Sháar
Haljud VeHaEmuná Capítulo 8 - Parte 2
“Entonces,
si desea comprender la esencia y la voluntad de Dios, la esencia de
la sabiduría, de la comprensión, o la esencia del atributo de
bondad y piedad y similares, las visualiza todas tal como están
dentro de él mismo.
Comentario:
Uno hace el pararelo,
(establece una comparación) entre lo que visualiza dentro de sí
mismo, y lo que debería ser en la divinidad.
Pero
en verdad, el Santo, bendito sea, es "elevado y exaltado" y
"Santo es Su Nombre".
Comentario:
el
Santo no es una traducción demostrativa; kadosh quiere decir
separado.
Es
decir, El es Santo y separado por muchas miríadas de grados ad
infinítum,
muy por encima de la calidad, tipo o clase de alabanzas y
exaltaciones que las criaturas pudieran captar y concebir en sus
mentes.
Pues
la primera [y superior] calidad y rango en las criaturas es
sabiduría,
Comentario:
Nosotros
llamamos a la sabiduría, la sefirá de Jojmá. Cuando decimos
“primero” [en
nuestro mundo material]
lo
asociamos con los conceptos de prioridad que aprendimos, tales como
arriba y abajo. Pero cuando se dice “primero” en la
espiritualidad, en las sefirot, se refiere a lo que es superior. O
sea, lo que está “primero” es superior a lo que está después.
Y aunque algunas veces, lo que viene después es más evolucionado
y superior de lo que estaba antes, en este caso, se está hablando de
un rango de comparación donde lo primero es el origen de las demás
cosas, y por ende es superior tanto en calidad como en medida.
razón
por la cual se la llama "el comienzo".
Comentario:
Johnatan
Ben Uzziel fue uno de los traductores, uno de los sabios que vivió
en la época de la Guemará. Él fue uno de los traductores de la
Torá al arameo. El Targum Johnatan explica lo que está escrito en
-Los Comentaristas- con respecto a la palabra Berashit, y la traduce
como el “principio”, como “sabiduría”. Y dice, “que Dios
creó todo con Sabiduría”. ¿Y de dónde extrajo esto?
Precisamente de la palabra “Berashit”, porque está escrito:
rechit Jojmá irat Hashem. Dice Shlomó HaMelej:”el principio de
la sabiduría es el temor a Dios”. Por lo tanto, “primero” en
origen como en calidad, o sea, el principio está asociado con la
sefirá de la sabiduría que es la fuente, que es el origen de todos
los demás atributos que conocemos.
Pues
es verdaderamente el comienzo y la fuente de toda la fuerza vital en
las criaturas, ya que de la sabiduría derivan el entendimiento y la
comprensión, y de ellos fluyen todos los atributos emocionales del
alma racional, tales como el amor, la bondad y la piedad, y sus
similares.
Comentario:
Los
atributos del corazón tienen su forma y derivan en su calidad de la
mente, de los atributos intelectuales. Las cualidades del corazón
derivan de la mente.
Esto
es visto vívidamente en el hecho de que un niño, al carecer de
comprensión, está siempre enojado y es hosco, e incluso su amor es
hacia cosas triviales que no merecen ser amadas, debido a que carece
de la comprensión [necesaria] para amar cosas que merecen amor, pues
el amor [de la persona] varía con [el nivel de] la comprensión.
De
los atributos emocionales del alma fluyen palabras y letras de
pensamiento, pues el alma piensa sobre aquello que ama o cómo
realizar [actos de] bondad y misericordia. Y así es con los demás
atributos emocionales. Dentro de cada pensamiento en el mundo hay
investido algún atributo emocional que lleva [a la persona] a pensar
ese pensamiento, y este atributo es la fuerza vivificadora de aquel
pensamiento. De las letras del pensamiento proceden las letras del
habla y son su real fuerza vivificadora. El habla, [a su vez,] lleva
a la acción, [como ser] de caridad y bondad, como en el caso de un
rey que ordena a sus servidores dar [caridad]. Y aun cuando [es] el
mismo hombre [el que] ejecuta alguna acción, el poder del alma y su
fuerza vital que se inviste en este acto es como la nada absoluta al
ser comparado con el poder del alma y su fuerza vital que se inviste
en el habla del hombre;
Comentario:
En
esto hay un concepto muy importante que viene de la “Cabalá del
AriZal” y por supuesto también del “Zohar”. A pesar de que
separamos el pensamiento, el habla y la acción en cualidades
intelectuales y en cualidades del corazón, sin embargo, sabemos que
todo está inter- incluído en todo. Hay un sentimiento mental, hay
un sentimiento del corazón y hay un sentimiento de la acción. El
amor intelectual que hay en la mente es completamente diferente y
separado del amor que surge dentro del corazón. Son dos niveles
diferentes ya que no es lo mismo pensar “el amor” que sentir “el
amor”; y tampoco es lo mismo sentir “el amor” que ejercitar “el
amor” o hacer un acto “de amor”. Por ejemplo, uno está
meditando y se imagina dentro de la mente el amor hacia algo.
Estamos hablando, siempre, de una cualidad emotiva, y por supuesto,
debemos contemplar en todo momento que los
sentimientos, en este caso el amor, está
dentro de Jojmá, está dentro de Biná, está dentro de Daat, está
dentro de cada uno de los atributos del corazón, y está dentro de
Maljut, es decir, dentro de la acción. Por lo tanto se desprende de
lo anterior, que cuando se piensa que los sentimientos (lo que se
siente) no tienen nada que ver con el pensamiento (lo que se
piensa), por una parte es cierto ya que existe una separación, un
salto cuántico, entre meditar el amor y sentir el amor.
Se
puede pensar en alguien a quien se ame pero posteriormente, de
acuerdo al juicio que se realice dentro de la mente, se puede cambiar
ese sentimiento por otro, o redirigir ese amor hacia otra persona.
Ahora bien, una vez que ese sentimiento se inviste dentro del corazón
ya es más difícil cambiarlo. Cuando el sentimiento que tenemos en
el corazón crece, el calor que éste proporciona también crece.
Cuando percibimos el amor [u
otro sentimiento]
dentro del corazón y lo llevamos a la práctica, podemos hablar de
la frialdad o del calor del amor, de la frialdad o del calor del
rigor y también, de la frialdad o del calor de todas las cualidades
que hay en el corazón. Recién ahí, es cuando se completa la idea
original que teníamos, el reshit, el principio, que es la Jojmá, el
lugar de donde podría surgir la inspiración de ese amor que por
supuesto recibe de Keter, del inconsciente. Se llama Reshit porque es
el principio de la revelación; es esa idea que en primer lugar se
nos revela en la mente, en Jojmá pero que todavía no es posible
saber en qué consiste aunque, previamente, esa idea ya estuviera
instalada en el inconsciente. Esta es la razón por la que se llama
principio. Y así se leé en la Torá: “Bereshit bara Elokim”,
“En el principio, Él creo los cielos y la tierra”. No significa
que antes de ese “Bereshit” no existiera otra cosa, ni que no
hubiera pasado nada previamente. Se llama “Bereshit” porque es el
principio de la creación de los cielos y la tierra.
Los
cielos y la tierra son la revelación de la luz y de los recipientes.
Todo está en la esencia de HaKodosh Baruj hu; todo está dentro de
Él en potencia y Lo lleva a la práctica. Ese es el principio. A
esto se refiere el Rebe cuando dice que Jojmá es el principio, es
decir, lo que da origen al resto de los atributos emocionales y, se
refiere también, a que dentro de cada uno de ellos, están incluidos
todos los demás. No obstante, la cualidad emocional que está
incluida en la mente, tiene unas características diferentes de la
misma cualidad que está investida dentro de los sentimientos de
corazón. Todo lo que les estoy transmitiendo son palabras que están
por detrás de las palabras que trae el Rebe en el Tania, con la
intención de que ustedes puedan captar exactamente lo que está
diciendo.
El
Admur HaZaken quiere que podamos llegar a entender cómo de acuerdo
con lo que tenemos adentro, podemos llegar a percibir la divinidad en
HaKodosh Baruj hu: “complemente diferente y separado por infinitas
separaciones.” Esa separación será advertida por la persona
dependiendo de cómo una misma cualidad sea percibida en la mente, en
el corazón y en la acción. Por lo tanto, una buena meditación
sería imaginar en la mente (Jojmá) cómo surge un sentimiento de
amor hacia algo, para luego, meditarlo a través de Biná y
desarrollarlo. Una vez desarrollado a través de Daat, habría que
intentar transformarlo en algo que sintamos.
¿Qué
significa “transformar en algo que sintamos”? Daat
es la sefirá que toma la decisión, donde se ejercita el libre
albedrío. Con Jojmá y Biná realizamos un juicio que implica
decidir si un sentimiento vale la pena, y en consecuencia de esto, si
queremos dedicarle nuestro tiempo. Esto ocurre todavía en la mente y
cuando lo aceptamos, empezamos a notarlo verdaderamente como un
sentimiento dentro de nuestro corazón. Sin embargo, la forma más
gráfica de percibir un sentimiento es a través de la acción.
Realizar la acción nos muestra la forma en que surgió el
sentimiento en nuestra mente, y nos lleva a comprender cómo lo
sentimos en nuestro corazón. Comprendemos la diferencia entre
pensar en algo, sentirlo o hacerlo, sólo cuando lo que surge en la
mente se convierte en acción. Además, experimentamos algo muy
interesante, imaginamos de dónde provino esa chispa de sabiduría
que se transformó a través de todas las sefirot, y cuando
vislumbramos que hay una separación infinita en cada uno de esos
niveles, una fracción infinita respecto a ese lugar oculto, sabemos
cuál es el deseo, el placer y la fe, que nos hizo pensar “eso”.
Mediante este proceso empezamos a inferir cómo son los caminos de
Dios porque todo lo que percibimos es un reflejo de Él. Como está
escrito: “estamos hechos a imagen y semejanza”. Somos “una
imagen y semejanza” infinitamente separada de aquello que podemos
percibir. A medida que aumentamos nuestra capacidad de imaginación y
transformamos los pensamientos en sentimientos y éstos en acción,
podemos participar de HaKodosh Baruj hu en la creación constante de
la realidad.
El
simple hecho de imaginarnos un número, una palabra o una letra,
puede ser el comienzo de una meditación. Podemos meditar en las
letras, en las palabras, en los números, en todo lo que representa
la palabra Bereshit. Aquí estamos meditando, lo que quiere decir que
estamos comprendiendo el concepto, la idea que hay detrás de cada
cosa aunque puede ser que las palabras, que los números, no tengan
todavía un significado profundo para todas las personas.
Para
comenzar este tipo de meditación es recomendable basarnos en las
historias, hechos y versículos que estudiamos en la Torá tratando
de evitar que surja cualquier pensamiento aleatorio en nuestra mente.
La Torá completa es un compendio de meditaciones. Por ejemplo,
podemos estudiar algún hecho de la vida de Abraham, o también cómo
fue la recepción de la Torá en el monte Sinai. Así pues,
profundizaremos en la idea de cada versículo de forma sencilla y
reducida sin complicarnos en meditaciones demasiado amplias. Tan
sólo hay que tomar una idea y pensar qué sentimiento nos produce en
el corazón. Cada persona debe realizar la meditación partiendo de
su nivel particular y tiene que sentirse segura, tener la certeza de
que lo que hace no es una ilusión sino que es una búsqueda
verdadera dentro sí misma con la finalidad de conocerse
interiormente. La meditación no debe hacerse de modo forzado, y es
recomendable acompañarla con la respiración Jedvah que es la
respiración que aprenden ustedes en las clases de Jana Miriam y de
Ruth; además pueden aplicar el método que ya les indiqué al
principio de nuestra meditación de hoy. Más adelante es posible
realizar meditaciones más complejas.
Siempre
deberíamos tener junto a nosotros el libro de Berajár para estudiar
la porción sobre la cual queremos meditar. Incluso deberíamos leer
a los comentaristas, leer todo tipo de información que esté a
nuestro alcance para completar un panorama ante nosotros. También es
muy bueno leer la traducción, leer en hebreo, ver la fonética,
estudiar cómo las palabras en hebreo significan, tal y tal cosa.
Veremos cómo la meditación genera en nosotros una necesidad de
llevar “algo” a la acción. Toda esta andadura nos ayuda a
comprender cómo es Dios en lo alto. Por eso dicen los sabios que lo
principal es la acción pues muestra cuál es el principio que está
oculto dentro de nosotros mismos. Es fundamental tomar en cuenta que
a pesar de toda la meditación que uno haga, y a pesar de toda la
sensibilidad que uno tenga, si no hay un acto material, es imposible
entender de dónde surgió. Y de ahí podemos extraer también un
concepto fundamental que fue motivo de discusión con algunos
compañeros míos en esta semana y que trae el Admur HaZaken en el
Tania, en el Jitas de esta semana, Igueret HaKodesh, las epístolas
sagradas, donde el Rebe explica algo muy profundo a lo que no vamos a
dedicarle más tiempo para no cortar nuestro estudio, pero es
importante porque tiene que ver con lo que estamos estudiando ahora.
El
proceso que proviene de la sabiduría y proviene del intelecto, es
algo que desciende del infinito, y que a través de causa y
consecuencia se divide a su vez en infinito hasta llegar a infinitas
consecuencias. Esto es llamado Hishtalshelut o desencadenamiento de
los mundos. Todos los mundos, que son cada vez más múltiples y más
disgregados hasta llegar a este mundo actual, surgen de la causa
inicial que es Dios. Que el infinito continúe siendo infinito, es
una cuestión matemática. Si tomamos algo infinito y lo dividimos en
dos, no tenemos dos medios infinitos sino que tenemos dos infinitos.
Esto se comprendió en las matemáticas de este último siglo
llegando a conclusiones extraordinarias y muy paradójicas que la
mente normal no puede entender. En cualquier caso, es posible
comprender que el infinito es algo que no tiene límite. Podemos
dividirlo y dividirlo, pero ese “algo” y el resultado, seguirán
siendo infinitos. Dice el Admur HaZaken en el Tania, y también se
dice en la Cabalá del AriZal, y en el Zohar, que si se parte de la
esencia de Dios [que
es infinita]
y se llega a mundos espirituales de causa y consecuencia, no se pude
acceder a un mundo material. Uno se perdería en la conciencia de lo
infinito porque continuaría perpetuamente en mundos espirituales.
Con la percepción mundana nos tocó el cuerpo material cuya mente
dispone de la capacidad de comprender que el infinito no tiene
límites, pero no dispone de la capacidad para imaginarlo.
¿Cómo
hemos llegado a nuestra finitud a partir de la infinita luz de Ein
Sof, la esencia de Dios?
Nuestro descenso es a través de los mundos de:
- Atsilut, Bría, Ietsirá, y Asiá. Todos son mundos espirituales.
El
mundo de Ietsirá no se transformó repentinamente en el mundo de
Asía que es el mundo en donde vivimos. Mejor dicho, no vivimos en el
mundo de Asiá, vivimos en un universo material donde se invisten las
dos últimas de sus sefirot, Iesod y Maljut, pero sólo para darle
vida, vitalidad. No obstante, esto tampoco le da la existencia. El
mundo de Asiá, de donde surgimos, este mundo material que es el más
bajo y diferente a todos los mundos superiores, no tiene la capacidad
de crear algo diferente, como es un mundo material. Cada uno de los
mundos superiores, surgió del descenso del mundo anterior. Por más
que el infinito descienda, descienda y descienda, siempre se va a
mantener infinito. Explica el Admur HaZaken que por está razón
Dios tuvo que intervenir directamente creando un mundo limitado de Su
propia esencia interior. Dicho en otras palabras, el nuestro es un
mundo donde hay un ocultamiento completo. Dios tuvo que evitar algo
que está por encima del Hishtalshelut, encima de todo lo que es
causa y consecuencia, para que exista ese ocultamiento completo y
tengamos libre albedrío. Por lo tanto, significa que en este mundo
material están investidos no sólo todos los mundos superiores, sino
que de forma especial, la esencia de Dios.
- Para que sea posible un ocultamiento completo, tiene que haber una intervención y un investimiento de la esencia infinita de Dios en este mundo material.
- Nuestra principal tarea es trabajar en nuestro mundo con las cosas materiales, ya que en ellas se revela la esencia infinita de Dios.
- Lo anteriormente expuesto no está revelado ni investido en forma tan clara en los mundos superiores.
- Como acción subsiguiente, surge la enseñanza de nuestros sabios, el cumplimiento de los preceptos con cosas materiales.
- Incluso cuando nosotros hablamos, estamos realizando un acto ya que el habla se considera una acción.
Pregunta:
¿Es por
eso que no sirve escaparse del mundo material para encontrar a Dios?
Por supuesto. Penetrar en la esencia de este mundo, es penetrar en la
esencia infinita de Dios, y la mejor forma de comprender a Dios,
paradójicamente, es actuar sobre Su ocultamiento absoluto. Revelamos
a Dios cuando tomamos objetos que contradicen y ocultan completamente
Su esencia infinita. Cuando decimos que este mundo material es Dios y
que dentro de Él está su esencia, justamente, lo que hacemos es
revelar Su esencia infinita. Por eso, las almas que están en los
mundos superiores no cumplen preceptos, no pueden cumplir preceptos y
no pueden elevarse por sí mismas; se elevan de acuerdo a los
preceptos. La percepción de la divinidad que tienen las almas en los
distintos mundos, está relacionada con el trabajo que hicieron en
este mundo material y al cumplimiento de los preceptos.
Se
repite la lectura:
De
las letras del pensamiento proceden las letras del habla y son su
real fuerza vivificadora. El habla, [a su vez,] lleva a la acción,
[como ser] de caridad y bondad, como en el caso de un rey que ordena
a sus servidores dar [caridad]. Y aun cuando [es] el mismo hombre [el
que] ejecuta alguna acción, el poder del alma y su fuerza vital que
se inviste en este acto es como la nada absoluta al ser comparado con
el poder del alma y su fuerza vital que se inviste en el habla del
hombre;
Comentario:
La revelación que hay en la sefirá de sabiduría, lo que surge en
nuestra mente, es completamente superior, más extensa y rica, que la
revelación que hay en nuestro corazón. Zeir Anpin (los
sentimientos) es el nivel más bajo de revelación y cuando
realizamos una acción, cuando queremos concretar algo que sentimos y
que pensamos, sentimos que está falto de algo. A diario comprobamos
que la intensidad del sentimiento que nos produce la acción en la
realidad es menor de lo que habíamos imaginado y sentido
previamente. A medida que ejercitamos todo este proceso, nuestros
actos son mejores cada vez y se acercan más a nuestra realidad
interior. Cuando llegamos a la acción, una nueva idea surge dentro
de nosotros y así cada vez; y esa
idea
se va elevando. Para entender lo que pensamos y sentimos, tenemos
siempre que verlo realizado. Este proceso es similar al
proceso de la meditación
pero bajo distinto punto de vista.
[son,
comparados uno con otro como la relación y comparación entre el
cuerpo y el alma. Análoga [a la distancia que hay del cuerpo al
alma]
Comentario:
Cuando comparamos la infinitud y la potencialidad del alma, vemos que
es mucho mayor que la del cuerpo. Es imposible comparar el cuerpo con
el alma porque son dos niveles diferentes de la realidad sin nada que
ver el uno con el otro. Simplemente, uno se inviste dentro del otro.
El alma se inviste dentro del cuerpo para darle vitalidad y poder
expresarse a través de él. La mente se inviste en los sentimientos
(ZA) para darles vitalidad. Los sentimientos que surgen del
pensamiento son de un nivel infinitamente inferior respecto al
pensamiento que les dio origen, y los actos son de un nivel
infinitamente inferior respecto a los sentimientos.
es
la relación de las letras del habla con las letras del pensamiento,
y análoga es la relación de las letras del pensamiento
Comentario:
Hemos mencionado que las letras son vehículos, recipientes para
transportar la luz infinita. La luz con respecto a los recipientes es
como el alma con respecto al cuerpo. Las letras con la luz en su
interior son el instrumento que hay en el pensamiento, y son de nivel
muy superior a esas mismas letras, a esa luz, y a esos recipientes
que hay en el sentimiento que fue originado.
respecto
de la esencia del atributo emocional que está investido en él y lo
anima; y análoga es la relación de la esencia y fuerza vital del
atributo emocional en comparación con la sabiduría, el
entendimiento y la comprensión que en conjunto constituyen el
intelecto del cual este atributo fue derivado. Todo esto es válido
en cuanto al alma del hombre y al alma de todos los seres creados, en
todos los mundos superiores e inferiores. En todos ellos, jojmá
("sabiduría") es el comienzo y la fuente de la fuerza
vital.”
Comentario:
La
esencia del amor que nosotros pensamos, está muy por encima del amor
que revelamos dentro de nuestro pensamiento y que luego será
revelado dentro de los sentimientos del corazón.
Voy a consultar la versión hebrea del Tania porque hay distintas formas de decir “alma” en hebreo. En este caso, está dicho “nefesh”, y generalmente nosotros traducimos alma como “neshamá”. Cuando nosotros hablamos de esa fuerza vital que está investida dentro del hombre y de todas las cosas, hablamos de ese nivel inferior que se llama “nefesh” y que tiene que ver con la naturaleza y con ese principio básico que hace que existan las cosas.
Pregunta: ¿Qué significa Tania? Tania significa “estudiamos” y es una palabra aramea que se repite muchas veces en la Guemará, donde se explican las distintas mishnaiot, las distintas partes de las que está compuesta la Torá Oral. El libro que estamos estudiando comienza justamente con la palabra “Tania” y trata de una recopilación de discursos de Admut HaZaken, el primer Rebe de Jabad. La Torá oral se especializa en determinar cuáles son las leyes que surgen de la Torá escrita. Desde que Moshé Raveinu recibiera la Tora (oral y escrita) en el monte Sinai, y recibiera también el conocimiento para llevar a la práctica las normas de la Torá, los sabios que discutieron entre ellos durante cientos de años y generaciones para desvelar sus secretos, fueron transmitiendo toda esa sabiduría.
La
palabra Torá deriva de la raíz oraa que significa instrucción. En
la Torá hay muchas instrucciones pero también hay historias y
muchos versículos que aparentemente no hablan sobre preceptos. Los
sabios discutieron el origen de todos los preceptos durante siglos,
especialmente, en la última parte del segundo Beit HaMikdash (el
Templo). Cuando éste fue destruido, recopilaron toda la sabiduría
que venía de la Torá y que cada uno recibió de sus maestros.
Entonces, uno de ellos dijo: estudiamos de “tal y tal”, y
empezaron a discutir. De ahí proviene la palabra Tanía,
“estudiamos”, porque en ocasiones, las Leyes de la Torá están
manifestadas de forma revelada y expresa, pero en otras, lo están de
modo indirecto. Todo el estudio de los sabios estaba dirigido a
conocer el origen de cada uno de los preceptos que debemos cumplir, y
también, para saber a qué versículo correspondían las distintas
leyes que surgen de la Torá.
Tania
es una recopilación de discursos del Admur Hazaken y ahora
empezaremos a estudiar el capítulo 9. Cuando terminemos la segunda
parte de este libro, el “Sháar
Haljud VeHaEmuná”
que consta de 12 capítulos, continuaremos estudiando la primera
parte del libro, que empieza con la palabra Tania, y profundizaremos
un poquito más. Tania es el nombre de este libro porque comienza
citando a la Mishna, a la Guemará, al Talmud, y comienza con el
dicho de los sabios explicando cierto tema del que hablaremos en el
futuro.
Hasta ahora estuvimos hablando el significado del origen de nuestros sentimientos, de nuestra acción; estuvimos hablando del principio, del Bereshit que es la sabiduría, el comienzo de la revelación de donde surgen nuestros sentimientos y la acción. Todo eso nos ayuda a comprender cómo son las cosas en HaKadosh Baruch hu. El Rebe nos explicará en el capítulo 9, qué es lo que sucede con Dios en base a lo que nosotros aprendemos de nosotros mismos.
Sháar
Haljud VeHaEmuná Capítulo 9 - Parte 1
En
cuanto al Santo, bendito sea, sin embargo, el nivel de sabiduría
—que [en todos los seres creados] es el comienzo
del pensamiento y su génesis— es, para El, la etapa final
de la acción; vale decir: en relación al Santo, bendito sea, [la
sabiduría] es considerada como si fuera la condición y nivel de
acción, como está escrito: "Tú, con sabiduría, los has hecho
a todos".
Comentario:
está escrito en hebreo “BeJojmá asita kulam” - Se preguntaba el
Rebe, ¿cómo puede ser que digamos que está escrito que la
sabiduría “ha hecho”? Se podría pensar que una persona aplica
la sabiduría para hacer algo. Por ejemplo, una persona hace una
buena acción y los demás dicen, “¡qué sabio que es!”. Como
dijimos antes, cuando uno ve la acción reconoce la procedencia de
ese pensamiento. Se suele decir: “esto que está hecho aquí, fue
hecho por un sabio”, o, “esto que está escrito allí, fue dicho
por un sabio”. No podemos entender a otra persona con lo que ella
siente porque lo que ella siente está dentro de ella. A partir de
la acción, podemos inferir todo lo que sucedió “allí arriba”.
En cualquier caso, no podemos decir que la sabiduría “ha hecho
algo”. Como ya hemos comentado, la sabiduría está a un nivel muy
superior, separada infinitamente del sentimiento, y por lo tanto, más
separada de la acción. La sabiduría está completamente separada de
la acción ya que para llevar a la practica algo, la sabiduría debe
descender a través del proceso completo de las sefirot hasta llegar
a la acción. Entonces, ¿cómo puedo decir que yo he hecho algo con
sabiduría? Sin embargo, de Dios está dicho: “Él hizo todo con la
sabiduría, “BeJojma asita kol”, con la sabiduría has hecho
todo.” La persona intelectualiza con la sabiduría, entiende con la
Biná y comprende con Daat, pero no “hace”. Se tendría que haber
dicho en todo caso: con sabiduría has intelectualizado todo, o has
comprendido a todos.
Admur
HaZaken continúa diciendo lo siguiente:
Esto
es decir, [que la sabiduría, en relación a El, es] tal como es la
calidad de la fuerza vital en la acción física y material en
relación con la calidad de la fuerza vital de la sabiduría, [siendo
sabiduría] el comienzo y la fuente de la fuerza vital en el hombre y
en todas las criaturas físicas. [Pues la fuerza vital en lo físico]
es como la nada en comparación con la fuerza vital en las letras del
habla, la que [a su vez] es como la nada en comparación con la
fuerza vital en las letras del pensamiento, la que [a su vez] es como
la nada en comparación con la fuerza vital y el nivel de los
atributos emocionales de los cuales deriva este pensamiento, la cual
[a su vez] es como la nada en comparación con la fuerza vital, el
nivel y el grado de sabiduría, entendimiento y comprensión, la
fuente de los atributos. Exactamente así es la condición y nivel de
sabiduría —comienzo y fuente de la fuerza vital en todos los
mundos— en relación con el Santo, bendito sea, en Su Gloria y
Esencia,
Comentario:
La verdad es que aquí hay muchas palabras, hay mucho texto, pero
esto es algo muy simple de entender. Así como para nosotros hay una
diferencia absoluta entre el final de la acción y el origen de la
acción que es la sabiduría, existe esa diferencia entre lo que es
la sabiduría que está investida dentro de los mundos para crear las
cosas y la esencia absoluta de HaKodosh Baruj hu. Esa diferencia
abismal que hay entre el origen de mi conciencia que es la sabiduría
y el acto que yo realicé, donde la revelación de luz que hay en el
acto que hice es nada y cero en comparación a la revelación de luz
que yo tuve en mi mente, en la sabiduría, en
mi inconsciente. El inconsciente es infinito respecto
a la sabiduría que yo tengo. Y así también, (para comprender cómo
es Díos), esa sabiduría que se inviste en los mundos y que utilizó
la sefirá de
sabiduría, es
como nada y cero absoluto en comparación con Su propia esencia. No
estamos hablando de la sabiduría del hombre sino que estamos
hablando de la sabiduría del mundo de Atsilut con la que Dios creo
las cosas. Es una sabiduría suprema que está completa e
infinitamente separada de lo que es la sabiduría el mundo de Briá;
y la sabiduría del mundo de Bría está infinitamente separada de lo
que es la sabiduría del mundo de Ietsirá; y la sabiduría del mundo
de Ietsirá está completamente separada de lo que es la sabiduría
del mundo de Asiá. La Sabiduría está infinitamente separada de lo
que es la sabiduría consciente revelada en el hombre; y aquello que
es para nosotros algo complemente, infinitamente separado, para Él
es como el nivel más bajo de la acción con respecto a Su esencia
absoluta.
Quien
es elevado y exaltado en muchas miríadas de grados de elevación más
que lo que la calidad de sabiduría es elevada por encima de la
calidad de la fuerza vital en la acción,
Comentario:
No solamente eso. Habíamos dicho que cada uno está incluido dentro
del otro. Entonces, la sabiduría que hay dentro de la sefirá de
sabiduría del pensamiento es infinitamente superior a la sabiduría
que está investida dentro de la sabiduría que está en los
sentimientos; y esa sabiduría dentro de los sentimientos, (porque
los sentimientos también tienen una lógica,una sabiduría ), es
infinitamente superior a esa sabiduría que está investida en dentro
de la acción, de nuestros hechos. Todo eso es completamente superior
e infinitamente más elevado que la esencia con respecto a esa
sabiduría suprema del mundo de Atsilut.
pues
ésta es sólo una elevación de cinco grados, a saber, los niveles
de acción, palabra, pensamiento, atributos emocionales, e intelecto.
El Santo, bendito sea, sin embargo, es "elevado y exaltado"
por encima del nivel de sabiduría en infinitas miríadas de grados
como estos.”
Fin
del texto.
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