TORÁ Y
MATEMÁTICAS
El
Arte de la Guematria - Estructuras Matemáticas
LA HISTORIA DE π - PARTE 1
INTRODUCCIÓN
Sin duda, uno de los problemas
más intrigantes de la geometría de todos los tiempos es el cálculo de la
circunferencia del círculo. Aunque su forma es de una sutil simplicidad y
perfección, la circunferencia del círculo es imposible de medir. Esta notable
característica es tal vez la dicotomía básica entre el hombre y la naturaleza,
porque como seres humanos amamos medir y cuantificar todo, pero la naturaleza
aparentemente lo rechaza en la misma medida.
La razón básica para esta
dicotomía ya fue expuesta por el más sabio de los hombres, el Rey Salomón,
quien escribió: “Dios hizo al hombre recto y pero intenta muchas maquinaciones”1 La naturaleza de la mente humana
es pensar recto —de ahí nuestra afinidad por llevar todo a la línea recta. Pero
el mundo natural es curvo, como dicen nuestros sabios “no hay muchos cuadrados
en la naturaleza”2 En efecto, la
línea recta simplemente no cuadra cuando se trata de cuantificar un fenómeno
natural. Entonces, la conclusión de esta interpretación es que obviamente las
maquinaciones del pensamiento humano buscan captar a la naturaleza.
Y aquí es donde entra el
transcendental número π, representando el intermediario básico que cubre la
brecha entre la mente humana recta y las curvas de la naturaleza, porque nos
permite, dentro de cierto grado de precisión, transformar una línea curva en una
recta. Tomemos el círculo de radio r. Como no hay cuadrados en la naturaleza, y
de hecho podemos decir que en ella casi no hay polígonos regulares,3
entonces, sin importar cuántos lados hay en nuestro polígono regular, no
podemos usarlos para medir la circunferencia del círculo. Pero sí podemos
aproximarnos, y esta aproximación a la relación entre la recta y la curva es
efectivamente la historia del número π.
Se contaron historias desde
muchas perspectivas diferentes acerca de π, en su mayoría desde el punto de
vista de su descubrimiento e incluso desde el punto de vista de las fuentes
tradicionales judías.4
Aquí ofrecemos un punto de vista nuevo, que sólo puede provenir del espíritu
sicológico y místico de la dimensión interior de la Torá. Vamos a contar la historia
de π desde la perspectiva de su resto.
Geométricamente, el resto de π es
la discrepancia que se genera cuando comparamos el verdadero valor del diámetro
con el valor que surge de dividir la circunferencia por 3. Numéricamente
representa la parte infinita de π está a la derecha del punto decimal.
En este artículo contaremos la
historia de ese resto desde la perspectiva del modelo básico de auto
transformación descripto por el Baal Shem Tov, el fundador del movimiento
Jasídico del siglo XVIII. Ya que hemos tratado este modelo y sus
particularidades en muchos otros artículos y libros,5
nos limitaremos para nuestros propósitos a resumir sus tres estados generales:
sumisión, separación y dulcificación. En otras palabras, veremos cómo el
“resto” es sometido (o suprimido), separado y finalmente dulcificado.