No es sorpresivo que dentro del texto del libro de Ester,
podamos encontrar numerosas alusiones a conceptos y términos que en subsecuentes
generaciones habrían de convertirse en basamento del discurso cabalístico.
Aparte de la importancia otorgada a la raíz hebrea de la palabra Cabalá (k-b-l)
en si misma (Ester 4:4: "Y [Ester] envió vestimentas con las cuales vestir a
Mordejai... pero él no las aceptó ( kibel ) "; Ester 9:23: "Y los
judíos aceptaron ( kiblu ) y lo empezaron a hacer..."; Ester 9:27: "Los
judíos establecieron y aceptaron sobre si mismos, y sobre su simiente"),
encontramos asimismo muchas otras significativas palabras-raíces que aparecen
allí.
De los once nombres de las sefirot - las fuerzas Divinas básicas de la
Creación - salvo una, todas aparecen explícitamente en el libro de Ester.
Keter aparece en 1:11, 2:17, y 6:1;
Jojmá en 1:13 y 6:13; Biná en 3:8; daat en 1:13;
Jesed en 2:17; Guevurá en 10:2; Tiferet en 1:4; Hod en 2:5, 3:4, y otros;
Iesod en 1:8,
y maljut en 1:7,11,19 y otros.
El único término relativo a las sefirot que no se encuentra en el
libro es netzaj , como vamos a explicar más adelante. Ningún otro texto
bíblico exhibe tal densidad de idioma cabalístico. El hecho de que esta
abundancia de expresiones místicas coexista junto con una total falta de
referencia Dios Mismo, puede acaso ser entendido a través de la
analogía con un panorama de estrellas, que sólo se vuelven visibles cuando
desaparece el resplandor del sol.
El término sefirá mismo, quizás el más básico dentro del léxico de
la Cabalá, se expresa repetidamente en este libro por intermedio de otro término
relacionado: sefer , "libro" (Ester 2:23, 6:1, 10:2, 9:25, 32, y
otros), construido a partir de la misma raíz hebrea, s-f-r.
Esta raíz alberga tres distintas connotaciones, y todas ellas están
reflejadas en el significado de la palabra sefirá . Como una
"emanación" de luz Divina, el termino sefirá es derivado del bíblico
sapir , "zafiro", cuyo brillante resplandor es asociado con el trono
celestial y el escabel en las visiones de los profetas.
Sefirá también alude a un atributo específico o rasgo con el cual
Dios se expresa en el mundo. Como tal, refleja una connotación
adicional de la raíz s-f-r, la de "expresión", como en las palabras sipur
("historia") y sefer ("libro"). A diferencia de la asociación con la
trascendente luz Divina, este aspecto de la raíz s-f-r implica un contexto más
cercano y familiar con el cual identificar a Dios .
Finalmente, el término sefirá alude frecuentemente a la abstracta
estructura matemática de la Creación (como esta evocada por la palabra
mispar ("número"); en este sentido, el concepto de sefirá esta
conectado sólo en forma indirecta a la Divinidad), reflejando una dimensión, que
aunque exquisitamente abstracta, se conecta con la esfera de lo creado.
La asociación entre el término sefirá y la palabra sefer, que como
hemos visto esta basada en la idea de articulación o expresividad, es acentuada
por el hecho de que el libro de Ester mismo es llamado meguilá ("rollo
de pergamino"), proveniente de la raíz guilá , "revelar".
La forma del rollo refuerza esta sensación de revelación, al contribuir a que
el lector experimente el texto como un mensaje o idea que se va desplegando
gradualmente. Este efecto intensificado aún más con el uso del sipur
("medio narrativo") como la forma literaria para comunicar el mensaje del
rollo. En el sipur hay una constante tensión que deriva de la
revelación selectiva de ciertos elementos de la trama y no de otros. La
clarificación gradual de todos los aspectos de una historia, trae con ella una
resolución purificadora de esa tensión y una más profunda conexión con
los temas literarios evocados en el proceso. Ningún otro relato en todas las
Escrituras, toma tan absoluta ventaja del medio narrativo como la historia de
Ester.
La tradición cabalística también recurre a la narrativa alegórica cuando
intenta comunicar sus profundas verdades (a menudo tal forma de exposición
prueba ser más esclarecedora que el abstracto discurso teosófico. La historia de
la Creación y de las primeras horas del hombre en el jardín del Edén, brindan a
la Cabalá una estructura narrativa clave para plantear el entorno cósmico de la
existencia humana.
Dada la conexión que hemos visto entre el libro de Ester y la
tradición cabalística, no nos sorprenderá entonces, que la historia de Ester es
de hecho interpretada en Cabalá, como simbólica del drama primigenio
transcurrido en el Edén, en los albores de la Creación, donde el primer hombre y
su mujer fueron tentados a comer del árbol del conocimiento. Las figuras claves
en el libro de Ester son vistas como representando las almas reencarnadas (
guilgulim ) de los personajes del gran drama original, que vienen a
rectificar su "caída" previa. Ester, al conquistar a la serpiente Haman, brinda
la necesaria reparación por la trágica falla en la Creación engendrada por su
primordial ancestro, Eva.
Maljut es la sefirá más nombrada en el libro de Ester. Ningún otro texto
bíblico contiene una cantidad semejante de referencias a este término. Sobre un
total de 167 versículos que conforman el libro, hay más de 240 apariciones de la
raíz melej (rey). En uno de ellos (Ester 4:11), la palabra hamélej
aparece cinco veces; en otro (Ester 5:1), aparece de formas variadas en
seis oportunidades (!). Este es el mayor indicio del fuerte carácter cabalístico
del Libro de Ester, teniendo en consideración que maljut es la clave para
comprender el drama completo de la Creación de acuerdo con la Cabalá.
La raíz m-l-j aparece, en la mayoría de los casos, en la palabra hamélej
("el rey"), refiriéndose al rey persa Ajashverosh. Se explica generalmente,
que estas repetidas alusiones al monarca persa en la meguilá de Ester, pueden
ser interpretadas como una velada alusión al Rey de Reyes, el Amo del Universo,
y el hecho de que siempre se refiere a él como hamélej (el rey),
parecería corroborar esta tradición. La letra hei, que funciona como artículo en
la palabra hamélej , es la letra asociada en Cabalá con la sefirá
de maljut, correspondiente a la hei final del esencial Nombre de cuatro
letras de Dios .
Otra indicación del espíritu cabalístico que permea el texto, es el hecho de
que la palabra keter (que alude a la primera emanación Divina), aparece siempre
en conjunción con la palabra maljut (la última emanación). La expresión keter
maljut ("la corona real"), apunta a un fenómeno básico en Cabalá, descripto por
el Sefer Ietzirá en el siguiente lenguaje: "su final (la sefirá de
maljut) está incluido en su principio (en el de keter), como su principio está
incluido en su final" (en la introducción del libro Tikunei Zohar [Pataj Eliahu]
se afirma también que: "el keter supremo es el keter de maljut").
Es interesante señalar también, que la segunda sefirá más
frecuentemente mencionada es hod. La relación entre hod y maljut es muy
significante, de momento que hemos estudiado en Cabalá, que " hi b'hod
", "ella (la sefirá de maljut) está en hod". Ya encontramos una
alusión a la fuerte asociación de estos dos términos, en el mismo primer
versículo del libro de Ester, como se afirma allí hu Ajashverosh hamolej
mehodu v'ad kush (él, Ajashverosh, que reina desde la India hasta el
África). En otro lugar de las Escrituras (Daniel 11:21 y I Crónicas 29:25), los
dos términos se combinan en la expresión hod maljut ("el aura de la majestad"),
usado a menudo para dirigirse a la realeza.
Como dijimos antes, no encontramos a netzaj , la séptima sefirá
, en el relato de Purim, siendo que tiene una relevancia única en esta
festividad, en cuyo tiempo se conmemoran los eventos relatados en el libro de
Ester. (El Arizal afirma que es en Purim cuando la sefirá de netzaj
logra su tikún, es decir, su rectificación). Surge entonces que la ausencia
de netzaj en el texto, así como la del Nombre de Dios , señala
en realidad de una manera paradójica, la penetrante y a la vez irreconocible
presencia de esos términos a través de todo el libro. Una indicación adicional
de la equivalencia entre netzaj y el Nombre de Dios , es el
hecho de que de todos los nombres de las sefirot, netzaj es el único
que aparece en las Escrituras refiriéndose a Dios (Samuel I 15:29), a
manera de una descripción poética de Dios Mismo: Netzaj Israel
("la Eternidad de Israel").
La relevancia esencial de netzaj en el libro de Ester, deriva de su
doble significado: "victoria" y "eternidad". Como "victoria", representa la
capacidad de sobreponerse a la adversidad en general; como "eternidad", implica
la capacidad de superar la adversidad de la muerte misma. La "Eternidad de
Israel", y su lucha contra la nación de Amalek (su archi-enemigo bíblico, que
representan las fuerzas de la duda y la indiferencia, especialmente hacia la fe
y la Providencia Divina), son los temas centrales del libro de Ester y la
festividad de Purim, y están asociados íntimamente con ella. Enseñan nuestros
sabios, que en los tiempos del Mashiaj serán anuladas todas las festividades que
observamos actualmente, excepto la de Purim, significando que la intensidad de
la revelación Divina que habrá en ese tiempo, anulará la importancia de las
otras festividades pero no la de Purim. Lo mismo está dicho en cuanto al status
del libro de Ester con respecto a los otros libros de los Profetas y las
Escrituras, a lo que se alude en el propio libro de Ester (9:28): "Y estos días
de Purim nunca serán abandonados por los judíos y nunca cesará su conmemoración
entre sus descendientes".
La expresión hebrea " lo iasuf " ("nunca cesará"), evoca el término
"ein sof" ("infinito" o "El Infinito"), que es la expresión idiomática utilizada
en Cabalá para referirse a la existencia esencial de Dios más allá del
espacio y el tiempo. (Las letras iniciales de ein sof, alef y samej, son también
las dos primeras letras del nombre Ester). Es interesante notar, que encontramos
una forma idiomática de eternidad, en cada uno de los tres lugares donde la
Biblia cuenta explícitamente la campaña contra Amalek: En el Pentateuco, donde
Moisés y Ieoshúa lideran la batalla contra ese pueblo, se nos dice " Dios
peleará contra Amalek de generación en generación" (Exodo 17:16); en
Profetas, donde Samuel contiende con el rey amalekita Agag, encontramos la
apelación a la Divinidad antes mencionada " Netzaj Israel", la
Eternidad de Israel; y en Ketuvim , donde Mordejai y Ester vencen al
amalekita Haman, tenemos como ya dijimos la expresión " lo iasuf
".
De esta manera vemos que el concepto de netzaj está implícito a lo
largo de la meguilá de Ester a manera de makif, "rodeando" el libro; y de hecho
se encuentran dos referencias explícitas a este término, uno previo y otro
posterior a la lectura de la meguilá en la festividad de Purim. La referencia
previa aparece en el contexto de la haftará ("la porción anexa a la lectura de
la Tora perteneciente a los Profetas o las Escrituras"), que se lee en el Shabat
anterior a Purim, en cuyo versículo central (Samuel 15:29) leemos: " Netzaj
Israel lo ieshaker ", "la Eternidad de Israel no mentirá". La posterior
está en la breve elegía " Shoshanat Iaakov ", que se recita al concluir
la lectura pública del libro de Ester. Allí, la palabra netzaj aparece
dos veces, en la frase " teshuatam haita lanetzaj " ("Tu fuiste su
eterna salvación"), y en la que dice " lo iekalmu lanetzaj kol hajosim baj
" ("no serán humillados en toda la eternidad, aquellos que hallan refugio
en Ti").
Por lo tanto, de una forma u otra se alude en la meguilá a todas las sefirot,
estableciendo una conexión única entre los más esotéricos textos
bíblicos y la tradición cabalística, como una totalidad.
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