: como especie, hemos visto la traducción medieval, que es סוג , sug. Como el primer principio filosófico, como vimos, es la relatividad de las especies y categorías, esto parece reflejar el requerimiento científico que cuando se establece la clasificación de cualquier criatura, se tiene que definir (por lo menos) su especie y su género. Esto es suficiente para definir cualquier criatura dada.
  • (Tribu): Ciertos textos añaden este nivel entre el género y la familia. Interesante es que los biólogos ponen las “tribus” debajo de “familia”, mientras que basándonos en la Torá podríamos pensar que lo opuesto es el caso, ya que cada tribu tiene varias familias. Por ahora, dejaremos fuera este nivel como una simple sub –división y hay como esas muchas subdivisiones posibles. La palabra Hebrea es directa, שבטshevet.
  • Familia: La palabra hebrea para este nivel es también directa, משפחהmishpajá.
  • Orden: Traducimos esto como סדרseder. Ahora, en español, la palabra “orden” significa dos cosas, o define qué viene primero y que viene segundo, o, como se usa en el contexto de la clasificación, implica un grupo interrelacionado. La palabra hebrea סדר, también tiene ambos significados. Por un lado, se refiere al orden de las cosas, pero por el otro también implica la relación entre muchas cosas colocadas juntas. Un ejemplo de este segundo significado se encuentra en el Seder de Pesaj, donde colocamos muchas cosas sobre la mesa y además tienen una relación particular una con la otra. Podemos decir que el primer significado implica una relación lineal (primero, segundo, etc.), mientras que el segundo implica una relación más compleja. Como podemos ver, usando una correspondencia muy directa, el nivel de orden corresponde a la sefirá de belleza (תפארתtiferet). En Cabalá, la sefirá de belleza es representativa de una realidad lineal (como en la barra transversal que pasaba por el medio de las columnas que formaban las paredes del Tabernáculo), pero también es representativa de una relación compuesta, como la misma palabra belleza, que implica la unión de muchos colores para formar una totalidad hermosa. Un ejemplo de orden son los carnívoros, un orden de la clase de los mamíferos.
  • Clase: traducimos esto como קבוצה (kevutzá). Un ejemplo son los mamíferos.
  • Filo o División: Traducimos esto como אומה (pronunciado: umá) que literalmente significa una nación, como la nación que está bajo el reino.
  • Reino: Traducido como ממלכה (mamlajá). Notemos que esto no es lo que podríamos esperar, porque reino es la traducción española de la palabra מלכותmaljut. Pero, como veremos hay una razón para esto.
  • Dominio: Este es un nivel relativamente nuevo de clasificación. Por ejemplo, los reinos animal y vegetal pertenecen al mismo dominio. Hay otros dominios tales como organismos moleculares, los cuales no son ni vegetal ni animal. Actualmente, los científicos identifican 3 o 4 diferentes dominios. Antes del uso de los dominios se podía ser un botánico (estudiando el reino vegetal) o un zoólogo (estudiando el reino animal). Pero, ahora, estas dos ocupaciones tienen algo en común. A veces al Dominio se le llama un Imperio. ¿Cómo debemos traducir esta palabra al hebreo? En la Torá tenemos el concepto de reyes y reyes de reyes. Claramente, los reyes corresponden al nivel de reino, mientras que el Dominio o Imperio es como un reino de reinos. Dios, el llamado el Rey de los reyes de los reyes, y Su reino se describe como Tu Reino es el reino de todos los mundos, donde el idioma hebreo usa la palabra מלכותmaljut, para designar “el reino [de todos los mundos].” Entonces usaremos la palabra מלכות (Maljut) para traducir Dominio.
  • Vida: Este es el más alto nivel del esquema de la clasificación moderna, porque estamos contemplando sólo organismos vivos. Por supuesto, la traducción de esta palabra es directa, חייםjaim. Dios es descrito como la fuente de toda vida en el verso: “Porque contigo está la fuente de toda vida”[4] En Jasidut está explicado que este verso se refiere al nivel de placer en la sefirá de corona. Entonces, hay una definición simple de que toda la vida brota del principio del placer, el cual es el nivel intermedio de la sefirá de la corona.

 

Ahora, hagamos la correspondencia de estos 10 niveles de clasificación con las sefirot:[5]

 

 

Corona
Vida (placer) – חיים

 

 

Entendimiento
Reino – ממלכה

 

Sabiduría
Dominio – מלכות

 

Poder
Clase – קבוצה

 

Bondad

Filo – אומה

 

Belleza
Orden – סדר

 

 

 

Victoria y Reconocimiento
Familia - משפחה (y Tribu - שבט)

 

 

 

Fundamento

Género – סוג

 

 

 

Reino
Especie – מין

 

 

Claramente, esta correspondencia requiere una explicación profunda, la cual dejaremos para otra oportunidad. Lo que notaremos justo ahora es la asombrosa “firma” numérica que contiene este modelo. Si añadimos los valores numéricos de las 10 palabras hebreas que hemos usado, encontramos que su suma es exactamente 1820:


חיים מלכות ממלכה אומה קבוצה סדר משפחה סוג מין = 1820


Como ya se discutió ampliamente en otra ocasión, 1820 es uno de los números más significativos en la Torá ya que es el número de veces que el Nombre esencial de Dios, Havaiá (el Tetragramatón) aparece en el Pentateuco. Este también es el producto de 26 y 70,[6] los valores numéricos de Havaiá ( י-הוה ) y la palabra “secreto” ( סוד , sod ), las cuales aluden al verso:

“El secreto del [Nombre de Dios] Havaiá es para aquellos que Le temen.”[7]

 

Especies en la Torá Escrita

Cualquier estudio serio de un concepto en la Torá requiere que busquemos el concepto en el texto de la Biblia. Cuando buscamos la palabra “especies” (מין) en el Pentateuco, la encontramos agrupada en 3 lugares diferentes:

o   En el primer relato de la creación.

o   En la descripción de los animales que fueron llevados a bordo del arca de Noé.

o   En las leyes dietéticas de kashrut que diferencian entre animales cuyo consumo está permitido y aquellos que están prohibidos.

Nuestra metodología será observar primero cada uno de estos grupos por separado y luego tratar de comprender la relación entre ellos.

 

Las especies de la creación

Como señalamos anteriormente, dado que la clasificación tiene que ver con la creación, no sorprende que esta palabra aparezca en el relato de la creación en Génesis. Significativamente, la palabra especie aparece exactamente 10 veces en el primer relato de la creación. Dios creó el mundo con 10 aserciones. Aunque estos 10 casos no aparecen en la redacción de los 10 enunciados, la similitud en número implica que existe una relación importante entre los dos, cuyo desarrollo dejaremos de lado por ahora. Además, como se señaló anteriormente, la palabra para “especies”, מין, es igual a 100 = 102.

Comencemos citando tanto en la traducción hebrea como en la castellana los versículos en los que aparece la palabra “especies”. Las notaciones [en corchetes] indican la inflexión particular de cada instancia de “especie”, donde m denota la forma masculinaf la forma femeninapl, el plural (forma masculina, ya que no hay formas plurales femeninas); y, m,c denota la forma compuesta masculina (למינהו):

 

Tercer Día

(v. 11) Dios dijo: “Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla, y árbol de fruto que dé fruto según su especie [m], cuya semilla esté en él mismo sobre la tierra”; y fue así

(יא) וַיֹּאמֶר אֱלֹקִים תַּדְשֵׁא הָאָרֶץ דֶּשֶׁא עֵשֶׂב מַזְרִיעַ זֶרַע עֵץ פְּרִי עשֶׂה פְּרִי לְמִינוֹ אֲשֶׁר זַרְעוֹ בוֹ עַל הָאָרֶץ וַיְהִי כֵן.

(v. 12) Produjo la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su especie [mc], y árbol que da fruto, cuya semilla está en él según su especie [mc]; y vio Dios que era bueno.

(יב) וַתּוֹצֵא הָאָרֶץ דֶּשֶׁא עֵשֶׂב מַזְרִיעַ זֶרַע לְמִינֵהוּ וְעֵץ עשֶׂה פְּרִי אֲשֶׁר זַרְעוֹ בוֹ לְמִינֵהוּ וַיַּרְא אֱלֹקִים כִּי טוֹב.

Quinto Día

(v. 21) Dios creó las grandes serpientes y todo ser viviente que se arrastra, que las aguas trajeron según su especie [pl.], y toda ave alada según su especie [mc]; y vio Dios que era bueno.

(כא) וַיִּבְרָא אֱלֹקִים אֶת הַתַּנִּינִם הַגְּדלִים וְאֵת כָּל נֶפֶשׁ הַחַיָּה הָרמֶשֶׂת אֲשֶׁר שָׁרְצוּ הַמַּיִם לְמִינֵהֶם וְאֵת כָּל עוֹף כָּנָף לְמִינֵהוּ וַיַּרְא אֱלֹקִים כִּי טוֹב.

Sexto Día

(v. 24) Dijo Dios: “Produzca la tierra seres vivientes según su especie [f], bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie [f]; y fue así 

(כד) וַיּאמֶר אֱלֹקִים תּוֹצֵא הָאָרֶץ נֶפֶשׁ חַיָּה לְמִינָהּ בְּהֵמָה וָרֶמֶשׂ וְחַיְתוֹ אֶרֶץ לְמִינָהּ וַיְהִי כֵן.

(v. 25) Dios hizo las bestias de la tierra según su especie [f] y el ganado según su especie [f] y todo lo que se arrastra sobre la tierra según su especie [mc]; y vio Dios que era bueno.

(כה) וַיַּעַשׂ אֱלֹקִים אֶת חַיַּת הָאָרֶץ לְמִינָהּ וְאֶת הַבְּהֵמָה לְמִינָהּ וְאֵת כָּל רֶמֶשׂ הָאֲדָמָה לְמִינֵהוּ וַיַּרְא אֱלֹקִים כִּי טוֹב:

 

Tenga en cuenta que el primer uso de la palabra "especies" es en el tercer día de la creación, el día en que se creó la vida vegetal. Claramente, debido a que especie es una palabra relacionada con la vida, como explicamos anteriormente, solo puede aparecer una vez que aparece la vida.

Obsérvese que la palabra aparece en cuatro formas diferentes, todas las cuales comienzan con la letra del prefijo del pronombre lamed (ל), un punto que exploraremos con mayor profundidad más adelante. La razón de estas diferentes formas (especies de la palabra, por así decirlo) es que el hebreo es un idioma muy flexionado que diferencia entre formas masculinas y femeninas de palabras de posesión. Las cuatro formas diferentes son:

 

o   למינו     1 aparición – forma posesiva singular masculina.

o   למינהו   4 apariciones – forma posesiva compuesta singular masculina.

o   למינהם  1 aparición – forma posesiva plural masculina.

o   למינה    4 apariciones – forma posesiva singular femenina.

 

En el tercer día de la creación la palabra aparece 3 veces. En el cuarto día no se menciona esta palabra, ya que el cuarto día no trata con la creación de vida. En el quinto día, que relata la creación de aves y peces, aparece 2 veces “especies”. Finalmente, en el sexto día, la palabra aparece 5 veces.

Ahora bien, si nos fijamos en el tema de cada aparición de especies, veremos que 3 de ellas son especies vegetales y 7 son especies animales. Los 7 animales mismos se dividen en 2 y 5 - 2 en el quinto día y 5 en el sexto día.

Nótese que en lo que se refiere al hombre no se menciona la especie. Puede ser incluso inapropiado referirse al hombre como una especie porque se dice que el hombre fue creado a imagen de Dios.

 

Especies en el relato de Noé y el diluvio

El segundo grupo de la palabra “especies” aparece en el relato del diluvio de la Torá. Dios le ordenó a Noé que llevara todas las diferentes especies de vida al arca para salvarlas de la aniquilación:

(6:19) Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca para que mantenerlos con vida contigo; serán macho y hembra. De aves, según su especie [mc], y de ganado según su especie [f], de todo reptil de la tierra según su especie [mc], dos de cada especie vendrán a ti, para mantenerlos con vida… (7:11) En el año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, en ese mismo día, se rompieron todas las fuentes del gran abismo y se abrieron las cataratas de los cielos. Y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. En ese mismo día, Noé y Sem y Cam y Jefté, los hijos de Noé, y la esposa de Noé y las tres esposas de sus hijos entraron en el arca. Ellos y todo animal según su especie [f], y todo ganado según su especie [f], y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie [mc], y toda ave según su especie [mc],

(ו, יט) וּמִכָּל הָחַי מִכָּל בָּשָׂר שְׁנַיִם מִכֹּל תָּבִיא אֶלהַתֵּבָה לְהַחֲיֹת אִתָּךְ זָכָר וּנְקֵבָה יִהְיוּ. 

(כ) מֵהָעוֹף לְמִינֵהוּ וּמִן הַבְּהֵמָה לְמִינָהּ מִכֹּל רֶמֶשׂ הָאֲדָמָה לְמִינֵהוּ שְׁנַיִם מִכֹּל יָבֹאוּ אֵלֶיךָ לְהַחֲיוֹת….

(ז, יא) בִּשְׁנַת שֵׁשׁ מֵאוֹת שָׁנָה לְחַיֵּי נֹחַ בַּחֹדֶשׁ הַשֵּׁנִי בְּשִׁבְעָה עָשָׂר יוֹם לַחֹדֶשׁ בַּיּוֹם הַזֶּה נִבְקְעוּ כָּל מַעְיְנוֹת תְּהוֹם רַבָּה וַאֲרֻבֹּת הַשָּׁמַיִם נִפְתָּחוּ.

 (יב) וַיְהִי הַגֶּשֶׁם עַל הָאָרֶץ אַרְבָּעִים יוֹם וְאַרְבָּעִים לָיְלָה

(יג) בְּעֶצֶם הַיּוֹם הַזֶּה בָּא נֹחַ וְשֵׁם וְחָם וָיֶפֶת בְּנֵי נֹחַ וְאֵשֶׁת נֹחַ וּשְׁלֹשֶׁת נְשֵׁי בָנָיו אִתָּם אֶל הַתֵּבָה. 

(יד) הֵמָּה וְכָל הַחַיָּה לְמִינָהּ וְכָל הַבְּהֵמָה לְמִינָהּ וְכָל הָרֶמֶשׂ הָרֹמֵשׂ עַל הָאָרֶץ לְמִינֵהוּ וְכָל הָעוֹף לְמִינֵהוּ כֹּל צִפּוֹר כָֹּל כָּנָף.

 

En estos versos, la palabra especie aparece exactamente 7 veces, ¡lo que implica una correspondencia con las siete leyes Noájidas! Ahora, podríamos preguntarnos, ¿por qué solo 7 veces, por qué no 10 veces como en la creación? (en cuyo caso también corresponderían a las 10 sefirot)

La respuesta simple que podemos dar es que el diluvio solo destruyó la vida en los continentes. La vida marina no se vio afectada por el diluvio y estas son las 3 “especies” adicionales que Noé no tuvo que traer consigo en el arca. [Como se explicó en otra parte,[8] los tres grandes océanos del mundo corresponden a las tres sefirot superiores, ¡lo que implica que el océano o la vida marina ¡sí corresponde a tres de las 10 sefirot!]

Una segunda explicación, siguiendo más de cerca las 10 apariciones de “especies” en el primer relato de la creación, sería que a Noé no se le ordenó salvar la vida vegetal a bordo del arca para mantenerlas con vida porque las plantas volvieron a crecer naturalmente después del diluvio. Como mencionamos anteriormente, las primeras 3 apariciones de especies en el primer relato de la creación son con respecto a las plantas. Las plantas no necesitaban ser guardadas en el arca de Noé, ya que vemos que volvieron a crecer después de que terminó el diluvio.[9]

En cualquier caso, tres de las diez especies no reaparecen en el contexto de Noé y el diluvio. En otro lugar,[10] hemos discutido extensamente la relación intrínseca entre la rectificación de toda la humanidad y el número 7, que se refleja una y otra vez en la historia del diluvio. Por ejemplo, hay siete colores en el arcoíris: el pacto entre Dios y la humanidad; la palabra “pacto” aparece siete veces en la descripción del pacto,[11] y así sucesivamente. Una cosa que no mencionamos allí fue que la palabra especie aparece 7 veces.

 

Las especies de las leyes dietéticas

El tercer contexto en el que aparece “especies” es en las leyes de kashrut, las leyes dietéticas de la Torá. La Torá prescribe que los judíos pueden comer solo ciertas especies de aves y animales. Las leyes que diferencian entre animales puros e impuros aparecen dos veces en la Torá, una en la parashat Shemini en Levítico[12] y otra en la parashat Reé en Deuteronomio.[13]

 

Levítico

(11:13) Y entre las aves, las tendréis por abominables; no se comerán; son abominación: El águila [o el buitre leonado], el milano, el águila pescadora, (v. 14)el cernícalo, y el buitre según su especie [f], (v. 15) y el cuervo según su especie [ m], (v. 16) el avestruz, el grajo, el gavilán y el azor según su especie [mc]; (v. 17)La lechuza, la gaviota, el mochuelo; (v. 18) El murciélago, el estornino, la urraca; (v. 19) la cigüeña, la garza según su especie [f]; la abubilla y el atalef [¿murciélago?]; (v. 20) Cualquier insecto volador que anda sobre cuatro, es abominación para vosotros. (v. 21) Sin embargo, entre todos los insectos voladores que caminan sobre cuatro [patas], puedes comer [de] aquellos que tienen extensiones articuladas [como piernas] sobre sus patas [normales], con las cuales saltan en el suelo. (v. 22) De esta categoría [langosta], podéis comer lo siguiente: la langosta roja según su especie [m], la langosta amarilla según su especie [mc]la langosta gris manchada según su especie [mc] y la langosta blanca según su especie [mc]…. (v. 29) Y esto tendréis por inmundo entre los animales que se arrastran por la tierra: la comadreja, el ratón y el sapo según su especie [mc].

(יא, יג) וְאֶת אֵלֶּה תְּשַׁקְּצוּ מִן הָעוֹף לֹא יֵאָכְלוּ שֶׁקֶץ הֵם אֶת הַנֶּשֶׁר וְאֶת הַפֶּרֶס וְאֵת הָעָזְנִיָּה.

 (יד) וְאֶת  הַדָּאָה וְאֶת הָאַיָּה לְמִינָהּ.

 (טו) אֵת כָּל ערֵב לְמִינוֹ.

 (טז) וְאֵת בַּת הַיַּעֲנָה וְאֶתהַתַּחְמָס וְאֶת הַשָּׁחַף וְאֶת הַנֵּץ לְמִינֵהוּ.

 (יז) וְאֶת הַכּוֹס וְאֶת הַשָּׁלָךְ וְאֶת הַיַּנְשׁוּף.

 (יח) וְאֶתהַתִּנְשֶׁמֶת וְאֶת הַקָּאָת וְאֶת הָרָחָם.

 (יט) וְאֵת הַחֲסִידָה הָאֲנָפָה לְמִינָהּ וְאֶת הַדּוּכִיפַת וְאֶתהָעֲטַלֵּף.

 (כ) כּל שֶׁרֶץ הָעוֹף הַהלֵךְ עַל אַרְבַּע שֶׁקֶץ הוּא לָכֶם.

 (כא) אַךְ אֶת זֶה תּאכְלוּ מִכּל שֶׁרֶץ הָעוֹף הַהלֵךְ עַל אַרְבַּע אֲשֶׁר לוֹ כְרָעַיִם מִמַּעַל לְרַגְלָיו לְנַתֵּר בָּהֵן עַל הָאָרֶץ.

 (כב) אֶת אֵלֶּה מֵהֶם תּאכֵלוּ אֶת הָאַרְבֶּה לְמִינוֹ וְאֶת הַסָּלְעָם לְמִינֵהוּ  וְאֶתהַחַרְגּל לְמִינֵהוּ וְאֶת הֶחָגָב לְמִינֵהוּ….

(כט) וְזֶה לָכֶם הַטָּמֵא בַּשֶּׁרֶץ הַשּׁרֵץ עַלהָאָרֶץ הַחֹלֶד וְהָעַכְבָּר וְהַצָּב לְמִינֵהוּ.

 

 

Deuteronomio

(14:12) Pero estas son aquellas de las cuales no comerás: el águila [o el buitre leonado], el osífrago, el águila pescadora; (v. 13) y el buitre blanco, y el buitre negro, y el milano según su especie [f]; (v. 14) Y todo cuervo según su especie [m]; (v. 15) Y el avestruz, y la lechuza, y la gaviota, y el gavilán según su especie [mc]; (v. 16) El mochuelo, el gran búho y la lechuza blanca; (v. 17) Y el pelícano, y la urraca, y el cormorán; (v. 18) Y la cigüeña, y la garza según su especie [f], y la abubilla, y el murciélago.

(יד, יב) וְזֶה אֲשֶׁר לֹא תֹאכְלוּ מֵהֶם הַנֶּשֶׁר וְהַפֶּרֶס וְהָעָזְנִיָּה.

 (יג) וְהָרָאָה וְאֶת הָאַיָּה וְהַדַּיָּה לְמִינָהּ.

 (יד) וְאֵת כָּל ערֵב לְמִינוֹ.

 (טו) וְאֵת בַּת הַיַּעֲנָה וְאֶת הַתַּחְמָס וְאֶתהַשָּׁחַף וְאֶת הַנֵּץ לְמִינֵהוּ.

 (טז) אֶת הַכּוֹס וְאֶת הַיַּנְשׁוּף וְהַתִּנְשָׁמֶת.

 (יז) וְהַקָּאָת וְאֶתהָרָחָמָה וְאֶת הַשָּׁלָךְ.

 (יח) וְהַחֲסִידָה וְהָאֲנָפָה

 

 

Vemos que en Levítico (parashat Shemini), la palabra especie aparece 9 veces mientras que en Deuteronomio (parashat Reé) aparece 4 veces más. En total, en el contexto de kashrut, “especies” aparece 13 veces. La división de 13 en 9, 32 y 4, 22 (la división que define al 13 como un número inspirador), se hace eco de la estructura de la palabra אחד, que significa “uno”, cuyo valor numérico es 13. Aunque la palabra “uno” parecería indicar unidad y singularidad absolutas (lo cual es cierto), paradójicamente, el Arizal explica que tiene dos dimensiones: una dimensión relativamente masculina y una dimensión relativamente femenina. Las dos primeras letras, אח, equivalen a 9, y por sí solas significan “hermano”[14]; este es el elemento masculino. En el rollo de la Torá, la última letra, ד, cuyo valor numérico es 4, está escrita en tamaño extra grande y alude al aspecto femenino de la realidad. El número 4 en sí mismo, como lo explican los sabios, insinúa los cuatro extremos de la realidad (Norte, Sur, Este y Oeste) y el nombre de la letra "dalet" está escrito y también proviene de la misma raíz que la palabra aramea "דלית” (deleit), en alusión a la descripción del Zohar del aspecto femenino aún no rectificado como “ella no tiene nada propio”.

Esta misma estructura se exhibe en las dos apariciones de estas leyes dietéticas. En general, cada vez que una ley se repite dos veces en la Torá, la primera aparición describe su aspecto relativamente masculino mientras que la segunda aparición se relaciona con su aspecto relativamente femenino. En este caso particular, la correspondencia es aún más fuerte, ya que, entre los Cinco Libros de Moisés, Deuteronomio, el quinto y último libro, representa el aspecto femenino de la profecía de Moisés, mientras que los primeros cuatro libros, incluido Levítico, representan su aspecto masculino.[15]Entonces el concepto de especie aparece 9 veces en la dimensión masculina de las leyes de especies kashrut y 4 veces en la dimensión femenina de las mismas leyes.

Entonces, resumamos, hemos encontrado la palabra especie 10 veces en la creación, 7 veces en el diluvio y 13 veces en relación con las leyes de kashrut. Uno de los pares de números más ubicuos en la Torá es el 13 y el 7 (que en sí mismos exhiben una relación masculino-femenino).[16] De hecho, las 613 leyes de la Torá prescritas para los judíos son en general masculinas en relación con las 7 leyes que Dios prescribió a Noé y al resto de la humanidad. Pero, ¿qué pasa con las 10 apapriciones de especies en la creación? Matemáticamente, 10 está exactamente a la mitad entre 7 y 13.

Entonces, en total, encontramos la palabra "especies" 30 veces en la Torá. Sin embargo, tenga en cuenta que, en los 30 casos, el sustantivo simple "especie" (מין) no aparece ni una sola vez. Los 30 casos son formas conjugadas del sustantivo. De hecho, las 30 veces, la palabra aparece con una letra de prefijo lamed (ל), transformándola para que signifique “según su especie”. ¡El valor numérico de לes 30, aludiendo, a través de una autorreferencia, ¡a las 30 apariciones de esta palabra en la Torá!

Ahora bien, ¿por qué la palabra “especie” comienza con la letra lamed? Volviendo a nuestra discusión etimológica de la palabra "especie", recuerde que significa "la conjetura del corazón". Poniendo ambos significados juntos, podríamos incluso decir: la conjetura del corazón mientras está fotografiando (es decir, imaginando) la realidad y, por lo tanto, intentando clasificar la realidad. La conjetura del corazón en la Torá se refiere específicamente a la letra lamed, ya que la expresión idiomática de las letras del nombre de la lamed deletreada (למד) es “un corazón que entiende el conocimiento”[17](לב מבין דעת). El conocimiento aquí se refiere al poder rectificado de la imaginación que permite a una persona clasificar correctamente las cosas en el orden de especie y género.

Además, que las últimas 13 apariciones de la palabra "especies" en la Torá están en el contexto del kashrut, esto implica que la rectificación final de todas las especies y también el poder de la imaginación requerido para clasificarlas correctamente, está conectado con hábitos alimenticios adecuados - es decir, comer solo lo que la Torá permite y abstenerse de lo que prohíbe. Sigamos nuestro razonamiento aquí un poco más explícitamente. Vimos que en el contexto de la creación la palabra aparece 10 veces, de manera simplemente descriptiva (sin prescribir especies permitidas y prohibidas para el consumo). Luego, en el contexto del diluvio, aparece 3 veces menos, lo que indica que hubo algún tipo de detracción del estado original creado de la especie. Según los sabios, el diluvio vino como un castigo y una rectificación por el comportamiento abominable tanto de hombres como de animales, comportamiento que incluía actos prohibidos de procreación entre especies animales y entre humanos y animales. Pero, luego, en el contexto de las leyes de kashrut, las tres especies que fueron restadas se devuelven a las 10 originales dándonos un total de 13 repeticiones de la palabra e indicando que esta es la rectificación final del concepto. Entonces, cuando una persona come adecuadamente, corrige su poder de imaginación y puede conceptualizar correctamente la relación (ya sea morfológica, genética o cualquier otro tipo de relación) entre las especies. Comer bien aquí también incluye las intenciones pertinentes que uno debe tener al comer.[18]El consumo inadecuado de alimentos, daña el poder de la imaginación. El caso en cuestión sería la teoría de la evolución, que cuando se separa de la gama completa del origen de las especies descritas en la Torá y descritas en otros lugares,[19] ilustra un poder dañado de la imaginación.[20]

 

Especies en la Torá Oral

Hasta ahora hemos examinado el concepto de especie tal como aparece en la Torá Escrita. ¿Cómo se usa este concepto en la Torá Oral? Veamos los diversos casos en que esta palabra se usa en la Torá Oral. Ordenaremos nuestra observación por el número de especies en cada caso. Curiosamente, no encontramos que uno, dos o tres tipos de algunas plantas o animales se describan como especies en la Torá Oral. El número más pequeño descrito como especie es cuatro. Aún más interesante, como veremos, es que la especie se usa en la Torá Oral siempre en referencia a tipos de plantas, miembros del reino vegetal. Esto hace eco del hecho de que el concepto de especie en la Torá Escrita (en el relato de la creación) también comenzó con el reino vegetal.

o   Cuatro Especies: En Sucot, la Torá nos ordena: “En el primer día tomaréis para vosotros del fruto de la cidra, una rama de la palmera datilera, ramas del árbol hilado [mirto] y ramas del sauce, y se regocijarán ante Dios durante siete días”. [21] Curiosamente, la Torá no usa la palabra especies para describir estos cuatro tipos de plantas, pero todos estamos familiarizados con el concepto de las Cuatro Especies, que es como se las menciona en el Torá oral.

o   Cinco Especies: Hay cinco tipos de granos que cuando se hornean se consideran pan, lo que nos obliga a recitar la bendición sobre el pan al comerlos y recitar la bendición después de las comidas tras comerlos.[22] Estos cinco tipos de granos (o productos) se alude bellamente al comienzo del segundo de la creación que comienza con cinco palabras cuyas iniciales forman la palabra תבואה, que significa "producir" (אלה תולדות השמים והארץ בהבראם). La letra que sigue inmediatamente a la letra inicial de la última palabra necesaria para deletrear “producir”—la בde בהבראם—es la famosa pequeña hei (ה) de[23] בהבראם, cuyo valor numérico es, por supuesto, 5, en alusión a las cinco especies de productos. Tenga en cuenta que, en este caso, cada una de las cinco especies es en realidad una superespecie, o un Género en la terminología científica moderna. Como dijimos, los conceptos de especie y género en la Torá son en realidad relativos.

o   Siete Especies: La Torá describe la Tierra de Israel como, “Una tierra de trigo y cebada y de vides e higos y granadas, una tierra de aceite de oliva y miel [de palmeras datileras].”[24] Este versículo describe las siete especies de plantas con el que la Tierra de Israel es bendecida.

 

Las matemáticas de las especies en la Torá Oral

Así que ahora hemos visto que la Torá Oral menciona especies en relación con los números 4, 5 y 7. Tomemos estos tres números y, utilizando el método de diferencias finitas, formemos una serie cuadrática a partir de ellos:

 

4

5

7

10

14

19

1

2

3

4

5

1

1

1

1

 

Es fácil ver que los números de estas series son generados por la función:

 

f[n] = rn ┴ 4

 

donde rn denota la suma de los números enteros de 1 a n, el triángulo de n.

Ahora, el número 12 de esta serie será r11 ┴ 4, o 70. Dado que esta serie describe varios números de especies en diferentes agrupaciones significativas, ¿dónde encontramos 70 especies de cualquier cosa en la Torá?

Después del Éxodo y la división del Mar Rojo, la Torá relata que el pueblo judío: “Llegaron a Eilima donde había 12 manantiales de agua y 70 palmeras datileras…”[25] Uno de los primeros textos de Cabalá, que precede incluso al sagrado Zohar, es el Bahir, cuyo nombre significa el Libro de la Brillantez (otro sinónimo de “luz”). El Bahir señala que esta fue la primera visión que tuvo la gente después de la división del Mar Rojo en su viaje a la Tierra de Israel. Eilima era un oasis en el desierto con 12 manantiales de agua diferentes. Lo que añade el Bahir es que las 70 palmeras datileras no eran 70 especímenes de la misma especie de palmera, sino 70 especies únicas de palmera. Entonces, lo primero que hizo el pueblo judío después de ser liberado de la esclavitud de Egipto fue la clasificación de especies.

 

Los criterios para las especies en la Cabalá

Pero lo más importante que agrega el Bahir es una definición muy perspicaz de la base de su clasificación de las palmeras datileras como diferentes. El Bahir nos da tres criterios por los cuales la gente justificó la clasificación de cada tipo de palmera datilera como una especie separada:

1. “No eran semejantes entre sí” (לא דמתה זו לזו ). Este criterio corresponde a una distinción morfológica.

2. “Actuaban de manera diferente” (לא דמתה פעולת זו לזו). La distinción funcional incluye, entre otros, el método reproductivo de cada palmera datilera. Esta es una expansión de la actual definición de trabajo de especie que se usa generalmente en biología. Claramente, una de las cosas más importantes para estudiar son los hábitos de apareamiento, pero esto también incluye todo el comportamiento del espécimen en particular.

3. “Sus frutos sabían diferente” (לא טעם זה כטעם זה ). Al principio, uno podría sorprenderse de que una distinción aceptable sirva como criterio para la condición de especie. Sin embargo, para apreciar este criterio final, uno debe saber que en Cabalá, el gusto representa el aspecto espiritual, es decir, la esencia misma de un árbol que da frutos comestibles.[26] Así, el gusto representa la palabra de Dios en el fruto.[27] ¿Cómo puede este criterio aplicar a los organismos que no dan fruto? La respuesta es que este criterio es una particularización de un principio más general: observar el uso que el organismo tiene para los seres humanos. Uno de los fundamentos más importantes para entender la naturaleza según la Torá es que toda la naturaleza se está elevando continuamente para incorporarse a la realidad humana rectificada.[28] Así, el lugar que cada organismo ocupa en el esquema humano define su esencia. Según la Torá, el hombre (es decir, el hombre rectificado que sirve a Dios) es ciertamente la medida de todas las cosas.

Según el Bahir, un espécimen tiene que ser único en los tres aspectos para ser considerado una especie separada.

 

 

Como referencia, incluimos una lista de enlaces útiles para aprender más sobre taxonomía: ( en inglés)

 

 

 

 

 

 

 



[1] Bereshit 1:27

[2] Ver en detalle en la conferencia del 24 de Tevet, 5768 https://galeinai.org/2025/09/08/shneor-dos-luminarias/

[3]  Un ejemplo de cría que no es fértil es la mula, el producto de cruzar una yegua con un burro

[4] Salmos 36:10

[5] Consulte nuestra serie de conferencias sobre la evolución (nota 1) para ver otro modelo que corresponde solo a una parte de la estructura taxonómica moderna completa a las sefirot.

[6] Como veremos más adelante, 70 es uno de los números más importantes asociados con clasificación en la Torá

[7] Salmos 25:14

[8] Ver en detalle en nuestro sitio web www.inner.org/torah_and_science/exact_sciences/E68-0524-1.php

[9] Esta correspondencia es un poco más débil, ya que las 7 “especies” a las que nos referimos en el relato de la creación incluyen a los peces, que como señalamos, no necesitaron subir al arca para ser salvos.

[10]  Ver Cabalá y Meditación para las Naciones

[11] Acerca de este fenómeno, su significado y los números de los pactos en general, véase Ibid., ¿¿p.??  y en nuestro próximo libro sobre las matemáticas del Libro del Génesis, la parashá Noaj.

[12] Capítulo 11

[13] Capítulo 13

[14] Véase también El arte de la educación, pág. ???. לגבי אח אחד .

[15] Los sabios explican que el Libro de Deuteronomio fue dicho por Moisés en una serie de discursos en los que la Divina Presencia hablaba desde su garganta. Tanto la Presencia Divina (la Shejiná) como el habla son ejemplos arquetípicos del aspecto femenino en el mundo.

[16] Ver en detalle en nuestro próximo libro sobre las matemáticas del Libro de Génesis

[17] Basado en Otiot Derabbi Akiva, un midrash importante que explica el significado de las letras hebreas

[18]Consulte también nuestro artículo sobre nutrición, www.inner.org/torah_and_science/exact_sciences/E68-0705.php

[19] Vea nota 5

[20]Ver también en extenso en nuestra serie de conferencias sobre la evolución. (www.inner.org/torah_and_science/exact_sciences/evolution_seminar.php).

 

[21] Levítico 23:40

[22] La matzá de Pesaj también tiene que estar hecha de una de estas cinco especies de granos.

[23] Vea también nuestra discusión sobre el significado de esta carta en nuestras conferencias sobre el número 248 (www.inner.org/torah_and_science/exact_sciences/248.php)

[24] Deuteronomio 8:8

[25] Éxodo 15:27. Vea también Números 33:9

[26] De acuerdo con esta perspectiva espiritual, si una fruta ha perdido su sabor, no debe consumirse.

[27]Consulte también nuestro artículo sobre nutrición: www.inner.org/torah_and_science/exact_sciences/E68-0705.php

[28] Por ejemplo, los sabios dicen que en el futuro todos los árboles darán frutos comestibles.


MELAVE MALKA SEMANA KI TAVÓ JAI ELUL

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Es costumbre contar una historia jasídica sobre el Baal Shem Tov al terminar Shabat por la noche en una comida de Melavé Malká, acompañando a la Reina, el Shabat

Una segulá para un buen sustento, para tener hijos y tener satisfacciones de los niños, para una vida buena y larga y para salud

En el mes de Elul, el Rey está en el campo.
Cada uno de nosotros tiene su campo personal – su espacio único de acción.

Este es el momento para salir a nuestro campo, detenernos un instante y contemplar al Rey.
Cuanto más nos concentremos en Él, mejor nos sentiremos.

✨ El Rey es la fuente de todas las curaciones.

*¿Viste la Revista dimensiones de la semana?*

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🎻 *Y AQUÍ LA HISTORIA*

Los mechones del pequeño niño caían sobre sus hombros. Sus dos ojos brillantes y atentos delataban de inmediato su gran inteligencia. De una mano lo sostenía su madre y de la otra, su tía.

Antes de bajar del carruaje que los había traído a Mezhíbuzh, las dos mujeres se asomaron y observaron alrededor con cautela, como temiendo miradas indiscretas que descubrieran su llegada. Cuando bajaron, comenzaron a caminar con rapidez, apremiando al niño a acelerar sus pequeños pasos. Poco después desaparecieron dentro de la casa.

Adentro ya las esperaba el tzadik, de quien todos relataban maravillas.
“Rebe, aquí está. Cumplí mi promesa y traje a mi hijo”, dijo la madre con voz temblorosa.

El tzadik la miró con rostro radiante y acarició con suavidad la cabeza del niño. “Espero que tú y tu esposo hayan cumplido cuidadosamente todas mis instrucciones”, dijo, tomando unas tijeras que estaban sobre la mesa.

“Por supuesto, Rebe”, respondió la madre con temor reverente. “Nos cuidamos mucho de que nuestro hijo no apareciera en público ni fuera visto camino a aquí”.

El tzadik tomó con delicadeza el cabello largo del niño y comenzó a cortarlo lentamente, dejando a ambos lados las peot, como es la costumbre de Israel. Al terminar la ceremonia, se dirigió a la madre y a la tía: “No se demoren aquí más. Regresen pronto a sus casas y sigan exactamente como indiqué a Rev Baruj”.

Ellas asintieron sumisamente y se dispusieron a partir. “Una cosa más”, les dijo cuando ya estaban en el umbral, acercando un dedo a sus labios y mirando al niño: la intención era clara, incluso al niño mismo debía ocultársele el secreto de aquel acontecimiento.

En el camino de regreso, el niño guardó silencio casi todo el tiempo. Él ya sabía de la costumbre de cortar el cabello a un niño judío al cumplir tres años, como comienzo de su educación en las mitzvot. Sabía que ese día cumplía tres años. Pero la identidad del tzadik que había cortado su cabello era para él un enigma.

“¿Quién era ese hombre que me cortó el pelo?”, preguntó a su madre. Ella se turbó un instante, pero respondió enseguida: “Ese es tu abuelo”. El niño se conformó con esa respuesta.

Rev Baruj, mencionado por el tzadik, era el padre del niño y esposo de Rivká. Él pertenecía al grupo de tzadikim ocultos dirigidos por el Baal Shem Tov. Tampoco Rivká era una mujer común: tenía un orden de estudio fijo y era una verdadera erudita.

La historia comenzó tras un tiempo de matrimonio sin hijos. La pareja imploró al Baal Shem Tov que rezara por ellos. En una ocasión, al plantearle el asunto, el Baal Shem Tov iluminó su rostro y les dijo: “Con la ayuda de Hashem, el próximo año serán bendecidos con un hijo”.

Efectivamente, al año siguiente, en la mañana del 18 de Elul de 5505 (1745), el Baal Shem Tov estaba particularmente alegre. Tras salir del mikvé comenzó la plegaria con gran melodía, y ese día no dijo Tajanún. Sus alumnos notaron su inusual júbilo. Quizás algunos sabían que era su cumpleaños, pero desconocían el motivo más profundo.

Después de la tefilá, les dijo: “Hoy, día miércoles, en la semana de la haftará Kumí Orí, descendió al mundo un alma nueva que iluminará con la Torá revelada y con la Torá de la jasidut. El portador de esta alma tendrá entrega total y su camino triunfará hasta la llegada del Mashíaj”.

Tiempo después, R’ Baruj llegó a Mezhíbuzh para informar al Rebe del nacimiento de su hijo en 18 de Elul. El Baal Shem Tov se regocijó mucho y le dio instrucciones específicas sobre cómo cuidar al niño: mantenerlo oculto de las miradas y no revelarle nada acerca del Baal Shem Tov. Le dijo también: “Sabe que el alma de tu hijo no está destinada a mí, sino a mi discípulo R’ Ber (luego conocido como el Maguid de Mezritch)”.

Más tarde, cuando Rivká pidió llevar al niño a Mezhíbozh a los tres años para que el Baal Shem Tov mismo le hiciera las peot, el Rebe accedió con la condición de mantener todo en secreto.

El Baal Shem Tov vivió unos quince años más después de aquel nacimiento, y en todo ese tiempo nunca reveló su identidad al niño, a pesar de haber sido él mismo quien le cortó el cabello y le dejó las peot.

El niño, cuyo nombre se hizo luego célebre en el mundo entero, fue Rabi Shneur Zalman de Liadí, fundador de Jabad. Durante toda su vida lo llamó “Saba”, y solía decir: “El Baal Shem Tov es mi abuelo espiritual”. (Shiját Hashavúa)

👉 La próxima semana, el jueves 18 de Elul, celebramos el cumpleaños de dos grandes luminarias:

  • Rabi Israel Baal Shem Tov, fundador del jasidismo.
  • Rabi Shneur Zalman de Liadí, fundador de Jabad.

Que sus méritos nos protejan. Amén.

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CABALÁ PRINCIPIANTE

 

TÚ ERES EL REY

Después de los “dos mil años de Caos” (Tohu), durante los cuales el mundo se rigió por la ley de la selva, llegaron los “dos mil años de Torá”. La Torá impone en el mundo un orden Divino, justicia y rectitud, y exige un comportamiento refinado y corregido. En la “Guía de los Perplejos” [de Maimónides] está escrito que un cambio no puede ocurrir de repente, y por lo tanto, a veces la Torá ‘dialoga’ con la cultura anterior, canalizándola y refinándola, sin borrar por completo la naturaleza que se arraigó en el mundo durante largos años.

En un nivel más profundo, esta no es una necesidad a posteriori. Los “dos mil años de Caos” reflejan el Mundo del Caos (Olam HaTohu) que precedió a nuestro mundo, un mundo de “muchas luces en pocas vasijas” —intensas potencias-del-caos sin la capacidad de ser implementadas, lo que condujo a la ruptura y al colapso. En contraste, en el Mundo de la Rectificación (Olam HaTikún) hay “pocas luces en muchas vasijas” —las capacidades de contención e implementación son muchas, pero la intensidad del Caos se ha perdido. La Torá es capaz de tomar la vehemencia del Caos e insertarla en un orden rectificado, darle una dirección correcta, y así alcanzar el mérito de tener las “Luces del Caos en las Vasijas de la Rectificación” (una fórmula mediante la cual es posible llegar a los “dos mil años de la Era Mesiánica”).

El Caos aparece en leyes que parecen desviarse del orden normal de la Torá: desde las leyes del “perseguidor” (rodef) y el “vengador de la sangre” (goel hadam), pasando por lugares donde “la Torá habló en correspondencia con la mala inclinación”, hasta decretos temporales y fenómenos donde “grande es una transgresión en aras del Cielo”. En estos lugares, el Caos que se esconde debajo de la Rectificación ‘asoma’, mientras la Torá lo contiene y lo dirige.

Un ejemplo especial de esto es la ley de “avid inish diná l’nafshie” (‘una persona puede administrar justicia por sí misma’), que permite a una persona proteger su propiedad o tomar por sí misma lo que le corresponde por ley, incluso si para ello se ve obligada, sin otra opción, a usar la fuerza. Si acudiera a un tribunal, recibiría asistencia, y si fuera necesario, los jueces enviarían a los oficiales para hacer cumplir la sentencia, pero la persona no necesita molestarse en ir al tribunal y tiene permitido actuar por sus propias fuerzas.

Aparentemente, en un mundo rectificado, el juicio, la decisión legal y el poder de ejecución están en manos de las autoridades competentes, y si cada uno ‘toma la ley en sus manos’, se desataría la anarquía. Y sin embargo, en el momento en que se atenta contra la propiedad de una persona, la Torá le otorga el poder de hacerse justicia a sí misma. ¿Por qué? En su origen, el hombre fue creado solo, recibió la misión de reinar sobre toda la creación y dominarla, y la “imagen de Dios” que hay en él lo convierte en un ser con poder de juicio moral sobre toda la creación.

Hay en esta realeza algo caótico (Tohu), como los reyes del Caos, cada uno de los cuales decía “Yo reinaré”, pero también hay en ella una gran fuerza y una responsabilidad auténtica. En el orden normal, la Torá centraliza el poder de gobierno y juicio en manos del rey y los jueces, exigiendo equilibrio de poderes y procedimientos legales moderados. Pero en relación con su propia propiedad, la persona sigue siendo rey y juez, revelando la naturaleza primordial que fue impresa en él.

Por supuesto, debe actuar según la ley de la Torá y limitar su fuerza según lo requerido, pero para la Torá es importante preservar este “capitalismo-sagrado” —que otorga a la persona un derecho real sobre su propiedad— para revelar en el hombre las cualidades de un ser verdaderamente libre, un rey y un juez. Estas cualidades revelan la fuerza de su alma y le permiten realizar su propósito y su misión en el mundo.

 


EL BAAL SHEM TOV: UNA HISTORIA PARA JAI ELUL

Del libro Or Israel

 

Cuando el santo Baal Shem Tov aún era un justo oculto y vagaba de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, una de sus prácticas sagradas, que también inculcó entre sus compañeros ocultos, era preguntar a cada judío que encontraba —hombres y mujeres, ancianos y jóvenes— sobre su salud y su sustento, y se sentía muy satisfecho al escuchar sus amables respuestas con palabras de alabanza a Dios Bendito: "Baruj Hashem" (Bendito sea Dios), "HaShevach la-El" (La alabanza es para Dios), y similares.

Una vez, el Baal Shem Tov llegó a un cierto poblado. En ese lugar vivía un anciano judío, un gran erudito y un asceta apartado de todos los asuntos mundanos. Durante más de cincuenta años se sentó día y noche a estudiar Torá con ascetismo y santidad. Ayunaba todos los días, envuelto en su talit y adornado con sus tefilín, y solo después de la oración de la tarde probaba un trozo de pan mojado en agua.

Cuando el Baal Shem Tov entró en la habitación de retiro del erudito, que estaba en un rincón de la sinagoga, le preguntó por su estado de salud y si tenía lo necesario para sus necesidades. El erudito no le prestó atención al Baal Shem Tov, que vestía como un simple campesino. El Baal Shem Tov repitió sus preguntas varias veces, hasta que el erudito se enojó con él y le señaló la puerta con un gesto, indicándole que se fuera.

El Baal Shem Tov le dijo: "Rabino, ¿por qué no le da usted un sustento al 'Por así decirlo' [=el Santo, bendito sea]?"

Estas palabras confundieron al erudito: ¿qué estaba diciendo este campesino sobre el 'Por así decirlo' y su sustento? El Baal Shem Tov, percatándose de sus pensamientos, le dijo: Los judíos 'se sientan' sobre el sustento que Dios Bendito les da. ¿Sobre qué sustento 'se sienta' el 'Por así decirlo'? El Rey David nos lo dice en los Salmos: "Y Tú eres Santo, entronizado sobre las alabanzas de Israel". El 'Por así decirlo' se sienta sobre las alabanzas que los hijos de Israel le dan por la salud y el sustento que Él les provee, y a cambio de estas alabanzas, Dios Bendito les da hijos, vida y un amplio sustento (Banei, Jayei u'Mezonei Revijei).

 

Cuando el Baal Shem Tov llegó a los 18 años, fue elegido líder por los justos ocultos. Propuso entonces que los justos ocultos se asentaran en los pueblos y se dedicaran a la enseñanza, y él mismo se convirtió en ayudante de maestro en la ciudad de Yazlovitch.

En esa época, él mismo llevaba a los alumnos al 'jéder' (el aula de estudio), y recitaba con ellos bendiciones y versículos: "Shemá Israel", "Torá tzivá", y otros. También les contaba historias sobre Moshé Rabeinu y los Patriarcas, y repasaba con ellos lo que habían aprendido con el maestro. Después de las clases, los llevaba de regreso a sus casas y recitaba con ellos el Shemá de antes de dormir. Todo lo hacía con melodías de alegría, que también les enseñaba a ellos.

EXPLICACIÓN

Aparentemente, se podría objetar que, incluso si innovamos y decimos que hay una virtud y un beneficio en la alabanza que un judío da a Dios Bendito por su sustento, ¿de dónde sabemos que no hay un beneficio mayor –o al menos igual– en el estudio de la Torá? Y si no es algo concluyente, ¿por qué el Baal Shem Tov consideró apropiado interrumpir al asceta de su estudio para decirle estas palabras?

El Rebe responde a esto que ese 'sustento' que los judíos le dan a Dios Bendito se da precisamente a través de la alabanza simple por sus asuntos materiales. El Santo, bendito sea, anheló tener una morada en los mundos inferiores (dirá batachtonim), y es precisamente cuando se encuentra la bondad de Dios en los asuntos más bajos que se Lo revela y se Lo entroniza en los mundos inferiores, y de esta manera se provee y se satisface Su voluntad y Su anhelo.

Esta es la virtud del judío simple, que conecta literalmente lo de arriba con lo de abajo. Lo de arriba es la simple Esencia Divina que brilla en él, y lo de abajo son sus humildes vidas materiales, las cuales vive según la voluntad de Dios. En la Torá del asceta, que en su habitación aislada intentaba estar solo en el nivel de 'arriba', no se cumplía la voluntad de Dios Bendito, y eso fue lo que el Baal Shem Tov le dijo.

La Rectificación de la Realidad

Esta campaña, que podríamos llamar la campaña "Shalom Aleijem", da inicio a todas las actividades del Baal Shem Tov para la educación del pueblo de Israel y para la rectificación de toda la realidad (Tikún), actividades que continuaron durante toda su vida y también después de su fallecimiento, a través de sus sucesores y los estudiosos de su doctrina.

"Rectificación" (Tikún) es un acto de "investidura", como dice la traducción aramea [del versículo]: "No vestirá el hombre prenda de mujer" - "no se rectificará (investirá) un hombre con los adornos de una mujer". La rectificación de la realidad significa atraer la luz de Dios para que se invista y more dentro de ella, como un alma que desciende para vivificar al cuerpo. Cada etapa en este gran proceso es una pequeña rectificación, que obra su efecto y añade luz al mundo.

Por lo tanto, se entiende que con toda la virtud de la alabanza natural a Dios, esto no es más que el comienzo del camino. Se cuenta que cuatro años más tarde, a la edad de veintidós años, el Baal Shem Tov propuso iniciar una acción para infundir la Torá entre el pueblo judío simple. Esta es una campaña mucho más avanzada, en la que, desde una fe intensa en que la Torá pertenece a cada judío, se busca infundirla en una realidad que parece no tener ninguna relación con ella.

Y sin embargo, no en vano la campaña "Shalom Aleijem" precedió a la campaña de estudio de la Torá: el Baal Shem Tov lo explica basándose en el dicho "Grande es un sorbo [de bebida] que acerca a las personas". Primero se le debe ofrecer a un judío un bien material, y solo después recompensarlo con un bien espiritual. Cuando uno se interesa por un judío así, simplemente como es en su estado actual, sin intentar mejorar o corregir nada en él, se llega a una cercanía de mentes con él. Solo a partir de la cercanía es posible que se cree también una influencia.

Se cuenta una historia conocida de que el alma del Baal Shem Tov descendió al mundo gracias a un simple acto de bondad material que su padre realizó por un judío que parecía estar profanando el Shabat en público. De ahí también podemos aprender que la precedencia del bien material sobre el espiritual no es solo una 'preparación para el precepto', sino que incluso si viene sola y no produce frutos espirituales, tiene una virtud inmensa y maravillosa. Pues la bondad del padre del Baal Shem Tov fue puramente material; alimentó y proveyó al pobre sin intentar influir en él espiritualmente (y ciertamente no condicionó la ayuda material a un progreso espiritual por su parte).

Israel es un pueblo santo, y hacer un bien material a un hijo de Israel es un acto de precepto (mitzvá). Sobre esto dijo el Alter Rebe: ¡Lo material de tu prójimo es tu espiritualidad!

(Del libro 'Or Israel')

 

DE UNA SIJÁ DEL REBE

En una reunión especial para los niños y niñas que regresaron de los campamentos en el verano de 5748 (1988), dijo el Rebe en la sijá:

“Es sabido el dicho de la santa honra de mi suegro, el Rebe de nuestra generación (el Rayatz), transmitido en nombre del Rebe anterior: ‘Hay que vivir con el tiempo’, es decir, vivir con la parashá de la semana, aprendiendo de ella una enseñanza para la vida diaria de cada uno.

La misión principal en la vida de cada soldado es: ‘Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos’ (Devarim 21:10), luchar contra el enemigo. Y en nuestro caso, se refiere a luchar contra el iétzer hará (la inclinación al mal).

La Torá dice ‘cuando salgas’ en singular, para enseñar que incluso cuando cada uno de ustedes, dentro del pueblo de Israel, sale a la guerra solo, ya desde el comienzo está ‘sobre tus enemigos’. Es decir, ya en el inicio de la batalla está claro que no se trata de una guerra entre dos fuerzas iguales, porque eso es imposible: ningún poder del lado del mal puede compararse con la fuerza de un niño judío.

Todo niño judío, y todo judío en general, comienza su día proclamando la grandeza de su alma: ‘El alma que me diste es pura’. Y antes de esto dice: ‘Mode Aní… que has devuelto mi alma dentro de mí’. Entonces, después de recibir cada mañana un alma nueva de Hashem mismo, no hay lugar a comparar entre sus fuerzas y las del enemigo.

Más aún: cuando un niño judío cumple su misión con una decisión firme de no escuchar en absoluto al iétzer, sino expulsarlo completamente de su habitación, de su morada y de todo lugar bajo su dominio (ser ‘baalabatishkeit’ – dueño absoluto), tiene la garantía, como dice el versículo: ‘Hashem tu Dios lo entregará en tu mano’. El iétzer no tiene poder alguno y no se involucra en los actos del niño judío.

Al contrario, cuando el niño ve algo precioso y agradable, pero que pertenece a otro niño, el iétzer mismo le advierte que no debe tocarlo, y que debe actuar al revés: ayudar al otro niño. Y lo mismo ocurre entre adultos, siempre en caminos de paz y armonía: disfrutar de lo propio y también ayudar al prójimo a usar sus pertenencias para cosas buenas. Así como cada uno de ustedes hace naturalmente con su propiedad, comenzando con la mitzvá de la tzedaká.

Y además, todo esto se cumple con alegría y buen corazón. Porque no sólo toda la Torá debe cumplirse con alegría, sino que aquí hay una alegría especial: que Hashem entregó al enemigo ‘en tu mano’ y ‘camina dentro de tu campamento’, realmente, dentro del campamento de los niños y niñas de Tzivot Hashem (los Ejércitos de Hashem)”.

 

(Sijá del 10 de Elul 5748, de Neshamatá deOraytá).





 

שִׁוִּיתִי ה' לְנֶגְדִּי תָמִיד

HE PUESTO A HASHEM ANTE MÍ SIEMPRE.

 

Razi nos contará qué me sucede cuando yo pongo siempre a Hashem ante mis ojos

 

¡Shalom, niños! / ¡Hola, niños!

 

El próximo jueves conmemoraremos el día 18 de Elul, día del nacimiento de los “dos grandes luminares”: el Baal Shem Tov y el Admur HaZaken. El motivo interior de que nacieran justamente en el mes de Elul está ligada con la misión por la cual sus almas fueron enviadas al mundo: introducir vitalidad, jaiut, y frescura en el servicio a Hashem. El mes de Elul es el mes de la teshuvá, y por lo tanto resulta comprensible que la nueva vitalidad que nos traen estos tzadikim esté ligada a una renovación en el servicio de teshuvá.

En el pasado, antes de la hitgalut, revelación, del Baal Shem Tov, el mes de Elul estaba acompañado de una atmósfera de temor y miedo. El Baal Shem Tov sostenía que la teshuvá es precisamente una fuente enorme de alegría, y con ello se ocupó de introducir vitalidad y frescura en la avodá del mes de Elul.

Rabí Zusha de Anipoli, que fue uno de los grandes talmidim del Maguid de Mezritch, destacó por su humildad y por su modestia. “Yo”, así afirmaba, “no entiendo mucho del servicio a HaShem, y ciertamente no estoy versado en los secretos de la teshuvá que aprendimos de nuestro Rabí”.

“Para mí”, explicó, “la palabra teshuvá sugiere, en las iniciales de sus letras, cinco pasukim, versículos, fundamentales:

"תָּמִים תִּהְיֶה עִם ה' אֱלֹקֶיךָ"

 

Sé íntegro con HaShem, tu Elokim.

"שִׁוִּיתִי ה' לְנֶגְדִּי תָמִיד"

 

He puesto a HaShem siempre delante de mí.

"וְאָהַבְתָּ לְרֵעֲךָ כָּמוֹךָ"

 

Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

"בְּכָל דְּרָכֶיךָ דָּעֵהוּ"

 

En todos tus caminos, conócelo

"הַצְנֵעַ לֶכֶת עִם ה' אֱלֹקֶיךָ"

 

Camina con humildad con HaShem, tu Elokim.

 

Sobre la integridad/temimut, hemos aprendido un poco la semana pasada. ¿Recuerdan? Entonces hoy hablaremos sobre el segundo pasuk. [ https://galeinai.org/2025/08/29/razi-se-integro-con-hashem/]



 No tengo problemas.

Comenzamos con Rabí Zusha, entonces continuaremos con él un poco más. Un día entró un judío al Maguid de Mezritch y traía una pregunta: “Rabí, tengo una dificultad en la Guemará. He revisado todos los comentaristas y aún no encontré una respuesta sobre esto”.

“¿Y cuál es tu pregunta?”, se interesó Rabi.

Y así, está escrito en la Guemará que una persona debe bendecir sobre la adversidad como bendice sobre la bondad. Por lo tanto, como es evidente, la intención de la Guemará al decir las palabras de la bendición sobre la recepción de una mala noticia debe ser la misma que sobre una buena y alegre noticia. Sobre noticias felices bendecimos con la berajá de Shehejeianu, y sobre noticias que no son buenas, que una persona escucha, bendice Baruj Daian HaEmet. La Guemará explica que la intención debe ser de la forma en que debemos recibir la noticia. Si una persona tuvo éxito en una lotería con dinero, es respetable y ciertamente se alegra. ¿Y si perdió esa suma? ¡También sobre ello debe alegrarse!

Hasta aquí las palabras de la Guemará, y aquí se dirige el judío al Maguid y dice:

“¡Pero ¿cómo, Rabí?! ¿Cómo es posible cumplir con las palabras de la Guemará de verdad, con integridad, y alegrarse por las adversidades que me suceden? ¡Las adversidades son adversidades!”

“Es una pregunta difícil”, le respondió el Maguid, “Una pregunta sobre la cual solo Rabí Zusha podría darte una respuesta.”

Y así el judío se encuentra de pie frente a Rabí Zusha. Rabí Zusha estaba sentado en ese momento en su lugar habitual en una esquina del Beit Midrash.

“Rabí, tengo una pregunta.”

Rabí Zusha levantó los ojos del libro y enseguida respondió:

“Rabí, yo no, pero ¿en qué puedo ayudarte?”

“Tengo una dificultad seria en la Guemará”, respondió el judío.

“¿Preguntas de la Guemará tienes? Bueno, entonces sin duda te dirigiste a nuestro maestro y rabí, al Maguid HaKadosh.”

“Correcto”, respondió el judío, “y fue él quien me dirigió hacia ti.”

“¿¡El Maguid?! ¿Él te dirigió hacia mí?”, se asombró Rabí Zusha. “Es extraño, ¡Rabí Zusha no es de los eruditos!” Aun así, no se rechaza lo que dice el Maguid. “¿Cuál es tu pregunta?”

El judío repitió su pregunta con detalle, y concluyó:

“… ¡Las adversidades son adversidades! ¿Cómo es posible alegrarse por ellas?

Rabí Zusha reflexionó un poco, y como buen judío, respondió a la pregunta:

“En verdad no se entiende. ¿Por qué el Maguid te envió precisamente a mí? ¡Nunca he tenido adversidades ni una sola vez…”

Y quien lo sepa, sabe que la vida de Rabí Zusha no fue fácil en absoluto.

 

El Atributo de Equilibrio, מִדַּת הַהִשְׁתַּוּוּת, Midat HaHishtavut

El significado simple del pasuk “Shivíti HaShem lenegdi tamíd” es que debo poner siempre frente a mis ojos una sola cosa: a HaShem, bendito sea. En todo lugar donde me encuentre, Él está frente a mí y ve mis acciones. El Baal Shem Tov nos revela la profundidad del pasuk y cómo debo obrar en consecuencia: debo mantener mi alma serena y equilibrada Dado que HaShem, bendito sea, está siempre presente, no solo en todo lugar, sino también en todo momento y en cada estado de ánimo que atravieso, entonces todo lo que me sucede proviene de Él, bendito sea, y por consiguiente, con toda certeza, está destinado para mi bien.

Por ejemplo: ¿Dicen que soy sabio? Encantador. ¿Dicen que soy tonto? Menos encantador, pero en realidad, ¿qué cambia eso? El asunto no es lo que yo soy, sino lo que Él es, lo que es importante para HaShem y lo que es útil para Su servicio. ¿Acaso quien no es sabio no puede servir a HaShem? Si es así, ¿por qué me ha de importar a mí?

Cuando Aquel que está frente a mis ojos es HaShem, bendito sea, y no lo que me resulta agradable o placentero, entonces cada situación o acontecimiento que me sucede se vuelve igual ante mis ojos. Mi sensación es que estoy “en lo alto”, como alguien que ha llegado a la cumbre de una montaña, tras recibir elogios. Puede ser que me sienta “humillado” después de que me hayan bajado de allí, y mi sensación momentánea sea como la de alguien que se encuentra en el valle más bajo y humilde del mundo. Pero entre un estado y otro, todo es igual desde mi perspectiva, sin ascensos ni descensos, como una llanura. ¿Por qué? ¡Porque así lo quiso HaShem! “Lo que es [sí] y lo que no es [no], son iguales ante Él.”

A esta actitud, el Baal Shem Tov la llama “Midat HaHishtavut” – “¡Shivíti HaShem lenegdi tamíd!”

¡Que tengamos el mérito de equipararnos a HaShem y de alinearnos, o nivelarnos, ante Él!

Shabat Shalom uMevoraj

Razi

 

 

 












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